Cavé un pozo y caí. El pozo tiene tu nombre. 6

¿Que tan bueno es amarnos así?

Al otro día fingimos que nada había pasado. No nos gustaba estar distanciadas, no podíamos soportarlo, fuimos a besarnos como todos los días, nos tomamos de la mano, nos escribimos cartelitos o  diréctamente en el cuerpo.

Yo escribi en su mano:

"Hoy es viernes 20 de abril de 2012, mañana cumplis un mes conmigo"

-Es cierto! No me había dado cuenta! - Dijo cuando lo leyó.

Tal vez si no hubiera pasado lo que pasó ayer le hubiera dicho que nos viéramos, que hiciéramos algo como "novias", pero quise rescatar un poco de mi dignidad y no lo hice. Si estábamos muy emocionadas con cumpir un mes, para ella era raro ya que nunca había durado tanto con nadie y para mi era hermoso, porque en este mes habíamos vivido muchas cosas lindas que aumentaban todos los días o por lo menos eran muy constantes. A pesar de los altibajos, ella me demostraba un amor que no había visto demostrar a nadie más y eso para mi era suficiente. Un poco iluso de mi parte, pero espero que lo sepan entender.

Luego de la tarea, de las escrituras que nos hacíamos y de las conversaciones habituales entre nosotras, me contó que el lunes empezaba un tratamiento contra la anorexia que consistía en comer en un centro de rehabilitación para enfermos con trastornos alimenticios, contaba con psicólogos, nutricionistas, psiquiatras, gimnastas y todo un equipo especialmente preparado para esta clase de situaciones, estaba muy entusiasmada y nerviosa, me contó que obligaban a comer, pero que también si alguien quería comer cierta cosa específica, la hacían, que tenían talleres de manualidades y de gimnasia. Le entristecía la idea de dejar de comer en su hogar, pero la alegraba saber que era un tratamiento para curar su enfermedad.

El centro de rehabilitación quedaba a una cuadra de la escuela. Era uno de los mejores de la provincia. Tenía miedo porque era algo extremamente nuevo para ella, pero estaba confiada en que todo iba a salir bien.

El día terminó. Cuando caminabamos hacia nuestros respectivos lugares para irnos, ella me dijo que mas me valía que no me olvidara que cumplíamos mes al otro día, que le comprara algo, que me quería y no se que otras cosas más, no mencionó nada de vernos, pero yo seguía valorando como me mostraba afecto, aún siendo una piedrita hermosa. (Que linda forma de decirle, lástima que se me ocurrió tarde).

A las 12 recibí un mensaje:

"Un mes aguantándote, el lunes quiero un premio, conectate, quiero que hablemos, te quiero hasta Rusia 24 veces caminando despacio, no se si me entendes. Agus, tu novia. La mejor de todas, bah, soy la única".

Era tan especial cuando ella quería. Le respondí  algo tiernito que era más o menos  parecido a lo que ella me había puesto pero por mensaje de texto, no pude conectarme porque me quedé dormida y encima después tuve problemas con la conexión, recién pude meterme a facebook en la tarde del día 21.

Me conecté y busqué en mi chat a ver si ella estaba conectada, estaba. Justo cuando ingresé a face vi en inicio que Roxana había subido un par de fotos que nos habíamos sacado la última vez que me busco de la escuela, en una estábamos abrazadas de una manera muy tierna, la había editado y realmente quedaba muy linda, la puse de perfil porque me encantó.

La puse una dedicatoria adorable: "Te amo amiga, gracias por tu incondicionalidad!" Ella comentó que me recontra amaba y que era su mejor amiga y no se que otra sarta de cosas tiernas pero que no pasaban para nada la línea de la amistad.

Le hablé a Agus.

Laura: Feliz meeeeeeeeees hermosa mía, te quiero! Recibí tu mensaje pero me costó bastante conectarme, recién lo logro. Te extraño y quiero! :):

Agus: Gracias, che. Igual yo.

