Cartas a mi Luna 2
No sé si deba contarte detalles mi querida Luna, no sé que tan prudente sea eso, o me vas a ver como una desquiciada, pero bueno yo te lo contare, al menos así revivo una de mis mejores etapas, de pasar de ser una niña a ser una mujer.
En una ciudad cualquiera, el día 02 de Marzo del 2017.
Querida Luna.-
Hola mi Luna hermosa, no sé qué tan loca estaré pero haber visto esa hermosa luz de luna el día de ayer me hizo pensar que si me has leído y quieres saber más de mi, dejándome guiar de mi loca necesidad de que alguien me escuche (en este caso me lea) continuo con este pequeño caos llamado mi vida.
Como te escribí en mi carta anterior, a mis cortos 14 años conocí a mi primer amor, el famoso amor por el que uno se desvela, ese amor que te hace ser mimosa, ese amor que nunca olvidas, así es, a mis 14 años me enamore de mi mejor amiga, me enamore de Laura.
Nada parecía más perfecto que estar con ella, no existía morbo en serio, no era algo pasional, en ningún momento era por sexo, la verdad que lo más que habíamos hecho por casi un mes era el darnos besos, pero no tienes idea que besos, mi princesita besa de maravilla, es que sus labios carnosos, bien formaditos, con su brillo
sabor a cereza, pero no fue hasta el día de mi cumpleaños, el 21 de septiembre donde me sorprendió.
Ese día nos escapamos del instituto, ella había ahorrado lo suficiente para pagar un taxi que nos llevara a un rancho que pertenece a su familia en una de las playas aquí cerca, es que mi princesa lo había pensado todo, su abuela había dado la orden que nos prepararan comida y el cuarto en el que nos quedamos estaba adornado con globos, chocolates y rosas, la abuela consentía a mi princesa como toda una buena abuela.
Al llegar nos fuimos directo al cuarto, nos reímos hasta más no poder, ella había preparado comida y fue tan mágico ese momento, y de un momento a otro nos comenzamos a besar, pero estos besos eran diferentes, estos besos se sentían diferentes, era la primera vez que estábamos solas, sin tener que estar pendientes que alguien abriría la puerta y nos descubriría, pero de igual forma ella se levanto, y puso seguro a la puerta, se acerco a mí con una mirada seductora, se iba desabrochando su blusa y yo estaba muy nerviosa, se termino de desabrochar y se la quito, no era la primera vez que la veía sin blusa, muchas veces la vi en ropa interior después de darnos una ducha al finalizar los entrenamientos, pero esta vez era diferente, esta vez se dirige con una sonrisa de lado, me da la mano para que me levante del piso, y me susurra al oído –Este día tu regalo de 15 seré yo- dijo esto y me mordió la oreja, ufff eso me erizo toda la piel, la empecé a besar no solo con pasión sino con deseo, con deseo de hacerla mí mujer.
No sé si deba contarte detalles mi querida Luna, no sé que tan prudente sea eso, o me vas a ver como una desquiciada, pero bueno yo te lo contare, al menos así revivo una de mis mejores etapas, de pasar de ser una niña a ser una mujer.
Nos empezamos a besar con tanto deseo, me quito la camiseta, le quite el sostén, la separe un poco y admire su torso, sus pechos con una aureola color rosa, y ese pezoncito que parecía una cerecita tratando de brotar. No espere mes y me prendí con mi boca de uno de ellos, mientras que con mi mamo acariciaba el otro, podía sentir como ese pezón empezó a crecer dentro de mi boca, no sabía si asi se debía hacer, y tampoco me importaba, no entiendo bien como paso pero cuando reaccione ya no tenía sostén y ella me masajeaba los pechos mientras yo me los comía.
Me tiro a la cama y de un jalón me quito la falda del uniforme y creo que notó que se había arrebatado porque cuando me quito el cachetero fue muy fina, sonrío y me dice –Mami pero mira que mojada estas- dicho esto se bajo falda con todo y calzón y de un solo se tiro sobre mi, quedando todo su cuerpo al desnudo sobre mí, era la primera vez que la veía del todo desnuda, y no solo la veía sino que la sentía, entre besos y caricias descendió desde mi boca, besando mi cuello, comiéndose mis pechos, pensé que esos eran sus objetivos, pero no fue así, ese fue solo un entretenimiento, porque siguió descendiendo, lamiendo mi abdomen y haciendo estremecer mi cuerpo, separo mis piernas y comenzó a soplar, no entendía bien porque soplaba, pero Luna déjame decirte que era una sensación como ninguna, siguió besando mis piernas hasta que llego a lo mas intimo de mi, pasando su lengua para recoger mis jugos pero en vez de eso salieron mas, succionaba mi botón como toda una experta, cuando de repente uffff sentí como algo entraba en mi y me hacia explotar, entraba y salía mientras me seguía comiendo el botón, pero que rico, no tengo forma de decirte que paso, era mi primera vez con alguien, mi primera vez haciendo el amor.
