CC Sakura: 2 pecados en un dia (2)

La avaricia y la lujuria me obligaron aceptar este trabajo. (continuacion)

2 pecados en un día, capitulo 2

Mi mala suerte cambio cuando salve a un millonario que me ofreció el empleo de violar a una niña. La niña quien respondía el nombre de Sakura Kinomoto, la tenía amarrada en una silla después de que yo, le quitara todo rastro de inocencia y la convertí en una mujer. La amarre en una silla con las piernas separadas, sus manos atadas en la parte de atrás de la silla y en cada una de sus piernas estaban atadas en las patas. Con un vibrador en forma de pene en mis manos, me disponía a meterlo en su vagina recién violada.

La niña se quejaba y sollozaba al sentir como tocaba sus delicadas y nerviosos genitales con mis dedos, solo para meter el vibrador en su rojiza vagina. Estaba vestida aun con su uniforme marinero negro y falda tableada; con la excepción de que estas prendas estaban dobladas para ver sus senos y entrepiernas desnudas. Acaricie su cabello castaño después de asegurarme de que el vibrador estaría enana posición adecuada dentro de la vagina. La mira y ella se rehusó a mirarme, me enamore de su tierno rostro cuando me cerró los ojos y no me permitía ver lo verde que eran. Introduce más el vibrador y se quejo.

-¡Te vez tan linda!- le susurré al oído, alejando unos de sus cabellos que lo cubría. – no puedo creer que exista una belleza como tu

Le decía con intención de que ella se excitara, inconcientemente sabia que ella no lo tomaría bien. Deslice mi mano sobre su cuello y toque su blusa que aun tenia puesta. Sentí algo pequeño alrededor de su cuello y me di cuenta de que se trataba de una pequeña llave con una estrella amarilla encerrada en un círculo con dos tiernas alas. Pensé que esa llave era de su diario, niñas como ella es obvio que tendrían uno y con ese tipo de candado; se lo arrebate y ella reacciono al ver que lo tenía en mi mano.

-¡Noooo…devuélvemelo!- suplico mostrando al fin sus ojos verdes brillosos por las lagrimas de su dolor.

-¿Lo quieres?...- la amenace columpiando la llave sobre su cabeza- me tendrás que demostrar que te gusta lo que te voy ha hacer

El rostro de Sakura me encanto al estar decidiéndose por la llave y su dignidad. Estaba cien por ciento seguro que esa llave era importante para ella. Sujete con fuerza la pequeña llave, me acerque a su mejilla y le di un beso. Se asombro al ver mi forma descarada de darle un beso en la mejilla, baje mi mano y encendí el vibrador que estaba dentro de su vagina. Se agito y soltó un gemido que salio de su boca, su entrepierna comenzaba a temblar como gelatina, su rostro se sonrojaba y levantaba su cadera por encima de la silla para saltar fuera d esta, pero sus ataduras no le permitían.

Yo me emocione, tanto que quería verla mas torturada, así que pellizqué sus tetillas erectas con mis dedos. Vi su pequeño clítoris cuando baje la mirada y no pude evitar usar su propia llave para tocarlo. Cuando estaba tocando el clítoris con la llave de la niña, me di cuenta que el vibrador estaba saliendo de la vagina, use la palma de mi mano y lo empuje hacia dentro. La niña se estremecía y sacudió la cabeza salpicándome con sus tibias lágrimas.

-¡No mas!- me suplico- ¡Ya no siga…por favor!

No pude ignorar sus suplicas, me encantaba como lloraba, ver sus ojos verdes que brillaban y soltaban un río acaudalado de lagrimas. El vibrador intentaba salir de la vagina, me di cuenta que ella intentaba empujarlo hacia fuera con un mayor esfuerzo; nuevamente lo empuje con la palma de mi mano y ajustarlo lo mas que podía. Recordé que en la cocina, había visto cinta para aislar, la encontré y la traje para sujetar el vibrador y evitar que saliera de la vagina. Corte dos largos trozos y el primero lo coloque desde el monte de Venus hasta el punto del ano; presioné con fuerza la cinta en las zonas mas sensibles fuera de la vagina de Sakura. La segunda cinta fue colocada desde el muslo de la pierna derecha hasta el muslo de la pierna izquierda; e igual que la otra cinta.

