CC Sakura: 2 pecados en un dia (4)

La avaricia y la lujuria me obligaron aceptar este trabajo. (continuacion)

2 pecados en un día, capitulo 4

La mañana siguiente me sentí muy bien y reanimado. Después de levantarme hace un recorrido por la cabaña, ya que de dos días de violar a la pequeña Kinomoto no tuve tiempo de explorarla bien. Sakura se quedo dormida cubierta por las sabanas, solo su cabello castaño se lograba salir de la sabana. Entre a la sala y el vestíbulo, lugar donde viole por primera vez a Sakura. Ya conocí la cocina, así que decidí ir al patio para ver mejor una gran piscina.

Mi fantasía sexual se activo, era el lugar perfecto para tener relaciones sexuales con la niña, era amplia con una resbaladilla y un pequeño trampolín. Estaba conectada a un pequeño yacusi. Pero mi decepción era que estaba realmente sucia con tierra y hojas sobre el agua y me tomaría todo un día para limpiarla, así que mi fantasía de ver a Sakura en traje de baño tenia que esperar.

Seguí explorando la cabaña, encontré un cuarto con una computadora, una que siempre había soñado, era negra y pantalla plana. La encendí y me maravillo lo rápido en que se encendía. Abrí la sesión y le coloque una clave para mi acceso personal. No podía creer lo rápido que era, y tenia muchos programas tan resientes que en mi vieja maquina ya eran obsoletos. Tenía deseos de entrar a Internet, pero tenía más cosas que explorar antes de que despierte Sakura.

Encontré varias habitaciones y una muy pequeña para la servidumbre. Dicha habitación era muy pequeña, los muros estaban completamente en blancos y el piso estaba a yeso pulido. Mire la cama y combinaba con el cuarto blanco, sabanas totalmente en blancas y al igual que la cubrecama y las almohadas. Para alguien seria un cuarto para un loco de manicomió, pero para mi era el lugar indicado para tomarle fotos a Sakura, solo tenía que hacer algunos arreglos.

Llegue a la cocina y prepare algo para los dos, no era buen cocinero, solo prepare arroz y listo. Ya tenido los dos platos listos, solo faltaba la compañía. Camine hasta la habitación, no me importaba si ella se rehusaba a comer conmigo, estaba listo para forzarla. Entonces escuche un gemido proveniente de la habitación, reconocí el gemido y me acerque a la puerta solo para dar un vistazo.

Vi a Sakura temblando, se soltó de las sabanas que la tenia cubierta. Estaba en posición fetal recostada sobre el colchón, solo la mire de espaldas, pero mire como temblaba y sudaba, pensé que estaba enferma, pero cuando dio una vuelta para recostarse boca arriba con las piernas abiertas y apoyadas me di cuenta de que le estaba pasando.

Su mano derecha estaba en su entrepierna, mire más de cerca sin que se diera cuenta y mira como se frotaba con sus dedos su vagina. Ella temblaba y soltaba gemidos de excitación, era maravilloso verla en esa postura. Se masturbaba enfrente de mis ojos, quería ver más de ese espectáculo, pero ella se puso rígida señalando el final de su orgasmo. Después se tranquilizo respirando con dificultad.

Me posé detrás de la puerta y di unos cuantos golpes. Ella reacciono y pude escuchar como ella se cubría con las sabanas.

-¿Si?...- preguntaba ella con nervios.

-El desayuno esta listo…quiero que salgas de la cama- le ordene sin entrar ala habitación.

-Si…ya voy…- dijo sin ninguna objeción.

Ya estábamos en la mesa. Sakura miro su plato, y se dio cuenta que era lo mismo que ceno ayer. La mire de reojo, estaba solo cubierta con una sabana, no le di tiempo de arreglarse. Su cabello castaño estaba una maraña y sus ojos verdes estaban cansados.

-Oye…- le avise con autoridad- ¿sabes cocinar verdad?

-¿Hoe?- era un sonido que ella hizo –si…si se cocinar

-Entonces te pediré que hagas la comida para nosotros dos, ¿esta claro?

-Si…- susurró

Limpie mi plato y lo coloque con el resto de la vajilla sucia. Y pensé, por que no dejar que ella también limpie los platos, nuevamente me puse autoritario.

-También quiero que limpies la vajilla sucia

-¿Hoe?…si…- nuevamente se sorprendió, me gusto su sonido que hacia.

