Carrie6 (2: Sabado)

El viernes había sido un gran día con Carrie, el sabado no podía ser menos, me centraría en darle todo el placer anal que tantas veces me había pedido por MSN...

CONTINUACION DE CARRIE6 (1)

Casi cuando iba a despuntar el día, el canto del gallo nos despertó, nos levantamos y nos metimos dentro de la casa, entre abrazos y besos nos metimos en la cama y caímos otra vez en un profundo sueño. Como siempre me despierto a la misma hora, no tardé demasiado en volver a despertarme, me levanté con cuidado de no hacer demasiado ruido para ir a ducharme, pero dejé la puerta del baño abierta, para ver si con el ruido del agua Carrie se despertaba y se unía a mi ducha. Reconozco que me encanta el agua, así que mis duchas no son rápidas, me encanta sentir el agua caer en todo mi cuerpo. Cuando salí de la ducha, me sequé un poco con la toalla, ya que me encanta que el agua se vaya secando sola, y salí del baño con la toalla en la cintura. Carrie no estaba en la cama, escuche un poco de ruido fuera de la habitación, el ruido venía de la cocina, y justo en la cocina me la encontré. Estaba exprimiendo unas naranjas. Solo llevaba puesta mi camisa y sus braguitas.

-Buenos días princesa! parece que ayer me porté bien, veo que me preparas el desayuno y todo.

-Claro que si, para que cojas fuerzas para que hoy también te portes bien- dijo a la vez que sonreía, casi sin mirarme.

No pude evitarlo, me acerque por detrás y empecé a besarle el cuello muy suave, al notar mis labios en su cuello, ella se estremeció. Empecé a darle besos a la vez que la giraba para ponerla mirando hacía mi, continué besándola ahora en la boca a la vez que con mis manos bajaba sus braguitas y dejaba caer la toalla al suelo, sus manos se enroscaban en mi cuello y las mías, hábilmente, estaban desabrochando la camisa. Acto seguido la agarré del culo y la levanté para tumbarla encima de la mesa, y allí la tenia de nuevo, abierta de piernas, tan mojadita, no pude evitarlo, acerqué mi boca a su delicioso coñito y empecé a comérselo.

-El desayuno tiene que ser la comida mas importante del día- dije mientras jugaba con mi lengua en su clítoris- así que no puedo desaprovechar esta deliciosa pieza.

-No… claro que no… es tuya… -dijo entre gemidos

Estaba tan cachondo que quería metérsela ya, no quería espera ni un solo minuto mas, así que me tumbe encima de Carrie y empecé a metérsela, en un momento estaba metida entera, estaba tan mojada que casi entró sola, comencé a moverme con movimientos muy calculados, la embestía muy fuerte y rápido, y se la sacaba casi del todo, a cada embestida notaba como mis huevos la golpeaban en su culo a la vez que pegaba con fuerza mi cuerpo hacia ella para rozarle el clítoris con los movimientos. Con mis manos amasaba sus preciosas tetas, a la vez que jugaba con mi boca y sus pezones. No aguantó demasiado aquel ritmo y en seguida noté sus manos apretándome fuerte la espalda indicándome que estaba apunto de correrse, justo en ese momento, cambie el ritmo y empecé a embestirla a mucha velocidad

-Dios… si… no pares… si… dios… me estas quemando…- sus gritos debían escucharse por toda la casa- me corro

Mientras se corría yo seguía embistiendo ferozmente hasta que noté que me iba a correr y se la metí todo lo profundo que pude para correrme dentro de ella. Le bese muy apasionadamente mientras mi polla iba perdiendo tamaño dentro de ella, me bajé de la mesa y la ayudé a bajar. Mientras Carrie preparaba el zumo totalmente desnuda, yo me había puesto un delantal para preparar las tostadas.

-Así da gusto preparar el desayuno, jajaja- dijo Carrie mientras pasaba por mi lado y me tocaba el culo

-Si, creo que no me importaría desayunar siempre así, jajaja- contesté yo.

Acabamos de desayunar y le dije que se duchara, que se pusiera ropa cómoda, que íbamos a andar. Ella obedeció y mientras yo aproveche para preparar unas cuantas cosas en la mochila que íbamos a llevar. Una vez lo tenía preparado, me fui para la habitación y al ver que seguía en la ducha, me metí también con ella a ducharme, fue un momento bonito, nos enjabonábamos el uno al otro, nos aclarábamos entre besos. Me salí yo primero de la ducha y me sequé un poco, cogí mi albornoz y le dije que podía salir, se lo puso e inspiro profundamente.

