Cartas a mi Luna 4

Una vez más me regreso a su boca, agregando “eres muy juguetona mi niña”

En una ciudad cualquiera, el día 08 de Marzo del 2017.

Mi Luna encantadora.-

Luna bella, te pido disculpas corazón pero he tenido un par de días sumamente difícil, mi trabajo como tú sabrás es muy demandante, y por momentos es estresante pero al menos me ayuda a evadir todo tipo de realidad, tener que concentrarme en asuntos de otros me ayuda que no esté pendiente de mis asuntos, y bueno esa es la excusa que quiero creer pero la verdad es que lo que te contare duele más, puede ser que tu lo veas tan sencillo y que yo me ahogo en un vaso con agua y puede que tengas razón, soy una débil, y sabes que es lo peor de todo, que mi debilidad tiene un nombre, a tal punto que me quita el hambre, esta noche toca cenar un pancito con café solo para no tener es estomago vacio.

Aunque eso de no comer uno o varios tiempos empezó desde el día que entre al dichoso cuartel, el día que llegue a ese lugar, me llevaron directo a un cuarto donde habían camas todas raras, es que en serio me sentí como encarcelada, el hombre que hasta ese momento se había llamado mi padre estaba en recepción dando los datos de su querida hija para que pasara encerrada las fiestas de fin de año.

A un inicio pensaba que mi dolor era ese, el que mi padre me dejara abandonada, pero al pasar el tiempo se lo agradecí, como te he dicho antes no me he llevado bien con mi familia y bueno a mi padre casi nunca lo veía. Fue por eso que entendí que mi dolor seguía llevando un nombre, y un nombre de mujer, mi dolor era dejar a Laura, prefería verla incluso en brazos de alguien más pero al fin de cuenta poder verla, ver su sonrisa aunque no fuera para mí ni puesta por mí, saber que está bien, estar ahí para ella, aunque ella no esté para mí, al final de todo lo que vivía para mí era entorno a Laura, a la que yo pensaba era mí Laura.

La cosa es que esa noche y fin de semana pase sin comer, hasta que el domingo para la cena una chica llamada Paulette con otra llamada Andrea se acercaron a mí, insistiéndome que tenía que ir a cenar, pues de seguir así me desmayaría al día siguiente, al inicio me dieron ganas de tirarles un zapato a cada una sin imaginar que ellas en especial Paulette se convertiría en una amiga indispensable después.

En cuestión de segundos tuve que analizar que si estaría ahí metida tanto tiempo o por lo menos ese fin de mes, bueno, no tanto así sino que no era de las pesadas, de las que pagaba mal cuando alguien me trataba bien, la cosa que me ayudaron a alistarme y me guiaron a un lugar súper grande que era el comedor, y para mi sorpresa veo que no éramos las únicas chicas ahí habían 2 chicas mas y un par de chicos.

Ya ni recuerdo que fue lo que cene, pero gracias a Paulette que me insistieron que debía de comer porque lo que me esperaba al día siguiente y toda esa semana fue tan intenso, a las 5:00 am tocaban una campana para que nos despertáramos, teníamos 10 minutos para salir del cuarto y directo al baño, a las 5:30 am tenía que estar desayunando, si no estaba puntual me dejaban sin comer, a las 7:00 am entrabamos a clases, tal como lo lees Luna, a clases, faltando dos semanas de terminar año estaba recibiendo clases de matemáticas, al menos las 5 chicas estábamos en la misma clase, a las 9:00 am tocaba entrenamiento, debíamos trotar 2 horas diarias, ejercicio por 2 horas más, los entrenamientos no me molestaban en absoluto, al menos lograba mantener mi cuerpo activo y no desear desesperadamente los besos y caricias de Laura.

Poco a poco me fui ambientando tanto a los horarios como a las rutinas, al llegar el año siguiente a la segunda semana llegaron un sinfín de estudiantes, algunos con aspiraciones y otros como yo por castigo, hablando de eso, Pau también estaba por castigo ahí jajajaja, no me rio por maldad, sino porque teníamos tantas cosas en común que poco a poco te iré contando.

