CARTUZ y su “montaña rusa” particular

Carlos siempre dice que su vida es como una montaña rusa eso lleva a una concatenación de sucesos ocurridos en un corto plazo de tiempo y que el principal protagonista es el

Carlos de sus vacaciones regresó además de eufórico con mucha vitalidad. Con más capacidad de trabajo que antes, que ya era muy alta esa capacidad. Es como si tuviera un hermano gemelo, porque no paraba. Se iba a ir a Madrid por trabajo unos días, que habían montado un stand. Nosotras nos habíamos estancado con el rollo del trámite de contratar a varios candidatos y candidatas. Sobre el papel habíamos realizado una selección importante de CV y en las primeras entrevistas quedaron descartados un número mínimo. Lo que nos dejaba más candidatos que plazas. No logramos ponernos de acuerdo en cómo hacer la última selección y nuestros argumentos eran correctos. Pero imposibles de casar unos con otros. En contra de la voluntad de todas tuvimos que acudir a Victoria, que nos remitió a Carlos, que decía que era el mejor en lo de seleccionar. Hablamos con él y nos dijo que a las cinco estaría con nosotras y que para las nueve de la mañana citáramos a todos los candidatos.

Eran bastantes y nos parecía imposible que los pudiera entrevistar a todos, pero insistió en que los citáramos. A las cinco de la tarde estaba con nosotras. Nos extrañaba porque ya hacía tiempo que su decisión de tener tiempo para él, hacía que acabara de trabajar a las 2 o 3 de la tarde como mucho, aunque si había algún imprevisto importante alargaba su jornada. Lucía un traje azul marino ajustado y que debe ser a medida porque le queda perfecto y no hace que sus brazos y espalda se vean exagerados. Camisa blanca y zapatos granates, que con traje siempre son de cordones y algo normal en él están súper lustrados. La corbata de un amarillo vivo con unas franjas finas azules. El último detalle unos gemelos con unas letras amarillas con fondo azul, nada llamativos y muy finos. En principio entre nosotras no nos dijimos nada, pero las miradas nos traicionaron o eso pensaba. Entró como siempre con una sonrisa que irradiaba buen rollo y buen ánimo. Unos momentos para saludarnos, al principio un poco de tensión en Marina y nos sentamos todos alrededor de la mesa donde nos reuníamos a debatir entre nosotras.

Carlos quería los CV de los candidatos. Se quita la chaqueta y no suspire por vergüenza. Es que era un “xxx” me excitaba de una manera que no era ni normal. Le mirábamos mientras iba leyendo los CV, según los leía los iba separando en la mesa. Agrupándolos en distintos grupos. Que elucubración mental está teniendo para hacer lo que hacía no tenía ni idea y las otras luego me dijeron que tampoco sabían porque lo hacía. Al acabar pidió unas carpetas y en cada carpeta introdujo los grupos que había hecho. “Ya esta mañana nos llevará un máximo de dos horas” nos dijo de ir a tomar un café y antes quería hablar por teléfono. Se metió en un despacho y le vimos hablar. Entra nosotras nos reíamos por lo de en dos horas, que era algo imposible hasta para él. Marina se excusó y no nos acompañó. Estuvimos un buen rato Sonia, Carlos y yo, nos lo pasamos muy bien y Sonia se puso una cazadora que llevaba porque lo que marcaban sus pezones eran un escándalo. Terminamos y nos quedamos solas Sonia y yo.

· Sonia se te nota demasiado.

· El que se me nota?

· Que te gusta mucho.

· Jajaja Jajaja, eso no me lo digas solo a mí, que a vosotras también se os nota.

· Jajaja Jajaja, es que yo no lo oculto.

· Pero tú le has visto. Es que le sienta el traje de maravilla, te has fijado en el culito que tiene?

· De culito nada, un señor culo en mayúsculas.

· Jajaja Jajaja, estoy de acuerdo.

· Seguro que con Carlos acabarías tu abstinencia sexual.

· Seguro, Jajaja Jajaja.

· Y por qué no lo has intentado?

· Intentar el que?

· No te hagas la tonta, el tener algo con él.

· Porque ya me he llevado bastantes estacazos sentimentales y sexuales. Además me tengo que querer más a mí misma y que prevalezca lo que quiero, aunque me vean rara o anormal.

