Carta a Mara
Te confieso que accioné mis músculos vaginales para volver a estimularlo dentro de mi así yo recupero mi líbido al movilizar mi vagina
Carta a mara
Buen día amada Mara:
Ya no pude encontrarte ayer, lo lamenté mucho, espero no te hayas molestado por dejarme llevar por mi cachondez, te ofrezco mil disculpas, si algo de mi te molestó, pero tus palabras, tus fotos tu imagen en mi mente me llenaron de lujuria, aparte de la imprevista llegada de mi mascota, su insistencia por hundirse en mi entrepierna y lamer extasiado mis jugos sexuales, me hicieron abrirme a él como a un amante, tal y como me abriría ante ti, creo que mi clítoris estaba más que inflamado pues en los primeros lengüetazos me hizo vibrar, me estremecí y se me puso la piel de gallina, por lo cual decidí ir a atendernos.
Cuando tengo mis encuentros con gringo lo hago en el cuarto de servicio y lavado que está en la azotea, ahí me encierro con él y nadie se da cuenta de lo que pasa ahí adentro. Tan solo fue entrar cuando me tendí en el camastro con mis piernas colgadas al borde de la cama, me levanté la faldita y gringo se clavó en mi lamiendo con gran gusto, que hasta soltaba aulliditos de placer, lo obligué a mamarme pues ya estaba a punto de correrme, me relajé y dejé que mi sexo fuera llevado por el instinto animal, hasta que me hizo estallar, ¡¡¡eyaculé!!! Mi orgasmo tuvo una eyaculación en el hocico del perro, que presuroso lamió y secó mis piernas y vulva con su lengua. Pero el pobre animal bramaba de deseo, así que creí justo dejarlo descargarse, así que me volteé en la cama poniéndome de rodillas como su fuera a orar, y me ofrecí a mi amante secreto, me lamió la panocha reconociendo mi olor y sin más se montó sobre mi espalda, me coloqué a su altura y en dos estocadas me tenia penetrada hasta el fondo haciéndome exhalar el aire de mis pulmones con un gran quejido mío, lo sujeté de sus patas a mis costados para controlarlo y sentí sus embestidas frenéticas en mi panocha, y tras unos seis deliciosos minutos de follarme a la canina, lo sentí inflarse dentro de mí como un globo inmenso, y me bañó, dando un aullido sofocado, todo mi interior, fueron litros los que inyectó en mi con su poderosa vergota, pero sé bien que él tiene más carga así que cuando quiso salirse lo sujeté bien y se lo impedí. No lo dejé sacarme su verga pues de otra manera no me dejaría en todo el día y me compromete con la familia pues les extraña su actitud. Yo les dijo que posiblemente necesite una novia pues me huele y se exalta.
Te confieso que accioné mis músculos vaginales para volver a estimularlo dentro de mi así yo recupero mi líbido al movilizar mi vagina y el por el enorme tamaño de su verga seguramente, le son más sensibles mis movimientos en su poderoso tronco, sentí que volvía a menearse su tolete en mis entrañas y le removí mi culo meneando su falo en círculos, solo bastaron unos instantes para que iniciara sus embestidas veloces aunque ya con menos intensidad así que me dedique a gozar de esa cogida perruna, disfrutando su movimiento y el roce de su gran bola en mi entrada que me estimuló y hasta tuve un rico pero suave orgasmo al momento de su segunda eyaculación en las entrañas de su ama, ahora si me relajé y fui bajando mi grupa para que saliera por arriba de mi hacia mi espalda, se preparó para sacármela y aflojé mi panocha, jaló un poco mientras yo me deleitaba con el lento transitar de su bola por mi vulva, sentí deliciosamente como me la abría la máximo para poder salir de mi, se oyó el sonido de "ploff" a destaparse mi vagina, se subió por detrás de mí a la cama de un salto y su verga rozó mi espalda.
Reposé un poco mientras gringo me limpiaba con su lengua todo su semen que me escurría de la panocha junto con mis jugos, lamio y trago por igual las secreciones animales y humanas, después se atendió solo lamiéndose la verga para limpiarla. La curiosidad me llamó a ayudarle con mi boca, me acerqué a él y metí mi cabeza entre la suya y su pene, y se lo lamí, nunca la había probado, es un sabor mucho más fuerte que el del hombre, pero tiene su gusto especial, necesitarás mamarle el falo a tu mascota para que sepas lo que te digo, no lo puedo describir, es mucho más ácido y salado con un toque amargoso, en fin ya lo descubrirás si te animas a la zoofilia
Marita te narré mi follada con gringo pues quiero compartir todo lo mío contigo, no pude tomarme las fotos pues olvidé subir la cámara, pero en otra oportunidad prepararé la escenografía, lo prometo.
Recibe besos y mamadas en tus chiches y tu adorable panochita
Natt, tuya para adorarte y mamarte.