Castigo por bajar las calificaciones (iii)

Cosas que suceden de manera inesperada, y sentimientos encontrados...

Ya en la mañana, como a las 9h00, mi Nono estaba en la puerta del cuarto, apoyando su hombro derecho contra el marco de la puerta, con un tabaco encendido y la toalla amarrada a la cintura, parecía recién bañado, porque sus pectorales peludos aún estaban escurriendo, y bajo la toalla se veía algo bastante grande y grueso que se adivinaba bastante despierto.

Él siempre fue de contextura atlética, cintura estrecha, abdominales marcados, no exagerados, pero si visibles, pectorales, espalda y brazos sí, muy desarrollados, al igual que las piernas, por el tipo de trabajo que desde niño realizaba, siempre tuvo que cargar cosas pesadas, y eso lo fue esculpiendo. Los vellos le cubrían completamente la espalda, pecho, abdomen, brazos, el cabello aún abundante, caía sobre sus hombros, bastante canoso, como el resto de los vellos de su cuerpo, parecía una mezcla entre sal y pimienta negra.

¡Bueno, bueno! ¡Hay que pararse! Hay que ganarse el pan... Se acabó la vagancia... Nos dijo en tono serio, como si nos estuviera mandando de verdad.

Buenos días viejo, le dijo Papá… ¿Estaba fría el agua?

Buenos días hijo, no tanto, pero recién salido de la cama, pega un poco, hoy me levanté tarde, por eso necesito que me ayuden, espero que sea rápido, Nono se fue a vestir, `para empezar a hacer sus faenas, Papá y yo nos quedamos un poco más en la cama, arropados, de pronto, me acordé del consolador, así me dijo Papá que se llamaba, y le pregunté:

Papá…

Dime, mi vida.

¿Cuándo me vas a mostrar el… cómo se llama lo que trajiste en la maleta?

Jajaja… ¿El consolador?

Creo que sí…

Pues, príncipe, eso es como una pistola, ¿sabes cómo es eso?

Ehhhh… ¿Lanza balas?

Jajaja… No… Sólo que no es algo que se saque sólo para exhibición, sino para darle uso, no es precisamente un adorno que podríamos poner en la mesa de centro de la sala, sino que es algo para uso íntimo, dijo mientras hurgaba en su bolso. Hagamos algo, cierra los ojos, que te lo voy a mostrar, junto con todos sus amigos.

¿Amigos? Pregunté consternado.

Sí, lo que pasa es que viene todo un kit, vamos, cierra los ojos, para mostrarte la pandilla completa.

Pasaron unos segundos, y Papá me dijo: Listo.

Al abrir los ojos, me quedé casi sin palabras, era un armamento. Había desde uno que era tan delgado como un dedo meñique, y casi ese largo, hasta uno muy parecido a la verga de Nono, pero casi el doble de grueso… Los ojos se me iban a salir, en seguida tuve una erección, y el culo me boqueaba, literalmente, estaba viendo juguetes…. Juguetes que iba a poder compartir con Papá, juguetes de adultos.

Papá se reía, Nono volvió a pasar por la puerta del cuarto, ya vestido, vio lo que estábamos viendo, pero como que no distinguió de lejos, al acercarse dejó salir un ¡María Santísima! ¿Llegaron los Reyes anticipados? Tomó el más grande, y me dijo, mientras sujetaba la base contra la bragueta de su pantalón con la mano derecha y deslizaba la izquierda desde la punta hasta abajo, ven Neno, chupa el pollón de tu Nono, vamos, a ver si te cabe…

Papá se reía a carcajadas… Aún le falta entreno para que pueda soportar ese monstruo viejo… Y ni de huevos le cabrá completo en la boca…

A ver, abre ese culazo, yo creo que a ti si te calza, tienes cara de ser el anillo donde se encaja este dedo, sin problema alguno… Le dijo Nono a Papá…

Papá se puso boca arriba, con las rodillas pegadas a los hombros, y sujetando sus piernas con los brazos, Nono me dijo:

Dale a mamar tu polla, para que no grite… Aunque ese culo parece que ya ha usado esto… Dios… ¿Será que todos los machos de la familia somos así de aguantadores?

Nono tomó un tarro de gel, Papá dijo que eso no se usaba con vaselina, porque daña el látex, que ese era el indicado. Nono aplicó abundantemente y empezó a calzar el monstruo en el culo de Papá… Poco a poco…

¡Mira que vicioso! Exclamó Nono. El mismo culo va comiendo, como si estuviera sorbiendo pasta… ¡Que morbo, joder! Ya llevas la mitad…

La verga de Papá no paraba de babear, era como si se estuviera orinando, todo su abdomen estaba cubierto por esa baba… Yo, diligentemente, sin que me dijeran ni media palabra, me acomodé para poder mamar esa polla, Diossssss… Que delicioso néctar… Al estar en ese 69, Papá tomó uno de los juguetes y tras embarrarlo con el lubricante en gel, me lo metió en el culo, yo recibía la mamada, le mamaba la verga, y era ensartado por uno de sus juguetes de adulto… El cual sacaba y empujaba una y otra vez. Mi verga no paraba de babear también dentro de su boca. Él empezó a gemir, y su pollón a contraerse, ya los disparos eran inminentes en mi boca… Yo fui comiendo más polla, hasta bajar más de mi garganta provocando en Papá que emitiera un gemido ahogado, casi como un mugido, que me hizo vaciarme completamente en su boca y acabar él mismo al unísono.

