CC Sakura: 2 pecados en un dia (5)

La avaricia y la lujuria me obligaron aceptar este trabajo. (continuacion)

2 pecados en un día, capitulo 5

Limpiaba la piscina al día siguiente después de lo ocurrido de las fotos. Tenía vigilada a Sakura que estaba encerrada en un cobertizo que se ubica al extremo de la piscina. Le había ordenado que se cambiara dentro de el, mientras limpiaba la piscina. Esta mañana encontré una diadema con orejas afelpadas de gato del mismo tono del cabello de Sakura. Y de paso, la ropa que se iba poner era ropa deportiva con una pantaleta de color azul marino.

Silbaba mientras recogía la basura de la piscina con una red. Esta animado y no me importaba si era demasiada basura. Acumule muchas hojas y ramas caídas que flotaban sobre la superficie de la piscina y los guarde en una bolsa. La bolsa no era pesada cuando la cargue y logre escuchar la puerta del cobertizo abriéndose con un chirrido de las clavijas oxidadas.

-Termine…de vestirme…- dijo la pequeña quien se asomaba avergonzada detrás de la puerta.

-Sal de ahí…quiero verte- no le mostré ninguna sonrisa. Mi rostro estaba serio y de mal humor.

La niña salía despacio del cobertizo, juntaba sus piernas tímidamente y se trataba de hacer que la pantaleta cubriera sus piernas. La pantaleta azul marino solo cubría el contorno de su entrepierna como si fuera una prenda íntima. Usaba una camisa de mangas cortas con un número 69 en su pecho dentro de un recuadro. Sus orejas de gato estaban enzima de su cabeza con puntas redondas, se había puesto una correa con un cascabel dorado en su cuello.

-Ven…quiero que te lleves estas bolsas- le ordene

-Si…- asintió con su rostro y se acerco a las bolsas.

Cuando se agacho para sujetar las bolsas, yo también me agache lanzándome hacia ella. Le di un abrazo que la sorprendió. Mis manos se sujetaban sobre su pecho suave y lo apreté con las palmas de mis manos. Me di cuenta que ella no hizo ningún esfuerzo para defenderse ¿acaso fue tan fuerte lo que le hice ayer para que se quedara tan domada?

-Oye…ya sabes lo que voy a hacer…¿verdad?

-Si…- su voz era un susurro sin mirarme.

-Entonces…¿Por qué no te defiendes?...quiero la dificultad que deseo

-No...no puedo…- su voz se quedo sin ánimos – hazlo lo que quieras conmigo

Su voz tierna me pareció que no tenía alma en su interior, una zombi que esperaba sus órdenes. Entonces la provoque para que me suplicara que no la maltratara. Aferre mi mano sobre el borde superior de la pantaleta con intención de bajarla junto con su prenda intima. La empuje al suelo con la otra mano, su lindo cuerpo se estrello sobre el piso.

-Hoe…- fue su expresión cuando su cara toco el piso ardiendo por el sol. Sus ojos me miraron con preocupación.

Su pantaleta ahora estaba en sus rodillas junto con su ropa interior. La levante para que se arrodillara y quedara apoyada con sus manos y rodillas. Acaricie sus glúteos y ella temblaba ante el rose de las yemas de mis dedos. Deslice los dedos hasta llegar a su tibia vagina. Sus genitales no estaban excitados, así que aplane mi dedo índice sobre entre los labios vaginales y entraron.

Ella se sacudía el rostro aun lado a otro mientras presionaba con mi dedo en su zona genital. Busque la vagina y la encontré. Un suave gemido me indico que mi dedo estaba en el hueco de la vagina y lo penetre.

Mi dedo se deslizaba sobre la zona húmeda de los genitales de Sakura. La niña gemía y sabía que suplicaría que me detuviera, así que, metí el segundo dedo de mi mano y estire la vagina para follarla. Ahora su gemido era más fuerte.

De adelante para atrás, mis dos dedos disfrutaban la zona vaginal de Sakura. Su cuerpo temblaba mientras mis dedos disfrutaban. Yo estaba muy excitado, mi mano libre no pensó en dos veces de desabrochar mi pantalón para relucir mi pene, para atacar de nuevo a la niña. Pero mi deseo era verla llorar, escuchar su súplica, así que, al ver que dos dedos no servían para que suplicara, decidí meter tres. Y si eso no funcionaba, le metería la mano completa si es necesario.

Acomode el tercer dedo junto con los otros, a su flexible vagina y trataba de hacer que le doliera. Sus gemidos eran entre dientes y serruchaba. Perdió el equilibrio y coloco su rostro en el piso, mientras yo fingía en batallar en meter mis tres dedos en su vagina.

-No…déjeme en paz- al fin suplico

-¿No era que querías que te hiciera cualquier cosa sin que tu te quejaras?

-Pero me esta lastimando me duele…- sollozaba.

-No seas así…tan bien que ibas

Saque mis dedos de su vagina. Una respiración de alivio le salía de su boca. Pero sorpresivamente, mi pene se coloco en su vagina y entro con mucha fuerza que sobresalto a la pequeña.

-Auch…- se quejo ella- ¡me dolió!

-Se te pasara

Después de decirle eso la penetre, pero le leve sus muslos con mis manos para que ella se sentara sobre mi regazo y nos sentamos en el suelo.

-Hazme un favor- le dije en susurro seca de su rostro- podrías tocar tus tetillas con tus manos.

Ella obedeció, sin subirse la camisa, presiono con sus manos sus senos.

-Oye- refunfuñe- no seas tramposa, levanta tu camisa deportiva y toca tus senos

Nuevamente obedeció mientras la penetraba. Temblaba mientras subía su camisa hasta el cuello, sus manos se posaron sobre sus senos inertes sobre su piel.

