CC Sakura: 2 pecados en un dia (3)

La avaricia y la lujuria me obligaron aceptar este trabajo. (continuacion)

2 pecados en un día, capitulo 3

Por unos segundos, quede como enana especie de trance. Sentía como una descarga relajarte corría en mi cuerpo. Estaba desnudo, si, lo estaba, por que tenia intenciones de violarla a una pequeña niña de quinto de primaria llamada Sakura Kinomoto. Lo único que recuerdo, era que la punta de mi pene se asustaba a la perfección en su vagina y después lo metí de un empujón. Ya después, todo quedo paralizado, tenia la sensación que alguien me decía "¡ya es tuya!"; y si era cierto, se proclamo mía después de que mi pene entro por primera vez en su vagina.

Muchas preguntas vinieron en un instante llenando mi mente ¿Habra valido la pena el trabajo? ¿Por qué violar a la hija de un maestro de historia de una universidad? ¿Qué relación tenia mi jefe que me dio este trabajo con la familia Kinomoto? ¿Si quería vengarse de el, no había otra opción que no sea violar a la hija? ¿Por qué a mí y no a un violador profesional que hay tantos afuera y adentro de una prisión? ¿La niña conoce a mi jefe para preguntarle? ¿Ella empezara aceptarme si la sigo violando?

Esto eran solo algunas preguntas que se acumulaban en mi mente y llegaron más que solo formaron un manto negro en mi imaginación. Un grito de la pequeña Sakura me despertó de mi trance. Estábamos en el momento exacto cuando la penetre, no había ni pasado el tiempo en que estaba en trance formulando esas preguntas que me parecieron que fueron minitos, pero fue en un solo instante. La niña se exalta, sus piernas separadas temblaban y su vagina había recibido de golpe mi pene. Recobre mi conciencia y volví a la acción cuando mi pene estaba en una posición muy profunda, pero quería algo lento y disfrutarlo mas.

Para disfrutar el gran momento, levante las piernas de Sakura, dejándola acostada boca arriba; me arrodille con las piernas separadas y posamos en una postura sexual llamada espejo. Gracias a esta postura tuve dominio sobre la pequeña, y logre una distancia alejada a su rostro tan hermoso. Ahora sus ojos me miraban y suplicaban como siempre; algo realmente deleitante. Sus cabellos castaños fluías como ríos sobre el suelo y su frente sudada. Sus mejillas estaban coloradas y su boca exhalaba con dificultada, gimiendo con gemidos suaves y fuertes anunciando la llegada de una contracción de un orgasmo. Sus senos estaban semi redondos pero duros con las tetillas erectas y rojizas; y todo el pecho se movía de adelante hacia atrás y marcando su respiración.

El sudor de Sakura se derramaba como si ella estaría apunto de derretirse. Las gotas escurrían sobre su fina piel hasta el suelo, su aroma era tan dulce y fuerte, olía más fuerte que la primera vez que la viole. Tenía deseos de tocar su rostro, pero la pose nos impedía acercarnos; en cambio, me generaba una ansiedad sumamente excitante. Íbamos muy bien, cuando se oyó el teléfono, era molesto y sonaba muy fuerte hasta la cocina. Quería que se callara, pero pensé que seria unas órdenes de mi jefe y tenia que contestarlo. Separe las piernas de Sakura para agacharme hasta su rostro. Tenia que cambiar de postura sexual sin desprenderla.

-¡trépate enzima de mi!- le ordene y ella lo hizo con temor. Sujetándose sobre mi cuello con sus brazos.

Al ver que estaba bien sujeta y sus piernas me abrazaban, aferre mis manos en sus suaves glúteos y la cargue con mucha facilidad, ya que mi pene aun la estaba penetrando y ella misma se sujetaba de mi cuerpo. Caminamos despacio para contestar el teléfono, nuestro cuerpo corporal estaba fusionado, el sudor de su pecho se mezclaba con el mió. Llegamos a la cocina, pero el teléfono dejo de sonar. Sakura soltaba su aliento sobre mi rostro, era calido y olía bien, a pesar que bebió una gran cantidad de semen.