· Pero te estas refiriendo al sexo?

· Pues sí.

· Lo mismo lo que voy a decir es entrometerme donde no me llaman o que te he entendido mal. Si es porque te gusta “lo fuerte” ser dominada y esas cosas, Carlos no es un maestro, un catedrático, Jajaja Jajaja.

· Y tú qué sabes?

· Si mi culo pudiera hablar ya verías como se lo que digo.

· En el caso de que fuera verdad lo que me dices, por qué me lo cuentas?

· Porque me ha apetecido contártelo y no me mires de esa manera, si me he acostado varias veces con él.

· Y como es en…?

· Jajaja Jajaja, un dulce y experimentado “perverso” y tiene un gran ajuar de llamémosle material para hacer disfrutar.

Esa conversación hizo que se pusiese nerviosa pero no incómoda y con mano izquierda cambió la conversación preguntándome que cómo haría Carlos para seleccionar en dos horas a candidatos o candidatas. Con risas “espero que no lo haga al pito pito gorgorito, que entonces me muero” ella se puso a reír y sobre lo que dije se nos ocurrieron muchos comentarios graciosos. Carlos llegó en su coche que se veía unos porta trajes en la parte de atrás, se iba a Madrid nada más acabar. Al salir del coche Sonia me dio un ligero codazo. Porque Carlos llevaba puesto un pantalón de cuero ajustado y una camisa blanca de manga larga con los puños remangados. Se le notaba el paquetón, no muy desorbitado. Más tarde nos fijamos en el culo y las dos decíamos lo mismo que culo mas bien puesto.

Algunos comentarios los hizo en presencia de Marina que se sofocaba y lo remata el comentario de Sonia que no sabía lo que yo sabía, “hija como te pones, no sé por qué me miras así, no me digas que no está para un revolcón con esa pinta de empotrador” y Marina se quedó sin responder. Antes de que llegaran todos le preguntamos a Carlos si ya tenía alguna predilección, por los grupos que hizo, “si lo decís por que he separado CV, es por el puesto que pueden desarrollar cada uno de ellos. Porque la verdad que sobre el papel y me fio de vuestra valoración, cualquiera puede ocupar los puestos” Carlos fue rápido. Primer grupo ni diez minutos. A unos les dijo “gracias por venir pero no es lo que buscamos” nada de ya le llamaremos o ya le diremos algo, no, directamente adiós. Así hasta que nos quedamos con el número que deseábamos.

Qué había pasado? Cómo los había seleccionado? Porque me había perdido pero las otras igual. Por el físico no podía ser, porque había de todo y se fueron lo que se dice gente guapa. Ese criterio fuera. Ninguna quería preguntar y tal vez por tener más confianza le pregunte en que se había basado. Su respuesta nos sorprendió a las tres, “muy fácil, todos estábamos de acuerdo que era difícil elegir porque reunían los requisitos que buscábamos. Pues bien, solo quedaba el exterior y me explico. Me da igual que se tenga dinero que no se tenga. Que se sea humilde, todo eso no va con esto. Si a una selección de trabajo vas como si fueras a la piscina, pues no me vale. Que te presentes con los zapatos sucios, que no digo viejos o la ropa llena de lamparones, pues tampoco. Y que voy a decir de las melenas llenas de mierda, porque al rubio le anidaban ya. Si no se es higiénico mejor que no vengan”

Era verdad, porque mientras esperaban lo comentábamos y sobre todo con el rubio como decía Carlos, que su pelo nos daba grima y el momento gracioso como Carlos dice que siempre hay uno, lo puso uno de 35 años, que una vez que les dijimos lo que tenían que traer para hacerles los contratos, se nos acerca y se dirige a Carlos, “no se bien quien manda, me dirijo a usted y…” Carlos reaccionó rápido, diciéndole que se dirigiera a nosotras tres que él era textualmente “un convidado de piedra” y entonces nos dijo, “ya sé que les va a parecer una locura o que pensaran que tengo mucha cara, pero necesitaría que me dieran un adelanto. Soy padre de familia, como verán en lo que puse hace un mes justo tuve gemelos y ya estaba en el paro, estamos en las últimas. Podría ser?” Marina le dijo que se esperase que lo tenían que hablar.