-Bien, que esperas para pellizcar tus tetillas – lo hizo, escuche su gemido cuando se pellizco sus tetillas.

Yo continué fallándolas mientras ella se masturbara sus senos.

Sin darle la orden, la niña deslizo su mano izquierda y la acerco a su clítoris. Sus gemidos fueron seductores. Ya la tenia presa antes mis garras, la niña se masturbaba y yo cambiaba de postura. Con fuerza cargue a la niña y la coloque sobre la ventana de la cabaña. Aun se masturbaba y mi pene se deslizaba como un tren en un túnel estrecho a gran velocidad.

-Ah…despacio…ahhh..- suplicaba la niña.

-Pero te gusta ¿verdad?

No me contesto yo seguía penetrándola mientras ella se posaba sobre sus senos en el vidrio de la ventana. Su rostro también se posaba sobre el vidrio y su respiración opacaba un poco el traslucido.

Seguí follando sobre ella. Hasta que mi sentido me afirmo que era tiempo de eyacular dentro, pero en vez de eso saque mi pene y la bañe de semen. Ella soltó un fuerte gemido y su cuerpo se quedo rígido.

Después de su baño de esperma se recostó y tomo un descanso, mire su cabello castaño con sus orejas de gato. No pude aguantar y orine sobre su rostro.

-Hoe- se sorprendió cuando orine sobre su rostro. Solo era un pequeño chorrito pero abrió su boca y lo bebió.

Me subí los pantalones y me metí a la casa. Claro que vigile atentamente a mi gatita. Se levanto tambaleándose y se metió desnuda sin su pantaleta. La espere sentado sobre un sofá y ella se acerco. Se arrodillo entre mis piernas y acerco su rostro sobre mi pene. Sus manitas sostenían mi genital, sus labios se acercaban a la punta del pene y lo beso.

Yo me relajaba y le sonreía. Era otra cosa que hacia sin que yo le diera ordenes. Me bañaba de besos con sus carnosos labios hasta que abrió su boca e intento metérselo ahí.

-Je, lo estas disfrutando ¿verdad?- me burle

Sus manos masajeaban mis testículos y su boca lamían el tronco de mi pene. ¿lo disfrutaba? Claro que si. La niña era preciosa, aun tenia sus orejas de gato, metía y sacaba mi pene de su boca, y cuando lo sacaba lo lamía con la punta de su lengua como si fuera un gatito bebiendo leche.

-Sakura…- le dije- ¿te gusta vivir aquí?

-¿Hoe?- interrumpió sus lamidas, pero sus manos aun masajeaban mis testículos

-Si, te pregunto si te gusta vivir aquí conmigo, fuera de tu familia, amigos, la escuela y de tus responsabilidades ¿no te gusta que todo eso se quedo atrás?

-Yo…- agacho su cabeza sin mirarme –extraño mi vida – me contesto mientras su masaje se detenía poco a poco- pero…no se..¿Por que estoy haciendo esto?…¿y no se por que…le estoy hablando?

Me balance sobre ella y la deje sobre el piso.

-Por que ya te gusto esto- le respondí con una voz seductora – no lo sientes, no sientes tu amor sexual

-Ay- se quejo mientras le apretaba sus suaves brazos –me lastima

La coloque boca arriba con las caderas levantadas y yo me arrodille para penetrarla de nuevo.

-Esto responderá todas tus preguntas

Sentí sus glúteos sobre mis muslos cuando la penetre.

-No…- suplico

-¿No qué?...esto te fascina gatita

Sujeté sus muslos mientras ella las flexionaba para empujarme. Pero después de dar 5 embestidas de penetración, ella se dejo domar y se relajo. Ahora sus piernas extendían y se abrían en forma de tijera. Después sus piernas se colocaron sobre mi pecho y no dude en caerme sobre ella para apoyarme con mis manos sobre el piso y sus piernas estaba sobre mis hombros y su rostro mostró una tímida sonrisa, una miraba que no había visto después de la fotografía que me enseñaron de ella.

Intento abrazarme, pero solo se sostuvo sobre mis brazos. Mi penetración era profunda y agradable, mi instinto decía que ella también le alegraba esa posición.

No me había dado cuenta, pero nos detuvimos cuando la puerta principal se abrió y unos pasos se acercaban enseñándonos dos figuras femeninas, una de cabello largo y castaño y la otra de cabello negro oscuro corto.

-Perdón…¿interrumpimos?

Eran las doctoras que habían llegado de sorpresa. Mi atención con Sakura no se percato de la llegada de las mujeres.

-Anden, continúen…no se detengan- dijo la mujer de cabello castaño con una sonrisa seductora.

Sakura me suplicaba con su rostro. Ella no quería que ellas nos vieran, tenia mucho miedo.

-Tranquila- le susurre y continué penetrándola.

-No…ya…no quiero…- me suplico ella.

-Todo este bien…no tengas miedo

-No…es que…esto

-¿te avergüenza?

-Si…si

-Descuida, imagínate que no están ellas aquí

-Así es pequeña- nos animaba la del cabello castaño –no estamos aquí

-Además, Sakura esto es excitante…ojos que te observen para ver lo que haces…¿no te excita?

Un silencio le provoco, cerro sus tiernos ojos mientras yo la penetraba aun.

-¿no te excita?- le repetí la pregunta

-Si…- una tierna voz que provenía de su boca me contesto

Sin importar nuestras espectadoras continué penetrando a la bella niña. Hasta que por un rato de éxtasis, eyacule sobre ella dando final al acto.

Después, las doctoras vistieron a Sakura en mi habitación, la dejaron sola y la del cabello largo y con mirada seductora se acerco a mi en el pasillo.

