Castigo por bajar las calificaciones (xv)

Sigue la iniciación de Hugo y se celebra su cumpleaños.

Gorka bajó las escaleras usando un pequeño bóxer blanco con rosado, que era el mismo que había usado para dormir. Bajó a la cocina, puso la cafetera al fuego, y comenzó a tostar unas rebanadas de pan, cuando de pronto escucha una voz familiar que casi le genera un infarto.

Buenos días dormilón.

¡Jolines! Aitona… ¿Cómo coños has entrado? Dijo Gorka pálido del susto

Pues… Por la puerta, como las personas, dijo aitona sonriendo. Yo tengo mi llave. ¿Recuerdas? Relataba Ugo. Y mira con quienes he venido…

¿Me extrañabas cariño? Preguntó osaba Iñigo acercándose a darle un beso en cada mejilla. Asier, los muchachos (refiriéndose a sus hijos: Manolo, Uriel y Arel) y yo hemos decidido caer por sorpresa a ver cómo les va.

Hola primate, le dijo Manoel, que hermoso estás.

En verdad sí, dijo Uriel, cada día más guapo muñeco.

Dejen de joder, Gorka está apurado porque tiene curro. Dijo Arel.

Me alegro de que estén aquí, están en su casa, sírvanse, preparen lo que deseen, pero no me dejen reguero, ahora debo apurarme en terminar esto. Allá arriba imagino que están Oskalo y Manolo durmiendo la mona, ayer estuvieron bebiendo hasta tarde, yo caí en sueño profundo gracias al príncipe Valium. De verdad que fue un día terriblemente fuerte para mí, pero me termino esto y salgo pitando, porque tengo clientas que atender. Los dejo en su casa, voy a subir a cambiarme para irme.

¿Tienes quién te lleve? Preguntó aitona.

Una compañera de la pelu, Mariela, pasará a buscarme, listo, ya desayuné, ahora a vestirme. Bueno, aitona, osaba, lehengusu maiteak (primos queridos) os amo, pero debo irme a arreglar para irme, en 20 minutos pasa Mariela a por mí. Lamento tener que pasar de vosotros, pero cuando el curro llama… dijo Gorka antes de subir las escaleras.

Osaba Iñigo subió las escaleras a la habitación y al ver el despelote de hombres en cueros sobre la cama de osaba Oskalo estábamos: Osaba Karlo, osaba Oskalo, Manolo, papá y yo; llamó a aitona de un grito:

Asier, zatoz hau ikustera, hainbeste igo da alkohola pertsona zikin horien burura, ezen biluzik ohera ere joan dira. Aupa, horrelakoa litzateke haien mozkorra. Jajaja… (Asier, ven a ver esto, se les ha subido tanto el alcohol a la cabeza a estos guarros que hasta desnudos se acostaron. Madre mía, así sería la borrachera que tenían). Jajajaja

Utzi lo egiten. Esnatzen zaituztenean erotu egiten zara. Etorri, prestatu dezagun zerbait sabelean jar dezaketen zerbait altxatzeko. (Déjalos dormir. Tú te cabreas cuando te despiertan. Ven, vamos a cocinar algo para levantarlos con algo que puedan meterle a la panza.)

Yo todo esto lo escuchaba, pero no podía levantarme, señaló Ugo. A decir verdad, no quería levantarme. Pero al rato sentí unas manos que me recorrían las nalgas, y cuando entreabrí los ojos casi me infarto. Era aitona.

Buenos días hermoso, ya estás despierto… Ven, que debo hablar algo contigo.

Salí con cuidado de la cama, procurando no despertar la jauría, cerré la puerta de la habitación tras de mí, para que no se molestaran por el ruido. En lo que estaba fuera, aitona me dice para que baje, que él y osaba Iñigo tienen algo que conversar conmigo. Yo le pedí que me diera un momento para cepillarme los dientes y ponerme algo, porque estaba haciendo frío, apenas eran las 7h40. Él no se opuso, así que aproveché de cepillarme los dientes, lavarme bien la cara y las axilas, me coloqué desodorante, me vestí con un pantalón deportivo, sin nada debajo, una camiseta con mangas, y zapatillas deportivas. Cuando bajé las escaleras, osaba Iñigo me abraza y me da dos besos. Aitona me mira con seriedad, pero con una mirada como que ya se le va a escapar una sonrisa.

¿Así que... ya te iniciaste? Preguntó osaba Iñigo…

¿Hasta que por fin dejaste de ser virgen? Me dijo Manolo riendo y abrazándome.

Jajajaja… Sí, y no imaginas los detalles.

Jajajaja… Te aseguro que me los imagino.

Dejen a Ugo en paz, que ya contará si le place, dijo aitona. Ahora tenemos que hablar de algunas cosas que él no sabe y que es importante que sepa, ahora que ya se ha iniciado en el sexo, seguro que tu padre nunca tuvo esta conversación contigo, pero es bueno que la tengamos, por lo menos que sepas cómo son las cosas en la familia, las que le atañen al mundo y las que no.

¿Qué tipo de cosas aitona? Jajaja… ¿Me vas a decir que lo que pasa en casa se queda en casa y no se comenta porque pueden verme feo?

Tira... konturatzen naiz gauzak argi dituzula eta horrek pozten nau, baina zure aitonak bezala, beste batzuk esan behar dizkizut, adibidez: ez dugu sinesten "etiketa" sozialen horretan.(Pues… Me doy cuenta de que tienes las cosas claras y eso me alegra, pero como tu abuelo, debo decirte algunas otras, por ejemplo: nosotros no creemos en eso de las “etiquetas” sociales.)

¿A qué te refieres con eso?

(Me explico: No es más ni menos hombre un individuo que se deje penetrar que uno que no se deje, tampoco es menos hombre que aquel que sólo folle con mujeres, siempre me he compadecido de esos, porque no saben lo que se pierden, yo, en mi caso, disfruto tanto meter la verga en un coño y chupar unas buenas tetas como meterla en un culo de macho, peludo y el contacto de un cuerpo velludo, si está oloroso en los sobacos, uffff… mejor… Jajaja… )

Entonces, te gustan tanto los hombres como las mujeres, pero no te etiquetasde bisexual.

Azal dezadan: bere burua sartzen uzten duen gizabanakoa ez da bere buruari uzten ez diona baino gizon gehiago ez gutxiago, ezta emakumeekin bakarrik izorratzen dena baino gizon gutxiago ere, beti izan dut pena horiengatik, zeren. ez dakite zer falta zaien, nik, nire kasuan, oilarra puxi batean sartzea eta titi on batzuk zurrupatzea bezainbeste gozatzen dut gizonezko ipurdian jartzea, iletsua eta gorputz iletsuaren kontaktua, usaina badu. besapeetan, uffff... hobe... Jajaja...(Exactamente hijo, pero lo que quiero es internalices que el que hayas tenido la iniciación con una horda de machos, no te hace marica, tampoco te hace un super macho, eres un hombre como otros, con la única diferencia que tu comenzaste el sexo, o las prácticas sexuales con tus familiares hombres. Si en algún momento de la vida, decides estar con mujeres, no hay problema, y si mantienes el gusto por los hombres, no es necesario que busques fuera de la familia, entre nosotros siempre vas a poder disfrutar sin pena ni tapujos de lo que quieras.)

Entiendo.

Perfecto, me dijo abrazándome y dándome un abrazo que me hizo sentir la dureza de su entrepierna mientras su nariz respiraba en mi cuello erizando los vellos de mi nuca; entonces ve y llama a los demás, que se enfría el desayuno.

Por cierto, a Gorka lo vino a buscar Mariela, para llevarlo al salón, ¿sabes algo de ella? Comentó osaba Iñigo.

Ni idea, le dije, sólo la he visto un par de veces, creo, el que debe saber bien es Karlo, porque él lo lleva, lo trae, y comparte con todo el personal, yo entre el banco y las clases, casi no tengo tiempo de nada. Ya dicho esto, subí a despertar a los demás. Manolo estaba en el baño meando, osaba Oskalo, Rikardo, (mi papá), y osaba Karlo dormían a pierna suelta.

Vamos, que llegó aitona con osaba Iñigo e hicieron desayuno… Ya Gorka se fue al curro, y la comida se enfría. Vamos, vamos…

Utzi zalaparta sortzeari eta sartu ohean ondo pasatzeko, ume... (Deja ya de hacer escándalo, y métete en la cama de una buena vez chaval...) dijo osaba Oskalo con una pereza que no hacía falta mucho esfuerzo para notarla.

