Casualidades del destino 4
Debido al accidente las dos personas que me importaban estaban a mi lado desmostrando sus sentimientos,y tambien a la vez compartiendome a mi.pero tendría que decidir porque no queria seguir jugando la pregunta era ¿¿cual era el camino correcto???
De repente abrí los ojos nuevamente y allí estaba Patricia haciéndome compañía su mano agarrada a mí y apoyada la cabeza durmiendo, no sabía cuánto tiempo habría pasado pero no sé si habría sido un día o quizás semanas, Patricia se levanto de repente y me vio como parpadeaba con debilidad...
-¡¡Hola cariño!! ¿Cómo te encuentras? Ay vida mía que susto en el cuerpo llevo metido contigo,
-¿Llevo mucho tiempo dormida? No sé ahora mismo ni en qué día vivimos ni nada la verdad...
-Pues si cariño, llevas una semana entraste en coma de repente y tuvieron que intervenirte ha sido un milagro, he rezado lo que no hay en los escritos porque volvieras a mi lado.
-Ahora mismo estoy un poco mareada pero mejor, ¿y lulú?
-Tranquila la están cuidando muy bien, te echa de menos y está deseando verte así que tienes que mejorarte para volver pronto a casa y verla.
-¿Que está en tu casa? Tu sabes que no está acostumbrada a estar mucho tiempo sola, vete con ella si quieres yo ya estoy mejor...
-Mira voy a hablar contigo porque vas a saberlo así que yo misma te lo diré. Susana tiene a lulú, bueno no la estamos intercambiando, un día se queda ella aquí y yo con la perrita y a la inversa, de hecho no creo que tenga que tardar en venir. Pero si quieres que me quede yo le digo que se vaya y que vuelva mañana que yo estoy muy agusto aquí contigo.
-Te lo agradezco de corazón pero prefiero que descanses y ya viene otro día, no sé cómo voy a agradecértelo.
En ese momento apareció Susana y fue verme despierta y su cara se ilumino como cuando a un niño pequeño le das un helado que le gusta mucho...
-Hola Ana! Menos mal que bien que te encuentre despierta, estábamos deseando que te despertara de la siesta sí que ha sido larga, jaja
El gesto de Patricia empezó a cambiarse pero se levantó y se fue hacía Susana cogió unas llaves y antes de dirigirse a la puerta me dio un beso en la mejilla y dijo un adiós como si se lo dijera a sí misma y se marcho sin decir nada más.
-¿Adónde va Patricia con tus llaves?¿no me digas que has dejado a lulú en el coche?
-Tranquila cariño, esa son las llaves de su casa, antes de venir hacía aquí dejo a lulú en su piso y vengo para acá, es la única manera que vimos para poder hacer el cambio, no le hizo gracia pero quería pasar todo el tiempo que pudiera contigo.
-Entonces ¿habéis hablado entre ustedes me imagino no??
-Bueno hablar lo que se dice hablar bien poco, pero si te refieres si es sobre ti y lo que sentimos hemos dejado las cosas bastante clara. Ahora mismo lo único que nos interesa es que te recuperes y no vamos a darte ningún tipo de problema, tú decides lo que quieres...
Esa era una buena pregunta, saber lo que yo quería y lo peor es que ni yo misma lo sabía, por una parte saber que Patricia había estado atenta a mi me provocaba un vuelvo en el estomago pero por otra lado tenia a Susana con la cual había empezado a compartir algo más que su inquilina y propietaria.
-Si te soy sincera ni yo misma te sabría decir algo en concreto, me habéis cuidado las dos y os tengo mucho que agradecer, aunque lo que si me gustaría es volver a mi casa con mi perrita y descansar allí mejor, no soporto el hospital por más tiempo...
-Tranquila que he hablado con el médico y me ha dicho que si sigues evolucionando bien pronto podrás irte a tu casa.
Los días siguiente fueron bastante largos para mi, por un lado venía Patricia y se quedaba horas y horas mirándome y yo sin saber que decirle y su sonrisa se volvía en tristeza cuando veía aparecer a Susana y cuando estaba ella se ponía a hablarme de cualquier tema y nos reíamos bastante y mi corazón estaba dividido hecho pedazos y eso que nadie me lo había roto desde lo que me hizo Patricia.
A la semana por fin me dieron el alta y estaba loca de alegría, coincidió en que estaba Patricia conmigo...
-Bueno cariño si quiere llamo a Susana y le digo que no venga que yo te llevo a tu casa y te acompaño y me quedo contigo hoy cuidándote.
-Te lo agradezco pero creo que deberías descansar porque has estado llevando el trabajo y el estar conmigo y mejor que descanses y ya mañana si quiere vienes a verme.
-¿Por qué? ¿No me quieres en tu vida definitivamente? Creo que te lo he dicho mil veces y te lo estoy intentando demostrar lo que significas para mí.
-Lose Patricia no te pongas así, solo pienso en ti y lo que quiero es que descanses y mañana cuando estés mejor vienes a mi casa y te quedas si quieres, ¿de acuerdo?
Al final aunque no le hizo mucha gracia terminó aceptando y me fui con Susana para mi casa...