Las dos cintas formaban una cruz perfecta, yo estaba satisfecho, no importaba como se movía el vibrador, este ni ella encontrarían una salida con esta trampa que le había puesto. No podía tocar su clítoris ya que estaba cubierta con la cinta de aislar, pero a todos modos me quedaban las tetillas y su bello rostro. Al ver su carita de ángel, se me ocurrió otra idea con la cinta de aislar; corte otro trozo de cinta, pero más corto y lo coloque en la boca de la pequeña que se dio cuenta demasiado tarde para dar un intento de auxilio. La tenia bien cautiva, atada y amordazada; con un vibrador que temblaba dentro de su vagina y bien ajusto en ella. ¿Qué podía faltar en esa encantadora escena? Mi actuación.

Me acerqué nuevamente a su rostro y bese su cuello para después, darle una lamida con mi lengua. Mis manos se sujetaban sobre su cabello dándole suaves presiones sobre su cabeza. Me aleje para mirar su rostro fijamente y ella me suplicaba con sus tiernos ojos esmeraldas que la soltara. Si fuera alguien de mente limpia, obedecería esas suplicas, pero las únicas suplicas que quería entender en sus ojos serian que la penetrara con mi propio pene. Me acerqué con una sonrisa lujuriosa a su rostro y con mi lengua saboreé las tibias lágrimas que salían de sus ojos.

Mi pene estaba bien erecto que intentaba salirse de mi pantalón. Lo saque para que ella lo viera; se asombro y volteo a otro lado apenada y con sus ojos cerrados. Yo le di una carcajada que se oía un eco en toda la sala. Era una ternura al intentar ignorar mi pene, me acerqué a ella y estire su cabello castaño y brilloso para que mirara de frente a mi pene; ella aun tenia los ojos cerrados con fuerza, provocados por el dolor y la excitación del vibrador.

-Oye…-le dije- no es la primera vez que lo vez…mi pene te hizo toda una mujer…¿lo olvidas?- le recordé su violación, cuando acerqué mi pene en sus senos- ¿ves?...el solo quiere ser tu amigo

Me burle mientras que la punta de mi pene acariciaba el seno izquierdo de Sakura. La punta de mi pene acariciaba la tetilla y el cuerpo de Sakura temblaba. Mire en el suelo y encontré la prenda intima de la niña, lo levante y me regrese para colocar otra silla enfrente de ella. Me senté en esa silla y olfateé la prenda de Sakura, su aroma aun era como lo recordé y la tela era demasiado suave en mis dedos.

-¡Que deliciosa aroma tiene tu braguita!...de seguro le haces eso a toda tu ropa intima ¿cierto?

Todo el cuerpo de Sakura temblaba, y su cabeza se agachaba, solo su ojo derecho se atrevía a verme para dar un aviso de que ya no podía soportarlo. Me di cuenta que su orgasmo se había terminado, pero no quería que terminara hasta que yo la bañara con mi semen. Acerque mi silla con la suya, y mi pene apuntaba directamente a su cara. Envolví mi pene con la prenda intima de la niña y me masturbe con ella. Me masturbe por unos momentos, me asegure de que el pene apuntara bien a Sakura quien ya estaba agotada. Mire su cuerpo para masturbarme mas deprisa, su tierna figura de una diosa me inspiraba demasiado, tanto que mi pene eyaculo y soltó una estela de semen que mojo el rostro de Sakura y la sorprendió.

La niña miro como el semen aun salía de mi pene y como la estela se escurría de su cara en su cuerpo. Ya con su cuerpo bañado con mi sustancia y ver que ella ya estaba realmente agotada, decidí quitarle su vibrador. Al remover las cinta adhesivas, vi que salía una sustancia en su vagina, Sakura también eyaculo, su uretra le salía orina, que al remover la cinta aun salía, pero con mayor facilidad, el vibrador estaba empapado de líquidos vaginales cuando lo removí. Me maravillo la eyaculación femenina de la niña, tanto que use la cámara de video para grabar como quedaba la vagina de la pequeña.

