Caso Almeida 11. Cuenta atrás

Nuestra agente está en apuros ahora que el caso está acelerándose. Muchas cosas le pasan en 72 horas.

11- Caso Almeida

No tengo más de 30 segundos para buscar el número en su móvil. Si no lo consigo no habrá servido de nada dejarme follar por enésima vez. Sobretodo pienso en mi culo, joder, al final van a tener que ponerme puntos. Oigo la cadena del wáter y casi se me cae el teléfono al suelo: -Vamos, vamos, ha de estar ahí, mierda!! ¿por qué no unifican de una puta vez los menús entre marcas de móvil?... Bien, por fin aquí está, llamadas entrantes. Jodeeer . Me sudan hasta la uñas y las manos me tiemblan de puro nerviosismo ¿y por qué harán los botones tan pequeños? Desde luego no los han diseñado para alguien que se está jugando la vida... Si me pilla ahora no tendré escapatoria...

Ya está. Con un ojo miro hacia el baño y con el otro la pantalla luminosa.

¡¡Ostia!!. Tres llamadas en las últimas dos horas. La primera a las 4:40h. Descartada. Era más pronto cuando hemos hablado. Las dos siguientes son seguidas y ambas cuadran con la hora de nuestro encuentro.

Venga, venga memoriza... 6..5...7...3..

-"Chica, eres la bomba -el gorila aparece por la puerta del baño sacudiéndose la polla- hacía tiempo que... Que... ¿Qué coño haces con eso?...

Dos horas antes

-"¿Qué tal estás?"

Casi me caigo al suelo del susto, primero porque me ha pillado por sorpresa viniendo desde atrás y segundo porque no estoy acostumbrada a este tipo de preguntas en el club.

Me giro y le contesto: -"Estoy bien, gracias a ti, Jaime."- veo que está de servicio por la ropa que lleva, cosa que le da más mérito a su preocupación.

-"No te preocupes es mi trabajo"-

-"Pero yo sé que le has puesto más ganas de lo normal- le digo mientras apoyo mis palabras tocando su hombro- he visto como les sacudíais... No os habéis cortado ni un pelo"-

-"A las chicas no las toca nadie pero a ti no te toca ni Dios"

-"Jeje. Muy amable. Si puedo hacer algo por ti..."- le digo por decir algo.

-"acabo dentro de una hora. Si quieres me lo agradeces en privado..."

Mierda. ¿Aún no he aprendido a mantener la boquita cerrada? -"Eeeh, Jaime, es que estoy destrozada y creo que..."

Levantando un dedo me hace callar justo antes de separarse un poco de mí y atender una llamada... Apoyada en la barra observo a las chicas deambulando entre un mar de hombres. El ritmo de subir y bajar las escaleras es frenético y...

-"¿McGrady?.. Si"-

Casi arranco el acero inoxidable de la barra al oir ese nombre de boca de "mi" gorila. Disimuladamente intento agudizar el oído sin dejar de mirar al gentío.

-"Donde siempre. Dentro de una hora... Sí... Lo normal". Y entonces cuelga.

-"Así, ¿qué?- me dice de nuevo acercándose a mi- "me decías que no..."

-"Que estoy destrozada pero me vendría bien unos mimitos"- miro al suelo intentando simular para que no cante demasiado mis cambio de planes.

-"¿Mimitos?. Tranquila, esta de aquí está repleta de ganas de mimar"- me dice manoseándose la entrepierna.

-"Pues no seré yo la que le quite las ganas de mimarme"- y asegurándome de no ser vista me acerco aún más a él poniendo mi rodilla justo debajo de su mimosa amiga.

Él se separa y me dice que dentro de una hora donde siempre. Tengo que llamar tres veces.

-"Uuummm. Vale. Pero luego me tendrás que mimar tres veces también..."- le digo relamiéndome el labio superior.

-"Trato hecho, nena"- y entonces se va por donde ha venido.

Observo como desaparece y grabo en mi memoria el bolsillo donde ha guardado el teléfono.

5 horas antes

Mierda. No puede ser. Otra vez, ¡ no!. He visto al Garfio entre la gente del club. Yo me he escabullido rápidamente simulando una urgencia estomacal sin que me viese y me he refugiado en el baño un cuarto de hora. Al salir Jacinta me pilla por banda y me informa que tengo dos tíos esperando en mi habitación y que han pagado por lo más completo de lo más…. Que si sigo así llegaré muy lejos y que sea buena con ellos. Subo las escaleras de tres en tres contenta por haber evitado al Garfio y por las palabras de Jacinta, aunque no sea la meta de mi vida, que te echen flores siempre se agradece.