-Se ve que le gusta mucho los niños

-Solo las niñas, en especial ella

Ella sonrió ante mi comentario

-¿Se puede saber sobre su llegada sin avisar? –les pregunte

-El jefe nos aviso que quiere ver a la niña- me contesto con seriedad

-¿para que?

-Digamos…que vio su video y le intereso mucho la pequeña

-En pocas palabras, quiere hacer el trabajo por si solo sin mi ayuda

-Lo estas malinterpretando, - me interrumpió – el ya tiene 54 años y quiere gozar de una buena noche…aunque sea con una niña.

Me lo suponía, su rostro feliz cuando vimos el video, la petición de fotos e incluso suponía que tal vez jamás llegaron esas fotos a Fujitaka. Todo eso no era de su venganza personal sino de su placer nada más. Pero tal vez si era parte de su venganza. Ya que mi recuerdo vago cuando discutió con Kinomoto se presentaba.

-Oye – interrumpió ella con mis pensamientos – el jefe quiere verla esta noche, solo la vestiremos y listo

¿Ósea que la limpieza de piscina fue inútil? ¿Los juguetes sexuales que tenia preparados para ella esta noche iban a ser cancelado?¿Y ahora que ella tenia un fuerte deseo sobre mi ya será para otro sujeto? Mi celos se manipulaban, pero tenía que recordar que ese viejo verde de Kinoshita me protegía para no ser arrestado por lo que hice.

-Convenza a al niña que venga, puede ir usted, pero sin interrumpirlos.

"Otro día será", me dije cuando me tranquilizaba. Asentí a la mujer y se marcho con su acompañante.

Sakura salio de la habitación con un vestido azul y una falda que solo cubría una porción de sus muslos. Era preciosa y una mala idea de que la iba perder me llegaba como un tranvía fuera de control. Me acerqué a ella y le acaricie sus suaves mejillas, retirando un poco su cabello castaño.

-Vamos a ir de paseo…- le dije en susurro y le di un beso en sus labios.

Me obedeció y subimos al coche en que las bellas mujeres conducían. Era muy oscuro y las luces del auto solo reflejaba el camino. Solo tome la mano de Sakura y ella me apretaba con fuerza.

-¿A dónde vamos? –me pregunto. La mujer de cabello largo nos observaba

-Vamos a ver

-Es una cita importante, por favor guarden silencio hasta que lleguemos –nos interrumpió, eso me disgusto un poco.

Llegamos en silencio ante la mansión de Kinoshita, mi ira era muy difícil contenerla. Cuando uno de los hombres abrió la puerta donde estaba Sakura y la separo de mi. La llevaron inmediatamente ante Kinoshita, en cambio a mi, me dejaron solo en la recepción.

-Quédese aquí por favor, el señor Kinoshita lo atenderá de inmediato- dijo la del cabello corto quien se alejo de mí por unos instantes.

Contemple la mansión, pero me inquietaba la idea de que algo no iba bien, así que fui a hacer un recorrido por la casa escabulléndome para que no me vieran. Si tengo éxito encontrare a Sakura, sino me considero muerto si me descubren.

Me escabullí por el corredor, una bella sirvienta de cabello rojizo casi me descubre al abrir la puerta que llevaba a un gran pasillo. Espere que saliera la sirvienta del pasillo y entre sigilosamente. Tenia que encontrar donde tenía a Sakura, supuestamente seria en una habitación ¿pero en cual? Era la que me preguntaba.

Camine por el oscuro pasillo y llegue a unas escaleras que de seguro me llevarían a las habitaciones. Camine con cuidado para no rechinar las escaleras de madera, pero al ver que era madera sólida y no hacia ningún rechinido, subí tan silencioso que ni yo mismo me escuchaba.

El pasillo tenía bastantes habitaciones, entre ellas cuadros de pinturas y esculturas a sus lados. Al ver las puertas cerradas me mordí el labio del coraje, tenia que revisar todas. Pero gracias a los dioses, vi una puerta entre abierta con una tenue luz que me llamo la atención y me acerque a ver.

Me asome y logre escuchar un gemido familiar. Podía reconocer ese gemido donde fuera y cuando vi dentro de la habitación, capte ver dos cuerpos desnudos en una enorme cama uno era grande con arrugas y el otro era pequeño con la piel tan suave y familiar que también lo reconocí.

-¡Por favor…suélteme, me lastima! – definitivamente esa voz era de Sakura

-Deja de quejarte…- ese era Kinoshita con un tono de viejo verde que nunca había oído de el.

Pude captar que le estaba haciendo a mi pequeña Sakura, aunque su espalda de viejo decrepito me tapaba, logre moverme para ver en un distinto ángulo y logre verlo: Sus arrugadas manos estiraban las tetillas de Sakura como si estas fueran unas ligas elásticas.

Los gemidos arrulladores de la niña me fascinaban, pero no eran provocadas por mí, sino de otra persona. E anciano se levanto y me retire de la puerta. Después de ver que ya no había peligro me volví a escabullar con la mirada. El viejo estiro su mano a la entrepierna de Sakura. Ella como reacción las atrapo con sus piernas y soltó un gemido.

El anciano se reía mientras la niña sollozaba por su libertad. No podía creer que ella no se defendiera contra el, logre mirar una extraña colocación de sus brazos. Estaba juntos con los codos hacia arriba, cuando se agitaba la pequeña, levanto un poco las muñecas, estas estaban atadas a la cabecera de barrotes dorados de la cama.

Las piernas de la pequeña temblaban mientras que la mano de ese viejo estupido se movía como un tractor intentando escarbar tierra. Alejó al fin sus asquerosos dedos, no lo podía creer, ese maldito tenía en sus dedos líquido vaginal de Sakura. Y vi claramente como agito sus dedos hacia el rostro de mi niña.

