Caso Almeida: Primeros servicios (2)
Continua la investigacion de Tania. Empieza a ejercer con su nueva profesion.
Informe nº 5. 16 de noviembre de 2.004
Hoy he tenido que ejercer por primera vez como prostituta. Han sido 5 clientes en toda la noche.
Total de ganancias: 300 por servicios
20 por consumiciones
Se entregan las ganancias en tesorería de la comisaría.
Todos han sido servicios normales. Por servicios normales se entiende misionero realizado con preservativo. Tan sólo uno me ha pedido que lo cabalgara.
Contactos:;
Cliente 1: Nombre: Javier Fernández
Edad: 45 años
Profesión: Contable
Comentarios: Creo que pesaba el doble y sudaba el triple que yo. Hemos estado 20 minutos en la habitación, de los cuales 5 han sido invertidos en el coito. Es un cliente habitual y admite haber pagado un plus por ser el primero en follar con las nuevas. Admite conocer al principal sospechoso.
Relación misión: Posiblemente. A investigar más su relación con el Sr Almeida.
Cliente 2; Nombre: Javier Colombo
Edad; 38 años
Profesión: Constructor.
Comentarios: El servicio ha durado una hora. Pese a mis intentos por acabar antes (presión constante con músculos internos de la vagina, masajeo de testículos mientras me la metía..) ha estado casi 30 minutos follándome. Cliente ocasional.
Relación misión: Posiblemente negativo.
Cliente 3: Nombre: Agustín Antón
Edad: 50 años
Profesión: Constructor.
Comentarios: Servicio de misionero 15 minutos en la habitación. Tan rápido como el primero. Es amigo del cliente nº 2.
Relación misión: Descartado.
Cliente 4: Nombre: Pedro Martín
Edad: 20 años
Profesión: Estudiante
Comentarios: Casi no ha habido servicio. Se ha corrido 2 minutos después de que yo me desnudase sin que hubiera casi contacto.
Relación misión: Absolutamente descartado para la investigación.
Cliente 5 Nombre;: Vicente Fraga
Edad: 48 años
Profesión: Desconocida
Comentarios: Servicio de 40 minutos. Es el único que me ha
pedido algo diferente al misionero: quería que le cabalgara "como una amazona salvaje". Cliente habitual.
Relación misión: Aparentemente negativa. Pero creo que es un elemento a investigar.
Rosario García: (ver informe nº1)
Me confirma la existencia de las cámaras mientras salimos juntas del local a la 5:20h de la mañana. La función de las mismas es controlar lo que pasa en las habitaciones, pero no para proteger a las chicas, eso es secundario, sino constatar que se realiza el servicio contratado y pagado y que no hay ningún tipo de intercambio personal entre clientes y prostitutas. Me confirma que también hay micrófonos y que se graba todo. Si pasa algo inusual, se escuchan las cintas por parte de los encargados de la seguridad.
Debo ir con cuidado, sobretodo porque, según me indica Rosario, el cliente siempre tiene la razón.
Menuda mierda de misión.
Nunca había disfrutado tanto de mi casa: el calor del hogar propio, esa ducha reconfortante y reparadora que se lleva las porquerías que esos cerdos dejan en mi cuerpo: su saliva mientras me follan, su sudor mientras me aplastan .
Y los clientes, que asco todos menos uno. Ese Colombo me ha llegado muy adentro. Y no sólo literalmente: a parte de dejarme el chocho escocido , me ha provocado una grata impresión desde el primer momento que lo he visto. Además, que puta máquina follando. Me ha tenido 30 minutos abierta de patas, bombeándome sin parar ni un segundo. No he podido reprimir un orgasmo. Ha sido imposible. No sé que ni como me tocaba con su polla que me ha derretido. Me da pena, un orgasmo pagado es como un orgasmo robado, aunque suene incongruente. Tendré que ir con cuidado con este tipo: me gusta.