El teléfono volvió a sonar, cuando camine, aun follaba a Sakura moviendo de sus glúteos de arriba a bajo. Y sus gemidos se escuchaban y sostenía a Sakura con mi mano izquierda para contestar el teléfono con la mano derecha. Conteste el teléfono y lo coloque en mi oído. Era fácil saber quien era el que me llamo, el señor Haru Kinoshita, quien hablaba por teléfono, su tono de voz se oía ronco y apresurado.

-¿Cómo esta tu victima?...¿interrumpo algo?- parecía que podía escuchar los gemidos angelicales de Sakura por la bocina.

-Si…- conteste obligando a Sakura que gimiera mas- la estoy violando en estos momentos…¿quiere oírla?

-Por supuesto

Coloque el teléfono en mis hombros aprontándolo entre mi mejilla y mi hombro derecho. Para usar ambas manos para sujetar con mucha fuerza los glúteos y levantarlos y bajarlo. Así repitiendo el ritmo para que mi pene estando estático, para que follara la vagina de Sakura en movimiento. Los gemidos de la niña se oían más fuerte, sabia que le dolían en cambio a mí me gustaba y me relajaba. Mi jefe podía escuchar perfectamente los gemidos dulces que señalaban una gran victoria de mi trabajo.

-¡Estupendo!...¿puedo hablar con ella?- subió el tono de su voz para que yo escuchara perfectamente entre los gemidos fuertes de Sakura.

-Claro…-conteste para satisfacerlo, pare el movimiento por unos instantes.

Los gemidos cesaron a unos muy bajos, no quería para, así que ejerce toda mi fuerza con la mano izquierda para continuar con el movimiento. Con mi mano derecha sostén el teléfono y lo coloque el oído de la pequeña Sakura. Sus hermosos ojos verdes me miraban por unos instantes y después miro la bocina del teléfono.

-¡Por favor!...¡díganle que pare!- me suplicaba, sus gemidos eran mas fuertes cuando usaba mi mano izquierda para mover sus glúteos- ¿Por qué me hacen esto?

Lloraba de nuevo, parecía que eso era lo único que hacia, suplicaba insistiéndole al señor Kinoshita que la dejara ir. La pausa y su cara de cómo se retorcía de una profunda depresión sus gemidos cuando la follaba indicaba que estaba lista de rendirse ante el semen que iba por venir. Mire que Sakura ponía atención lo que le decía, pareciera que lo que le decía le hacia sentir muy triste ante la voz que no podía escuchar en la bocina.

-¡Prepárate por que me voy a correr!- sorprendí a Sakura, alejando la bocina de su oído de tal prisa y después…solté una gran cantidad de semen de mi interior.

Sakura se estremeció sorprendida y gritando con todo su alma. Cerró los ojos y aprieto los diente soportando el inmenso dolor de la presión en que el semen quedaba atrapado en su vagina. Yo también lo hice, pero mis ojos estaban abiertos para ver el final de su orgasmo.

Mi pene se salía lentamente de la vagina y después de sacarla por competo recosté a Sakura en el suelo y yo me recosté sobre el muro con el teléfono aun con la mano derecha. Tome la bocina y escuche que todavía estaba la voz de Kinoshita.

-¿Todo este bien?- pregunto con un tono severo y tranquilo

-Si…- conteste exhausto- termine de eyacular sobre ella

-Esta bien- pareciera no importarle, pero escuche una risa de satisfacción –quería informarle que quiero verlo mañana.

-¿Mañana?- pregunte confundido con la noticia

-Así es, traiga el video que muestra que la violo- me explicaba como lo iba ver desde tan lejos- mañana, vendrá un grupo de mis hombres junto con unas niñeras para la niña.