Dios, que delicia de desayuno se han metido cabrones, dijo Nono… Yo voy a aguantar un poco más las ganas de correrme, porque si no, no hago nada de lo que hay pendiente. Los dejo para que se vistan, y recuerden recoger la leonera que tienen en este cuarto. Diciendo esto, Nono salió del cuarto, dispuesto a hacer sus labores.

Papá y yo nos quedamos abrazados en la cama, besándonos, acariciándonos, y de pronto dijo:

Quiero probar algo…

¿Qué cosa?

Quiero probar si te caben dos vergas en el culo…

¿Doooooosssss? ¿Te volviste locoooo?

Jajaja sí, y aquí tengo cómo probarlo… Confía en mí, a mí me caben hasta res de estos… Jajajaja…

Ehhhh… No es que me mole la idea…

¿Pero tampoco te niegas a experimentar, verdad?

Puesss… No…

Así me gusta… vamos, vamos a dilatar bien ese ojete, para que recibas dos de estas macanas… Quiero ver si aguantas tanto…

Yo me dejé hacer, Papá iba untando gel, jugado con las paredes de mi ano, llegó un momento en que yo pedía más, cuando me percaté, tenía cuatro dedos en mi culo, y aún pedía más…

¡Cabrón! ¿Quieres el puño completo? Que sucio eres maldito… Sabía que te gustaba el morbo, pero que fueras una piltrafa inmunda, con ganas de que te rompan el culo, jamás… Eres un cerdo de mierda… Que rico!!! Ahí te va el puño!!! Siente mi puño dentro, como te destrozo ese culo… Siéntelo, a ver… si aprieto esto…

Sus palabras no sonaron ofensivas, por el contrario, me sentía deseado, sentía el morbo que le despertaba en cada letra… Papá estaba jugando con mi próstata,,, y yo no dejaba de eyacular.. Diossss que delicioso… Metió hasta casi el codo en mi culo… y me dijo: Voy a meterte tres vergas de estas… para que sientas lo que yo. Cogió tres de sus juguetes y los embutió de una vez… Yo quería gritar, pero ahogué el grito, en seguida llegó el placer, y empecé a gemir…

¿Ves que te mola llevar verga? Dios… ¿Cómo no te follé antes? Habría dejado a tu madre y me quedaba contigo… Mira ese culo… tragón a más no poder… Quiero que lleves bastante verga hijo, para que entrenes y cada vez seas mejor y más complaciente dándome culo… no aguanto, necesito follarte… Papá metió su verga en mi sobre dilatado ano, y embestía como no lo había hecho… Quiero que te quedes con mi leche dentro… quiero preñarte…

Préñame cabrón, anda, hazlo…riega esa leche dentro de mi… Dame leche Maren… Dame esa leche…

JODEEEEEEEEEERRR…. Me corroooooooo…. Aaaaaaaahhhhhh… Uuuuuffff…

Yo sentía cómo se vaciaba dentro de mí, bien adentro, y se quedó hasta que se desinflamó por completo. Mientras, me abrazaba y besaba con ternura…

Hoy me voy hijo, mañana tengo curro, y no puedo perder el empleo. Te voy a dejar los juguetes para que te entretengas cuando estés desocupado… Pero por ahora, vamos a bañarnos, vestirnos, que ya tu Nono debe estar mosqueado.

Después de asearnos apropiadamente, beber los meaos de Papá en el proceso, vestirnos y alistarnos, fuimos a ayudar a Nono, ya él había ordeñado las vacas, que era lo más importante de la mañana, estuvimos limpiando el potrero, los establos, el gallinero... Cuando mi Nono dijo que era hora de comer, fuimos a lavarnos en una bomba que tenía la finca.

Nos limpiamos bien, en el jaleo, nos mojamos todos. Papá me dijo que me quitara la ropa, para que no me resfriara, y nos quedamos en gayumbos.

Nono nos vio y dijo:

A la mesa no se van a sentar así, pónganse algo, y tú, Abelardo, refiriéndose a Papá, anda con celeridad, porque necesito que vayas a hacer unas diligencias.

Fuimos a ponernos ropa para seguir la faena, y a desayunar, cuando terminamos, le dije a Papá: ¿Voy contigo?

No, dijo mi Nono, necesito que me ayudes en algo, deja que tu Papá vaya y así viene rápido.

Yo abracé a Papá y él me dijo: Ya vengo, no voy a demorar. Me besó en la frente y tomó las llaves, junto con la lista y el dinero para irse.

Apenas se fue, me sentía solo. Estaba con el Nono, pero no estaba Papá. Pensé que no iba a volver.

Mi Nono me dijo: Vamos, que hay que pasar el rastrillo en el patio, hay muchas hojas y mangos podridos en el suelo, todo eso lo tenemos que apilar y meterles candela, pero de eso me encargo yo. Vamos, que para luego es tarde.