Abro la puerta y entro sonriente y dispuesta a satisfacer a estos dos salvadores…. Al ver quien me espera dentro me quedo petrificada;: si fuese un dibujo animado seguro que se me irían cayendo los dientes uno por el espanto: Allí, de pie, está el puto Garfio fumándose un cigarro.

-"Hola mi querida puta"- me dice mientras noto como alguien sale del baño a mi espalda. Me giro y veo un chico alto, bien plantado, casi guapo diría y con una cara que me es familiar.

-"Bueno, te acuerdas de Manolito?" – me suelta el cabrón del Garfio

Desde luego que me sonaba esa cara. Era el chico gordito y sudoroso del que todas nos reíamos un día y el otro también

Pero, ahora mismo, la única que suda soy yo. Un sudor frío me recorre la espalda hasta el canalillo del culo. No os penséis que es por lo que me puedan hacer estos dos, ya empiezo a estar curada de espantos, sino por que a uno de estos imbéciles se les ocurra llamarme por mi nombre real. Mis ojos se van instintivamente a la diminuta cámara que nos vigila desde la esquina.

-"Ostia, así que decías la verdad"- dice Manolito. "yo pensaba que me tomaba el pelo, una chica como tú haciendo… esto."

-"¿ves?- contesta el otro- "ya te lo decía yo. ¡¡¡¡ Es una puta !! y de las buenas!!!!! No ha acabado de decir esto y ya siento su asqueroso aliento en mi cogote. Incapaz de moverme veo como una mano empieza a recorrerme por delante, pasando por las tetas y acabando dentro de mi falda.

Yo me mantengo petrificada.

Ya dentro del tanga empieza a moverse hasta encontrar lo que busca: me mete dos de sus dedos del tirón. Me hace daño, pero sigo sin mover ni una pestaña.

-"¿Qué te decía, Manolito?.Se deja hacer de todo!!!!"-

-"Te he dicho mil veces que no me llames Manolito"- contesta el otro enojado, pero sin apartar su mirada del bulto que se mueve en mi falda. El Garfio, ajeno a las quejas de su compinche me susurra: -"ahora nos lo harás a los dos tal y como me lo hiciste ayer a mí" y acaba sus palabras recorriendo mi cuello con su asquerosa lengua hasta metérmela en la oreja. También cuela su otra mano en mi escote, sacándola al exterior acompañada de una de mis tetas.

-"Venga, que tienes una pinta de pasar hambre, Manolito. Esta zorra está deseando que le chupes los pezones"- le dice al tiempo que me las aprieta haciendo que el pezón sobresalga entre su puño.

-"¿De verdad lo quieres?- me pregunta un alucinado Manolito

-"Sí". Es lo único y más breve que consigo responder, mirando de reojo a las cámaras y deseando que se ponga chupar de una vez y deje de hablar o se le ocurra nombrar nuestro pasado.

Mientras pienso esto, el gordito sale disparado hacia mí, dejándome emparedada contra el Garfio, al tiempo que se mete uno de mis pezones casi hasta el esógafo.

Viendo como su amigo ya entra por completo en el juego, el Garfio se agacha tirando de mi falda hacia abajo y pasando a lamer mis nalgas mientras me las separa con ambas manos. Como desearía haber comido judías esta tarde!!!! No tiene suficiente con las nalgas y enseguida las separa realizando furtivos viajes a su interior.

-"joder que buena está"- dice Manolito como si yo no estuviese allí.

-"Ya te lo decía yo" contesta. Como puede, el de mis nalgas –"y espera que aún no lo has probado todo, esto de aquí atrás es un manjar".

-"pero como puedes comerle el culo a una puta, por mucho que la …." Estaba diciendo el Manolito, pero tengo que callarle incrustando su cara de nuevo contra mi teta.

Viendo como me muevo, el Garfio me baja el tanga con delicadeza y suavidad, haciéndome levantar los pies, luego lo huele, se lo lanza al otro y, agarrándome de la nuca me obliga a inclinar el cuerpo hacia delante. –"Ahora se la vas a chupar a él, mientras yo me vuelvo a follar este culo de puta que tienes".

Dicho y hecho. Casi ni me doy cuenta cuando ya lo están cumpliendo. Manolito resulta tener un aparato bastante decente, nada que ver con la deformidad que me taladra el culo. Se la voy chupando al ritmo de las embestidas del Garfio y usando mi mano como tope alrededor de su polla para que no me atraviesa la cabeza con ella, ya que ambos se muestran poco delicados.

El Garfio se agarra de mis pelos mientras grita: -"vamos yegua, vamos".

Mi culo no tarda en recibir su dosis diaria de leche caliente mientras que Manolito demuestra tener un aguante a tener en cuenta.