-mmm...… huele a ti-dijo mientras cerraba los ojos.

Claro que olía a mí, tenía la costumbre de afeitarme y echarme Hugo con el albornoz puesto, de manera que estaba impregnado de mí.

-Vístete pronto, que se nos va a hacer tarde al final, yo voy a coger la cámara de fotos que se me había olvidado echarla.

-Que bien… tendremos recuerdos!-dijo ella.

Me puse un chándal y fui a por la cámara, ya estaba listo cuando la vi salir de la habitación, con su chándal puesto y su sonrisa de oreja a oreja.

-Muy bien, así me gusta, que seas rápida, espero que no te importe andar, pero algo tendremos que andar. Pero te voy a enseñar algo que creo que te gustará.

-No se porque, pero creo que si que me gustará, hasta ahora has acertado con todo…-dijo ella sin dejar de sonreír.

Fuimos hasta la cocina y cogí unas fiambreras que tenía preparadas con la comida que había preparado para hacer un pequeño picnic. Había preparado una ensaladilla rusa, y había cortado unas bandejas de jamón y lomo para comerlo cómodamente. Como después de comer cogeríamos el coche, decidí que beberíamos refrescos en lugar de vino. Todo estaba preparado, salimos de la casa y empezamos a andar.

Por el camino íbamos jugando, riendo, contando chistes, a veces cogidos de la mano, a veces haciendo el loco, como si fuéramos dos adolescentes, Carrie tenía 19 años, pero yo tenía 31, con ella me sentía como si volviera a tener 20 años. Fuimos subiendo hasta llegar al final de un camino, que daba justo en un precipicio, en una de las esquinas, había un árbol caído, desde hacía muchos años, a la sombra de un gran sauce llorón. De pequeños nos subíamos siempre a aquel viejo árbol caído, tumbados sobre el y atravesando las manos por un hueco que tenia, de modo que podíamos pegarnos las horas mirando aquel maravilloso paisaje sin ningún peligro. Pues bien, esa era mi idea, que Carrie se tumbara sobre aquel viejo tronco y pudiera ver aquellas maravillosas vistas, como cuando yo era pequeño, con la diferencia de que ella estaría con los brazos metidos por aquel agujero que tenía el tronco y esposada, desnuda y siendo follada salvajemente.

-Te gustan las vistas?- le dije

-Es precioso, que bonito los árboles, aquel río, es todo precioso- dijo ella sin mirarme a mi.

-Pues de pequeño me tumbaba en aquel tronco, y desde ese punto se ve todo mucho mejor- dije mientras la iba llevando para el tronco.

-No me caeré?

-No dejaré que te caigas, quítate la ropa- dije mientras ponía una manta sobre el tronco.

-Toda?-me pregunto mientras se iba quitando la camiseta.

-Si, toda.

Una vez que estuvo desnuda, puse una manta sobre el tronco para que no se lastimara, la tumbé y le esposé las manos por aquel hueco que tenía.

-De esta manera no te caerás- le dije al oído

Saque la cámara de fotos de la mochila y empecé a fotografiarla en aquella posición. Cogí el bote de lubricante que tenía en la mochila y empecé a echarle en su culito, primero le iba metiendo un dedo, para que aquel lubricante hiciera bien su trabajo, la verdad es que en aquella posición no me costaba ningún trabajo que entrara y saliera.

-Te gustan las vistas?- pregunté mientras le metía el segundo dedo.

-Me encantan…ufff...… y cada vez me están gustando mas… buff…-estaba mordiéndose el labio inferior y casi no podía ni hablar.

Decidí jugar con un tercer dedo, le metía los tres dedos y se los sacaba, untaba más lubricante y volvía para dentro, mientras, con la otra mano, estaba haciendo fotografías de aquel agujero como iba poco a poco abriéndose más y mas. Así hasta que no pude más, me quité la ropa y apunté mi polla hacia aquel agujero, la unté con lubricante y empecé a meterle la cabeza poco a poco, que sensación más buena, notar aquel agujero tan prieto, en la cabeza de mi polla. Empecé a metérsela despacio, sin prisa, parecía que no tenía fin, poco a poco estaba viendo como se perdía mi polla en su culo. Carrie no paraba de gemir y suspirar, yo también estaba disfrutando muchísimo no paraba de fotografiar aquella escena.