La palabras niñeras, me imaginaba que irían unos hombres a cuidar o a violar a Sakura mientras yo no estaba. Ignore mis dudas y acepte el trato, tendría que espéralos mañana por la mañana muy temprano. Colgué el teléfono después de escuchar mis indicaciones. Después me acerqué al cuerpo desnudo de Sakura y la cargue como si fuéramos recién casados. Ella se recostó sobre mi pecho y me ignoraba con una triste mirada.

Llegamos a la recamara, nos recostamos haciendo un lado las sabanas, Sakura no pronuncio nada después del recorrido desde la cocina a la cama. Sakura se tendió ella misa sobre la cama, acomodándose perfectamente en una posición fetal, colocando sus manos debajo de su cabeza. Me acerque a ella cubriéndonos con las sabanas, nuevamente estábamos pegados a cuerpo a cuerpo. Ella reacciono al contacto con rechazo, tratando de alejarse sin caerse de la cama, sabia que estaba cansada después de lo que paso.

Al abrazarla, ella intentaba llorar y temblaba de pavor así a mí. Se movía cuando la acariciaba su mejilla junto con su cabello y gemía con señal de mucho miedo. Me quede despierto esperando que durmiera primero que yo, lo hizo después de que la tranquilice entre mis brazos como si fuera una bebé. Al asegurarme que estaba bien dormida, recordé mi infancia y nunca tuve un oso de peluche a quien abrazar, ya a mis veintitantos años, no perdería esa oportunidad imaginando que Sakura fuera mi oso de peluche.

Me quede dormido, sin darme cuenta que no coloque el despertador a la hora que tenia que despertarme. Soñé con mucho dinero y muchas chicas a mi alrededor; nos e veía Sakura en mi sueño a pesar que lo deseaba. Mi sueño fue interrumpido al ver una almohada gigante apunto de aplastarme. Me desperté y vi que Sakura estaba despierta, apoyándose sobre el colchón. Estaba enojada y me pegaba con la almohada con una fuerza que haría una niña de su edad.

-¡Te odio!- me decía casi llorando- ¡No te lo perdonaré nunca!

Los almohadazos comenzaron a molestarme, solo me defendía con un brazo como escudo. Después me balance sobre ella como un león obligándola que soltara la almohada, lo logre, pero ella comenzó a llorar y seguir diciendo que me odiaba. La solté y ella se coloco en posición fetal sobre el colchón sollozando profundamente. Escuche una vez que los niños sentirían unos síntomas psicológicos después da una violación sexual, que sentirían un enfado y un alejamiento a la gente.

-¡Ya, deja de llorar!- le ordene como única forma de calmarla.

Mire el reloj despertador y pensé que se me hacia tarde. Olvidaba que no me dieron la hora, pero aun así, busque mi ropa que estaba tirada desde ayer. Mire a Sakura y note que aun estaba deprimida como si fuera el fin del mundo. No me preocupe de ella y salí de la habitación para buscar la cámara de video, al encontrarla me devolví la habitación para revisar ala niña. Al caminar sentí que en mi pantalón tenia aun la llave que le robe, la guarde de nuevo al bolsillo del pantalón antes de entrar ala habitación.

Sakura estaba igual, por la violación que paso ayer, significo que le robe sus sueños. Me quede en el marco de la puerta de la habitación vigilando a la bella niña, tenia ganas de un cigarro, pero no lo traía en esos momentos. Espere por dos horas sentado en el marco vigilando a la niña que ahora se cubrió con las sabanas para protegerse de mí, hasta cuando escuche afuera un motor. Me retire para ir a la puerta principal y escuché a otro motor acercándose a la cabaña.

Escuche las portezuelas de un auto abriéndose y cerrándose. Me puse en guardia sobre la puerta, pensé que serian policías o bandidos que escapaban de la ley; todo era posible. Pero escuche una voz femenina por el otro lado de la puerta.