Medio cortante la situación, pero no importa, rememos.

Laura: Como has estado? Como te has sentido? Nerviosa por el lunes? Feliz por lo de hoy?.

Agus: Bien, bien, algo, algo.

Laura: Okeeeeeeey, que pasa? estas enojada, cierto?

Agus: No, para  nada.

Laura: No, no te conozco.

Agus: No pasa nada.

Laura: Me lo jurás?

Agus: No quiero.

Laura: Que hice?

Agus: Vos fijate.

Laura: Yo me fijo, pero que hice?

Agus: Cumplis mes conmigo o con Roxana?

Laura: La odias ajajaja te quiero.

Agus: Si, quereme.

Laura: Que queres decir con eso?

Agus: Ay Laura, pensá lo que quieras.

Agustina se desconectó, que rabia. Le mande un sms (no estábamos en tiempos de whatsapp).

"No peleemos hoy, queres que vaya a verte? Te quiero."

Respuesta, a los 45 minutos:

Como quieras, estoy en mi casa. La casa de Roxana te queda más cerca de todas formas.

Respuesta, a los 3 minutos:

Sos la más tonta. Ya voy. Esperame con comida.

Respuesta, al minuto.

Ok.

Me arreglé lo mejor que pude, no soy de vestirme con cosas muy extravagantes o muy excesivamente muy femeninas, con brillitos y toda la cosa. Tampoco soy un hombrecito, tengo una femeneidad cuidada pero tiro hacia la comodidad. Una remera presentable, un jean apretado pero no en exceso y unas zapatillas converse pueden hacer mi felicidad.

Me tome los dos colectivos que separaban su casa de la mía, llegué en unos 40 minutos. Estaba solamente su mamá, Mica se había ido con su novio y Jose -su papá- no estaba-.

Salió a la puerta a recibirme, me miró con su típica carita de "te odio, pero te quiero, no se que hacer". Que era básicamente reir con los ojos pero estar con la boca seria y sobre todas las cosas, no mirarme bajo ningún aspecto porque sino el enojo se iba al diablo. Y ella no quería eso. Se quedó en el umbral, tapando con sus dos brazos la entrada.

-No me vas a dejar pasar? - Pregunté.

-No. Por tonta.- Dijo, estaba hermosa vestida. Parecía recién salida de bañar pero con el pelo casi seco. Tenía una remera apretada verde y un pantalón corto claro. Se veía muy sexy.

-Se puede saber que hice? - Alcancé a preguntar, pero no obtuve respuesta porque por atrás apareció su mamá, preguntando quien era.

-

Yo, Eugenia, su hija no quiere dejarme pasar.-Dije con voz de borreguito apenado.

-Agustina! - Dijo, corriéndola del medio - A veces parecés una niña chica. Pobre Laura, pasá, yo te dejo pasar.

-Mamá! - Gritó ella - Laura es mala conmigo, no tenía que pasar tan fácil.

-Peleas de niñas no, basta. -Dijo mientras se sentaba nuevamente a ver la televisón. - Pasá y ponete cómoda - supongo que lo decía porque me quedé parada hecha una estatua que no sabía que hacer.

-Vení a mi habitación - Murmuró Agustina.

-Gracias por interceder ante mi - dije, sonriéndole, a Eugenia, me daba mucha impresión, era una versión perfecta de Agustina, pero en adulto, nadie en la vida podría haber negado que eran madre e hija, aunque parecían hermanas, debo admitir que no estaba nada mal mi """suegra""".

Entramos, ella cerró la puerta con un pasador, me asustó un poco pero lo superé rápidamente.

La habitación era compartdida con Micaela, dormían en dos grandes camas, pero eran literas cruzadas, no se como se llaman pero puedo decir a modo de descripción  que una está de manera vertical y la otra de manera horizontal, una sobre la otra, arman como una especie de letra "L". Estan muy buenas. Ella dormía (y duerme) en la de arriba.