-"Venga – dice el Garfio entre jadeos- ahora te la follas tú mientras esta me hace una liposucción". Manolito, fuera de sí, no pierde ni un segundo y me manda sobre la cama de un empujón y me empala con la furia de un toro que no ha follado en años. –"ummm, Tania, había soñado con follarte desde que te ví… que coñito tan calentito tienes… sé de muchos que pagarían por hacer lo que yo estoy haciendo ahora…" todo esto me lo susurra la oído mientras el Garfio lo aparta y se sienta sobre mi creando un arco iris sobre mi cara… una arco iris que empieza con sus huevos en mi frente y que acaba con la punta de su capullo en mi boca.

Manolito me va empalando a lo bestia, cosa que me obliga a ir abriendo la boca cada vez que me la clava y, cosa que aprovecha el otro para ir dejando bien limpio su boomerang: los restos de su leche se van acumulando en mi boca y yo los voy escupiendo poco a poco o devolviéndolos a sus huevos y polla, con mucho cuidado de no tragarme nada.

Voy tirando y aguantando como puedo hasta que el Garfio la caga al darme una palmadita en la barbilla y decirme: -"está bueno, eh? Zorra. Te gusta mi leche"- No la caga por lo que dice sino por la ostia… no soporto que me toquen la cara y sobretodo un cabrón sobrado como este. Mi mente de detective entrenada se pone a trabajar como una loca, hasta que el plan perfecto se ilumina

-"Aaaah!!!!!"- gimo con todas mis fuerzas.

-"Aaarghhh!!!!"- repito más fuerte aún agarràndome y acompañando las nalgas del Manolito en su "dale-dale".

-"Te gusta como te folla el Manolito,¿eh puta?- me pregunta el Garfio volviendo a meter su polla en mi boca.

-"Ssssíiiii"- grito a los cuatro vientos cuando su polla me lo permite .-"me vuelve loca!!!"

Ambos se sorprenden de mi respuesta: Manolito redobla la intensidad de sus enculadas mientras el Garfio se queda de piedra, mirándome a la cara. Yo me mantengo con los ojos cerrados de puro gusto y con un rictus en la cara de no poder soportar lo que me están haciendo.

-"¡¡¡¡Para, para!!!!, que me vas a partir, le digo poniendo el dorso de mi mano en la frente: -"hazlo más lento, por favor!!!".

Manolito obedece y echa el freno de mano, metiéndomela poco a poco, sólo la puntita y saliendo lentamente sin llegar al fondo.

-"Poco a poco… pero métemela toda" le digo arañando su espalda "hasta los huevoooos!!!!". Manolito obedece y, de nuevo, me muero gritando. De reojo veo al Garfio que se mira el espectáculo con cara de tonto, y va viendo como Manolito recupera, poco a poco, el ritmo anterior.

-"Para, para… quiero que te corras en mi culo" – y dicho esto me lo saco de encima y me pongo a cuatro patas sobre la cama. Ël se pone en disposición enseguida pero, no sé si por nerviosismo o por ser un patoso, no acaba de acertar. Debo ser yo misma la que se meta su polla en el lugar adecuado, momento que aprovecho para volver a pegar un grito de escándalo.

Manolito empieza a culear completamente ido y sin compasión: -"venga córrete ahí dentro"- le digo con mi mano aún agarrando su polla y sintiendo como va pasando la carne entre mis dedos hasta meterse en mi ano…. Hasta creo que empiezo a disfrutar de verdad….- "Tú si que me follas bien el culo"- le digo con toda la intención del mundo.

-"A ver tú, lista. Qué has querido decir con eso…" dice un cada vez más nervioso Garfio..

-"Aaahhhh… aaah" es todo lo que le puedo contestar mientras contorneo mis caderas y el culo de forma exagerada.

-"Así que el gordito te folla el culo mejor que yo?"-

De nuevo recibe "aaaahhhs" y "oooohs de respuesta.

Entonces me agarra de la cara y aprieta mis mejillas, obligándome a abrir la boca… y me mete su polla dentro con violencia, hasta el fondo y me la empieza a follar.

Yo simulo que me quiero zafar de sus zarpas moviendo mi cara a los lados y agitando los brazos. Espero que sea suficiente para las cámaras. A todo esto Manolito sigue con su enculada, cada vez más fuerte y profunda.

-"Con mi polla en la boca no jadeas, eh? Puta… ahora te vas a enterar como se peta un culo"- y dicho esto me la saca de la boca.

-"Espera, espera, que estoy a punto de correrme"- le contesta Manolito aferrándose con fuerza a mis caderas.

-"Y una mierda. Te sales ahora mismo que yo no quiero follarme un culo lleno de semen"

-"No, noooo que me corro"- el Manolito continúa firme hasta que noto sus huevos rebotando entre mis glúteos.