Carlos se quedó con él y le veíamos hablar animadamente. Decidimos que no se podía, era algo fuera de lo normal, sin tener firmado el contrato ya con esas. Al final éramos Sonia y yo con el no y Marina que lo pensáramos. Quisimos saber la opinión de Carlos y como se ha quitado el wasap pues no podíamos hacer nada, hasta que Sonia me dijo que un mensaje de texto. Le enviamos uno para que diera su opinión y nos dejó “fritas” era como si nos hubiera escuchado. Nos respondió con dos mensajes. “Ya me lo imaginaba, tu y Sonia con el no. Soy más duras. Marina recuerda su situación y quiere ayudarle. Mi respuesta, decirle que sí y no tenéis que cambiar de opinión, sin que se entere el, si sale rana, me lo cobráis a mi” ya nos dio remordimientos y Carlos seguro que aunque siempre se hace el duro, lo de los gemelos le llegaban a ese corazón que dice que es de piedra. Tuvo suerte de dar con el hombre “duro”

Ya estaba todo hecho y hablábamos de todo un poco, Sonia le preguntó por unos problemas o incidencias sobre su viaje a Madrid. Nos hizo un pequeño resumen y tanto Marina como yo le aportamos algunas ideas. Sobre todo marina que en ese terreno era la más entendida. Carlos nos ofreció ir con él. Estaba dispuesto a retrasar unas horas la salida y esperarnos. Como tonto no es y no lo hizo por mí, que sabía que iba a decir que si, dijo que se iba a tomar un café mientras lo decidíamos, ya que no nos habíamos dignado a comprar una cafetera, diciéndonos mientras se iba que eso era lo primero y riéndose. Marina que no quería que Sonia supiera nada, ponía unas pegas que eran infantiles y Sonia para quitar hierro suelta de sopetón “si es que fíjate Carlos, tan duro y luego tan blando, que se pone tan pasteloso que ahora mismo no se si le daría dos hostias o directamente me lo follaría” era de boca rápida pero luego más vergonzosa de lo que a simple vista parecía. Se le iba la fuerza por la boca.

Fuimos al final con él. El viaje de ida fuimos hablando de todo tipos de temas, música, de algún libro, cine, política, trabajo, relaciones humanas, sin temas de sexo. El viaje se nos hizo corto. Con las prisas solo se pudo conseguir una habitación doble, de todas maneras al llegar Carlos, que le conocían bien en el hotel intentó conseguir una habitación más y no fue posible. Marina y yo dormiríamos juntas. Se que Marina o eso pienso, esperaba que Carlos hiciera algo y yo esperaba que alguna noche estaríamos juntos, hasta pensé que estaríamos los tres juntos, conociendo a Carlos, era la opción con más probabilidades. Después de ver desnuda a Marina, la verdad que dudaba hasta de mí. Tenía un cuerpo bonito y perfecto. Vestida parecía otra cosa.

La primera cena la hicimos los tres solos. Esperaba ver alguna señal por parte de Carlos y nada, no se produjo. Nos fuimos a dormir. Pues pasaron los días y no hubo por parte de Carlos la más mínima insinuación. No nos había llevado a Madrid para montarse ni un trio, ni un dúo. La vuelta como la hicimos el domingo bien tarde, nos quedamos adormiladas tanto Marina como yo. Carlos puso música de la que lleva grabada y solo se oía la música y algunas veces Carlos canturreando en voz baja. Nos esperaban nuestros maridos que querían tomar algo y Carlos se retiró. Quedándonos los cuatro solos y fuimos a picar algo. Había fútbol y cuando nos quisimos dar cuenta nos habían dejado solas.

· Que ya más tranquila? Ves como no ha pasado nada.**

· Es verdad, me ha sorprendido, ni una leve insinuación.**

· Jajaja Jajaja, Lo dices como enfadada.**

· No que va, solo que me ha llamado la atención.**

· Lo mismo es que no fue tan bueno lo del concierto. Como eres tan pejiguera.**

· Oye que no soy pejiguera y seguro que le deje huella.**

· Por lo que dices no sé qué pensar, porque te veo demasiado retraída.**

· No es eso, si a ti te hubiera pasado, seguro que esperarías, no sé, algo más de atención. Digo yo.**