Su carita de ángel ruborizada se mancho de ese liquido, gemía con dificultades de respirar y mostró entrecerrado sus ojos de esmeraldas. Acaricio su cabello castaño, que era mi cabello castaño que solo yo le acariciara con presión para excitarla.

Ese desgraciado estaba disfrutando a mi niña, me dieron ganas de meterme ala habitación y romperle su cara. Me vale si era mi jefe, que me cumplió mi deseo de tener mucho dinero y me permitió tener sexo con una niña sin ser llevado a la cárcel. No podía soportar que siga violando a la única niña que solo yo podía tocar y convertirla mía.

Mi rabia llego al límite cuando su horrenda cintura se colocaba entre las piernas de mi amada. Al diablo las consecuencias, no podía imaginar como un pene de un anciano estupido se coloque con la vagina de una niña que posiblemente tenga mas de 40 años de diferencia.

No lo soporte y me impulse con las manos con la intención de abrir esa puerta que me estorbaba con mi cuerpo.

-No lo hagas

La dulce voz de Sakura me detuvo, pensé que se refería a mi y me descubrió. Pero indicaba que le hablaba al viejo.

Este le toco sus mejillas con el cabello castaño de mi diosa y se acerco a ella para mirarla cara a cara.

-¿Qué?...¿Que no quieres que haga? – le dijo con ese tono de voz insoportable

-No me viole, por favor –su suplica me llego al corazón, pero para el anciano tenia un corazón de piedra.

-No me importa, si para esos sirves- su comentario era muy frió que me congelo la piel.

-¿Por qué me dice eso? ¿Yo que le he hecho?- sollozaba bastante mas de lo normal, sus ojos de seguro se inundaban de lagrimas.

-Eres la hija de ese hombre, por eso- le contesto mientras le secaba las lágrimas y acerco más su arrugado rostro- no perdonare a ese hombre, ¿me escuchas?

¿De que hablan? Me preguntaba mientras me enteraba de la verdad.

-¿Qué le…ha hecho mi padre?- pregunto la dulce niña mientras se espantaba mas al estar con ese degenerado.

-Ese idiota, si no se hubiera rehusado, tu no estarías así- maldecía a Fujitaka Kinomoto mientras se colocaba para penetrar a la niña- tenia una reliquia que para mi colección de llaves antiguas costaría millones, pero el idiota, solo quería quedársela ¿para que?. Para donarla a un estupido museo sin que yo la tuviera

Vi un movimiento que hizo y la niña soltó un gemido. Era obvio que el anciano la penetro de lleno.

-Pues – continuo- el tiene mi tesoro yo tengo el suyo, así estamos a mano, después me encargare de despedir a ese que contrate para violarte. Ahora solo quiero que tu seas parte de mi colección de niñas que comienzo a coleccionar.

Comencé a gruñir. Me habían utilizado y humillado. Y lo pero de todo estaba presenciando un apareamiento entre un costal de huesos con una joven niña que yo mismo había disfrutado tenerla.

Me lance sobre la puerta con la palma de mi mano, pero otro ruido me detuvo, podía escuchar pisadas que subían por las escaleras. Tenia dos opciones, pero todas me traían que me descubrieran. A todos modos en el recibidor faltaba mi presencia, pero no dejaría que la otra persona me descubriera y eso si estuviera armado. No quería morir. Descubrí por suerte que encontré una puerta abierta que estaba a mi lado, entre y me escondí.

Al parecer la dichosa persona entro a la habitación donde violaban a mi diosa. No tome importancia y espere. Con la poca luz de la habitación, note que algo brillaba en un estante. Y ahí me llamo la atención el pequeño brillo, descubrí la dichosa colección de llaves que eran responsables de todo esto.

Pero el estante de arriaba, tenia una pequeña llave que reconocí. Era rosada con un círculo que llevaba una estrella y dos pequeñas alas. Era la llave que colgaba en el cuello mi pequeña Sakura y que yo la había entregado a Kinoshita cuando le mostré el video que prueba que la viole.

Me detuve ante el estante que tenia una puerta de vidrio que protegía a las diferentes llaves que eran de épocas antiguas, pero solo me llamo la atención la de Sakura. La puerta no estaba asegurada, ¿tan importante era su motivo de violar a Sakura, que se le olvido cerrar bien el estante de su colección? Me preguntaba mientras sacaba la llave y la sostenía en la palma de mi mano.

-Descuida Sakura, ya paso todo

Una voz me resalto. Era joven y de tono serio.

-Si, estamos aquí descuida

Otra voz me llamo la atención, era como si fuera de un animal. Me asome de la puerta al pasillo y no vi a nadie. Después sabía que las voces provenían dentro de la habitación de Kinoshita. Me asome nuevamente de esa habitación y no me lo podía creer. Un león con dos pares de alas y un ángel estaban en la habitación.

Tenía los ojos tan abiertos y la necesidad de sacudirlos con mis manos a tal asombro. El ángel abrazaba el cuerpo desnudo de Sakura y la consolaba. La niña mojaba el atuendo blanco del ángel que tenia una cabellera blanca tan larga.

No vi ni a otra persona mas, Kinoshita no estaba. ¿Acaso ese ángel y león le dieron un castigo y lo mandaron al infierno donde pertenece?

Antes de que me diera una teoría de lo que pasaba. Los ojos verdes y empapados de Sakura se clavaron en mí y después los ojos dorados de los seres alados se mantuvieron firmes ante mi cuerpo paralizado.

"¡Hora de recibir mi castigo divino!" me dije a mi mismo en mis adentros apretando fuertemente la pequeña llave.

Los dos seres mágicos me miraban como si yo fuera el verdadero culpable, y no lo niego. Viole a hasta hartarme de ese hermoso cuerpo infantil, ese cabello castaño brillante como el bronce y esos ojos esmeraldas que me llenaban de una lujuria interminable.

