Castigada en el potro por mi Amo

Mi Amo me castiga en el potro por insolente

Siempre me han dicho que callada estoy más guapa, suelo tender a cuestionar y rebatirlo todo hasta entender el por qué de las cosas y asegurarme de que siempre es la mejor opción, argumento y debato todo, la mayoría de las veces porque creo que tengo razón...;esta cualidad que en mi vida “civil” puede ser muy útil y me ha llevado donde estoy, como sumisa me da más de un problema, la suerte que tengo es que mi Amo sabe lo que tiene entre manos, por lo que no se enfada si no que se lo toma como lo que es, algo a pulir y educar en mí para que sea la sumisa perfecta para él. Se que no debo de cuestionar nada, sé que todo lo que decide y hace mi Amo es lo mejor para mi, y adoro eso, pero hay una pequeña parte de mí que le gusta retarle, más como un juego que como un reto de verdad, porque nunca se me ocurría retarle de verdad, no por miedo al castigo, si no porque no me nace, lo que me nace de muy dentro es obedecerle, servirle y complacerle, por una razón muy sencilla, me produce un inmenso placer.

Pero hay momentos....en los que me tenía que estar callada😊

Ese momento en el que hubieras deseado tener la boca cerrada, ese momento en el que te hubiese encantado no ser tan respondona....ese momento en el que tu Amo se sonríe, y aunque no necesite ninguna excusa para hacer lo que quiera contigo, se lo pones en bandeja; ese momento que tiene como consecuencia que te encuentres atada en el potro, completamente inmovilizada, con el culo y el coño expuestos, esperando.....

Ese momento en que su mano te agarra el cuello, como cuando un Lobo hace presa  a la hembra cuando la posee, ese momento en que su mano va recorriendo tu espalda, y tú no quieres, pero curvas el lomo buscando la caricia, lo poco que te permiten las ataduras...... su mano sigue bajando, se recrea en tu culo y....cae el primer azote, intentas revolverte, bufas, no porque te duela, si no porque te encanta y sabes que lo sabe, y te fastidia mucho.

El sigue azotando tu culo, con calma, cada vez con más intensidad; ya has dejado de bufar hace rato, ahora gimes y esperas con deseo cada azote, sabes que va a llegar la pregunta y le odias por eso....y llega ¿Qué te pasa perra, por qué gimes?

Te haces la sorda.....sabes que no va a colar, pero lo intentas.

Cae un azote más fuerte y repite la pregunta, el tono ya no es tan suave ¿Por qué gimes perra?

Y te la juegas,

-Porque me duele mi Señor

Sabes que en ese momento se está sonriendo, puedes sentirlo, y oyes cómo dice ¿Ah si?

Y lo sabes, sabes que lo va a hacer y sabes que estás perdida.

Baja su mano por tu culo hasta el coño y te encuentra empapada, y lo peor, sueltas un gemido que te nace de lo más profundo porque necesitas más de él. Te vuelve loca estar así, sometida por él, completamente indefensa y a la vez tan segura, y sabes que él está disfrutando, a tu Amo le encanta saber que esa mujer orgullosa y soberbia que en el trabajo es muy dominante se entrega a él incondicionalmente y haría cualquier cosa que le pidiese por complacerle. Realmente le adoras y encantaría que te la clavase en ese preciso momento, si pudieses moverte, algo imposible según estás atada, moverías el culo suplicando su polla; pero sabes que todavía queda mucho, todavía queda la vara y tú ya estás más que preparada para recibirla.

La vara te produce terror, pero a la vez la anhelas, hace mucho que dejaste de intentar entender y sólo sientes. El saber que tu Amo te va a castigar con la vara te produce un placer inmenso, el acariciar las marcas de la vara días después del castigo te produce placer y orgullo de estar marcada por tu Dueño a partes iguales. Te sientes preciosa con el culo marcado. Pero el momento en el que cae la vara y muerde tu culo querrías desaparecer.

Oyes sus pasos y ves como la coge, te la acerca a la cara para que la beses y empiezas a temblar.... tienes que intentarlo así que le dices “Amo me encantaría lamer su polla”

El vuelve a sonreír, te conoce y te ve venir de lejos, sabe que quieres distraerle y te dice, luego perrita, hay tiempo, pero primero tengo que marcarte el culo.

Mueve la vara en el aire y oyes su silbido, sabes que lo que está haciendo es avisarte para que te prepares y relajes el culo, cuanto más relajada menos duele. La verdad es que me maravilla el cuidado tan exquisito que mi Amo tiene conmigo. Se que a cualquiera que no viva este mundo le parecía una contradicción terrible, pensarían ¿cómo puede decir que tiene un cuidado exquisito cuando le va a marcar el culo a varazos hasta hacerla llorar? Jamás entenderían que mi Amo no me hace nada que yo no esté deseando, y estoy deseando ese dolor que se convierte en placer para los dos; y que es en esos momentos cuando más querida, deseada, cuidada, segura, protegida, feliz y libre me siento. Y todo gracias a mi Señor.