· Pero que esperas, hasta un ciego ve que le huyes y le rehúyes. Se acerca y es como si tuviera la peste, solo te falta salir corriendo y gritando.**

· Eres muy exagerada.**

· Exagerada???? Has pensado algo? has llegado a algo con tu marido?**

· Si, PERO… le digo que lo voy a hacer, que le llamare y me tiembla todo el cuerpo y me echó para atrás. No me veo dándole al tema con mi marido delante. Si le pregunto si no le acongoja ya no verme a mí con otro, si no estar los tres en la cama y por estas casualidades tocar a Carlos sin querer, aunque sea un roce o besarme a mi después de hacer sexo oral o si se llega a correr en mi boca. Sabes lo que me contestó????**

· No, ni idea, pero seguro que no me asusto.**

· Pues es para asustarse. Me dijo y escucha bien, soy HETERO CURIOSO.**

· Pues chica, si es lo que creo más divertido. Igual que a los tíos les pone a todos ver a dos tías montándoselo, fíjate.**

· Si al final va a acertar Carlos cuando me dijo que no conocía bien a mi marido, que iba a alucinar.**

Acabó el fútbol, venían discutiendo por una jugada que cada uno decía una cosa y ya nos fuimos. Me había echado unas buenas risas con Marina, cada vez me caía mejor y era muy intuitiva, porque tenía calado a Carlos en muchas cosas, lo que pasa que le faltaba parte de la ecuación, la parte más escondida de él. Descubrió también que Carlos está raro o le pasaba algo. En parte todo por su muro de contención, que parecía que lo bajaba y lo ha subido más, que es lo que muchos preguntáis sobre ese lado oculto, que hoy lo voy a contar, porque hubo una discusión importante y no me pude callar. Por eso me voy a adelantar a otros acontecimientos y narrar la discusión. Esa discusión se dio cuando estuvimos las tres reunidas y se sumaron dos personas más, que eran muy críticas con Carlos, no por su forma de dirigir ni de trabajar, porque algunas veces parecía que se encerraba en su cascarón y no entendía.

Los que componemos la reunión sabíamos cómo así lo decía la parte critica, al estar sola el tono de voz subía, que si Carlos funcionaba a la perfección profesionalmente quería decir que era su estado anímico y personal. Por lo que decían, “no se puede traer los problemas personales al trabajo, porque enrarece el ambiente, aunque no trate a la gente mal, aunque vaya con la sonrisa forzada, hay que transmitir buena energía” la primera que salió en su defensa fue Sonia, que decía que Carlos la había ayudado mucho y que eran injustas, que todas las personas tenían derecho a estar fastidiadas en algún momento. Escuchaba, callaba y no me quería meter, pero se me encendía la sangre, hasta que ya no pude más y estallé de forma tal vez exagerada… “No tenéis ni puta idea de lo que le sucede. Bastante que esté de pie y como decís con una sonrisa, aunque sea forzada. Ha pasado en un tiempo por situaciones que una cabeza es difícil de aguantar” y me interrumpe uno para decirme, “oye, que todos pasamos por momentos chungos, que todos lo hemos pasado mal teniendo algún familiar hospitalizado, no hay que ser tremendos” y aquí me salieron los demonios “tú eres un egoísta, una mala persona, Carlos para que te enteres, ha perdido un hijo, que pasó una enfermedad larga, luego a su padre y más tarde a su madre por el covid, no es para estar algo más que jodido?” caras serias, de estupor y sobre todo Sonia, que no sé porque, pero pensaba que lo sabía. Pero el silencio a pesar de la sorpresa inicial, no era normal y veo que miran todos para un mismo sitio, me doy la vuelta y estaban Carlos y Victoria.

Nos saluda como si no pasara nada y sin más, nos anima a seguir el camino que llevamos y nos felicita porque hemos avanzado y realizado lo que estaba previsto para el mes de abril. Luego se metió en una sala a hablar por teléfono, para intentar realizar unas gestiones que sí las hacía él, nos facilitaría el camino. Mientras estaba hablando quise saber si habían oído algo y le pregunté a Victoria.