-No me digas que no son unas maravillosas vistas?- le dije

-Si… me encantan estas vistas… son buenísimas… mmm...- dijo Carrie con la respiración entrecortada

-Lo único que te digo-en ese momento le metí mi polla entera en su culo y se la dejé dentro, como no se lo esperaba lanzó un grito- es que por estar tan altos, si gritas como ahora lo escucharán en todo el valle… y- empecé a bombear a un ritmo medio- no te lo voy a poner fácil

-mmm...… no me importa… dios! … que bueno!!… - cada vez levantaba mas la voz- me estas partiendo!!!... dios!!!... fóllame el culo bien fuerte!!!

Que cachondo me ponía viéndola en aquella postura, y gritándome que le follara el culo. Empecé a acelerar el ritmo, como la veía que disfrutaba, empecé a follarla muy fuerte, solté la cámara en el suelo, me agarré a sus caderas y fui embistiéndola cada vez mas profundo.

-Te voy a partir en dos… Dios… te pienso reventar… eres mi puta… y como puta voy a follarte el culo cada vez que quiera

-Si…-aquellas palabras parecieron encenderla mas- Claro que soy tu puta!!... podrás follarme cada vez que quieras… todos mis agujeros son tuyos… revienta a tu puta… párteme en dos!!!... aaaaaaggghhh… me corro!!!... me corro!!!

Al escuchar aquellas palabras empecé a embestirla con tanta brutalidad que sus gritos se debieron escuchar por toda la región. Tanto era el frenesí de la situación que el que se iba a correr ahora era yo, así que alcancé la cámara como pude y fotografié aquel el momento en que sacaba mi polla de su culo y empezaban a brotar los chorros de semen que iban cayendo sobre su culo, espalda y alguno incluso sobre su pelo. Estábamos exhaustos, hice algunas fotografías más de Carrie en aquella postura, con todo su culito dilatado y la solté. Se levantó como pudo mientras yo ponía la manta en el suelo y la limpiaba con una toalla pequeña que tenía en la mochila. Nos tumbamos desnudos a la sombra de aquel sauce y nos besamos. Era casi medio día, así que sacamos la comida y comimos. Mientras Carrie sacaba algunas fotos del lugar fui recogiéndolo todo, no podíamos tardar mucho en volver a la casa ya que tenía toda la tarde planeada.

Ya estaba todo recogido, así que, nos vestimos y emprendimos el camino de retorno que nos llevaría de nuevo a la casa. La verdad es que el regreso se nos hizo muy corto, parecía como si cada paso cundiera el doble. Una vez en la casa nos dimos una ducha rápida y nos vestimos. Yo elegí una camisa blanca con rayitas muy finas de color rosa, que era de manga larga, pero a mi me gustaba ponérmela con las mangas un poco subidas, un pantalón vaquero, iba cómodo pero bien vestido. Carrie era otro mundo, se puso un precioso vestido negro que resaltaba muy bien sus atributos con unos zapatos de tacón en color beige. Salimos de la casa y fuimos a la ciudad. Estuvimos toda la tarde visitando los lugares más bonitos de la ciudad, sus murallas, sus monumentos, sus edificios emblemáticos, los antiguos palacios, sus parques, sus fuentes, procuré que no quedara ningún rincón bonito sin que Carrie lo conociera. Estábamos ya en el último parque que le iba a enseñar y ya empezaba a caer la noche así que le dije:

-Tienes hambre?-le pregunté

-Un poco, empieza a ser hora de cenar-dijo mientras miraba la fuente que había en el centro del parque.

-Hoy vamos a cenar en un sitio que me dijiste que no habías comido nunca

-Donde?

-Es una sorpresa

-Sabes que no me gusta que me dejes así!

-Ya, pero, es una sorpresa… te acuerdas cuando yo quería saber la ropa que te pondrías aquella noche para que te viera por la WebCam y tu me dijiste que era una sorpresa?

-Que malo eres… si me acuerdo

-Pues te dije que me vengaría… y sabes lo rencoroso que soy… jajaja… así que… será una sorpresa… solo tardaras un cuarto de hora en saberlo… pero será una sorpresa y a la vez mi venganza

-Vale, no me lo digas… es de comer con cuchara o tenedor?

-No diré nada- dije mientras empezaba a andar.

-Jooo, dame pistas…-dijo ella mientras me seguía.

-Dentro de quince minutos lo sabrás

-Pues no te pienso hablar

La verdad es que no me hablo en todo el camino, la esperé para quedar a su altura y pase mi brazo por su cintura, acto seguido pasó el suyo por la mía y apoyo su cabeza en mi hombro.

