Casualidades del destino 2

Los celos pueden provocar muchas confusiones pero si esos celos fueran ciertos....

Después de la locura que cometí la verdad es que fue bastante difícil explicarle que las cosas no iban a ser tan fácil como ella pensaba y que ni mucho menos íbamos a volver juntas de la noche a la mañana...a todo esto llaman al timbre, yo corriendo como pude me puse una camiseta de tiranta y unos culotes, me extrañaba que hubieran llamado porque no esperaba a nadie…

-          Patricia... ¿había quedado con alguien?

-          Pues la verdad es que no, y me extraña porque no conozco a nadie ya que estoy en la capital o en el piso metido aun no he tenido tiempo de hacer amistad.

Me dirigí a la puerta y al abrir la puerta fue tal mi sorpresa que no me esperaba la casera en un día como hoy aunque si es cierto que ya era primero de mes...

-Hola, no sé si abre sido atrevida presentándome aquí sin llamar antes para recogerte la renta…si no te viene bien vengo en otro momento…

-No pasa  nada Susana, no molesta, de hecho en un rato iba a salir así que ya te doy la renta...

En ese momento me fije como Ana me estaba mirando dirección el pecho y me quedo un poco retraída hasta que caí en la cuenta que con las prisas no me había puesto sujetador y la camiseta no es que fuera de color oscuro con la cual se transparentaba el pecho..

-Perdona, me voy a poner algo más decente que como no me esperaba que vinieras me he puesto lo primero que he visto.

-Tranquila no pasa nada, yo te espero, no tengo prisa la verdad...

En ese momento para terminar de rematar aparece Patricia con la sabana reliada por el cuerpo y yo pensando trágame tierra…

-Cariño..¿Ocurre algo?

-En primer lugar por favor no me llames cariño y segundo vete al cuarto y haz el favor de vestirte que ha venido mi casera que ya es primero de mes.

-Perdona  Ana  creo que he interrumpido algo, lo siento creo que mejor me voy y vuelto otro día con más tranquilidad...

-No Susana, de hecho le estaba diciendo a mi amiga que ya era hora que la llevara a la capital que luego tengo que venir de vuelta y además que mañana me toca madrugar no quiero que se me eche la noche encima.

-Bueno como tú quieras, te espero en el salón entonces…

Fui corriendo al cuarto y me vestí para que después de verme visto como lo había hecho la buena imagen que tenía de mí no cambiara. Patricia que venía detrás de mí empezó con las risas y bastó tan solo una mirada como para saber todo lo que tenía que hacer...

-Mira después de la mala imagen que le dado a la casera, hazme el favor te viste que en cuando termine con ella te llevo a tu casa, y por favor si no te aviso no hace falta que vengas…

Me dirigí corriendo hacía el salón y al entrar vi con Susana estaba jugando con lulú y fue una estampa bastante entrañable sobre todo sabiendo que era muy arisca con la gente.

-Mira te pido disculpa me has pillado un poco despistada y no he sabido atenderte adecuadamente, si quiere te puedo ofrecer un refresco o algo...

-No muchas gracias, pero de verdad la que te pide disculpa soy yo he tenido que llamarte antes porque tu puedes hacer lo que quieras ya que estas pagando. Siento si te he pillado con tu amiga, o pareja que a mí me da igual de verdad...

-No, no  es mi novia, bueno es mi ex novia pero es una historia larga de contar, me alegro que no te importe, no te lo quise decir meses atrás por miedo al rechazo pero te lo agradezco...

-No puede importarme algo que también me pasa a mí, así que tranquila, cuando tú quieras me llamas y si quieres me cuentas que se que no sales mucho ni nada así que creo que te vendría bien salir un día por el pueblo para al menos conocerlo…

De camino hacia la capital el camino fue en silencio hasta que Patricia rompió el silencio...

-Entonces que pasa ya te va a llevar al vuelto tu casera y pasaras de mí ¿no?

-¿Que estás hablando Patricia?

-Primero la mujer no ha dicho nada que sea lesbiana, solo me ha dicho de quedar conmigo para que conozca el pueblo, y lo nuestro te he dicho que no va a ser tan fácil volver pero las cosas se tienen que demostrar. Así que por favor no te pongas celosa por una cosa que está en tu cabeza...

-Cariño tú te crees que no he visto como te ha mirado de arriba y abajo y como te miraba mientras le dabas el dinero y cuando le has dicho que yo era tu ex le han brillado hasta los ojos pero quiero que sepas que no le va hacer tan fácil porque pienso demostrarte todo lo que te amo y que quiero que vuelvas junto a mí.

La verdad que no me fije en ningún momento la cara de Susana mirándome como otra cosa que una inquilina, lo más fuerte es que no le había dado ninguna posibilidad a Patricia y ya estaba celosa pero bueno  ya era demasiado tarde para seguir pensando y tenía que trabajar al día siguiente..