Tomamos cada uno un rastrillo y nos fuimos a juntar las hojas y los mangos. En una de esas, no sabía dónde pisaba y me caí en un hueco que había en la tierra…

¡Nono! ¡Auxilio!

Mi Nono soltó todo y fue a verme. ¿Qué pasó? ¿Cómo hiciste para caer ahí? Déjame ver.

Mi pierna derecha estaba atascada, y me dolía mucho.

Que buena vaina, ahora vas a tener que vivir con una sola pierna...

¿Por qué?

Por descuidado, ¿por qué más? En ese hueco vive un monstruo come piernas...

Yo lloraba del dolor y mi Nono se asustó, mentiras papi, ya te saco...

Nono fue a buscar unas herramientas para poder expandir el hueco, porque estaba atascado hasta mitad del muslo, poco a poco fue ensanchando, y me sacó, yo casi que no lo creía, tenía miedo de que me tuvieran que amputar la pierna, o que me picara alguna culebra, más allá del monstruo come piernas, que usaba mi abuelo para que la gente se asustara y sacara la pierna rápido desde que tengo uso de razón.

Ya libre del hueco, mi Nono me dijo: Estás todo sucio, vamos a lavarte en la bomba, para que no se infecte el raspón, agarró de camino un jabón azul y me dijo: Quítate todo... Para bañarte completo.

Me desnudé y él se quedó en slips. Me echaba agua y me estrujaba bien el jabón, por todos lados, de pronto, se le deslizaron los dedos por entre mis nalgas, yo levanté las nalgas un poco, en silencio, él volvió a pasar los dedos, pero como buscando algo, vio que no ponía resistencia, y cuando sentí, fue uno de sus dedos ingresando en mi culito.

¿Te gusta? Me preguntó.

Si Nono...

Empezó a meter y sacar su dedo, después de varias veces, sentí que metía otro, y cuando vi, tenía tres dedos dentro.

Que ricura de culito tienes... ¿Te gusta cómo te meto los dedos?

Mucho...

Mira, como estoy, me mostró su vergón, grande, grueso, venoso, y babeando. Muy parecido al de Papá, sólo que el suyo era recto en un ángulo de 50°, sin curvas, ni desviaciones hacia ningún lado. El capullo se descubría solo también, y dejaba ver una forma parecida a una cabeza de champiñón, y de la punta colgaban hilos de pre-seminal, igual que a Papá.

Él se agarraba firmemente la verga, deslizando su mano desde la base, hasta la punta, como si estuviera ordeñando, mientras yo hipnotizado lo veía cómo iba botando chorros de pre-seminal, parecía como que estuviera brotando miel de su falo, tal fue así que no pasó mucho tiempo antes que me hallara de rodillas, frente a él, recibiendo ese exquisito manjar, con un sabor más fuerte que el de Papá, y yo lo estaba disfrutando al máximo.

¿Estás viendo cómo me tienes? Me tienes babeando Neno, anda… Chúpalo, anda, dame una mamada como se la diste a tu papá anoche... Déjame sentir esa boca viciosa que tienes tragando verga, que pasada la que le diste, no paré de jalármela deseando estar con ustedes, pero como era tu primera vez con tu él, preferí dejarlos solos, mientras, yo me pajeaba en mi habitación, este semental necesita un potrillo para montarlo… ¿Quieres ser mi potrillo Neno? Anda amor, empieza a mamar, mira como me brota esa baba por ti…

Yo pensaba que no sabía nada, pero no me asusté, porque Papá me había dicho que eso era algo de lo que no había que avergonzarse, sino que era algo natural.

Mi Nono me sacó de mis pensamientos diciendo:

¿Vas a mamar?

En seguida me pegué a esa verga que se me estaba ofreciendo tan espontáneamente, y empecé a mamar, recordando la experiencia con Papá.

Nono se acostó en el suelo, completamente desnudo, con la polla mirando al cielo, yo mamaba como si no hubiera mañana, me dijo que me sentara sobre su pecho y de espaldas a él, una vez así, ya estaba yo pegado mamando, cuando giró de medio lado, así él estaba más cómodo para comer a placer mi culo, mi verga, mis bolas, Diossss… Que lengua tan prodigiosa, se deslizaba como una serpiente por mi culo, una lengua ancha, gruesa, húmeda, caliente, mi culo boqueaba, como desesperado, él jugaba con mi verga, mi culo, mis bolas, después de un buen rato, me dijo:

¿Tu papá te cogió anoche?

No Nono… ¿Por qué?

Con razón tu culo está hambriento, pides verga a gritos… Que delicia como se abre y se cierra cuando lo acaricio, como si supiera que lo voy a llenar de carne y leche… Neno… Quiero que seas mío, quiero cogerte, quiero ser tu primer macho en darte verga. ¿Estás de acuerdo?

Si Nono, ¡yo también quiero!

Que ricura, así me gusta, disponible y dispuesto… Ahora, ponte en cuatro patas amor.

Yo asumí la posición y le dije:

¿Así Nono?

Sí, así mismo, me separó las nalgas, exponiendo bien mi culito para después meter su lengua:

Coño, que delicia, y pensar que voy a ser el primero que se coma este virgo como es debido, dándote verga y leche hasta que reboses, quiero preñarte ese culo.