Pero menudo primer día de servicio. Me ha costado mucho ser puta, dejar de ser persona y convertirme sólo en un cuerpo. Es difícil disfrutar. Parece fácil: te dan un trabajo donde te pasarás el día follando: genial- puedes pensar- pero , claro, no te dicen con quien. No te avisan que vendrán babosos, degenerados que les importa un pimiento lo que sientas o como te encuentres, eres sólo una suma de agujeros
Avisaros que en el informe me he excedido deliberadamente. Si me piden que lo explique todo, así lo haré. Espero que se pajeen mucho leyéndolos. Si tengo que hacer este trabajo, que se enteren de todo lo que tengo que hacer y, si alguno la tiene, que corra con su propia mala consciencia.
Seguramente ellos disfruten mucho leyendo . Pero menuda mierda de misión.
Informe nº 6. 17 de noviembre de 2.004
Me ha venido la regla. (o eso o el Colombo ese me creó hemorragias internas)
Previa comprobación por parte de Jacinta, soy indultada por dos días. Me mantengo en el local, alegando el poco tiempo que llevo en el local y que quiero conocer más el ambiente , a las chicas y a los clientes, aunque no pueda llevar a cabo mi trabajo.
Me colocan en la barra de camarera. Conmigo, una chica que no había visto antes.
En una de las visitas al almacén a por bebidas, la chica ha tardado mucho. He ido a buscarla.
Su nombre: Salomé Guárez. 22 años. Colombiana. Me la encuentro llorando. Me cuenta que se encuentra muy mal. Parece tener fiebre. Ella se queja de los pechos. Le duelen. Hace poco ha venido de su país, donde le sometieron a una operación de pecho y aún está renqueante: Lo importante es que la operación parece ser que la pagó el Sr Almeida.
Es un punto a investigar.
Nada más destacable.
Informe nº 7. 18 de noviembre de 2.004.
Salomé no está. Pregunto por ella a mi nueva compañera tras la barra: Montse Barrios. 25 años. Española. No sabe nada de ella.
Voy sirviendo copas hasta media noche. Jacinta se acerca a mí. Por lo visto soy la única chica disponible. Cosa rara siendo miércoles Le recuerdo mi estado. Me contesta que, por el servicio que piden, no importará, que tan sólo me tendré que limpiar los dientes. Antes, sobre todo y, si quiero, después.
Me cuenta que un socio importante del Sr Almeida ha llegado y se le ha de satisfacer. Pida lo que pida. "Hay casos que hay que sacrificarse por la empresa"- me dice Jacinta con cachondeo.
Me espera en la habitación.
Voy hacia allí intrigada y nerviosa.
Abro la puerta. Cierro el pestillo.
En el baño, un hombre se asea en el bidé. Está claro que conoce las normas de la casa.
No llego a saber su nombre. Es un tipo alto, 1,80m aprox, de entre 40 y 45 años, atractivo, bien vestido (lo poco que lleva) y de complexión atlética.
Me pide que le espere sentada en la cama.
Obedezco.
Desde el baño me grita que no me desnude.
Mientras espero, saco un condón del cajón y juego con él entre mis dedos.
El hombre sale y se planta frente a mí, restregándose las ingles con una toalla.
Observa mi mano derecha y añade: -"Ya puedes dejar eso que no lo necesitarás"- refiriéndose al preservativo.
Intento recordarle que son las normas de la casa. Que yo, sin condón, no hago nada.
Él ser ríe al tiempo que me dice: "Eso se lo cuentas a Antonio, si quieres. Puedes hacerlo. No le gustará nada si no me complaces, sabes?".
Al acabar de hablar, su semblante se torna serio y duro. Se friega la polla con determinación. "Además- vuelve a decirme- si os obligan a follar con condón , es por los clientes, no por lo que le podáis enganchar vosotras. Lo que os pase a las putas no importa a nadie, y, con lo que me vas a hacer a mí, no me pasará nada, tengas lo que tengas."
Mientras me hundo en la comprensión de mi insignificancia como puta, el cliente se acerca a mí con su miembro erecto entre manos y apuntando directamente a mi cara.