-Venimos de parte del señor Kinoshita, abre la puerta por favor

La obedecí y abrí la puerta lentamente. Vi a dos mujeres muy hermosas con traje negro, una tenia el cabello castaño lizo y largo con ojos rasgados y de olor ocre; la otra tenia el cabello negro y corto, sus ojos estaban ocultos en unos lentes de sol y sostenía unas bolsas de tiendas de ropas.

-¿Dónde esta la niña?- dijo la del cabello castaño mirando a su alrededor.

Reconocí a uno de los hombres de afuera, era quien me acompaño ayer, era el que me dejo las llaves y la cámara en la cabaña. Así que confié en las mujeres.

-Esta en la recamara, recostada en la cama…-dije, la mujer de castaño, señalo a la otra con la mirada y esta ultima fue a la habitación con las bolsas-¿Qué le van hacer?- pregunte a la mujer que entraba a la cabaña y pasando sobre mi.

-Somos sus niñeras…- me respondió con rigidez- nosotras nos haremos cargo de ella siempre que vaya a una junta con el señor Kinoshita

La entendí muy bien, suspire y mire como me esperaban en otro coche.

-¡Esta bien…cuídenla bien!- le di una sonrisa. No me importaba si harían cochinadas, o algo lesvico.

Entre al coche que me esperaban. Pensé no extrañar a Sakura, pero lo hice cuando encendieron el motor y nos retiramos del lugar. Por el camino me di cuenta que del paisaje que miraba en la ventanilla del copiloto; después de 12 minutos en una carretera cubierta de bosque pasamos por una parada de camiones, con gasolinera y restaurante autoservicio. Nuevamente con otro viaje a 8 minutos, llegamos a Tomoeda, no paso un tiempo para llegar a la mansión de mi jefe.

Llegue a su sala privada, seguido por dos hombres. Mi jefe estaba sentado en un sofá grande enfrente de una pantalla gigante que parecía más bien una sala de cine. Kinoshita me miro, uno de los hombres me ofrecían la cámara. Con gusto se las di, y me ofrecieron que me sentara en el sofá para ver el contenido de la cámara. Mientras esperábamos la colocación de la cámara, Kinoshita me daba unos detalles en el exterior, relacionados con Sakura.

-Kinomoto ya aviso la desaparición de su hija a la policía- me decía- creo que la investigación ya comenzó.

-¿Entonces que hacemos?- le advertí, por que si me descubren a mi, yo lo hundiría conmigo.

-Descuida…- se puso serio y se acomodaba en el sofá- tengo hombres que harán atrasar la investigación…y otros que te cambiaran de sitio

-¿A dónde?- pregunte sorprendido.

-Será en otro país…así no te perseguirán…- esperaba impaciente el video.

Un hombre señalo con la mano indicando que el video ya esta listo para verse. La pantalla gigante se prendió mostrando la primera imagen que grave, la vagina virgen de Sakura. La pantalla nos mostró con exactitud la vagina tal como yo la recordaba, rosada, abierta y húmeda; pedimos ver el tejido rosado del himen. Fue unos buenos segundos cuando apareció en escena la defensa de Sakura de alejar la cámara.

-¡Regrese a esa escena!- ordeno apresurado Kinoshita, y regresaron la filmación justo en la vagina de Sakura- ¡congela la imagen!

Al parecer, el señor Kinoshita estaba fascinado igual que yo de ver la vagina virgen antes de que la violara. Se quedo aferrado a la imagen con una mirada intensa al ver la imagen de la vagina durante 5 minutos.

-Ya…pueden seguir con la fijación- pidió después de una curiosidad.

El video continuo, las imágenes se podían ver a la perfección, la cámara era excelente como yo pensé. La grabación filmo a Sakura recostada, atada sus manos a su espalda, las piernas separadas lista para la siguiente toma. Se miraba perfectamente donde estaba donde deje la cámara, un poco alejada de la cámara, pero se podía ver a la perfección su cuerpo. Se escuchaba las suplicas de la niña en las bocinas de la sala. Aparecí en el video cuando me recosté entre sus piernas y se logro filmar la toma aun ángulo en que yo salía mostrando la figura de Sakura tenida en el suelo, se podía ver un ojo de ella llorando. Escuche la suplica de Sakura cuando acomodaba mi pene para violarla, se sentía extraño atestiguar la violación de una niña y yo siendo la estrella.

