Casualidades del destino
Mi ex me habia hecho mucho daño y necesitaba empezar de cero...empezar una nueva vida..
Siempre había dado muchos tumbos por la vida y necesitaba un cambio radical en mi vida, cogí mis cosas, mi perrita lulú y cambiar totalmente de hábito de vivir, mi nombre es Ana y para mis 27 años me considero normalita, morena, 1,70, 75 kilos no un bombón pero si guapa. Me fui a un pueblecito a varios kilómetros de la ciudad para poder relajarme y empezar de cero. Había hablado con la casera y me había dicho que aceptaba animales lo cual fue un gran agrado ya que lo único que me quedaba en el recuerdo de mi ex de 10 años era mi perrita lulú. Me explico para que me podáis entender mi cambio de vida. Tenía una relación estable con mi ex novia Patricia de 10 años, estábamos pensando en comprarnos un piso, teníamos los papeles de boda preparados para presentarlo y me había regalado por los 9 años juntas a mi perrita lulú. Todo era perfecto hasta que cambio de trabajo a mi empresa y creía que las cosas nos iría mucho mejor…. pero me equivoqué. Empezó a distanciarse de mí, a llegar bastante tarde a casa, me decía que tenía trabajo pendiente y le preguntaba si le había hecho algo que la molestara y me decía que eran tonterías mías pero para llegar a olvidarse de nuestro décimo aniversario ya era que algo pasaba muy grave hasta que descubrí que mantenía dos relaciones a la vez y lo peor es que era una compañera mía y mi mundo se desmoronó. Lo peor de todo que las pillé y me dijo que no era lo que parecía, que la perdonara que no sabía lo que había hecho que me quería pero a mí eso no me bastaba. Así que aunque tenía que verla todos los días me quería alejar de la ciudad para no cruzarme con ella, mi trabajo no lo quería dejar porque me gustaba bastante ya que era secretaria de un buffet, lo único que me agradaba era que al no estar en mi misma sección solo la tendría que ver al entrar y salir lo cual tampoco me haría sufrir tanto.
El día que me fui del piso, hizo todo lo posible porque me quedara, pero me dolía tanto que todo fuera ahora y no antes cuando yo le preguntara que no podía mirarla con otra cara de recelo….
-Por favor Ana perdóname, dame otra oportunidad de verdad, me arrepiento mucho de lo sucedido, te quiero a ti y lo sabes por favor escúchame.
-Déjalo ya Patricia, me has hecho mucho daño y lo sabes, además ¿sabes lo que más me ha dolido? El silencio, las ausencias, el decirte yo que ocurría y tú como si nada así que lo siento pero esto no puede seguir...
-Se que te he hecho mucho daño y te pido perdón, no sé que me ha ocurrido, déjame demostrarte todo lo que te quiero, todo lo que significas para mí.
En ese momento reconozco que a pesar de todo lo que había visto 10 años no se podían olvidar tan fácilmente y estuve a punto de decirle de dejarlo pero pude armarme de valor y coger esa puerta dirección a mi nuevo hogar…mi nueva vida.
Al llegar al piso lo vi bastante perfecto, era un edificio de 3 plantas con lo cual no tendría muchos vecinos y no habrían tantas habladurías como puede haberlo en la ciudad. La casera ya me estaba esperando cuando llegue con el contrato con los últimos detalles y las llaves.
-Hola buenas tardes, me imagino que debe de ser usted Doña Susana la casera ¿verdad?-
-Si encantada, me imagino que usted debe de ser Doña Ana.
-Si bueno pero si no le importa el doña y el usted la verdad es que me hace mucho más mayor y la verdad que yo con mi edad estoy bastante contenta. Además espero acomodarme aquí por mucho tiempo.
-De acuerdo pues lo mismo te digo, como te comente los pagos vendré yo misma personalmente a recogerlo así que la confianza es importante. Bueno Ana según me dijiste estas ¿soltera y sin compromiso no?
-Si bueno acabo recientemente de dejar una relación de bastante tiempo y que yo creía que era importante pero en fin que le vamos hacer...