Me gustaba ser autoritario, así que no espere para la siguiente orden.

-¿Qué ropa te dieron esas mujeres?...responde

-Hoe…pues…- estaba nerviosa y casi no le salían las palabras- pues…el vestid que me puse anoche, un camisón…una ropa deportiva…un traje de baño…un traje de sirv

-¡Hey espera!...- la interrumpí – regresa…dime ¿te dieron un traje de baño?

-Si…-contesto avergonzada

-¿Qué tipo es? ¿Bikini o de una solo pieza?

-Una sola

-¿Es…escolar?- pregunte con una sonrisa lujuriosa

Ella solo asintió con su mirada sonrojada hasta las orejas. Yo di un aplauso de alegría y me imagine como seria, pero para que esperar, si con una orden la vería.

-Entonces…te espero en la habitación que esta en el fondo después de que termines de lavar lo platos.

Necesitaba tiempo para preparar todo. Ella asintió con la cabeza y se retiro a la habitación. Se cambio de ropa, pero solo se puso el traje de sirvienta que las mujeres le dieron. Y se puso a lavar los platos, yo la vigilaba atentamente, la habitación de la sirvienta que usaría para tomarle fotos obscenas, me permitía escuchar el sonido del agua y los platos que ella acomodaba. Me di cuenta que ella estaba en la cocina con el teléfono, pero supuse que todos los teléfonos de la cabaña eran directos a la oficina de mi jefe.

Mire en el fondo de la habitación y oculto, había otro teléfono, lo descolgué y rápidamente empezó a marcar. Sin la molesta secretaria que me diga, "espere por favor", el teléfono llego directamente y contestó por mi jefe Haru Kinoshita.

-Diga…- contesto con un tono de autoridad

-Hola señor Kinoshita…soy

-Se quien es…¿Qué es lo que quiere?- me interrumpió, debe ser que tenia un teléfono propio para mi llamadas

-Bueno…quería saber para cuando quiere las fotografías

-¿Pensé que ya las tenias preparadas?

Su preguntas me dejaron boquiabierto. No creía en la impaciencia de mi jefe.

-Bueno…ahora mismo iba tomarle algunas…¿cómo se las mando?

-Espera…¿tienes con que anotar?- me fui a buscar una hoja y un lápiz que estaban en otra habitación. Cuando regrese prosiguió a darme un correo electrónico, obvio que era el de el; pero después me dio otro y me dijo de quien era: - Es Fujitaka Kinomoto

-¿Quiere que lo envié a el?

-Si…pero has que parezca que tu no lo enviaste

Tenía razón, tenia que inventar mi propio e-mail para enviarle sin que sospechen nada de su secuestrador. Ya tenía una idea, usaría los datos de Sakura para que sepan que fue ella fue la que los envió.

-Bien se las enviare inmediatamente

Colgué el teléfono y el sonido del agua cayendo en la cocina seso. Me salí de la habitación y me asome a ver donde estaba Sakura. Ella tan hermosa vestida de sirvienta caminaba tan elegante por el pasillo, se acercaba a la puerta principal de la cabaña. Tosí para llamar su atención y lo logre.

-Hoe…- dijo ese sonido encantador nuevamente.

-¿A dónde vas?...- dije con seriedad

-Iba…al cuarto a cambiarme…- sabia que mentía, planeaba escaparse sabiendo que esa puerta era la única salida.

-¿Entonces que esperas?... ¡ve a cambiarte!- dije con autoridad y ella escucho.

Dio una reverencia y camino hacia la habitación para cambiarse. Me quede esperando a que se cambiara, la habitación ya estaba lista para la sesión de fotos. Recogí la cámara digital que estaba en una mesa de la sala y la examine de cómo funcionaba. La espera fue larga, no se escuchaba ningún esfuerzo para escaparse en esa habitación, las ventanas estaban cerradas evitando una ventilación artificial.

Salio de la habitación y la mire. Era preciosísima, el bañador era de una sola pieza como lo había dicho, típico para una escuela, carecía de marcas en su pecho y era muy oscuro; creo que era mas negro que azul como los que había visto mas seguido. Tenía una falda muy ajustada que solo cubría una pequeña parte de su cintura, podía ver su entrepierna ajustada, a igual que sus senos.

