Caso Almeyda. Infiltración e introducción (1)

Tania, agente de policia, es infiltrada en un prostibulo para investigar la desaparacion de varias prostitutas. La misión empieza conociendo al jefe y siendo presentada al público.

Informe policial nº PD0069

Inspector al cargo TANIA Comisario responsable Ramírez

Caso Almeida

Fechas Inicio 10-11-04 Final 06-05-05 Redacción informe 10-05-05

Breve descripción caso Desaparición prostitutas en local Almeida

Informe______________________

Antecedentes:

Denuncia desaparición 10 prostitutas.

Lugar desaparición Local Almeida. Calle Principal, 10

Testigos: Denuncia anónima registrada con llamada 251253 01-11-04

Características caso Necesaria infiltración de incógnito

Peligro alto

Agente solo ante el peligro (posible ayuda puntual, también de incógnito)

Necesario agente femenino. Características físicas adecuadas. Mejor sin ataduras familiares.

El caso requerirá implicación total a todos los niveles (incluido físico)

Agentes asignados Tania (Agente infiltrado)

Javier Angulo (agente de soporte)

10 noviembre 2004

Lugar Comisaría nº 5

Asistentes Comisario Ramírez

Agente Javier Angulo (Agente nº 0054. Alias Beta)

Agente Tania (Agente nº 69, alias Alfa)

Se asignan los "papeles"

Agente 69 Tania Agente encargada investigación (Alias ALFA)à prostituta

Agente 0054 Javier Angulo Agente de soporte (Alias BETA)à cliente ocasional

Comisario informa que agente Angulo ya ha iniciado la misión. Hace tres días que asiste al lugar de los supuestos hechos. Hasta el momento, nada anormal.

Agente Tania entrará en acción de incógnito el 12 de noviembre de 2004.

La agente Tania acepta la misión siendo completamente consciente del riesgo que corre y de las posibles implicaciones físicas que ello puede conllevar. La agente declara que se presenta voluntaria y, en ningún caso, ha sido obligada a aceptar la misión.

Se concede un permiso de dos días a la agente Tania para prepararse para el caso. Se le entrega una tarjeta de crédito para que se prepare la vestimenta para desarrollar la misión. Se le recuerda su papel: puta. Se aconseja ropa al uso.

Durante estos dos días tendrá que visitar al ginecólogo asignado para que se le coloque un DIU y se le receten pastillas anticonceptivas. Todo y que cualquier contacto físico que tenga durante el desarrollo de la misión, será bajo responsabilidad de la propia agente, el Cuerpo de Policía le ha ofrecido toda la asistencia que tiene en sus manos. Así, cualquier consecuencia de la misión en forma de embarazo será responsabilidad de la agente. Quincenalmente se le realizarán análisis para comprobar la ausencia de enfermedades. (Las posibles responsabilidades del Cuerpo de Policía hacia la Agente están supeditadas al cumplimiento de todas las condiciones anteriores. Así, si se comprueba mediante análisis que no se han tomado las pastillas, el Cuerpo quedará exento de toda responsabilidad. )

MUY IMPORTANTE: Si la agente, durante acto de servicio, ha de tener contacto íntimo a causa del trabajo de infiltración, deberá ser ella misma la que coja todas las medidas preventivas y profilácticas posibles. Siempre que tenga contacto íntimo deberá reflejarse en el informe inmediatamente posterior y especificar si el acto se ha realizado de tal manera que pueda conllevar un riesgo para su salud. Si se observan continuas faltas de protección por parte de la agente, el Cuerpo de Policía, se reserva la opción de retirarle la placa y mantenerla sin sueldo un tiempo indeterminado. En caso de que se viera obligada a mantener relaciones en contra de su voluntad (violación), el Cuerpo le ofrecerá toda la ayuda psicológica que está en sus manos.

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Menuda mierda de misión. Me gusta ser poli, me gusta el riesgo de la infiltración, me gusta ayudar a que los cabrones que van sueltos por este mundo acaben entre rejas, pero hacer de puta es un marrón.