Mi liberada boca vuelve a tener ganas de guerra –"aahhhh quiero tus huevos dentro tambiéeeeeen!!!!!!"

El Garfio vuelve a silenciarme a base de polla y entonces simulo el mejor orgasmo de mi vida, arqueando la espalda, estirando mis dedos y mirando al techo, cosa que acaba con la polla fuera de mi boca, cosa que no tardo en aprovechar: .-"Dioooos, nunca me habían follado así el culo… aaaaahhhh!"

No por esperada, la hostia deja de ser una sorpresa, aunque la veo venir de reojo desde el lado izquierdo. La mano extendida del Garfio impacta directa en mi mejilla izquierda, dejándome empotrada contra el colchón.

-"¿Así que no te he follado bien el culo?" me grita agarrándome la cara por las mejillas y apretando obligándome a abrir la boca. Sin darme opción me vuelve a meter su polla en la boca, con violencia y hasta el fondo, y me la empieza a follar.

Yo lucho por zafarme pero no puedo.

Manolito observa la situación sin abandonar la enculada, cada vez más fuerte.

-"Se va a enterar la zorra esta como se folla un culo".

-"Espera, esperaaa que estoy a punto de correrme!!!!".

-QUE TE SALGAS AHORA MISMO!!!!"- grita un cada vez más descontrolado Garfio.

-"Nooooo"- gritamos Manolito y yo al unísono.

No he acabado la negativa que ya veo venir la hostia por mi lado izquierdo.

Cierro los ojos pero, de nuevo, no hago nada por evitarla.

PLACCCCC suena la bofetada. Es un golpe fuerte que me estampa contra el colchón. Nunca una hostia me había hecho tan feliz. Me esfuerzo por contener una carcajada mordiendo uno de mis dedos, cosa que aprovecho para lanzar un gemido: -"aaaah me vas a mataaar, Manueeeel!!!!".

Ahí viene otro sopapo... Pero no llega. El sonido de un portazo y la súbita aparición de dos gorilas frena la mano a medio camino. Uno de ellos es mi guarda "personal" .

No hay preguntas, directamente un puñetazo en plena cara y cuando cae al suelo una patada en el estómago... Entonces preguntan: -"¿Qué coño pasa aquí?".

-"Este salvaje me ha pegaaadooo!!!"- les cuento entre sacudidas. Manolito sigue a lo suyo decidido a acabar lo que ha empezado.

Otra patada en el estómago: -"así que eres uno de esos cobardes que pega a las mujeres".

-"A las mujeres no. Sólo a las putas"- dice el orgulloso Garfio antes de que dos dientes le salgan disparados de una patada.

El otro gorila se fija en Manolito. -"Tú, sepárate de ella".

-"Un momeeento" responde redoblando la potencia enculadora.

-"Ahora mismo" y dicho esto lo aparta de un empujón.

Noto el aire en mi húmedo y deformado culo y entonces ocurre lo mejor: El empujón ha llegado justo en el instante que Manolito llegaba al clímax. Con gesto y muecas intenta evitar lo inevitable. El segundo gorila lo observa atónito mientras los chorros de semen caen sobre sus pantalones, chaqueta y manos...

La somanta de palos que les cayó fue de órdago. Me supo un poco mal por Manolito, pero con el otro cabronazo, disfruté de cada una de las hostias que le cayeron. Y disfruté muchoooo.

9 horas antes

No aguanto más en casa. Si sigo un minuto más aquí se me va a caer el techo encima, pero tengo la baja y el comisario me ha prohibido aparecer en toda la semana así que no puedo trabajar en mi despacho y todo el material está allí.

Definitivamente no me entienden. Esto está siendo durísimo pero la única manera de solucionar mi estado de ánimo es resolver el caso. Y lo primero que han hecho es darme la baja, apartarme...

Por eso llevo puesta esta minifalda. Por eso salgo sin sujetador debajo del top. Por eso me dirijo al club aunque ponga la misión en peligro, aunque ponga mi vida en peligro.

31 horas antes

Todo descargado en el ordenador. El mail está escrito y los datos adjuntos. Sólo tengo que apretar el botoncito de "enviar".

Me lo pienso. Pero no demasiado. Aprieto y disfruto viendo la barra verde acercándose al 100%. Siento algo cercano al orgasmo cuando el mensaje pasa a la bandeja de elementos enviados... -"Jódete, hijo de puta"

32 horas antes

Suena el timbre de la puerta y me dirijo hacia ella rápidamente.

Antes de abrir me concentro en disimular mi cara de asco y dibujo la mejor sonrisa que soy capaz. Se me revuelvd el estómago al verle.

