Carta a mi amante puta

Le escribo a una madura bien puta.

Carta a mi amante puta

Erotismo con maduras.

Soñé que estabas sentada frente a tu PC, vestida sólo con tu camisa de dormir, yo entraba, nos saludábamos con un apretado, largo y amoroso beso, luego, te tomaba por la cintura, haciendo a un lado lo que estaba sobre el escritorio, te ponía sobre él, frente a la silla, y siempre tomado de tus caderas, seguía besándote, mientras me sentaba.

Acerqué la silla, mientras abrías tus piernas, poniendo una a cada lado de mi cuerpo. Comencé a acariciarlas mientras iba subiendo tu camisola... acerqué mis labios y di un beso en cada rodilla tuya, luego fui metiendo mis manos más arriba hasta que ví tu bombachita, era rosada, tipo bikini... eso y la sensación de calidez y suavidad que sentía al acariciarte y besarte, me excitaron cada vez más. La verdad es que con sólo rozar tus labios, fue suficiente para lograr sentir esas sensaciones tan bellas que sentimos cuando chateamos, mi pene ya estaba creciendo.

Entonces seguí besando tus piernas ahora iba trepando por ellas, la camisa de dormir ya estaba hasta tu cintura, tenía a la vista la bombachita, en la que se marcaba tu sexo, seguí besándote, me detuve largo rato en tus maravillosos pechos, increiblemente grandes, turgentes, mórbidos, sensuales, deseosos de ser lamidos y mamados...como esos poderosos pezones color café y sus grandes aureolas... ahora ya iba por la parte interna de tus preciosos muslos... tenía mi cara sobre ellos y tú los habías abierto más aún... era una visión maravillosa!.... llegué a tu entrepierna sintiendo ese tentador aroma a hembra excitada... apoyé mis labios sobre tu calzón, sobre tu vagina...estaba húmeda, caliente... apartando la prenda, te di un beso, hundiéndome en sus labios, mientras mi nariz rozaba tu clítoris... tú reaccionaste, apretándo con piernas y manos mi cabeza y lanzando un cálido gemido.

Me puse de pie y comenzaste a desabrochar mi camisa, mientras yo dejaba caer mi pantalón, me besaste en el pecho... quedé en slip y mi pene estaba muy erecto, sobresalía por sobre el elástico del mismo. Lo quité por completo, me miraste, suspiraste y gemiste otra vez, mientras pasabas una mano mia, por sobre tu vagina, entonces me volví a sentar y me fui a tu entrepierna besándote con más calor, tomé tus calzoncitos por los costados y los tiré hacia abajo, sacándolos los llevé hasta mi nariz y mi boca, y poniendo la parte que cubría tu vagina sobre mis labios, pasé la lengua sobre ellos, sentí ese sabor maravilloso, mi pene daba respingos, palpitaba, se desesperaba por penetrarte, lo mismo pude ver en tu clítoris, estabas muy caliente, querías sentirme sobre tu vagina, así que fui lamiendo tus piernas hasta llegar con mi lengua y mis labios a los de tu sexo, besé tu clítoris... mmmmm! Qué delicia! ...empecé a pasar mi lengua haciendo círculos sobre él, estabas muy excitada, metí mi lengua entre tus labios y fui recorriendo toda tu divina concha, qué hermosa y caliente que estaba!, seguí lamiéndote por un rato, luego metía la puntita de la lengua en tu culito, que palpitaba nerviosamente, ávido de mi verga, luego regresaba a tu cosita, y metía bien adentro mi lengua sacando y saboreando tus jugos.

Ya no aguantaba más, mi pene estaba muy parado y duro... lo tomé con mis manos y me acerqué a ti lo hice deslizar a lo largo de toda tu vagina, apretando tu clítoris, ah!, qué placer me hacías sentir, mi amor!, qué sensación espéndida sentías tú!...luego te tomé de la espalda, y te acerqué. Abrazándonos y besándonos fuertemente y haciendo rozar nuestros sexos, tú tomaste mi verga, acomodándola en tu concha para que te penetrara, entonces mi glande quedo ahí, rodeado de tus labios, sintiendo la humedad y el calor de ti y comencé a empujar metiéndolo, despacio y lentamente... Qué cosa más deliciosa!... mi pene se iba introduciendo, hasta que de un solo empujón, quedó alojado, dentro de tu cuevita de placer... con mis testículos rozando y acariciando tu adorado culo.

Así comenzamos a movernos, metiendo y sacando mi pene de tu concha...adentro y afuera, tú te movías, me tomabas de mi espalda...seguimos así por un buen rato hasta que comenzamos a sentir los estertores de un maravilloso orgasmo...

-Aaah!... Aaaah!...,Mmmmm! Qué delicia!, ya venía ese cosquilleo, esas sensaciones fuertes y placenteras que nos estremecían enteros.

-Aaah!... Qué rico amor! - decías con voz queda...

  • Ya estoy acabando!... -me hacía tanta falta, esto!-

-Dame!...dame!...dameee!... asiii!...asiii!...asiii!...

-Oooh! ya acabooo!-...-ya acabooo!-...ya!...toma todo!...tómalo!...oooh!...-qué placer!-...

...Jadeantes, susurrábamos cosas calientes al oído, nuestra respiración era muy agitada.

-Amor... te quiero!...-proseguías, anhelante-... -Cómo me haces falta!-...

Fue un orgasmo intenso fuerte, llené tu vagina con mi semen, y nos quedamos así, unidos por nuestros sexos por un buen rato, disfrutando de nuestro calor...y de la suavidad de nuestra piel. Después, con esa ternura propia de dos enamorados, nos besamos por enésima vez y nos prodigamos suaves caricias...

Fue un muy, pero muy lindo y cálido sueño...

Me gusta tanto estar contigo!...

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