Vuelvo a oír la vara silbar y a mi Amo que me dice:

-Cuéntalos perra

-Si mi Amo- le contesto con una voz tan dulce que nadie que me conozca fuera de mi mundo ha oído jamás.

Y cae la vara....

-Uno, gracias mi Amo, dos, gracias mi Amo, tres, gracias mi Amo...

Mi voz comienza a temblar a medida que sube la intensidad de los varazos, me concentro en no gritar, me concentro en aguantar. Como buena perra se que no puedo quejarme, sólo puedo llorar.

Sigue el castigo, mi Amo va alternando los varazos, me maravilla el cuidado que tiene, no deja caer un golpe donde ya ha dado otro, de esta manera es más soportable y las marcas quedan preciosas.

-Diez mi Amo, me cuesta seguir contando, tengo la respiración  súper acelerada, es una reacción del cuerpo al dolor, pero no puedo respirar bien porque tengo las correas que me sujetan al potro que me presionan y se clavan en la piel. Aún así cojo aire, jadeo, aprovecho el tiempo que me da mi Amo entre azote y azote para recomponerme.

Noto que me está evaluando, me acaricia el culo, recorre las marcas que ha dejado con sus dedos y no puedo contener un gemido profundo de agradecimiento, como baje su mano hasta mi coño soy capaz de explotar en un orgasmo inmenso, y no lo entiendo, no entiendo cómo puede saber cómo estoy porque según va bajando su mano hay mis labios me susurra:

-Ni se te ocurra correrte perra...

Y en el momento en que sus dedos se hunden en mi coño empapado deseo que siga con el castigo porque es aún peor tenerle dentro y no poder correrme, comienzo a jadear y contraigo los músculos de la vagina atrapando su mano, él nota esa fuerza y las contracciones previas al orgasmo y saca su mano de golpe.

Un ruido entre decepción y alivio sale de mi garganta. Mi Amo es muy severo pero no es cruel y sabe que si sigue no podré evitar correrme y también sabe que sufro mucho cuando le decepciono o le desobedezco. Y al él le gusta hacerme “sufrir” de otra manera.....

Y sé que no hace falta porque mi Señor me lee perfectamente, pero le digo, con esa voz tan dulce y sumisa y que sólo me sale con él:

-Estoy bien mi Amo, le suplico que siga castigando a su perra por favor.

A lo que mi Amo me contesta

-Por cómo tienes el coño y las ganas de correrte estás más que bien, buena perra. Pero por haber hablado en el castigo voy a ser un poquito más duro contigo, no hace falta que cuentes los varazos.

Es decir eso y me pongo en tensión y a temblar como una hoja, se lo que significa, sé que va a incrementar el ritmo y la intensidad, y esta vez sin previo aviso cae la vara...

Jadeo, gruño, bufo, el dolor es insoportable, no me da tiempo a recuperarme entre golpe y golpe y el dolor se extiende por todo mi culo, mis muslos y el lomo...la reacción de mi cuerpo es enviar sangre a la zona por lo que los labios de mi vagina están hinchadísimos y necesitan la polla de mi Amo para calmarse.

El castigo sigue, mi Amo implacable sigue descargando la vara, pero  ya no puedo más y rompo a llorar, caen dos varazos más y para el castigo.

Estoy sollozando, llorando, me arde el culo, muero de dolor, pero en ese momento mi Amo me cubre y me abraza, y pasa lo que ocurre siempre, que al sentir el abrazo de mi Amo me calmo al instante, dejo de llorar y comienzo a gemir porque le necesito dentro de mi.

Se que esto encanta a mi Amo, que con tan sólo su contacto me calme y pase del llanto al deseo más animal.

En cuanto mi Amo nota que estoy lista me clava su polla de un golpe y me dice:

-Córrete perra.

Y como soy una perra muy obediente exploto en un orgasmo increíble que me produce oleadas muy intensas de placer, con cada contracción de mi coño abrazo la polla de mi Amo, le oigo gemir y eso hace que se intensifique el orgasmo, en ese momento mi Amo se retira de golpe y de la fuente que tengo entre las piernas emana a chorro una corrida que llevo contiendo haciendo hace rato. Lo he puesto todo perdido, como siempre, pero a mi Amo le encanta...

Doy las gracias a mi Amo por ese maravilloso orgasmo y ahora si quiero mi premio. Me relamo y le digo:

-Amo por favor, deje que le coma la polla.

Mi Amo me acaricia la cabeza, me desata y me ayuda a bajar del potro porque no me sostengo, me arrodillo y con el culo precioso marcado por mi Amo me trago su polla esperando mi premio.

Continuará....

Gracias mi Amo por todo y por animarme a publicar estos relatos que en principio sólo eran para usted.