-"Hola"-

-"Hola. ¿Cómo estás?"

Menudo hipócrita, como si eso le interesase lo más mínimo. -"Bien. Gracias."

-"Me alegro. Esto ha sido duro para todos"-

-"Sí". Y no digo nada más. Me cuesta hablar con este hijo puta.

-"Perdona.... Puedo pasar?"-

-"Claro, claro. Adelante"-. Observo como entra y mira alrededor. Tengo que morderme un labio y agarrarme al pomo de la puerta para no romperle la cabeza ahí mismo.

-"¿Ibas a salir?"

-"No, ¿por qué lo dices?"-

-"Como vas con chaqueta..."

-"Tengo frío. He estado helada desde el martes, pero pasa, pasa. Esa puerta de ahí... Sí, esa"

Él pasa hasta la sala y repite la inspección. Deformación profesional, está claro. Demasiada deformación y nada de profesionalidad.

-"¿Te apetece algo?"

-"Sí claro, una cervecita estaría bien"

-"Entonces, no estás de servicio, supongo"-

-"Supones bien. Vengo a ver como se encuentra mi compañera"-

Menudo cabrón... -"Qué detalle. Gracias"-

-"Si no nos tenemos a nosotros... "

Yo me dirijo a la cocina en busca de dos cervezas. Abro la nevera y me acuerdo de la noche en que este hijo puta se aprovechó de mi situación. Recuerdo como me folló el culo, cómo se corrió en mi boca... Vuelvo al presente cuando oigo como se parte la maneta de la puerta del frigorífico.

Sin pensar coloco bien la solapa de mi chaqueta y vuelvo con él y una cerveza en cada mano. Se la doy y dejo la chaqueta sobre una de las sillas del comedor... Muevo la silla y vuelvo con él.

-"¿Ya no tienes frío?"-

-"No, ya no"-

-"no me haré ilusiones... Y no pensaré que es culpa mía..."

perfecto. Tú sigue así, pienso antes de negar rotundamente bien alto y claro.

-"Bueno agente Beta... Tú dirás"-

-"Deja esa jerga para la comisaría... Javier, simplemente Javier."-

-"Muy bien Javier, tú dirás".

-"Tania, vengo del depósito"

-"¿Y que dice la autopsia?"

-"Poco tiene que decir. La causa de la muerte es evidente"

No puedo evitar recordar esas espantosas fotos. El cuerpo de Albert... Me costó poder entender lo que se veía...

-"¿Entonces?"-

-"La verdad es que... ¿te importa si fumo?"

-"No,no. Pero invítame a uno. Gracias"-

-"Pues la verdad es que estoy aquí porque el cuerpo presentaba algo fuera de lo normal y, al mismo tiempo, bastante interesante."-

-"¿De que se trata?"- le pregunto de inmediato. Quizás me he equivocado con él. Quizás se siente culpable por lo que me hizo y quiere ayudarme de veras.

-"Albert llevaba unas bragas puestas. Muy monas y...". Entonces se calla y me observa, como si estuviera estudiando mis reacciones.

-"¿Y?"- no es necesario pensar en aquel día. Sé perfectamente de quien son esas bragas.

-"Y... familiares"-

Si alguna vez una mirada pudiera matar a alguien...

-"Si no recuerdo mal yo mismo aparté unas bragas idénticas para poderme follar un culito..."

-"Javier, no sigas"

-"Y los arañazos en la espalda de Albert, seguramente el forense estaría agradecido por saber que nada tienen que ver con su agresor... ¿me equivoco?"-

No contesto.

El cabrón se acerca a mí. Yo me giro un poco asegurándome de ponerme en el ángulo correcto.

-"pero podría no saberlo nadie y mucho menos el comisario. Ya sabes cómo se castigan ese tipo de relaciones. Pero creo que lo que le sentará peor es que le hayas ocultado información..."-

-"Por mí ya se lo puedes decir"-. Creo que no se esperaba esta respuesta porque lo veo titubear, jugando con el cigarro entre sus dedos.

-"Tania, si se lo cuento, todo lo que has hecho no servirá de nada. Albert habrá muerto por nada y esos cabrones seguirán sueltos".

Yo simulo estar meditando sus palabras y finalmente le pregunto qué es lo que quiere.

-"Ya lo sabes, nena"-

-"No. No lo sé"-

-"Arrodíllate y cómete ésta como tú sabes"- me dice poniendo una mano sobre mi cabeza. Yo me separo de él y lo mando a la mierda y le escupo en la cara.

Rápido y certero me agarra de los brazos y me voltea. Sin perder ni un segundo me coge del cuello y me aprieta contra él. Siento su pecho en mi espalda, su aliento en mi cuello y su polla endureciéndose contra mi culo.