Me sonrojé a tal belleza, recogía su cabello castaño y bajaba la mirada de sus ojos verdes al piso. Estaba avergonzada, no quería que la viera. Me acerque a ella y sin decirle nada caminamos a la habitación de las fotos. Use las sabanas blancas para un fondo blanco para tomarles fotos, no quería que la recamara fuera conocida por nadie.

-Colócate ahí…- le señale y la niña obedeció. Estaba nerviosa y muy natural. Le tome la primera foto y salio igualita que una diosa. Su piel brillaba demasiado, era algo sobre natural- quiero que te agáchate y mires a la cámara ahora

Le daba indicaciones, le pedía las poses que haría una modelo de revista. No le pedí que sonriera me fascinaba el rostro de miedo a la cámara.

-Ahora, siéntate…y abre las piernas..

Le ordene y ella temblaba, enfoque la cámara para tomarle la entrepierna ajustada por el bañador. Seguían otras poses, como caminar en cuatro patas y levantar su cadera para tomarle una foto a sus glúteos. Otra pose era que se recostara boca arriba y que se acariciara su cara y su cuerpo. Luego una que se posara sobre la pared y que moviera su cadera en círculos.

-Muy bien…ahora date la vuelta y con tu dedo índice derecho acaricia tu entrepierna

La niña volteo a verme en su hombro y se puso colorada. Note toda tensión de nerviosismo cuando me mostró esa mirada

-¿Qué estas esperando?...

Asuste ala niña y ella volteo, se poso en su espalda sobre el muro y su dedo índice acaricio su entrepierna. Todas las fotos iban bien, hasta que la niña comenzó a hablar

-¿Puedo…puedo ir al baño?- estaba muy nerviosa.

-Si quieres orinar…hazlo aquí…- dije imaginado una buena foto

-Es que…no quiero orinar sino…se puso colorada y hablo en voz baja. Tapo su boca con sus dos manos.

-Esta bien..- suponiendo a que iba llegar- pero no te tardes

La niña camino saliendo de la habitación, yo volteé para ver sus glúteos que se movían al caminar. Ajuste la cámara y la deje en el piso. Camine para salir de la habitación en silencio, quería comprobar si no era una mentira sus ganas de ir al baño. Todo paso muy rápido, Sakura abrió la puerta principal antes de que yo llegara y salio disparada como un rayo.

-¡Oye!- le grite con autoridad y salí corriendo persiguiéndola.

Corrí lo mas rápido que pude. Sakura corría como una atleta, una cualidad que no me di cuenta a pesar de ser muy joven. Era tan rápida que solo vi un pequeño hilo a los lejos. Casi podía igualar su velocidad en el camino rasposo por las piedras que conectaba a la cabaña con la carretera. Solo a nuestro alrededor había árboles.

-¡Detente mocosa!- mi ira por haberla dejado escapar me consumía.

Me daba provenido para alcanzarla hasta que mi suerte cambio. Ella se tropezó por el piso rocoso, y por falta de equilibrio se resbalo sobre el piso. Logre tomar mas velocidad antes de que se levantara. Y justo cuando estaba poniéndose de pie, la agarre de sus cintura y la forcé que se quedara en el piso.

-Noooooo- exclamo ella

-¿Adonde crees que ibas?- casi me quedaba ronco al regañarla

-¡Déjeme ir!- las misma palabras que dijo en el día en que nos conocimos- ¡Que alguien me ayude!

Mire a mi alrededor, solo estábamos nosotros dos, ya casi ella alcanzaba la carretera corriendo.

-¿A quien le gritas mocosa?- la volteé para recostarla boca arriba con mucha rabia en mi tono de voz

-¡Nooooo….ya no quiero…ya no quieroo!- sollozaba estéticamente

-¡Ya cállate!- mi ira estallo y le di una buena bofetada en su mejilla- ¡ya me tienes arto…ahora te enseñare quien manda!

Nunca me puse tan enojado con ella ese momento. Al parecer la cachetada la hizo mansa, callada y quieta. Mire su cuerpo y estaba sucio de enfrente de su bañador por causa de la caída. Sus rodillas estaban raspadas, pero nada de sangre. Su cabello ahora estaba revuelto y solo me miraba ya con los ojos opacos llenos de terror. Toque su entrepierna con agresividad y con mucha fuerza desgarre esa zona del bañador.

-No quieres tener sexo ¿eh?- decía muy molesto mientras desgarraba la zona inferior de su bañador- entonteces…¿Por qué te masturbaste esta mañana?