Yo me dejaba llevar, él lamía y metía los dedos.

Eres bastante estrecho Neno, vamos a mi cuarto.

El Nono me llevó cargado, como un bebé, fuimos a su cuarto, la puerta estaba abierta, y me acostó sobre la cama boca arriba.

Ya estamos aquí hijo, me dijo, quiero que sepas que no hay nada de malo en lo que hiciste anoche con tu papi, ni lo que hemos hecho, ni lo que pasará de ahora en adelante príncipe. Tampoco es algo ajeno, tu papá y tus tres tíos perdieron la virginidad conmigo, con su padre, como siempre lo hemos hecho en la familia. Así como fue en mi caso y el de mis cinco hermanos, todos tuvimos nuestra primera experiencia con nuestro padre, tu bisabuelo, a él y sus nueve hermanos también los inició su Papá, mi abuelo, tu tatarabuelo, y después, cada uno de nosotros fue teniendo hijos, y seguimos la tradición. Entre hermanos y primos, que es casi igual a que si fuéramos hermanos, nos intercambiamos los hijos, después de que han sido iniciados por sus respectivos padres…Es más, todo esto es muy rico y lo vamos a disfrutar mucho. ¿Confías en mí?

Si Nono.

Así me gusta, que estés decidido. Eres todo un hombre ya. Y vamos a hacer cosas que hacen los grandes. Prometo ser muy cuidadoso, si en algún momento, no te sientes a gusto, dime que pare, y dejamos todo así. ¿De acuerdo hijo?

Si Nono.

Que rico, mira como me tienes la verga príncipe, dame otra mamada... Anda... Yo empecé a mamar otra vez, saboreaba con gusto hasta donde entraba en mi boca... Anda, dale un poco más, relaja un poco la garganta amorcito, anda... Ajá... Así... Uffff ¿viste? Te cabe toda... Eres un tragavergas experto… ¡Que delicia DIOSSSSS! Sigue mamando, que me tienes loco… Uffff...

De pronto, Nono se volteó, y yo no sabía qué iba a hacer... Pero de pronto sentí su boca mamando mi verga y lamiendo mi culito... Se me escapó un quejido...

¿Te gusta hijo?

Sí, mucho Nono...

Que bueno que te guste... Ahora viene lo mejor... Tomó un tarro de vaselina de su mesa de noche, agarró un poco con sus dedos, y me fue untado en el culito, poco a poco fue metiendo dedos e iba girando los dedos dentro, a la vez que iba separando sus dedos dentro de mí.

Diosssss ese culito quiere verga, ¿quieres la verga de tu Nono dentro mi amor?

Si, por favor Nono... Dármela.

¡Así me gusta! Que me desees… Que quieras mi verga dentro, completamente sumiso ante mí, tu Nono, tu macho, el que va a hacerte sentir cosas increíbles.

Él puso la cabeza de su verga en la entrada de mi culito y empujó despacio... Cuando entró la mitad de la cabeza, me dijo:

Es apenas la punta, ¿seguro que aguantas más?

Si... Dame verga Nono...

¿Seguro? Mira que tu Papá debe estar por llegar… Y la tradición es que sea él el que te dé verga por primera vez…

Sí Nono, estoy seguro…

¿En serio? ¿Quieres más??? Preguntó mientras seguía metiendo más, ya está el capullo completo dentro de ti… ¿Meto todo? ¿Quieres que te parta el culo Neno?

¡Siiiiiiiiii mete completo Nono! Rómpeme, párteme en dos, por favor…

¡Toma entonces! ¡Así me gusta! Que seas bien macho para aguantar

Poco a poco iba metiendo, sacando, sin meter más allá de dos dedos después de su cabezota. ¿Seguro que quieres más? ¿Me quieres todo dentro?

Si Nono, si quiero...

¿Quieres tener toda mi verga dentro? Mira que este tamaño no es fácil de manejar.

Siiiiiiiiii por favor...

¿Y si llega tu papá?

Me cogen los dos… Nono… No aguanto más las ganas, quiero sentirlos dentro, quiero que los dos me den verga Nono… Por favor…

De pronto se escuchó la voz de Papá en la sala: ¡Hola gente, ya llegué! y escuchamos sus pasos que se aproximaban al cuarto, él prosiguió: Están muy callados, ¿qué hacen? Yo oí cuando se desabrochó el cinturón, cuando se desabrochaba la camisa de botones de presión, y lo vi entrar al cuarto, con el rostro rojo, sin camisa, el pecho se le abultaba con la respiración y la verga lista para meterla en un hueco caliente y dispuesto a recibirlo… El mío.

Nono lo miró y le dijo: Casi lo estreno, viendo que te demorabas, pero ya está listo para que lo enseñes a gozar como te enseñé yo… Con todo el amor que un padre siente por sus hijos.