Jainkoa, baina Gorkak ere ez du horrelako zalapartarik sortzen... Zer da hori? Zer ordu da? Zergatik garrasika? Zer egin dugu hori merezi izateko? (Dios mío, pero ni siquiera Gorka hace tanto escándalo... ¿Qué es eso? ¿Qué hora es? ¿Por qué los gritos? ¿Qué hicimos para merecer esto?) Preguntó papá.

Vamos, le dije, vamos que la comida está lista y se enfría.

Hola amor, buenos días… Cómeme la verga un rato, mira como la tengo… No le has hecho cariño… dijo papá agarrando su verga completamente empalmada, aún con los ojos cerrados y moviendo de arriba abajo su mano insinuando una paja mientras sobaba lentamente su pecho y su abdomen, era una escena hipnótica, no pude resistir, de verdad que perdí el control y ni pensé en la comida que se enfriaba, osaba Oskalo y osaba Karlo estaban a nuestro lado, intentando prolongar el sueño unos minutos más, no, nada de eso importaba, sentí la necesidad de mamar esa hermosa verga que estaba a mi disposición y con la que tanto placer había sentido la noche anterior, quería en verdad hacerlo, y lo hice con todo el gusto del mundo. La tomé con mi mano derecha, papá retiró la suya, y usaba ambas para estrujar su pecho. El olor era… ¿Cómo describirlo? Una mezcla de semen seco, saliva, culo, látex, lubricante, jabón a lo lejos, mucho sudor, pero lejos de ser desagradable, me ponía burro completamente, en ese momento no existía tiempo, espacio, nada, sólo era ese exquisito manjar que me iba a comer, que quería comer, que olía, ufffff… genial…

Jajajajajajaja… Olía a macho, ¿a qué más esperabas que oliera? Dijo osaba Iñigo riendo a carcajadas mientras destapaba otra botella de vino para calentar un poco porque se estaba empezando a ocultar el sol y el agua del río comenzaba a enfriar.

Efectivamente, así mismo, a macho, al macho que me dio la vida… Así que sin más preámbulos metí esa gran cabeza en mi boca, rozando con mi paladar, en eso soltó un gemido y comenzó a decirme cosas que me pusieron cachondo a más no poder.

Zer gozamena daukadan seme esaneko eta ongi agindutakoa, ez dizut gauza bi aldiz esan beharrik. Era berean, segi, uffffff... Asko gustatzen zait nola egiten duzun, benetan ikasi duzu oilarra ondo jaten. Maitasun hau bezalakoa, honela... Hummm... Joder... Sasikume gisa bukatzera eramango nauzu. Gehiago jan, uffff. Beraz, dena... Nire oilar guztia zuretzat da nire printzea. Ahhhh... Hara noa... Ahhhhh... Hartu nire esnea ... AAAAAAhhhh... (Que delicia de hijo tan obediente y bien mandado tengo, no necesito decirte las cosas dos veces. Así mismo, sigue, ufffff... Me encanta como lo haces, de verdad has aprendido a comerte bien una verga. Así amor, así mismo... Hummm... Joder... Me vas a hacer acabar cabrón. Come más, uffff. Así, toda... Toda mi verga es para ti mi príncipe. Ahhhh... Ahí voy... Ahhhhh... Toma mi leche... AAAAAAhhhh...)

Papá acabó como si no hubiera acabado en meses… Ese montón de leche se regaba por las comisuras de mis labios y me ahogaba tratando de tragar lo más posible. Luego de beber su lechero y lamer bien sus bolas y su verga para dejar bien limpio todo, me haló hacia sí, me dío un beso donde sentía que su lengua violaba exquisitamente mi boca, Mi verga estaba a reventar bajo mi ropa, él la sintió y soltó el lazo del pantalón que yo llevaba, lo bajó hasta mitad de mis muslos y comenzó a darme una mamada sensacional, yo estaba ya muy excitado, por lo cual no duré ni dos minutos para correrme abundantemente en su boca, él tragaba con glotonería, como si fuera su comida favorita.

Zer da hau? Zergatik ez ninduten esnatu? Ze egotista pare handia zareten biak. Hori ez da egiten. Bik jaten duten lekuan, denok jaten dugu, ezta, anaia? (¿Qué es esto? Por qué no me despertaron? Que gran par de egoistas son ustedes dos. Eso no se hace. Donde comen dos, comemos todos, ¿no es así hermano?) Dijo Oskalo intentando despertar a Karlo. A lo que este respondíó evidentemente entre sueños:

Tira, bai, beti bezala, tortilla bat patata eta txorizoa, ah... Ez ahaztu oraingoan kafea. (Bueno, sí, como siempre, una tortilla con papas y chorizo, ah... No se te vaya a olvidar el café esta vez.)

Jajajajajaja… Reimos. ¡Este pedazo de mierda! Mira… Que a Gorka lo están magreando dos tíos en la esquina… Dijo Oskalo intentando hacerlo despertar.

¿Gorka? Jajaja… Que se cuiden, ese sabe cómo dejar a un hombre inconsciente. Respondió osaba Karlo aún entre sueños.

Vamos, dijo papá, ya es tarde y nos hicieron el desayuno. Ahora le traemos comida a este par dormilón.

Esperen, dijo osaba Oskalo, ¿van a dejarme así de empalmado? Hay que tener horchata en las venas para ser tan cruel, yo que estoy estropeado y convaleciente. Miren como chorreo con todo el espectáculo que acaban ustedes de montarse. ¿Quién de ustedes dos va a apiadarse de este pobre hombre maltrecho?

Ni corto ni perezoso me lancé a comerle la verga, esa misma de 25 centímetros que me había comido en la noche llena de cualquier cantidad de cosas, papá, le comía el culo mientras osaba Oskalo decía:

Uffff. Gizonak benetan zoragarriak dira sexuan, eta askoz gehiago familia honetakoak. Anaia, ez dakizu zein aberatsa sentitzen naizen, nola ez zen haur hau lehenago hasi, ene Jainkoa? Hainbeste talentu alferrik galdu...(Uffff. De verdad que los hombres son una maravilla en el sexo, y mucho más los de esta familia. Hermano, no sabes lo rico que me siento, ¿cómo es que este chaval no se había iniciado antes Dios mío? Tanto talento desperdiciado…)

Osaba Oskalo no duró mucho en correrse en mi boca, papá le había estado lamiendo el culo con ganas y masajeándole la próstata hasta que acabó casi incesantemente, parecía un volcán de leche caliente que iba tragando disparo a disparo.

Orain jaitsi gaitezke jatera? (¿Ahora sí podemos bajar a comer?) preguntó papá.

Noski, kexarik edo erreklamaziorik ez... Jajajaja... (Por supuesto, sin quejas ni reclamos... Jajajaja…) dijo osaba Oskalo

Salimos los tres de la cama, papá arropó bien a osaba Karlo y a Manolo quienes ni se habían dado por enterados de lo que hicimos a su lado de lo profundo que dormíana juzgar por lo sonoro que roncaban, cerramos bien las cortinas, y la puerta del cuarto. Papá y osaba Oskalo salieron completamente desnudos, con sus vergas bamboleando alegremente sobre sus bolas, yo iba detrás de ellos, ya vestido y tratando de disimular el jaleo que habíamos tenido.

Pero mira nada más… dijo aitona, haciendo que osaba Iñigo mirara. ¿Esa es la formación que tuvisteis en el colegio católico? Osaba Oskalo miró a papá y le dijo riendo:

¡Joder! Si en el cole hasta a los curas los veíamos en bolas en las duchas. ¿Cómo estás viejo? Le dijo a aitonaacercándose a darle un abrazo. ¿A qué se debe que vengas? Joder, y has venido con el duende y su prole… Jajajaja. Que alegría verlos infames, vengan a darme un abrazo.

Si, Untxia nos pasó buscando para venir a visitarte, desgraciado, pero no tuviste la cortesía de llamar para decir que iba a haber nada anoche. Reclamó Iñigo.

¿El qué? Ahhh… No… Eso fue improvisado amor, estos llegaron, y, bueno, luego una cosa llevó a la otra, y verga, culo, boca… Aaaay… Ya no sé que digo… Jajaja… Tengo hambre y eso huele muy bien.

Manolo venía bajando la escalera, completamente desnudo, con la verga apuntando al cielo y con los brazos detrás de la cabeza, aun estirándose. Buenos… díiiiiias…. Dijo en un bostezo. ¿Qué tanto alboroto? Pá! Ponte algo joer… ¿Cómo vas en bolas por la vida? ¿Qué va a decir aitona?