Las paredes estan pintadas de dos tipos de rosado, desde el final del sócalo hasta un metro de altura, de color rosa oscuro, la continuación es de rosa suave, hay un armario pintado de color blanco, un gran ventanal que da hacia su fondo, mesas de luz, dos escritorios, dos computadoras y televisor y un home theather. La puerta esta llena de posters, figuritas, escrituras de amigas de la infancia, fotos de sus sobrinas, recuerdos en si.

Se sentó en la cama de Micaela, miraba el piso, yo me quedé parada sin saber que hacer.

-Agustina, en serio, que te pasa?. - Dije, sonando lo más seria posible.

Dió un suspiro muy fuerte. Me invitó a sentarme a su lado. Lo hice. Comenzó a acariciarme mi mano.

-Es que...a ver, como decirlo, me molesté un poco porque justo cuando cumplis mes conmigo, pones una foto con Roxana, encima con dedicatoria y comentarios re tiernos y a mi nada, sin decir que primero pusiste la foto y después me hablaste. Puede que reaccioné demasiado mal, perdón de todas maneras. - Dijo, me miraba directamente a los ojos aunque no hablaba con seguridad, dudaba en cada una de sus palabras, no quería mostrar debilidad y buscaba la manera de no quedar excesivamente demostrativa.

Suspiré yo también, en una puequeña parte ella tenía razón. No había hablado todavía con ella pero puse una foto que sabía que iba a molestarle y más en un día que podría decirse era "nuestro", la verdad es que no lo hice a propósito pero en parte debería haber aventurado la que se me venía si lo hacía.

Con esta pelea que me demostraba sus celos y con todo lo que habíamos estado viviendo desde que nos besamos, sentía que podía arreglar todo diciéndole algo que me veía pasando, algo que era verdad. Que cada día lo sentía más y que lo sentía solo por ella, por lo menos en mujeres. Tenía un poco de miedo, porque con ella nunca se sabe si es o no recíproco, pero quería decírselo a ella también. Si, se lo había dicho a Roxana también, pero con ella era mucho más distinto.

-Perdón, tenes razón, aunque no pensaba que iba a molestarte, me pone muy feliz que tengas celos, eso significa que me queres tanto como yo a vos, aunque creo que yo siento algo más también...

-Vos sabes que yo te quiero más. Y que, que es lo que sentís? Lo que ya le decis a ella incluso cuando apareció  haciendose tu mejor amiga mucho después que yo?

Okey, no iba a ser tan facil "arreglar todo" con eso. Aparte, eran celos de amistad o de noviazgo? Porque todo es tan confuso siempre?

-Mirá, te voy a ser sincera y no quiero que vuelva a suceder alguna pelea que tenga que ver con esto, pero yo con Roxana no me beso, no estoy de la mano, no soy su novia por así decirlo y tampoco tengo la proximidad y afinidad que tengo con vos, es una gran amiga de mi infancia que recuperé ahora, a la que si conocieras querrías tanto como yo...y por si no lo sabés, Roxana está de novia y perdidamente enamorada de Octavio, un ex compañero mio de primaria, por eso también nos hicimos más cercanas, no creas cosas que no son, por favor.- Intenté y quise llevar todo por el lado de los celos del noviazgo, creo que acerté en hacerlo. porque ella cayó en la cuenta de que realmente, mi amistad con Roxana no superaba las barreras como la nuestra y se quedó más tranquila. Lo noté. La conozco tan bien.

-Cuando pasó todo esto de mis celos, senti algo hacia vos más fuerte...sabes lo que es y me parece que es lo que me querías decir, me gustaría decirtelo mientras te abrazo, pero...

No la dejé terminar -cosa que debería haber hecho- porque me paré, rapidamente, la tome de las manos y la puse frente a mi.

-Creo que queremos decirnos lo mismo...-dije, con miedo y esperando que fuera así.

Me abrazó del cuello, como siempre. Yo por mi parte la tomé suavemente de la cintura. Estaba tranquila porque sabía que su madre no iba a poder entrar facilmente y pensar algo raro.

