Casi conocidos
Casi conocidos se convierten en algo mas. Toda buena acción tiene su recompensa.
Volvíamos a casa de madrugada, bajo la lluvia. De todos los valientes que empezamos la aventura al filo de la medianoche, solo dos continuábamos en pie. Quien sabe donde estaban los demás
Al doblar una esquina una figura tumbada sobre un banco llamó nuestra atención. Una voz femenina balbuceaba alguna canción de amor despechado. Al acercarnos la reconocimos. En un pueblo pequeño nos conocemos todos. Se incorporó con dificultad cuando nos paramos junto a su banco
que, tía? Menuda borrachera que llevas.
Te han dejado sola. Donde están tus amiguitas?
Ummm No sé, no sé Todos me dejan sola Donde están .Nadie me quiere .Porque no me quieren?....
Y diciendo esto empezó a llorar. Yo no quería dejarla allí, sola, empapada, borracha, vulnerable .En esto cavilaba cuando mi amigo sin decir nada, la levantó del banco y cogiéndola en el colo se volvió hacia mi:
-Donde tienes el coche?
-Enfrente el parque pero, adonde piensas llevarla.
-Al ático. No vamos a dejarla aquí tirada, no?
-Bueno, si, hoy por ti, mañana por mi
En diez minutos estuvimos allí. Era una especie de refugio que mi colega tenía para acomodar a sus conquistas. En el salón, la tumbamos en el sofá y sin saber que hacer nos miramos.
-Y ahora, que?- Pregunté
-Hay que quitarle la ropa, esta empapada.
-Pero que dices? Como vamos a desnudarla?
-Nunca has desnudado a una chica a tu edad?
-Vete a la mierda
-Venga, que se va a poner chunga
Como pudimos fuimos desnudándola, y tengo que reconocer que me ponía mas nervioso cada vez que la despojábamos de una prenda. Cuando estuvo desnuda, nos paramos a mirarla. Ella abrió los ojos, vio su ropa tirada en el suelo y sonriendo nos preguntó;
-Vais a aprovecharos de mi, chicos?...Que malos sois
-Que dices, tía?
-Estas como una cuba.
-No queréis aprovecharos de mi? Porque? No os gusto?...
Nos miramos un instante, mi colega y yo, y sus ojos me decían, "tío, esta es la nuestra"
-Quieres que nos aprovechemos de ti?
-Si, por favor No os gusto, no queréis follarme?
-Bueno, si, pero tu
-Yo estoy esperando
-Luego no te quejes
-Hacedme lo queráis, no voy a oponerme a nada
No fue necesario más. Verla allí, desnuda, casi indefensa, suplicando que cumpliésemos sus deseos Quien se resistiría? Yo no, desde luego.
Sentándonos a su lado nos repartimos sus labios equitativamente. Ella era como una muñeca en nuestras manos. Se estremeció cuando besé su cuello mientras el colega pellizcaba sus pezones. Sus manos se deslizaron hasta hallar eso que tan fervientemente deseaba, pero por poco tiempo
-Quiero que me la chupes-ordenó el colega-ponte de rodillas y házmelo, pero no uses tus manos.
Y haciendo lo que se le ordenaba se arrodillo en la alfombra y con sus labios empezó a mojar el glande que se le ofrecía, con las manitas juntas a la espalda. Desde donde estaba la veía cumpliendo su cometido y empecé a meneármela. Me acerque mas, quería vele el culo. Ya me había fijado mas de una vez y lo tenia muy bonito. Y ahora que lo tenía delante me entraron unas ganas locas de metérsela. Me acerque y se lo cocí con las dos manos, delicioso y todo para mi.
Ella seguía comiendo y deslice una de mis manos entre sus piernas. Arrodillado detrás de ella, mi polla, dura, se frotaba con sus nalgas. Mordí su nuca y despues de meterle un dedo en el coño y comprobar que estaba disfrutando, metí otro también en su culo. Casi ahogada por la polla que mi amigo mantenía en su boca, gemía cada vez más fuerte.
Y sin pensarlo más, la sujeté por las caderas y se la fui metiendo. Sentía como ella se abría y abrazaba todo mi miembro, pero quería que bailase sobre mí, y sin sacársela la alcé
En mis brazos y me senté en el sofá. Ahora mi amigo podia verla toda abierta, con mi polla clavada en el culo y su coñito, mojado, deseando ser tratado de igual forma
Se acerco y se la metió, mi chiquilla se tenso, se debatió entre mis brazos, pero solo un instante, porque al rato era ella la que se movía haciendo entrar y salir de su cuerpo simultáneamente las dos pollas. Yo me encontraba tan a gusto, tan apretado dentro de ella, y aun mas sintiendo la polla de mi colega que la atravesaba por delante. No se cuantas veces sé corrió. Solo se que la muy zorra cuando alguno de nosotros estaba a punto, se paraba. Hasta que no pudimos mas y sujetándola imprimimos nosotros el ritmo
-No, por favor, no .No quiero que os corráis dentro, quiero vuestra leche en mi cara .
Por favor, por favor
Como resistirse a semejante suplica La acostamos en la alfombra y sin dejar de lamerlas, se tragó todo lo que nuestras pollas le dieron.
Al rato, nos sentamos en el sofá los tres, nos hicimos unos porros y los fumamos.
Luego se levanto, se vistió, cogió sus cosas y besándonos a ambos en la boca, nos dio las gracias y se fue
Cada vez que la veo en el bar, me saluda con un simple, que hay?, pero yo se leer mas allá, en sus ojos.