Bien.

Ahora una mano me toca las tetas mientras la otra se mete en mis pantalones.

Genial.

Un dedo ya me abre y se mete con fuerza en mi coño.

-"Estás mojada, ¿ves?"- y dicho esto me mete el dedo en la boca. -"Igual que el día que te follé en el club. Te portaste muy bien por eso sé que te gusta y que lo deseas"-

-"¡Nooooo!"-

-"Ah, ¿no?, puta"

Suficiente.

Suelto el codo que impacta de lleno en su nariz y siento como me libera de inmediato para protegerse y detener la hemorragia. La sangre le sale entre los dedos y yo me lo miro sonriente.

-"Puta, ¿pero qué haces?"-

-"Ya lo ves."

-"Esto me lo vas a pagar. Eres imbécil. Has pasado por todo esto para nada.. Pero claro, a ti te da igual.. Disfrutas con lo que haces y te importa una mierda encerrar a esos hijos de puta"-

-"Te equivocas. Estoy decidida a acabar con todos los hijos de puta de este mundo y... ¿sabes una cosa?... Empezando por ti, acabaré con todos".

-"Hija puta.. Te vas a enterar. Nadie te va a creer. "

-"Eso ya lo veremos... Ahora vete".

Cuando oigo la puerta me derrumbo de rodillas y entierro mi cara entre mis manos y empiezo a sollozar, temblar, gritar... Espero tener el discurso preparado para la entrega de los Oscar...

32 horas y 20 minutos antes

Todo funciona a la perfección. Desde luego el regalo del comisario es la caña... Una chaqueta con un equipo de grabación completo: objetivo de fibra óptica en la solapa y minidisco duro insertado en el forro... Nadie notaría nada y, mucho menos, un idiota como Javier Angulo, mi compañero de misión.

Llega el momento de vengarse.

72 horas antes

¿Donde coño estoy? Me paso una mano por la sien como si eso sirviera para poner mis pensamientos en su sitio... Desde luego parece el despacho del comisario.

Los recuerdos me vuelven con la fuerza y la intensidad de un rayo.

Albert... ¡no!

Unos brazos rodean mis hombros y alguien me dice algo.

Me sacudo el abrazo y me levanto. Las piernas parecen no estar muy de acuerdo y caigo de rodillas.

De nuevo unas manos sobre mí y una voz levemente familiar.-"Sssh. Tranquila. Soy yo, el comisario y estás en mi despacho"-

Poco a poco me voy tranquilizando, la respiración se acompasa...

-"Ven. Siéntate"- Tirando de mis axilas me llevan hasta una incómoda silla de madera.

-"¿Qué ha pasado?"- es lo primero que consigo y necesesito decir.

-"Relájate Tania. Recupera tu..."-

-"¿Qué coño ha pasado comisario?"- le interumpo mientras le miro fijamente a los ojos con determinación.

-"Esta mañana, a las 7 de la mañana hemos recibido el aviso de la presencia de un coche con las puertas abiertas y un cuerpo dentro.

-"¿Quien ha dado el aviso?"-

-"Una brigada municipal de limpieza."-

-"¿Donde?"

-"En el extremo sur del parque central"-

-"Cerca de su casa."

-"Sí. Estamos buscando posibles sospechosos relacionados con su caso. Seguramente lo estaban esperando".

-"¿Qué más sabemos?"-

-"Estamos esperando el informe del forense para aclarar la hora de la muerte, pero es que no hemos tenido casi ni tiempo de levantar el cadáver".

-"¿Sigue... Aún allí?"-

-"No, no. El cuerpo ya ha sido trasladado, pero no sabemos nada".

-"Sobre la hora de la muerte... Es sobre las 6 de la madrugada.

-"¿Cómo?"-

-"Albert estuvo conmigo anoche. Estaba muy nerviosa por el caso. Él vino a contarme lo de la libertad de Garci... Estaba preocupado por mí y yo necesitaba hablar con alguien"

El comisario se acaricia la barbilla. Se lo he visto hacer cientos de veces cuando piensa en algo.

-"Tania..."- tal como arrastra la última A está claro que espera que continúe...

-"Comisario..."- no puedo continuar, mi garganta se cierra y las lágrimas caen sin parar.

-"Tranquila, tómate el tiempo que quieras"- me dice mientras me ofrece un pañuelo de papel.