Observo el miembro. Otro buen trabuco y eso que aún no está del todo a tono. Mis ojos alternan entre el pollón y la cámara de la esquina.
Con la vista fija en la esquina, agarro la polla con la mano derecha.
Mi boca se abre.
Los ojos siguen clavados en la esquina.
A partir de aquí, considero que no es necesario detallar demasiado. La felación fue completa con eyaculación en mi boca y sin opción a otra cosa. Al llegar al clímax, me agarró la cabeza con fuerza y no me soltó hasta que vació completamente sus huevos entre mis labios.
Una vez recuperado del orgasmo y, sin soltarme la barbilla desde que me la metió por primera vez, me obligó a tragármelo todo y demostrárselo con la boca bien abierta.
La prepotencia utilizada da a entender que es un pez gordo.
Mi intuición me indica que está implicado en el asunto que llevamos entre manos.
Siento no haber podido avanzar más en la investigación. Espero que lo entiendan.
Comentarios:
Antes los hechos acaecidos ayer, antes de escribir el informe, he acudido al médico de la comisaría para que me realizara los oportunos análisis.
Al tiempo que transcribo este informe, soy informada de la aparición de un nuevo cuerpo. Su estado es idéntico a los anteriores: únicamente un esqueleto limpio. Restamos a la espera del informe del forense para identificarla. (Se da por hecho que será una mujer, como todas las veces anteriores).
Menuda mierda de misión.
Por primera vez en mi vida estoy asustada. Unas gotas de semen en mi garganta han conseguido lo que no habían podido provocar una balas rozando mi frente, una bomba a punto de estallar o un hacha en manos de un loco dirigiéndose hacia mí. En esas ocasiones, mi supervivencia dependía de mi habilidad, en cambio, ahora, dependo de que el cabrón que se ha corrido en mi boca esté sano. Y eso me asusta.
Mientras mi cabeza iba y venía a lo largo de su verga tenía puestos todos mis sentidos en anticiparme a su corrida y apartarme a tiempo. Pero no he podido. Con sus fuertes manos me ha aprisionado, obligándome a tragar hasta la última gota que tenía guardada en sus huevos. Cada borbotón la he sentido como una puñalada.
Mañana mismo voy corriendo a hacerme los análisis. No me considero en estado psicológico idóneo para continuar con la misión. No veo el momento que llegue el día de mañana y el médico me comunique el resultado de los análisis. Como esto siga demasiado, me vuelvo loca. Tengo que acelerar el transcurso de esta misión.
Menuda mierda de misión.
Informe nº 7. Jueves 18 de noviembre de 2.004
Hoy continúo de camarera porque sigo teniendo la regla. En el club faltan varias chicas. Los motivos pueden ser varios y justificados. Servicios especiales fuera del club, días libres o, como yo, ausencias causadas por la fisiología femenina. Creo que tardaré un par de días en comprobar quién falta de veras.
El resto de la noche transcurre sin problemas ni servicios especiales.
Nada destacable a unir a la investigación,
Informe nº 8. Viernes 19 de noviembre de 2.004
Antes de proseguir con el informe correspondiente, remarcar que el análisis ha salido negativo. Se descarta cualquier tipo de contagio.
Ha sido identificado el cadáver. Se trata de Salomé Guárez.
De vuelta al club, y de vuelta "al trabajo". He tenido un total de 8 clientes. Un intensivo para mi vuelta. Todos los contactos se han realizado con preservativo y sin problemas. Los primeros días de entrar en "servicio" en el club, mis compañeras me indicaron que, toda puta siempre tiene dos noches que recordará siempre: una en que te tocan tipos raros y otra en que le tocan pollas descomunales. Hoy se me ha dado el segundo caso.
Cliente 1: Nombre: Jaime Ferrándiz
Edad: 29 años
Profesión: Arquitecto
Comentarios: Misionero rápido y penetración perfecta como hecha con tiralíneas. Apenas estamos quince minutos en la habitación. El trabajo no le deja tiempo para establecer relaciones más "normales" -según él. Por eso no puede perder el tiempo en ligar.