Además, estos hijos de puta se han cubierto bien las espaldas: he tenido que firmar un papel que, en resumidas cuentas, se aseguran de que pase lo que pase con mi persona, nunca será culpa del Cuerpo, sólo será mía. Que cabrones!!!! Con dar unas pastillitas y algo más, ya está todo hecho. La señorita agente ya puede abrirse de piernas y hacer de puta con toda tranquilidad… en fin.

Esta mañana he ido al ginecólogo. Todo correcto y en su sitio. Mañana mismo empezaré con las pastillas. Esas bombas de hormonas que me dislocan el cuerpo completamente: hasta me quitan las ganas de follar. Por eso nunca las uso.

Conozco los riesgos del trabajo de infiltración. No será la primera vez. Tampoco lo será si tengo que acostarme con algún mamón…. Mejor no pensar en ello. Si llega, llegará, todo sea por resolver el caso y que no desaparezca ninguna chica más.

Bueno, esta tarde vendrá lo mejor: ir de compras con el dinero del Cuerpo a por ropas que nunca te comprarías por vergüenza, no por falta de ganas. Me convertiré en una verdadera puta.

Informe nº 1 Sábado 13 de noviembre de 2.004

Misión Almeida iniciada.

Infiltración iniciada y completa.

Local Almeida inspeccionado:

Local de dos plantas, la baja destinada a discoteca donde las prostitutas, mezcladas con la clientela, ejercen libremente. "La transacción" se inicia en la planta inferior y se remata en la superior, donde cada chica tiene asignada una habitación. El piso inferior presenta la típica disposición de discoteca: barra principal de servicio de copas a la izquierda según se entra. Tras ella quedan los aseos y una dependencia utilizada como almacén. Al fondo de todo, una estancia elevada, accesible desde una escalera metálica y con una ventana desde donde, por lo que parece, se puede controlar todo el local. Unas persianas bajadas impiden observar el interior. Desconozco lo que hay debajo, de momento.

La metodología del trato carnal es la típica en este tipo de local. El cliente escoge la chica que le apetece de entre todas las que hay. La conversación se inicia con la invitación a una copa. Las chicas tienen la orden de que, si no hay copa, no hay nada más. Por lo tanto antes de subir al piso de arriba, se aseguran que las consumiciones abunden mientras ellas van encendiendo al cliente. Así, las chicas no tocan ni un solo euro hasta el final de la noche, cuando, antes de irse a casa, reciben el 30% del servicio realizado y un 20% de las consumiciones de sus respectivos clientes. Están totalmente prohibidas las propinas y el intercambio de cualquier dato personal que les permita ejercer fuera del local como autónomas. Se me antoja imposible el control de quien recibe y quien no estas propinas. Será un tema a investigar. Antes de entrar en la habitación, informan a las chicas del servicio que ha contratado del cliente. Si, una vez en la habitación, el cliente realiza o pide otra cosa, ha de pagar antes. Si hay cualquier abuso o utilización de la fuerza por parte de algún cliente existen varios botones dispersos por puntos de la habitación que deberán pulsarse para recibir la ayuda de inmediato. Cualquier cliente que infrinja las normas será expulsado de inmediato de por vida. Si el engaño o abuso es por parte de la chica, igual.

El horario de las chicas es variado. De momento el mío será el nocturno, de las 20:00h a las 5:00h. Si consigo algunos clientes fijos e importantes, deberé estar disponible a cualquier hora para ellos. Los días del período, previa inspección por parte de la madame, quedan exentos de servicio. El primer y segundo día completamente libres. Los siguientes se deberá estar en el local, aunque se realizarán trabajos de camarera y apoyo puntual sin ejercer. (a no ser que haya una petición expresa de un cliente fijo al que no le importe realizarlo durante esos días).

Contactos realizados:

Jacinta Almeida: Madre del propietario y principal sospechoso, Antonio Almeida. Hace las veces de madame. Ella me ha explicado el funcionamiento básico y me ha enseñado el local.