En pocos minutos sentía que estaba que me orinaba o algo así, me dio cierto temor llenarla de orín porque tenía su bello rostro sobre mi y no sabía por qué diablos me tenía que pasar eso a mí en ese momento, me repetía una y otra vez, no te orines, no te orines, y en eso ella subió hasta mi labios y me dijo “¿Estas lista?” y yo quede más perdida, de lo que se refería, me besaba y se acerco a mi oído y una vez más me susurro “córrete amor, córrete en mi” y comenzó a frotarme más rápido, me besaba con tanta pasión, que no aguante mas y me orineeee, jajajaja o bueno eso es lo que yo pensaba, le pedí disculpas mil veces, y ella se moría de la risa, hasta me explico, me sentí tan ignorante, se quejaba porque yo trataba de sostener y a la pobre le dolía el brazo y yo no terminaba.
Nos reímos las dos de mi ignorancia tan grande, o sea lo había visto en la clase de psicología sexual pues, pero eso no se comparaba a lo que sentía en ese momento, ah pero esto no se acaba ahí mi querida Luna, eso era solo el inicio, mi princesita me hizo correrme como 4 veces más, hasta que me dejo sin fuerzas, pero eso no me quitaba el hecho de querer hacerla mía, de hacerla mi mujer, de sentir el sabor de su interior, ella estaba sudadita, tumbada pansa arriba en la cama a mi lado, me puse sobre ella y la bese “mami, ¿eres insaciable eh? Así que quieres más“me dijo, mientras nos besábamos, yo le sonreí y le conteste “lo que quiero es probar a que sabes” así que la bese solo para callar lo que me decía, pero la verdad es que no tenía idea de que hacer, era mi primera vez en algo así por lo cual solo me deje llevar, creo que por comodidad coloque mi pierna entre las de ella, y pude sentir lo mojada que estaba, mientras la besaba empecé a mover mi pierna y wow, sentía como se estremecía entre mis brazos, no podía dejar de besarla, sentir sus jadeos en mi boca provocaba que me mojara como que ella me tocara, seguía moviendo mi pierna, halaba su labio mientras la besaba, hasta que ya no podía mas, necesitaba probarla, pero no quería dejar de besarla, así que como pude baje de una vez hasta su botón, vi su partecita toda suave, delicada como toda ella, es que era mi princesita, como no ser tan especial toda ella, no quería ni tocarla, me daba terror lastimarla con mi boca, pero como si nada su mano me empujo hasta ella, enterrando mi cara sobre sí, sentir ese aroma fue maravilloso, saque mi lengua lo mas que pude y la pase por toda su rayita, ese sabor es como ningún, sentí como sus labios internos pulsaban al pasar mi lengua por ella, introduje mi dedo sobre ella, y se estremeció, luego metí dos, con mucho temor, lo metía y sacaba despacio, hasta que ella entre jadeos me pedía que fuera más rápido, así que eso hice, lo metía y sacaba lo más rápido que podía y mi boca se adueño de su botón, sentí como su cuerpo se curvo ante mí y de repente podía lamer sus fluidos, cálidos y con un sabor sin explicación, los lamí y volvió a salir, y cayo con un gran suspiro en la cama, yo estaba agotada y me fui hasta su boca, la bese y le dije que la amaba, que le agradecía tan bello regalo, que no había nada mejor que ella para mi, seguimos besándonos hasta quedar dormidas.
Y así fue mi querida Luna, como pase de ser una niña a ser la mujer de la niña que amaba en ese momento, aunque como te decía a un inicio mis pasos de alegría no durarían mucho, y pues eso será cosa de otra carta, la verdad me gustaría escribirte todo en una sola carta, pero no te quiero aburrir con mis cosas, y pues tampoco quiero quitarte el tiempo, espero algún día puedas contestarme, sino brilla para mí, brilla mi Luna porque tu eres la unica que no me ha dejado.
Hasta aquí me quedare por esta vez, me despido de ti con mucho aprecio, hasta la próxima mi bella Luna.
Besos de Queso!!