Cartas a mi Luna 5
Después de hacer el amor con ella y al tenerla entre mis brazos muchas dudas surgieron, y la batalla épica entre mente y corazón inicio
En una ciudad cualquiera, el día 19 de Marzo del 2017.
Mi Amada Luna.-
Antes que nada quiero decirte que anoche te luciste, brillabas de una manera maravillosa, o sea siempre brillas muy bien, pero anoche estabas espectacular, por eso no te escribí, me dedique a contemplar tu hermosura, bueno ahora sí, sigamos con mis locuras.
Como te ponía en la carta anterior, después de hacer el amor con ella y al tenerla entre mis brazos muchas dudas surgieron, provocando que lagrimas rodaran por mis mejias de tan grande confusión que había en mi mente, seguimos ahí abrazadas por un rato más, hasta que ella se movió y quedo a la par mía, poco tiempo después decidí ir a darme una ducha mientras ella seguía dormida, sabes Luna en ese momento debí de salir corriendo de ese lugar y alejarme de ella, pero mi estúpido corazón decidió quedarse aunque lo que paso en la ducha no lo lamento, esa fue la oportunidad para hacerla mía, y de comprobar que siempre lo había sido o por lo menos eso creía, te soy sincera su cuerpo me pertenecía en todos los aspectos, bajo el agua de la ducha bese cada parte de cuerpo, su delicada piel hacia un juego perfecto con el agua, la penetre con mis dedos y se corrió en seguida, era una explosión de placer el tenerla ahí solo para mi, esos momentos toda duda desaparece, todo miedo es desvanecido, no sé si alguna vez te hayas enamorado Luna, pero cuando uno esta junto a la persona que ama no importa nada a tu alrededor, todo simplemente parece perfecto, ni siquiera recuerdo cuantas veces se corrió en mi mano, o cuantas veces me corrí yo en la de ella, deseaba que eso no terminara nunca, pero el tiempo siempre pasa y unas veces parece que pasa más rápido que otros, salimos de la ducha hasta que quedamos sin fuerza para mantenernos de pie, aunque el deseo de seguir comiéndome a mi mujer seguía.
Pero como no todo en vida era felicidad, me tenía que regresar a casa de mi padre, esa era parte de las desventajas de estar en casa de él, aunque estar en el cuartel sería peor porque la hora de entrada es a las 7:00 pm, pero bueno, me vestí y ella me pedía que me quedara con ella, era tan especial escucharla decir “Mi vida quédate conmigo” o cosas así, y yo solo le respondía solo con besos, cuando ya estaba lista y sin ganas de irme de ese lugar la bese con mayor pasión y la deje acostadita en su cama, al llegar a la sala me da un grito y sale corriendo así desnuda hasta la sala –Rack, espera me pongo pijama y te voy a dejar hasta el carro- a mi me causo gracia y ternura porque parecía una niñita cuando se va su mami a trabajar y sale corriendo a retenerla, solo le conteste que si la esperaba y Luna esa fue la peor decisión que había tomado.
Mientras ella se cambiaba alguien abrió la puerta principal, era Gerardo, si Luna el mismo Gerardo por el cual me abandono la primera vez, me exalte tanto y solo le pregunte
-¿Qué haces aquí?, y su respuesta me mato
-soy yo quien debe hacer esa pregunta pues esta es mi apartamento-
-¿Cómo que tuyo? Este es de Laura
-Así es Raquel, aquí vivo con Laura
Esas palabras todavía rondan mi cabeza y hacen que dentro de mi pecho ardía mi corazón, no dije nada más, no tenía nada que decir, ellos eran pareja y yo solo era una noche de sexo, solo me disculpe con él y me fui casi corriendo a mi carro, mientras conducía a casa de mi padre, me reclamaba ¿Por qué no le pedí explicación? Sabes, realmente en ese momento tenía ganas de tener mi arma y dispararle en los huevos, aunque también quería disparme al corazón y sacarme de una buena vez a Laura, Luna te estoy escribiendo esto con lagrimas en mis ojos, ¿Dime que podía hacer si realmente la amaba? ¿Qué puedo hacer si cada vez que estoy junto a ella se me olvidaba todo esto que incluso ahorita estoy sintiendo?
Al llegar a casa me sentí favorecida que mi padre no estuviera, así logre llorar todo lo que faltaba de la noche, esa misma noche decidí regresarme al cuartel, le hable a la Sargento Roxana Pérez para que me ayudara a entrar, no le podía explicar porque mi voz se cortaba, solo me dijo que estuviera lista porque a las 7:00 am pasaría por mí.
Empaque la poca ropa que ya tenía, y faltando 10 minutos para la 7 de la mañana estaba en la puerta de mi casa esperando que llegara Roxana, y como toda buena sargento esta puntual, en lo que me subo al vehículo de ella alcanzo a escuchar un grito –Raquel no te vayas- vuelvo a ver y era Laura, solo alcance a hacerle seña a Roxana para que arrancara, como todo una absurda se fue tras nosotras, obviamente en el momento de llegar al cuartel no la dejaron pasar, pero para mi desgracia ya sabía dónde estaba, y si se le ocurría hacer algo estúpido como entrar la iban a encarcelar.