Jajajajaja…. Para criticar, debes dar el ejemplo, dijo osaba Iñigo, y no eres el ejemplo del recato y el decoro en este preciso momento, me recuerdas a Sendoa, el hijo de Markel.

Shhhhh… No los nombres, que esos se aparecen, dijo papá riendo.

Mierda, si estoy desnudo. Ni cuenta me había dado… jeje… Dijo Manolo viendo su erección. Venga un abrazo de machos… Agregó Manolo extendiendo los brazos. Y todos nos acercamos a darnos un abrazo.

A mí no me apretujen mucho, con cuidado, porque aún ando delicado, dijo osaba Oskalo, digamos que no estoy precisamente en mi mayor gloria en este momento.

Jajajaja… Pero follando no sentías nada malo en el cuerpo, le dijo papá.

Aaaaaay…. Hermanito, ¿ya me vas a hacer sentir mal? Dame un beso y olvida todo eso.

Pues… Dijo osaba Asier, vinimos a ver cómo estaban. Y a compartir con vosotros. Pero veo que han estado pasando unos días entretenidos. ¿Ya están todos despiertos?

Falta el bello durmiente, está con una flojera que parecen dos. Dijo Manolo.

Ve a llamarlo, me dijo osaba Iñigo.

No, deja que duerma, debe estar cansado, dijo papá

Hugo, hazle caso a tu osaba handia (tío abuelo) y ve a despertar a tu osaba, la comida se enfría, sentenció aitona.

Sin más preámbulos, subí las escaleras y al llegar al cuarto ahí estaba, completamente dormido, me quité las zapatillas para subirme a la cama, me acomodé debajo de los cobertores, y empecé a acariciarle el pecho. Karlo, vamos muñeco, despierta…

No reaccionaba, comencé a besarlo, y nada, descendía por su pecho, y seguía roncando, lamí sus tetillas, chupé sus pezones que se tornaron duros y seguía dormido, bajé por su abdomen y al llegar a su verga, me la fui metiendo en la boca, ahí sentí sus manos a los costados de mi cabeza, como marcando el ritmo, y fui mamando y jugando con sus bolas, sus ronquidos habían cambiado, ya no eran como de dormido, sino unas especies de gruñidos suaves, casi un ronroneo.

Noto como empieza a mover la cadera mientras seguía marcando el ritmo de la mamada, me estaba follando la boca, sentí cómo se hacía más grueso el tronco de su verga y cómo se recogía como si de un resorte se tratara para luego estirarse con la fuerza de la erupción de leche que me llegó de una vez a la garganta. Misma que tragué con ganas y deseo, para después lamer toda su verga y dejarla bien limpia de restos. Me puse a la altura de su rostro, y estaba sonreído.

Tú sí que sabes despertar a un hombre iloba (sobrino) querido. Déjame que te devuelva el favor, porque aún siento tu verga dura a más no poder. Y eso que ya te desayunaste a mis hermanos… ¿O creíste que no me enteraba de lo que hacíais?

Y en un parpadeo estaba otra vez completamente desnudo, con osaba Karlo acariciando todo mi cuerpo, sus enormes brazos, llenos de músculos y tinta, indicarían que tiene las manos ásperas, pero no, el contacto se sentía suave, como la seda, su pecho voluminoso su abdomen marcado, cubiertos de vellos siempre recortados al 2, sus piernas fuertes y velludas, rozaban las mías haciéndome delirar de placer, fue recorriendo todo mi cuerpo, hasta llegar a mi verga, babosa, que suplicaba ser mamada nuevamente, yo lo observaba y cuando por fin comenzó a comerse mi verga me miraba fijamente con esos hermosos ojos grises, sus labios rodeaban perfectamente toda la circunferencia y parecía que su garganta no tuviera fondo, porque la devoraba completa sin sacarse una sola lágrima.

Poco a poco jugaba con mis bolas, con mi culo, hurgando poco a poco, hasta penetrarme con sus dedos, usando la saliva que escurría de la mamada como lubricante, hasta conseguir mi próstata, Diossss, casi me muero del placer, cuando comenzó a masajearla, mientras seguía mamando. Ufffff…

Yo no quería que ese momento acabara, quería que fuera eterno, pero él me tenía en sus manos, yo me dejaba llevar, estaba sintiendo un sin número de cosas que jamás había sentido, con una mano masajeaba mis pectorales, con la otra, hurgaba dentro de mi culo, haciendo que tocara el firmamento, sentía que sólo estábamos él y yo… De pronto, no pude aguantar, sentí una descarga eléctrica desde la punta de los dedos de mis pies hasta la coronilla y de vuelta, era como una ola de electricidad, que iba y venía, pero no dejaba de estar, yo me retorcía y él notaba que iba a venirme, no avisé y exploté dentro de su boca, él tragó cada uno de mis disparos como si de una bebida deliciosa se tratara, disfrutando cada trago, para después, dejar mi verga dentro de su boca hasta que estuvo completamente flácida.

Dios, cómo sudaste cariño, me dijo sonriendo. Y me encanta el sabor de tu leche. Agregó volviendo a sonreír.

Ufffff estuvo genial. Podría disfrutar eso todos los días.

¿Te gustaría? ¿Hablas en serio Ugo? Preguntó osaba Karlo acomodándose contra la cabecera de la cama y pasándome para estar entre sus piernas con mi espalda pegada a su pecho.

¿Por qué no?

Porque yo estaba a punto de decirte lo mismo. Quiero que vivamos juntos.

Jajaja… ¿Desde cuándo?

Siempre me has gustado, Por ser serio, centrado, responsable, eres el tipo de hombre que me gusta como pareja.

Vale, yo acepto, pero no vamos a soltar la bomba hoy, además, yo vine fue a despertarte. Vamos, que nos esperan para comer, si es que han dejado algo.

¿Comer? ¿Te cabe algo más en ese estómago? Jajaja…

Jajaja… Vamos…

Vale amor, como digas. Nos dimos un beso, me volví a vestir, y Karlo se colocó un bóxer ajustado que marcaba bien su gran paquete ya dormido y resaltaba sus nalgotas.

Bajamos a comer y todo trascurrió con normalidad. De pronto sentimos que tocaban el timbre de la casa, y osaba Iñigo se asomó.

¡Joder! Se nos acabó la paz… Exclamó.

¿Quién ha llegado? Preguntó aitona.

Pues ha llegado Markel con Eder y cada uno con sus tropas.

Sal y abre, le dijo osaba Oskalo, esos deben venir a consentirme porque saben que me siento malito todavía…

Vale, pero como se pongan intensos, me voy.

Querido duende de mi corazón, ellos vienen a verme, porque saben de la golpiza, déjalos pasar, además, los hijos de Aitor no se quedan más del “tiempo prudencial”.

Bien, pero mientras yo abro, ustedes, Rikardo, Karlo, Manolo, y Oskalo, vayan a vestirse.

Papá, osaba Karlo, y osaba Oskalo, se acercaron a su padre, Asier, y abrazándolo le dijeron en tono aniñado:

Aita... Begira osaba, gaiztoa da gurekin... Errieta egiten digu. Horregatik ez zen hazi nano gaizto hura. Ez al dugu jantzi beharrik? (Papá... Mira al tío, es malo con nosotros... Nos está regañando. Por eso no creció ese enano infame. ¿Verdad que no necesitamos vestirnos?)

Quien categóricamente les dijo:

Zoaz janzten, obeditu osabari, gero, nahi baduzu, kendu dena, baina harrera formalean bisitariari behintzat. Edo arropa kendu al dut hemen egon naizen denboran? Azkar ibili. (Vayan a vestirse, obedezcan a su tío, después, si quieren, se quitan todo, pero por lo menos reciban a la visita de manera formal. ¿O acaso yo en el tiempo que llevo aquí me he quitado la ropa? Apúrense.)

Ados, tira, anai txikiak, aitak ere ez gaitu hondatu nahi. (Está bien, vamos, hermanitos, ni siquiera papá nos quiere consentir.) Dijo papá con la cara gacha y una expresión de frustración infantil, lo cual me resultó gracioso.

Zoaz, zoaz, zure aitak bidaltzen zaitu... jajaja... (Vayan, vayan que su aita los manda… jajaja…) Dijo Manolo.