Relación misión: Primera visita al local, por lo que se descarta para la investigación.
Cliente 2: Nombre: Pascual Genaro
Edad: 47 años
Profesión: Gerente de una immobiliaria
Comentarios: Su enorme barriga casi nos impide consumar el acto. Estamos 1 hora en la habitación. Debo acabar yo el trabajo con la mano, sobre la que se corre abundantemente. Me agradece mis atenciones manuales diciendo que hablará muy bien de mí al señor Almeida, "un hermano" para él. Yo le miro pensando que no hará falta que le diga nada a "su Gran Hermano" que él ya lo sabe todo de nosotras. Le doy las gracias de todas formas.
Relación misión: A tener en cuenta por su relación con el señor Almeida.
Cliente 3: Nombre: Javier Colombo
Edad: 38 años
Profesión: Constructor
Comentarios: Segundo servicio que le realizo (ver informe nº 5. 16 de noviembre de 2.004). Me vuelve a tener 45 minutos abierta de patas y bombeando sin parar. Me dice que le gusto mucho y que me quiere como chica fija. Me promete dejar propina para mí y que le gustaría "probar otras cosas" conmigo y, sobretodo, fuera del club. Yo le recuerdo que eso no es posible y, que si quiere probar "cosas nuevas" , mientras sea con condón lo único que tiene que hacer es pagar lo estipulado. Por mi no hay problema para lo que sea.
Relación misión: Ver informe nº 5
Cliente 4: Nombre: Juan Echevarría
Edad: 35 años
Profesión: Corredor de bolsa
Comentarios: Misionero rápido. Se desinfla como una acción de Terra. A duras penas consigue rematar el trabajo.
Relación misión: Descartado para la investigación.
Cliente 5: Nombre: Octavio Sánchez
Edad: 35 años
Profesión: Chófer
Comentarios: Afroamericano. Está esperando mientras su jefe visita al propietario. Me informa que tiene permiso para cobrarse las dietas en forma de servicio carnal. Me folla el coño a cuatro patas porque, según él, "es la forma natural de follarse a una hembra blanca pagada". Al acabar, le digo que he disfrutado mucho mientras le acaricio el pecho. (Espero que las mentiras no sean un problema para mi trabajo) y que me encantaría que me visitase más a menudo. El me contesta que ningún problema, porque le encantan "los coños blancos que huelen a jamón" y que "está cansado de chocho sudaca o negro". Rematando su filosófica frase, me dice "igual nos vemos algún día en mi coche". Él se marcha sin contestar a mi pregunta sobre tal afirmación.
Ya que me veo obligada a explicarlo todo, que conste en informe que es el primer negro con el que acuesto y que, de momento, no puedo contradecir la "leyenda" que persigue a dicha raza. La tranca era considerable. No bajaba de los 25, segurísimo.
Relación misión: Es un individuo a seguir e investigar como punto de contacto y por su aparente facilidad de acceso a las fuentes de información.
Cliente 6: Nombre: Raimundo Trancas
Edad: 39 años
Profesión: Retirado. Ingresos proporcionados por una pensión de invalidez.
Comentarios: Hace honor a su apellido y, sin desmerecer al negro de antes, me dedica su aparato de 25cms. con el que me penetra haciéndome gritar de miedo y dolor.
Misión: No considero que esté involucrado. Pero, en el caso que lo estuviera, no quiero ni volverlo a ver. Otra vez con él y me destroza.
Cliente 7: Nombre: Frank OConnor
Edad: 34 años. Americano.
Profesión: Profesor universitario en intercambio.
Comentarios: Sus 20 cms de HotDog yankee se cuelan entre los panecillos de mis muslos una y otra vez hasta convertírmelo el chocho en pura mostaza. Se corre con grandes gritos justo cuando pensaba que la mostaza se iba a convertir en ketchup. Me escuece horrores la entrepierna.