  • Cuánto tiempo llevabais ahí? Qué habéis oído?
  • Amiga, la has cagado a base de bien. Hemos oído la parte que me hubiera gustado que Carlos no hubiera oído.
  • Estará enfadado? Porque es como si no le hubiera importado.
  • A Carlos que se metan en su vida, que si está con mujeres, que si no está, que si se lo hace con parejas, todo eso le resbala. Lo que para él es una traición, intolerable, es que se hable de ese tema. Ni yo lo hablo con él, porque nadie se puede poner en lo que siente, salvo una mujer que lo logró, que le hizo ver todo de otra manera y que luego se desvaneció.

Como Victoria lo conoce como nadie, trataba de saber por dónde podría salir Carlos y ella, que es muy sincera, me decía una y otra vez que no lo sabía, porque nunca se había dado esa situación. Como lo veíamos hablar hasta sonriendo, le decía a Victoria que lo mirara y si le notaba enfadado. La respuesta me dejó helada “a Carlos no se le suele notar cuando está enfadado y el verle ahora así no quiere decir nada, pero si te va a decir algo, ya te digo que te lo dirá” salió con varias notas, nos las dio y hasta hizo algún “chiste” con lo que le había dicho alguno. Estuvimos 1h y 23m exactamente hablando en grupo, hasta que se decidió que se había acabado todo y nos íbamos cuando me dijo si me podía quedar un par de minutos y nos fuimos a la misma sala en la que había estado. Me había dado tiempo a pensar que decirle, pero me dejó sin argumentos. “Adriana como te conozco, sé que eres una bellísima persona, que siempre tratas de ayudar a cualquiera, aunque la acabes de conocer. Pero lo que he escuchado esta tarde me ha dolido mucho. Porque aunque no te haya contado muchas cosas, las has sabido porque te he abierto mi casa y mi vida. Por eso es mejor que nos distanciemos la una del otro y esto no quiere decir que no podamos seguir trabajando o colaborando, pero no me apetece que estés cerca de mi” y ahora me ha dado tiempo a pensar lo que dije y sé que no fue lo mejor que podía haber dicho.

“Carlos me duele lo que me acabas de decir y como sé que lo que te diga lo vas a pensar luego con más detenimiento, quiero decirte que lo primero que tienes que hacer, es mirar de otra manera a la vida y dejar que el tiempo te cure, porque el tiempo lo hará. Te puedo llegar a entender, has pasado mucho en poco tiempo y cuando te estarías recuperando algo, te llega otro suceso y luego el otro. No creas que con ese dolor enquistado, vas a encontrar a mucha gente que te entienda y que te tienes que abrir más” me interrumpió y de su cara había desaparecido su sonrisa habitual, no tenía una cara de enfado pero si se puso muy serio, “Adriana tú no puedes ponerte en mi lugar por mucho que lo intentes y por muy buena voluntad que pongas. No he perdido a mi hijo, porque sigo siendo su padre y sé que está conmigo siempre. Pero no me apetece hablar contigo de eso y ahora mismo de nada. HASTA AQUÍ” y eso último lo dijo con mucho énfasis y salió diciéndole adiós a Victoria, cogiendo el casco y marchándose.

Me quedé compungida y al borde del llanto si no lo hice fue porque tengo mucho aguante y porque veía a Victoria, que no se marchó y espero paciente a que saliera. Cuando salí de la sala Victoria cuando le dije que me iba para casa, me dijo que de eso nada, que nos íbamos a tomar lo que fuera y hasta hartarnos. Llame a mi marido para decirle que me iba con Victoria y como estaría, que me pregunto que me pasaba y me lo quite del medio diciendo que era una tontería que luego le contaría. Nos fuimos a una terraza donde había unas setas que daban mucho calor y que ya conocíamos. Con la primera copa que la consumí en un segundo, fui narrándole a Victoria lo que habíamos hablado Carlos y yo a solas. No dejaba de menear la cabeza y sobre eso hablamos.