Ella me miraba con miedo en sus tiernos ojos que temblaban. Estaba aferrada con sus manitas en el atuendo blanco del ángel. Sabia que ella echaría el chisme viendo que ya esta protegida por los dos guardianes que tapaban su cuerpo desnudo de una Venus. Tania varias opciones:

Una, echarme a correr y que esos dos me descuarticen; o dos, pedir disculpas después de que la viole a la fuerza en varias ocasiones, la golpee, la deje atada, la video grave desnudo y la humille. La tercera opción era pedir misericordia y que no me maten, pero eso seria humillarme y rebajar mi nivel.

Decidí tomar la segunda opción, teniendo en mis manos la llave que tanto le prometí devolverle si se dejara tener sexo conmigo. Solo alce mis manos y los ojos de Sakura se fijaron en mí. Mis dedos dejaron colgados la pequeña llave y exclame:

-Perdóname

Su tiernos cuerpo quedo inerte. Se safó lentamente del ángel para intentar ponerse en pie. El león la ayudaba para que no se cayera. Ella camino lentamente sonrojada y temblando. Como ignorar esa belleza que caminaba hacia a mi, tenia el cuerpo tan hermoso con la piel tan perfecta. Pero los seres me vigilaban si hiciera un mal movimiento. Aun no sabia que le había pasado a Kinoshita ¿ya sus empleados? ¿Dónde estaba mientras esto ocurría? ¿Por qué no vinieron a buscarme sabiendo que no estaba en donde debería estar?

Mi interrogatorio termino sin respuestas cuando Sakura se paro enfrente de mi. Vi sus piernas temblando, casi separadas y una entrepierna mojada. Se cubrió el pecho con su brazo izquierdo, aun podía ver una porción de sus senos, y extendió su mano derecha para que le devolviera la llave.

Podía sujetar su brazo y llevármela como mi rehén, pero no era estupido sabiendo que ese ángel y león no eran normales. Así que solté la llave y cayó en la delicada mano de Sakura.

-Gracias…- exclamo ella con una débil voz.

El ángel saco un libro rosa muy extraño, ¿seria un libro de conjuro?. Rápidamente el león alado se coloco en el lodo izquierda de Sakura logrando que me alejara un poco. El ángel se acerco con el libro y lo abrió ante la pequeña. Ella saco algo en ese libro que estaba perforado de las paginas, el objeto brillaba en forma rectangular.

Después me enceguezco la luz, tanto que cerré los ojos y con mis brazos. Sakura exclamo algo, pero no alcancé escuchar, solo la palabra "Tiempo". Abrí los ojos y vi a mi alrededor.

La niña y los seres alados, no estaban, solo estaba yo en la habitación con una tenue luz que se proyectaba en la cortina. Me acerque a ella y quise ver por la ventana, una luz mas brillante me toco y otra vez cerré los ojos por unos segundos para darme cuenta que era el sol. Definitivamente era el astro rey en persona, pero yo recordé que se supone que era de noche cuando presencie la violación de Sakura con Kinoshita.

No pensé que la noche cambiaria tan rápido. Olvidadme de ese asunto me tenia que retirar de la mansión. Preferí ser arrestado en la calle que ser acecinado por los matones de Kinoshita. Camine sigilosamente antes de que se dieran cuanta. Pero después me di cuenta de algo

No encontré a nadie. Camine tranquilo por la sala, el amplio comedor y la cocina con aparatos más modernos que había visto. Era como si todos evacuaran la mansión. Entonces pensé que tal vez lo que le paso a Kinoshita, también les pasó a sus empleados. Eso me quedaba a mi solo ante la mansión con todos los lujos que tanto he deseado, me proclame como único heredero de toda esta fortuna.

Pero ahora que Sakura era libre de mis tormentos sexuales, sabía que tarde o temprano iría la policía arrestarme. Raro, pero deseaba quedarme a ver como me arrestaran. Mientras disfrutaba los grandes lujos de la mansión: la piscina, televisor de pantalla gigante, autos deportivos, una computadora recién salida al mercado, miles y kilómetros de despensa en la cocina.

Ahí me quede esperando con comodidad hasta que paso un día entero. Dormí en la cama de mi desaparecido ex jefe; y nadie vino a reclamarme. Después de esperar un segundo día, decidí tomar un paseo en uno de los convertibles del jefe. Seria interesante que me emboscaran cuando regresara…vaya masoquista que soy.

Cuando salí, sentí algo raro a mi alrededor.

Mi paseo me llevo a una escuela primaria de Tomoeda. Sentí nostalgia al ver las niñas que salían de la escuela, estaba estacionado cerca de la entrada justo a esa hora de salida. Mire el uniforme marinero negro con mangas largas y polera negra; la faldita tableada blanca exquisita apara mi gusto que les llegaba a los muslos; me recordaba como manoseaba por primera vez a Sakura, recostada en un sofá con su cabello castaño que se extendía como pudiera en el respaldo.

Todas esas niñas me recordaba a Sakura y la extrañaba; su color de su piel, cabello castaño como el cobre, sus ojos verdes esmeralda, el calor corporal que extendía y su olor tan agradable e hipnótico.

Decidí dejar ese lado lolicon al ver a las alumnas de la primaria, que decidí conducir mi auto nuevo para continuar mi paseo. Pero me llamaron la atención las alumnas de secundaria cuando mi auto se paro justo en la entrada de dicha escuela. El uniforme era el mismo que las de primaria, salvo que no traían el cuello marinero, usaban el cuello cerrado con una corbata blanca y su falda era menos tableada y tenían una franja roja antes del borde.