Sakura grito, y reconocí que ese era el momento en que metí mi pene en su vagina virgen, no se podía a que hondo lo metí, pero yo recordaba como estaba, mi pene estaba a la mitad cuando penetre. La penetración era profunda, podía ver la posición que le hice en esa ocasión. Sus pies sobre mi cuello, yo apoyado en el suelo con mismazo cerca de su rostro. Kinoshita mostró un rostro serio y mostró una sonrisa, lo note cuando escuche una risa entre dientes.

Miro atentamente como viole a la niña en la pantalla y escucho mi conversación con ella:

.

-¡Eres una delicia! eres la primera niña que violo ¿sabes?

-¡Ayy…!...¿por que me haces esto?

-Por que…mira niña…soy un violador y tu mi victima… ¿ya entiendes?

-¿pero…por que?- preguntaba con la voz sollozando.

-Mira florecida…- aun follandola- ¿Por qué no te dejas llevar?...tarde o temprano…tenía que pasar esto…así que disfruta

-¡Noooo….me lastima…y eso no me gusta! ..aahhh- se quejaba mientras mi cuerpo embestía fácilmente el pequeño cuerpo de la niña.

-¿Qué?...¿no te gusta mi compañía?- le decía con una sonrisa lujuriosa mirando fijamente su rostro de ángel.

-Noooo…¡quiero que me deje en paz!

-¡Qué malcriada eres!¡ya veras que te va gustar esto!

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Kinoshita sonrió macabramente al escuchar el dialogo y escuchando los hermosos gemidos de la pequeña

-¡Que agresivo eres!-se rió con sarcasmo.

Se concentro justo en la mejor parte, la eyaculación de Sakura. Escuchamos el grito de la pequeña al ver. Escuchamos respirar a Sakura en el video, mi jefe quedo complacido. Ordeno detener el video dio su mirada hacia mi y me extendió la mano como señal de amistad.

-¡Felicidades…lo hizo muy bien!

Acepte su mano con la mía y las estrechamos.

-Lo lograste… no pensé que lo harías de esa manera.

-Era mi trabajo…- suspire satisfactoriamente – pero quiero preguntarle algo

-¿Qué es?

-¿Tantas maneras de vengarse de Kinomoto, y quería secuestrar y violar a su niña como única opción?

Me miro enarcando la ceja y continué hablando para entender más de la razón de mi trabajo.

-¿No seria mejor matarla o matarlo a el para su venganza?

Había un silencio profundo y aterrador para mí. Sentía como se congelaba mi sangre y mire a Kinoshita esperando una respuesta.

-Tenia esas opciones…pero al ver tu expediente y tu fascinación a eso que llamas pasión con menores…pensé que seria mejor que fuera secuestrar a la hija de Kinomoto- sonrió con una vista de ojos rasgados- es mejor que sufra siempre con la conciencia de buscar su hija que saber donde esta

-¿Y por que me ordeno violarla?

-Ella también tenia que sufrir…- dijo- no podía faltar el miedo que se imagina el padre ¿verdad?

Ambos sonriamos y tenía razón.

-¿Solo falta mandarle una fotografía de su hija desnuda y violada?

-Buena idea…seria una reacción emocionante, para la próxima vez, tráeme una foto de ella.

No sabia que rayos me pasaba, planeábamos el sufrimiento de una familia. Mi imaginación estaba concentrada en Sakura. Al imaginarme distintas poses sexuales para esa foto. Nos levantamos del sofá y Kinoshita ordeno traer unas copas de vino. Nos preparamos para dar un brindis por el futuro, pero al recordar el nombre de mi jefe, recordé que no me presente.

