Carta - Quisiera yo a tu lado
Otro texto más para quien quiera leerlo :)
Si te escribo esta carta no es por otra razón que por la de justificar, y por ello explicar, la aparición de un nuevo miedo en mi ente.
Espero que no te asuste más que a mí el haber leído esa frase, pero no había manera más tierna de presentarte la situación. Exagerado como siempre he sido, el miedo al que me refería no es para nada visceral, pero sí imprevisto y abrumador. ¿Crees que se puede desear llorar al lado de tu amada? Hasta ayer yo me hubiera posicionado en el lado negativo con un paso rotundo, pero las cosas parecen haber cambiado desde que me dí cuenta de ese, por lo menos, irracional deseo.
Tenía entendido que con una persona a la que amas siempre se quieren compartir bellezas. Quiero decir, que siempre he querido contigo reír, pasear, dormir o no dejarte hacerlo; pero nunca algo como esto... ¿Quién me iba a decir que desde hace días tenga ganas de llorar a tu lado? No quiero, ni mucho menos, que me hagas llorar. A lo que me refiero es que tengo unas ganas colosales de compartir contigo esos momentos que no son tan memorables. O tal vez sí lo sean. Lo que tengo seguro es que serán emotivos y algún día llegarán. Por el momento, lo que tengo claro es que cuando pueda verte llegar, en la estación que sea, te abrazaré con todas mis fuerzas y no pondré oposición alguna a que esas lágrimas que tantas ganas tienen de verte hagan acto de presencia.
Solo eso quiero decirte, para no entretenerte ni hacerte pensar que las cosas no van bien, sino al contrario. Que las lágrimas quieren saltar del gozo de verte, o de la pena del tener que dejarte, soltándote sólo por unos días, hasta nuestro próximo encuentro.