Casa rural X

Una pareja va a una casa rural a realizar sus fantasias y al final incluyen a la joven casera en el juego.

CASA RURAL (X)

Personajes: Roberto, Nuria y Zoraida.

Roberto y Zoraida habían ido a pasar el fin de semana a una casa rural, estaban los dos en el salón, él viendo la televisión cuando ella llegó vestida de colegiala como él la había ordenado. En la televisión había una película porno que él estaba viendo en el DVD portátil que había llevado.

Zoraida se acercó a él y se arrodilló delante del chico y le besó en los pies agachando la cabeza diciendo:

A sus pies Amo, ya esta dispuesta su zorra para ser usada por usted.

Muy bien perrita ahora vamos a ver que es lo que sabes hacer--- respondió él acariciando su pelo.

Lo que menos imaginaban era que tenían público. Nuria la casera había entrado con la llave que disponía de la casa y estaba en la entrada del salón, cuando vió que estaban viendo una película porno se había escondido detrás de la puerta y su mano comenzaba a moverse nerviosamente sobre su cuerpo y su coño a mojarse.

En el salón el chico había dejado la televisión encendida y esperaba la llegada de Zoraida con todos los objetos, una fusta, una regla, una caña de bambú, unas pinzas de la ropa, una percha con pinzas, un vibrador, unas bolas chinas, un plug anal, una cuerda, un vibrador más grande y una serie de zanahorias y pepinos de diversos tamaños que habían comprado esa mañana. Lo dejó todo en el suelo, retiraron el sofá y la mesa. El se sentó en una silla y la ordenó:

Ponte aquí de pies zorrita como te he ordenado.

Ella obedeció, se puso de pies y las manos en la cabeza. El se levantó y la fue sobando como si simulase cachearla hasta que su polla comenzó a marcar los pantalones por la erección. Entonces un ruido proveniente del hall le hizo detenerse. Sin perder la calma fue en dirección al lugar de donde provenía el ruido sigilosamente y al asomarse observó como una mujer abría la puerta de la entrada.

Alto, donde te crees que vas? Quien eres?---dijo sin reconocer a la mujer que les había alquilado la casa.

La mujer sorprendida no supo como reaccionar y evitando mirarle a los ojos le dijo:

Lo siento Amo no pensaba molestarles pero es que................yo siempre he fantaseado con ser una sucia zorra y cuando les he visto me he excitado y no he podido evitar quedarme.

El se hizo el enfadado pero por dentro estaba feliz de tener una segunda e inesperada sumisa. La cogió del brazo y llevándola de malas formas al salón la hizo arrodillarse delante de Zoraida. Nuria desde esa posición podía ver las braguitas de la sumisa.

Perra Nuria, quiero que te pongas de pies y la bajes las braguitas a Zoraida, luego la haces ponerse a cuatro patas y apoyarse sobre la mesa y me traes, la regla, la fusta y la caña de bambú.

Nuria fue cumpliendo todo palabra por palabra, primero metió los dedos entre las braguitas y la piel de la sumisa y las fue deslizando por los muslos de ella hasta que ésta las tuvo en los tobillos, en ese momento la llevó a la mesa y acariciando la cara y besando sus labios la susurró al oído:

Ahora ponte a gatas apoyándote en la mesa.

Zoraida la miró con cara de deseo y lo hizo. Luego el Amo bramó:

Nuria te he dado permiso para que la hables? A que no?, ya te castigaré luego por ello pero ahora sujeta su falda sobre sus nalgas.

Nuria cogió la tela de la falda, la fue doblando hasta que la sujetó en la cintura de la chica dejando las dos nalgas libres. Le gustaba ese culo, esa piel blanca que en pocos segundos adquiría un tono burdeos primero claro y luego más oscuro.

El Amo cogió la regla, se dio en la mano varias veces haciendo que sonase para atemorizarlas y luego arrodillándose se acordó, él estaba todavía vestido.

Ahora perra(Nuria) me vas a desnudar y vas a dejar toda mi ropa en el sofá bien doblada y luego mientras yo azoto a Zoraida vas a hacer delante de ella un striptease que haga que ella se excite, si no logras mojarla serás castigada, así que esfuérzate que ya llevas un castigo y no querrás pasarte toda la tarde con castigos.

Nuria empezó a desnudar a Roberto y dejando la ropa doblada en el sofá, primero la camiseta, posteriormente soltó el pantalón y se lo bajó hasta que lo tuvo abajo para después quitarle el bóxer. Ahora él la cogió con una mano de la mandíbula y la dio un gran muerdo introduciendo completamente la lengua en su boca.

Seguidamente Nuria fue delante de la mesa y empezó con el espectáculo. En la pantalla del televisor el Amo penetraba salvajemente a la sumisa, una mujer rubia con el coñito completamente rasurado. El Amo le daba los azotes a Zoraida la cual los contaba y agradecía.

Uno, gracias.

Dos, gracias.

Tres, gracias.

Cuatro, gracias.

Cinco, gracias.

Así también se repitió el proceso con la fusta y la caña de bambú.

Continuará........

Este relato es imaginario pero va dedicado a una joven preciosidad rubia,si quereis podeis escribirme sobre todo mujeres a:

Picante100@hotmail.com