¿Casado?

Siempre he criticado a las personas que se metían en las relaciones ajenas, pero nunca se puede hablar de más colmena...

Hace un tiempo, por redes sociales, vi a un hombre de unos 45 años. Teniamos una amiga en común. Era muy atractivo. A medida que veía sus publicaciones, las cuales eran fotos de paisajes con frases que me decían algo, más me iba gustando. Necesitaba que me viese de alguna manera, asique decidí dar un me gusta a un par de fotos suyas. Obtuve su respuesta con otros dos me gusta. Así sucesivamente hasta que me empezó a escribir diciéndome que le gustaba mucho mi perfil y daba mucho contenido. Cada frase suya que leía me hacía jadear. Su forma de expresarse, sus puntos, sus comas, sus chulerías hacía mi, todo. Ese mismo día, me dijo que estaba casado y a mi me dió absolutamente igual. Me ponía demasiado cachonda. Me comentó cosas íntimas sobre su mujer. Una de esas cosas era que a su mujer, le apetecía tener una experiencia sexual con otra chica y el me veía muy apropiada para ello. Al principio la idea no me llamó la atención, y el,  entre risas, me dijo que me lo pensara.

Lo estuve meditando, pero no me convenció del todo... Volvimos a hablar y le dije:

-Tú mujer no me interesa.

-¿Qué te interesa entonces?

-Tú

-Define eso bien...

-No hay mucho que definir. Me interesas tú.

-Dime en qué aspectos

-En todos, no te conozco en ninguno, así que en todos.

-¿Incluimos todos?

-Si, ¿por qué no?

-Lo mismo te digo.

-¿Qué quieres decir?

-Que me interesas en todos. Incluso en los juguetes que usas para tocarte.

-Que sepas que usando mis juguetes, tengo que usar toallas para no mojar las sábanas.

-Cuando te corres ¿las manchas mucho?

-Mucho, traspaso incluso el colchón.

-Me encanta eso, cuanto más, mejor.

-Ah ¿si?

-Si, cuanto más cantidad, más me pone.

-Pero eso no lo puedo hacer con cualquiera, necesito que me dediquen tiempo para correrme.

-¿Con quien sí puedes? ¿Y cuánto eres capaz de mojar?

-Contigo puedo y podría mojarte a ti y al colchón. No sé cual es el límite, pero si estás tocándome y me dices: quiero que lo hagas, lo hago. Y muchas veces

-¿Muchas y mucho?

-Si

-Dios. Me has puesto cachondo...

-Lo malo es que después, tengo que dormir mojada.

-Pff, me pone mucho. Me gustaría provocar y probar todo lo que mojas.

-¿Quieres que te enseñe mi juguete?

-Venga, pero ¿estás sola?

-Estoy en casa de mis padres.

-Pero tienes intimidad, ¿no?

-Tengo mucha intimidad.

-¿Intimidad en casa de tus padres?

-Claro, mira. - Le mandé la foto de mi juguetito

-Magnífico aunque más pequeño de lo que pensaba ¿no? Al verlo sin ti al lado, no concreto el tamaño. ¿Puedes enseñarmelo junto a tu cuerpo para hacerme una idea?

-Joder, hoy estoy horrible, pero bueno... -mentí, me había depilado, llevaba una camisetita de tirantes blancos y un tanga rosa. Le mandé la foto del juguetito junto a mi cuello, rozando mis labios-

-Preciosa foto, esa tiranta a medio caer pone malo a cualquiera.

-¿Qúe tiranta, esa? -Me baje la tiranta de la camiseta y le mandé una foto-

-Esa... joder.

-Pues si me olieras el cuello, la bajarías aun más.

-¿A qué huele?

-A mí, ¿te parece poco?

-Me apetece ver ese cuello

-¿Y tocarlo también? -le mandé una foto apoyada en la mesa con el pelo suelto, donde se veian mis labios, mi cuello y mis pezones traspasando la camiseta blanca-

-Uf. Me estás poniendo. He de admitirlo.

-Ah, ¿si?

-Bastante.

-¿Solo con verme el cuello?

-Y por esa tiranta que parece que va a caer y lo que se intuye debajo de esa camiseta...

-Que lastima que no se caiga.

-Lástima. Aunque siempre se puede bajar

-Podrías bajarla, si.

-Ahora mismo, en mi mente ya lo hago...

-Entonces... ¿quedaría así? -me hice una foto con la tiranta quitada y acariciandome un pecho-

-No voy a poder parar...

-¿De qué?

-De quitar ropa. De bajar camiseta. Y de encenderme yo.

-¿Qué mas da? Tampoco es que quieras parar...

-No quiero. Claro que no. Y mi visión te está bajando también la otra tiranta.

-Vas a tener suerte, voy a meterme en la cama y voy a desnudarme. ¿Me quitarías la ropa tú despacio?

-Mataría por ver eso. Y si, muy despacio. Saboreando cada poro con mi lengua, si. Cada uno. La cara interna del brazo, la axila... dejando un leve rastro de saliva caliente en tu piel...

-Necesitaría una toalla entonces, si.

-A lo mejor la necesito yo también...

-No creo que mancharas nada, me encargaría yo de ello.

-Pues por el camino que voy ahora... Igual si mancho. Sería bastante, en eso soy como tú.

-No tengo problemas en limpiarte.

-Me estás poniendo a mil. Yo tampoco tendría problema en saborearte. Todo.

-Tú me pones desde que te vi.

-Me pasa igual contigo.

-No uso pijama, mira. -mandé una foto de mis tetas apoyadas sobre la cama y el pelo cayendo sobre ellas- Quiero que me folles sin que nadie nos oiga...

