Casa rural con amigos

Fin de semana con amigos en una casa rural

Hola nos gustaría compartir lo que nos sucedió durante un fin de semana con unos amigos.

Somos  pareja mi marido tiene 42 años y yo 38,  y físicamente estamos de buen ver, mi marido es alto y corpulento, yo soy de mediana estatura, culo redondeado y unos pechos generosos.

Hace tiempo, que comentábamos la idea de pasar un fin de semana en la montaña con un grupo de amigos y amigas.

Siempre cuesta pero por fin nos habíamos puesto de acuerdo en una fecha y ya solo quedaba unos días para irnos.

En las relaciones sexuales con Javi, que es como se llama mi marido, solíamos fantasear con hacerlo en lugares diferentes y donde tuviera el morbo que nos pudieran pillar. Y esos días previos, mientras follábamos, mi marido me llego a mencionar el morbo que nos pudieran ver en la casa mientras estábamos haciendo el amor. He de reconocer que eso me excitaba y le seguía el juego.

Por fin llego el día y nos pusimos rumbo a nuestro destino. En una hora ya habíamos llegado y no éramos los primeros, ya estaban allí Juan y Eli, y Marcos y Raquel... Solo faltaba Ana, una amiga de Javi, que había enviado un mensaje que llegaría algo más tarde ya que se iba a pasar a buscar un amigo que se apuntaba a última hora.

Nos repartimos las habitaciones, una para Juan y Eli otra para Marcos y Raquel y otra para Javi y para mí, sobraba una que debería compartir Ana con su amigo.

Hacía mucho calor por lo que decidimos ponernos cómodos, Javi se puso unos pantalones cortos y una camiseta que le dejaba sus músculos marcados y yo me puse un short, una camiseta y debajo la parte de arriba del bikini.

Cogimos unas toallas y nos fuimos para la piscina, allí ya estaban Marcos, Raquel, Juan y Eli. No pasaron más de 30 minutos cuando llegó Ana con su acompañante, Pablo un chico moreno, 1,80 y complexión fuerte. Ana nos presentó a Pablo y tras un breve saludo Ana se excusó y se marcharon a su habitación para ponerse cómodos.

Allí nos quedamos comentando lo simpático y agradable que parecía el muchacho y como no, haciendo quinielas si era algo más que un amiguito de Ana.

Javi que ya estaba sin camiseta se estaba poniendo como un tomate y me pidió si podía traerle la crema solar, que se había quedado en el baño de nuestra habitación. Fui hasta mi habitación, cuando me disponía a coger la crema solar empecé a escuchar unos suspiros, gemidos y no alcanzaba a saber de donde venía. Pensé en marchar y dejarlo sin más, pero cada vez eran más fuerte, cuando pude fijarme que en la pared del baño había un respiradero y justo el lavabo de la habitación de al lado daba a ese respiradero que no estaba a más de 1,5m de altura. Los gemidos cada vez eran más pronunciados y me decidí sacar la rejilla de mi lavabo, que salió de un pequeño tirón... cuidadosamente me asome por las rejilla del respiradero de la habitación de al lado y pude ver lo que allí sucedía. Era Ana sentada en la pica del baño y su amigo arrodillado delante de ella, mientras Ana mantenía sus piernas abiertas, Pablo lamía sus labios y jugaba con su clítoris, succionando a medida que ella se estremecía , retorciéndose de gusto.  Pablo intercambió el puesto con Ana y ella empezó a lamerle los huevos a escupirle en la polla y a hacerle una mamada en esa enorme y mojada polla hasta que Pablo se corrió encima en su cara y sus tetas.

Me apresuré a dejar todo como estaba y me fuí a llevar la crema a javi,  tenía las bragas mojadísimas y tuve que cambiarlas y ponerme la parte de abajo del bikini, salí deprisa y me fuí a la piscina con el resto.  Pocos minutos después se presentaron allí Ana y Pablo, como si nada y diciendo que tenían hambre, que iban a ir preparando la comida. Yo no podía dejar de pensar lo que acababa de presenciar, el morbo de verlos jugar y no saber que los estaba espiando.