Su reacción era ya típica de ella. Lloro cuando revele su secreto esta mañana.

-Confiésalo…quieres que te lo meta.- junte dos dedos de mi mano derecha y los metí en su vagina

Ella reacciono con un fuerte gemido mientras mis dedos hurgaban dentro de su zona genital.

-Verdad…que si quieres- no era una pregunta, era la verdad que yo creía de ella. Sus ojos verdes me acusaban de su violador pero los ignore.

No puso objeción, toda esperanza se le había perdido a la violencia que le acababa de dar. Me baje los pantalones con mucha prisa y mostré mi pene erecto. Lo coloque en su vagina e hice que las piernas de ella rodearan. La penetre y su reacción era de una autómata, no mostró reacción de dolor, solo sus ojos sollozos mostraban el dolor que sentía al igual que sus pequeñas cejas.

-Toma esto…- decía mientras la embestía- ¿verdad que lo querías?

Ella no me respondía. La violaba con mucha violencia, no controlaba mi fuerza y soltó unos cuantos gemidos. Comencé a reírme burlándome del infortunio de la niña. Era lo único que me tranquilizaba. Después de estar empujando con violencia saque mi pene de su vagina y eyacule bañándola de semen en su cuerpo.

-¿Te gusto…eh?...¡di algo!

Ella no me contesto. Tenía dificultades para respirar.

-No te hagas la difícil ahora- la cargue de uno de sus brazos y la cargue como si fuera una muñeca de trapo- tenemos mucho que hacer

La razón de por que hice una violación rápida era para seguir tomando fotos. Mi foto perfecta para mi jefe y Kinomoto era de Sakura con semen en su vagina. No había si estaba loco, pero lo iba hacer.

Llegamos ala cabaña y la arroje contra el piso de la habitación donde tomábamos fotos de ella. No traía mis pantalones y no me importaba en ese instante. La niña no cambio su expresión sin vida, se recostaba de costado y tenia una estela de semen en su lindo rostro.

-Vamos a empezar de nuevo…- sujete con fuerza a Sakura de los tirantes de su bañador y los baje con fuerza.

Los tirantes ahora se localizaban en los codos de la niña aferrando sus brazos a su cuerpo. Su bañador estaba abajo hasta su cintura, así que podía mirar su pecho desnudo.

-Mira…ya están erectas- decía mientras tocaba sus tetillas.

Estaban duras y secas, así que las humedecía con la punta de mi lengua una por una, hasta que mi pene volviera a estar duro.

-¡Que rico!...hasta siento que va salir leche…- decía mientras babeaba su tetilla derecha.

Las deje, coloradas y sus senos se quedaron duros. Lamí su cuello hasta llegar a su boca. Sus ojos estaban cerrados, era como si sus lágrimas pegaban sus parpados. Sus mejillas estaba rojas y su cabello castaño olía muy bien, hasta lo besaba. Mi lengua humedeció su labio superior de su boca y después el inferior. Con fuerza mi lengua entro en su boca y le robe un gran beso.

Mi pene estaba duro ya estaba listo para violarla otra vez. Con mis dedos, apreté y estire el clítoris de Sakura para levantar su cadera. Coloque mi pene en la entrada rojiza de la vagina que estaba toda húmeda sus labios vaginales habían aumentado de tamaño como una flor que marcaba su centro. Nuevamente embestí a la dulce y ardiente niña.

Esta vez si escuche una queja más fuerte de parte de la niña. Apreté sus piernas y las separe con fuerzas.

-Se siente bien…- exclame en voz alta- ¿no es así?

La niña estaba callada su reacciones solo eran providentes a mis embestidas. Me recosté sobre ella y la excite mas; besaba sus labios y lamía su cuello hasta llegar a sus senos que aumentaron de tamaño por la excitación. Sus gemidos eran angelicales, sabía que le dolía ya que usaba mucha fuerza con la intención de lastimarla.

Mi pene entraba y salía muy rápido de la vagina. No sabia que posee sexual estaba experimentando. Solo me revolcaba de pasión sobre su cuerpo que expulsaba una ardiente onda de calor corporal. Sentí como su vagina, apretaba mi pene, mi rostro se poso sobre su pecho y escuchaba su ritmo cardiaco. Podía sentir como reaccionaba sus contracciones musculares. Ya estaba lista para ser llenada.

