CASTIGO POR BAJAR LAS CALIFICACIONES (iI)

Papá y Nono inician su sistema de aprendizaje conmigo, para hacerme un hombre

Segunda Parte

Todo muy normal, compartimos la ducha, pero nada de toques innecesarios, cuando Papá me estaba secando, le dije:

¿Voy a volver a ver lo que vi en el camino?

Papá me dijo, haciendo una seña de silencio:

Sí, y hasta más, pero ahorita, no. ¿Te gustó lo que viste y sentiste papi? ¿Ah? ¿Te despertó curiosidad hacer cosas?

Yo me puse rojo de la pena... Y él me abrazó... Tranquilo, no tienes por qué apenarte.

Salimos a la cocina, que estaba en una casa detrás de la casa de los dormitorios.

Nono le dijo a Papá que montara un café para acompañar unos panes con chorizo.

Después me miró y me dijo: ¿Comes de esto? Señalando el plato con unos chorizos enormes, y bastante gruesos, casi que parecían unos salami.

Yo le dije que sí.

¡Así me gusta! Que se coman todo... La comida no es para despreciarla, mucho menos en estos montes, donde no sabemos qué podemos encontrar y cómo saciaremos el hambre. Dijo Nono sonriendo mientras me guiñaba un ojo.

Así pasamos el rato, Nono contando cosas de la finca, yo estaba aburrido de sus conversaciones de adultos, de a ratos me venía a la memoria el recuerdo de lo que habíamos hecho Papá y yo en el baño de la estación de servicio, y eso me animaba, pero como que se dieron cuenta, porque  Papá me dijo que fuera a dormir, que él iba a hablar con su Papá.

Me despedí de los dos, dándoles abrazos y besos, y me fui solito a la habitación. De lejos se oían sus voces, se olía el aroma de la leña del fogón quemándose en la cocina, el olor de los cigarrillos y el tabaco de Papá y Nono, el olor del café… puede que me guste estar aquí, pensé.

Todo eso me distrajo, de tal manera, que se me fue el sueño, y estuve esperando despierto hasta que llegó Papá a dormir. Él me dijo:

Te hacía en el quinto sueño ya... ¿Por qué no te dormiste?

Porque no puedo apagar la luz, no sé dónde se hace eso.

Él se sonrió y me dijo: Cierto, no te había enseñado… Mira, se apaga aquí afuera.

El interruptor estaba fuera del cuarto como a una cuarta del borde superior de la puerta y lo formaban unos cables pelados, los cuales hacían como ganchos en las puntas para poder sujetarse, ni loco iba a ser yo quien manipulara eso.

Papá apagó la luz y entró al cuarto, empezando a desvestirse a un lado de la cama, dejando la ropa sobre una poltrona vieja.

Como había luna llena, la habitación se veía medio iluminada todavía.

Él se quedó en bóxer, y se metió a la cama, se dio cuenta que yo estaba igual, y se rio, dijo:

A la vista está que la manzana no cae lejos del árbol, ¿verdad campeón?

Yo no sabía qué decir y él me dijo:

Estamos listos para dormir, y tanto tú como yo tenemos puesto lo mismo… ¿Ves?  De tal palo, tal astilla… me abrazó y me dio un beso de buenas noches.

Nos quedamos dormidos, y al rato siento su verga durísima rozando mi pierna. Yo lo toqué, y él se dejó, bajé su bóxer, y él permanecía quieto, yo empecé a acariciar ese pollón grande, duro, grueso, venoso, y cabezón, lo pelaba y lo volvía a cubrir.

Él seguía como dormido... Yo quité las cobijas, porque quise ver con detalle lo que agarraba. Él me dijo:

¿Ves lo que estoy botando hijo? ¿Eso que parece una baba que me sale por la punta?

Si papi, botas muchísimo, igual que cuando estábamos en la gasolinera, ¿te estás orinando otra vez?

No mi amor, ese es el pre-seminal, la baba, si le quieres decir así, es para lubricar, para que todo sea más placentero… ¿Ves que se derrama? Eso indica que lo estás haciendo bien, y que lo estoy disfrutando mucho amor. ¿Por qué no lo pruebas? ¿De pronto te gusta?

¿Cómo hago?

No sé, pasa el dedo, recoges y lames, o lames directamente, como si fuera un palo de melcocha, de abajo hacia arriba.