-Eres tonto… me tratas mal… ya no te voy a querer

-Vaya… pues haces bien en decírmelo, así no te hago perder el tiempo, te acerco a la estación de autobuses enseguida

-Siempre tienes que ponerte tan chulito… si no fuera por las cosas que me haces… y lo bien que me tratas… jajaja

-Por eso me aprovecho de la situación

Continuamos andando y Carrie se paraba en cada escaparate a ver ropa, cuando le dije que tardaríamos un cuarto de hora no pensaba en que pararíamos a ver todos y cada uno de los escaparates. Hasta que a los cuarenta y cinco minutos llegamos a la puerta del restaurante asiático, era uno de esos buffets libres, donde puedes elegir lo que comes, como te lo preparan y todo. Yo ya había estado en muchas ocasiones, así que sabía lo que me gustaba y lo que no, pero Carrie no sabia que coger, así que le dije:

-Coge un plata grande, y échate un poco de cada cosa, así lo que te guste lo comes y lo que no, pues no

-Pero si no me lo como?

-Pues no pasa nada, lo llevamos al montón de platos y ya esta.

-Vale, vamos a coger cosas

Y así pasamos la cena, riéndonos, entre las caras que ponía Carrie, encima se había cogido unos palillos chinos para intentar comer con ellos, incluso una de las camareras se sentó con nosotros a la mesa para enseñarla a cogerlos. Fue una cena muy agradable y divertida, nuestra nueva amiga nos obsequió con un bonito abanico de madera y unos chupitos de licor de flores. Nos despedimos de nuestra nueva amiga y nos fuimos.

-Pues la verdad es que estaba mejor de lo que me pensaba… y la salsa naranja estaba buenísima con las bolitas de cerdo, como se llamaba? – me preguntó Carrie

-Salsa agridulce

-Muy buena, si señor, muy buena… y las gambas recién echas

-Jajaja, veo que he acertado con el sitio para cenar

-Si, y encima me han regalado un abanico!

-Bueno, pues ahora empieza la noche… te doy dos opciones, te puedo enseñar las mejores discotecas de la ciudad, los mejores pubs o… podemos ir a casa y tomarnos alguna copa, bañarnos en la piscina

-Venga, vamos al coche que nos vamos para casa…jajaja- me dijo sonriendo

-Bueno, creo que has acertado con la elección, no me apetece estar empujándome con la gente

-No quieres empujar… pero si yo te pido que empujes – dijo mordiéndose el labio inferior- empujaras, verdad?

-Como si me fuera la vida en ello

-Justo la respuesta que quería oír… así que, vámonos al coche que ya tengo ganas de ponerme el bañador para que me lo quites… jajaja

-Pues entonces para que te lo vas a poner?

-Ya te lo he dicho… para que me lo quites…jajaja

-Vale… a lo mejor no te lo quito y solo lo aparto…-estábamos demasiado lejos de casa como para seguir calentando la situación.

-Vamos a dejar la conversación, porque me estas poniendo…-volvió a morderse el labio.

Llegamos al parking, nos montamos en el coche y le dije:

-Ahora quiero que te quites las bragas, y que te abras de piernas.

-Aquí en el coche?

-Si, en el coche, y quiero que hasta que lleguemos a la autovía te vayas masturbando poco a poco

-Pero me va a ver la gente- dijo cuando ya se había quitado las bragas y estaba abriéndose de piernas- en fin, lo que tu digas, que para eso soy tu puta

La miré con cara de satisfacción y salimos de aquel parking. Por el camino, más de una persona se dio cuenta de que estaba abierta de piernas, masturbándose, incluso algunas personas que pasaban por los pasos de peatones se nos quedaban mirando, justo en ese momento metía yo mi mano entre sus piernas y les veía las caras llenas de envidia. Carrie era una mujer muy espectacular, tenía unos pechos muy grandes, como me gustan a mí, de modo que me sentía el ser mas envidiado de toda la ciudad cada vez que me miraban. Me apresuré a salir de la ciudad para coger la autovía. Una vez en ella, metí la quinta velocidad y puse mi mano en su coñito, que evidentemente estaba totalmente empapado, así que proseguí con el masaje que se había empezado ella, jugando con su clítoris, dibujando pequeños círculos, hundiendo mis dedos en su coñito, la veía volverse loca, suspiraba, gemía suavemente. Su cuerpo se estremecía, el momento de llegar al clímax estaba apunto de llegar, así que aceleré mi ritmo y empecé a girar mas rápido sobre sus clítoris. De repente con la mano derecha se agarró a la puerta del coche y con la mano izquierda a mi pierna, cada vez con mas fuerza, hasta que al final se corrió en mi mano.