Antes de dejarme sola, me ha indicado que no espere tener ningún cliente hoy y que dedique la noche a habituarme a todo, pero sin molestar a las chicas que el tiempo es muy caro.

Rosario García: Prostituta. Venezolana, 24 años.

Primera y, hasta el momento, única prostituta que me ha dirigido la palabra, eso sí, bajo indicaciones de Jacinta. Conversación superflua y genérica para no levantar sospechas la primera noche. Posible contacto a seguir explotando como fuente de información.

Antonio Almeida: Propietario. Principal sospechoso. La noche del 12 de noviembre no aparece en el local.

Anexo:

A destacar 4 "gorilas" de seguridad dispersos por el local: dos en la entrada y dos en el interior, vigilando el acceso al despacho del fondo. Todos armados. Bulto evidente en lateral de chaqueta. Sin comprobación del tipo de arma. Equipados con equipos de comunicación interna: micrófono en solapa y auricular en oreja. Todo muy profesional. Nunca han dejado la escalera sin vigilancia ni un solo momento.

Resumen:

-Seguridad demasiado profesional para un simple burdel.

-Ningún contacto ocasional con otras chicas. Ningún espacio propio para ellas de relación ,etc

-No he tenido ningún contacto físico íntimo con nadie.

-Contacto visual con el agente ALFA.

Fin del informe nº1_____________________________________________________________________

Informe nº 2 Domingo 14 de noviembre de 2.004

La misión continúa.

Todo igual que la noche anterior: los 4 gorilas son los mismos. Las chicas también.

Contactos:

Linda Álvarez: Prostituta. 22 años. Colombiana.

Terriblemente nerviosa. Enormes y azuladas bolsas bajo los ojos. Palmas de las manos sudorosas y en continuo contacto entre ellas. Posible síndrome de abstinencia. Contacto realizado en lavabo, único espacio donde las chicas pueden coincidir unos instantes. Me ha tratado con dureza.

Se ha despedido con un "ten cuidado".

Rosario García: (Ver informe nº 1) Continúa su papel de introductora. Bastante leve y conciso porque, siendo domingo, la clientela abunda y tiene servicios de manera continua. Lo más destacable ha venido ante mi pregunta sobre mi falta de "éxito". Ningún cliente ha querido pasar conmigo de las copas. Su mirada se ha ensombrecido. Su semblante se ha endurecido. Para estar en "el mercado" (palabras textuales) el jefe (Antonio Almeida) ha de dar su OK. Hasta entonces ningún cliente se atreverá a nada. Parece que está de viaje. Nadie sabe cuando volverá.

Anexo:

Ha habido un pequeño altercado con un cliente más bebido de la cuenta. Nada más presentarse el problema, uno de los gorilas de la escalera y otro de la entrada han aparecido de la nada y se lo han llevado consigo. Destacar la profesionalidad de la intervención. El resto de clientes no se han enterado de nada. En caso de necesitar utilizar la fuerza, tendré que ir con cuidado con ellos.

Resumen:

-Profesionalidad del equipo de seguridad constatada.

-Necesidad de conocer al propietario antes de empezar a ejercer. Extraña relación personal en un mundo tan corrupto.

  • La misión continúa sin ningún contacto físico íntimo por mi parte.

Informe nº 3 15 de noviembre de 2.004

Hoy , a las 23:27 horas, ha aparecido el principal sospechoso, Antonio Almeida, precedido y secundado por su escolta personal. Se dirige al despacho de la ventana y, durante el camino desde la entrada, no es interrumpido por nadie. La gente se va abriendo a su paso de forma natural.

He sido invitada al despacho del fondo de la sala (el de la ventana).

Se accede a él por unas escaleras metálicas. En el rellano de antes de la puerta y fuera de la vista de la clientela, me ha recibido un nuevo gorila que no había visto antes. Me ha cacheado. Y me ha manoseado sin cortarse un pelo. No ha encontrado la pequeña navaja que llevo escondida en la bota.

Al entrar, un despacho normal: una mesa perpendicular a la ventana, que sigue con la persiana cerrada, un sofá en una esquina y unas sillas ante la mesa. Me mantengo de pie, no me invitan a sentarme. Detrás de la mesa una puerta cerrada.