Papá me miró a los ojos, ya él estaba desnudo completamente, y su arco de carne apuntando hacia la entrada de mi ojete, que se iba a ver bastante ocupado por ese trozo enorme, en ese momento me preguntó al oído, apretando mi pecho contra el suyo y presionando mi esfínter con su glande, abriendo casi paso… Esa punta de fresa que yo había disfrutado la noche anterior, y que deseaba también tener dentro de mí, ¿estás seguro de esto hijo? ¿En serio quieres que entre tu Nono y yo te hagamos hombre? Ya no vas a ser visto más como niño a nuestros ojos, ni a los de tus tíos. Vamos a empezar a hacer esto más frecuente, pero son cosas que hacemos los hombres solamente.

Si papi, si quieeeero… hummmmm…

Ahí te va entonces, después de esto, no hay marcha atrás... Dijo mientras terminaba de meter todo su miembro dentro de mí... Para después quedarse quieto, viéndome directo a los ojos y lanzarse sobre mi besándome, metió su lengua en mi boca, y me abrazaba con fuerza... En seguida empezó a moverse dentro de mi culo, me taladraba con ganas, lento, muy lento, sacaba todo, iba metiendo poco a poco, me besaba por todos lados, me acariciaba apretaba mis tetillas, y yo gozaba inmensamente... Nono le comía el culo, y Papá bufaba de placer.

Viejo, le dijo a Nono, empótrame ese bate que te gastas…

Nono no lo pensó, y de una vez empaló a su hijo, mi padre, y este, a su vez, se hundió por completo en mí. Creo que estuvimos en eso unas dos horas, hasta que Papá dijo: Coño, ¡coño! ¡Joer! Me vengo, voy a llenarte ese culo de leche hijo, ¿la deseas?

¡Si PAPI! Dármela...

Yo también estoy que te preño, dijo Nono a Papá, estoy de a toque… Ahhhhh… ¡La puta! ¡ME COOOOOORROOOOO!

¡Ahhhhhhh coño... Qué rico! Ahí te va... Ahhhhhhh ¡mierda que rico! ¡Este culo es mío! ¿Quién es tu primer hombre en cogerte? ¡Dímelo! Dijo Papá.

¡Tú PAPÁ! Tú lo eres...

¡Dime por mi nombre, que estoy a punto de preñarte! ¡Dime por mi nombre! ¡Maldición!

¡Dame leche Maren!, ¡DAME LECHE CABRÓN!

Ahí te vaaaaaaaa.... Ahhhh... ¡Ahhhhhhh que rico! BUFFFFFFFFF… Eres un puto, un puto delicioso, te preñoooooo… Decía mi padre mientras sacudía la cabeza de un lado a otro y regaba gotas de sudor encima de mí y encima de Nono.

Después de acabar, Nono se salió de Papá y aún andaba erecto, Necesito ese culito húmedo hijo, llena el mío, porque no ha sido suficiente para ti una sola descarga, y para mí tampoco, y Neno, como que no tiene cuando correrse, cochina envidia me da…

Así padre e hijo cambiaron posiciones, Nono entró en mi culo con total facilidad, ya Papá había abonado el terreno bastante, y su leche sirvió para lubricar y facilitar la arremetida de Nono.

La sensación era completamente distinta, desde la entrada de la cabeza de Nono era distinto todo, lo recto de su verga, lo grueso que se hacía a manera que llegaba a la base, Papá embestía a su padre sin compasión. ¿Extrañabas esto, verdad viejo? Que te cogiera uno de tus hijos… Le preguntó.

Claro que sí, vivo matándome a pajas desando que uno de ustedes me folle bien follado y que me deje preñado de leche…

Toma entonces, viejo depravado, toma verga, maricón, te gusta, ¿verdad?

Me encanta, mira como está gozando tu putico, mira como lo tengo clavado, ¿te parece que soy un viejo Neno? ¿Alguna vez viste un viejo con la verga tan dura y que embuta bien rico un culito?

No Nono, nunca, sigue dándome, que estoy que me vengo…

Yo también estoy a tiro, dijo mi Nono…

Ufff… como que vamos a acabar los tres… dijo Papá.

Si… Quiero la leche de los dos en mi culo, dije yo…

La mía ya la tienes hijo, falta la de tu Nono, dijo Papá…

Ya viene, ya vieneeeee… Aaaaahhhhh… Vas a sentir mi potencia cuando te llene ese culo cabroncito…. Ahhhhh…

Nono estaba empalado por Papá, y aumentó el ritmo de sus embestidas, al tiempo que estrujaba sus pectorales y retorcía sus pezones clavándole los dientes en los trapecios, hasta que sentí cómo se engrosaba más su verga y mi culo no paraba de palpitar de gusto, contrayéndose y dilatándose a cada movimiento de Nono dentro de mí.

Viejooooooo… Te preñooooo dijo Papá…

Dale hijo, preña a tu viejo PRËÑAMEEEEE… ¿Sientes mi leche caliente Neno? ¿Sientes cómo te preeeeeñooo?