-Que descortés soy…no he dicho mi nombre- le dije.

-Mejor ni me lo digas…- me dejo sorprendido- en dos semanas tu identidad será borrada, y serás un hombre nuevo…te concedo que cambies tu nombre

Me sorprendí, pero el, tenia razón, en estos casos es mejor ocultar tu identidad para no ser descubierto por la policía. Pero tenía tiempo de pensar con el nombre y crear mi identidad falsa, para ahuyentar las sospechas policíacas. Tenía más preguntas que hacerle a Kinoshita, pero quería llegar de sorpresa a la cabaña, para ver a Sakura.

-¡Ah…es verdad! – Dije cuando busque algo en mi bolsillo del pantalón – encontré esto en el cuello de la niña.

Le enseñe la llave rosada con una estrella.

-Se que usted se quedo con el resto de las pertenencias de la niña – refriéndome a la mochila escolar y todo su contenido – y creo que si usted se queda con esta llave, ella se desesperara por encontrarla

-¿En serio?...-dijo aceptando la pequeña llave- tiene un buen diseño…estará entre mi colección

-¿Colecciona llaves?- preguntaba mientras me devolvían la cámara, mas una cámara de fotografías.

-Si…en otra ocasión se las enseñare

No me intereso la colección de laves, solo le di la llave de Sakura a Kinoshita. Así si la niña me pregunta donde quedo su llave, tendrá que obedecerme para que se la devolviera. Nuevamente me dirigí al auto donde me estaban esperando para regresar a la cabaña. Nuevamente me esperaba una hora de viaje en automóvil, viendo el paisaje por el camino para memorizarlo; antes no tenía tiempo de ver el recorrido de la ciudad a la cabaña, ya que el único paisaje que me agradaba era la pequeña Sakura desmayada enfrente de mí después de que la secuestramos.

Miraba el paisaje y al ver los verde de las hojas de los árboles me recordaba sus ojos. Mire las nubes, y una en forma de algodón, me figuraba en mi imaginación, cuando mire su ropa interior. El movimiento de las ramas de los árboles por el viento, me recordaban su cabello castaño y cortó cuando lo acariciaba. Los deseos sexuales hacia Sakura Kinomoto me volvían loco por el camino.

Me imaginaba escenas de lesbianas, entre Sakura, la mujer de castaño largo y la mujer de cabello corto oscuro. Me las imaginaba desnudas sobre mi cama, Sakura chupando las tetas de la castaña, ya que me figuraron muy grandes; y la de cabello corto lamiendo la vagina de Sakura suculentamente. Mi imaginación se hacia volar, ¿Qué otra actividad tenia para un viaje de una hora? El camino era de bosque y nuevamente vi la parada de camiones con todos sus servicios. Me rasque la cabeza y me di cuenta que estábamos apunto de llegar.

Llegue a la cabaña y fui el primero en salir del auto, los guardaespaldas se rehusaron a salir del auto. Me acerque a la puerta, y como si esta fuera automática, se abrió cuando pise el escalón de la entrada. Me abrió la mujer de cabello castaño y me miro con recelo. No me gusto su mirada, pero me puse firme para no caer en ella.

-¿Dónde esta mi linda Sakura?- fue lo primero que pregunte cuando quise entrar ala casa.

La mujer solo me señalo con la mirada y ahí estaba. Al fin levantada de la cama, ahora vestida con un vestido chino de color rojo intenso, con adornos dorados, no tenia mangas para cubrir sus hombros, y la falda estaba ajustada a su cintura cubriendo menos de un cuarto de sus muslos. La salude donde estaba, ella me miro y se oculto detrás de la mujer de cabello oscuro. Esta mujer la forzó que se parara a lado de ella par que la mirara mejor. La niña se rehusó, sabia que la estaba lastimando su brazo.

-Le hicimos un cheque y al parecer solo tiene daños emocionales- me dijo la mujer de castaño dando su mirada fija en mi.