Después de aquel suceso, me dispuse a comer. La niña aun estaba atada de pies y manos, su mordaza fue removida y note que ella me miraba mientras yo comía la comida sin ofrecérsela ella. Sabía que si ella no recuperaba energías no tendría ánimos para tener sexo conmigo, si es que ella tuviera ánimos. Le di de mi propio plato, le pase la comida con unos palillos, era solo arroz, ya que yo no sabia cocinar muy bien. La niña probó cada bocado y me conmovió bastante. Le di de comer hasta que se vació el plato, lo lance al lavabo ignorando que había un lavavajillas, mire a la niña nuevamente, en realidad estaba agotada y quería dormir.

Yo decidí esperar que durmiera para aprovecharme bien de ella. Así que fui a mi cuarto y vi el armario donde encontré el vibrador. Busque por todos lados que otros juguetes sexuales habían, mas vibradores, pero de diferente diseño, bolas vaivén, esposas enfelpadas, un látigo, una ropa para esclava sexual; también había gel para masajes y otras drogas que estimularían a la gente. Durante mi búsqueda encontré por accidente una pistola, me había exaltado al ver el arma en un sitio tan inseguro como ese; pero vi cuidadosamente la pistola de calibre 42 y asegúrame que no estaba cargada. Para mi mayor sorpresa, la pistola no era de verdad, era un simple juguete bien detallado.

La levante y le di un gran vistazo al juguete. Sus detalle era increíble, con la poca luz que habría un una habitación oscura cualquiera pensaría que es de verdad. Por alguna razón estaba aquí entre los juguetes sexuales, eso se me ocurrió una idea para asustarla y que me obedezca, así no tendría que lastimarla al estar atada. Después de haber decidido mi plan, salí de la habitación, ero antes me desvestí en el camino, vi el termostato de la casa y le subí la temperatura por el frío que hacia.

Me lleve la pistola de juguete a la sala donde deje a Sakura atada en su silla. La observe cuidadosamente y la pequeña estaba tomando una siesta, aun estaba atada a la silla. Me acerque a ella y note como estaba dormida; su cara inclinada a vista hacia abajo, sus ojos cerrados con la seña de sus lagrimas secas en sus pestañas y mostraba una reparación que me curio ció al oler su aliento. Tenia deseos de despertarla con un beso en la boca, pero arruinaría mi plan, así que proseguí sin despertarla. Apague la luz de la sala y solo la luz de la luna iluminaba con una luz muy tenue.

La desamarre con cuidado sus piernas, no quería hacer ningún movimiento brusco. Después de desatar sus piernas, seguían sus manos, al quitarle sus ataduras, podía ver como sus muñecas estaban remarcadas con las cuerdas. Al desatarla por completo, su cuerpo se iba a desplomar fuera de la silla, la sujete antes de que se golpeara; con mucho cuidado la cargue para recargarla sobre el sofá. Mis manos se acomodaron perfectamente sobre su falda tableada y la deslice con lentitud sobre sus suaves piernas.

Podía ver desde sus cintura para bajo su desnudes, acepción de sus pequeñas calcetas blancas que decidí quitarlas de una sola vez. Cada vez estaba mas entusiasmado, trate de calmarme para quitarle el resto de su uniforme, pase su blusa marinera sobre sus brazos y la cabeza con mucho cuidado, ya fuera de su cuerpo, la lance por los aires esperando que se fuera lejos. Estaba mas aun emocionado, tenia enfrente de mi un cuerpo desnudo de una niña inconciente, me admira por mi gran habilidad, no se había despertado ni en lo mas mínimo de los movimientos que le hice.

Mi lujuria había regresado, me acerque a ella y sentí su calor corporal. Su aliento no se había dispersado, aun era suave y dulce. La abrasé y la cargue de tal modo que me diera la espalda, mi mano se sostenía en su vagina y la acaricie; mi otra mano se sostenía en su seno izquierdo y lo moví de forma circular. Estaba observando su nuca y acerque mi rostro para oler su cuello, después le di de besos sobre el, como si fuera un vampiro para chuparle la sangre.