O bai? Tira, zu ere janztera zatoz, endekatu. Zure burua salbatuko zinela uste al zenuen? Ba ez. (Ah... ¿Sí? Pues tú también vienes a vestirte, degenerado. ¿Creíste que te ibas a salvar? Pues no.) Sentenció su padre mientras lo halaba de la oreja.

Pá! Era coña…

Así subieron los cuatro a vestirse y osaba Iñigo abrió la puerta para que entrara el tropel.

Apenas entraron, los abrazos y besos no se hicieron esperar.

Dios mío, cómo han crecido estos muchachos, dijo aitona viendo a los hijos de sus sobrinos.

Los trillizos de Markel (Mikelo, Marko y Marizio) lo abrazaron y hasta intentaron alzarlo en peso.

Hey… Ya… Dejen que su tío ya no está para esos juegos, dijo Markel. Y después se me acercó a abrazarme y cargarme como si fuera un muñeco de trapo. No imaginas lo que te extrañaba cariño, me dijo mientras me apretaba contra su pecho. No has vuelto al gimnasio, ¿mucho curro en el banco?

Como no tienes idea primo, pero sí, debo sacar tiempo.

Vale, sabes que siempre voy a estar disponible para entrenarte.

Jajaja… Lo sé.

¡Conejo hermoso! le dijo Eder a aitona cuando entró ya de último porque estaba terminando de fumarse un tabaco en el frente de la casa, ¿cómo van tus cosas? Mientras lo abrazaba y casi lo devoraba a besos.

Todo bien amor mío, ¿le pediste permiso a tu señora para reunirte con tu familia?

Jajaja… ¿Cómo crees? En casa, el que tiene la última palabra, soy yo. ¿Verdad hijos míos?

Sí amor, como tú digas amor, seguro amor, tú eres la que manda amor, fueron respondiendo cada uno y riendo a carcajadas.

Jajaja… Ya veo, mantienes las cosas en paz. Por cierto, estoy en el negocio de la construcción, si estás interesado, puedo contratarte, digo, si quieres ganar más dinero que en la Guardia Civil. Tu función sería de supervisor, nada de estar pegando ladrillos, si quieres, el trabajo es tuyo.

Vale, no hay problema. ¿Podemos poner a estos que curren también? Dijo señalando a Txomin, Adán, Adnán y Fabián. Así se mantienen ocupados.

Perfecto, así aprenden lo que cuesta tener una casa.

¿Y eso es para comenzar cuándo?

Dentro de una semana, y la paga es excelente.

Cuenta con nosotros conejito, le dijo Eder.

¿Con quienes va a contar aitona aita? Le preguntó Txomin.

Con ustedes y conmigo, vamos a trabajar en construcción. Yo de supervisory vosotrosde obreros, así aprenderéis a ganaros el sustento.

¡Vale! Dijeron los cuatro.

Eder y Markel se acercaron a osaba Iñigo y lo levantaron, uno por delante y otro por detrás. Parecía como si hubieran pasado años sin verse. Osaba Iñigo se aferrabacon sus piernas a la cintura de Markel mientras Eder lo mantenía cargado por debajo de las axilas. Daba la impresión de que estuvieran haciéndole una doble penetración en el aire al pobre enano, que no dejaba de gritar que lo estaban violando. Luego lo colocaron en el suelo con cuidado sin abandonar sus posiciones.

Creía que no iban a saludarme, como para abajo poco ven… Dijo osaba Iñigo recuperando el aliento después del jaleo.

Jajajaja… ¿Y crees que iba a dejar de notar a mi duende hermoso? Le dijo Markel estampando un beso en los labios de Iñigo, quien abrió los ojos como platos y cuyas mejillas se llenaron de rubor.

Dios, ¿cómo haces para estar tan bello hijo de puta? Le dijo Eder mientras lo abrazaba por detrás estrujándole el paquete en las nalgas y agarrando las enormes tetas peludas de Iñigo, no te enteras cuánto he deseado comerte esas tetas, esa vergota, esas bolas, lamerte el culazo, uffff y darte verga, culo, todo. Te amo cabrón.

Suelten, suelten, pervertidos… Sendoa, Merlo, Txomin, Adnán... Auxilio, estos degenerados me están poniendo dura la verga…

Jajajaja… Y… ¿Qué se supone que hagamos? Dijo Sendoa. Que casi no podía de la risa.

No sé, quítenmelos de encima, voy a llamar a la Guardia Civil, para que los detengan.

Jajaja… ¿Y qué vas a decir? ¿Eder Etxabarren me tiene loco de deseo y quiero darle el culo? Dijo Eder riendo mientras se agarraba el paquete que se veía como si estuviera completamente erecto con una mano y con la otra recorría los enormes pectorales de Iñigo.

Joder, algo así…

Ya, ya, dejen al enano en paz… dijo aitona riendo.

Por cierto, ¿dónde está Rocky Balboa? Preguntó Markel haciendo referencia a osaba Oskalo.

Ya debe estar por bajar, dijo aitona. Lo mandé, junto con Manolo, Rikardo y Karlo a vestirse, andaban en cueros por la vida…

Bueno conejito, no todos andamos impecablemente vestidos como tú, siempre, dijo Markel. Mira, yo ando con camiseta, y pantalones cortos, Eder en su eterno pantalón de chándal y camiseta, los locos hijos nuestros, andan en bermudas y camisetas. Incluso, el enano anda de bermudas y polo, pero tú andas de vaqueros y camisa manga larga, a finales de primavera, cuando ya se siente el calor del verano casi.

¿Insinúas que me veo mal? Preguntó aitona.

Para nada, respondió Markel, pero… ¿No estarías más cómodo con algo más deportivo?

Pues, ahora que lo dices, sí, esperemos a que bajen los demás para ir a ponerme algo de ropa de Oskalo.

Jajaja… Hermano, creo que te quedaría mejor ropa de Karlo, la de Oskalo puede que no estire tanto… le dijo osaba Iñigo.

Cierto… dijo Eder riendo, vas a quedar como fruncido a más no poder.

Bueno, ya veré.

Los nudistas venían bajando ya vestidos también con ropa deportiva, recién bañados y peinados.

Al verlos aitona le dijo a osaba Karlo:

Me están diciendo para que me cambie la ropa, ¿tienes algo más cómodo que pueda usar?

Por supuesto que sí aita, ven, vamos a que escojas algo.

Subieron ellos dos y papá abrazó con cariño a sus primos.

¡Amores! Dichosos los ojos que los ven, no se imaginan cuánto los he extrañado.

Hijo de puta, le dijo Eder, ¿crees que vas a arreglar todo con eso? ¿Después que te fuiste a Mallorca con tu amiguete Sebastián y nos dejaste varados?

Jajajajajaja… Eso fue hace como tres a…

¡SEMANAS! Dijo Eder interrumpiéndolo. Hace tres semanas dijiste que querías ir con nosotros, y nos dejaste como novias de pueblo, lehengusuen arteko asteburua. Orain, ez dakit nongoa den zure lehengusu Sebastian. Dakigunez, tatuaje-dendako zure laguna da. Baina kito. (un fin de semana entre primos. Ahora, no sé de dónde es primo tuyo Sebastián. Hasta donde sabemos, es un compañero tuyo de la tienda de tatuajes. Pero nada más.)

Jajajaja… Eder, ¿estás celoso?

Claro que sí, es terrible que te dejen plantado por irse con un “Sebastián”…

Txomin, Adán, Adnán y Fabián estaban que se orinaban de risa viendo a su recio padre con un arranque de celos, y todos en la sala soltamos las carcajadas. Cuando bajaron aita y Karlo a la sala, dijeron:

¿Nos perdimos de algo?

Sí, de un reclamo de infidelidad que le hizo Eder a tu hijo, dijo Iñigo riendo de tal forma que la panza rebotaba incesantemente.

¿Por lo de la ida de Ricardo a Mallorca con Sebastián? Preguntó Karlo.

Ahhh… Pero tú sabías… Le dijo Eder.

Claro, todos sabíamos que ellos querían pasar un fin de semana solos, tú dijiste que querías ir con ellos, y anexaste a Markel en tu idea, pero inicialmente ese era el plan, y aita les había pagado hasta el alojamiento. Así que, amor, ese reclamo no aplica. En cambio ven acá, para darte un abrazo.

Vale… Dijo Eder acercándose a Karlo y apretándolo de tal manera que casi le rompe las costillas.

¿Nadie va a decir una mierda de cómo me veo ahora? Preguntó aitona.

