Casada Rosa la otra noche dormí contigo

Ella en verdad sabía que tenía buenos senos, y buenas nalgas, aprendió que era una hembra muy solicitada, y que fácilmente podía tener al hombre que deseaba.

Diana, la pequeña de la casa estaba jugando con algunos juguetes que tenía, la verdad no era hija de una gran familia, ni tenía una gran casa. Diana era parte de una familia humilde.

Alberto, el padre de Diana, estaba de regreso a casa, se encontró con un amigo que hace mucho no veía, Víctor. Ambos platicaron de sus vidas y de como les había ido, a uno mejor que al otro en el trabajo, y al otro mejor que a uno en el amor. Alberto se había casado con Rosa Zarate hace más de seis años, tenían a la pequeña Diana como fruto de su amor, Rosa, una típica chica de la ciudad de Cajamarca , blanca de ojos azules, cabello castaño largo, muy bien formada, pero con ese acento que delata su lugar de origen.

Víctor se quedó muy interesado en la descripción de Rosa, al parecer le gustaban las chicas de pieles blancas , o al menos eso se pudo notar en su mirada lasciva. Al escuchar sobre la mala situación que pasaba su amigo y de que las deudas le tenían al borde, en su mente se formó una maquiavélica idea, algo que era propio de Víctor y de su buen olfato.

Invitó a tomar algunas copas a Alberto, mientras en casa, Rosa preparaba una sustancia con algunas verduras que compró en el día. Ella se sentía incomoda con la situación, añoraba su hermosa tierra, sus animales en el campo, el buen ganado, la buena carne, la buena leche, el buen comer, y sobre todo la paz interna que se puede obtener de un pueblito como en el que ella vivía.


Rosa, recordaba como conoció a Alberto hace siete años , un tipo llegado de la capital, con un trabajo aparentemente estable, de buen vestir, y de buenas formas al comportarse. Recordó que con un poco de dinero logró cautivar a más de una chica en su tierra, y lograr fácilmente la aceptación de los padres de Rosa, hasta el punto que se casó.

Cuando llegó a vivir a Lima con él, quedó muy asombrada con la casa de Alberto, no era la casa que había imaginado en la gran ciudad, era una choza, sobre un cerro , la gente tenía que llevar baldes de agua para poder alimentarse, era horrible comparado con lo que tenía en su tierra natal. Quiso regresarse, pero le impedía el fruto que llevaba dentro, ya estaba esperando a Dianita.

Con el correr de los días, Alberto fue demostrando que no tenía ningún trabajo estable, que era comerciante, que en el negocio le estaba marchando mal, y que si el fue a su tierra aquella ves, fue para hacer inversiones que nunca dieron fruto, el único fruto bueno fue conseguir a la que ahora sería la madre de su hija.

Se sintió engañada, a la vez que en la intimidad, Alberto nunca la complació, nunca supo hacerla sentir una verdadera hembra, pero si supo hablarle de eso. Alberto era un tipo muy pervertido, en la teoría , en la práctica no sabía que hacer con semejante hembra como Rosa en la cama . Los intereses de Rosa por el sexo fueron creciendo y a la vez fueron interesándole más cuando empezó a frecuentar a Internet. Ahí aprendió el sexo duro y salvaje, pudo ver en las páginas pornos semejantes tamaños de penes, miles de formas de tener sexo, aprendió lo bueno y lo malo de ser hembra.

Su apetito sexual de Rosa había desarrollado de manera inevitable, debido a la falta de amistades su mejor amistad fue el Internet , debido a la falta de dinero, su mejor diversión fue Internet , alquilaba cabinas de Internet cuatro horas o más y disfrutaba hablar de sexo con extraños , poco a poco esa curiosidad se convertía en obsesión y quería experimentar esas sensaciones extrañas. Aprendió a masturbarse , ya para esto había nacido Danielita, la dejaba muchas veces al cuidado de vecinas y se iba a Internet, donde seguía con su vicio de ver más cosas de sexo .

Ella en verdad sabía que tenía buenos senos, y buenas nalgas, aprendió que era una hembra muy solicitada, y que fácilmente podía tener al hombre que deseaba.

En lo sexual la relación matrimonial cada vez andaba peor. Alberto al no tener ingresos que le ayuden a mejorar su situación, se mantenía estresado, no hacía casi nunca el amor con su mujer, ella aparentaba seguir siendo la chica provinciana que había el traído a la capital, pero en el fondo ya tenía hasta cibernovios , quienes la calentaban de tal manera que terminaba masturbándose en alguna cabina de Internet.