Tenia que aceptar, todas esas chicas eran muy lindas. Aun así me sentía nostalgia sobre la niña que viole todo este tiempo. Tanto que se acerco una niña de secundaria en patines cerca de mi auto. Me sobresalte al verla cuando se paro enfrente del auto. A simple vista era una niña de primer año, pero mas me sorprendía era que tenia el cabello castaño corto y unos ojos verdes tan hermosos que me perdí inmediatamente.

Era igual, era totalmente idéntica a ella. La chica me miro asustada, ambos nos clavamos las miradas. Ella estaba sonrojada y muy confundida al verme. Era igual, pero era imposible que se tratara de ella, si se suponía que en varios días antes ella estaba en la edad de la primaria. Pero esta niña me miraba con mucho miedo, como si yo le hubiera hecho algo malo. Me estire a la puerta del copiloto y la abría, algo me motivo y dije:

-Sube- le ordene, ella se sobresalto y subió sin ninguna objeción.

Conduje el auto hasta alejarnos de la secundaria, por ningún motivo la mire ni entablamos una conversación. No sabía por que la subí al auto y por que me recordaba mucho a Sakura. Cuando un semáforo coloco la luz roja, me di cuenta que podía observarla.

Era muy linda, al verla de cerca me di cuenta que era mas madura que mi Sakura, pero sin perder la inocencia de una niña. Tenía la mirada hacia abajo, esta un poco sonrojada y sus ojos casi semi cerrados. Su cabello castaño que brillaba como el cobre puro me motivaba a acariciarlo. Luego mire sus piernas, sus muslos estaban a la vista y al alcance de mi mano. Era tentador tocarlas y no me resistí a tocarlas con la palma de mi mano.

-Hoe- fue su expresión cuando mi mano toco su pierna. Estaba sonrojada y me miro a los ojos suplicando.

No me detuve, acaricie lentamente su muslo lentamente para sentir lo suave que era su pierna. Ella se sonrojaba y temblaba como si tuviera frió, junto sus manos en su pecho y permitió que continuara. Se ponía mas nerviosa cando mi mano se acercaba a su entrepierna. Y yo mas excitado, ya que podía sentir el calor corporal de su entrepierna cuando deslizaba mi mano dentro de la falda.

De pronto me tuve que detener a ver algo en el retrovisor. Una moto patrulla se acercaba al auto. No sabia si me había visto, ahora las ganas de que me arrestaran ya no me gustaban.

Retire mi mano de la pierna de la niña, la moto patrulla se acercaba a lado del copiloto del auto donde estaba Sakura (no sabia si era ella, pero por parecerse tanto la llamo asi). El oficial, que era un hombre fornido, me miraba fijamente, después miro a Sakura y luego a mí. La niña tenía la mirada en el piso avergonzada. Y yo estaba preocupado si el alcanzo a ver algo que hice al tocar las piernas de Sakura, y que yo era un mayor de edad y ella una niña de secundaria.

-Puede avanzar, esta deteniendo a los otros autos- me dijo el oficial con una voz ronca

Alce mi mirada al semáforo que brillaba con una luz verde intensa. Me avergoncé engañadamente ante el oficial y le dije una mentira.

-Perdóneme, es que regañaba a mi hermana por una tontería, no volverá a pasar

Creyó mi mentira y nos dejo ir. Era sorprendente que Sakura se haya mantenido callada durante mi mentira. Después de alejarme un poco de la patrulla, estacione el auto en una banqueta que rara vez pasaba gente ahí, a todos modos iniciamos una conversación en que empecé a hablar bajito.

-¿Tu sabes quien soy yo?- le pregunte a ella

La niña volteo a verme con nervios en sus ojos verdes que parecían una laguna verde. No dio una palabra y volvió a mirar el piso, apretó muy fuerte sus manos sujetando su falda y se sonrojo sus mejillas.

-Contesta..- le ordene impaciente, esperaba un si o un no.

-Si- Susurro

-¿En verdad? – Me sorprendí - ¿Cuándo fue la última vez que nos vimos? – la interrogue

-Hace…dos año…- suspiro sin verme a los ojos, las tenias cerradas.

Le toque su fina barbilla y volteo a verme.

-¿Tu eres, Sakura Kinomoto?- la pregunta

-si…- se tardo en responderme, pero era la respuesta que esperaba.

Me acerque a ella y trate de darle un beso en los labios. Ella me empujo, su rostro estaba rojo y su cuerpo se inclinaba sobre la puerta del copiloto.

-No, es que ya tengo un novio y

¿Un novio?, mi pequeña Sakura había madurado todo este tiempo. Ahora tenia que preguntarle sobre este salto en el tiempo y sobre los seres mágicos, el ángel y el león con alas. ¿Pero que estoy pensando?, me pregunte a mi cerebro que volaba a mi imaginación. Todo pudo a ver sido un sueño, en estado de coma, claro estaba en coma en la habitación de mi jefe.

Posiblemente, me drogaron con una sobredosis y quede tiesos encerrado en una de las habitaciones, seguramente estaba soñando que el viejo verde de Kinoshita violo a Sakura para el solo. Y si fuera así, el viejo cometió un error y abandono su mansión dejándome ahí y abandonar a Sakura cerca de su familia. ¿Pero la comida se conservo por dos años? Tal vez, eso no tome en cuenta, y tal vez ya estaba envenado. Así que tengo que disfrutar la vida.

Me acerque a Sakura, ella temblaba de miedo cuando volví a tocar su barbilla con mis dedos. Su piel era tal como la recordé al tacto, suave y frágil. Acerque mi rostro, y sin importar si alguien nos viera, me proponía a darle un beso.

-Me importa un comino tu novio- le dije sonriente para darle un beso

Ella se rehusó, pero poco tiempo después, ella se dejo llevar por mi beso. Dejando que mi lengua entrara a juguetear con la suya. No medimos el tiempo del beso y me aleje para respirar, su aliento era dulce, pero me cortaba la respiración.