-Bueno el piso como lo ves, está completamente nuevo, recién lo compre hace cuestión de 2 o 3 años, pero lo mismo que te ha podido pasar a ti, pues me he dado cuenta que la relación no podía seguir, así que el piso me lo he quedado yo pagándolo pero como sola no puedo prefiero alquilarlo y yo he vuelto con mis padres...
-Vaya lo siento mucho Susana espero que no hayas tenido que sufrir aunque las mujeres estamos para eso¿¿ no??
-En fin, si tienes cualquier duda o algo me llamas que tienes mi teléfono y vengo para solucionarlo, espero que tu estancia sea agradable. Hasta luego
Cuando se fue ya pude pararme a observar el piso y era precioso la verdad, mi lulú empezó a corretear de un lado para otro y empecé a sonreír y me puse a desempaquetar cuando antes para poder acomodarme.
Los siguientes días fueron bastante tranquilos aunque tenía que soportar en los pasillos del buffet como Patricia se ponía con pena y mandándome notitas de que me quería y que la perdonara, pero eso no iba a resultar ni por mucho que intentaras todo tipo de herramientas…
-Hola Ana, que de tiempo sin hablar tu y yo no?? Hay que ver estando por los pasillos una no le da tiempo ni de saludar ni de charlar unos minutitos…
-Hola Alba, si es verdad que hace tiempo que no hablamos pero vamos que cuando tú quieras...
-Bueno pues haber si quedamos y me enseñas tu nuevo piso que se que te has mudado...
Yo que careceré de ingenio pero no de estúpida ya vi por donde iban los tiros así que si ella quería jugar yo también.
- Si cariño, yo te invito a mi casa pero si quieres llegar hasta mi casa vendada perfecto.
-¿Y eso por qué?
-Bueno Alba como tu comprenderá aquí hay muchas lobas suelta y la verdad es que estoy sola en casita y prefiero estar en el anonimato, así que dile a Patricia que la lleva clara si se cree que va a conseguir mi dirección tan fácil.
Iban pasando los días y las cosas al fin habían cambiado un poquito a mejor, Patricia de vez en cuando me buscaba y me decía que volviera pero mi negativa era rotunda.
Un día se acerco mientras estaba yo en el ordenador muy seria, casi me daba hasta miedo de su cara pero para esperarme lo que fuera de ella ya tenía yo mis dos buenos café tomado..
-Necesito hablar contigo Ana, creo que aunque suene a tontería yo también tendría derecho a ver a lulú porque te la regale con todo mi corazón y las dos empezamos a criarla…
Me quede un poco pensativa, nunca lo había pensado y era verdad, si ella quería ver a la perrita era libre porque aunque fue un regalo también la estuvo criando conmigo al principio, era la primera vez que me había quedado en shock.
-Bueno es verdad Patricia, cuando tú quieras me avisa y yo te la traigo una tarde y te la llevo a tu casa para que te quedes con ella unos días…
-Tampoco te pido eso, solo es de verla un ratito, tampoco quiero que te quedes sola, porque sé que te da mucha compañía, si pudieras invitarme a tu piso…
-Patricia sabe que eso no puede ser, lo siento pero me gustaría tener el anonimato de donde vivo la verdad, estoy muy tranquila y quiero seguir estándolo, espero que me comprendas...
-Te prometo que aunque me enseñes el piso no pienso ir a molestarte, haz lo que quieras véndame los ojos, después me llevas a casa porque para mí el piso sigue siendo nuestra casa, te echo de menos cada día, mi cama esta fría porque falta tu cuerpo, te quiero Ana, te necesito en mi vida y cada día me doy más cuenta...
Me quede otra vez pensando lo que hacer, por más que pudiera disimularlo seguía queriendo a Patricia, había sido muchos años juntas y aunque sabía que sería una locura decidí aceptar.
-Bueno Patricia de acuerdo, te llevare a mi piso pero si quieres ver a lulú la próxima vez será en tu casa…Además pienso vendarte los ojos no quiero que por ahora se sepa donde vivo.
El resto del día me puse a comerme la cabeza pensando si había decidido bien en decirle que viniera a mi piso, pero aunque no lo quería pensar tener a Patricia todos los días a mi lado y no poder besarla o abrazarla era bastante duro sobre todo porque era hermosa. A la salida del trabajo ya estaba en la puerta esperándome y Dios mío aunque sonara mal decirlo era como si un ángel se hubiera plantado en la puerta a esperarme...