Pasó un rato y no obtuve respuesta. Necesitaba sentirlo dentro de mí y que sus manos recorrieran mi cuerpo. Me respondió:

-Necesito más, ¿donde estás?

-En casa

-¿Y donde está eso?

-¿Vendrías?

-Voy a ir a follarte como tú me pidas. ¿Cómo harías para que no te vieran?

-Si vinieras ahora saldría a buscarte a la puerta y cuando entraramos en casa, te taparía la boca hasta la habitación.

-¿Y tus padres?

-Dormidos en su habitación

-Pff, estoy a mil. Te hacía de todo ahora mismo

-Hazlo -le desafié-

-Pásame la ubicación y lo haré

Estaba nerviosa pero a la vez estaba muy cachonda, eran las 3 de la mañana y necesitaba por todos los medios tenerle entre mis piernas y sentir el calor de su corrida dentro de mi. Le pasé la ubicación y una foto de mi culo con el tanga diciendole que le esperaba así.

Al cabo de unos 15 minutos, me llamó al movil y me dijo que bajara, que estaba en mi puerta. Deprisa me puse una bata de satén y bajé a recibirle. Al verme de bajar las escaleras, noté que sonreia y miraba mis piernas en zapatillas. Cuando me abrí la puerta y me acerqué a saludarle, se apartó para mirarme de arriba a abajo. Acarició mi pelo y se acercó a mi cuello para olerme. Jadee.

-¿Estás nerviosa? -me dijo sonriendo-

Le miré a los ojos mientras jadeaba, le acaricié el cuello y le besé como una perra en celo.

-Te deseo desde que te vi -le dije mordiendome los labios-

Su rostro se volvió oscuro y pude ver el deseo en sus ojos. Me cogió en brazos poniendo las manos en mi culo mientras me besaba desesperadamente y me tiraba del pelo.Yo sujetaba su cara y entre beso y beso le pedía que me follara fuerte. Conmigo en brazos y sin dejar de besarme, empujó la puerta y entramos dentro del bloque. Subió las primeras escaleras y me empujó contra la pared pasandome la lengua por el cuello mientras me decía que quería que fuera suya. Estaba empapando el tanga, y le pedí que me follara en la escalera porque no podía más.

Me sentó en un escalón de la escalera, me apartó el tanga y comenzó a acariciar mi clitoris mojado con su lengua. Super cachonda, empecé a acariciarle la cabeza y a susurrarle que no me hiciera sufrir y me follara de una vez. Sus ojos cambiaron y noté en su mirada el deseo. Se incorporó y empezo a quitarse el cinturón. Desesperada por sentirlo en mi boca, le ayudé a quitarse el cinturón mientras me mordía el labio. Desabroché su pantalón y se lo bajé hasta las rodillas. Le pase la lengua por su cintura, mientras le miraba a los ojos. Bajé sus boxers y empecé a comerme su polla erecta. Le pasaba la lengua por su capullo y alternaba metiendomela entera en la boca. Gemía mientras me agarraba del pelo y me ayudaba a metermela hasta el fondo de mi garganta. Mientras me follaba la boca, le miraba a los ojos notando que caia la saliva encima de mis tetas. De repente noté como me llenaba la boca de leche y me tragaba toda su corrida.

Sacó la polla de mi boca, me levantó, me puso contra la pared apartando mi tanga y me la metió sin parar. Estaba gimiendo como una autentica perra y el intentaba taparme la boca mientras daba mordiscos en mi cuello. Le dije que quería entrar a casa para que me siguiera follando en el suelo si hacía falta. Noté como sonreía y la sacaba de mi. Sin hacer ruido, subimos la otra escalera y abrí la puerta cuidadosamente. Me giré y le tapé la boca para entrar en casa. Me acerqué al respaldar de un sofá y me levante la bata mientras movía mi culo de un lado a otro queriendole provocar aun más. Se acercó a mi, me abrió las piernas, me agarró el culo y empezó a comermelo mientras me metía dos dedos en mi coño. Me puse un cojín en la boca para no hacer ruido y despertar a mis padres. Sentí un calor bajar por mis piernas, estaba corriendome en sus dedos. Se incorporó y me la metió en mi coño mojado y a la vez metía un dedo en mi culo, abriendolo más. Eso me puso muy cachonda e hizo que me abriera el culo con las dosmanos pidiendole que me lo follara. La sacó de mi coño a la vez que sus dedos y empezó a introducirla poco a poco en mi culo. Poco a poco se iba dilatando mi culo y la iba introduciendo un poco más, hasta llegar a introducirla entera. Empecé a mover mi culo en circulos y acercándome y alejandome de el. Se acercó a mi oido y me dijo que estaba deseando volver a correrse dentro de mi.

Lo aparté, le besé, me arodillé y empecé a comersela otra vez. Fue breve. Me incorporé de nuevo y lo lleve al pasillo, cerca de la habitación de mis padres. Le pedí susurrando que me follara contra la puerta de la habitación de mis padres mientras me tapaba la boca. Me cogió en brazos cachondo y apoyándome contra la puerta, la metio en mi coño. Yo jadeaba en su boca y le lamía los labios mientras le tiraba del pelo y agarraba su cuello. El agarraba mi culo, apretandolo mientras me seguía follando. Le pedí por favor que se corriera en mi coño. Lo hizo. Noté su corrida dentro de mi y salio lentamente de mi. Me coloqué el tanga para que no saliera nada y al día siguiente acordarme de el.

Le salió una risa tonta y se empezo a vestir. Me besó y me acarició la cara con ternura. Le pedí que se fuera porque me preocupaba que se despertaran mis padres.

-¿Te veré pronto?

-Antes de lo que piensas... -le besé y se fué-