Cazador cazado segunda parte
La pesadilla continua
Desperté en la tienda desnuda bajo una manta, intenté incorporarme pero estaba demásiado dolorida aparté la manta y vi la gran cantidad de sangre que había en mis muslos y comencé a llorar desconsoladamente aquello tenía que ser una pesadilla, escuché sus pisadas fuera de la tienda y me hice la dormida. Entró y se acercó a mi, contuve el aliento presa del pánico pensando si había algo que pudiera hacer para salir de allí, me cubrío los ojos con algún trozo de tela y me quitó la manta, rápidamente intenté cubrirme pero la arrebató de mis manos, abrió mis piernas ” no por favor ” empecé a sollozar Shhh... susurró mientras pasaba algo húmedo y tibio por mi entrepierna, por mis muslos... me estaba limpiando? Simplemente no lo entendía, acercó agua a mi boca y bebí con mucha sed luego me alimentó y me volvió a cubrir pero no retiró la tela que cubría mis ojos, en lo que escuché que se marchaba intenté desesperadamente quitarme aquella cosa aunque con las manos atadas era bastante dificíl Nej! (No) escuché que gritaba y mi cuerpo se volvió de piedra, se acercó a mi y sujetó mis manos NO Susurró en mi oído y me tumbó boca arriba sujetando mis manos por encima de mi cabeza, pegando su cara a la mía me dió un suave beso en los labios, esta siuación era bastante extraña primero me viola salvajemente y luego es cariñoso conmigo?. Siguió besando mi rostro mientras repetía Söt, Söt, besaba mi cuello y bajaba hacia mis pechos succionó uno de mis pezones y un escalofrío recorrió mi cuerpo estaba petrificada y no entendía aquella sensación, se dirigió a mi otro pecho y repetió la operación sin soltar mis manos. Se levantó y desató mis manos, una sensación de alivio me invadió pensando que me dejaría ir pero dios como me estaba equivocando, me giró y ató mis manos a mi espalda nuevamente y me devolvió a mi posición original boca arriba pero esta vez mis manos estaban debajo de mi propio peso. No , te lo suplico déjame ir no le contaré a nadie, ni siquiera te he visto la cara, supliqué pero fué en vano, se colocó sobre mi y masajeaba mis pechos con algo tibio y rebaloso, empezó a besar mi abdomen hasta mi pubis donde plantó un beso que me estremeció, y siguió bajando hasta mi clítoris al sentir su lengua di un respingo y el rió estaba asustada y seguía adolorída por la pasada violación sin embargo ya sabía que no podría evitarlo así que me resigne e intenté evadirme pensando en casa, en que esta pesadilla terminaría y podría volver aunque el fondo sabía que eso no iba a pasar. Su hábil lengua me sacó pronto de mis pensamientos y comencé a sentir una especie de cosquillas muy intensas en mi entrepierna y un calor creciente, con sus dedos acariciaba mi clítoris haciendo círculos y apenas entonces pude sentir mi propia humedad mojando sus manos..como podría mi cuerpo responder así después de lo que me había hecho? Introdujo uno de sus dedos y no pude reprimir un gemido, me sentía miserable y sucia por disfrutar de aquello, sentí su miebro duro contra mi vagina húmeda y de nuevo el miedo me invadió, entró lentamente solo el glande y empezó a aumentar la velocidad sin entrar más, aquello envíaba sensaciones mixtas a mi cerebro por una lado se sentía muy bien pero por otro estaba siendo abusada por un desconocido al que ni siquiera había visto, entonces entró de golpe haciéndome gritar, aún me dolía y se quedó quieto unos instantes para luego comenzar un lento vaivén, salió casi por completo dejando solo la punta de su miembro dentro de mi y bombeando rápido para introducirlo profundamente cuando menos lo esperaba y en cada embestida que me llenaba por completo me arrancaba un grito que ya no tenía la certeza si era por dolor o por placer, la línea entre ambos parecía esfumarse cada vez más, sin embargo mi mente se negaba a dejarse llevar y no podía consentirme disfrutar aquello...por muy bien que se sientiera. Subió mis piernas a sus hombros y sujetando mis caderas empezó a embestirme con fuerza llenandome hasta lo más profundo, mordía mi labio para ahogar mis quejidos me negaba a darle el gusto de verme disfrutar aquella vejación, masajeaba mis pechos y pretaba mis pezones mientras gemía y gruñia y empecé a preguntarme como era su rostro cuando se corrió ruidosamente dentro de mi, se quedó tumbado sobre mi y noté que parecía ser muy grande, me quedé dormida agostada por esa mezcla de emociones.
