Cavé un pozo y caí. El pozo tiene tu nombre. 4

¡Espero que la disfruten! ¡Esto recién comienza!

Esperaba alguna duda o aunque sea que lo pensara un poco, pero no pasó (por suerte).

-Obviamente, aparte sos mi novia. No podría, ni querría probar con otra mujer que no seas vos.

Cuando ella terminó de decir esa frase sonó el timbre del último recreo, duraba tan solo cinco minutos y despues de que terminara entrábamos a la última media hora de clases.

Me quedé pensando en lo que dijo y vi que era una oportunidad que no podía desaprovechar.

-Te gustaría acompañarme al baño? - Pregunté, con una doble intencionalidad bastante notoria.

Ella sonrió, había entendido.

-Si...quiero. -Dijo, mientras se levantaba del banco, lentamente.

Empezó a caminar hacia el baño, yo iba detrás de ella, extrañamente no caminábamos de la mano. Comenzamos a andar más rápidamente y no cruzamos una mirada en todo el camino. La tensión se podía sentir incluso en los metros que nos separaban.

Estábamos nerviosas. No era tan fácil entrar de a dos al baño. Entre yo primero y cuando no había ninguna otra chica por ahí cerca...entro ella.

Al principio nos mirábamos y nos reíamos, nos tirábamos besos. Era como que una esperaba que la otra actuara. Y yo empecé...la abracé. Nuestros latidos se sentían más o menos a dos cuadras de distancia, ella se reía mucho y me contagiaba la risa, pero en un momento se separo un poco del abrazo, no al todo, solo lo suficiente como para quedarse frente a mi, entonces me miro de cerca, mis ojos y mis labios, se quedó seria pero no hacía ni decía nada, no sonreía. Yo me acerqué un poco más...ella también. Sonó el timbre.

Las dos reímos y obviamente caímos en la realidad de que lo que estábamos haciendo era más que un simple intento de "probar algo nuevo". Porque para eso hubiera servido cualquier chica y no, yo quería besarla a ella y ella quería besarme a mi. Volvimos al curso, ahora si abrazadas.

El día terminó, estábamos mucho más calmadas que antes, pero no era lo mismo, no estábamos tan desenvueltas. Habíamos tratado de besarnos, eso es avanzar un paso bastante importante. Todo pasaba demasiado rápido.

íbamos caminando de la mano pero sin hablarnos hasta llegar a su parada y mi calle. La despedida fue un abrazo corto, cada una se quería ir rápido. No fue fría, pero no fue igual de cálida que siempre.

Al otro día, Juan Cruz fue a buscarla en el primer recreo. Ella se fue. Yo me quedé con mis amigas, cuando volvía nunca me contaba que hacía con Juan Cruz, pero la verdad es que no volvía "feliz" o "entusiasmada", volvía como quien acaba de darle de comer a un perro, no se como explicarlo pero no volvía enamorada, parecía que no pasaba nada importante con él. Y en parte eso me gustaba muchísimo.

-Juan Cruz quiere venir a buscarme en el segundo recreo, pero yo no quiero...ayudame a escapar! - me dijo, mientras me daba la mano.

-Vamos al baño? - dije y sonreí, buscando su complicidad.

-Vamos.- Respondió, seriamente.

Nos pusimos visiblemente nerviosas, ella me soltó la mano y casi no me habló en todo el módulo de clases. Yo me quedé pensando en que nunca había engañado a mi novio...pero lo estaba por hacer y sinceramente no me sentía mal. Porque tenía más ganas de besarla que de cualquier otra cosa. Leonardo, pobre Leonardo. Es increíble como el sufrimiento que le provocamos a otra persona, de una manera u otra siempre vuelve a nosotros.

Sono el tiembre, nos mirámos, entre histéricas y a la vez, felices. Extraño, no?. Nos dimos la mano y fuimos rápidamente a un baño alejado de nuestro curso. Yo, como siempre, entré primera, ella entró detrás mío. Ahora estaba más nerviosa que antes y no me animaba ni a abrazarla, di 30 vueltas, reía, miraba mi celular, ella estaba más seria y expectante, quería que yo diera el primer paso y esta vez me estaba costando mucho, era nuestro primer beso. Dios! Si alguien me decía hace un mes que iba a estar en esta situación con Agustina yo me hubiera reído, ahora quería hasta llorar. Una mezcla de emociones increíble sentía en mi.

Juan Cruz llamaba a su celular y ella lo apagó. Se estaba poniendo idiota y yo lo sabía...la abracé, me acerqué...y no podía, la miraba, la deseaba, la quería y no podía besarla. No podía poner mis labios en los suyos. Había algo dentro de mí que no me dejaba hacerlo, no se si era el pensamiento de que la amistad iba a cambiar o la culpa por Leonardo o vaya a saber que pero yo no iba a besarla.

Y por lo visto ella tampoco a mi, ella quería que yo lo hiciera y yo por alguna razón no podía. Sonó el timbre para volver al curso, pasó el día, pasó media semana, y lo seguíamos intentando en cada segundo recreo, porque el primero era para Juan Cruz, ella le puso de excusa que todos los segundos recreos los dedicaba a ponerse al día con las materias, para no verlo tanto.