Al entrar Roxana me llevo directo a su oficina.
-Ahora si niña, me vas a explicar que fue todo ese desverge- por si no sabes Luna, “desverge” es una palabra para resumir desorden, problemas, relajo, y cosas similares todo en una sola vez, a esto me puse a llorar otra vez y trate de explicarle.
-Ella era Laura, la misma por la cual me castigaste en el primer partido que tuvimos fuera.
-Ni me recuerdes de eso, que te vuelvo a castigar, ¿es la misma entonces?
- Se que soy una estúpida, pase con ella toda la noche, no entiendo porque no logro odiarla, porque no puedo sacarla de mi corazón.
-No eres estúpida, solo estas enculada.
-No estoy enculada, estoy enamorada.
-No Raquel, te equivocas, estar enculada de tu primer “amor” no es estar enamorada, pronto conocerás la persona en la cual realmente amaras, un amor no lastima, no miente, y tu estas lastimada por tanta mentira, y no necesito que me expliques que fue lo que te hizo, lo único que quiero es que te centres en ser mejor, y que no te dejes hundir.
Luna esas palabras me hicieron tranquilizarme un poco, pero realmente no las creía, los días pasaron e iniciaron mis clases de ingeniería, llevaba las mejores notas en cada una de mis materias, así que simplemente trate de concentrarme en todas las cosas menos en Laura, mientras las clases continuaban empecé a conocer a diferentes chicas, y Roxana no se equivoco del todo, conocí a una chiquilla la cual me llamo la atención pero no en el sentido de amor, era como cuando estaba con Paulette, había una conexión de amistad, su nombre es Krissia, es como de esas personas a las que uno las mira y dan ganas de proteger, en todo ese año, no volví a ver a Laura, y poco a poco mi corazón comenzó a sanar, o algo así.
Todos los días que llegaba de clases la Sargento Pérez me llamaba a su oficina para que le explicara cómo me sentía, como me iba y todo eso, sabes ella se autonombro “mi madre” y me cuida como tal, todavía lo hace.
Poco a poco me fui haciendo más cercana a Krissia, y Roxana me hacia burla, me decía que esa niña estaba enamorada de mi y yo ni la pelaba, pero realmente a mi parecer ella era hetero, y bueno yo seguía en mi vida promiscua jajajaja, haciendo disfrutar a cualquiera que se dejara, pero siempre con mis piernas cerradas, no dejaba que nadie me penetrara, no lo soportaba, para mi era simplemente sexo. Un día cualquiera estaba en el baño con una chica cualquiera, la estaba besando para calentarla, cuando entra Krissia, abre sus ojos mostrando asombro, esos ojazos marrón, se acerca a nosotros, quita a la chica y me deja ir un beso que wow me dejo sin aliento, pero soy sincera contigo Luna, este beso era muy diferente al que muchas chicas me habían dado, tenía un sabor especial.
Y mi Luna hermosa, así es como empezó la historia de cómo inicio una nueva etapa en mi vida, una donde Krissia se volvería cada día muy importante, estaba muy consciente que no debía cometer el mismo error que cometí con Paulette de forzar las cosas, debía darme el tiempo de conocerla y de que ella me conozca, y eso empezamos hacer.
Roxana estaba mas que emocionada, cuando la conoció la llamo nuera jajaja, Krissia era una niña muy tierna, y bueno decirle niña no es que lo fuera, en ese entonces tenía un año menos que yo, pero es una ternurita, curiosamente no tiene el gran atractivo físico, no es atlética ni nada de eso, pero tiene un carisma que la recompensa al mil, y que gracias a eso le salen sus pretendientes, y eso provocaba que me reventará el hígado, cuando alguien trataba de acercarse, pero más que eso, la realidad era que hacía que yo recordara a Laura.
Y poco a poco ella lograba sanar cositas en mi interior, yo fui honesta, más de lo que debí, le conté que no tenia corazón para amar ni para estar con nadie mas y que no quería lastimarla, y como dicen por aquí “contra aviso no hay engaño” hasta que un día en un restaurante de ambiente, me pidió ser su novia, me llevaba una pulsera de plata con unas lunas alrededor, volví a sentir mi corazón latir dentro de mi, pero era un latido muy débil, pero latía, y en el momento que estoy por contestarle, levanto mi mirada y tras de ella estaba Laura observándome.
Así que mi querida Luna, esta vez con toda la intención del mundo te dejo picada, pero te dejo picada porque quiero saber si vale la pena seguir escribiéndote, es que Luna, es cierto me desahogo al contarte las cosas pero realmente no sé si me lees, y no es que te cuente una simple historia de mi vida, porque realmente no es así, te estoy escribiendo porque necesito un consejo tuyo, necesito saber que hacer, pero para todo eso, es necesario que conozcas un poco de mi vida, aunque la verdad, toda mi vida siempre has estado conmigo.
Pensándolo bien esperare tu respuesta Luna hermosa para volver a escribir, esperare a que me contestes que por lo menos para ti si es especial lo que yo te escribo, y que este cariño que siento por ti no sea un puto cariño como el que siento por Laura.
Hasta la próxima Luna.