Me desperté muy temprano, aún no despuntaba el alba y al girarme lo sentí a mi lado, me había desatado las manos así que intenté quitarme la venda pero de inmediato senti su mano sujetando la mia, No dijo y empujó mi cabeza suavemente para hacerme recostar de nuevo, sentí como se levantaba y ataba mis pies, cuando escuché que salía de la carpa me quité la venda y miré a mi alrededor, mantas, almohadas ...cuanto llevaba viviendo alli? Comer , dijo desde afuera y delizó un plato de avena caliente dentro de la tienda tan rápidamente que casi no tuve tiempo de ver su mano. Comí con desespero estaba hambrienta y me sentía débil, como mi captor no volvía pensé que quizá podía huir de allí, intente salir aunque con la gruesa cuerda que ataba mis pies era muy difícil pero me escurrí a rastras de la tienda así desnuda como un animal, no había señales de aquel hombre por ningún lado y comencé a alejarme era ahora o nunca. Habría avanzado unos metros cuando sentí un fuerte tirón que me hizó irme de bruces contra la tierra No! Y seguido de su grito cubrió mi cabeza con una manta, no podía respirar y comenzaba a ahogarme cuando sentí que me introdujo en la tienda nuevamente. Me arrodilló y luego senti como tiraba de mi dejandome tumbada sobre algo que supuse que eran sus piernas, colocó una almohada bajo mi vientre para levantar mi trasero.
Estaba muy asustada el estaba enojado por mi fallido intento de huir No, mal ,mal dijo y me dió una fuerte palmada en el trasero dolorosa en extremo, siguió otra y otra sin dejar de repetir aquellas palabras mientras yo contenía las lágrimas, la piel me escocía mucho y el no paraba su castigo. Sentí que derramaba algo caliente en mis glúteos y el dolor me hizo removerme, me besó la espalda ”Jag är ledsen” (lo siento) decía Tú mal, muy mal insistía en explicar, no sabía que podía hablar español. Empezó un lento masaje en mis glúteos bajando su mano en casiones hasta mi sexo, tocando delicadamente mi clítoris, y los escalofrío comenzaron de nuevo Tú bien, yo bien susurró en mi oído erizando mi piel su voz era grave y escucharlo intentar comunicarse conmigo y sonar como el bárbaro que era no se porqué pero me gustaba. Siguió masajeando mi trasero y mi clítoris, introdujo un dedo y lo movía en círculos al mismo tiempo que acariciaba mi clítoris. Salió de debajo de mi y me ayudó a incorporarme quedando con el torso pegado al suelo y mi trasero levantado, me dió un azote suave se inclinó y pasó su lengua a todo lo largo de mi sexo haciendome estremecer. Sentí pronto su erección contra mi piel rozando mi humedad pero esta vez fué más arriba hasta la entrada de mi ano No! Grité mientras intentaba salir de sus manos pero me sujetó muy fuerte Tú bien, yo bien repitió tranquilo, snälla (por favor) Du kommer att tycka om det, jag lovar (te gustará, lo prometo) decía intentando torpemente calmarme, acariciaba mi cabello. No tenía opción si me resistía acabaría peor, intenté relajarme pero era imposible. Coloco esa sustancia en la entrada de mi ano y lo masajeó suavemente, puso la punta de su glande y comenzó a empujar suavemente, aquello era horriblemente doloroso y humillante algo en mi cabeza no paraba de gritarme que estaba muy muy mal. Después de batallar un rato la punta entró haciendome dar un quejido de dolor, el acariciaba mi clítoris intentando aminorar el dolor, siguió moviendose suavemente y entrando lentamente. Mi rostro estaba bañado por las lágrimas él me estaba arrebatando lo último íntimo que me quedaba, siguió penetrandome y el dolor quemaba mis entrañas, finalmente estuvo por completo dentro de mi y se quedó inmóvil metió un dedo en mi vagina y comenzó a moverlo hábilmente tocando un punto en mi interior que enviaba intensas oleadas de placer. Sólo entonces comenzó a moverse de nuevo lentamente para que me adaptara a tenerlo dentro, era doloroso pero el placer en mi vagina me confundía y todo se volvió lo mismo, el dolor comenzó a desaparecer y dió paso a un placer intenso y sentirlo dentro de mi doblemente me estremecía aquello era enfermizo y estaba mal pero tal vez era eso precisamente lo que me excitó tanto y terminé por abandonarme a las sensaciones y dejar que mi cuerpo disfrutara. Aumentó el ritmo y bombeaba más rápido en mi ano, introdujo otro dedo en mi vagina y ya no pude evitarlo y empecé a gemir ebria de placer, lo escuchaba a el gimiendo y soltando palabras en su idioma, orgulloso de hacerme disfrutar. Sus embestidas se hicieron más rápidas y más fuertes pero ya no había dolor solo placer cuando mi cuerpo sentía a punto de estallar salió de mi dejandome confundida y frustrada, se puso delante de mí, escuché como se masturbaba hasta que bañó mi cara con un diluvio de semen caliente, me limpió la cara me dijo que durmiera y salió de la tienda.