Misión: Tampoco parece estar relacionado con el caso.
Cliente 8: Nombre: Pedro Puente
Edad: 28 años.
Profesión: Profesional de la construcción (paleta)
Comentarios: Otros 25 cms. de carne embutidos en un cilindro de casi 5cm de ancho. Al verlo colgando al aire libre creo ver satélites orbitando alrededor suyo atrapados por su propia gravedad. No sé si son verdad o son fruto de mi mente que ya empieza a no creerse lo que está viendo esta noche. Si pudiera reproducir mis gritos en este informe, cada vez que me la metía hasta el fondo, sabrían como grita alguien al que destripan y parten por la mitad sin anestesia. Agradezco a Dios cuando acaba a los 5 minutos de metérmela por completo. Desde que hemos empezado hasta que me la ha podido meter entera, han pasado casi diez minutos. Total, quince minutos de pura agonía. Salgo de la habitación con las piernas separadas haciendo honores a su apellido.
Misión: NO está relacionado con el caso y NO deseo volver a verlo.
Entre servicio y servicio, fugazmente he podido charlar con alguna de las chicas:
Prostituta 1: Nombre: Fátima Chacua
Edad: 22 años
Nacionalidad: Egipcia
Comentarios: Me confiesa que echa en falta a Salomé Guárez (ver informe nº 6). Como coletilla añade que no cree que la volvamos a ver. No se extiende en sus afirmaciones pese a mis intentos por hacerla cantar.
Resumen :
-Ha sido un día intenso. 8 clientes que suponen unas ganancias de 600. Los ingreso en la cuenta de la misión.
-Contacto con prostituta Fátima Chacua, que piensa que la desaparecida es Salomé Guárez. Al llegar a la comisaría confirmo con el forense que el cadáver corresponde a Salomé Guárez.
-Salomé Guárez. Sin antecedentes. Hace un mes viajó a su país y volvió hace poco más de una semana. Por lo que me han dicho las compañeras, parece se sometió a una operación de pecho en su país.
Menuda mierda de misión.
Sino fuera por Javier Colombo. Me ha vuelto a follar sin parar durante una eternidad. Me he corrido como una perra dos veces. Durante los instantes que lo he tenido encima bombeándome, he llegado a olvidarme de mi misión. He sido yo misma, Tania la persona y no Tania la puta la que ha arañado su espalda, la que le ha mordido el hombro, la que le ha apretado las nalgas. Hasta le he permitido cambiar un poco y hemos acabado follando en la bañera, yo cabalgando su incansable polla. Esto os lo cuento a vosotros y lo omito del informe porque creo que mejor no demostrar debilidad y porque sé que estoy haciendo mal y eso os gusta, pero a mi jefe no.
Sobre el resto de clientes os destacaría al negro. He tenido verdaderos mastodontes esta noche, con pollas que no había visto en mi vida, pero el negro tenía su morbo. Nunca había follado con ninguno y este ha confirmado y superado mis expectativas: su trancón de 25cm me ha dejado bien abierta. Os admito que me moría de ganas de darme la vuelta (mientras me follaba como una perra a cuatro patas) y comerme ese falo negrísimo y brillante que se colocaba entre mis piernas como un obús. No sé, ese peazo de carne prieta y bien negra me ha encendido algo . Estaba segura que si la chupaba con fuerza y apretando bien con los labios se volvería blanca, destiñendo sobre mi tez, blanca como la leche. Además, me encantan las pollas grandes para chupar. Está claro que el tamaño no importa, por ejemplo con mi Javier Colombo he disfrutado mucho más que con cualquiera de los otros que superaban la veintena de centímetros, pero para lamer sí importa: recorrer un pollón enorme con tu lengua es algo que ha de durar, no se te puede acabar enseguida. Has de recorrer venas y carne durante un rato, si enseguida se te acaba acabas mareándote. Has de notar la piel recogerse detrás de tus labios, entrando en tu boca y los pliegues rozando en tus labios, más, y más, y más, degustando centímetro a centímetro, notando el capullo entrando cada vez más al fondo de tu boca .