Mi pecho estaba en su espalda, estábamos tan pegados que nuestro calor corporal se juntaba. ¿Quien necesitaba el termostato?, esa era la mejor forma de calentarnos; eso era lo que pensé al sostener a la pequeña. Mi intención era despertarla, para actuar en mi fantasía sexual, pero un pequeño entremés no me haría daño. Después de unos minutos, podía escuchar los gemidos de la niña al sentir el tremendo calor que le provocaba, mis dedos ya estaban empapados de tanto acariciar su vagina y decidí para despertarla mejor, introducir dos de mis dedos dentro de la vagina.

Mi mano se subió hacia arriba, mi intención no era penetrarla con mis dedos, mi intención era tocar la parte interior de la vagina con mi mano. Moví los dos dedos como si estuviera llamando a alguien para que se acercara y toque la pared donde se encuentra el punto G. Los gemidos de Sakura se hicieron mas fuertes logrando despertarse; me miro y se dio cuenta rápidamente que estábamos desnudos.

-Nooooooooooooo!- grito avergonzada, tenia deseos de ver su rostro avergonzado para ver a que color estaba -¡Suéltame!

Me empujo y ella misma se tiro al suelo. Al ver lo asustada que estaba; desesperada, gateo para alejarse de mí. Ya era hora de poner mi pan en marcha, sostén la pistola de juguete y apunte a la niña.

-¡Alto ahí!- le ordene apuntando el arma con mi mano.

Ella volteo y miro la pistola. Su rostro se lleno con el terror posible, empezó a temblar y se alejaba lentamente hacia atrás con ayuda de sus piernas que se recostaban en su suelo. Me alegraba de la luz de la luna que se hacia ver la pistola de tal realismo que la niña creía que era de verdad y no un juguete.

-¡Te dije que no te movieras!- le volví a ordenar apuntando con el arma justo en su cabeza.

-No…no me lastime…- suplico con su terna voz que sollozaba.

-No te lastimare…si me obedeces en todo

-Pero yo

-¡Obedece o te doy un tiro!- le ordene con tal realismo para que me hiciera caso- ¡Ven aquí!- le ordene con el mimo tono- ¡apúrate!

Sakura se acerco con mucho miedo, tanto miedo que sus piernas no la obedecían a pararse. Solo se acercaba gateando con lo más rápido posible hasta llegar a una distancia de dos metros por lo mucho.

-¡Párate Niña!…¿Y di tu nombre, ahora!- le ordene. Pero ella tenia miedo de levantarse desnuda y hablar, tome aire para dar un grito mas duro y sujete con firmeza el arma -¡Hazlo ahora!

La niña obedeció cerrando sus ojos, era obvio que volvió a salirle lágrimas en sus ojos. Podía ver como temblaba y juntaba sus piernas para no viera su vagina. Se abrazo ella misma cubriendo su pecho y su mirada hacia abajo ocultando su rostro sonrojado.

-Mi….nombre….es Sakura…Sakura…Kino…- tartamudeo

-¡Hazlo otra vez!...pero sonriendo y con la vista enfrente a mi- di una sonrisa de poderío, se sentía bien que ella me obedeciera. Hizo una pausa y sollozo con miedo -¿Qué esperas? – agite el arma para apresurarla, alfil dio su mirada y me miro.

-Mi…mi…- tartamudeo dando una sonrisa con lo mejor que pudo – mi nombre….es Sakura…Kino…moto….- note su miedo cuando tembló a dar su nombre.

-¡Muy bien!-la felicite con una perversa sonrisa -¿En que año estudias Sakura?

-Es…estudio…- aun tartamudeaba, aun tenia su mirada enfrente, pero su sonrisa desapareció- Estudio en quinto…quinto de primaria.

-¡Excelente!- la mire con la misma sonrisa malévola -¡acércate mas…ven pequeña!

Se acerco con lentitud, miraba el arma con mucho cuidado. Podía sentir su miedo cuando se detuvo a medio metro de mi, casi sentí el calor corporal de ella de nuevo. Le hice señas para que se acercara más con el arma, la deje muy incomoda al estar a 10 centímetros de mí. La distancia era exquisita, me miro el rostro con sus ojos llenos de temor, esperando la siguiente orden.

