Carta a una amante

Como decirle a una amante muy joven lo que significa para uno, y lo que es para hacerlo realidad.

Hola,

No te quiero decir mi nombre, tengo miedo de que cuando sepas lo que te voy a decir lo tomes a mal o no te guste o sea algo incomodo para ti, de cualquier forma me gustaría que hasta que me digas que opinas de lo que te voy a decir te diga mi nombre y si quieres nos podamos ver… en fin. Solo te pido que te tomes el tiempo para leer este mensaje.

Todo empezó hace dos años, cuando entramos al colegio, solo recuerdo que cuando vi. tu apellido y en mi mismo grupo me dio mucha curiosidad saber quien eras, como eras y de donde, a partir de ahí, debo de confesar que me has gustado mucho, siempre que he podido te he contemplado, te he visto me gustan tus ojos, tu cara la forma en que miras a la gente, la forma en que caminas, asi paso el año y para el siguiente año me dio algo de temor que no fueras a seguir en la escuela, pero afortunadamente al principio del ciclo escolar ahí estabas, hermosa y a partir de ese momento note que en las cosas de la escuela te veías cada vez mejor, hasta que una vez te vi con una minifalda, debo de decirte que es la imagen mas sensual de ti que guardo en mi mente, la verdad esa imagen me dio mucha imaginación, te imaginas si esa noche te hubiera invitado a salir conmigo? Pero eso no sucedió.

Recuerdo un día que estaba en mi casa, recordé la imagen de ti con minifalda, que sexy, aunque apenas eras una niña, pero eso no me importo; empecé a imaginar una cena a la luz de las velas, en mi casa, imagina lo que te hubiera hecho primero, te hubiera dado un pequeño beso en la mejilla, te hubiera acariciado la cara, de ahí te hubiera ido desvistiendo y acariciando poco a poco, mientras nos dirigíamos a mi habitación, ya ahí me di a la tarea de quitar tu sostén, era negro, te veías impresionante, mientras me ayudabas a desvestirme, mi lengua se empezó a pasear por tu boca, de ahí por tu cuello, tu respiración se acelero, después baje entre tus senos, y empezaste a moverte; con una mano, empecé a masturbarte por encima de la tanguita mientras mi boca se apoderaba de tus senos, en ese momento me pedías que parara, re acomodaste tu cabello me diste un beso en la boca pero yo insistí, te succione los pezones hasta que gemiste de placer, te pusiste de espaldas a mi, con una mano, acaricie tus senos y con la otra hice a un lado tu pequeña tanga, me pediste que te masturbara, primero note que estabas muy humeda, y mientras de metia un dedito, tu gemias de placer, meti el segundo y empezaste a gritar, hasta que me digiste que querias sentir algo mas fuerte, te recoste en la cama y te abriste comletamente de piernas, solo me dedique a meterte mi pene lo mas hondo que pude, empezamos a mover nuestras caderas en una sincronia casi perfecta, empezamos a gemir y con cada embestida de mi pene, era un gemido mas y mas fuerte, hasta que tuvimos nuestro primero orgasmo, yo tuve que sacar mi pene y venirme en tu abdomen, lo cual te hizo gritar de placer

CONTINUARA

Es mi primer relato, escribanme a rmmf2dfmx@hotmail.com se aceptan, sugerencias, quejas, propuestas y todo lo que quieran.