Sabes al menos encontré algo bueno, y tenían sus grupos deportivos, y para mi suerte tenían voleibol, cuando Pau me dijo eso, mi corazón se partió, era lógico que eso me hacia recordar a Laura, pero luego esa parte masoquista viviendo dentro de mi salió a la luz una vez más y así fue como hable con la Sargento Pérez, encargada de la brigada deportiva juvenil militar, o algo así, después de tantos años ya ni recuerdo, así que luego de una evaluación física acepto mi incorporación.

Trataba de hacer todo lo posible para mantener mi mente ocupada, hacia tanto deporte como mi cuerpo soportara para llegar en la noche solo a dormir, y eso es lo que hacia todos los días, excepto los fines de semana, cuando todos se iban y quedábamos nuevamente las 3 olvidadas por las familia, las vergüenzas familiares, Pau,  Andrea y Yo, a Andrea la metieron al cuartel por adicción a las drogas pero luego de un par de meses limpia su padre opto por que tuviera licencia los fines de semana, por lo tanto nos quedábamos Paulette y yo, habíamos encontrado un pequeño lugar debajo de una ceiba, donde nos podíamos esconder libremente ver el cielo, y justamente esa noche tu mi Luna bella brillabas tan fuerte que después de la cena nos fuimos a contemplarte, estábamos tumbadas viéndote y jugábamos con nuestros dedos entrelazados entre sí, ya habían pasado 3 meses de estar en el cuartel, y con la única que podía tener la confianza para contarle algo era a ella.

Pero esa noche que estábamos las dos, mientras contemplábamos tu hermosa luz en el cielo, de repente se cruzo entre nosotras un gran silencio, seguíamos jugando con nuestros dedos, de repente nos quedamos viendo, fue hasta ese momento donde vi lo hermosa que ella era, nuestras miradas se cruzaron y sin entender muy bien porqué, las dos encontramos nos empezamos a besar, la acariciaba bajo esa camiseta verde olivo, que hoy que lo recuerdo le quedaba de maravilla, continuamos con nuestra pasión de besos, baje por su cuello, pero ella tomo mi rostro y me regreso a su boca, mis hormonas, mi coraje o lo hermosa que ella era, me provocaba que buscara sus pechos, así que volví por el camino que su cuello me llevaba a ellos, una vez más me regreso a su boca, agregando “eres muy juguetona mi niña” seguimos besándonos un par de minutos mas y nos separamos para tomar aire, quedando yo casi sobre ella.

-Pensé que me rechazarías

-No veo porque, acaso ¿tenía que hacerlo?

-Para nada Raquel, solo me sorprende, veo que eres toda una experta.

-Experta no, digamos que aprendo rápido.- Le decía mientras metí mi mano y acariciaba su abdomen, tenía algo de pancita a pesar del ejercicio que hacíamos.

A partir de ese día, teníamos una serie de encuentros casuales, que no pasaban de besos y unas cuantas caricias picantes, ella no me dejaba pasar más allá de su clavícula, y por alguna razón media extraña eso me excitaba tanto, me hacía que la deseara, todos los fines de semana eran nuestros, hasta que llego el tema que me paralizo, me pregunto porque me habían metido y abandonado en ese lugar, esa pregunta hizo que todo lo que estaba tratando de olvidar volvió a mi mente y mi corazón latía sin parar, le dije que mi padre me encontró borracha en un bar así que decidieron meterme aquí, me interrumpió con un beso muuuuuy pasional. –“Quiero la verdad Raquel”

Me desahogue con la persona que se ha convertido en mi mejor amiga hasta el día de hoy, le comente como mi vida ha cambiado después de estar con Laura, y cada vez que mis ojos se llenaron de lagrimas ella los calmo con un beso lleno de amor, y eso me daba las fuerzas para seguirle contando, en ese momento ya habían pasado casi 5 meses desde esa vez que aquel chico la invito a salir y me dejo valiendo gorro, y aun así dolía como el primer día que mis labios no sentían sus besos, en el momento que le decía a Pau que cada noche siento su cuerpo sobre el mío, fue ahí donde ella lloro, me quede impactada, no sabía que había pasado y me atreví a preguntar porque estaba ella ahí.