-Con todo esto, me di cuenta, de que...-se quedó callada un par interesante de segundos - No se como decirtelo porque se claramente que es más que en plan de amigas, pero yo...estoy confundida.

No era lo que esperaba realmente, asi que la solte un poco.

-Como que estas confundida? - Pregunté con sorpresa, soltándome completamente de sus brazos.

-Laura, nunca en la vida me he sentido atraída por una mujer, a mi me gustan los hombres, estoy casi segura de eso, estoy confundida en mis sentimientos porque esto empezó como un chiste pero claramente se está desviando a la realidad y no se si quiero que pase, pero hay algo que no puedo dejar de sentir...y es que yo...

-Yo que? Pregunté con impaciencia, me había sentado en la cama de Mica. Estaba enojada por el "Y no se si quiero que pase".

Ella se arrodilló ante mi.

-No quiero jugar con tus sentimientos, ni que nos confundamos más, ni que esto termine mal, no quiero que deje de ser el "chiste" que ideamos al principio, porque soy conciente de mi atracción y tu atracción por los hombres está latente y podemos lastimarnos -Como se nota que no estás en mi cabeza, Agustina- No quiero que deje de tener vigencia esa especie de pacto que hicimos al otro día de que nos besamos...-cada una de sus palabras eran fuertes de escuchar, dolían un poco. - Pero...pero la verdad es que yo te amo, Laura. -Dijo, mientras buscaba mis ojos con los suyos - Yo te amo demasiado, no se si en plan de amigas, de novias, de lo que sea, pero te amo. Te amo, te extraño, me encanta estar con vos y realmente no entiendo, no se que hacer.

La miré a los ojos, con su forma totalmente fría de ser, tenía que valorar el hecho de que me dijera eso. Aunque doliera un poco.

De todas maneras ese fue el primer momento  en el que tome conciencia de que todo no iba a terminar tan bien si me seguía involucrando tanto con ella, asÍ que decidí, mentalmente, que obviamente si, le demostraría mi cariño siempre, pero no tanto, sería menos afixiante con ella (En la escuela ya no nos soltábamos ni por pudor ante los profesores, nos íbamos los dos recreos a besarnos, sin contar que ya casi no nos hablábamos con nadie del curso). No se, pensé 1000 cosas a la vez. Pero solo dije -contradiciéndome, como siempre-:

-Yo también te amo, Agustina. Se que te amo más de lo que vos me amás a mi. - Dije, seriamente, no era como en esas discuciones tontas que uno hace con sus parejas, era una realidad. Yo la amaba y la amaba más. - Y si, todo esto es muy confuso, pero se que te amo  y que voy a esperar tu desición, sea cual sea. Si en el día de mañana terminamos casándonos o un poco más separadas que ahora o incluso separadas totalmente de esta extraña relación que tenemos, sería feliz, solamente con la condición de tenerte todavía en mi vida. Porque a mi la que me importa sos vos. Aunque yo esté un poco más "abierta" con mis gustos, por así decirlo, yo voy a esperar y respetar siempre lo que vos decidas. Te amo, hermosa. - Dije mientras acercaba mi boca a la suya.

Nos besamos suavemente. Luego se fue incrementando, la subí para que se sentara en la cama al lado mio. Se estaba contradiciendo un poco, tal vez no pensaba en lo que hacía, pero la cuestión era que estábamos besándonos apasionadamente, metí mi lengua en su boca casu desesperadamente y ella correspondió totalmente, era la situación más exitante que habíamos tenido desde que empezamos. En un momento ella me fue tirando hacia atrás, estábamos cayendo en la cama de su hermana, quedé yo abajo y ella sobre mi, acariciaba lentamente su espalda, nuestra respiración comenzó a hacerse más fuerte, intenté meter mi mano por debajo de su remera...y de repente sentimos, desde la cocina:

-Agustina! Laura! Estan amigadas nuevamente? Vengan, les preparé la merienda.