-Buff… me alegro de no haber escogido la discoteca… me hubiera perdido algo tan bueno… jajaja

-Bueno… seguramente ahora estaríamos follando en los lavabos… pero creo que has acertado en la elección… todo se verá

-Tengo muchas ganas de meterme en la piscina

-Y yo de metértela en la piscina… -siempre estaba jugando con las palabras, era algo muy normal en mí.

-Ahora si que tengo muchísimas ganas de meterme en la piscina…jajaja

El viaje se nos hizo muy corto, íbamos calentándonos cada vez un poco mas, de modo que cuando me baje para abrir la puerta de la verja, metí el coche y cerré aquel enorme candado. Al volver al coche, Carrie se dio cuenta que tenia una importante erección y me dijo:

-Madre mía, o te das prisa en llegar a la casa o aquí mismo me subo encima de ese pollón

En plan broma, salí derrapando por aquel camino de tierra conduciendo muy rápido como si de una carrera se tratase. Llegamos a la casa y entramos dentro, di las luces del porche que daban claridad a la piscina y empecé a desnudarme mientras besaba a Carrie.

-Dame un segundo, vuelvo enseguida – me dijo

-Ahora te vas? – le dije señalándome la erección en mi pantalón

-Vuelvo en un segundo

-Pues como quieras – dije mientras me bajaba los pantalones y los calzoncillos dejando mi polla erecta al aire- pues nosotros nos vamos al agua

Al decir esto me tiré de cabeza al agua, que estaba a una temperatura ideal. A los pocos minutos apareció Carrie con su bikini, era un bikini muy bonito, negro de los que se abrochan al cuello, que no llevan broches, que es todo con nudo. Me miró y poso para mí, como si de una modelo se tratara. Se acercó a la escalera y me puse justo enfrente de ella, se iba metiendo poco a poco mientras yo me acercaba dando pequeños pasos. Justo cuando la tenía delante, puse mis manos en su cabeza y empecé a besarla apasionadamente, poco a poco mis manos descendían buscando el nudo del bikini que poco tiempo me costo soltar, enseguida tenia sus preciosas tetas contra mi cuerpo mientras seguía besándola. Fui bajando mis manos hacia la parte de abajo del bikini que tampoco me costó demasiado quitar ya que Carrie me ayudo, era una delicia, sentir el frescor del agua en nuestros cuerpos desnudos. El grado de excitación era increíble por parte de los dos, no pude contenerme ni un solo segundo más. Fui dándole la vuelta mientras besaba su cuello a la vez que la iba llevando al filo de la piscina. Una vez en el filo de la piscina la apoyé contra la pared, cogí mi polla y la puse en la entrada de su culito tan apretadito, Carrie estaba tan excitada como yo.

-Venga, métemela ya, vamos, a que esperas…-las palabras de Carrie me quitaron cualquier tipo de duda sobre si debía lubricarla antes o no

-Muy bien puta, esta vez te voy partir en dos…-y se la fui metiendo sin ninguna contemplación, entro hasta tocar con los huevos en su coñito.

-Dios… que bueno… fóllame… fóllame… fóllame fuerte… aaaagghhhh….

Mientras decía estas palabras yo estaba embistiéndola con tal brutalidad, que el agua salpicaba fuera de la piscina, muchos de sus gritos eran interrumpidos por el agua que entraba dentro de su boca, pero yo no tenía intención de parar, aquel culito tan estrecho, y a aquella velocidad, seguro que no aguantaría casi nada, pero me daba igual, me había agarrado a sus caderas y cada vez intentaba embestirla mas fuerte. Perdimos la noción del tiempo, no sabría decir si duramos un minuto o duramos treinta, lo que si que se que de repente Carrie empezó a estremecerse y a gritar.

-Me corro, me corro… me corrooooooooo…mmmmmmm….

Y yo no pude evitarlo tampoco y me corrí dentro de su culo. Me quedé un poquito con la polla dentro mientras le acariciaba las tetas y besaba su cuello por detrás, besando sus hombros, su espalda, sus brazos.

Salimos de la piscina y nos quedamos un poco sentados en el borde de la piscina, con los pies en el agua. Entonces decidí ir a la cocina a buscar un boté de nata y chocolate liquido. Volví a la piscina y Carrie estaba tumbada en el césped, así que le pregunte.