Yo opté por lamer directamente, bajé hasta sus bolas, que estaban empapadas de esa baba, viscosa, fui pasando poco a poco mi lengua por todo el tronco de su polla, lentamente, a ratos saboreaba, tragaba, y me iba gustando, sus venas, su vergón daba brincos a mi contacto, pegué el labio inferior, porque así recogía mejor, cuando llegué a la punta, lamía y lamía como si fuera una paleta, lentamente…  y él lanzó un gemido suave tras de otro...

Así mismo hijo... ¿Qué tal te parece?

¡Me encanta!

Yo sabía que te iba a encantar, eres todo un putico… Ahora, juguemos a algo más rico… ¿Sí?

¿A qué?

Vale, te va a gustar… Y a mí también… Cierra los ojitos, y pasa la lengua por la cabeza de mi verga, así… rico… sigue… vamos poco a poco, ahora mete la cabezaaaa aaaasí… en tu boquita, tranquilo, poco a poco, chupa despacio, baja, y sube, lentamente... Así... Uffff… Que rico  te comes ese capullo nené… Ve metiendo más en tu boca, vamos a ver cuánto cabe en esa boquita rica que tienes. ¿Te gusta? ¿Te gusta comerte el pollón de tu papi?

Humjum...

Uffff... Saca todo, y vuelve a meter, intenta un poco más hijo… ¡Uffff mi vida! Que rico lo mamas... Sigue, vamos a ver cuánto cabe en esa boquita mi amor, ya casi llegas a la mitad, que tragón eres amor... Ahhhhhhh… que ricura... Aprieta mis bolas con tus manos... Así... Esoooo, sube y baja la cabeza, así mi amor, así... Ve metiendo más en tu boca... Ya tienes la mitad dentro, intenta un poco más... Anda, hazlo por papi, ¿sí? ¡Uffff que rico!

Cuando ya él sentía que iba a acabar, me dijo: Ya casi voy a botar la leche hijo, ya vas a saber a qué sabe la leche de tu papi... Sigue mamando así, así... Así mismo... Prepara la boca para que traaaaaaagues... Uff que rico, no dejes de mamar, aprieta mis bolas, hálalas, más duro, con fuerza coño… anda... Ahhhh así… Ahí voy... Ahí voooy... Bebé, bebe todo, eso... Así... Aún queda... Ahhhhhhh... Uffff… Mierda, que ricura… Jajaja eres un maldito puto, que delicia…Ahora, lame bien, que quede limpio, ahhhhhhh así... Diosssss... Reverencia esa verga que te hizo… ahhhhhh… Buuufffff…

Su leche se rebosaba por las comisuras de mis labios, era demasiada cantidad, Papá recogió lo que se había derramado con sus dedos y me lo metió en la boca, y me dijo:

Tenía ganas de que me hicieras eso desde hace tiempo, cuando tu madre andaba de viaje y me pillaste masturbándome con aquella porno… Uffff… Que rico hubiera sido que te acercaras, capaz y no derramaba mi leche sobre mi cuerpo… sino que te la daba en la boca, como si tomaras tu biberón… Recuerda lo que dijo tu Nono, uno debe alimentarse bien: “La comida no es para despreciarla, mucho menos en estos montes, donde no sabemos qué podemos encontrar y cómo saciaremos el hambre…”. Estuvo muy rico amor, ¿te gustó la leche de tu papi?

Mucho papi, ¡me encantó! ¿Podemos hacerlo otra vez?

Cuando quieras hijo, pero ahorita no, estoy que me caigo de sueño, aunque hay algo que quiero probar antes de dormir… ¿Te lavaste bien el culito al bañarte?

Si papi, tú mismo me lo lavaste y lo estrujaste bien…

No recuerdo, ¿me dejas que revise?

Claro papi.