Mi pene soltó semen, sabia como llenaba su útero. Ella mostró sus blancos dientes y los apretaba con fuerza mientras sus ojos se cerraban con la misma intensidad. Saque satisfecho mi miembro y exhale con fuerza. Podía ver como la vagina estaba llena de semen.

Suspira con una sonrisa. Tome la cámara con mis dedos. Primero tome un acercamiento a su vagina expulsando semen y líquido vaginal; segundo una foto de cierto ángulo en que se viera la vagina y su rostro; y por ultimo una foto de todo su cuerpecito violado desde su rostro cansado hasta las rodillas raspadas.

-¡Que buenas fotos!- exclame.

Después de cambiarme de pantalones. La lleve arrastras a habitación de la computadora. Hice una cuenta de correo con el nombre de Sakura. La niña estaba recostada sobre mi silla, intentando acomodarse el bañador. Después de cargar las fotos a la computadora y preparar el correo electrónico; las adjunte en una mensaje para mi jefe que esperaba impaciente esas fotografías. Las mande y repetí el proceso, pero para Fujitaka Kinomoto.

Escribí un mensaje para el:

"Estimado señor…su hija es una candente niña. Su vagina me divertía bastante, que buena hija tiene. Aquí la tengo conmigo y nos estamos divirtiendo con lujuria. Creo que ella esta aprendiendo a ser una buena mujer amante del sexo…y creo que quiere decirle algo:"

Me burlaba de lo que escribí con orgullo. Después mire ala pequeña Sakura y le toque el hombro. Ella templo al reaccionar cuando la toque.

-Ven..y escríbele algo a tu papi…- dije burlonamente.

Ella se acerco al tecleado. Su inocencia al escribir me conmovía. Ella escribió:

"Papá te extraño quiero que me rescates estoy"

La detuve apretando con fuerza sus hombros. La mire con enfado y ella reacciono con mi mirada y volvió a escribir:

"Papá te extraño el hombre que me tiene cautiva me hizo daño he recibido mucho maltrato y tengo miedo no se que hacer sálvame"

Retire a la niña del tecleado y la recosté sobre el piso. No coloque nada sobre el mensaje de Sakura y volví a escribir:

"Le dejo unas fotos que muestra lo maravillosa que es su hija conmigo, quien sabe…tal vez en un día usted será mi suegro y el abuelo de nuestros hijos si no decido abortar"

Más me burle del infortunio del padre. No esperaba la reacción que recibiría al ver las fotos. De seguro el señor Kinoshita estaba esperando aquella reacción. Mande el correo y vi otro teléfono desconectado cerca del escritorio. Lo conecte y quise saber si también era directo al jefe. Se marco solo y el contesto.

-Ya vi las fotos…- me contesto de inmediato, vaya impaciencia, de seguro esperaba en su computadora todo el día- están excelentes

-Solo falta que Kinomoto las vea- le asegure

-Descuida…mis hombres se encargaran de avisarle que le llego un correo

Sonreí y mire nuevamente a Sakura

-Aquí esta la pequeña Kinomoto, ¿desea hablarle?

-por supuesto- su contestación fue seria.

Me levante llevando el teléfono a la niña. Coloque la bocina en su oído y ella me miro preocupada.

-Es para ti…es un seño que quiere hablar contigo

Sakura se acerco al teléfono. Comenzó a soltar lágrimas al escuchar la voz de Kinoshita. Debe referirse ala niña como alguien insignificante o tal ves le decía la razón de por que ordenaron violarla y tenerla prisionera. Si fuera así tendría que sacárselas de algún modo. La niña se alejo con violencia fuera del teléfono. Después lo coloqué en lo oído y Kinoshita había colgado.

Pasaron varias horas, entre al baño para relajarme después de tanta rabia que le implanté a Sakura. El baño era amplio, cubierto de azulejos y un gran muro de espejo. Yo estaba reposado sobre una amplia tina para tres personas con agua caliente. Y no me bañaba solo. Tenia a Sakura acompañándome, pero ella estaba sentada en un banquillo y tallándose el cabello con un champú que olía delicioso.

-¿De que hablaba?- pregunte a la niña que me ignoraba- dije: ¿de que hablaron?

Mi voz subió de volumen, a tal grado para infundir miedo. Ella volteo a verme y hablo.