-Menos mal que ya estás en tu casa, la verdad la idea de verte más tiempo en el hospital me estaba preocupando. Tenía ganas de estar contigo a solas...
Vino hacia mí y me agarro de la cintura y empezó a besarme el cuello para llegar poco a poco a mis labios y mi instinto fue separarme de ella y se quedo extrañada al ver mi gesto...
-¿Qué te pasa? ¿No quieres estar conmigo ahora?
-No es eso Susana, me gusta estar contigo pero te voy a ser sincera mañana vendrá Patricia a quedarse y me imagino que se quedara también y como no quiero haceros daño prefiero no hacer nada con ninguna ahora mismo porque lo que no quiero es ningún tipo de juego entre las dos, primero una y después otra de ninguna manera, te voy a ser sincera y yo también quiero estar contigo, me siento cómoda y segura, no quiero que te vaya pero tampoco quiero que ocurra nada, si te apetece dormir conmigo..
-Mira pues yo también te voy a ser sincera... voy a respetar tu decisión porque ahora lo importante es que te pongas bien, pero también decirte que cuando una persona me importa y me interesa no me gusta compartirla con nadie y mucho menos con una persona que se que le ha hecho mucho daño, no te voy a presionar pero si te voy a decir que hables con ella y aclares las cosas, yo también he tenido mis pequeños dramas y lo que menos voy a hacer ahora es meterme en otro mucho más grande.
Dicho esto me ayudo a ponerme el pijama y se vino conmigo a la cama, se tumbo a mi lado y se agarro a mí, y con un débil susurro en el oído y un tímido beso en la mejilla me dio las buenas noches.
Al día siguiente nos levantamos juntas, ya que tenía todavía el horario del trabajo metido en mis horas de sueño y me senté a desayunar con ella antes de que se fuera a trabajar.
-¿Cómo te has levantado esta mañana preciosa?
-Mucho mejor, gracias, creo que en dos o tres días ya podré volver al trabajo que lo estoy deseando.
-Bueno recupérate que es lo importante y ya tendrás tiempo volver a centrarte en tu trabajo, bueno me tengo que marchar, esta noche te llamaré para saber cómo te encuentras, en fin… cuídate.
Al irse hizo el amago de darme un beso pero cogió me dio una caricia en la cara y me dio un beso en la mejilla. Pase toda la mañana de un lado a otro ordenando un poco el piso, cambié los muebles de lugar, hice comida para varias semanas, todo tipo de cosa para no aburrirme y así se me hizo corto el día hasta que de repente llamaron a la puerta y cuando vi la hora ya era por la tarde..
-¡Hola Ana! Te veo mucho mejor cara, que alegría verte así pronto podrás volver al trabajo, te mandan saludos todos que sabía que venía a verte.
-Gracias, yo también los echo de menos, pero en fin espero que solo sea cuestión de dos o tres días nada más.
Estuvimos viendo una película por la tarde las dos juntas agarradas debajo de una manta, había traído la típica película romanticona que solía poner ella cuando teníamos alguna discusión y quería pedirme perdón...
-Mira Ana, me gustaría hablar contigo, de sobras sabes que ya te lo he repetido mil veces que te quiero y que eres lo mas importante en mi vida, que cuando me entere del accidente mi corazón se partió en dos pensando que no te volvería a ver y que cada vez que tenía que dejarte y sabía que te quedabas con ella se me subía todo por el cuerpo para decirte que ella no tendría que estar que soy yo la única que debería estar contigo, además la idea de saber que ella te ha hecho suya me vuelve completamente loca de celos, necesito saber si lo que estoy haciendo merece la pena o sin embargo por mucho que me arrodille todo seguirá igual.
-Patricia te mentiría si te digo que no siento nada por ti, pero ayer también estuve hablando con Susana sobre esto y le dije lo mismo que te voy a decir que como no quiero hacer daño a nadie prefiero ahora mismo no hacer nada y aclarar las cosas en mi cabeza.
-Pero... ¿que te ha dado esa casera para que tengas que pensar las cosas? Cuando te acostaste con ella no pensaste en ningún momento que te gustaría estar conmigo, y lo momentos que hemos vivido no te dan una idea clara de ¿con quién deberías estar? Me aterra la idea de pensar que nunca volverás a ser mía, de que estarás con ella y todo lo que estos años atrás hemos construido juntas se quedara en simple ceniza sin poder escavarla aunque yo creo que aun tenemos tiempo, necesitamos estar juntas Ana, estamos hecha la una para la otra y lo sabes. Ana te amo y deseo que seas mía.
Vino hacía mi con lagrimas en los ojos y me dio un abrazo, y a la vez a mi también se me saltaron las lagrimas en todo lo que había dicho, era verdad que todo lo que habíamos construido juntas era imposible dejarlo atrás y que mis sentimientos por ella no habían cambiado del todo, el corazón me decía que no era lo correcto que debería pensar las cosas pero… ¿Debería arriesgarme y terminar todo tipo de relación con Patricia y empezar a construir un hogar con Susana, o tal vez la llama de Patricia aun se podía avivar y volver a tener lo que habíamos conseguido lograr en estos años atrás? Muchas preguntas y pocas respuestas….