-¡Agáchate! – le ordene con la pistola apuntando en su cabeza que temblaba. Se agacho flexionando sus rodillas a una altura para evitar ver mi pene- ¡mejor arrodíllate! – le ordene, ella temblaba mas al hacerlo y llego a la altura donde estaba mi pene cuando se arrodillo – ¡muy bien!

La felicite con mucho ahínco, acerqué mi pene a su rostro y ella se rehusó a míralo

-¡voltea a verlo…ahora!

Obedeció temblando de miedo, su ojos derecho era el único que miro el miembro.

-No te hagas la tonta y míralo bien…- la niña abrió sus ojos y miro mi enorme pene que estaba erecto apuntando su tembloroso rostro- ¿te gusta? ¿Cierto?

-¡No, no me gusta!- empuje el arma a su cabeza, ella se asusto y miro hacia a mi, le indique con el rostro cual era la respuesta que esperaba-…si...si me gusta…- entendiendo cual era mi respuesta

-¡Di que te encanta!-

-Me….encanta….

-Entonces…¡bésalo!- su rostro se espanto y comenzó a temblar- ¿Qué esperas?

Temblando, dio su mirada al pene, ella estaba muy asustada, cerró los ojos y coloco sus tibios labios sobre la punta de mi pene. Podía sentir como me dio el pequeño beso con sus labios, ¡era maravilloso!. Espere un poco ella se separo de mi pene, estaba avergonzada por lo que hizo.

-¡Besa mis testículos!- me ordeno y ella ponía un rostro confuso sin saber lo que yo hablaba- ¡mis bolas!...las que están debajo de mi pene, niña.

La ubiqué mientras ella bajaba la mirada para ver mis testículos. Me di cuenta que Sakura no conoce los genitales masculinos, pero eso me enternecía. Mire que dudaba cuando solo sentía el aliento en mis genitales y nada de besos. Mi pene estaba ubicado sobre su cabello castaño, y podía sentir su suave cabello acariciándolo con las puntas de su cabello. La forcé para que se apresurara a besarlos, usando la pistola de juguete sobre su cabecita. A tal reacción me dio un pequeño beso que parecía expresando su cariño a mis genitales.

-¡Muuuuuuy bieeeeeen!- me emocioné de mas, mí rostro se ruborizaba y ponía una sonrisa de placer, hasta tenia ganas de mover el pie y pisar el suelo de felicidad.

Nuevamente la niña se alejo de mis genitales, aun arrodillada tocaba sus labios con sus dedos de la mano derecha. Estaba listo para lo siguiente y empecé a ordenarle.

-¡Ahora quiero…que abres bien tu boquita y metas mi pene en tu boca!

-¿Qué?...- se sorprendió por la orden- ¡pero es muy grande…y…!

-¡Se que es grande…y que te encanta…por eso quiero que lo chupes!- la apresuré para no escuchar sus quejas- ¡Anda…rápido!...¿quieres que te vuele los sesos?

-¡Pues máteme!...¡No lo haré!- me grito, pareciera que eso era lo que ella quería después de a verla violado y amenazarla de muerte para hacer un sexo oral.

-¡Esta bien!- rápidamente se me ocurrió una idea- ¿Qué reacción tendrá tu familia a ver tu cadáver?- su reacción era la esperada, y poco a poco levantaba su mirada llena de asombro mirando la mía que era de maldad- ¿quieres verlos, no?...así que obedéceme y mételo en tu boca…y cuidadito de no morderlo.

Acepto con la mirada y miro mi pene, el miedo de no ver a su familia la motivaba hacer lo que yo quería. Aun así, apuntaba con mi arma de plástico fingiendo que le daría un gran tiro. Ella sujeto el tronco del pene con sus delicadas manos y lo apunto a su boca

-Si…¡muy bien!- la felicite cuando su boca formo un circulo con los labios y metió la punta de mi pene –ooohhhh….oooohhh siiii!...exclame al sentir su pequeña lengua que tocaba la punta de mi erecto genital.