¡Si Nono! Siiiiii…. Exclamaba yo… Al tiempo que, con toda la excitación, me corría sobre mi abdomen, sin jalarme la verga ni una sola vez… Al ver eso, mi Nono dijo:

Mira este espectáculo, ve cómo se corre sin tocarse, Diossss que delicia de muchacho…

Así acabamos los tres, Nono se quedó dentro de mi culo hasta que se desinfló completamente su macana y la sacó suavemente, Papá hizo lo mismo, esperó a que se le bajara bastante como para poderle sacar la verga a su padre. Y apenas vio mi culo libre, la metió de un empujón, me abrazó, los restos de mi leche se quedaron impregnados en su piel y en sus vellos…y nos fundimos en un beso de esos que parece que no hubiera mañana. Nono nos miraba sonriendo, echado a un lado de nosotros,

Papá lo miró y le dijo: ¿Y ahora? ¿Se chifló este viejo?

Nono soltó la carcajada y le dijo: ¿Recuerdas cuando preparé los chorizos? ¿Que le pregunté a Neno si comía de eso?

Si… Dijo Papá.

Pues… Queda demostrado que no sólo los come, sino que los goza… jajajajaja.

Los tres nos reímos, después de un rato, Nono dijo:

Vamos a darnos un baño, para quitarnos el pegote e ir a comer, el sexo me dio hambre, ¿acaso a ustedes no?

Claro que sí, dije yo…

¿Cómo así? Has llevado chorizo y leche por partida doble… ¿Y aún tienes hambre? Habrase visto tremenda nigua… ¿En serio quieres comer? Dijo Papá.

Sí, tengo hambre, ya hace mucho que desayunamos y no hemos comido más.

Bueno, bueno, vamos pues… A darnos un baño, ponernos algo de ropa, y vamos a la cocina. Dijo Nono.

Entramos al baño, los tres juntos, tres generaciones de machos, dispuestos a compartir la ducha después de haberse gozado los cuerpos entre sí.

Nono entró primero a la ducha, le siguió Papá, y me dijeron: ¿Vas a permanecer ahí? Vente, no está fría.

Me dirigí a la ducha, con cierta cautela, nunca me ha gustado el impacto del agua fría sobre mi cuerpo, pero había motivos de sobra para no despreciar la oportunidad. Cuando ingresé quedé entre ellos dos, mientras Nono me colocaba champú, Papá me enjabonaba por todos lados, incluso, introdujo sus dedos en mi ano, y sentía como si hiciera círculos dentro de mí. Nono vio que me estaba empezando a empalmar nuevamente, y con las manos llenas de espuma me empezó a masturbar. Viendo que ya mi verga apuntaba al techo, Papá y Nono intercambiaron posiciones, pero Papá llevaba otras intenciones.

Se colocó de frente a mí, dándome la espalda, y en cuatro patas, agarró mi verga, y la apuntó a su culo, esos pelos me encantan desde siempre, pero ese día fue algo especial, Papá me estaba ofreciendo su culo, yo estaba nervioso, no sabía si lo iba a satisfacer, Nono me fue guiando hasta que entró la cabeza de mi verga, él no dejaba de estimular mi culo, ya tenía tres dedos dentro de mí, yo podía casi alcanzar el cielo, cuando sintió que empezaba a entrar en él, Papá dejó salir un gemido, y retrocedió, de un solo empujón quedé atrapado en ese culo caliente, peludo, rico…

Dame duro hijo, dame con todo… Yo embestía con todas mis ganas ese culazo, cálido, apretado, acogedor, donde me sentía maravillado.

¿Querías verga, verdad? Lleva verga… Le decía yo a Papá.

Dame con ganas, rómpeme hijo, anda, hazme tu perra… Respondía Papá a más de cachondo.

¡Cállate y sigue gimiendo, puta! ¿Así quieres que te trate sucia? Eres mi perra… Le dije.

Nono se incorporó y se puso en frente de Papá. Come verga, le dijo, y deja de hablar… En seguida Papá hizo caso, y se atragantaba con la verga de Nono, viendo eso, me vine dentro del culo de Papá, Nono acabó en su boca, y él se recostó, sin sacarse mi verga del culo, quedando sentado encima de mis piernas, pegando su espalda a mi pecho, mientras se la jalaba como poseso.

Mierda, me corro, maldita sea, me cooooooorroooooo… Uuuuffff…

Después de eso, nos bañamos bien, nos secamos, y me quedé asombrado, Nono y Papá se secaban exactamente igual, ambos frotaban primero el cabello, luego, la cara, de ahí bajaban a la entrepierna y secaban sus huevos y sus vergas como si estuvieran haciendo un masaje con ambas manos, después, subían al pecho, bajaban al abdomen, repasaban las vergas, prestando atención especial a los capullos, en seguida, era el turno de espaldas y brazos, luego las bolas nuevamente, y terminaban con nalgas, piernas y pies.

Jajajaja… Se rió Nono. Andas alelado, ¿qué sucede Neno?

Es que ustedes dos se secan igual, al mismo tiempo, las mismas partes, de la misma forma…

¿Y tú crees que eres distinto? Haces exactamente lo mismo que nosotros, el detalle está en que tú no te ves. Dijo Nono, aun riéndose.

Salimos del baño, nos pusimos algo de ropa, estaba pegando un poco de frío, y nos fuimos a comer. Nono preparó unos filetes de ternera, Papá una ensalada y arroz.

Después de comer, nos sobrevino el sueño, y nos fuimos a descansar. Nono se quedó en la sala, mientras fumaba un tabaco, y bebía café.

