Carta en el Tocador

Poesia, bohemia, madrugada.

CARTA EN EL TOCADOR:

5am, la madrugada es gris y lluviosa.

El café huele a viejo, talvez debas reajustar la cafetera o subirle el sueldo.

Amaneces mujer, desnuda arropada con tus sábanas.

Tus cabellos rojizos ensortijados en mi pecho, y tu boca abierta. Y un soplo.

Me levanté y no me has sentido.

Tu sueño pesado o lo que queda de tu borrachera,

Cansada parsimonia después de la salvaje noche, o todo ello junto.

No despiertes, tesoro. No despiertes.

Tus diecinueve febreros apenas cuentas.

La sonrisa de tu madre y sus pechos tambien.

Tus mejillas ruborizadas y un gemido en tu clímax.

Por favor no me odies por desaparecer.

Sabes que lo de anoche, solo de anoche fue.

Muy a mi pesar yo tambien lo se.

Pero que será mi señora, si su amado chofer,

A su padre no pasara a recoger.

Creo que Jacinta sospecha que ayer usted me quiso.

Si por mi fuera, que lo sepan hasta los frisos,

Pero entienda usted señora mi prisa.

Que entre los dos quede como secreto nuestra cueriza.

Me retiro pues mi doña, enamorado de su pelo.

De sus ojos, de su aroma y su piel sin el velo.

Lamento tener que hablarle así a su merced.

Anoche eras "tu", hoy es "usted".