Uuufff os dejo, creo que me voy a la cama . Pero no a dormir.
Menuda mierda de misión pero que geniales que son las pajas ..
Informe nº 9 Sábado 20 de noviembre de 2.004
Hoy he tenido 6 clientes, dos de ellos de golpe.
Clientes 1 y 2: Nombre: David Ezquerro
Edad: 48 años.
Profesión: Desconocida
Comentarios: Ver informe nº 6. del 17 de noviembre de 2.004. Él es el que se corrió en mi boca.
Nombre: Roberto Antúnez
Edad: 44 años.
Profesión: Desconocida
Han pedido realizar un trío expresamente conmigo. Al llegar a la habitación me los encuentro a los dos desnudos. He tenido que ponerlos a punto con mi boca y, bajo demanda expresa, de rodillas. Cuando han estado preparados , no han perdido ni un instante para follarme a la vez. Uno por delante y el otro por detrás. Roberto Antúnez se ha estirado en la cama y me ha pedido que le cabalgue. El Sr. Ezquerro me ha hecho tirarme sobre su compañero con el culo en el filo de la cama. De pie, me ha sodomizado mientras el otro me agarraba las tetas y me follaba el coño. El acto ha sido con condón justo antes del final. Al llegar, ambos se las han desenfundado y se han corrido encima mío.
Javier Alameda, después de ducharse me hadicho que estaba muy contento conmigo. Hablará con el señor Almeida para tener mis servicios en una de sus fiestas.
Cliente 3: Nombre: Rodrigo Harmán
Edad: 18 años.
Profesión: Estudiante
Comentarios: Su padre le ha pagado la pérdida de la virginidad. Ha consumado la pérdida nada más meterse entre mis piernas.
Cliente 4: Nombre: Miguel Patiño
Edad: 43 años.
Profesión: Comerciante
Comentarios: Me folla mientras me obliga a seguirle la corriente mientras simula venderme sus productos de limpieza. Según sus ideales, ninguna mujer se podría resistir a comprárselo todo mientras él se la folla. Asiento entre gritos mientras pienso en lo equivocado que está. Se corre cuando, finalmente, acepto comprárselo todo. Mientras nos vestimos insiste en colocarme alguno de sus productos. No le compro nada.
Cliente 5: Nombre: Gerardo Domínguez
Edad: 39 años.
Profesión: Taxista
Comentarios: Servicio acabado sin darme tiempo ni a bajar bandera.
Cliente 6: Nombre: Facundo de Asís
Edad: 40 años.
Profesión: Desconocida
Comentarios: Me sodomiza gritando a Dios durante la enculada y a la Virgen María en el momento del derrame. Acaba la faena pidiéndome que recemos juntos para salvar el alma de los pecadores.
Comentarios:
Destacar el comentario de Javier Alameda sobre la existencia de fiestas con putas.
Hablando con otras chicas, descubro que el tal Facundo de Asís es cura.
Menuda mierda de misión.
Hoy he tenido 7 clientes y no 6 como pongo en el informe. El séptimo ha sido el cabrón de Javier Angulo, sí, mi compañero, el puto agente Beta.
Que asco.
Hemos contactado sobre las 4:00 de la mañana. Hemos intercambiado información mientras me invitaba a una copa como un cliente cualquiera. Después ha desaparecido como marcan los cánones. Me ha entrado otro impecablemente vestido y me ha invitado a otra copa. Después Jacinta me ha avisado de un nuevo servicio: un completo que incluye mamada hasta el final y otra derramada más en cualquier agujero de mi cuerpo. Me confirma que, como está obligado, ha presentado un certificado médico demostrando estar limpio, por lo que podrá ser sin condón.
He subido a mi habitación convencida que sería el caballero del frac.