Agustina cayó en la realidad de lo que estaba pasando, no dijo nada, se arregló un poco el pelo y salió como si no hubieramos estado haciendo nada, yo salí detrás, intentando fingir lo mismo, creo que me salió.

Merendamos, hablamos con su mamá (a la que yo le caía y le caigo muy bien), vimos una película, conversamos de la vida, de fútbol, de política, de música, de la escuela, reímos. Como Agustina se había dado cuenta de que estábamos avanzando un poco más y tal vez eso la confundía aún más, no volvimos a la cama a besarnos.

Ya se estaba haciendo tarde, había vuelto su papá de trabajar, era un hombre mayor, de 70 años, bastante más viejo que su mamá, era un hombre serio, de pelo blanco y ojos profundamente grises, simpático -cuando quería-, pero con tendencia a ser reservado y estricto. Me ofreció llevarme a mi casa, como era tan tarde, acepté.

Cuando llegamos, su papá pidió por favor que Agus lo esperara unos segundos en mi casa, iba a aprovechar que estábamos cerca de la casa de un compañero de trabajo que se había llevado unos papeles importantes de él.

-No demoro más de cinco minutos - Dijo, mientras encendía el auto y se iba.

-Acá te espero Papu. - Respondió Agu, ella la niña mimada de su papá.La más chica de cinco hermanos, imagínense.

Nos quedamos solas, era bastante tenso, ya habia entrado la noche hacía rato. En mi casa parecía no haber nadie, luego recordé que era el cumpleaños de un tío, seguramente mi mamá -solo vivo con ella- estaba en la casa de él. Como casi toda mi familia vive cerca, no me preocupé, si no estaba al lado, estaba a la vuelta o a un par de cuadras, tampoco iba a buscarla, no tenía ganas de ver a mis familiares y que me preguntaran por Leonardo, al que a veces parecía que lo querían mas que a mi.

-¿Queres que pasemos? - Pregunté.

-No, no es necesario, mi papá no va a demorar ni cinco minutos, nos quedemos sentadas aquí - Dijo mientras señalaba mi juego de jardín.

Antes de sentarnos, nos abrazamos y nos dimos un fugaz, suave y dulce beso a modo de despedida , teníamos que tener cuidado de que nadie nos viera.

-La verdad que es todo muy confuso, no se que hacer...seguimos tan acarameladas o no? - Dijo Agustina.

-Que pase lo que tenga que pasar, lo que sintamos que tiene que pasar. No hay que forzar nada, ni bueno ni malo, aparte  ya vas a empezar tu tratamiento - dije, intentando fugarme de la conversación - tenés que enforcarte en eso exclusivamente. Si? Tenés que recuperarte.

-Es cierto, estoy un poco nerviosa. Sabes? Va a ser todo tan nuevo, desde tener un equipo de profesionales vigilándome hasta no comer en mi casa, todo por no poder dominar una dieta. - La última frase la dijo acompañada de un sentido dejo de tristeza.

No pude evitar tomarla de la mano.

-Todo va a estar bien, chiquita mía. - Dije, mientras con mi otra mano le acariciaba el rostro. Estábamos muy cerca, pero decidí alejarme, la solté. A los dos minutos, que pasamos en silencio, apareció el auto de su papá. Ella me dió un beso en la mejilla y corrió hacia él. Se fueron.

Esa tarde había sido hermosa, había sentido celos por mi, nos besamos de manera muy apasionada, me dijo que me amaba, no podía negar que dentro de todo había salido bien, pero ahora, por primera vez, tenía un mal presentimiento al respecto de nuestra relación.

HASTA AQUI LA PARTE 6, MUCHAS GRACIAS A LAS MÁS DE 1300 PESONAS QUE ESTÁN ENGANCHADAS A ESTA HISTORIA, QUE -LES RECUERDO- ME HA PASADO. UN ABRAZO GRANDE! Y HASTA EL NRO 7!

Laura :)