A todo esto, decidí tomarme un tiempo con Leo, el no se merecía eso, lo entendió y lo aceptó. Veníamos peleando demasiado y por cualquier cosa, quería un poco de distancia para aclarar mis pensamientos. Nuestra relación estaba terminada momentáneamente. Me sentía un poco más libre, no mejor, solo más libre.

Se nos había hecho costumbre ir al baño a tratar de besarnos pero a veces nos poníamos a hablar de otras cosas, era muy divertido en el fondo, algunos recreos nos la pasabamos abrazadas mirándonos de cerca, riendo con su nariz pegada en mi nariz, pero sin hacer más.

Faltaban 3 días para su cumpleaños y tome una desición. Después de una semana de intentos fallidos de besos, dije:

-Ya lo decidí, para tu cumpleaños va a pasar. Aunque sea un pico. Pero para tu cumpleaños lo voy a hacer yo, no vos. Yo.

Ella se rió de mi "desafío" pero lo aceptó, ya me había dicho que quería que fuera yo la que la besara, todavía no entiendo porque, pero quería que yo diera el primer paso.

De todas maneras, hasta el día anterior a su cumpleaños lo intentamos, aunque sabíamos que no iba a pasar...yo quería hacerlo la primera vez, quería tener la fortaleza y valentía de besarla y que después quien sabe como continuaba nuestra historia -como me hubiera gustado haberlo sabido-.

Esa noche me quedé despierta hasta que se hicieran las 12, le escribí todo un texto gigante y tierno que publque en facebook, junto con un collage de fotos nuestras, le hice cartelitos por la mañana en clase, la molesté todo el día con que ya cumplía 17 años  y estaba envejeciendo -y eso que soy 5 meses mas grande que ella-,  trate de no hacerla rabiar (algo muy dificil en mi). En el segundo recreo fuimos a nuestro rincón de los besos falidos pero tampoco pude, le prometí hacerlo en la tarde, en el bowling donde iba a festejar su cumpleaños.

Algo que me olvide de nombrar es que la hermana de Agustina, Micaela, es también de mi grupo de amigas de "la vida", es una persona increíble que más de una vez me ha demostrado su incondicionalidad.

Y otra de mi grupo de amigas que no ha sido compañera es Camila, ella fue compañera de primaria de Agus, por ella y Micaela la conocimos, hoy por hoy es uno de los pilares fundamentales de mi vida, conjuntamente con otras amigas más que ya he mencionado aquí.

Con ellas, además de Jane, Daniela y Guillermina -la cual nunca guardó rencor porque Agus se cambió de banco, es más, creo que hasta se sentía más comoda en soledad- fuimos al centro comercial donde está el bowling, para jugar.

Le habíamos preparado un regalo hermoso, dos perfumes de los que a ella le gustaban, esmalte para uñas y otras cosillas, entre dibujitos y tonterías, le encantaron.

Estaba tan nerviosa, que ni siquiera la miraba, sabía que iba a pasar, era ahora o nunca porque no lo iba a volver a intentar, tenía que ser hoy, el corazón me latía a 2000, él también sabía lo que se venía...por mi parte no sabía que hacer, no le prestaba atención, si ella se acercaba yo me alejaba, si ella me hablaba yo no le daba importancia, cuando propusieron jugar de a dos en el bowling yo elegí a Camila (me fulminó con la mirada, lo recuerdo bien). La cuestión es que yo no quería que nadie se diera cuenta de mis nervios y estos aumentaban cuando ella estaba cerca.

En un momento nos pusimos con Cristina a hablar de mujeres lindas de la escuela mientras  cada una  esperaba su turno para jugar, Agustina justo vino a sentarse al lado mío... y yo dije:

-Nuestra ex compañera, Maira, que linda que es Dios, yo si fuera gay -perdones, odio la palabra lesbiana y ya me acostumbre a decir gay, no es discriminación ni nada, tampoco uso la palabra extraterrestre porque no me gusta, en serio.- no sabes como le entro, me caso, le hago 24 hijos invisibles, no se, es perfecta.

(La verdad que si, es hermosa, pero es hueca totalmente hueca por dentro, nunca en la vida haría nisiquiera el intento de acercarme a ella  y además quiero aclarar que lo dije para ver si Agustina tenía celos o por lo menos sentía algo, para ver si realmente valían la pena mis nervios y todos los sentimientos cruzados que tenía)

Se produjo un silencio despues de esa frase, Cris miró a  Agustina creyendo que yo no había visto que se había sentado al lado mio, yo dirigi mi mirada hacia  ella, que dijo "Ah listo, que bien", se paró y se fue. Cristina medio que comprendió la situación y me retó:

-No se que te pasa hoy, pero andá por ella, imbecil.

Y corrí. Ella iba hecha una furia hacia el baño, la abracé por atras. Me clavó las uñas en el brazo hasta casi saltarme sangre, me obligaba a soltarla. Dios, es terrible cuando se enoja.