Un nuevo gorila plantado de pie al lado de Antonio Almeida. El otro está a mi espalda, cubriendo fielmente la puerta. Ambos van equipados exactamente igual que los otros 4 (ver informe nº 1)

Después de una conversación genérica (no aporta nada que no me hayan explicado), remarcando la entrega que se espera de mi, la integración que desean y el amor por la empresa que quieren que demuestre, me hace especial hincapié en que, si colaboro con todo, no tendré ningún tipo de problemas y que si, con el tiempo, demuestro ser buena y diligente, veré colmados cualquier aspiración o sueño que haya tenido nunca.

Después de hablar, soy presentada a la clientela desde la ventana del despacho. La gente aplaude mi incorporación.

Mientras hablaba el señor Almeida y yo estaba ante la ventana, se ha abierto la puerta de detrás de su mesa. De ella ha salido un hombre de mediana edad, bajito y gordo. Ha estado observándonos. Antes de que se volviera a meter dentro, en la completa oscuridad que dejaba entrever la puerta abierta, he podido observar una pared con monitores. Desde la distancia no he podido ver que se veía en ellos.

De vuelta a la pista, los clientes siguen sin pedirme más.

Resumen;

  • Aparece el propietario y principal sospechoso, Antonio Almeida.

  • Soy llevada a su presencia, en el despacho elevado.

  • Parece disponer de escolta privada compuesta por dos hombres.

  • En su despacho , un nuevo sospechoso sin identificar que sale de una sala con monitores.

Informe nº 4 16 de noviembre de 2.004

Al llegar, Jacinta Almeida me informa que ya se me ha asignado habitación. Me conduce hasta ella.

En ella me hace cambiar de vestimenta para estar a gusto del señor Almeida. Al cambiarme de calzado debo dejar la navaja en las botas que llevaba. Me veo obligada a prescindir de ella temporalmente, porque, con la ropa que me han dado, no tengo sitio donde ocultarla. Después de quedarme a solas en la habitación, intento ocultarla en la vestimenta, pero no hay manera. La oculto debajo del colchón.

Un gorila de su escolta personal me viene a buscar y me conduce a la sala de debajo del despacho de Almeida

Almeida habla poco, pero cuando lo hace te deja sin respiración: Antes de despedirse lanza una cosa sobre la mesa: la navaja que yo había escondido bajo el colchón minutos antes… me dice que no la necesitaré para nada, que es él quien cuida de mí ahora y que, mientras me porte bien, no me deberé preocupar por nada ni por nadie.

Está claro que en las habitaciones hay cámaras. Por comprobar quedará que la sala de su despacho que vi ayer.

Al salir del despacho ya casi ha finalizado mi jornada.

Resumen:

-Nueva reunión con el propietario. Somos secundados por su guardia personal.

-La reunión se desarrolla en la sala que hay bajo su despacho.

Menuda mierda de misión.

Ya he tenido que brindar mi cuerpo para no delatarme. Javier Almeida ya ha demostrado su poder. Me ha magreado como ha querido, tanto ayer en su despacho como hoy en la reunión. Luego me ha entregado a sus gorilas. He llorado mucho bajo la ducha. Eran lágrimas de rabia. Es frustrante tener que reprimirse y dejar que unos salvajes hagan lo que quieran con tu cuerpo, sabiendo que podría haberlos matado cuando hubiera querido: un puñetazo en la nuez y se la hundo hasta el cogote, una torsión y le dejo la cabeza apuntando a su espalda, un cabezazo y fusiono su nariz con su cerebro…. De todas formas ya está hecho. Me vengaré.

En otras misiones había tenido que follar con otros mucho peores que estos, pero siempre había sido con relaciones y unas circunstancias más normales. Ellos se creían haberme ligado o, hasta que había amor en algún caso y me trataban con ternura, y normalidad. Alguna vez hasta me había corrido. Pero esta vez no ha habido nada de esto. Me han utilizado como un simple objeto con agujeros donde meterla. Me han follado por todos sitios sin remilgos. La polla de la boca casi me ha hecho vomitar. El que me la ha metido por el culo… un salvaje. Ha sido una sodomización fuerte y sin preparativos. Me ha enculado a base de fuerza y presión. Me ha hecho daño, mucho daño. Además la tenía enorme. El culo aún me duele.