-En verdad, que si sabes besar- le dije mientras me reponía, al parecer ella no se sintió bien por mi comentario- ¿en que grado cursas ahora? – le pregunte mientras miraba su uniformé muy parecido a la primaria con algunas diferencias.

-Primer año de secundaria

Me burlé, encendí el coche de nuevo y avanzamos sin rumbo fijo.

-¿Adonde quieres ir?- le pregunte a ella.

Sakura se sonrojo y no sabia que contestar. En eso reacciono y me miro asustada. De seguro sabia que íbamos a hacer, y yo quería hacerlo, aunque tendría que violarla en ese mismo auto y en ese preciso momento.

-Sino me dices, yo decido donde ¿esta bien?- pregunte como si ella estuviera de acuerdo a mi idea.

-No, ya le dije que tengo un novio

-Y ese novio le contaste que ya no eres virgen- era algo que no debería decir, pero lo dije y contemple su rostro que comenzó a sollozar.

Bajo su rostro apenado y cerró sus ojos para decir:

-No,…aun no se lo he dicho- confeso ella avergonzada

-¿El estudia en la misma secundaria que tu?

-No…el esta en Hong kong por unos asuntos- dijo con una voz baja

-Eso es todo, vamos a mi casa –con lo que dijo ella había aceptado un si como respuesta. Vi que el auto tenia un teléfono, lo tome y se lo pase a ella- toma, avisa a tu casa que vas pasar la noche en la casa de una amiga

Ella dudo por unos instantes y tomo el teléfono. Todo iba fácil para mi, Sakura me obedecía cuando era una niña asustada cuando la viole por primera vez. Llamo a su casa y comento que iba pasar la noche en la casa de una amiga llamada Tomoyo, fingió una sonrisa con la que pudo mantener su mentira y después colgó el teléfono cuando se despidió. Volvió a tener la triste expresión así mí.

-¿Tomaste una terapia durante estos dos año?- le pregunte sinceramente con una sonrisa maliciosa. Tenia que saber si había tenido una terapia después de su violación cuando era solo una niña de quinto año.

Ella me miro sorprendida y negó en silencio sacudiendo su rostro con lentitud. Yo sonreía mientras aceleraba el auto hacia lo más profundo de la ciudad, sabia donde llevar a Sakura, no podía llevarla a la mansión si sufriera una escena de pánico al recordarla. En una zona de Tomoeda, había visitado lugares en donde la gente podía tener relaciones sexuales sin la molestia de la ley.

Era un motel y no me avergonzaba de llevar a una niña de secundaria enfrente del encargado, ya que antes de nosotros, varios hombres, casi mayores que yo, llevaron a una niña más pequeña que Sakura. Nadie le importo la edad en dichoso motel para pasar la noche de lujuria. Lo primero que hice con sakura al estar dentro de la habitación era besarla.

La abrazaba mientras mis labios tenían contacto con los suyos. Mis manos acariciaban sus hombros cubiertos por el uniforme negro, deslice mis manos hasta su cintura y toque sus glúteos, ella reacciono dando un suave gemido

-Hoe – ese era su gemido tan dulce que quería escuchar – no, no haga eso…- se sonrojaba apenada tratando de mirar tras sus hombros como tocaba sus glúteos.

La desobedecí, la acaricie y mis manos deslizaban alrededor de sus suaves glúteos debajo de su falda hasta llegar ala entrepierna. Con mi dedo índice toqué su monte de Venus, la tela de braga.

-Hoe…- su gemido fue agudo, me agradaba- no…no siga- suplico con la voz baja

Mi siguiente movimiento era llevarla ala cama, ahí quería desvestirla yo mismo, pero le ordene en susurros en su oído. Asustada, obedeció, quitándose el suéter negro y mostrando una camisa blanca con la corbata, al quitarse eso ultimo, yo quería quitarle los botones de la camisa para ver de frente sus senos. Eso hice, sin que ella se diera resistencia.

Mire sus senos y ella miro mi rostro. Con la palma de mi mano vi un pequeño sostén, su primer sostén de sus senos que estaban en crecimiento. Pero aun los veía como si fueran los mismos senos que una niña. Abrí la camisa para después deslizarla sobre sus hombros dejándolos desnudos, para luego pasar mis manos detrás de ella y quitar su sostén. Mis ojos se clavaron en los suyos, esas dos lagunas de esmeralda derretida era hermosas.

-¿no tienes miedo?- le pregunte y ella asintió su lindo rostro mientras le quitaba el sostén- ya se te pasara – la anime.

Quite sus sostén con éxito, al parecer al estar al contacto conmigo crecieron con excitación. Sus tetillas estaba erectas y mis dedos las pellizcaban. Como era obvio ella gimoteo con sus mejillas sonrojadas. Mientras pellizcaba las dos tetillas, la recosté en la cama y bese su cuello. Suplicaba como siempre con un leve "no por favor". Yo no la hacia caso y la torture.

Mi pierna paso por su entrepierna y sintió un humedecimiento. Sonreí, Sakura sola se había mojado. Mis manos dejaron en paz sus senos para ir a la etapa final de esta relación, su vagina. Le quite su braga y pude ver como se abría lentamente como un capullo su orificio de su vagina, liberando un liquido que desee tocar con mis dedos entrando al pequeño orificio.

Ella gimoteo, pero mis dedos bañados de líquido vaginal la hicieron callar. Ya que la obligue que chupara su propio liquido proveniente de su vagina. Chupaba mi dedo limpiándolo del liquido, me recordaba cuando me hacia un oral cuando la asuste con una pistola de juguete. Eso me recordó algo, con mi otra mano, desabroche mi pantalón y salio con mucho entusiasmó mi pene.