-Dejame, soltame ya, Dios, no quiero que me abraces. DEJAME! - Grito.

-Perdon, estoy muy nerviosa, en serio - dije mientras la soltaba y me ponía frente a ella, con mis ojos un poquito acuosos por las uñas de ella - no se que hacer, no quiero que nadie se de cuenta de nada pero estoy arruinando todo, mi amor yo te quiero a vos...-se me salíó del alma, no pude frenar esas malditas siete palabras.  Nunca en la vida le había dicho mi amor.

Ella me miró, de otra manera. Era amor, sabía que era amor. Sonrió, pero no aflojó tan facil, se mordió su labio inferior con fuerza.

-Te odio. Estoy muy celosa. Te odio enserio ¿Porque no te vas con Maira? En vez de venir a buscarme a mi. No te rías, salí. Encima en toda la tarde no me prestas atención, sos una imbécil. Andate - Dijo intentando no mirarme y seguir caminando. siempre hacía lo mismo, cuando se enojaba evitaba mirarme porque o se reía o se le pasaban los enojos. Lo mismo me pasaba a mi, perdíamos mucho la dignidad.

Sonreí aunque ella odiaba que hiciera eso cuando estaba enojada. Le di un abrazo; a ella le costó pero me abrazó dos segundos, después me solto. (Menos mal que no entraba nadie a ese baño porque quedaba bastante más lejos de lo que era el shoping en si) La tome de la mano y la lleve a uno de los cubículos, entramos rapidamente. La abracé dos segundos despues de cerrar la puerta...me acerqué lo más posible hacia su boca. Y ahí le susurré "Te quiero, en serio, te quiero". Después del segundo te quiero intenté mirarla fijamente a los ojos, como para reafirmar lo dicho anteriormente. Ella no me miraba, no decía nada. Parecía molesta por estar ahí.

-¿Queres que pase esto o no? - Pregunté, estaban aflojando mis fuerzas.

-No, ahora no. -Dijo, mirando el suelo.

-Agus, en serio, estoy tan nerviosa que no se que hacer realmente. Esto no es para nada fácil para mi, cualquiera podría darse cuenta lo que siento al acercarme a vos en este momento y tengo miedo. Pero si no queres, esta bien, no voy a obligarte a que pase. -La miré a los ojos con cara de pollito reventado por un tractor, no, mojado no, reventado, quería darle ternura, pena o algo así- Perdoname de todas formas si algo que hice te molestó.- Dije y empecé a abrir la puerta.-

Ella suspiró profunda y fuertemente, cuando ya estaba la mitad de mi cuerpo fuera del baño, agarró mi mano derecha y rápidamente me metió hacia adentro otra vez, cerró la puerta y se puso frente a esta, tenía que pasar sobre ella para salir. Yo estaba seria y estúpidamente un poco llorosa.

-Perdóname, en serio. - Dije mientras me perdía mirando otra cosa que no fuera ella, no quería ni rozar mi mirada con la suya.

No decía nada y más alterada me ponía, pero me agarró de las dos manos y me atrajo hacia ella, las dejó ubicadas en su cintura mientras ella lentamente  me abrazaba el cuello, me acercaba ella cada vez más a su boca, seguía seria, pero era una seriedad no de idiotez, sino hasta sexi, me encantaba. Se acercaba cada vez más...estábamos a menos de un milimetro. Podía sentir muy cerca su respiración. Yo tenía la mirada en el piso, ella me agarró de la barbilla y me puso frente a ella, miraba su boca, miraba sus ojos, una y otra vez, ella hacía lo mismo.

Comencé a recuperar mi valentía y sonreí. La abracé con más fuerza, para sentirla más cerca de mi . Ella murmuró algo como "Te quiero, estúpida" mientras me acariciaba la cabeza.

Tomé impulso y derribé la distancia que nos separaba, cuando mis labios estaban por tocar los suyos... mi celular sonó. No le dimos importancia. Su celular sonó y tampoco le dimos importancia. Sonaron ambos. Era alguien realmente insistente. Yo atendí el mío, tuvimos que separarnos. Nestras caras expresaban todo. Se las imaginarán, no?

"Si, estamos bien, en un rato más vamos". Le dije a Cristina, corté y apague el teléfono. Sabía que ella iba a entender.

Volvimos a ubicarnos exactamente igual que antes, pero ahora tomé envión rápidamente y lo hice, nada iba a frenarme ahora...

HASTA AQUI LLEGA LA PARTE CUATRO, ESPERO QUE HAYA SIDO DE SU GUSTO :) MUCHAS GRACIAS A PIENSODEMASIADO POR SU COMENTARIO! ME ENCANTO :D,

FALTA MUCHISIMO TODAVIA...LES SORPRENDERIA SABER CUANTO! UN ABRAZO Y NOS REENCONTRAMOS EN LA PARTE 5!

Recuerden, sus comentarios son muy bien recibidos y agradecidos :)