¡GUAPO! Se escuchó el coro.

Jajajaja gracias, hacía tiempo no me vestía así.

Pero deberías hacerlo más a menudo, te ves de infarto, le dijo Txomin.

Gracias nene, en verdad.

Bueno, ya que estamos todos deportivos, ¿por qué no nos vamos al club?

¿Al club? ¿Atestado de gente? Preguntó Mikelo. Pensé que podíamos meternos en la alberca un rato y disfrutar del sol, en familia.

Pero si aquí no hay alberca, dijo osaba Oskalo.

No, pero la casa de tu vecino si tiene, él está de viaje, y tú tienes las llaves porque te las dejó cuando se fue a visitar a su familia a Londres, así que… Vamos.

No me entero, ¿Cómo sabes eso?

Tu hijo Gorka me pone al tanto de ciertos detalles siempre… jejeje…

Pues, si no hacemos descalabro, podemos ir, eso sí, bebidas y comidas se hacen aquí, allá no vamos a llevar nada. ¿Estamos?

¡VALE!

Marchamos a la casa del vecino y el primero en lanzarse al agua fue papá que se había quitado todo, en absolutamente todo, en un parpadeo. En seguida de él se lanzaron osaba Oskalo y osaba Iñigo, quien llamó a su hermano para que los acompañara.

No, no tengo bañador… Dijo aitona.

En cueros, vente, no seas tonto, el agua está perfecta.

No, que no me provoca.

En eso empezamos a corear su nombre: Asier, Asier, Asier, Asier… hasta que se levantó, se desnudó y se lanzó. Yo estaba viendo hipnotizado ese portento de macho cómo se movía hasta el borde de la alberca, viendo cómo se contraían sus músculos, cómo se bamboleaba su verga y sus bolas enormes, como si fuera en cámara lenta cuando de repente Eder me saca la camiseta, y Markel me baja los pantalones hasta los tobillos, ya no quedaba más sino sacarme las zapatillas y lanzarme, lo cual ellos hicieron balanceándome desde la orilla.

En cuestión de minutos estábamos todos en el agua, y comencé a ver cómo se iban acercando unos a otros, el ruido era como si hubiera un batallón de gente, y… bueno, 26 machos reunidos, no es algo que pueda esconderse fácilmente. Jajaja…

Y… ¿Puedo saber por qué a mí y a Maren no nos invitaron? Preguntó Nono interrumpiendo a Ugo.

¿Y cómo? Si te la pasas metido en este lugar tan remoto y escondido de los ojos y la mano de Dios. Le dijo osaba Asier.

Pues sencillo, vienen, me dicen, yo no voy a decir que no, y pasamos buscando a Maren.

Pero Maren no iba a ir a ese desmadre, menos con Iñaki que aún no se había iniciado. ¿Qué imagen iba a tener el nene de toda la familia? Preguntó osaba Iñigo.

¿Que son una horda de locos? Respondí riendo.

¿Ves? Además, dejemos que Ugo siga contando, pero vamos a ir saliendo del agua porque ya se hace de noche y el resto del licor y la comida no va a venir por sí solos al río. Así que vamos, marchando, nos sigues contando mientras vamos caminando.

Osaba Untxia me levantó como si no pesara nada y me colocó sobre sus hombros, lo cual generó risas porque sus hijos: Rikardo, Karlo, Oskalo se quejaron de que a ellos jamás los había cargado así.

Poco a poco salimos del agua y una vez fuera, Ugo prosiguió:

A ver… ¿dónde quedamos?

El desmadre de la piscina, dijo Astoa Mikelo.

Ah… Si… Bueno, al ver el desorden que se había montado papá se sentó en el borde de la alberca y con unas palmadas hizo que todos guardáramos silencio.

Tengo un anuncio que hacer… dijo carraspeando.

¿Tatuaje bat egingo al duzu? ¿Piercing bat egingo al duzu? (¿Te vas a hacer un tatuaje? ¿Te vas a colocar un piercing?) Preguntó riendo Karlo.

Ez, hori ez litzateke albistea izango. Batzuek dagoeneko ezagutzen duten zerbait da, baina gaur onenera iritsi direnek ez. (No, eso no sería noticia. Es algo que ya algunos saben, pero los que llegaron hoy a lo mejor no.)

Badakit, mutilak gustatzen zaizkizula... (Ya sé, te gustan los tíos...) Dijo Markel.

Jajaja... Ez, ez zait gustatzen, maite dut, gizon baten gorputzak erotu egiten nau, baina hori jada ez da inorentzat albiste... (Jajaja... No, no me gusta, me encanta, me vuelve loco un cuerpo de hombre, pero eso no es novedad para ninguno ya...)

Yo lo miraba desde el agua, con los ojos abiertos como platos, negando con la cabeza y él en cambio asentía.

Esan behar dizudana da... (Lo que tengo que decirles es...)

Utzi esango duzuna denbora madarikatu batean... Zirko ipotxak hazten gaitezen rodeoekin zoazela. (Suelta lo que vas a decir de una puñetera vez joder... Que se nos crecen los enanos del circo mientras vas con tus rodeos.) Le dijo Eder impaciente.

Beno familia, pozik iragartzen dut... Ugo, nire seme maitea, sexuan hasi dela, bart izan zen bere lehen esperientzia txanda. Eta ederki gozatu zuen, Etxabarren oso bat bezala! (Bueno familia, me complace anunciarles... Que ya Ugo, mi hijo amado, se ha iniciado en el sexo, anoche fue su pimera ronda de experiencias. Y disfrutó plenamente, ¡como todo un Etxabarren!)

A mi se me caía la cara de vergüenza… Pero todo cambió cuando comenzaron a aplaudir y a silbar frenéticamente. Ahí me dí cuenta que había subido al nivel que todos habían estado esperando, ya podía ver a los ojos con más seguridad a mis primos, y a mis tíos, sin temor a nada, ni siquiera a que pensaran que era una cosa rara porque no había tenido experiencia sexual alguna a mis casi 22. Recordé la conversación que había tenido con aitona antes que todos se levantaran y eso me reconfortó, siempre estarán ahí siempre contaré con ellos, y ellos conmigo. Yo veía que todos se acercaban a donde yo estaba para abrazarme, sentía esos cuerpos peludos, hermosos, las vergas y las nalgas de todos rozarme y mi sangre como iba acumulándose en mi verga despertándola completamente.

Papá da dos palmadas y continúa su discurso diciendo:

Jaunak... Bi gauza ospatzeko gurekin bat egitea nahi dut, bata, nire seme ederra azkenean bere sexualitatea bizi eta gozatzen ari dela, eta bestea, bihar den urtebetetzea. (Señores... Quiero que se unan a nosotros en la celebración de dos cosas, una, que por fin mi hermoso hijo está viviendo y disfrutando su sexualidad, y la otra, su cumpleaños que es mañana.)

Entonces… Eso quiere decir una cosa, dijo osaba Oskalo, ¡TENEMOS QUE CELEBRAR HASTA MAÑANA EN LA NOCHE!

Se escucharon aplausos y silbidos aún más frenéticos que antes. Todos chapoteando en la alberca, todos desnudos, que si pasara alguien y nos viera nos meterían en calabozo sin dudar, porque estábamos en propiedad privada y sin permiso del dueño.

Vamos, Manolo, prosiguió, vamos a sacar el vino y a preparar las comidas, porque tenemos un festejo que montar.

¡Pero pá!

¡Vamos dije!

Salimos todos de la alberca, nos escurrimos un poco el agua, Markel se me acercó y me dio un morreo que casi me hace desmayar, Karlo miraba y se sonreía, eso me puso más cachondo aun. Así, a medio secar, nos vestimos nuevamente y fuimos a la casa de osaba Oskalo. Ya eran las 16h00. Al entrar, comenzamos los preparativos, sacaron una caja de ardo beltza (vino tinto), y comenzamos a brindar, luego papá, Markel y Eder fueron a comprar carne y embutidos para la barbacoa, Mikelo, Marko y Marizio comenzaron a amasar para hacer unos panes y unas pizzas. Sendoa y Merlo comenzaron a cortar vegetales para las ensaladas que acompañarían las carnes, además de unas papas que iban a poner al horno con sal y paprika, Karlo comenzó a hacer una mezcla para la tarta de mi cumpleaños, osaba Iñigo comenzó a preparar un crème brûlée, me sentía como que no estaba participando, le dije a Karlo:

¿En qué ayudo?