Papá y yo nos fuimos al cuarto, nos acostamos en la cama, vestidos, abrazados uno frente al otro, yo me sentía en otro mundo, estaba descubriendo cosas nuevas, experimentando cosas de adultos, me sentía extraño, pero me gustaba esa sensación, repasé cada segundo, desde que estábamos en casa, hasta ese momento, el viaje en auto, la parada en la estación de servicio, la ida al baño, todo… Incluso, recordé que tuve miedo, miedo de perder a Papá cuando salió, pero el morbo con Nono me tranquilizó, cuando me caí, era porque andaba inmerso en esos pensamientos, pero cuando Nono me limpió, todo cambió. Ahora recuerdo que tuve ganas de llorar, gritar, maldecir, porque Papá me había abandonado a merced de Nono, yo sabía que él no había ido a quedarse, pero nunca me había quedado sin él. Papá me observaba, estábamos los dos en silencio, oyendo la lluvia que caía fuera, sintiendo el frío, abrazados y arropados hasta el cuello. En eso me dice:

¿Qué piensas? Estás muy callado, ¿ocurre algo? ¿Te sientes mal? ¿Tienes fiebre? Ese silencio no es normal.

Nada, le dije quebrando la voz, sólo pensaba…

En verdad, me gustaría saber en qué, porque que te quedes así, tan contemplativo, tanto tiempo, no es normal. A lo mejor estás tramando algo, y no quieres arruinar la sorpresa, dijo Papá mientras se montaba como a caballo encima de mi, haciéndome cosquillas.

Deja, deja… le dije, y empecé a toser… él se apartó y me dijo:

Respira lento, profundo… Maldita asma de mierda… Tranquilo príncipe, aquí estoy… Decía mientras me abrazaba por la espalda y me mecía. Cuando me vio estable, volvió a inquirir, ¿vas a contarme lo que te tiene preocupado?

Ajá… Esa fue mi respuesta.

Ajá no es respuesta, cuéntame…

Ok. ¿Recuerdas cuando te fuiste a hacer las diligencias que te mandó Nono?

Sí, hoy temprano, ¿por qué? ¿Pasó algo malo? ¿Te trató muy mal ese viejo? Porque a mí no me lo pareció, estaba a punto de romperte el culito cuando llegué, aunque te lo dejó bien dilatado y bien rico… Jajajaja… ¿O acaso te parece que me fui años? Apenas fueron unas horas...

No papi pero si me hiciste falta. Pensé que no volvería a verte.

Papá se acercó a mí, casi a punto de besarme, y me dijo viéndome a los ojos: Yo no vine a quedarme, sólo vine a traerte, además, no traje suficiente ropa para estar aquí. Pero voy a estar yendo y viniendo, me quedaré un fin de semana y luego me iré otra vez. ¿Está bien?

No, no está bien, yo quiero estar contigo.

Deja las malcriadeces, Agustín Eduardo, por favor, debiste haberte esforzado más en el colegio, para que no tuviera que traerte aquí. Mañana me voy, regreso el próximo viernes. Sé que vas a estar molesto, pero ya verás que no es malo estar aquí, tu Nono puede enseñarte muchas cosas, que si no te quedas aquí, no las vas a aprender.

Noooo quiero estar contigo, le dije llorando. Nono nos estaba escuchando, pero no intervenía, poco a poco se acercó al cuarto y se recostó al marco de la puerta.

Papá me secó las lágrimas y me dijo: Créeme, confía en mí, vas a estar muy bien, estos meses van a ser rápidos, vas a estar ocupado, y cuando te des cuenta, ya estarás en casa, además, ya eres un hombre, ya tienes pelos en las bolas, los sobacos, y hasta leche botas, empieza a portarte como tal.

Nono dijo, al verme más tranquilo:

Anda y busca leña, hay que prender el fogón, hay hambre. Viendo a Papá, le dijo:

Tú y yo debemos hablar, de hombre a hombre. Ya había dejado de llover. Me fui a buscar leña, para llegar allá tenía que bordear la cocina, y entrar a un depósito, mis recuerdos eran desagradables, porque en ese cuarto siempre saltaba una rata o alguna otra alimaña, ellos se fueron a la cocina, y los oía conversar, después los escuché gritar y me pareció escuchar como si se golpearan.

Cuando me acerqué con la leña, mi Nono dijo: ¡Hala! Aquí no ha pasado nada, pero si tu Papá vuelve a levantarme la voz, tú vas a ser responsable, ¿fui claro?

Si Nono.

Prendieron el fuego, Papá y el Nono hicieron la cena, comimos y nos fuimos a dormir. Papá se metió en la cama y me dio la espalda, yo buscaba abrazarlo y él me esquivaba. Hasta que le pregunté:

¿Hice algo malo?

No nené, nada. Fue él, él no debió hacer lo que hizo.

¿Qué cosa?

¿Cómo que qué cosa? Lo que te hizo, entrar en tu culito, eso no debió hacerlo.

Pero… ¿De qué hablas? No me metió la verga completa, él insistía en que quería y a la vez me decía que eso debías hacerlo eras tú, y por otro lado, ¿si está bien lo que hicimos nosotros? Tú me dijiste que no había nada malo, el Nono también, los dos dijeron que no era malo, entonces... No entiendo.

