Casado VS Jóven (2da Experiencia)

Ahora sí más tranquilos, las cosas se fueron aclarando y me enamo´re mde un imposible.

Casado vs Joven 2da Experiencia

Hola nuevamente, esto fue hace una semana, y les contaré lo que pasó con Carlos, el ingeniero de 48 años luego de nuestro primer encuentro en mi casa.

Luego de aquella experiencia, no dejé de pensarlo todas las noches incluso me masturbaba pensando en el, y comencé incluso a ir al trabajo de papá, pues sabía que el estaba ahí, incluso me contentaba con verle. El me era algo indiferente, pues como tenía que trabajar sólo me saludaba. Pero en esa semana, el viernes, se me acercó y me dijo: Tengo en mi casa un balón de baloncesto, y un aro si deseas puedes ir para jugarnos un partido uno contra uno, yo sin pensarlo le dije que ya. Me dio la dirección y que vaya el sábado por la mañana. Ok, en ese día no dormí esperando que amanezca, pues quería volver a verlo.

Llegué a su casa en eso de las 9 de la mañana, estaba haciendo un día soleado, y fui con ropa deportiva. Al llegar mi sorpresa es que estaba el solito en casa, su esposa, se había ido a una reunión con sus amigas, el también estaba deportivo con un short, zapatos deportivos y una camiseta que resaltaba todo su hermosos cuerpo.

Me invitó a pasar, y me ofreció una bebida, y me dijo vamos a jugar, y sacó un balón y fuimos al patio, que era parte de asfalto y parte con césped. Jugamos y yo le estaba ganando, era obvio que un hombre de 48 no le iba a ganar a uno de 25. El hecho es que en un rato el comienza a marcarme (cubrir para que yo no haga el aro), y se me pega mucho a tal punto que me hace caer y el también cae encima, En ese instante yo me comienzo a reír, pero el me calma dándome un beso muy apasionado.

Que maravilla y que placer poder volver a sentir ese bigote, esos labios, acariciar su cabello, dios no me resistí e hice lo propio. Y tan delicadamente me dice: Mijo te extrañado mucho, te he pensado y he deseado tenerte nuevamente conmigo. Yo también le contesté, y le dije que estaba enamorándome de el, que quisiera que esto nunca acabe, y que quiero que estemos juntos por siempre. Pero el Me dijo, mijo sabes que ya terminó prácticamente mi trabajo aquí en ecuador, y tengo que regresar a España.

Al decirme eso, fue como un balde de agua fría que me hubieran echado, y no sé pero, instintivamente unas lágrimas brotaron de mis ojos, el seguía encima mío, y me dijo: No mijo no llores, y le dije, no quiero que te vayas porfa, no te vayas, y Carlos al escuchar eso comenzó otra ves a besarme, y acariciarme, yo entre lagrimas hice lo mismo, y comenzó a quitarme la camisa, yo también le quité, pero era algo incómodo, en el piso, y me dice, vamos mijo esto tiene que ser muy especial, y me llevó adentro, directo al dormitorio de el y su esposa.

Yo, medio sorprendido, se mi hizo incómodo, pero el rápido me calmó, procediéndome a desvestirme, y mientras me besaba yo también con mis manos le quité todo, y nos recostamos en su cama, el me puso de espaldas, y besaba todo mi cuerpo, me acariciaba con sus brazos velludos. Dios que exquisito se sentía, el seguía, y se recostó a un lado boca arriba, y yo también me puse a su lado a besarlo a acariciarlo, me frotaba por todo su cuerpo; y no dudé en saborear su pene, gigante, velludo, me entretuve mucho tiempo en su verga, el mientras tanto me hablaba cosas bonitas, y me acariciaba el cabello, que rico; pero lo más delicioso, fue cuando se me ocurrió subirme en el, pero de espaldas, pues eso lo volvió loco, pues me tenía a su merced, yo sólo giraba la cabeza, para besarle, el mientras tanto simulaba una penetración. Un rato así, el estiró su brazo y sacó una crema del velador de su cama, y me frotó en mi ano, me introducía su dedo poquito a poquito, yo dejaba que haga lo que quisiera, me sentía suyo, cuando luego de haberme sedado, comenzó a penetrarme suavemente, yo seguía de espaldas a el, que rico, ya no me dolía, me gustaba y el seguía en un son de mete y saca, y me decía mijo que rico eres, yo le contestaba te quiero, porfa no quiero que te vayas, el trataba de evitar hablar de eso, luego en ese mismo instante me giró y me puso boca abajo, y el estaba encima mío.

Huf, que placer sentirlo encima mío con todo su cuerpo pues recuerden su contextura es gruesa, y yo delgado, que placer, y su mete y saca lo sentía más pues parece que esa postura era más efectiva a la hora de penetrar. El metía y sacaba y yo ya sólo gemía de placer, entrelazó sus manos con las mías, me tenía todo, cuando giraba mi cabeza el me besaba, que momentos más excitantes y ricos que pasé.

Luego me puso de frente y subió mis piernas y las llevó a sus hombros, se me hizo algo incómodo, pero luego mientras me penetraba también me besaba, yo mientras tanto le acariciaba le tocaba su pecho. Así mismo me cambió de posición y me puso de costado, y me levantó una pierna, y el detrás me penetraba ya con más fuerza, con más velocidad a tal punto que ya me dolía, a veces yo metía mi mano en su verga para que no entre toda, pues me dolía, pero el me la quitaba, y me decía: Mijo aguante si me quiere, deléiteme por última ves, Yo acepté y aguante el dolor, pues lo quería mucho, y al pensar que ya no le iba a volver a ver, me ponía mal. Por ello dejé que pase todo.

Finalmente en esa postura terminó, dentro de mi, dios quedamos exhaustos, y yo muy dolorido pero también complacido, me recosté en su pecho, y el cruzó un brazo y me abrazó. Parece que nos quedamos dormidos unos minutos, yo en sus brazos y mi cabeza en su pecho; pues Luego de unos minutos me despierta con un beso muy rico. Mijo como estás? Me preguntó yo le respondí que bien, y me siguió besando y yo igual le respondía, y otra ves comenzamos a excitarnos, y lo volvimos hacer, pero esta ves llegamos a la ducha y terminamos bañándonos juntos.

Bueno ese día fue el final, pues luego me aclaró que tenía que ya regresar a su país, la otra semana, y que ya no nos podemos vernos, yo muy apenado muy tiste, le decía que lo quiero y que es lo más lindo que me ha pasado y tuvimos una charla muy emotiva, en la cual me explicó algunas cosas de la vida gay. Y que el no podía dejar su hogar, por un hombre, que el igual ama a su mujer. Pero que sin embargo si hay hombres que conviven con otros y tienen relaciones serias, y que se quieren mucho. Concluyó diciéndome que siga mi corazón es decir que sea yo mismo, que luche por mis ideales, que en algún lado debe haber un hombre para mi, pues yo le aclaré que no me atraen las mujeres, y que si estoy con alguna de ellas es por aparentar.

Finalmente nos despedimos, y el también muy triste al igual que yo nos dimos el último beso.

Y esta fue mi última experiencia que más me ha marcado. Nuevamente les recuerdo mi correo si desean escribirme amigoLojano@latinmail.com