Me vengaré.

Mañana tengo que estar a las 9:00 en la comisaría para una reunión con el comisario de seguimiento de la misión. Sólo podré dormir 3 horas.

He omitido estos encuentros en los informes, porque no los considero importantes para la misión. Igual que el comportamiento de Javier Angulo. Le he visto subir al piso de arriba en dos ocasiones con alguna chica. Se está pasando con su manera de pasar desapercibido. De momento no lo comentaré en los informes. Es un cerdo, pero sigue siendo un compañero.

Menuda mierda de misión.

17 de noviembre de 2.004

1ª reunión ordinaria en Comisaría.

Asistentes: Comisario Ramírez

Agente Javier Angulo (Agente nº 0054. Alias Beta)

Agente Tania (Agente nº 69, alias Alfa)

Se comenta el desarrollo de la investigación y se da por buena la infiltración.

Se detectan contradicciones entre los informes del Agente Alfa y el Beta. Más que contradicciones, omisiones: el agente Beta deberá explicar TODO lo ocurrido durante las conversaciones con el principal sospechoso. Se repite: TODO.

En los primeros informes se especifica claramente que no hubo contacto físico por parte de la agente infiltrada. En los dos últimos no se hace referencia. Ni se niega ni se afirma. Se deberá hacer un anexo a los informes nº 3 y nº 4. Si hubo contacto físico íntimo por parte de la agente Tania, ES NECESARIO detallarlo para que esté todo informado y para que el seguro médico de la agente siga vigente.

Anexo a los informes nº 3 y nº 4

Nota previa:

Los hechos que se describen a continuación, se omitieron en los informes correspondientes porque, primero, no los considero importantes ni relevantes para el desarrollo de la investigación y, segundo, significan una enorme incomodidad hacia mi persona y , no siendo importantes creo que no es necesario que conste en informe y sean conocidos por el resto de mis compañeros y superiores.

Así , me veo obligada a describirlos por indicación y orden expresa del comisario al cargo, el Sr. Ramírez.

Descripción

Hacia media noche, media hora después de entrar el principal sospechoso, soy llevada ante él, por indicaciones de Jacinta Almeida, madame y madre.

Va enfundado en un traje carísimo, con unos zapatos igual de costosos. En su muñeca derecha un reloj de oro prohibitivo. Su aspecto es impecable. Pelo engominado y repeinado hacia atrás.

Sin mirarme y mediar nada más, me ordena que me quite el vestido.

Obedezco.

Me mira por primera vez de arriba abajo.

De nuevo otra orden: "esas tetas" apuntándolas con su puro. No entiendo, y me mantengo pasiva y expectante. Más duramente y subiendo el tono de voz me pide que me quite el sujetador. De nuevo, obedezco. Me mira fijamente. No a los ojos.

Se acerca a mí.

Da vueltas a mi alrededor.

Se detiene a mi espalda.

Me agarra los pechos desde atrás sin decir nada. Me los manosea con fuerza. Sin soltarme, me dirige hacia la ventana que tiene la persiana bajada.

Me pellizca los pezones. Jadeo, ahogando como puedo, un grito de dolor. Me voltea y quedamos cara a cara. Me observa. Me levanta un pecho con la palma de la mano. Acerca su boca a ella y me succiona el pezón. Luego hace lo propio con el otro pecho. Yo me mantengo quieta aprovechando para observar el entorno. Los dos gorilas continúan en su sitio sin perderse nada.

Con la otra mano aprieta mis nalgas. "Mercancía de primera calidad, sí señor" añade antes de que sus dedos se cuelen en mi ropa interior.