Alberto se mareó rápidamente , debido a lo debilitado que estaba su cuerpo, y a la falta de alimentación que pasaba. Víctor logro sacarle alguna información de donde vivía , para poder llevarlo a su casa, tomó un taxi y lo condujo a su casa, en casa fue recibido por Rosa, la química fue instantánea . Eran las 10 de la noche, y Daniela estaba dormida, ella estaba con ropa de casa, no tan arreglada ni tan cubierta, a través de la desgastada tela de su blusa, se podía apreciar sus enormes senos de enormes pezones, Víctor, no quito la vista de esos melones. A Rosa, no lo incomodó se sintió como liberada, como si hubiera encontrado solución a sus años de reprimenda que estaba pasando.

Víctor se presentó, formalmente dijo conocer a Alberto hace mucho, Rosa, pidió para que le ayude meter a Víctor a su casa, este ni bien entró tras de Rosa, estaba cerrando la puerta. Fue en ese momento cuando Rosa preguntó porqué cerraba, y con cara sonriente Víctor indico que era para que su esposo no escape.

En ese momento delante del cuerpo echado de Alberto en su cama matrimonial, Víctor empezó a quitarse el polo que llevaba puesto, al parecer esto dejó fría a Rosa, quien en ese momento intentó pensar algo rápido, pero se quedó completamente bloqueada.

Rosa en ese momento se dio cuenta que tenía a un hombre en su cuarto, con medio cuerpo desnudo y al parecer con ganas de hacerle el amor . Víctor se veía bien fuerte y con mucho vello por todo el cuerpo. En ese instante dejo el polo en una silla que se encontraba cerca de él.

Fue en ese momento que sin importarle nada se abalanzó sobre Rosa, ella le dijo que la dejase, que se detuviese, que no estaba bien lo que estaba asiendo. Parecía que a él le daba igual, cada vez se acercaba más a Rosa, mientras ella más atrás se iba, pero casi no me quedaba mas espacio para continuar hacia atrás, en ese mismo instante Víctor dio tres pasos o cuatro rápidamente y la atrapo.

Al parecer dentro de la mente de Rosa se desató una confusión grande, entre el deseo de sentirse mujer ahí, frente a su marido, o de detenerse y respetarlo por que esta dentro de su lecho de amor. Víctor pudo captar el mensaje de duda en el rostro de Rosa, la cogió entre sus brazos y la pego junto a su pecho, en ese preciso instante Rosa notó como su paquete la rozaba por encima del estomago. Era grande a simple vista, luego Rosa comprobó que era algo más que eso, era enorme o por lo menos a una dama como Rosa, que no había sentido otro pene más que el de su marido, era verdaderamente grande. En un inicio Rosa, intentó forcejear pero fue inútil. Rosa sabía que no tenia elección, así que pidió a Víctor que por favor salieran del cuarto, y no hiciese ruido, Víctor la notaba temblar, esto le motivo a decirle cosas, como que lo que le iba hacer la iba a gustar, que lo pasarían bien, que la haría sentir en el cielo. En ese momento, Víctor la sujeto del brazo y la apoyo en el mueble en medio de sala, para posteriormente tirarla sobre este. Luego se tumbó él sobre Rosa y acerco su boca sobre ella para empezar a devorarla, él intentó meter su lengua en la boca de la hasta ahora mujer fiel, pero ella la tenía cerrada.

Con cierto miedo Rosa fue abriéndola y Víctor se apresuró a meter toda su lengua, y comenzó a jugar con la lengua de Rosa; al notar que ella no decía nada, en ese instante empezó a manosearla sin pudor alguna a Rosa, ella intentó pararlo, pero la cogió las dos manos y le dijo estate quieta o será a la fuerza; luego de quitarse sus prendas empezó a desabrochar la blusa de Rosa, hasta dejar sus senos expuestos, eran blancos y muy grandes parecían enormes melones. Víctor no pudo disimular la atracción y la excitación que le produjo Rosa, se desabrocho su cinturón, el botón de los pantalones y la cremallera; fue en ese instante cuando por fin ella vio el paquete, se veía un slip, completamente abultado y apretado.

En ese momento la soltó y se quito las zapatillas y los calcetines, prosiguió quitándose los pantalones, ya lo único que le quedaba eran los slip. La verdad es que se veía bastante bien abultado, pero eso no ayudo a tranquilizar a Rosa, sino todo lo contrario. En ese instante Víctor, empezó a sacar el resto de ropa que traía Rosa, le quito bata, quedando únicamente con una ropa interior muy desgastada de encaje, color blanco.