Así me gusta…

Me dijo que me pusiera a cuatro patas, él me bajó el bóxer hasta las rodillas, me abrió las nalgas y veía mi culo, besaba mis nalgas e introducía su nariz oliendo. Uffff que rico huele tu culito hijo… ¿A qué sabrá? Voy a ver a qué sabe…

De pronto, sentí su lengua, entrando en mi culito, se sentía caliente, húmeda, resbalaba por toda mi raja, hasta conseguir la entrada… y la fue forzando para que entrara… cada vez más profundo, hasta donde podía, yo empecé a gemir, y Papá me dijo que si quería más…

Yo le dije que sí, siguió comiéndome el culo, cada vez con más ganas… de pronto, sentí una presión diferente, pero no me molestó, era que me estaba metiendo un dedo, poco a poco, después de tener el dedo dentro, me pidió que me acostara boca arriba, que quería verme la cara… Soltó un lapo dirigiéndolo hacia mi ojete para lubricar mejor… y metió otro dedo…

Yo gemía suavemente, no quería que Nono supiera lo que pasaba, cuando me doy cuenta, tenía dos dedos dentro, y Papá no daba crédito a lo que veían sus ojos, esos ojos color ámbar verdosos, que con la luz de la luna se veían amarillos…

¿Aguantas otro dedo príncipe?

Si papi…

Uffff que rico… ¡Que rico dilatas tu culo joder! Tienes el culo perfecto…Decía Papá mientras maniobraba mi culito con sus dedos hábilmente…Nené, si no estuviera tan cansado, te cogía ahorita mismo, pero no se me está poniendo dura como para eso amor… Quiero ser el primer hombre que entre en tu culito. Mira como gozas, tienes la verga dura, y babosa, igual como se me pone a mí, no podemos negar la sangre hijo, todos los hombres de la familia somos así, todos botamos bastante baba, incluso los niños… Que rico, quiero mamarte esa verga.

Mámala papi… anda…

Se la metió de un jalón en la boca, en plena erección, para ese entonces, ya medía unos quince centímetros, yo estaba en el Cielo, que delicia… Esa boca… Ufff… Yo no paraba de bufar y de gemir a la vez que él iba comiendo mi verga, lamiendo mis bolas y jugando con mi culo. De pronto, sentí como corriente, unos espasmos, algo que me estaba volviendo loco… y sólo pude agarrar la cabeza de Papá y halarla hacia mi pelvis.

Aaaaaahhhhhh…. Ahhhhhhh… Yo no dejaba de jadear, como loco, Papá me tapó la boca con su mano, se tragó toda mi corrida, mi primera corrida, se la tragó toda, lamió mi verga, completa, limpió bien mi cipote, mi capullo, y sacó lentamente sus dedos de mi culo, los lamió, y metió la lengua bien adentro…

Dios, no sabes la falta que me hacía eso, tener una leche de macho en la boca. Gracias amor, me encantó. ¿Cómo te pareció?

Me encantó también, quiero más.

Jajajaja… Entiendo, pero debemos dormir, ya son las 3h00, y no hemos dormido por estar jugando. Ven, acomódate sobre mi pecho.

¿Y si nos ve Nono en la mañana?

¿Con lo que tú te mueves al dormir? Ni va a imaginarse nada. Capaz amaneces en el suelo. Vamos, a dormir, que mañana es un día largo.

Papá…

Dime…

¿Qué era eso que estabas metiendo y sacando de tu culo esa oportunidad cuando te vi que estabas jalándotela en la cama?

Jajajaja… Ese es un consolador amor, ese es el mío, tu mamá tiene el suyo, incluso, en ocasiones, tu madre me lo mete y eso me pone a tope, y la cojo y disfrutamos de una manera más intensa, a mí me encanta sentir una verga en mi culo de vez en cuando, pero por el trabajo no nos atrevemos a hacerlo con alguien que no sea de confianza, y ninguno en el trabajo nos da la confianza como para hacerlo, por cierto, lo traje, pero eso te lo muestro después.

Apoyado sobre el pecho de Papá comencé a jugar con su pelambre y acariciar su tetilla izquierda…

Papá… Le pregunté, cuando sea grande, ¿tendré tantos pelos como tú?

Yo espero que más, mi amor, ¿por qué? ¿Te gusta el pelero de papi? ¿Te gustan mis pelos? ¿Quieres chupar las tetas peludas de papi para quedarte dormido? Anda, sé que andas curioso y cachondo, anda, que eso me gusta, que me mamen las tetas…

No esperé, y me pegué literalmente a mamar de esas tetas de macho, Papá no paraba de gemir de gusto, pero el cansancio lo pudo.

Hijo, hagamos algo, mañana hacemos todo lo que te dé la gana, pero déjame dormiiiir… anda, no seas malo…

Ambos reímos por la forma que Papá hacía la solicitud.

Me abrazó, me dio un beso, y nos dormimos... Profundos.