Me he quedado de piedra al encontrarme a Javier Angulo en ella. He de admitir que he estado a punto de echarlo todo a perder, pero entonces me he acordado de las cámaras y los micros.
Lo peor era que me esperaba con una sonrisa de oreja a oreja, perfectamente conocedor de que estoy atada de pies y manos.
Le he mirado duramente, con asco.
A él le ha dado igual.
Ni siquiera me ha tenido que decir nada. Yo misma me he desnudado y me he estirado en la cama.
"Bacaabajo" me ha mandado él.
Obedecí.
Ha empezado lamiéndome la espalda. Al notar su lengua rozando mi piel me he estremecido de puro asco, hundiendo mi cara en la almohada y reprimiendo mis lágrimas como he podido. Enseguida su lengua ha llegado a mis nalgas. Las ha separado y se ha quedado contemplando su interior un buen rato, haciéndome sentir expuesta como siempre que me encuentro en esta situación, a diferencia que las otras veces habían sido consentidas.
Mis ojos se han cerrado al notar su peso sobre mi espalda y su dura polla en mi culo. Su mano se ha colado entre mis nalgas, dirigiendo su sexo hacia el mío.
Con una estacada rápida y profunda me ha penetrado hasta el fondo. No se la he visto pero noto que el agente tiene un arma de calibre considerable. No puedo reprimir un grito.
Una vez fijado el objetivo, se estira sobre mí y empieza a susurrarme al oído:
"Mi puta Tania. Voy a conseguir que te corras una y otra vez. Quiero oírte gritar com haces con los otros. Menudo coño más mojado tienes. Te excita que te folle yo, eeeh? He visto como me mirabas y sé que lo estabas deseando con todas tus ganas.. tu coño te delata." Sus caderas chocan con mis nalgas cada vez más fuerte y con más ritmo, al igual que sus huevos.
De repente, se incorpora y saca su polla de mi coño.
La sube un poco.
Y aprieta con todas sus fuerzas mientras grita mi nombre.
La polla entra en mi culo desgarrando todo lo que encuentra a su paso.
Ambos gritamos: Él mi nombre, Yo el de su puta madre.
Cuando vuelvo a notar mi culo, ya está a cuatro patas, mientras él se agarra a mis tetas y se mueve como un sucio perro callejero.
Sus testículos rebotan en mi chocho mientras su polla me dilata a base de fuerza bruta.
La sodomización es insoportable. Quiero morirme: de asco y de dolor. Me da asco mi compañero, es un hijo de la gran puta, un cerdo. Y dolor, me duele el alma por verme obligada a esto y el culo por motivos obvios.
Sus manos se cierran con fuerza alrededor de mis sensibles pezones: los aprietan una y otra vez, los retuercen hasta que la polla se queda clavada, y quieta en lo más hondo de mi culo y empieza a llenármelo con fuertes escupidas de semen.
Mi supuesto compañero cae sobre mí, rendido por su orgasmo y aplastándome con todo su peso. Noto su entrecortada respiración en mi cogote mientras su polla se encoge en mi ano.
Me retuerzo, sacándomelo de encima.
Por primera vez le veo desnudo:
Estirado bocarriba, con su polla goteando blanco. Es larga, de unos 20cm, pero nada gorda. Lo agradezco.
Lo miro con cara de asco y enfado.
Me levanto.
Cojo mi ropa.
-"¿Dónde crees que vas? Suena a mi espalda.
-"Abajo" le contesto.
En su mirada un expresión altiva y de superioridad que borraría con todas mis ganas de un soberana ostia.
-"Nada de eso, monada. Yo he pagado por algo más"- acaba por decir.
Sus palabras cruzan mis oídos y activan las palabras de Jacinta: "un completo que incluye mamada hasta el final y otra derramada más en cualquier agujero de mi cuerpo". A duras penas consigo reprimir una arcada.
Aprieto mis labios reteniendo el contenido de mi estómago y intentando reprimir a las lágrimas en su sitio.
Lo consigo, pero ya estoy sentada en la cama.