  • Tú que eres quien mejor lo conoce, es un enfado momentáneo o es algo más?
  • Es algo más serio. A Carlos le puedes engañar, mentir, traicionar, estafar e incluso robar, que eso al final de una manera o de otra lo puede pasar. Esto es nuevo para ti y para mí, pero de su sentimiento hacia su hijo, es algo muy complicado de tratar y es más, si como me has dicho, por tu boca ha salido que eso el tiempo lo cura, si el fallecimiento de su familia lo has tratado como un “suceso” no sé, es complicado.
  • JODER que no lo he hecho para hacerle daño.
  • Ves de eso estoy seguro que él lo sabe, porque lo hemos visto y oído, tu vehemencia ante las estupideces, pero aun así, él no quiere que se trate lo que le ha sucedido de esa manera y menos como si fuera una batalla.
  • Me gustaría saber qué puedo hacer. Ahora mismo estoy perdida, muy perdida. No sé si hablar mañana con él. Tú qué opinas?
  • Esto que te voy a decir es solo para nosotras. Es que además va y te sucede en un momento, que no te voy a detallar, pero Carlos a pesar de que le dije como consejo que no entablara contacto con "alguien", porque le dije lo que iba a suceder con todo detalle, no me ha hecho caso y ha pasado lo que predije.
  • Encima le he pillado en el “mejor” momento, que suerte que tengo. Pues hable con él ayer y le pregunté cómo estaba y me dijo que de lujo.
  • Pues ya lo ves, que de lujo estaba. En esto si hay que darle tiempo al tiempo, porque además barrunto que le has pillado también con alguna decisión dolorosa que tiene que tomar, lo sospecho, que no lo sé de seguro.
  • No será lo que se rumorea de que vende todo y se dedica a su nuevo hobby del vino y el aceite?
  • No, que va, no va por ahí.

Ya cambiamos de conversación y fue mejor, dejaría que pasara el tiempo y vería cuál era su actitud conmigo. Solo que antes de irnos se me ocurrió preguntarle algo a Victoria, que muchas veces se me había pasado por la cabeza pero nunca se lo pregunte, “Oye Victoria, porque Carlos que os escucha sobre todo a ti, pero también a los demás incluso a mí, porque en lo profesional, en su vida no personal, como cuando va a comparar algo, escucha y hace caso en muchas ocasiones a los consejos, en su vida íntima, pasa de lo que le digan, por qué?” me sonrió, me miró, pensó lo que me iba a decir y “porque Carlos es muy cabezota, no te puede ni imaginar cuánto. Y en su vida íntima como dices y en sus sentimientos, dice que nada mas manda el. Por eso cuando ha conocido a una mujer distinta a las demás, o eso piensa él, no admite consejos de nada. Te puede escuchar, pero como si oye el mar” claro después de decirme eso, me viene a la cabeza la mujer X y le pregunto qué porque ha hecho el imbécil dejándola ir, salvo que es que esté en pareja con alguien, “esto como lo de antes solo para ti y para mí. Carlos siempre es el que conquista y conociéndole creo que esta vez necesita que le conquisten, que le muestren interés, que luchen por él. Digo que lo creo aunque lo puedo asegurar, porque le dije que eso no iba a pasar y no me dijo que me equivocaba. Aparte de que ella estoy convencida que tiene pareja, que no me quemo la mano si la pongo en el fuego, pero quien seguro sabe si tiene o no tiene pareja es Carlos, que cuando alguien le interesa, sabe todo. Que no sé cómo lo hace, pero me da que esta vez le están tomando el pelo, que si me tengo que meter la lengua donde yo sé, si me equivoco lo hare” no le pude sacar más de la mujer X aun después de varias copas.

Toca contar una novedad al margen de todo esto. Marina me lo contó y bastante enfadada, porque después de mucho pensarlo, después de muchas indecisiones, después de muchas discusiones con su marido, se decide a invitar a Carlos y se quedó muerta, fuertísima y entiendo bien su enfado, pero mejor cuento la conversación. Por lo que me cuenta todo esto ocurre el lunes día 15 de este noviembre.