Cuando llegue al trabajo vi a muchos compañeros pasando por delante de mi puesto y la verdad es que me extraño porque lo único que había eran papeles y demás hasta que llegue y fue tal mi sorpresa que me vi un súper ramo de flores preciosa y una caja de bombones de los que a mí me encantaba y claro no podía ser sino de Patricia que desde una esquina me miraba con deseo y a la vez con incertidumbre de saber cómo reaccionaría a aquello, aunque la verdad que esos detalles me encantaba y me lo hacía cuando teníamos alguna peleílla tonta y mi respuesta era correr hacia ella y besarla pero estaba en mi trabajo y en vez de eso me dedique a sonreírle y ponerme a trabajar con una gran sonrisa.

Cuando llego la hora de descanso, casi siempre me iba a mi piso cuando estaba con Patricia, pero desde que ocurrió todo encontré un bar bastante bueno y me quedaba allí a comer pero cuando me dirigía hacia el bar sentí su llamada a espaldas mía...

-Ana espérame por favor te quería pedir un favor...

-Dime que te ocurre, por cierto muchas gracias por lo de esta mañana únicamente que sabes que en el trabajo no quiero que se hable mucho.

-No pasa nada tranquila, la verdad es que venía a invitarte a comer, creo que al menos merezco que me dejes invitarte.

-Patricia, mira te agradezco los regalos, y ya me dejaste claro ayer tus intenciones pero ¿poco a poco vale?

-Solo te estoy invitando a una comida nada mas, como dos compañeras de trabajo que es lo que somos en este momento.

No sé si  haría bien o no pero acepte y fui hacia mi antiguo piso, mi antigua vida. Al llegar a la puerta  Patricia me paro y me puso una venda en los ojos  y nada más entrar supe que algo estaba ocurriendo ya que ese olor fresco a rosa y esa calor no podía significar otra cosa que velas y rosas por todo el piso, vamos lo típico entre dos compañeras de trabajo como ella me quiso hacer creer y para terminar empezó a poner la canción con la que empezamos a salir y aun con la venda puesta me agarro y empezó a bailar conmigo y cuando me quito la venda me quede atónita. La habitación estaba a oscura solo con la claridad de las velas y ese olor a rosa como os comentaba que estaba esparcida por toda la habitación y poco a poco empezó a acercarse de nuevo a mí.

-Ana, sé que me he comportado como una estúpida y también se que no merezco tu perdón pero no puedo pasar un día sin lamentarme y sin parar de pensar que hacer para poder volver junto a ti.

  • Patricia te mentiría si te digo que no te quiero, que no me muero por volver a nuestra vida de antes, que la hecho de menos, que te hecho a ti de menos, pero también tienes que entender que ahora mismo quiera estar sola.

Acto y seguido me separe de ella y antes que mi deseo por volver atrás cogerla y llevármela a la cama me invadiera y la tentación volviera a suceder cogí la puerta y me fui hacia el bar donde tenía que ver  entrado mucho antes…

El turno siguiente por la tarde fue bastante tranquilo, de hecho terminé bastante pronto y mi jefe me dijo que ya podía marcharme y aproveché la ocasión puesto que sabía que como esperara un poco más Patricia volvería hacer de las suyas, mientras que salía de la oficina vi como la mirada de ella se clavaba en mí y con los ojos inundados de lagrimas me hacía la despedida, pero solo quería llegar a mi casa, tomarme una buena ducha y estar en el sofá viendo la tele tranquilita con mi lulú a mi lado.

Después de la duche me puse bastante fresquita puesto que el calor ya se estaba acercando, me acababa de tumbar en el sofá cuando sonó el timbre de la puerta...

-Hola Ana espero esta vez no molestarte como ayer, si estas con tu alguien me avisas y vuelvo otro día.

.-Hola Susana, que raro verte otra vez aquí, no la verdad es que he salido antes del trabajo y me iba a relajar en el sofá pero pasa, pasa.

-Bueno la verdad vengo a comentarte que estoy un poco apenada por lo que ocurrió el otro día, te prometo que la próxima vez te llamare y también decirte que no me molesta en absoluto el uso que tu le hagas al piso, es decir, eres libre de traer a a quien quieras y si sales con hombres perfecto y si es con mujeres pues perfecto también.

-Gracias, te agradezco tu franqueza, la verdad es que lo de ayer fue el momento no nada que estuviera preparado, en principio vino a ver a la perrita porque ella siempre la ha cuidado conmigo entonces quería verla y me dijo que no me la llevara que como sabía que me hacia compañía que la trajera aquí y una cosa paso a la otra y como tonta volví a caer en su trampa pero le dicho que no va a ser tan fácil me ha hecho mucho daño.

  • Losiento mucho Ana si has sufrido con tu ex, quiero que sepas que aunque no nos conozcamos mucho, aquí también tienes una amiga en la que poder confiar, además se que tu amistades están en la capital con lo cual en cuanto tú quieras podemos salir y que conozcas a la gente y te hagas aquí que el piso es bastante amplio y no hay mucho ruido con lo cual está muy bien para vivir por eso lo elegí con mi ex también pero ella prefirió irse con otra así que el destino estaría así escrito.

