Casada confundida

Mi esposo me da permiso.

Soy una uruguaya de treinta y algo de años, casada con un buen señor y con una educación desde niña muy reservada, normal diría para nuestra sociedad, religiosa si se quiere.

Con muchos miedos, con muchos temores y siempre fui muy cuidada de mis padres y me casé virgen – como correspondía – con más de veinte años pero con muchas ganas contenidas de pronto dejar esa virginidad. Sabía muy poco del sexo y mi novio fue el que me fue enseñando paso a paso todo lo que debería saber, menos lo que yo guardaba para él, para esa noche tan especial.

No es mi idea relatar esa noche ni mi historia, sino lo que me sucedió muchos años después, ya la relación con el esposo se va enfriando o mejor dicho se va transformando en una amistad muy profunda pero que el sexo pasa ya no a ser algo prohibido y por lo tanto excitante por justamente ser prohibido sino por el contrario, se convirtió en algo más.

No lo culpo a él, ni a mi, sino que es algo que sin hablarlo con otras parejas, supongo que debe ser lo normal, por lo menos la enormidad de relatos así lo dicen más allá de si son verdad o mentira.

Hasta que un día mi esposo me dice que le gustaría verme como la protagonista de un video porno que estábamos mirando, es más, me propone que si me gustaría ser una actriz porno. Me causó gracia su comentario y le dije que sí, la situación indicaba que no podía contestar otra cosa que esa.

Lo que comenzó como un juego, se fue ampliando en el tiempo, fue cada vez más insistente, más cotidiano el tema, no faltaba oportunidad en nuestros encuentros que no lo nombrara. Eso actuaba como un estimulador para él, y a mi me molestaba al principio de la charla hasta que en determinado momento, le seguía la corriente y también me gustaba la idea, pero jamás había pensado más allá de esos minutos en la posibilidad cierta de concretarlo.

Por más que le decía que si seguía con eso, lo terminaría logrando.

Hasta que un día me dice que si de verdad lo quería hacer, sólo era necesario que le dijera con quién, y yo le preguntaba que si estaba seguro que me dejaría. Me decía que sí, pero cuando estaba tranquilo se rectificaba y decía que era una broma.

Pasó el tiempo, y me encuentro de casualidad con un ex compañero de facultad y lejos de saludarlo y seguir nuestro camino; comienza a realizarme preguntas, un poco me marea y termino hablando con él en un café.. Me invita a ir a un lugar más cómodo y allí reacciono y le digo que NO. Me levanto, me voy indignada pero antes él ya me había dado su tarjeta personal. Me baño, me siento abrumada por la situación, sucia pero algo de excitación había en mi, era raro. ¿me gustó? ¿me gustaba él?.

Llega mi esposo y en un aparte le cuento lo sucedido, pensando que se pondría furioso, o eso era lo que yo deseaba; pero él me pregunta: "y tu querías hacerlo ... me estás pidiendo permiso".

En ese momento quedé en blanco, y le dije: "sí, porqué no?" (ya que sos un tarado, te daré tu merecido). Y me responde que "bueno, sólo te pido que luego me cuentes".

Tenía permiso para acostarme con un tipo y yo ya pensaba que no tendría porqué ser con ese, sino que podría ser con otro. El resultado fue que llamé a ese ex compañero, me pasó a buscar y ni siquiera me llevó a tomar algo, sino directamente a un hotel alojamiento; sin pedírmelo y cuando quise darme cuenta estaba como la chica de la foto pero me salpicó de semen los pechos, los cuales no me los lavé y volví a casa con el soutien puesto pero con la leche de mi nuevo macho. Se lo conté a mi esposo y no me creía; hasta que le pedí que mirara bien mis pechos .... cambió mi vida. Un beso soy " julitauru@yahoo.es "