Nos pusimos a comer entre risas y comentarios sin importancia y pronto vino el bajón y decidimos irnos a las habitaciones a hacer la siesta.

Javi calló redondo, entre el atracón y el sol estaba rendido, yo estaba en la cama y seguía pensando en el morbo de ver a Ana y su amigo jugando. Estaba tan excitada que no podía dormir y decidí bajar a por un poco de agua y sentarme en el balcón de mi habitación.  Hacia tanto calor que había decidido quedarme solo con la parte de abajo del bikini y tumbarme a tomar el sol. Empecé a escuchar como hablaba Marcos y Raquel que se encontraban en el balcón que estaba debajo mío, aunque  ese era bastante más grande y sobresalía del mío, Empecé a escuchar como cuchicheaban y risitas entre ellos, me asomé disimuladamente y estaban comiéndose la boca fogosamente, en ropa interior y Marcos ya tenía un bulto que dejaba clara su excitación. Raquel se restregaba sobre la polla de Marcos que cada vez se adivinaba más grande. Raquel se arrodilló delante de Marcos, le bajó los calzoncillos y salió su enorme polla, dándole a Raquel en la cara con ella. Raquel empezó a lamer la punta del capullo y a chuparla dentro de su boca mientras Marcos le quitaba el sujetador y le apretaba las tetas. Yo estaba alucinando, joder, los estaba viendo a escasos 10 metros a través de las rendijas del balcón y ellos no me podían ver a mí. Marcos la cogió de un tirón, la puso de espalda y se la metió de golpe, mientras le masajeaba las tetas, hasta que Raquel se corrió, podía ver como su flujo le bajaba por las piernas y Marcos hizo lo propio en su culo y espalda, derramó su semen por todo su cuerpo y parte del balcón. Yo estaba en cuclillas, allí escondida y con mis dedos acariciando mi coño que para entonces estaba empapadísimo, me tumbé completamente desnuda y me pajee como nunca, me acariciaba mis tetas mientras me metía los dedos profunda e intensamente y me rozaba el clítoris, vaya corrida!!, me quedé dormida en la misma tumbona, me sobresaltó mi marido al despertarme y preguntar como que me había quedado dormida en la tumbona en el balcón y completamente desnuda, no sabía que decirle y decidí darle su premio, le cogí la mano nos fuimos a la ducha y empecé a acariciarle la polla, él me volvió a preguntar y yo dije vale, que si se portaba bien se lo contaría más tarde, y empecé a comerle la polla, mientras que yo no dejaba de pensar en las dos pollas que había visto hoy y en el morbo de ver a las dos parejas jugando, Javi me levanto, me puso de espalda y me follo mientras nos caía el agua caliente por nuestros cuerpos, me corrí dos o tres veces  mientras Javi me embestía y mis tetas se frotaban con la mampara del baño, hasta que me puso mi culo lleno de su leche. Eran ya las 19h y decidimos arreglarnos y bajar al comedor donde ya se encontraban el resto de amigos. De camino al comedor mi marido me preguntó que me pasaba, que me encontraba rara, me imagino que era por la excitación que llevaba encima, yo le dije que la noche era muy larga y que ya le contaría. El puso cara de sorpresa pero no me volvió a insistir.

Nuestros amigos ya estaban esperando y tenían preparadas unas copas mientras hacíamos la cena, comentaban que le había ido muy bien la siesta, mientras se reían de forma cómplice.

Mientras cenábamos las conversaciones fueron subiendo de tono, ( que si aquí mucho hablar pero poco hacer, que si yo me atrevo a esto y tú no etc etc) la verdad es que las conversaciones me iban poniendo excitadísima, y aproveché para ir calentando a mi marido.