En disfrutar que tienes un ejército preparando todo para tu festejo amor mío.

Jajajaja… ¿Sólo debo quedarme tranquilo y ver cómo trabajan?

Pues… Puedes ir viendo, y aprendiendo, para que así, cuando vivamos juntos, no me toque a mí solo la cocina, jajaja…

¿Juntos? ¿Piensan vivir juntos? Dijo osaba Iñigo.

Lo hemos estado hablando, aún no hay fecha para eso, pero sí nos gustaría, le respondí.

¡Madre Santa! ¿Hablan en serio? Karlo, cariño, creo que debiste seguir el protocolo primero, hablar con Rikardo, y después, según lo que diga, plantearle la idea a Ugo. Recuerda que es tu hermano, y va a pasar a ser tu suegro si eso se da. Le dijo aitona que estaba bebiendo vino y dirigiendo la cocina.

Untxia, de verdad que creo que si los muchachos desean irse a vivir juntos, deben hacerlo, vivir en pareja no es sencillo, menos cuando la pareja además es familia, de pronto podrían probar, ver a ver qué tal después que se esfume la novedad, Karlo es alguien muy bien preparado para estarle diciendo las implicaciones que eso puede acarrear, pero si están seguros de que es lo que quieren, por mí, tienen mi bendición y cuentan con todo mi apoyo. Dijo Iñigo en tono muy serio.

Esperen, entonces… ¿No es sólo la celebración de la iniciación y el cumpleaños? ¿Sino que también es la celebración del compromiso de estos dos? Preguntó Astoa Mikelo.

¡Joder! ¿Habrá una boda? Preguntó Merlo. ¿Por qué no me invitaron? Ah… Como soy el loco de la familia, entonces no me toman en cuenta. ¿Quienes son los contrayentes?

Jajajaja… Nadie se casa, simplemente que estos dos, dijo aitona señalándonos a Karlo y a mí, se van a vivir juntos.

¿En pecado?

Jajajajaja… Todos soltamos la risa, Txomin, el mayor de Eder lo abrazó y le dijo:

Merlín, lo que tienes de bello lo tienes de brutazo, como que lo de astoa también se aplica a ti.

Yo no tengo la verga tan grande como la de Mikelo… ¿O sí?

Jajajajaja... No estamos hablando de atributos sexuales, sino de lentitud en pensamiento, dijo osaba Iñigo.

Ahhh… Ya entiendo. Dijo Merlo en un tono poco convincente.

Ya a las 18h30 llegaron los que habían salido a hacer las compras, Adnán y Adán fueron a ayudar a sacar las cosas de la camioneta, aitona se fue al patio a encender las brasas de la barbacoa, y osaba Oskalo le dijo a Manolo que sacara los cables, porque había que poner luz en el patio y que buscara las farolas de colores, porque había fiesta. A eso de las 19h00 llegó Gorka y al ver el movimiento dijo:

¿Celebran algo sin avisarme?

Sí, celebramos dos cosas, ¿o serán tres? Lo cierto es que el homenajeado es Ugo. Dijo Merlo.

Todos reímos al ver la cara de Gorka, indignado. A ver, dijo, ¿qué tienen preparado? Fue pasando revista viendo todo lo que se había hecho. ¿Y quién se supone que va a decorar la tarta? ¿Yo?

¿Y quién mejor? A ti se te da eso bien. Dijo osaba Iñigo riendo a más no poder.

¿El qué?

Eso de batir huevos hasta hacerlos suspirar.

Todos soltamos las risas.

Bueno, tira acá, para esa tarta voy a necesitar una docena de huevos, ¿tenemos doce huevos en casa?

En total, hay 52, gordos y con mucha leche acumulada, y con los tuyos, 54, dijo riendo a carcajadas aitona y todos lo seguimos.

¡Aitona! ¡Estoy hablando en serio! Dijo Gorka molesto.

Yo también cariño, yo también, dijo abrazándolo sin parar de reír. Ahora, si hablas de posturas de gallina, es otra cosa.

Vale… ¿Habrá esa cantidad de “posturas de gallina”?

Aquí están, dijo Manolo. Alcanzándole la huevera. Sírvete, ¿qué más necesitas? ¿Un recipiente? ¿La batidora eléctrica? Ya te alcanzo todo.

Sí, además de una taza para las yemas y azúcar. Ah… Y una espátula para aplicar el merengue.

Ya con todo a mano, Gorka comenzó a separar, batir y en un parpadeo estaba cubriendo la tarta, en realidad quedó hermosa.

Listo, ya a las 19h20 estábamos todos afuera, disfrutando de la cálida noche, comiendo y bebiendo sin parar. Habíamos sacado unas mesas y sillas de plástico para poder estar más cómodos. A eso de las 0h15 comienza a llover y tuvimos que meter todo nuevamente a la casa. Cuando terminamos de entrar y recoger todo, dejó de llover.

Joder con la lluvia, dijo osaba Oskalo. Menos mal que todo lo que íbamos a asar, ya está listo. Pues… A seguir comiendo y bebiendo, ¡QUE AHORA ES EL CUMPLEAÑOS DE UGO!

Colocaron en la mesa del comedor la tarta, la crème brûlée, y algunos pasapalos. Cantamos cumpleaños y seguimos bebiendo.

Ya como a las 2h00 aitona se me acerca y me da un beso, el roce de su barba me hizo estremecer, y sentía cómo sus manos bajaban por mi espalda hasta mis nalgas, estrujándolas calentándome de una manera brutal.

De soslayo ví que papá estaba quitándole la camisa a Gorka, y comenzaba a lamerle el pecho, Karlo se ubicó detrás de mi y quedé entre él y su padre.

Eder y Markel se habían intercambiado los hijos y estos atendían de lo mejor a sus tíos.

Manoel, Uriel y Arel ya tenían a su padre completamente desnudo y mientras Uriel le comía la verga con devoción, Manoel le comía el culazo y Arel lo ponía a comer verga.

Toda la casa olía a machos a sudor, a testosterona acumulada, los gemidos eran la música de la fiesta, Karlo me había desnudado por completo y ahí estaba yo de rodillas, mamando alternadamente la verga de aitona y la de él.

Ambos me observaban desde arriba, con cara de salidos, se morreaban entre sí, se estrujaban las tetillas uno a otro. De pronto siento una mano que hurga mi culo, el cual está bastante dilatado per sé, y siento dos dedos que me invaden además de una voz que me susurra al oído:

Que culo tan caliente y complaciente tienes primo, quiero que darte mi regalo de cumpleaños. Era Astoa Mikelo, que como su apodo, estaba más excitado que un burro.

No dije nada, simplemente levanté mis nalgas para que pudiera penetrarme, y comenzó, lentamente, cuando su cabeza por fin logró entrar, se quedó quieto, porque casi dejo sin verga a aitona del dolor que sentí porque apreté los dientes.

Lo cual lejos de molestarle, le gustó al parecer, porque comenzó a rezumar copiosamente presemen, poco a poco sentí cómo se iba adentrando la enorme verga de Mikelo dentro de mí, y la mía estaba también babeando incesante. Karlo se acostó boca abajo en el suelo, él y yo quedamos en un 69, conmigo encima y Mikelo dándome verga a más no poder, aitona se acomodó de manera que levantó las piernas de Karlo para poder ir metiendo su verga en el culo de su hijo, quien lo recibía con gusto dentro de sí.

Uffff… Que delicia de culo hijo, caliente y apretado, así me encanta un culo… Ufffff… No sabes lo que extrañaba esto.

Tienes que probar este osaba, decía Mikelo, no sabes las ganas que tenía de follarlo.

Disfruta, porque aún me queda bastante rato disfrutando de mi nene. Decía aítona. Enano, estás bien atendido, ¿verdad? Le preguntó a Iñigo.

Humjum… Era lo que se le pudo oír.

Jajajaja… Tiene la boca llena de carne Conejo, por eso no habla, dijo Eder.

Sendoa se unió a papá y Gorka, que estaban disfrutando uno del otro, papá clavaba a Gorka sentado en una poltrona mientras Gorka rebotaba encima de la verga de papá y gemía incesantemente. Sendoa se acomodó de manera que su verga fue entrando poco a poco en el culo de Gorka y disfrutaban de una doble penetración. Y poco pasó antes que Adnán metiera su verga en el culo de Sendoa, el cual quizo soltarse, pero no pudo.