Mis ojos se cierran justo cuando sus dedos se cuelan en mi vagina. Al abrirlos, la puerta de detrás de la mesa se ha abierto, dejando ver al desconocido que ya señalaba en el informe ordinario.

Mientras sus dedos juegan y pinzan mi clítoris, un ruido a mi espalda me pone en alerta.

Me baja las bragas hasta la mitad de mis muslos.

Me hace girar.

Antes de que un foco me deje ciega, veo la pista del club abarrotada de gente, con sus caras enfocando hacia nuestra posición. La persiana está subida.

Las luces de la pista se apagan. Sólo el foco que me ciega sigue en funcionamiento.

La voz de Antonio Almeida retumba a mi espalda e, instantes después, en todos los altavoces de la sala:

"Apreciados y distinguidos clientes. Aquí tenéis nuestra nueva adquisición. Se llama Tania, 25 años, pura furia española. Como veis, un cuerpo que quita el hipo y una enorme predisposición a satisfacer todo lo que se le pida. Yo le he pedido que me muestre lo mejor de ella y aquí lo tenéis: todo" En esos instantes el Sr Almeida saca los dedos de mi vagina y los muestra a la concurrencia mientras los friega unos contra otros, demostrando lo húmedos que están"

Yo aprovecho la ocasión y empiezo a mover mis caderas de delante atrás. Enseguida el dedo del Sr Almeida vuelve a mis interiores mientras me besa el lateral de mi cuello. Me froto los pechos mientras continúo sacudiendo mis caderas y sonriendo al público.

La persiana se cierra en mis narices. Entre el público, jaleando mi actuación, observo al agente Alfa, infiltrado entre el público.

Al quedar ocultos al público, mi vagina se vacía al instante. Almeida se aleja de mí mientras uno de sus gorilas le extiende un pañuelo con el que se seca los dedos que acaba de sacar de mi interior. Mientras se lo friega se gira, me mira y añade: "tendrás mucho éxito. La gente está cansada de carne extranjera. Una española como debe ser. Ganarás mucho dinero si colaboras con la empresa."- mientras me dice esto, el gorila de la sala se adentra en la oscuridad de donde ha salido- "ahora bajas, conoces más a los clientes. Mañana seguiremos hablando, te invitaré a una copa y te enseño lo que se espera de ti. Hasta entonces. Ahora te vistes y te vas"- me dice señalando la puerta.

Obedeciendo, de nuevo, me visto y me voy. Mientras lo hago no dejo de mirar fijamente a los dos gorilas. Ellos tampoco me quitan el ojo de encima. Los miro con dureza, con la rabia grafiada entre mis cejas. Los dos me sonríen socarronamente. Al pasar entre ellos uno me susurra rápidamente: "prepárate". No le hago caso, que se prepare él para acabar en la cárcel.

La noche continúa como las otras: yo bebiendo y charlando con clientes que acaban yéndose con las otras chicas, que no paran de subir y bajar escaleras.

Anexo al informe 4. 15 de noviembre de 2004

Como se refleja en el informe regular, soy conducida por la Sr Jacinta a la habitación que me han asignado. Una vez dentro, me pide que me desnude. Me la miro extrañada, por lo que pasó la noche anterior ya no me fío de nadie de este club. Además, aún me duelen los pezones de los pellizcos que su hijo me dedicó. Me tranquiliza diciéndome que no he de sufrir por ella.

Me entrega un vestido de cuero negro con escote recto y tirantes delgadísimos. Por abajo , el vestido desaparece a unos escasos centímetros de mi rasurado tesoro.

Cuando me desnudo para proceder a enfundarme el vestido, me indica que debo ir sin ropa interior. Acepto, resignada, mientras pienso que hoy me van a meter algo más que un dedo. Entonces me pide el cambio de calzado y es cuando debo ir con cuidado de no mostrar la navaja que llevo escondida.

Entonces, una vez preparada me deja sola, avisándome que me vendrán a buscar, que me espere ahí. En ese momento es cuando busco un escondite para la navaja. El vestido ceñidísimo y la falta de ropa interior no me dejan sitio donde ocultarla en mi cuerpo…. Sólo podría meterla en un sitio, pero creo que no sería buena idea, seguro que la encontrarían ah텅 Me estremezco al pensar en los gordos dedos de Almeida penetrándome.