Le dije que mirara el escote de Eli, que tenía unos pechos enormes que prácticamente se le salían del vestido, le puse mi mano en sus partes y empecé a rozarle, notaba como le iba creciendo por momentos, notaba como se iba cortando, pero no decía que para. Quería poner a mi marido muy caliente y decidí dejar caer un cubierto al suelo para agacharme y aprovechar para lamerle la polla por debajo de la mesa.  Y así lo hice, se la saqué del pantalón y con la excusa de coger el cubierto, me dispuse a oler su sexo y chupársela mientras se la pajeaba. Me agaché y cuál fue mi sorpresa que justo al lado de Javi estaba sentado Juan, tenía la polla fuera del pantalón, una polla enorme con la que Eli, que estaba enfrente de él, le estaba haciendo una paja con sus pies por debajo de la mesa. Joder, tenía la polla de Javi en mi mano y la de Juan justo al lado, el olor a sexo masculino era muy intenso, y he de reconocer que no pude aguantar y tras darle una mamada a Javi, estuve oliendo la polla de Juan y chupé su capullo, en esos momentos Eli ya se había agachado al notar algo e hizo lo propio con mi marido. Tras recoger nuestros cubiertos nos pusimos en nuestras sillas y todos callamos cómplices de lo que había sucedido. Le pregunté al oído a Javi, si le había gustado y me dijo que le había puesto muy cachondo, lo que no sabía es que la que se la había chupado era Eli y no yo.

La noche se calentaba por momentos y decidimos irnos cada uno a sus habitaciones.

Mientras marchábamos a nuestra habitación mi marido me iba diciendo que estaba loca, que le había puesto mucho que se la chupara por debajo de la mesa con todos en la mesa y que estaba muy cachondo, cosa que era evidente por su bulto y lo mojado que ya tenía los pantalones. Le dije que quería ducharme y que se pusiera cómodo. Me metí en la ducha y no pasó mucho rato cuando empecé a escuchar por el respiradero con Ana y pablo estaban jugando en la cama completamente desnudos. Me decidí llamar a mi marido explicarle mi secreto. Le llamé, y le dije que mirara por el respiradero. Javi se quedó mirando a Ana y Pablo fijamente mientras que yo le contaba que los había visto mientras venía a por la crema solar y lo excitada que eso me había llegado a poner. Acerqué mi mano al paquete de Javi y su empalme era evidente, le estuve acariciando la polla por encima del pantalón mientras comentábamos como Pablo le estaba restregando la polla a Ana por el clítoris. Javi me dijo que seguro que le ponía muy caliente el ver a la pareja sin ser visto y me invitó a salir de la habitación y escuchar al resto de parejas en sus habitaciones. No lo dudé, cogí su mano y nos fuimos a la habitación de Marcos y Raquel, cual fue nuestra sorpresa que la puerta de su habitación estaba entreabierta y podíamos ver como Raquel se encontraba arrodillada delante de Marcos y le estaba escupiendo en su polla que ya se encontraba enorme y mojada. Le lamía la polla y la olía mientras le apretaba los huevos con su mano. Marcos  se tumbó, y Raquel se puso encima mientras se introducía su polla y le acariciaba los huevos. Raquel empezó a cabalgar encima de marcos. Desde la puerta podíamos ver como entraba y salía la enorme polla de Marcos del interior de la vagina de Raquel. Mientras les estábamos observando, mi marido metía la mano entre mis pierna y ya podía notar como mi flujo caía por mis piernas. Mi marido que cada vez estaba más excitado, me pidió que me acercara y oliera de cerca el sexo de ambos mientras estaban follando. No lo dudé, me acerqué a la pareja, me arrodillé a los pies de Marcos y me acerqué a oler el sexo de ambos mientras entraba y salía la polla del coño de Raquel. UUFFF, me estaba poniendo muy cerda, y solo tenía ganas de chupar los dos sexos. Me giré para ver que hacía mi marido y cuál fue mi sorpresa que en la puerta estaba mi marido acompañado de Eli y Juan, que estaban mirando fijamente como olía los sexos de Marcos y Raquel. Eli, que ya estaba juguetona desde la cena, sacó la polla de Juan y empezó a hacerle una mamada allí mismo, mi marido se sacó la suya y empezó a pajearse al ver toda la escena y me asintió con la cabeza para que yo jugara igual con Marcos y  Raquel. Yo empecé a lamer la polla de Marcos y el coño de Raquel mientras entraba y salía, al principio se sobresaltaron, pero al ver toda la escena  Marcos me cogió la cabeza para que siguiera lamiendo sus sexos. Juan se acercó a la cama y empezó a tocar las tetas de Raquel, mientras mi marido se arrodilló y empezó a lamer el coño de Eli, que estaba de pie apoyada en el marco de la puerta, mientras dejaba sus enormes pechos al aire para que Javi jugara con ellas. Raquel se levantó y se unió a Javi para chupar el coño a Eli, no sin antes comerse la boca con Eli y sobar sus tetas. Marcos se incorporó, me cogió de la cintura y me tumbó en la cama me abrió las piernas y empezó a lamer mis labios vaginales dándome lametones fuertes, en círculos, podía notar como su enorme lengua entraba y salía a la vez que jugaba con mi clítoris, a la vez que Juan se puso encima de mí y se hacía una paja con mis tetas, mientras yo le chupaba la punta de su polla.