Víctor prácticamente la tumbó y se tiro sobre ella, Rosa, casi no podía moverse, tenía todo el pesado cuerpo de Víctor encima de ella. Tras unos minutos de besos, Víctor se bajo los slips y su polla tocaba el estomago de Rosa, se notaba muy grande, Rosa no había visto una herramienta tan grande, media unos 23 cm sin exagerar y era bastante gorda. Fue entonces que Víctor en tono serio dijo tu harás lo que yo diga y sin rechistar. Cogió una almohada del armario y elevo la cabeza de Rosa, al mismo tiempo que se hacia adelante y ponía su herramienta junto a sus labios. Eso resulto un tanto desagradable para Rosa, quien movió su cara hacia el lado derecho. Fue en ese momento que Víctor dio un golpe fuerte a Rosa, y puso su cabeza de nuevo derecha y la polla junto a su boca y le dijo que ahora estaba en su mano que se la meta en el culo con más cuidado y con lubricación o sin ella. Rosa no tenía otra opción, así que abrió la boca y se la fue tragando, se fue metiendo la cabeza que era rojiza y grande, como el resto de su polla. La empezó a meter despacio, pero casi apenas entraba un tercio de ella, al parecer provocaba arcadas a Rosa y no sabía como sacarla, por que Víctor la tenía bien sujeta.

Por el contrario, Víctor cada vez intentaba meterla más adentro, pero la pequeña boca de Rosa para ese tiempo virgen, no lo dejaba, tras un largo suplicio, que fueron horas, Víctor se levanto y saco de su bolsillo un bote de crema. Rosa temblaba del miedo pues solo se imaginaba lo que iría a pasar si su esposo se levantase y la encontrase desnuda, con otro hombre en su casa, peor aún que diría su familia, si algo se supiera. Al parecer Rosa, recobró la conciencia al ver lo que se disponía hacer Víctor, empezó a pedirle que por favor no continuase, que era demasiado todo esto. Además, le dijo que su pene era muy grande, que lee dolería bastante, que otro día cuando no este su marido podrían estar. Pero él continuo abriendo el bote, cuando lo abrió, bajo la pequeña ropa interior desgastada de Rosa y le dio media vuelta.

Rosa estaba que temblaba pero no podía hacer nada. En ese instante notó como uno de sus dedos buscaba su ano y notaba como algo frío la dilataba. Víctor comenzó suavemente con un mete saca de su dedo, cuando sintió por fin que Rosa se había lubricado bien por dentro, se lubricó dos dedos más y continuó, al poco rato, Rosa tenía tres dedos, parecía que la iba a partir textualmente el culo, tenia sus dedos proporcionados a su cuerpo (grandes y largos), y eran rugosos.

Rosa pedía por favor que la dejase, que le dolía mucho, al parecer, sus pedidos hicieron que Víctor por fin cediera a la voluntad de Rosa, sus dedos salían lentamente del culito de Rosa, quien pensó que ahora descansaría un poco; pero en que error estaba, ya que mientras sacaba los dedos en su culo, con la otra mano Víctor se untaba crema en la polla para proceder a tumbarse sobre su blancas nalgas, fue en ese instante cuando Rosa notó como su polla pasaba por entre su raja del culo y llegaba cerca de ano, instintivamente Rosa apretó las nalgas, pero Víctor le dijo al oído, no aprietes o te dolerá mucho más. Mientras que con una mano tapaba Víctor la boca de Rosa con la otra mano se ayudo para poner la cabeza de su pene justo en la entrada de su culito. Al sentirla Rosa sintió estremecer todo su cuerpo. Había conseguido traspasar los cachetes de su culito con un poco de dificultad, pero ya estaba justo donde él quería estar. No tardo en susurrar en las orejas de Rosa, "vas a sentir lo que es tener un hombre dentro de ti" y comenzó a dejar caer todo su cuerpo y con ello su polla sobre delicioso culo. Rosa notó como la cabeza de la enorme y gorda polla de Víctor atravesaba su inocente culo. Un grito de lo mas profundo de su estomago llenó el habiente, incluso en la habitación de su ebrio marido. Rosa pensó que a partir de que entrase su cabeza sería menos doloroso, pero se equivocó de nuevo, no dejo de gemir ni un segundo cuando el resto de su polla, presionaba y empujaba como una estaca para entrar, al parecer Rosa no pudo soportarlo e intentó hacerme para adelante y que saliese de ella ese pedazo de carne que no le dejaba de doler, causándole un dolor indescriptible para su virgen ano. Sin darse cuenta, parece que al intentar escapar y desviar a Víctor, Rosa hizo un efecto contrario al que esperaba, ya que Víctor, aprovechó para presionar con mas fuerza y un poco más pudo entrar sus estaca, y se detuvo pensaba que estaba ya toda dentro pero no podía ser ya que no notaba aun su pelvis contra su culo, lo cual hizo desaparecer esa ilusión de su mente. Estuvo quieto durante unos 20 segundos, y volvió a susurrar al oído a Rosa, "ya solamente te queda la mitad y un poco más", aguanta mi amor, que te la meteré toda. Eso hizo desesperar a Rosa, se puso a pensar si podría con toda esa herramienta, sentía como si su culo estuviese abierto al máximo y notaba como se ajustaba al tronco de esa poderosa polla. Víctor sin más miramientos hizo sus fuerzas y hundió hasta otro pedazo de carne en su adolorido y estrecho culo; fue cuando dijo, "veo que vas tragando, en la próxima embestida será toda tuya, y tu culito todo mío", tal como dijo otro fuerte empujón y Rosa pudo notar el pelvis de Víctor sobre su culo y sus huevos tocándole el útero. Víctor por fin retiro su mano de la boca de Rosa y se quedo durante un minuto parado, los ojos de Rosa no paraban de dejar de salir una tras otra lágrima y notaba como su culo apretaba enorme polla.

