Cazador cazado primera parte
Un verano en los bosques Nórdicos se sale de control cuando alquien encuentra más de lo que buscaba
Era la tercera vez que viajaba a Suecia, me había enamorado perdidamente de ella desde la primera vez. Tierra de leyendas de sangrientos y poderosos dioses, imponentes bosques y el mejor vodka. Ya me conocía Estocolmo como la palma de mi mano, este verano quería explorar los bosques que me atraían con un misticismo magnético así que me dirigí a una región remota rumbo a los bosques de la reserva natural Muddus, con poco más que mi mochila y mi cámara en mano. La sensación de paz y de emoción que me invadió al llegar a lugar era indescriptible, pasé buena parte de la mañana recorriendo el lugar y haciendo muchas fotos pero quería más así que decidí aventurarme más allá del sendero señalado y perderme en el corazón del bosque con la esperanza de encontrar algo de la fauna local. Cerca del anochecer empecé a buscar un lugar para instalarme, después de hacer una fogata me metí en mi saco de dormir y caí en un profundo sueño, era de madrugada cuando me desperté un poco para acomodarme y vi la silueta de un hombre de pie frente a la fogata mirandome a la distancia, me incorporé de inmediato y busque desesperadamente la linterna pero al alumbrar en aquella dirección no había nadie allí, tal vez lo imaginé o fué solo parte de un sueño asi que volví a dormir. Por la mañana después de apagar el fuego y recoger mis cosas me puse en marcha, al cabo de un rato encontré algo muy curioso entre los árboles, muy bien camuflado había una especie de refugio, de cazadores supuse aunque tenía entenido que estaba prohíbido cazar allí. A medida que avanzaba el día empecé a tener la sensación incómoda de ser observada y por mi mente empezarona correr todas las leyendas y mitos acerca de las terribles criaturas que habitan esos bosques pero vamos que a mis 18 ya no estoy para creer en estas cosas. Me detuve a comer algo y esta vez pude escuchar el sonido ahogado de las pisadas en el suelo del bosque, me estaban siguiendo sin duda, me levante y comencé a caminar rápido sin saber muy bien a dónde ir, a mi alrededor no había más que el espeso bosque de pinos. Me giré nerviosa y pude ver la silueta escondiendose entre los arboles, corrí hasta sentir que mis piernas me quemaban y el corazón latía en mi garganta, me detuve agotada detrás de un arból y con mucho cuidado miré si aún me seguía pero no había nada detrás. De pronto una mano muy fuerte me sujetó por detrás presionando mi cuerpo contra el tronco, me resistí pero era muy fuerte y entonces sentí un dolor agudo en el cuello y lo último que recuerdo es la jeringa saliendo de mi luego todo se oscureció.
Abrí los ojos un poco, los párpados me pesaban y mi visión era borrosa, era llevada en hombros lo que fuera que me había capturado me llevaba sin ningún esfuerzo por los intrincados caminos cada vez más lejos, no aguanté mucho en aquella posición y desfallecí de nuevo. No sé cuanto tiempo había pasado cuando reaccioné, estaba sobre la tierra húmeda miré a mi alrededor aún mareada sin duda alguna estábamos muy dentro de la reserva. Había una gran piedra plana, más parecida a un altar y el miedo me invadió ...iban a sacrificarme a algún dios Nórdico sediento de sangre? Intenté levantarme pero mis piernas flaquearon, comencé a arrastrarme por la tierra intentando alejarme de allí pero fuí derribada por un gran peso, estaba sobre mi espalda aplastandome contra la tierra, grité hasta casí desgarrar mi garganta pero nuevamente puso aquella jeringa en mi cuello y perdí la batalla. Esta vez supongo que me dió una dosis menor pues aún estaba consciente aunque mi cuerpo no respondía y mi visión se nublaba. Me colocó sobre la gran roca, tomó mis manos y las juntó en mi espalda atándolas tan fuerte que me dolía un horror. Miré hacia un lado y note una carpa muy bien escondida entre el follaje debía ser uno de los cazadores furtivos, abrí la boca para intentar razonar pero mi lengua parecia de trapo y no podía artícular más que monosílabos ininteligibles. Su puso detrás de mi y puso en mi mejilla un enorme y afilado cuchillo de caza, abrí mucho los ojos intenté gritar, moverme pero mi cuerpo no cooperaba, sentí como cortaba mi camiseta y mi sujetador de un tajo retirandolós y dejando mi piel con el contacto frío de la piedra. Retiró mis botas y mis calcetines lentamente, las lágrimas comenzaban a rodar por mis mejillas, presa de la impotencia empecé a gritar y maldecir otra vez aunque solo saliera de mi boca un murmullo sin sentido. Abrió mis vaqueros y los deslizó hábilmente por mis piernas, se situó detrás de mi y se acercó a mi espalda pude sentir su aliento caliente aspirando mi pelo, mi cuello, el corazón me zumbaba en los oídos y el terror me deshacía por dentro. Sentí sus manos ásperas bajando por mi espalda hasta mi trasero y apretando fuerte, volvío a subí esta vez metiendo sus manos debajo de mi hasta llegar a mis pechos sin despegar su nariz de mi cuello, tocó mis pezones duros por el frío de la piedra y sentí su sonrisa contra mi piel. Masajeaba mis pezones lentamente mientras con su nariz acariciaba mi cuello, mi nuca y mordía mis hombros, estaba aterrada y me sentía humillada. Entonces retiró una de sus manos y escuché el sonido de su cinturón, con sus piernas separó las mías y dirigió su miembro entre mis glúteos presionando su erección contra mí, comencé a moverme a intentar librarme de él intentando gritar. Dejó entonces mis pechos y apretó fuerte mi trasero con sus enormes manos " skrika allt du vill ha" (grita todo lo que quieras) susurró haciendo flotar mi cabello " ingen kommer att höra dig" (nadie va a oírte).
Siguió friccionando su miembro contra mí y poco a poco empezó a introducir la punta de su glande, gritaba ahogada en llanto aquel dolor me partía en dos era mi primera vez y estaba siendo violada por un demente en un país extranjero nada más lejos de lo que siempre había imaginado. Empujó lento pero firme abriendo mi carne más y más hasta que estuvo hasta la mitad dentro de mi, yo sollozaba pesadamente escuchando sus suspiros me pegó un fuerte cachete en el trasero que me hizo escocer la piel y empezó a besar mi espalda, su barba rozaba mi piel enviando extrañas sensaciones y de pronto me embistió rompiendo todo rastro de mi virginidad, un dolor indescriptible recorrió mi cuerpo haciendo temblar mis piernas, grité hasta quedarme sin voz mientras el aumentaba el ritmo de sus embestidas y lo hacía cada vez más fuerte guñendo y gritando palabras que no alcancé a entender. Sujetó mis manos como si fuesen las bridas de un caballo y me embestía sin cesar haciendo resonar el choque de su cuerpo contra el mío en el silencio del bosque, acariciaba mi trasero y me daba palmadas que me dejaban la piel caliente y dolorida, mis piernas temblaban sentía que iba a morir cuando sentí que se retiraba de mi lentamente hasta detenerse en la entrada de mi vagina, me azotó el trasero con su miembro se inclinó y lamió el sudor frío que cubría mi espalda "Söt" (dulce) dijo y se introdujo lentamente en mi hasta lo más profundo, sujetó mi cabello con fuerza y sin salir un centímetro de mi comenzo a bombear como si quisiera partirme en dos hasta que con un gruñido me inundó de un líquido caliente y se tumbó sobre mi espalda respirando pesadamente,finalmente no pude más y perdí la consciencia una vez más.