Ya era hora del momento cumbre, separe las piernas de Sakura y ella se sostenía sobre la cama. Ella estaba temblando y podía sentir lo tensa que estaba. No me importaba, ya que recordaba buenos momentos cuando la viole. Metí mi pene en su tibia vagina y ella soltó un gemido como un grito.

Grito con todas sus fuerzas como si alguien la estaba matando, mi pene ya estaba dentro y esperaba el momento de la agitación. Eso paso, deslice mi pene de adentro hacia fuera y de afuera hacia dentro. Ella lloriqueaba entre dientes, no podía creer lo tensa que estaba, trate de calmarla acariciando su corto cabello castaño con mis manos libres, mi rostro pasó sobre el suyo, mis labios besaron su cabello, su mejilla hasta llegar a sus labios.

La besa mientras la penetraba, mis mejillas sintieron las lágrimas de Sakura y como ella me abrazaba el cuello, las piernas de Sakura rodeaban mi cintura dejando que lograra unas buenas metidas en su vagina.

Podía sentir tres orgasmos de Sakura, pero yo seguía penetrándola. Era como si mi pene no quería liberar el semen, hasta después del tercer orgasmo de la niña. La llene de adentro y ella volvió a gritar. De seguro era muy caliente para ella.

Cuando terminamos ambos estábamos recostados en la misma cama. No reconcilie el sueño, era imposible dormir teniendo a Sakura a mi lado. Cerré mis ojos como si estuviera dormido para oler profundamente su aroma dulce. Sentí un movimiento en la cama, abrí por curiosidad mis ojos. Enfrente de mi, estaba el trasero de Sakura.

Ella estaba sentada en la orilla de la cama. Se levando dándome la espalda, se acerco a su mochila que estaba colocada encima de una vieja silla de madera. En el bolso de costado de la mochila, saco una extraña tarjeta de bordes rosados y una pequeña llave muy familiar.

La llave resulto ser la misma llave rosada con una estrella en un círculo. Me moví lentamente de la cama para recostarme y apoyarme en mi hombro derecho. Mantuve una sonrisa y suspire.

-¿Qué haces Sakura?- ella me miro de inmediato con sus hermosos ojos verdes hacia mi – mañana jugaras a las cartas, ven yo te ayudo a dormir- di palmadas sobre el colchón

Ella tembló, era el temblor de miedo que tanto me gustaba ver de ella, con la poca luz que había en la habitación podía ver claramente su cuerpo desnudo enfrente de mi. Se acerco a mí con mucho pavor, sostenía la carta y la llave con mucho miedo como si fuera un arma para matarme. Eso no me intimido, le mostré la sonrisa maléfica que siempre le hacia.

Tembló y cerro los ojos y las alzo apuntando hacia a mi. Aun no me intimidaba, me carcajeaba como me amenazaba con esas cosas tan indefensas, la carta tenia algo escrito en la parte inferior donde la tenia sostenida, decía: "sueño"

-Perdóname…- suspiro ella en lágrimas

La carta brillo, era mismo brillo que yo vi antes de perderme en el tiempo hacia 2 años en el futuro, parte de mi sueño en coma. Pero al ver ese brillo otra vez dudaba si yo estaba en coma aquella vez. Cerré los ojos ante esa luz.

Al abrirlos, yo estaba en el auto convertible que era de Kinoshinta. Me toque el cuerpo y traía la ropa que tenia antes de entrar al motel. Mire a mis alrededores y estaba enfrente de la primaria Tomoeda. Me quede contemplando y preguntando que hacia ahí, cuando escuche la puerta del copiloto abrirse. Mire a la persona y resulto ser una niña con un marinero negro y cuello blanco, la faldita era tableada y traía unos pequeños calcetines con zapatos negros. Ella miraba la puerta para cerrarla, su cabellera era castaña como el bronce recién pulido.

-Lamento hacerte esperar- volteo mostrándome una sonrisa, una que sentí el calor en mis mejillas.

Pero me sorprendió mas era su rostro angelical, era mi Sakura, ese cabello cortó con pelitos sueltos como alambres de cobre, ojos verdes brillantes como esmeraldas y esa piel tan suave, me estaba sonriendo con la calida sonrisa que vi por primera vez en la fotografía que me mostró antes de que yo la violara.

-¿y…dónde vamos a hora?- me pregunto con una tierna sonrisa- ¿o quieres que yo decida?

Me quede mudo, era tan linda, acaso ¿otra vez viaje en el tiempo, pero retrocedí 2 años?

-¿Sabes? hoy me dieron natación, ¿quieres que me ponga el traje de baño hoy para hacerlo?- me pregunto mientras yo me formulaba mis propias preguntas.

¿Posiblemente estaba drogado otra vez?, siguiendo en mi interrogatorio ¿ya estoy muerto y estoy en el paraíso? Ó ¿fue a caso, el brillo con la carta que decía "sueño?...¿"sueño"?. si, posiblemente este sea un sueño. ¿O no lo es?

-Oye, te hice una pregunta- estaba impaciente mi bella niña- ¿quieres que me ponga el traje de baño para hacerlo? Hoy seré tu tierna gatita ¿o quieres que sea tu perrita?

Sueño ó no, tiene un lado bueno.

-No, - negué con una sonrisa- quiero que seas mi gatita en bañador

-Hoe, así será- me sonrió con las mejillas rojas.

Mi sueño echo realidad, tuve relaciones con Sakura Kinomoto en un bañador azul oscuro con el símbolo de Tomoeda. Y ese sueño continúo con otros sucesos sexuales con ella ¿y saben algo? Me vale si es un sueño, nunca sentí un sueño tan real.

FIN