Eder, sentado en un extremo del sofá, ponía a Merlo a comerle el culo, mientras que Marizio se ensartaba en su verga y en la de Marizio se ensartaba Marko, quedando su verga en la boca de su osaba, y dándole este una mamada que no paraba de sacarle gemidos a su iloba.

Markel, al otro lado del sofá, estaba dándole por el culo a Adnán mientras Txomin le removía las entrañas con su verga a Markel y Fabián estaba acomodado de tal manera que mientras mamaba la verga de Adnán, Eder podía irle metiendo la mano en el culo.

Oskalo en el otro sillón tenía a Manolo de rodillas mamándole la verga, cuando vio lo que le hacía Eder a Fabián no pudo contenerse y le llenó la boca de leche a Manolo, quien no corto ni perezoso, tomó las piernas de su padre, las levantó sobre los apoya brazos dejand su culo totalmente expuesto, y sin aviso le ensartó la verga en el culo.

Ay joder… Duele… Se quejaba Oskalo ante las arremetidas de su hijo.

¿Te duele pá? Pa’ mis cojones…

Fóllame entonces… Anda… ¡FÓLLAMEEEE!

Manolo mordía los pezones de su padre con saña, como si quisiera arrancárselos y gruñía al hacerlo.

Así hijo de puta, así, tortura a tu viejo, dame, muerde…

¡TOMA VERGA MARICÓN! Le decía Manolo a su padre mientras le apretaba los cojones con una mano casi a punto de hacerlos estallar.

¡MIERDA! ¡ME CORRO! Gritaba osaba Oskalo… Ahhhhh… Coñoooo… Jodeeeeeer… Uuuuufffff… AAAAAAAHHHH…

Manolo sintiendo las contracciones anales de su padre también se vació completo en el interior de este:

AHHHHHH…. Yo tambiéeeeeen… Ufffff… TOMA MI LECHE PUERCO… TÓMALA… AAAAAAAAHHH.

Tan pronto acabó Manolo sacó su verga del culo de su padre y se la puso en la boca para que se la dejara bien limpia.

Yo veía esa oportunidad de lamer el culo lechoso de osaba Oskalo y no la pensé, en seguida me fui a lamer toda esa leche y lo que emanaba de ese culazo que había sido abandonado. No sé si fue el momento o beber esos jugos mezclados, pero eso me puso más cerdo y cachondo. Metía mis dedos sacando todo lo que hubiera de ese culazo y los lamía con gula, con desespero. Astoa Mikelo seguía dándome verga, y Karlo mamando la mía, yo comencé a mamar la verga de osaba Oskalo, y me le llevaba completa hasta la garganta, Diosssss… Que delicias de vergas estaba mamando, recibiendo por el culo y qué portento de mamada estaba recibiendo. Intenté controlarme, pero no, no pude, le llené la boca a Karlo de mi leche, y volvió a comerse toda, con gusto.

Cuando Astoa Mikelo sintió mis contracciones, acabó llenando mi culo de leche y fue tanta que se desbordaba, Karlo no perdía una sola gota de ese líquido que fluía, le lamía las bolas a Mikelo, me lamía la entrada del culo, su lengua rodeaba el tronco de la verga de Mikelo que fue retirando poco a poco siendo limpiada por la boca experta y la lengua habilidosa de Karlo, quien una vez que salió la cabeza introdujo su lengua llevándome al placer más extremo del mundo, uffffff… Que delicia. Él iba comiendo los fluidos de mi culo como si no hubiera nada mejor en el mundo… Yo caí rendido, casi sin poder dar un paso más. Manolo se me acerca con una botella de ardo beltza y me dio un trago directo del pico de la botella.

Bebe suficiente, el vino te acomodará, me dijo.

Arrrgggg… ¿Qué le has puesto?

Jajaja… concentrado de canela.

Por un momento sentí los oídos zumbando y el corazón acelerado.

¿Mejor?

Creo… Jejeje… Dame mas.

Mientras yo agarraba fuerzas con el vino adulterado veía la escena y me prendía más:

Sin saber cómo ni cuándo estaba gozando de la verga de Karlo, quien seguía siendo penetrado por aitona, sentía cada embestida que iba dándome, era como si mi cuerpo no fuera mío, como si estuviera viendo todo desde fuera, esa verga gruesa, caliente, estaba dentro de mi como si siempre hubiera estado ahí, yo rebotaba encima de él, y de rodillas estaba detrás de mí, aitona, quien me sujetaba del pecho contra su torso velludo y estrujaba mis tetillas hasta hacerlas doler, pero el dolor era nada, comparado al placer que sentía.

Aita, me corro, le dijo Karlo entre jadeos.

Egizu, etorri, bete Ugoren ipurdia esnez seme, gozatu. (Hazlo, córrete, llenale el culo de leche hijo a Ugo, disfruta.)

Dame leche, le decía yo a Karlo, préñame…

Ahí va amor… Ahí va mi leeeeeecheeee… Aaaaaahhhh. Ufffff, aaaaaahhh… Diosssss. AAAAAAAAHHHH…

Y ahora voy yo ene semea, sentitu zure aitaren esnea, sentitu nola uzten zaitut nire maitasun haziz beteta... Nork betetzen dizu ipurdia ni bezala? (...hijo mío, siente la leche de tu papá, siente como te dejo bien lleno de mi semilla amor... ¿Quién te llena el culo así como yo?)

Tú papá, dame la lecheeeee…

TOMA HIJO, TOMA MI LECHEEEEE… AAAAAAAHHHH… UUUUFFF… TODAAAAAAA

Aitona cayó sobre mi espalda haciendo que yo cayera sobre el pecho de Karlo logrando en el movimiento que este sacara su verga y aprovechando para ensartar la suya en mi culo de una vez y sin preámbulo, como temiendo a que fuera a cerrarse definitivamente.

Rikardo, hijo, que divino está el culo de tu nene, le dijo a papá al sentir cómo entraba sin esfuerzo su enorme verga dentro de mí.

Es una delicia, dijo papá, ¿verdad Karlo?

Ufffff… Es una pasada. Me ha dejado seco.

Yo sentía las embestidas de aita en mi culo, cómo me recorría y de pronto Iñigo dijo:

Mierda, encajó completa la verga de Conejo en el culito de Ugo… Jajajajaja… Ya no hay tamaño que no quepa.

Jajaja… Pregúntale al cumpleañero si le molesta lo que le hago… Dijo aitona.

Noooo… Ahí no hay nada que preguntarle… Jajaja… Mira la cara de vicio que tiene el muy zorro… dijo osaba Iñigo riendo.

Karlo salió de debajo de mí, quedando yo en cuatro patas lleno de la verga de aitona, pero quería más, necestaba más, más vergas, más leche, más culo, más sexo… Papá y yo hicimos contacto visual, en sus ojos veía su lujuria, su deseo, sus celos. Él seguía rompiendo el culo a Gorka, pero al conectar las miradas, aceleraba sus embistes de una manera tal, que parecía la velocidad de una aguja de tatuar, Gorka gritaba de placer, siendo perforado por la enorme verga de mi padre, y a esa velocidad, más aún. Me dijo solo con muecas “voy a acabar”, todo su cuerpo estaba empapado en sudor, el mío también, asentí con mi cabeza y él comenzó a anunciar su corrida con sus gritos:

AAAAAHHHH… UFFFF… AAAAAAAHHH… TOMA TODO, TOMAAAA… AAAAAAAAHHH.

Apenas terminó, sacó su verga pringada de leche y culo de Gorka dejándolo vacío, pero ese vacío no duró porque Sendoa en seguida lo llenó, antes de que se saliera la leche de mi padre, colocó su verga como si de un tapón se tratara. Liberando a mi amado padre que en seguida me dio a comer su verga, mi gula era tal que no reparé en nada, me la metí como si fuera un traga sables de circo a la boca, completa, sacando un gemido de gusto de mi progenitor.

Dale Ugo, come mi verga chaval. Dame ese gustazo otra vez. Decía mi papá mientras cogía con sendas manos mi cara para marcar el ritmo de la mamada. Estaba siendo dominado por mi padre y mi abuelo, y eso me tenía loco de placer.