-Estaba deseando que vinieras Ana, tengo ganas de ver a lulú.
-Yo también creo que lulú quiere verte, le noto la mirada un poco triste y de vez en cuando va hacia la puerta mirando.
Fuimos andando en silencio hasta el coche, se ponía andando al lado mía y no podía evitar lanzar tímidas miradas hacia ella y contemplar lo guapa que estaba, cuando llegamos al coche y entramos busque un pañuelo y fui a ponérselo.
-Lo siento pero te lo tengo que poner el pañuelo sonara un poco ridículo pero compréndeme ahora mismo no estoy segura si estoy haciendo bien esto.
-Tranquila no pasa nada, aunque te creas que no, te amo más que nada en la vida y cada día me doy cuenta y hare lo que sea por ti, además estoy contigo y después podré verte así que no hay problemas.
Dirección a mi piso, puse un poco de música para que el ambiente no estuviera tan tenso, la verdad que estando a lado de Patricia y conduciendo empecé a recordar cuando nos íbamos por ahí todo el día y algunas lágrimas sin querer se deslizaron por mis mejillas, menos mal que al ir vendada no se dio ni cuenta de nada. Cuando llegamos al piso lo deje lo más cerca posible para que no pudiera observar mucho porque sabía de sobra que ella con mirar algún letrero o algo me podría encontrar muy fácil.
-Bueno ya hemos llegado, te pido por favor que no mire mucho para los lados Patricia.
-Tranquila teniendo una hermosura como tú a mi lado no merece la pena mirar otra cosa.
Llegamos al piso y entramos, cuando lulú vio a Patricia se lanzó hacia ella ladrándole loca de contenta, la mirada de Patricia era de una alegría de cuando una madre veía a su hija y se fundían en un gran abrazo.
-Que alegre se ha puesto lulú, la echaba mucho de menos la verdad, no tanto como a ti y la verdad me ha encantado verla pero en realidad mi propósito era estar contigo a solas en tu casa, yo se que te he hecho daño pero me gustaría que me dejaras demostrarte que estoy arrepentida y que te quiero y que no puedo vivir sin ti.
-Me has hecho mucho daño y lo sabes, te preguntaba si pasaba algo y tu decías que no y ahora es muy fácil pedir perdón y oportunidades pero eso es algo que deberías de verlo pensando antes ¿no crees?
-Losé y estoy cansada de pedirte perdón, te quiero mucho cariño por favor déjame demostrártelo.
Estábamos en el sofá y empezó poco a poco a acercarse hacia mí, me rodeo la cintura y empezó a besarme el cuello algo que sabía que me excitaba que me hiciera, intente pararla pero la verdad es que me encantaba como me trataba y si algo me gustaba de cuando estaba con ella era que funcionábamos muy bien y el sexo en la cama. Yo que era bastante débil a sus caricias empecé a responderle la cogí en brazo y me la lleve hacia el cuarto, nos echamos en la cama y poco a poco la le fui quitando la ropa y a besarla con suavidad viendo como su cara empezaba a brillar mientras lo hacía. Su cuerpo se erizaba con cada caricia, se estremecía de la manera que la tocaba, iba bajando hacia abajo y mas empezaba a disfrutar y empecé a marchar mis braguitas y ese flujo lo sentía tan claro que más caliente me ponía. A la misma vez que la estaba deseando y estaba disfrutando con ella empezaron a deslizarse unas lagrimas ya que el dolor estaba hecho y porque nos acostáramos eso no iba a desaparecer… fue una tarde bastante placentera ante todo sobre todo porque la seguía amando pero las cosas no iban a ser así de fácil como ella quería…
-Cariño no sabes cuánto te he echado de menos, las noches que soñado con este momento…
-Patricia no te equivoques, no creas que es tan fácil perdonar las cosas, por un polvo que hayamos hecho no significa que la relación vuelva a su sitio de siempre. Necesito que las cosas se demuestren con el tiempo….
Sabía que el hecho de verme acostado con Patricia iba a dificultarme las cosas para poder olvidarme de ella ya que iba a seguir estando detrás de mí pero….¿sería capaz de ser tan fuerte como para caer en la tentación de nuevo?