Hijo, una cosa es curiosidad, pero otra cosa es aprovecharse de la situación, no debí haberte dejado, es más, mañana nos vamos, no sé cómo habría sido si llegaba y él te hubiera hecho suyo antes que yo, creo que hasta lo habría matado.

No, no después de lo que me dijiste. Mañana te vas, y vas a estar yendo y viniendo todos los fines de semana.

Pero el lunes llegan los obreros, no tengo idea de quiénes son, ni qué costumbres tienen, es más, mañana deben estar aquí, para empezar a trabajar el lunes, si mi papá, el viejo, tu Nono, fue capaz de hacer lo que hizo, no quiero imaginar lo que te harán ellos.

Nono no me va a abandonar, él va a estar muy pendiente de cuidar a su nieto.

Tienes razón... Eso es cierto. Pero, igual me da miedo.

Papi... Tranquilo.

Me abrazó, me besó y empezó a acariciarme... No quiero perderte hijo... Te amo, y voy a estar yendo y viniendo. Eso lo decía mientras recorría mi cuerpo con besos y caricias.

Sentí su boca lamiendo mi culito, y me dijo:

¿Quieres que papi te rompa antes de dormir amor?

Si papi, si quiero...

Papá me acomodó boca arriba, y me empezó a besar por todos lados, acariciarme, tocarme, buscó en su bolso algo que era una especie de crema, hecha con cacao, y me la fue untado en el culito...

Así hijo, relaja, que papi ya te va a hacer suyo... ¿Quieres que papi te haga suyo amor?

Sí, sí quiero...

Que rico hijo... Ya te voy a coger bien rico...

Debido al "entrenamiento" que había tenido horas antes con estos dos sementales, Papá entró con más facilidad, cuando nos dimos cuenta, mi culito se había tragado todo su espectáculo de verga...

¿Te gusta príncipe? ¿Te gusta sentir la vergota de papi dentro?

Si papi, me encantaaaaa aaaaahhhhh...

¿Te gusta que te trate así? ¿O quieres que te trate de niña? ¿Quieres ser mi machito o mi nenita?

Lo que quieras papi, lo que quieras, soy tuyo…

Ahorita vas a ser mi niña… ¿Quieres?

Si papi, siiiiiiii….

Que puta eres, yo sabía que eso te gustaba, zorrita, te voy a usar como me dé la gana y cuando me dé la gana, ¿estoy siendo claro? ¿Sientes la verga de tu macho como te taladra ese coño?

Ahhhhh… Si….

¿Sí qué? Inquirió en tono autoritario…

Siiiiii paaaaaapiiiii…

No soy tu papi, soy tu macho, tu Amo, tu Señor. ¿Fui claro?

Sí, mi Señor…

Él me tomó en sus brazos y me sentó encima de su verga, yo la sentía a otro nivel, más profunda, me sentía lleno, y me miraba a los ojos, me besaba, su lengua casi que se deslizaba por mí garganta, yo estaba full emocionado, cuando de pronto siento alguien en la cama, era mi Nono...

Papá lo miró con cara de vicio, mostrando claro cómo me ensartaba su verga, y le dijo:

¿No podías dormir?

No, y sabiendo esto, menos... No sabía que teníamos una puta aquí, ven putica, come verga de macho, zorra…

Yo busqué la verga de mi Nono, y me puse a mamar... Él bufaba de placer y Papá me daba por el culo, o por el coño, porque en ese momento yo era su hembra.

Ellos se unieron para besarse.

Y cuando Nono dijo: voy a acabar, Papá dijo que él también ambos me me llenaron de leche, mi Nono por la boca y Papá por el coño... Me sentía feliz…

Nono se dio cuenta de que no había acabado y empezó a mamar mi verga, mientras halaba hacia abajo mis bolas, como queriendo meterlas en mi culo. Ufffff que delicia de sensación, sentir ese dolor y esa boca experta en mamar… Papá, por su parte, recostado de la cabecera de la cama, se fumaba un cigarrillo, nos miraba y ponía su mirada más guarra, yo sabía lo que estaba pensando, quería ser él quien estuviera dándome esa mamada, se relamía la barba, se la halaba, igual que se jalaba la verga una y otra vez… Nono vio que yo estaba arqueando la espalda, que mis testículos se estaban subiendo, y aceleró la mamada, Papá vio que era inminente que yo acabara, y se acercó apuntando su verga a mi torso, dándome con las bolas en la boca, las cuales yo lamía, y teniendo su culo cerca metí de una vez tres dedos…

MIERDAAAAAAAAA… Me COOOOOORROOOOOOO… Gritó Papá, vaciando su leche sobre mí, salpicando la cara y el cabello de Nono que estaba tragando mi última provisión de leche del día, por lo menos, la que le tocaría a él. Cuando vio el reguero dijo:

Esto no mata, no engorda, por lo tanto, alimenta, y el alimento…

No se desperdicia, dijimos los tres riendo, mientras Nono lamía incesantemente hasta dejarme limpio.

Vamos, que ya es tarde, a dormir campeones, mañana es otro día.