Carta al cristal de safo
Una carta que nunca leeras,
Esta noche fría y lluviosa, por alguna razón te trajo a mi cabeza de nuevo recordando aquellas noches frías en las que dormíamos abrazadas para darnos calor, en las q peleábamos por quien se quedaba con la cobija azul o quien con la roja, en las que discutíamos porque a mí me gustaba dormir con el TV encendido y a ti no te dejaba dormir
Pero en especial, me recordó aquella noche en la que llegue a casa y a pesar de que no te esperaba estabas allí, recostada en la cama, en esa cama que inicio como mi cama, pero que se volvió nuestra cama,
Sabes, cuando llegue y te vi allí, tranquilamente dormida, me quede helada, sin palabras, sin saber qué hacer, no te esperaba, suponía que no llegarías a dormir, que te quedarías con tus amigos, si esos a la q no les caigo bn ni me caen bn, pero decidiste dejarlos por estar conmigo y yo.....
yo llegaba esa noche de verme con ella, con aquel fantasma que siempre estuvo allí, de hablar, de intentar saber qué hacer, porque como bien dijiste una vez "eras estratégicamente lo que no buscaba" y estaba confundida, te quería, pero no eras lo que quería o lo que creía que quería
Si tan solo hubiese sabido todo lo que sucedería después, hubiese manejado las cosas de otra manera, si tan solo alguien me hubiese dicho que esa imagen seguiría en mi cabeza por un buen tiempo y que sería la que recordaría cada vez que llegara a casa o que cada vez que llegara a casa mi mente traicionera deseara verte sentada en la silla del vigilante o que no serias una tuza de dos días como todas las demás, hubiese manejado las cosas diferentes, muy diferente
Si hubiese sabido todo lo que sucedió, no te habría dejado ir, me hubiese ido detrás de ti sin importar las consecuencias, sin importar que aflorara tu ego diciéndome q no me querías, cuando tus besos me decían lo contrario, pero no lo hice, me conoces y sabes que soy igual o más orgullosa que tu y por eso cada vez q nos contactábamos teníamos nuestra excitante lucha de egos
Hubiese hecho todo lo posible por seguir sintiendo esa plenitud, paz y el poder sola con el mundo, cada vez q te recostabas en mi pecho, después de hacerlo. Nunca te lo dije, pero me encantaba esa posición, me sentía feliz y que podía sola contra el mundo, si supieras cuanto extraño eso, estarías aquí de nuevo
Pero no, no estas acá, decidiste irte, decidiste salir corriendo a tu pueblo, porque fue más fácil que enfrentar los problemas, que enfrentarte al mundo, a pesar que te di mi mano para hacerlo,
Donde queda eso de “No te presto, no te vendo o permuto, ni a tu jefe, ni a tu torpe asistente o a algunos de tus clientes”, acaso mentías, acaso todo fue un juego o una fachada, es cierto no me prestaste, no me vendiste ni me permutaste, pero hiciste algo peor, me dejaste, te fuiste, dejándome sola
Fue allí, en medio de la soledad, donde todo empeoro, donde empezó mi declive, donde no me pude refugiar en el trabajo nuevamente, aunque me quedaba en la oficina hasta las 8 o 9 para no llegar a casa y encontrarme con tu recuerdo, la representación exacta del fantasma de Silvio, y por ello, empecé a conocer diferentes bares de ambiente de la ciudad, en donde cada fin de semana salía para uno distinto, solo con el propósito de no llegar a casa o buscando consuelo en otros labios o en otros brazos, pero a la final no eran los tuyos, no eran los de “mi niña tonta” o “mi saco de huesos” y cuando reaccionaba regresaba a casa, a esa casa que se volvió la casa, así como la denominaste aquella noche que por primera vez discutimos seriamente porque hiciste algo que no me gusto y no dormimos abrazadas
Mi vida sin ti, la resumió caramelos de cianuro en la casa, era tal y como dice la canción, por ende, ya te imaginaras, que aparte de los problemas personales, empezaron los laborales, no iba a trabajar, llegaba con resaca, no cumplía con lo que tenía que hacer dentro del término establecido, deje de ser yo
En donde quedo el trato, en el que yo me perdía por tu causa sabiendo que era tu nacimiento y tú me dabas tus noches para que alborearan mi cintura, mis tus sarcásticas pisadas de barro y yo me quedaba con tus brazos que me abrigan y tus muecas de risa si mi barca se aleja de tu puerto, tus mejores momentos y tu sacrificio para que continuamente me quede. Pues como puedes ver, yo cumplí con mi parte del trato me perdí por tu causa, deje mi barca en tu puerto pero sin tus brazos que me abrigan, sin las muecas de tu risa y sin tu constante sacrificio, porque no me seguiste apresando en tus veranos o mojando mis cansadas noches, para abrazarte 15 minutos antes de irme a la oficina
Lo acepto, eras estratégicamente lo q no buscaba, todo aquello que gritaba que no quería, pero fuiste aquello que me genero la sensación buscada por años (felicidad), fuiste aquel juego que perdí, aquel fuego con el que me queme, la excepción a la regla, simplemente fuiste tu
Te preguntaras porque después de tanto tiempo, decido escribirte diciéndote todo esto y no restregándote mi ego o mis logros académicos o profesionales, como en ocasiones anteriores, pero todo ello se debe a que quise hacerlo, aunque se que no cambiara nada, ni pretendo hacerlo, tú debes tener una vida feliz junto a una ella y no quiero ni pretendo arruinarla o fastidiarla, solo quería que lo supieras, o en su defecto quería alimentarte el ego, pero simplemente me nació hacerlo así como cuando uno es humilde y decide dejar su ego a un lado a consecuencia de una fría, lluviosa y oscura noche