  • Esto… tú también entiendes entonces… pues cualquiera lo diría la verdad no me lo habría ni imaginado (para mi pensando que los celos de Patricia al final iban a ser con fundamento).

  • Bueno no es que lo muestre, pero tampoco lo oculto pero como  tú me has contado las cosas creo que es justo que también sepas las mías y a sin no conocemos un poquito una a la otra.

Pasamos toda la tarde hablando y riendo, la verdad es que teníamos bastante cosas en común que siendo cada una de un lado distinto coincidiéramos, al darnos las tanta pedimos comida para que nos trajeran y como tenía unos riojas que me había traído del piso sin abrir lo aproveche y empezamos a beber y más nos reíamos una de la otra...

-Bueno este brindis, por las golfas de nuestras ex que prefieren a otras que a nosotras que estamos muy buenas, jajjaa

-Eso, eso y otro brindis porque encontremos a alguien como nosotras y seamos bastante felices y a ellas que le zurzan, jajaj

  • Susana yo creo que estoy un poco perjudicada ya la verdad, yo abandono no puedo seguir viviendo sino  no voy a ser consecuente de mis actos, jajja

-Ah no? Bueno eso habrá que comprobarlo porque la verdad llevo toda la tarde desde que te ví deseando quitarte la camiseta para poder apreciar eso preciosos  senos que ocultas.

En ese momento Susana se vino hacia mí y se tiro encima mía en el sofá y sin tocarme solo con sus labios fue levantando mi camiseta y yo la ayude a que me la quitara, como yo también se la quite a ella pero yo no pude esperar y se la quite con las manos, y después de varios esquinazos con nuestro labios por fin se sellaron y empezó una noche de locura y deseo que no se si debido alcohol o debido a todo lo que estaba pasando en este momento quise volverme loca por un día y hacer lo que me apeteciera. Decir que Susana era una muchacha bastante atractivas y tenía unos pechos preciosos, redonditos y bien puesto, tenía un pedazo de cuerpo como de gimnasio la verdad  y cuando empecé a bajar poco a poco y le quite el pantalón y deje al aire su tanguita me volví loca por comérmela entera, disfrutarla, hacerla mía como hacía mucho tiempo que no lo hacía. Terminamos bastante exhausta, ella me hizo sentirme especial en ese momento, me tocaba, me acariciaba, me daba beso por todo el cuerpo y sentía como se erizaba.

-Dios mío Ana, creo que la bebida no ha afectado a las dos la verdad, no sé si pedirte disculpa o darte las gracias por hacerme disfrutar como hace bastante tiempo que no lo hacía por desgracia.

-Digamos que hemos hecho lo que nos apetecía,  aunque lo que sí puedo decirte que ahora se me va a ser difícil verte como una casera normal porque ahora que estoy aquí, ¡Dios mío!  Que belleza  tan angelical.

-Si te soy sincera cuando te vi por primera vez deseé con todas mis fuerzas que fueras como yo, porque me iba a volver loca cuando te viera con los hombres puesto que creo que ha sido un flechazo, por eso el otro día cuando pase dirección al banco y te vi entrando con tu ex en el piso  me quede en el coche pensando en la ilusión por una parte de que quizás pudieras compartir mis sentimientos o que fuera una simple amiga y no pude desaprovechar la oportunidad.

-Si bueno, Patricia la verdad es que es una persona entrañable, y la quiero demasiado pero el daño me frena bastante pero no sé que me ha ocurrido hoy aunque también si te soy sincera y no quiero que quede mal interpretado ahora mismo quiero estar sola como le he dicho a ella hace apenas unas horas.

-Tranquila, puedo comprender todo lo que has podido sufrir, no voy a presionarte pero tampoco te voy a mentir diciéndote que no pienso en conquistarte porque la verdad es que me complementas en todo y me gustas bastante...

Dicho todo nos abrazamos y nos quedamos ambas dormidas juntas, y desde que me fui del piso era la primera vez que me sentía como si estuviera en mi casa de nuevo con ese amor flotando en el aire. Aunque también por supuesto mi cabeza empezaba a pensar en lo que iba a ocurrir ahora.

Por un lado estaba Patricia, mi relación de 10 años la cual había terminado desastrosa pero a la vez aun la seguía amando y por el otro estaba Susana, mi casera una mujer impresionante y de gran corazón y la cual compartía muchísimas aficiones que ni con Patricia compartía y ambas me habían dicho que iban a luchar por mi y lo único que yo quería era ser feliz y estar sola pero estaba claro que me iba a costar bastante impedirle el paso a dos personas que iban a pelearse por mí. Todo esto no iba a llegar nada bueno eso lo tenía presente pero… ¿Estaría en el destino que me encontrara con Susana?