  • Mira, mira y mira. Te acuerdas que esta mañana me empeñe en ir yo a llevar toda la documentación?
  • Si claro que me acuerdo que te pusiste muy pesada.
  • Te lo iba a contar después, pero era para ver si podía verme con Carlos si es que estaba.
  • Que zorra que eres, que callada te lo tenías.
  • Pensaba contártelo después y con detalle, que lo prometido se cumple.
  • Vamos ya, cuéntame no me tengas con la intriga.
  • Pues llego, le veo y le digo si tenía un momento, que llevaba un contrato que tenía un problema.
  • Te miraría serio y extrañado dicen dote que imposible.
  • Jajaja Jajaja, así fue, pero no me interrumpas. Entramos en su despacho y cuando me pide que le dé el contrato, le digo que no pasa nada con ningún contrato. Que lo había hecho para no llamar la atención y poder hablar con él.
  • Que te dijo?
  • Ya voy, me dijo qué quieres entonces? Y le digo, que te invito yo, como querías este fin de semana a cenar con nosotros. Va y me contestas sin más explicaciones, me coges en un mal momento, ya te diré algo y dio por finalizada la conversación.
  • Pero que paso, algo te diría.
  • Nada, después de que iba nerviosa, hasta me mordí una uña, porque esperaba algo sarcástico, una frase de las suyas con doble sentido, incluso que se jactara o que dijera ya te dije. Pero nunca me coges en un mal momento.
  • Menuda sorpresa.
  • Una putada, estas invitando a un tío a cenar, que este cenar significa, vente a follar conmigo en la puta cara de mi marido. Y vas y me desprecias, que huevos, para cortárselos.
  • Yo lo veo de otra manera.
  • Pues ya me dirás?
  • Piensa en que no se ha cachondeado con lo que te ha dicho, que te lo ha dicho serio. Quiere decir que está preocupado por algo o que no va a estar.
  • Preocupado por qué? Si no tiene problemas.
  • Mujer alguno tendrá y piensa una cosa, no puede ser eso que se está diciendo que vende todo o que nos absorben?
  • Creía que era un rumor. No me digas eso que me jodes, ahora que todo va de maravilla.
  • Que no se si es cierto, solo lo pongo como prueba de una posible preocupación. Porque estoy segura de que algo te dirá en algún momento.

Claro, todo esto sucedió antes de mi acertada conversación con Carlos. Porque al día siguiente de lo sucedió, Carlos dispuso que en vez de reunirnos físicamente todas las semanas un día, lo haríamos telemáticamente los lunes. Acababa de reducir del todo algún posible encuentro aunque fuera de trabajo. Me decidí a llamar a Ray y le conté con todo detalle sin olvidarme nada de lo que había sucedido con Carlos y ya lo sabía porque Victoria se lo había contado. Sabía por otro tipo de conversaciones que Ray nunca entraba en estos dilemas y que tampoco intercede por nadie, fue más expresivo que Victoria, porque me dijo lo que ella me suavizo. “Poco te puedo añadir yo a lo que ya te haya dicho Victoria. Carlos es un hombre bueno, lo sabes, pero hay una parte de él que cuando dice NO, o HASTA AQUÍ LLEGUE, no hay nadie que le haga cambiar de opinión. En eso es duro como el diamante y en la misma medida terco como una mula. Nunca lo hago, pero trataré de suavizar lo que ha sucedido aunque me mandara a tomar por culo, eso seguro. Una ventaja ahí, que no te ha cerrado las puertas, que aunque no lo creas es bueno” es un resumen de lo que hablamos, por una parte me dejó un poco más tranquila, pero por otra parte me dejó jodidisima. Como luego en los comentarios me soléis hacer la misma pregunta de distintas formas. Sobre cuál de todas las mujeres que hay a su alrededor tiene más posibilidades de encajar con Carlos, mi pensamiento es que Sonia tiene muchas más posibilidades que el resto y veo posibilidades, porque sé que a Sonia le gusta Carlos y es una luchadora, todo está en que se decida a hacer sus movimientos, porque a Carlos le gusta que le sorprendan y las mujeres decididas.

No sé si volveré a escribir sobre Carlos, porque no va a ser imposible, pero sí que va a ser difícil coincidir y más aún, porque ha suspendido las cenas de navidad por el covid y ese dinero de las cenas, lo va a incrementar en el regalo de mejores cestas de navidad. Porque íbamos a ir a ver cómo había quedado su nuevo piso y a eso tampoco estaré invitada y por supuesto que tampoco a las reformas que están terminando en el campo, que pintaba a que iba a ser algo espectacular, porque había logrado conjugar según decía, la edificación antigua y que no se puede tocar por estar protegida, pero consiguió que le autorizaran a hacer un añadido, que según contaba Ray iba a ser eso espectacular. Nadie salvo su hermano logró ver los planos y estuvo todo tapado con unas lonas de plástico azul. Todo se iba a “inaugurar” en diciembre y en principio si estaba invitada o eso se daba por entendido, hoy ya no lo tengo asegurado.