-No lo se…- su voz era seca, no me quería mostrar ninguna expresión

-Ven acá

Mi tono de voz era duro y logro convencer a la niña que viniera a mí. Se metió ala tina conmigo a escasos centímetros de mí. Me acerque a ella y la abrace.

-¿Por qué no me lo quieres decir?

-No…no puedo

-Anda…se que quieres decírmelo- dije mientras mi mano se deslizaba bajo el agua y presionaba su clítoris.

-Hoe…me lastima…no…- exclamo sonrojada.

-Te dejare en paz…si me dices lo que te dijo mi jefe

-No…no puedo

Le pellizqué y le di vuelta su clítoris.

-¡Anda, dilo!

-No…no….- repetía. Pensé que la forzó para que no me dijera nada.

-Ya estoy arto de tu desobediencia, ¡me lo vas a decir ahora!- mi voz se escuchaba furiosa, tal como lo hice antes de golpearla. Mis uñas maltrataban su clítoris. Ella dio un fuerte gemido de dolor cerrando sus ojos y temblando.

-Esta bien…te lo diré

Sonreí triunfante. Quería saber que era esa conversación.

-Anda…te escucho

-El…me dijo…- tartamudeo mientras me miraba a los ojos- me dijo que odia a mi padre, y me odia a mi…dijo que lo que me pasaba era lo que me merecía- sollozaba, pero ya no tenia mas lagrimas que derramar- dijo que no merezco…no merezco la felicidad

-¿Es todo?...- pregunte esperando mas.

-Si…es todo- me contesto

Yo estaba decepcionado, solo exclamaba contra la niña. Tendría que descubrir la verdad de otra forma. Después de haberla asustado estaba temblando.

-Ven…ven acá…- la acerque a mi regazo

La acaricie de sus hombros desnudos y los frotaba como si fuera una esponja suave. Me acerqué a su rostro y le di un beso en su frente. Después le di un beso en su mejilla lastimada, aun estaba roja, esperaba que no le dejara un moretón. Su reacción de dolor indicaba que aun le dolía su mejilla. Le di otro beso, pero en su labio y después en su cuello. La abrace y ambos nos sumergimos en las aguas de la tina. Solo nuestros rostros estaban en la superficie.

Le acaricie sus tetillas con las palmas de mis manos y mi boca solo reconcentraba en besarla. Mis manos se deslizaban desde su cintura a sus suaves glúteos, el agua suavizaba más su piel y era exquisita. No tenía deseos de penetrarla, solo disfrutar ese hermoso momento en la tina con ella. Deje de hacer lo que estaba haciendo y mira fijamente a los ojos de Sakura. Sus ojos eran verdes y brillantes como las piedras de esmeraldas cuando las pulen.

Acaricie su cabello mojado que tenia un color intenso como una taza de café caliente. Se levanto y vi su cuerpo escultural perfecto, brillaba con mucha intensidad. Dio la vuelta y se agacho apoyando sus manitas sobre la orilla de la tina. Levanto la cadera y vi su vagina totalmente excitada. Hubo una pausa y ella se quedo inmóvil. Volteo a verme con sus ojos tristes y sus labios fruncidos, me di cuenta que quería que la penetrara.

Estaba confundido, ¿quería que la violara o que ella creyera que después de tocarla iba penetrarla? Y para evitar la violencia de colocarla en una posición perfecta, se coloco tal como esta ahora. Mi pene estaba erecto, así que ¿Por qué no aprovechar? Me acerque a sus glúteos y los bese. Los acaricie con mis manos para sentir esa mueve piel perfecta. Con mi lengua me acerque a su ano ya limpio y lo lamí, casi penetrándola. Escuche sus gemidos, mi intención era sorprenderla.

Después saboree la vagina que estaba enfrente de mí, ya estaba húmeda, pero quería saborear sus líquidos vaginales. Sus gemidos se escuchaban más agudos. Después tome con rapidez sus dos manos, coloque mi pene en la entrada de la vagina y sin aviso la penetre jalando sus manos hacia a mi; todo al mismo tiempo y sorprendiéndola.

Ya la tenía bajo mi poder y la embestí con más fuerza. Mis deseos de penetrarla en la tina nacieron cuándo ella tomo esa decisión de penetrarla. Sabia que tenia que enseñarle que había muchas formas de divertirme, y todo empezaría después de este relajante baño.

Continuara