-¿Un chequeo?..- mi ignorancia tenia que aparecer, hasta que me di cuenta- ¡oh si…para ver si la niña no contrajo una enfermedad!- me reí como tonto enfrente de ella.- ¿pero como es eso de daños emocionales?

-Se rehúsa estar con gente extraña y cosas así…es típico en una niña que fue violada

-Se ve que usted es doctora.

-Así es...- me dio una sonrisa- si la niña resulta enferma o embarazada llama al jefe y con gusto los atenderé

Al parecer nos íbamos a llevar bien, la afirmada doctora, salía junto con la otra mujer; dejándome a solas por fin con Sakura. Escuche como los autos que estaban en la entrada se retiraban, voltee a mis espaldas y por fin la vi. Sakura temblaba como si tuviera frió, pero mi instinto decía que era por el temor que corría en su cuerpecito. Sus ojos verdes me miraban con un brillo esplendido y sus mejillas se ruborizaban. Me acerque a ella lentamente y me arrodille hasta llegar a su altura.

-¡Al fin solos!- le dije mientras acariciaba su cabello.

Ella no pronuncio ninguna palabra, soltaba gemidos pensando que le haría algún daño. Acaricie su mejilla y mi dedo índice, tocaba sus labios. Ahí fue cuando mas se quejo la pequeña, deseaba que chupara mi dedo y lo metía a la fuerza mientras ella mantenía sus labios con fuerza y rehusándose. Retire mi dedo mostrando una sonrisa y pose mis manos sobre sus piernas desnudas, dio un gemido, mis yemas de mis dedos tenían contacto sobre esas piernas tan limpias y suaves; me di cuenta que estaba recién bañada.

-¿Te bañaron durante mi ausencia?- pregunte sin retirar mi felicidad al contacto sus piernas.

-Si…- me contesto con una suave voz.

-¿Qué te hicieron durante mi ausencia?- la mire a sus ojos con intención de hipnotizarla.

-Me…me…- estaba avergonzada, sus mejillas estaban rojas esperando no contestar.

Ignore el tema y la cargue entre mis brazos. Ella se asombro cuando sujete sus glúteos para cargarla, después sostuve sus rodillas y su espalda. La mira cuando ella me miro sonrojada y asustada. Ella no se sujetaba de mí, sus brazos me rechazaban rotundamente; deslicé mi mano desde su espalda hasta su nuca, luego hice un movimiento para que su rostro se acercara al mió. Nuestros rostros se miraban fijamente, ahora sus manos se sostenían en mi cuello por el miedo de caerse de mi.

-¡Que linda eres!- le dije mientras acercaba mis labios a los suyos.

-No…no…no lo haga…- supuso lo que iba hacer, pero nada de este mundo me haría cambiar de opinión.

Quería besarla con mis labios, solo bese su labio inferior, para después, darle un toque en su labio superior. Estaba temblando, la idea de que yo la besara en la boca le aterraba. Mi lengua estaba de deseosa y lamió los labios de la boca de la pequeña para después entrar dentro de ella y buscar la lengua de Sakura. Sentí la pequeña punta de la lengua de mi victima y la acaricie con la mía. No se atrevió a morderme, estaba bien concentrado en besarla que no pensé en que mi lengua estaba entre sus dientes.

Aleje mi lengua de su boca, una estela de nuestras salivas nos mantenían juntos por un tiempo. Ella se sentía caliente, estaba respirando lentamente y su aliento calido se mezclaba con el mió. La mire por unos instantes, tenia deseos de ver como se masturbaba, mis deseos de penetrarla seria después de ver ese placer.

-¿Sabes masturbarte?- le pregunte con una sonrisa fría.

-No…no se- tartamudeaba con dulzura

Sabia que me iba divertir enseñándole como, o mejor masturbarla con mis propias manos. Mire a nuestro alrededor y vi una puerta corrediza que mostraba un cuarto pequeño con azulejos azules. Se traba de un pequeño baño que tenia un inodoro y un lavamanos. Me la lleve cargando hasta ese pequeño baño tal como la tenia sujetada.