Unos golpes en la puerta me interrumpen de mis pesquisas de inspección de la habitación. Uno de los gorilas personales de Almeida me espera al otro lado. Es el que ayer me susurró aquello de : "prepárate", así que yo, sacando mi vena guerrillera, le digo que "ya estoy preparada". El me contesta con un seco y duro: "no lo creo, nena, no lo creo" mientras se relame el labio superior sin quitarme ojo.

Sin mediar ninguna palabra más, soy escoltada hasta la sala de debajo del despacho donde estuve el día anterior.

Una vez en el interior, aparece una sala repleta de muebles de anticuario. En el centro una mesa de vidrio con sillas y un banco de obra acolchado con cojines de piel. Sobre la mesa una botella de cava y dos copas.

Enseguida aparece el Sr Almeida, bajando por una escalera que comunica directamente con su despacho. Sus dos gorilas le siguen fieles y serios. Ambos se quedan de pie mientras su jefe se sienta en una de las sillas. Me invita a sentarme sobre el banco acolchado.

Después de unas explicaciones de lo que se espera de mí, y que ya reflejo en el informe ordinario, un largo silencio se apodera de la estancia. Los dos gorilas se mueven nerviosos y se miran entre ellos.

El Sr. Almeida me mira fijamente. –"Levanta ese piececito"- me dice de sopetón.

Mis ojos se cierran en un pestañeo incómodo. Parece que empieza el espectáculo.

De nuevo, obedezco sin rechistar.

Sus ojos se cuelan en mi entrepierna. Los dos gorilas se ladean intentando esquivar a su jefe.

Al notar el aire corriendo libremente en cierta parte de mi cuerpo, recuerdo que me han hecho bajar sin ropa interior.

Una mano se cuela entre mis piernas. Con la otra, el Sr Almeida me retira los tirantes, dejándolos caer sobre mis hombros. Enseguida me baja la parte superior del vestido, dejando mis pechos al descubierto.

Sin dejar de mirarlos, mete uno de sus gordos dedos en mi vagina. Lo dobla a forma de gancho y tira hacia arriba, obligándome a ponerme en pie.

Sin sacar su dedo de mi interior, con la otra mano me levanta la parte inferior del vestido, convirtiéndolo en un arrugado cinturón negro.

Con gesto de superioridad saca su dedo de mi sexo y se lo pasa por la nariz, oliendo y aspirando con fuerza.

Sonriendo, palmea sobre la mesa, invitando a sentarme sobre ella.

El frío del vidrio se cuela hasta lo más hondo de mi sexo.

El Sr Almeida se agacha y pone su cabeza bajo la mesa.

Al salir, me brinda una amplia sonrisa.- "Levántate" me pide.

Lo hago.

Sobre la mesa una mancha mojada con rastros de condensación a su alrededor.

-"Así es como una puta ha de dejar una mesa de vidrio. Muy bien. Serás una verdadera profesional cuando consigas esto con los pantalones puestos"- me dice el Sr Almeida antes de ordenarme que vuelva a sentarme.

Una vez aposentada, me separa las piernas.

Finjo disfrutar sonriéndole y meciendo un poco las caderas.

Él coge la botella de cava y llena una copa.

Da un sorbo.

Después me ofrece a mí. Bebo todo el contenido de la copa de un trago.

Almeida me mira frunciendo el ceño mientras vuelve a llenar la copa: "No,no mi señorita. El cava es como un buen coño, se debe saborear lentamente, dejando que su sabor y sus burbujas te llenen la boca y te saturen los sentidos".

Me vuelve a acercar la copa.

Levanto un brazo para recogerla.

Justo cuando llego a rozar el frío material, él la voltea, vaciando su contenido sobre mis pechos. No tarda en substituirlo por su saliva. Me estremezco por el frío de la mesa y al sentir su sucia lengua recorrer mis pezones.