Mire su rostro y su boca solo tenia el glande entero adentro. Sollozaba y su rostro parecía sentir asco de mi pene. No me moleste, pero vi como sujetaba mi pene con sus manitas y no perdí la oportunidad de dar la siguiente orden.

-Con tu mano derecha…quiero que la deslice con delicadeza sobre el tronco de mi pene…y sin retirar mí pene de tu boca

Ella lo hizo, separo la mano izquierda para dejar que la mano con sus dedos acariciará mi tronco por completo. Me excite bastante, vi su mano izquierda libre y di la siguiente orden

-Sin dejar lo que estas haciendo…quiero que tu mano izquierda acaricie con suavidad mis testículos

Escuchando la orden, la palma de su pequeña mano acaricio con delicadeza mis testículos. Sentí como su boca trataba de rechazar mi pene, era normal, ella no se acostumbraba de tener algo tan grande en su boca. Mi mano derecha sostenía el arma y después, la pase sobre mi mano izquierda, apunte justo en sus hombro. Con mi mano derecha sostenía su cabello castaña estirándolo un poco y la jale provocándola que metiera mas adentro mi pene en su boca. Su mano derecha se detuvo.

-¡Hey! ¿Quién te dijo que te detuvieras?...¡sigue con el masaje!- ella obedeció usando sus manos para masajear mis genitales.

Me fascinaba la felación, Sakura lo hacia muy bien para ser su primera vez. Ella estaba con dificultades de respirar e intentaba exhalar con la boca.

-¡Oye no respires con la boca…hazlo mejor con la nariz!- respiro sin importar que olía mi sudor que estaba cubriendo mi piel- bien…tu lengua no esta haciendo nada...¡Quiero que la muevas y lames la punta!.

Obedeció sin ninguna queja, su lengua masajeaba la punta y daba pequeñas succiones. Ella tenía los ojos entrecerrados y soltaba algunas lágrimas. No pude aguantar en eyacular y lo hice. Sakura dio un tremendo susto y se alejo de mis genitales. Su boca soltaba semen que escupía mientras tosía, yo me reí de felicidad marcando una sonrisa con mis labios.

-¿Qué te pareció la leche?...

La niña no me respondía. Aun se limpiaba su rostro de la sustancia viscosa que salía de su boca. Escupió por un rato y me acerqué a ella. Sintió mi presencia cuando me acerque y antes de que me mirara, use mi mano derecha para empujarla y tirarla al suelo. Me miro con mucho miedo y tartamudeaba muy bajo que casi ni oía lo que me estaba diciendo.

-¿Qué…me va…hacer?- lo único que alcance a escuchar con claridad.

Lance con cuidado el arma al sofá y me lance sobre Sakura como si fuera un león sobre una presa indefensa, bueno…ya era una presa indefensa. Luche contra ella cuando trataba de alejarse de mi, pero yo tenia las de ganar. Levante sus piernas y mira sus genitales.

-¡Alto…no lo haga!- me suplicaba, eso me agradaba de ella.

-¡Oh mira…tu si te excitaste!- le dije mientras observa como su vagina estaba bien lubricada y como sus labios vaginales mayoras se separaban y los menores se expandían

-No…¡Cállese! -sollozaba y luchaba para soltarse- ¡Eso es mentira!

-¿Cómo que mentira?- le dije con lujuria- ¡Mira…tu clítoris aumento de tamaño!- señale con la mirada con acierto.

-¡Noooo!- se rehusaba aceptar mis palabras.

-Bien…ya empieza lo bueno…- dije mientras separaba sus piernas y coloque mi pene en su vagina abierta- ¡obedéceme…y te dejare ir!

-¡Nooooooooo!- su grito se estremecía, ero después se controlo así misma y dejo que yo la penetrara.

-¡Buena niña!- la felicité con una sonrisa con mis dientes, cuando se relajo y comprendió la situación- ¡solo relájate y déjate llevar!

La punta de mi pene se asustaba ala perfección en su vagina y después lo metí de un empujón. La niña se exalto mostrando su rostro de asombro como si fuera la primera vez. El tiempo se detuvo, mi mente queda en blanco, los segundos parecían horas cuando una pequeña voz me decía: "!ya es tuya!"

Continuara