Carta para Mariana, lesbiana y recién soltera

Caso real: segunda carta para Mariana, ahora recién separada de Jazmín.

Contexto: ésta es la segunda carta real que escribí para una pareja lésbica, amigas mías ambas, de 25 años las dos, que estaban pasando por una crisis. Finalmente decidieron, de manera amistosa, poner punto final a su relación. Cuando lo supe, vi a Mariana y conversé un poco con ella: está tranquila y segura de lo que hace; si ella se siente estable, yo me quedo tranquilo.

Dado que la primera carta, pese a no ser un relato y a no tener una carga fuerte de erotismo, ha tenido buena acogida entre los lectores de todorelatos.com, me decido a enviarles la segunda, con la esperanza de servir a toda persona, hetero, bisexual u homosexual, que haya vivido o viva en estos momentos conflictos con su pareja.

Nota: los nombres, Mariana y Jazmín, así como las edades de ambas, son ficticios para proteger su intimidad.

Carta

Mariana:

Me dio gusto verte hoy mucho más tranquila. Si ambas tomaron la decisión de terminar pero seguir siendo amigas, sin duda es la mejor. Se abre ahora ante ti una fuente de aprendizaje, en la que puedes contestar (o al menos te sugiero que trates de hacerlo) las siguientes preguntas:

  1. Qué fue lo bueno que te dejó este noviazgo.

  2. Qué lecciones aprendiste de Jazmín.

  3. Qué aspectos de tu personalidad debes pulir para poder establecer, en un futuro, una relación duradera.

  4. Qué esperas de una futura pareja, qué estás dispuesta a permitirle, qué le piensas exigir y qué quieres darle.

Ustedes, las lesbianas, se caracterizan con frecuencia porque son muy capaces de enamorarse durante muchos años de una sola persona. Si preguntaras en España o en Inglaterra cuánto tiempo promedio de convivencia llevan las parejas de chicas que se están casando, verías que en general son varios años: cinco, diez, doce... y, sin duda, llegará el día en que estés preparada para tener una relación así: veré brillar tus ojos, enamorada, de la mano de tu novia, y un día me invitarán a comer a su casa, a su departamento. Me hablarán de sus ilusiones, de su futuro como pareja. Más tarde, tal vez una de las dos tendrá ganas de dar un hijo a la otra, y buscarán la inseminación artificial o la adopción.

Como sabes, las leyes están cambiando en el mundo: con suerte, en unos años veremos, incluso en un país en algunos aspectos tan tradicional y machista como México y pese a la resistencia de grupos anclados en la doble moral como algunos miembros radicales de la Iglesia Católica, cómo se modifican las leyes y los derechos de las parejas homosexuales se equiparan a la de los heterosexuales.

Lope de Vega, el poeta del Siglo de Oro español, definía el amor como "... beber veneno por licor suave/ dar la vida y el alma a un desengaño..." estos versos, pese a lo amargos, son veraces, aunque cuando estamos enamorados no queremos admitirlo. Sin embargo, el enamoramiento es pasajero. Cuando bajamos de nuestra nube y empezamos a darnos cuenta de que a nuestra pareja le huelen los pies o tiene un genio de la chingada la cosa cambia: entonces realmente nos enteramos de si estamos enamorados, porque amamos cuando, como decía una antigua amiga mía "...somos capaces de pisar la mierda del otro y a pesar de eso decidimos seguir junto a esa persona".

Me da gusto, Mariana querida, verte superando tu bache. Nada más me atreveré a darte dos consejos adicionales:

  1. No te enamores de una compañera de trabajo, pero si eso sucede, aconsejo que una de las dos busque de inmediato un cambio de aires. Hace años, cuando fui empleado en una gran compañía, mis amigos de recursos humanos repetían de cuando en cuando la siguiente vulgaridad: "No metas el pito en la nómina". Tenían razón, y tú eres una prueba de la veracidad de esta frase. Amiga, por tu salud mental y tal vez económica también, no metas tu vagina en la nómina.

  2. No te precipites al buscar otra pareja. Tu futura chica llegará: cuándo y cómo, no lo sabemos, pero ten por cierto que no estarás sola mucho tiempo. De hecho, casi puedo apostar a que en menos de seis meses estarás con una nueva chica (o tal vez vuelvas con Jazmín, uno nunca sabe) que te hará feliz. Mientras tanto, aprovecha tu soltería para madurar.

Te mando un abrazo afectuoso.

Paco