De pronto Víctor empezó a moverse despacio, para Rosa era como si la estuviesen cortando con un cuchillo, cada vez sacaba más y la volvía a enterrar, los suspiros de Víctor golpeaban la oreja de Rosa y su pecho se sentía completamente mojado, lleno de sudor de puro dolor; cuando llevaba sobre unos cinco minutos se la metió de nuevo hasta el fondo y dijo "vamos a ponernos de costado y no te muevas mucho por que si se sale tendré que volver a metértela de nuevo por completo". La imagen en la habitación parecía imposible de creer, toda esa polla completamente ensartada en ese virgen culo; de cerca de 23 cm, sin que al parecer pudiese salirse por completo y así fue, cuando Víctor se movió para ponerse de costado salió un poco pero casi nada, tras eso empezó de nuevo un vaivén, parecía que estaba disfrutando más por que la sacaba mas de la mitad y la volvía a meter.

Así estuvieron la pareja de amantes por unos seis o diez minutos, Rosa no podía más le dijo que por favor parase un momento. Pero Víctor mordiéndole prácticamente la oreja, le dijo que estaba en el séptimo cielo y que aun quedaba más diversión; lo dicho por Rosa sirvió para que disminuyese un poco el vaivén pero continuaba metiendo y sacando su tranca de su culito. Pasados esos minutos Víctor de nuevo la clavó completamente a sus blancas y gordas nalgas, en el ano de Rosa, y le dijo que ahora le iba a tocar de a modo perrito, que le encantaba esa postura.

Rosa no sabía de donde Víctor sacaba tanta energía y aguante, ella ya no podía soportarlo más y se desplomó. Se veía el rostro cansado de Rosa, apenas le quedaban lágrimas, pero él parecía tener pilas inagotables. Tras unos minutos más se la saco por completo la giró bruscamente y se la metió en la boca y empezó a lanzar disparos de leche en su boca que se fueron acumulando uno tras otro, se veía la boca de Rosa llena de ese liquido. Cuando Víctor lanzo su último disparo saco la polla de la boca de Rosa la cerró y le indico que se la tragase si no lo hacia le haría tragar por el culo follándola otra vez. Con cierta resignación Rosa se fue tragando poco a poco esa sustancia espesa. Tras tragarse hasta la última gota, Víctor se tumbó sobre ella y le beso de nuevo en la boca. Tras un descanso de unos 15 minutos, Víctor se vistió y le dijo a Rosa que ya le buscaría para continuar disfrutando y que si se intentaba escapar, o se rehusaba la próxima vez que el la desease, además de contarle a toda su familia lo sucedido diría a los amigos de su esposo como la disfruto delante de él.

Rosa totalmente adolorida se incorporó y se dirigió a la habitación de su esposo, quien continuaba durmiendo. De inmediato se fue a la habitación de la pequeña Danielita. Al verla dormida, empezó a recrear lo sucedido en su mente, aunque no podía creerlo lo que había sucedido, ni pensar que en el fondo sintió placer al ser tratada como una puta, sintió también algo de miedo por las repercusiones que esto podría llevar.

Besó a la pequeña, se dio un baño, y se fue acostar al lado de su aún ebrio esposo.

Por mi parte, solo me quedaría agradecerles anticipadamente por sus comentarios, no duden escribirme y hacerme conocer sus ideas y si la historia debe continuar, si hay alguna dama de Perú que se sienta sola y con ganas de sexo, escríbame a mi correo leotodo1@hotmail.com