-¿A dónde vamos?- pregunto confundida mientras la cargaba.

Entramos en el pequeño baño y ahí la senté sobre el asiento del inodoro. Separe sus piernas y la falda se deslizo sola para ver su ropa interior. Sujeto sus manos sobre el asiento del inodoro, me miro fijamente y temblaba bastante. Mi afición a su entrepierna cubierta por su ropa interior me motivaba hacer lo que iba enseñarle. Metí mis manos a dentro de su falda y quitarle la ropa interior deslizándola con suavidad.

-¡Qué linda aroma!- me exprese con una sonrisa cuando mire su entrepierna desnuda.

Su cara era todo un encanto, rosada en sus mejillas y sudando con nerviosismo. Tome su mano que dio un gemido con sorpresa. Mas se sorprendió fue cuando coloque sus deditos en su vagina e hice que se deslizaran desde arriba abajo.

-¿Se siente bien?...¿verdad?- le decía cuando su rostro se tranquilizaba y su cuerpo temblaba.

-¿Por qué me hace esto?...- decía con un tono suave de voz

-Tu solo relájate…- le pedí cuando ella se exaltaba- ¿dime te gusta?...

-Yo…yo….-ocultaba sus ojos y gemía cuando su mano acariciaba su propia vagina- ¡No quiero que siga…siento…siento…!

Me fascinaban sus gemidos, su mano se apretaba y coloco su otra mano para tratar de safarse. Use las dos manos para que ella se masturbara con las dos. Mi intención fue un éxito, e hice que las dos manos acariciaran su vagina. Las dos pequeñas manos luchaban por safarse de mis duras manos sin saber que sus intentos hacían abrir su vagina. Los gemidos eran más fuertes y su respiración era muy fuerte. Yo me emocionaba como ella se excitaba cuando sus dedos rascaban su vagina.

-Verdad que te gusta…- lo dije sin intención de pregunta. Mi mano manipulaba las suyas para que sus dedos se metieran en su vagina- ¡mira como las metes…eres toda una deseosa!

Sus gemidos eran mas fuertes, su vagina muy abierta y sus dedos se deslizaban a mucha velocidad, entrando en su lindo huequito que los mojaba con una sustancia liquida muy tibia.

-¡Ya…ya…no quiero!- suplico, pero yo sabia que le estaba gustando.

Me levante un poco y la bese. Sus labios estaban ensalivados por mis labios, y mi mano usaba los dedos de la pequeña para que esta se masturbara.

-Deseo que ahora lo hagas tu…- le ordené con una voz amable después de besarla- no me obligues a sacar la pistola

Le amenace con el mismo tono de voz amable. Y sus dedos se movían solos, penetrándose ella misma. Mis manos no esperaron mas, y desabroche el vestido, para ver los senos de la pequeña y al mismo tiempo las sujetaba con ambas manos para moverlas en círculos suaves. Mi rostro solo se encargo de besarla en su boca. Mis piernas podían sentir las vibraciones de las piernas de Sakura. Y mi entrepierna se acercaba a la suya, donde su pequeña mano metía de adentro hacia fuera de su vagina.

Sentí como su cuerpo se quedo rígido súbitamente y su entrepierna orinaba manchando su mano y parte de mi pantalón. Un gemido se escuchaba a través de mi labio y separe los míos de ella. Observe su cara que se relajaba y como le salían unas pequeñas lagrimas. Su mano se separaba de su vagina y mi mano derecha se acercaba la calida vagina y con mi dedo índice agarre un poco de su líquido vaginal. Acerqué mi dedo manchado

-Anda…chupadlo

Mi orden fue clara y concisa. La niña temblaba cuando su boca se acercaba para chupar el dedo manchado. Lo chupaba despacio, sentía como su lengua saboreaba junto con sus tibios labios. Sabía que este era un inicio de algo que estaba por ocurrir.

Continuara