Carta a mi amigo

Comienzo entonces a tocarme e imagino que esas fantasías son realidad y me sumerjo luego en ellas y las hago mías hasta que llegan los orgasmos provocados por el sutil roce de mis dedos.

Humm estaba pensando mil cosas llenas de fantasías,

creo que quiero despertar al miedo,

a la intimidación, a los sustos

y las rutinas que uno mismo impone con el tiempo.

He visto y he crecido bajo un sistema sexual

que fuera de ser maravilloso es el

síntoma de una sociedad prejuiciosa.

Estuve sosteniendo relaciones con un hombre, que

convirtió mi mundo en una rutina infernal y lejano de dejarme

la sensación sexual de una mujer de mi edad, creo que me estaba

cerrando la posibilidad de vivir otras cosas

y la rutina me enfermó.

Ahora creo estar despertando

y mis deseos se recrean inventando situaciones.

Hay algo en mí que deseo satisfacer, y quiero entender que

he vivido poco para lo mucho que me falta por vivir.

Fantasías, fantasías, vienen y me encienden en la soledad de mi habitación.

Comienzo entonces a tocarme e imagino que esas fantasías son realidad y me sumerjo luego en ellas y las hago mías hasta que llegan los orgasmos provocados por el sutil roce de mis dedos.

¡Quiero que seas parte de una de esas fantasías!

Deseo verme sometida en intimidad con dos hombres, que me posean y me hagan suya, que me provoquen emanar a una nueva mujer. Que inventen las mejores y mayores sensaciones y se descubran así mismos como a mí.  ¿Que piensas, amigo?

Lejos de ser puta, lo que quiero es vivir esos momentos y proyectarlos hasta que se los lleve el viento. Despierto húmeda y pienso en esa posibilidad. Me enferma pensar que nunca podrá ser.

La vida pasa y recuerdo sin nostalgia, mi vida sexual. Lo único que podría producir eran orgasmos y orgasmos, en el mismo cuerpo de siempre y en las mismas situaciones de siempre:

Llegar, realizar mis labores, bañarme,

colocarme cremas, poner perfume y luego dejarme besar, abrir las piernas y esperar que la carga intempestuosa de mi hombre

penetrara en mí. Si, si era bueno, no es que era malo,

sino que mi imaginación se iba y me dominada de tal modo que

yo pretendía con mis ojos cerrados en un sueño instantáneo

que esos pensamientos fueran ciertos, quitaban mi voluntad y me elevaba de tal forma que sentía mi espíritu salir casi sintiendo la muerte.

Creo que estoy preparada o quizás no, pero irreverentemente deseo más. No sólo se trata de orgasmos y orgasmo, se trata de mí y de mi vida sexual, de mi mujer interna que sabe de alguna forma que hay algo más, quiero rejuvenecer y renacer entre los olores de hombre

Y que esas vivencias me sostengan al llegar mi senilidad.

Quiero que se descubra esa dimensión en mí, sé que la tengo. ¿

Estarías dispuesto?

Revolucionan mi mente y mi piel se eriza pensando en la posibilidad de vivir, algo más, se que hay algo más.

Tengo la puta alborotada. Esa puta que es capaz de pagar por una noche como ésta. Y poco me importaría que alguno pudiera pensar que soy una sucia enmascarada detrás de las chaquetas, tacones y lo ejecutivo y más, quizás detrás de la madre educada y edificadora.

Eres uno de los escasos amigos que tengo con el que me gustaría y tengo la suficiente confianza como para hacer de esto mi realidad.

La mujer que quiere sacar su esencia, sin dejar de ser mujer delicada.

Besos llámame... escríbeme que sé yo.

Quítame esta ansiedad, convierte mis días restantes en quitar esta necesidad.

Tuya