Me dijo que intento matarse, después que el padre de su ex la matara, ella se enamoro profundamente de la chica, su padre la descubrió haciendo el amor con Bessy, relación que duro poco mas de 3 años, al finalizar exámenes trimestrales,  Pau se fue a casa de ella para descansar de esa ardua semana, el padre de Bessy era un bebedor casual, la madre había salido a cuidar a la abuela, así que esa noche estarían solas en esa casa, gozaron un par de veces, en horas de la madrugada se despertó y comenzó a besar nuevamente a Bessy, estaban tan candentes que no escucharon entrar al padre de ella, y este al escuchar los jadeos abrió la puerta pensando que ella estaba con algún chico, al ver a Pau exploto, estaba ebrio, la tomo del pelo y la bajo de la cama, abofeteo a Bessy, Pau trato de defenderla sin éxito, pues salió rebotada contra la pared, y mientras se quedaba casi inconsciente pudo ver al tipo dar golpe tras golpe a su propia hija la cual se había puesto entre ella y su padre para protegerla.

Al día siguiente despertó en un hospital, y al poco tiempo estaba rodeada de policías interrogándola por la muerte de Bessy, su padre decidió meterla al cuartel después de dos intentos de suicidio, al menos ahí estaba protegida, sin pastillas que la matarían, me explico que no quería que yo la siguiera tocando después que nos besábamos, porque trataba de mantener la sensación de la piel de Bessy, sus palabras me hicieron sentir más basura de lo que me sentía hasta ese momento, pero ella me beso, al ver que no le correspondí me dijo:

-yo no busco reemplazo para Bessy, me gustas Raquel, me encanta el sabor de tus labios- se mordió el labio inferior y me volvió a besar, esta vez correspondí –quiero todo de ti pero hasta que tu estés segura que tu quieres darme todo de ti, no pretendo olvidar a Bessy, y tampoco quiero que tú me utilices para olvidar esa perdedora, ya estoy cansada de vivir de recuerdos y no quiero que tu vivas de recuerdos, estoy para ti para ayudarte porque desde tu primer día aquí me haz empezado a ayudar.

-no sé qué contestar.

-Es que no te he preguntado nada.

Mi Luna querida, esa noche que ella fue tan transparente conmigo, me sirvió para conocerla más, para ver la pureza que ella es, ella era el amor andando, bueno lo sigue siendo, me aconsejo muchísimo sobre enfocarme bien en las cosas, y así como ella lo hace al recordar a Bessy, recuerda todas esas cosas que vivieron juntas, como le demostró su amor en todos los aspectos, y trata de aliviar de esa forma el desenlace que ella tuvo, eso era lo que me enseño hacer, a recordar a Laura por todo lo bueno que vivimos y que eso opacara lo mal que termino, como se lo dije a ella, aprendo rápido, así que poco a poco logre que el recuerdo de Laura fuera eso, un recuerdo nada más.

Las cosas entre nosotras fue creciendo cada día con más apego, siempre tratábamos de estar juntas, aunque ella estaba en un grado superior al mío, coincidíamos en muchas cosas, y los fines de semana seguían siendo nuestros.

Antes de que iniciaran el campeonato estudiantil, fui seleccionada para el equipo de voleibol y como en ratos de practica Pau también aprendió, fue seleccionada como suplente, realmente teníamos un buen equipo, la Sargento Pérez decía estar orgullosa de lo aplicada que somos, la verdad es que ella dirigía casi todos los equipos, habían entrenadores y eso, pero la carga caía en ella.