Vuelve a llenar la copa con cava.

Se sienta en la silla, entre mis piernas.

Bebe.

De entre sus labios empieza a surgir un fino chorro de burbujeante líquido que cae sobre mi vagina lentamente. Él sigue observando mi entrepierna de cerca , viendo las burbujas explotar entr emis labios y sobre mi depilado bello púbico.

Se acerca.

Más.

Y más.

Junta sus labios con los de mi vagina y aspira con fuerza. Sin dejar de sorber, vacía el contenido de la copa sobre mi barriga que, por mi postura, se convierte en un torrente de cava que rebosa hasta donde se juntan nuestros cuerpos: mi lamido coño.

A base de lametones, el líquido acaba entrando en mi, burbujeando y chispeando bajando por el tobogán de su lengua hasta el cuenco de mi chocho. Aprovecho el picor que me provoca en mi vagina para retorcerme y gemir fingiendo un placer infinito. Finjo disfrutar de cada lametón fregándome las tetas y pinzándome los pezones. Almeida aumenta la presión entre mis piernas, penetrándome con su lengua y haciendo que el burbujeante líquido se cuele más y más adentro. El picor es insoportable, tanto como sentir su lengua en mi vagina. Cierro lo ojos, intentando evadirme aplicando las enseñanzas del cursillo de infiltración, pero sin dejar de mostrar "el gran placer" que estoy sintiendo. Me imagino estar con el hombre de mi vida en una playa paradisíaca, danzando sobre su lengua que me ama una y otra vez.

Almeida se separa de mi sexo diciendo y, apagando mi sueño: -"no hay nada como el sabor de un buen champán sobre la almeja de una mujer: sabor a tierra y mar en un único sorbo…. Uuumm" – añade mientras se relame y me observa abierta de patas sobre la mesa.

Sin más, se gira y se dirige a las escaleras que suben a su despacho. Me siento aliviada. No veía el momento que esto llegase.

Pero dura poco. Al pasar entre sus guardas, Almeida añade , antes de desaparecer escaleras arriba: " toda vuestra chicos. Recordad, ni una marca…"

Yo oigo estas palabras ya incorporada y dispuesta a vestirme. El mundo se me cae encima. Petrificada, observo a los dos "armarios" acercarse hacia mí, con dos prominentes bultos en cada uno de ellos: uno bajo su axila y el otro entre sus piernas.

El más alto de los dos se llama Jaime. El otro Ismael. No es que se hayan presentado , pero le he oído dirigirse el uno al otro mientras cumplían las órdenes de su superior.

Sin contemplaciones, uno me ha agarrado fuerte de los brazos y me ha devuelto sobre la mesa. Sin mediar palabra, uno me ha metido su polla en la boca y el otro se ha bajado los pantalones, metiéndomela por el coño hasta el fondo. Jaime, el de la boca, me ha restregado toda la cara con sus parte íntimas. Me ha obligado a lamerle los huevos hasta que se ha corrido en mi boca y sobre la cara. El otro, Ismael, me ha follado con preservativo. (según han comentado entre ellos, no se fían de una puta, nunca se sabe con quién ha estado antes). Antes de acabar, se ha desenfundado la verga y le he tenido que masturbar hasta que se ha derramado sobre mi vientre.

De nuevo, pensando que había acabado, he sido puesta a cuatro patas sobre la moqueta de la sala e Ismael me ha follado la boca mientras Jaime me sodomizaba. También con condón.

Cuando han acabado, se han ido dejándome tirada en el suelo, con el vestido aún en mi cintura y mi cuerpo embadurnado de su blanca esencia.

"Amablemente" me han dicho que podía ir a mi habitación a asearme. Así lo he hecho , antes de irme a mi casa. Cuando he salido de la sala ya no quedaba ninguna chica en el local, tan solo Jacinta, que me ha confirmado que mañana ya podré empezar a trabajar.

Así doy por terminados los informes 3 y 4.

Este es un relato largo, que tengo bastante parte escrita ya, pero , como siempre, espero vuestras aportaciones , opiniones o lo que sea.