Empiezo a hablar oculta tras el kleenex: -"joder, esta misión está siendo jodidamente dura, comisario... Yo sólo quería ... Yo necesitaba estar con alguien que supiera quien soy de verdad, alguien al que no tuviera que engañar..."-

-"Bueno, ya me has dicho que estuviste hablando con él..."-

-"Hablamos, sí, pero también... Estuvimos...juntos, quiero decir"-

El comisario se pasa los dedos por sus mejillas abriendo su boca a medida que baja por ellas antes de decir: -"muy bien. Entiendo. ¿Y hasta que hora estuvísteis... Hablando juntos?-

-"Marchó de mi casa a las cinco de la mañana"-

-"¿Te contó algo sobre su misión?, sobre algo o alguien que lo preocupara?-

-"No señor. Sólo hablamos de mí"-

-"Bueno. De momento esto quedará entre tú y yo... Sólo estuvisteis hablando"-

"Gracias, pero..."-

-"¿Pero?"-

-"No será tan fácil - carraspeo para aclarar mi voz antes de continuar- eehhh, después de... Cuando acabamos de hablar... Él, bueno, él se llevó puesto algo mío"-

-"¿Algo... Como qué?"-

-"Algo como ropa interior..."-

-"¿Perdón?"-

-"Sí, señor comisario. No encontraba su ropa interior y se puso mis bragas"-

-"Por Dios"-

-"Lo sientooo."-

-"Bueno, ya me ocuparé de eso más tarde"-

La culpabilidad y la vergüenza me impiden mirarle.

-"Pero esto lo cambia todo"-

-"¿Mis bragas?"-

-"No. Que estuviera contigo"-

-"¿Por qué?"-

-"El asesinato podría estar vinculado con tu caso y no con el suyo. Tania, no puedes continuar con la misión hasta que no aclaremos esto".

Ni se me había ocurrido esa opción... Genial.. Si no tenía suficiente con su muerte, ahora tendré que lidiar con el sentido de la culpabilidad. Lo que decía: genial. Y, encima, apartada de la misión.

-"Agente. No comente con nadie lo suyo con Albert"-

-"Desde luego comisario... Y no sé si tendrá importancia o no pero..."-

-"Joder, Tania ¿qué más?"-

-"Bueno, nuestra conversación fue bastante efusiva y... En fin, que si el forense destaca ciertos arañazos en su espalda, no tienen nada que ver con su asesino..."

-"Por Dios...no me lo estás poniendo fácil, ¿eh?"-

-"Y se fue de mi casa sin ducharse después de "hablar", así que lo más probable es que mi ADN esté repartido por todo su cuerpo."-

-"Ya me ocupo yo de eso. No sé cómo pero algo se me ocurrirá. Ahora, Tania, vete a casa y descansa. Tómate unos días y no salgas"-

-"Pero, comisa..."-

-"Es una orden"-

-"Sí, señor"- y dicho esto salgo del despacho.

Ahora mismo

-"Chica, eres la bomba -el gorila aparece por la puerta del baño sacudiéndose la polla- hacía tiempo que... Que... ¿Qué coño haces con eso?...

Estoy apoyada contra las taquillas con las piernas entreabiertas. Mis manos se mueven lentamente metiendo y sacando un consolador de mi coño.

-"Nena, ¿acaso no has tenido suficiente con mis tres mimitos?"- me dice mientras se acerca observando fijamente el consolador entrando y saliendo.

Yo mantengo una mano oculta tras la espalda y le digo: -"claro que sí, pero he visto esto ahí- señalando el interior de su taquilla- y no he podido reprimirme.

-"Nena, eres insaciable"-

-"Tú me haces ser así"-

Como si yo me hubiese declarado él se acerca a mí hasta darme un profundo y sentido morreo. Yo me aprieto contra la taquilla para que no vea lo que tengo escondido en la espalda. Él baja una mano, y girando la parte inferior del consolador, lo convierte en un vibrador...

-"Uuuuaaaauuu"- grito sorprendida de veras. Casi se me cae el móvil y la otra mano sale disparada hacia atrás hasta chocar sonoramente contra una de las taquillas.

-"No los utilizas mucho no?"-

-"No"- le contesto con sinceridad -"nunca"-

-"Ya lo veo, ya"- contesta él con una socarrona sonrisa dibujada en su rostro.

-"¿Por qué lo diiiiccc..."- no puedo acabar la frase. Él ha girado el vibrador haciendo aparecer un pequeñito apéndice que yo ni siquiera había visto con las prisas. Con decisión me ha introducido aún más el trozo largo hasta que el pequeño ha quedado alojado justo en mi clítoris... Me agarro al candado de otra taquilla para no caerme mientras siento la sensación más bestia de mi vida.

Él se agacha para observar muy de cerca como el aparato me abre en canal. Él no lo sabe pero tiene la cara a un escaso palmo de su teléfono... Un pequeño descuido y seré descubierta, por eso intento mantener el control, cosa harto difícil con ese continuo temblor en mi sexo.