Mamé esa delicia de verga como por veinte minutos y sentí cómo salían los disparos de leche e iban a dar directo a mi garganta. Yo resoplaba por la nariz a la vez que papá y aitona se morreaban bufando por encima mío, como haciendo un túnel, los oía gemir a ambos, ahogados por el beso, mientras los dos acababan, uno en mi boca, otro en mi culo hambriento. Deseaba más, más verga… Papá como que me leyó, porque en seguida, aún erecto, se acomodó debajo de mí y con la verga de aitona ocupando mi culo fue metiendo la suya, mis gritos de dolor no se hicieron esperar, me estaba partiendo en dos, semejantes calibres entrando en mi ano, hasta que sentí sus ingles pegando con mis nalgas, ya el dolor era cosa del pasado, ahora sentía placer, pero quería más…

Osaba Oskalo me dio a mamar su verga, lo cual agradecí, metiendo toda su extensión y grosor en mi boca. Mirad al puerco, como se goza dos vergas en el culo y otra en la boca, dijo, todos reían viendo la escena, cuando hice una pausa para tomar aire y seguir mamando, Manolo me dio otro trago del ardo beltza con canela y sentí nuevamente cómo me encendía, era como si me poseyera algo, me ponía más cachondo, más cerdo.

Eder ya estaba descansando después de haberse corrido sabrá Dios cuántas veces, y se acomodó delante de mí, ofreciendo su culo para que lo penetrara, no lo pensé y de una le atesté mi verga hasta el fondo, sus gemidos indicaban que le estaba gustando, papá y aitona seguían dentro de mí, sentía sus vergas cómo rozaban una con la otra, haciendo mi culo más distendido y más feliz a cada embestida, osaba Oskalo estaba de pie, entre Eder y yo, Eder morreaba a mi papá, yo era dueño en ese momento de su culo, y sentía que aún quería más.

Después de casi media hora recibiendo y dando verga, sentí una ola electrizante que me hizo apretar el culo como nunca, aitona y papá gritaban de gusto, y yo comencé a correrme dentro de Eder, con mis contracciones ambos acabaron copiosamente dentro de mí, dejando mi culo inundado de leche de machos, osaba Oskalo se dío cuenta por mi respiración y aceleró la follada de boca que me estaba dando, empujando cada vez más, provocando arcada tras arcada en en mí, pero eso no me quitaba lo que estaba disfrutando, cuando ya era inminente su corrida sacó su verga de mi boca y se hizo una paja a escasos centímetros de mis labios, yo rozaba la punta de su gran glande con mi lengua, y lo miraba a los ojos, implorando por su leche.

Así, así me gusta, me encanta lo perra que te ves, me dijo. Él seguía masturbándose y yo lo miraba, sin pronunciar palabra de pronto metió su verga a mi boca nuevamente y comenzó a anunciar su corrida:

Bebe todo cerdo, bebe mi leche, que te encanta, bebe… aaaaaahhhhh… uffff… toma… ahhhhh…

Así hasta vaciarse completamente, para después poner su gran culo en la cara de mi papá y comerse la verga de Eder, que seguía ensartado por mí.

Diosss… Voy a tener que venir a estas reuniones más seguido jajajaja, dijo Eder

Papá devoraba con gusto el culo de su hermano, y lo abría más con las manos para introducir mejor su lengua, nada más de imaginar lo que estaba sintiendo osaba Oskalo no pude evitar volver a correrme dentro de Eder, quien movía sus caderas marcando el compás de la mamada que le daba osaba y la follada que le daba yo.

Joder Eder, ¡QUE CULO! Te voy a volver a preñar… Uffffff… Aaaaaaahhh… Diossssss… Toma mi leche, todaaaa.. Uffffff… aaaaaaaaaaahhh… Le logré decir.

Ya, físicamente, no podía más, pero aún quería. Como pude, con cuidado, me deslicé hasta que salieron la verga de papá y la de aitona, y sentí cómo salía la crema que ellos habían batido dentro de mí, deslizando por mis piernas, misma que Merlo se arrimó a lamer, pero como no daba abasto, le pidió ayuda a Marizio, cada uno lamía una pierna y Marko introdujo su lengua enorme y caliente en mi ano. Ahí estaba yo, de pie, recibiendo ese placer que estaba llevándome a niveles que nunca había soñado.

Una vez que se comieron los restos de las corridas de papá y aitona, estaba yo con los ojos cerrados y sentí una boca que me devoraba la verga, que no estaba del todo erecta, pero poco hizo falta para que se irguiera nuevamente, cuando abro los ojos, era nada más y nada menos que Markel, comiendo con todo el gusto lo que había salido del culazo de su hermano en mi verga. Joder, que morbazo.

Tomé su cabeza y comencé a follarle la boca, como si estuviera poseso, mientras estaba concentrado sentí unas manos tocando mi pecho desde atrás, y una panza inconfundible rozando mi espalda, yo giré la cabeza y me encontré con la boca de osaba Iñigo, y su verga estaba presionando para abrirse camino dentro de mí. Soltó mi pecho y separó mis nalgas, su verga entró sin problema alguno, pero al hacer tope sentí que estaba más lleno que nunca, incluso que antes, cuando tenía dos vergas dentro.

Luego se aferró a mi pecho, sentir su respiración en mi nuca, sus enormes tetas peludas en mi espalda, su gran panza, ufffff.. Me hacía desearlo más cada vez. Sus manos me recorrían sin pudor alguno cada zona, retorcían mis tetillas, estrujaban mis bolas, apretaban la base de mi verga, que no paraba de lubricar dentro de la boca de Markel, la sacaba y le daba bofetadas, para luego dársela a mamar de nuevo mientras me tenía ensartado.

Ambos pares de manos me recorrían por completo, la boca de Markel, caliente, deseosa, devoraba mi verga con gula, sentía que me iba a estallar la cabeza, cuando de pronto… Ufffff… Aaaaaaahhhh… Aaaaaaahhh… AAAAAAAAAhhhhh… Liberé todo en la boca de Markel, y este tragó hasta la última gota. Osaba Iñigo rugía y movía sus caderas como si quisiera destrozar mi cuerpo entero, sentía su verga cada vez más adentro, casi hasta la garganta, y de prontó escuchamos un sonoro AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHH… El duende se había vaciado completamente dentro de mí. Apenas eyaculó, su verga empezó a perder dureza y a abandonar mi interior. Sin perder tiempo, se agachó y recolectó con su mano todo lo que emanaba de mi culo, y me lo dio a beber… Ufffff… Yo lamía su mano como si fuera una paleta de caramelo, sin desaprovechar una gota.

Eran las 6h00, el cansancio se sentía, el placer estaba en el aire, pero había que asearse… ¿Qué mejor forma de hacerlo que en la alberca del vecino? Vestidos solo con pantalones cortos nos escabullimos a la casa del vecino, nos quitamos los posibles restos de lo que fuera en las duchas, y luego nos lanzamos al agua. Papá se me acercó, me plantó un gran beso y me dijo:

Feliz cumpleaños amor de mi vida. No sabes lo feliz que me haces. Te amo.

Esas palabras me hicieron llorar, porque supe que eran sinceras, no hablaba Rikardo, el cabrón sátiro, hablaba mi padre, desde el fondo de su alma. Lo abracé y estuve llorando un rato pegado a él. El sentirme así, me hacía volver a la infancia, por primera vez en muchos años logré ver algo muy claramente. Que siempre he estado enamorado de mi papá. Lo miré a los ojos, sin decirle nada, y él me dijo:

Yo también te amo, te amo más de lo que te imaginas, te amo desde antes que nacieras, y te amaré por siempre, incluso, te amo como hombre, y amaría que me amaras como pareja también. No hay problema, podemos estar los tres, Karlo, tu y yo, ya hablamos al respecto y me dijo que eso dependía de tí, que él estaba de acuerdo, podemos ser una relación de tres, amarnos, apoyarnos, y estar ahí el uno para el otro siempre nené. Y siempre tendremos a la familia, incondicionalmente. ¿Aceptas?

Busqué con la mirada a Karlo y él se acercó nadando a donde estábamos. ¿Qué dijo? Preguntó.

Aún no ha respondido, dijo papá.

Y… ¿Qué decides amor? ¿Quieres que vivamos juntos los tres y tengamos una relación de tres? Me preguntó Karlo con esos ojazos grises que brillaban de la emoción.

Pues… ¡Que sí!

Ahí nos abrazamos, nos besamos los tres, dando brincos dentro del agua, parecíamos tres niños felices.

Después de un rato más en la alberca, ya el sol y el trasnocho esmpezaban a hacer de las suyas, así que nos fuimos a la casa de osaba Oskalo y donde fuimos pudiendo, nos fuimos acomodando para dormir. Rikardo, Karlo y yo nos acomodamos en el sofá cama de la sala, los demás se distribuyeron como quisieron.