Carta e-mail respuesta de Jazmín
Así es como le contesta la correspondecia que César du Saint-Simon le envió a un posible vieja amiga u condisipula de la universidad.
RESPUESTA DE JAZMÍN GRACIELA A CÉSAR du SAINT-SIMON
Señor du Saint-Simon: Recibí su correo con mucha sorpresa y confusión. Primero pensé que era algún ex novio que me estaba jugando una broma pesada, pero luego me di cuenta que, por la diafanidad y la sinceridad de sus frases, éstas se corresponden con una realidad muy agradable que usted vivió y que yo, lamentablemente, no pude compartir con usted puesto que no soy esa Jazmín Graciela que forma parte de su pasado y a quien empecé a envidiar sanamente puesto que, luego de la sorpresa, me excite y, ya al finalizar su carta, cuando usted envía unos besos en las tetas y unos lengüetazos en el clítoris, yo los sentí directamente en el sitio y urgentemente tuve que masturbarme sentada frente al computador.
Luego del trance erótico en que usted me puso y después de un apoteósico orgasmo que brindé a su salud, pensé que la persona en cuestión podría ser mi madrina la doctora Jazmín Graciela, viuda de Rocalloso y le reenvié a ella su mensaje y ésta me contestó advirtiéndome que es usted un pervertido y que me cuide de confianzas con usted.
Me contó que por su culpa se desintegró trágicamente la familia de ella la cual se convirtió en un montón de neuróticos: que su abuelo paterno se suicidó durante un ataque de locura porque ustedes siempre hacían el sexo delante de él creyendo que estaba dormido; que su padre se transformó en un hombre débil y extraño con los animales; que un hermano se masturbó como un mico desde que los vio durante una copula y no paró hasta que le quedó el pené en la mano; que un primo de ella, fue un depravado sexual a partir de cuando vio todas las películas que usted filmó, y practicó actos de canibalismo, luego fue declarado débil mental y murió de una enfermedad espinal que se cree que fue uno de los primeros casos de SIDA; que la hermanita que los veía siempre en plena faena sexual era hermafrodita y se metió a monja; que su tía materna quedó loca-violenta de atar de solo escuchar los alaridos que mi madrina daba cuando usted se la cogía por el culo y, aunque la mamá, al parecer, gozaba de buena salud, tomó como sirvientes a un negro Mandinga y un a indio Padrote que no se separaban de ella; que el otro hermano fue desde entonces una persona nerviosa e irascible, con los genitales estirados anormalmente; que el mayordomo de la familia -quien resultó no ser sordo ni mudo- practicó el sexo nefando después que usted lo corrompió desflorándole el ano, y pasó a ser reputado por sus actividades noctámbulas como un gay vengador que, odiándose a sí mismo, odiaba a todos y, en especial a las mujeres, llegando a ser lo que hoy en día llamaríamos un "Psicópata"; y que mi propia madrina se metió a puta barata callejera durante varios años porque usted se fue para los Estados Unidos y la dejó con muchas ganas de seguir culeando. Ahora ella está practicando sus dos profesiones (la de puta y la de politóloga) en las altas esferas del gobierno revolucionario.
También me contó de una profesora que por su culpa perdió el trabajo y paró en alcohólica ya que empezó a acostarse con todos sus alumnos para ver cual de ellos podía "destruirle la cuca".
Cuando ustedes estaban en la universidad, y mientras todas esas cosas ocurrían, yo aún no sabía nada de sexo, puesto que apenas empezaba a caminar. Pero en la actualidad ya he acumulado mis experiencias y francamente quisiera poder regalarle una buena mamada para que usted se asombre con las técnicas que hoy en día hemos desarrollado nosotras las latinas. Lo primero que debe aprender a hacer una joven de hoy es a darle un buen pajazo al novio y, cuando éste esté a punto de estallar, meterse el pené en la boca y sacarle la leche con una potente mamada succionadora ¿entiende? No se trata solamente de continuar la masturbación con la boca, no, es sacarle la leche desde fondo de los cojones, que sienta que se está muriendo en la gloria, que gimotee mientras es exprimido por una mano que le masajea las bolas y unos dedos le empujan el culo. Además, la práctica del sexo anal es ahora tan normal como por cualquier otra parte del cuerpo. De hecho cualquier iniciación sexual de una jovencita hoy en día comprende de los "tres platos", y la que confiese que no sabe lo que es el sabor de la leche es objeto de burlas, como en sus tiempos lo era aquella que no se dejaba acariciar las tetas en el asiento trasero de un coche. Ya se han abandonado las practicas del "sexo sin penetración" que era lo más atrevido que las chicas "decentes" se aventuraban a hacer con un novio que sí quería penetrarla sólo por la vagina- tenía antes que casarse con ella.
Realmente me gustaría mucho tener relaciones sexuales con un depravado como usted para saber qué es lo que mi madrina califica de "depravación" puesto que no encontré nada en su mensaje que apuntase hacia una desviación, ya que cada cual hace el sexo como se le ocurre con quien tenga a mano y quiera compartirlo. Sí su esposa ha aguantado veinte años recibiendo vergajazos suyos es porque le han gustado, porque nadie puede disimular por tanto tiempo.
Yo tuve un novio al que le gustaba que le cantase salsa mientras él me daba bien a lo profundo, con ritmo, por mi cuca. Pues yo no me complicaba y le cantaba y le culeaba a su ritmo, y cuando ya acababa yo le gritaba: "¡Azúcar!".
Tuve otro novio que le gustaba cogerme vestida. Pues entonces yo me ponía una saya campesina ampulosa con un delantal, pantaletas negras de algodón abajo, botas hasta la pantorrilla, una amplia camisa con mangas largas y guantes, y primero yo le modelaba para enardecerlo con mi atuendo, palmeándome impúdicamente el bajo vientre y el trasero y anunciándole mi ansiedad por tener su verga bien calada en mis entrañas mientras él me restregaba su dureza fálica contra la hendidura de mis nalgas y, bien asida por las caderas, me lamía y resoplaba desde atrás en mi rostro. Luego me tumbaba en la cama con sus pantalones bajados a media pierna, apartaba la pantaleta y me cogía desaforadamente hasta que me llenaba de leche.
Una vez lo sorprendí vistiéndome de novia ¡con todo y el velo puesto! Y le dije que yo quería llegar al altar con el blanco vestido bañado de leche: me cogió toda la tarde y toda la noche y, cada vez que iba a eyacular, me lo sacaba de donde me lo tuviese metido y lanzaba su lechazo encima del vestido, limpiándose los restos con el velo. Aún conservo ese vestido como Mónica hizo con el suyo.
Todo lo que sea sexo me gusta y yo visito mucho una página llamada todorelatos.com que tiene escritores muy buenos como Horny, Carletto, Thecrow y Navegante, y otros no tanto como Cesar55 ¡Ojalá yo pudiese escribir sólo un poco como ellos lo hacen!
Bueno señor Saint-Simon espero que me avise cuando venga a Venezuela para darnos un revolcón en uno de los islotes del archipiélago de Los Roques y soltar nuestra imaginación para unas inolvidables vacaciones sicalípticas.
Anexo le envío una foto mía para que vea como me divierto mamando.
Saludos, Jazmín Graciela.