Para mí sorpresa la Sargento esa era muy astuta y a pesar de que mi padre no había firmado una carta de salida, ella lo consiguió y después de estar encerrada tanto tiempo estaba tan emocionada en que al fin podría salir de ese lugar, llegamos al instituto de los deportes y me extraño un poco, íbamos 2 autobuses repletos, uno con los equipos femeninos de 5 categorías diferentes, Voleibol, Básquet, Futbol, natación y el otro no recuerdo bien de que eran, y en el otro autobús iban los equipos masculinos, y esos nunca me importo de que eran. Nosotros éramos de la brigada terrestre, así que en mi pinche ignorancia los estudiantiles serian contra la brigada marina, la brigada aérea y alguna otra brigada.

Nos bajamos del autobús y yo molestaba a mi niña preciosa, pues le venía diciendo que quería ver a las marineritas con sus uniformes, ella se ponía celosa, y me encantaba verla así, al bajar del autobús empiezo a ver por todos lados buscando a las dichosas marineritas, pero en cambio de eso empiezo a ver a chichillas uniformadas de colegialas, pinche suerte la mía, ahí entendí “Campeonato Estudiantil” incluía todas instituciones de educación media, incluyendo mi antiguo instituto, el corazón se me acelero pero no por emoción sino de miedo, miedo a verla y no saber qué hacer, y para seguir con mi mala racha a lo lejos logre ver a unos chicos con los uniformes del instituto, tome de la mano a Pau y me detuve.

-¿Qué te sucede corazón?

-Ella debe de estar aquí, estoy segura que está aquí, vámonos por favor, no puedo jugar, no contra ella.

-La Sargento Pérez no nos va dejar volver solas, ¿estás segura que esta ella aquí? No me dijiste que los últimos meses ella no llego a entreno, y según entendí era algo que la capitana no toleraba.

-Tienes razón en eso, pero no sé porque siento su presencia.

-Corazón ni que fuera un mal espíritu ella que sientes su presencia.

-Tonta, siempre logras poner una sonrisa, pero tienes razón es probable que ni este aquí, sabes si espero encontrarme con alguien, a quien quiero presentarte.

-¿Es aquí donde debo de ponerme celosa realmente?

-¿Cómo? ¿Por qué?

-Corazón me estás diciendo que me quieres presentar a alguien.

-Claro preciosa, quiero que conozcas a Sandra, la capitana del equipo y una muy buena amiga, me enseño muchas cosas y quiero que la conozcas, es eso nada más.

-Bueno, vamos al baño nada más y luego nos reincorporamos con las chicas.

Nos dirigimos al  baño, para mi sorpresa estaba vacío, solo nosotras dos, primero me dio un beso y luego entro al servicio sanitario y pues yo me fui al vestidero,  de esos así todo ordinario que no tienen ni puerta, me quite el pantalón que andaba para ponerme la calzoneta, así que me quede en calzón, estaba de espalda pues por si las dudas, mientras me agacho para subirme la calzoneta, siento unas manos que acarician mis piernas subiendo desde atrás de mi rodilla hasta llegar a mis pompas, mi cuerpo reconoce esas manos, pues me he quedado inmóvil, estoy eriza, siento como un cuerpo se acerca a mi estando yo aun inclinada, el peso se va recostando sobre mi espalda, hasta que está lo suficientemente cerca para susurrar a mi oído “Estaba segura que eras tú, mi amada Rack”

Escuchar nuevamente esa dulce voz, eso no era producto de mi imaginación, era ella, estaba segura que era ella, siento sus manos rodeando mi cintura y haciendo que me ponga recta, para así ella poder acercarse más a mi “extrañaba tanto tu olor mi amor” esas palabras partieron mi corazón no soportaba escuchar eso, empezó a besar mi nuca y yo parecía una tonta sin poder moverme pero realmente lo estaba disfrutando, esta sí era mi niña a la que tanto extrañaba.

Luna bella discúlpame, me acaban de llamar de emergencia, mi hermano esta en el hospital, te escribo luego mi hermosa amiga.

Besos hasta el cielo.

Atte. Raquel