-"Venga, acaba tu trabajo como sabes. Tal y como le hiciste a aquél tío el otro día. Lo leí en el informe. Si se lo hiciste a él, también se lo harás a un compañero, no?"
Sin otra opción, agarro su polla. Está húmeda y resbaladiza.
La polla se estira, al igual que él lo hace sobre la cama mientras junta sus manos detrás de su cabeza.
Empiezo a bajar.
Y bajar.
El goteante miembro llena todo mi campo de visión.
Abro la boca.
Y chupo.
Y chupo . Hasta el derrame final, que me trago completamente mientras su risa retumba entre mis sienes como martillazos.
Con su gusto retumbando dentro de mi cabeza, se la agarro con los dientes. Le miro a la cara con el ceño fruncido:
"Esta me la paga", pienso mientras la última gota entra en mi garganta.
Así llegó el día siguiente: me dirigía a la comisaría llena de furia y rabia, dispuesta a dejar a ese inútil en la puta calle.
Él me espera junto a mi escritorio, fumando un cigarrillo y mirándome con cara de satisfacción.
Cuando llego a su lado tengo ya el puño preparado para hundirlo en su cara, pero entonces, él me suelta:
-"Supongo que, sobre lo de anoche, nada de nada en el informe".- me dice.
Cuando me dispongo a escupir lo que tengo dentro mío , consigue aplacarme y callarme , con sólo decir:.
-"O silencio, o yo me veré obligado a decir que te has visto con un cliente fuera del local y eso no le gustaría al comisario sería tu final como inspectora".
Yo me quedo de piedra al oír esas palabras.
Son totalmente ciertas.
Ni siquiera os lo había contado a vosotros.
Ayer por la tarde quedé con Javier Colombo, ese cliente que me gusta y que es una puta máquina de follar. La última vez que charlamos en el club, al despedirse, me dio un morreo, sentido, pasional y con sorpresa. Su lengua, a parte de llenarme la mía de saliva, me dejó un regalito en forma de papel. Al cabo de un rato lo pude abrir, y pude comprobar que era un tarjeta suya, y en el dorso , escrito a mano, la dirección de un hotel y una hora: "Hotel Ariel. 17:00h. Mañana. Espero verte. A ti, a la Tania real, no a la chica pública".
Me gustó la nota, por su letra, por la manera que no me había llamado puta y sobretodo por la invitación a la Tania verdadera.
Me lo pensé mucho. Muchísimo.
Pero, casi sin darme cuenta, estaba a la hora indicada en el sitio indicado.
Suspirando y mirando al cielo, crucé las puertas del hotel.
Él me esperaba en los sofás de la sala de espera de la recepción.
Cinco minutos después ya estábamos desnudos en el suelo de una habitación, él estirado bajo mi brincante cuerpo, con su estaca clavada en mí hasta los huevos.
No pude evitar ser yo misma mientras disfrutaba del sexo más sincero que he tenido en los últimos días.
Nos hicimos de todo durante dos horas, pero lo más agradecido fue que me comiera el coño con suave delicadeza. Como puta, te hacen de todo, pero muy pocas veces , y de momento a mi nunca, te comen el coño. Y, claro, me estremecí y fundí sobre esa lengua con todas mis ganas. Grité y me corrí sobre ese músculo que recorría mi raja de arriba abajo una y otra vez y me penetraba como si fuese de mantequilla
Al acabar, él quería pagarme. Yo me negué. Primero porque había ido allí por voluntad propia y quería follar y ser follada. Segundo, por seguridad: si no cobraba, no me podrían acusar de trabajar fuera del local.
Al salir salimos del hotel sin despedirnos, sin dirigirnos la mirada, como dos amantes furtivos: ahora está claro que alguien nos vio, tanto entrar como salir y ese cabrón decidió aprovechar su ocasión para follarme y correrse en mi boca esa misma noche .Este me las pagará, vaya si me las pagará ..
Menuda mierda de misión pero que bien folla ese Colombo