Lo que me mata es la parte pequeña en mi clítoris. Es como si me estuvieran sacudiendo un centenar de soldados de asalto a la vez... Y si encima no para de moverlo... Los dedos de mi mano no pueden mantenerse cerrados y el móvil sólo queda sujeto por la presión que hago con mi cuerpo contra la taquila... Mierda..se me va a caer

Y justo en ese momento me lo saca un poco y me mira a los ojos.

-"Date la vuelta"-

-Mierda, no tengo escapatoria- "Sigue un poco más así"- le imploro separándome los labios de abajo con mi mano libre.

-"No. Ya verás. Esto te gustará... Venga nena."-

Disimuladamente cambio de mano el teléfono y me giro lo más rápido que puedo.

Afortunadamente mi mano pasa sobre su cabeza sin que se dé cuenta de lo que esconde. La mano izquierda se apoya en una taquilla y la otra cae dentro de la suya, que está abierta con su chaqueta colgada de una percha.

La mano con el móvil se cuela dentro de la chaqueta. Ya siento en mis yemas el contacto del bolsillo. Si consigo dejarlo caer dentro estaré salvada.

Sin sacar el consolador por completo, noto como lo hace rotar. La vibración ha parado cosa que agradezco.

Un dedo abre el bolsillo. Girando el resto de dedos me dispongo a dejarlo caer dentro... -"Diooos"- de nuevo esa vibración en mi coño y en mi... En mi.... El maldito pequeño apéndice ha girado para meterse en mi culo.... Dios!! ¿qué mentes son capaces de inventar algo semejante? ...unos enfermos, seguro... O unos genioooos!!

Hay momentos en esta misión en que es difícil, hasta para mí, saber cuando actúo, exagero o siento de verdad lo que hago. Este no es uno de esos momentos, estoy disfrutando como una perra: sentir esa vibración en mis dos agujeros me enloquece, notar como me penetran el coño y el culo a la vez... Una jodida maravilla si no fuera por que me estoy dejando llevar demasiado, exponiendo mi secreto. Pero es que él no para de sacarlo e introducirlo repetidamente y sin descanso.

Me voy a correr, mierda. Todo mi cuerpo entra en tensión y el móvil se escurre entre mis dedos. El orgasmo es superior al miedo y me agarro a lo que puedo mientras el coño me arde. Grito el nombre de Dios mientras mi punto de agarre cede y cae por el tirón que le he dado. La chaqueta del gorila cae al mismo tiempo que el móvil. Yo cierro los ojos con la mejilla contra la puerta de una taquilla, suspirando contra ella, repartiendo sobre mis labios el sabor del orgasmo... Estoy muerta pero no puedo dejar de pensar en lo bueno que es correrse.

El consolador se retira poco a poco y me besa las nalgas. Yo las subo y las sacudo un poco como un perro secándose. Sus labios llegan lo más al fondo que pueden y me pregunta si me ha gustado.

Yo no puedo dejar de mirar el móvil sobre esa chaqueta pero respondo con un rotundo y sincero "Sí".

Él se levanta y me pone el consolador en la boca. -"Tranquila, es nuevo. Lo he comprado especialmente para ti". - decido aprovechar mis últimos instantes relamiendo el sabor de mi coño y de mi culo a la vez.

Cuando acaba recoge su chaqueta y su teléfono y lo guarda en su bolsillo.

Pienso en oponer resistencia pero no tengo ninguna oportunidad ante semejante oso.

Él se acerca mirándome fijamente, con el semblante serio. -"No me esperaba esto, Tania"-

-"Yo, yo..."- no sé ni qué decir.

-"No creía que lo encontrases."-

-"Yo..."- nada. Sigo sin poder articular nada más.

-"Lo guardaba para tu cumpleaños, pero ya que lo has encontrado... Es todo tuyo"- me dice ofreciéndome el consolador.

Casi me pongo a llorar de puro alivio. ¡Se refería al consolador!. No me lo puedo creer. He estado a punto de echarlo todo a perder y él no se había enterado de nada.

Salgo del club con los dos números de teléfono grabados en mi memoria y el consolador alojado en el bolso. Será cuestión de minutos saber a quien corresponden esos números. Sólo tengo que ir a mi despacho y la investigación puede dar un vuelco definitivo... La base de datos policial nos llevará a los propietarios y, uno de ellos, es McGrady... Pero estoy suspendida y, no vendrá de unas horas- pienso mientras meto una mano en el bolso y toco el falo de plástico... Sin querer lo acciono y siento como todo el bolso empieza a vibrar. No. No vendrá de unas pocas horas. Mejor será irse a casa.