Los gemidos deberían ser evidentes porque allí se presentaron Ana y Pablo para unirse al juego. Mi marido se acercó a Ana y le dijo que les habíamos estado espiando y que me había llamado la atención la polla de Pablo. Esta le susurró algo a Pablo y esté se acercó a mí y mientras Marcos me lamía el coño él introdujo su glande en mi boca mientras me decía que la lamiera toda. Aún sabía al cono de Ana, habían estado follando y se notaba en el olor y sabor de su polla. Ana se acercó a mi oído y me susurro que la disfrutara, que ella iba a hacer lo mismo con Javi y que se habían puesto muy cachondos esa misma tarde al vernos como me follaba en la ducha, nos habían estado espiando también, eso aumentó mi excitación.

Aquello se nos estaba desmadrando, Javi se levantó me vendó los ojo igual que a Raquel y a Eli y nos arrodillo delante de los hombre y nos pidió que fuéramos oliendo y lamiendo las pollas, sin poder verlas ni tocarlas y saber de cual es cada una. Las tres arrodilladas, allí delante de todas las pollas empezamos a oler y lamer todo sexo que se ponía delante, incluso coincidíamos con las bocas de otras y jugábamos con nuestras lenguas compartiendo polla.

Después de jugar con varias pollas pude notar, mientras chupaba una de ellas a cuatro patas, como otra polla me empezaba a follar por detrás, dándome envestidas que hacían sacudir mis tetas y muchas manos se rozaban por mi cuerpo. Que placer, no podía saber quién era quien y eso me ponía muy cerda. Estar a ciegas hacía agudizar mis sentidos del olfato, el oído y el tacto y la imaginación. Me tumbaron, me comenzaron a follar mientras me lamían el coño y me comían las tetas. Podía notar como muy cerca de mi boca estaban follando, el olor era inconfundible y el flujo me llegaba a salpicar, me estremecía de placer y tenía corridas una tras otras mientras mi marido me susurraba al oído lo putita que era y que disfrutara. Notaba como se corrían encima de mío mientras me follaban una y otra vez, era una lluvia de semen y flujo vaginal. Mi marido se acercó y me recordó que ya eran pasadas las 12 de la noche y era mi cumpleaños y que me iban a dar mi regalo… me ataron las manos y pies en un columpio sexual, me quitaron la venda, y allí estaban todos y todas dispuestas a darme placer a mi sola. Ana se puso a lamer la polla de marco y a introducirla en mi coño, Eli y Juan me sobaba las tetas, Pablo me follaba la boca mientras Raquel me ponía el coño en mi boca y yo podía chupárselo entero, Ana lamía desde mi ano hasta mi clítoris y Javi iba recorriendo mi cuerpo haciendo que me retorciera de placer y me corriera una y otra vez, hasta que todos pararon se acercaron a mí y se corrieron encima de mí, el semen y el flujo vaginal recorría y salpicaba mi cuerpo, que quedó completamente lleno.

Quedé completamente extasiada y satisfecha, quería dar una sorpresa a Javi y me la acabó dando a mí.