-Que te apetece de postre, nata o chocolate?

-Prefiero chocolate

-Esta bien-dije mientras quitaba el tapón al bote de nata-pues yo tomaré nata

Y empecé a ponerle puntos de nata en el cuello, entre los pechos, en los pezones, en su ombligo, para acabar poniendo mucha mas cantidad en su coñito. Empecé en el mismo orden que había puesto la nata a chuparla, con mucha tranquilidad, sin ninguna prisa, fui pasando mi lengua por su cuello, por entre sus pechos, Carrie se estremecía, me fui a los pezones, que lamía y mordisqueaba, ya la escuchaba con pequeños gemidos, bajé hasta su ombligo, que a la vez que lo chupaba se lo besaba y llegué a su coñito. Fui dándole lametones cortos, para quitar la primera capa de nata, entonces, apoyaba mi boca y succionaba, metía mi lengua todo lo que podía en su coño totalmente empapado, sus gemidos cada vez eran mas sonoros, no podía evitar mirarla de vez en cuando para ver lo excitada que estaba, me dedique a subir con la lengua la nata hacia su clítoris para así acabar jugando con él, cosa que la enloqueció hasta que apoyo sus manos en mi cabeza y empezó a convulsionar, se estaba corriendo de nuevo. Levanté mi cara y subí por su cuerpo besándola, pasando por todas las partes en las que antes había nata, hasta llegar a sus labios, donde me centré más y fui más apasionado. Carrie, con sus manos en mis mejillas me dijo.

-Ahora me toca a mí, túmbate aquí a mi lado

Dicho esto, obedecí y me puse a su lado, mientras ella abría el bote de chocolate líquido. Una vez tumbado, empezó a echarme el chocolate en mi polla y sin más dilación comenzó a chapármela. Que bien lo hacía, tan profundamente, jugaba con su lengua por la cabeza de mi polla, después ponía su lengua para hacer más presión en la parte de debajo.

-El chocolate esta bueno- me dijo mirándome con cara de pícara- pero me gusta mas con leche… podrías hacer algo?

-Sigue como vas que vas por buen camino

Y empezó a hacerme una mamada mucho más rápida y succionando cada vez más, cuando vio que ya no quedaba nada de chocolate se incorporó y me ayudo a incorporarme a mí. Una vez estábamos levantados, me cogió de la polla y empezó a andar hacia el borde de la piscina que menos cubría.

-Siéntate en el borde- me dijo mientras me soltaba y se dirigía a las escaleras- voy a hacerte algo que te va a encantar

Me senté en el borde viéndola como se metía en el agua y esperando con ansía saber lo que me iba a hacer. Una vez dentro se acerco a mí y me puso las tetas en la polla, y empezó a hacerme una cubana. Me estaba follando las tetas de Carrie, y encima de vez en cuando, me daba un lametón en la cabeza de mi polla. Así estuvo un rato hasta que me miró a los ojos y me dijo.

-Quiero tu leche, dame tu leche ya!!!

Justo en ese momento empezó a chapármela muy fuerte, y como estaba tan excitadísimo no pude aguantar mas, le lancé dentro de la boca unos grandes chorros de semen. Fue una corrida buenísima, tenía a Carrie delante de mí, tragándose toda mi leche, con cara de satisfacción.

-Necesitas mas leche para el chocolate?-le dije yo

-Para el chocolate no… pero creo que en algún sitio necesitaré mas leche

-Jajaja… todo se andará… todo se andará… jajaja… te invito a una copa, quieres?

-Claro, a que me invitas?

-Te voy a preparar un delicioso margarita, que me dio la receta una lectora de mis relatos Mexicana.

-Vale, a ver si me gusta

-Seguro que si

Fui a preparar los margaritas y cogí unos frutos secos para acompañar la bebida, al salir apague todas las luces de la casa para que Carrie pudiera ver bien lo bonito del cielo andaluz una noche estrellada. Nos tumbamos en el césped y empezamos hablar de las estrellas, a mi me fascinaba el cielo, así que sabia donde estaban los planetas y conocía alguna constelación. Así estuvimos una hora aproximadamente, entonces, me giré hacia Carrie y ella se giró hacia mi, empezamos a besarnos, cada vez mas apasionadamente y así, de lado, acerque mi polla a la entrada de su coñito y empezamos a follar de nuevo, mientras no dejábamos de besarnos, poco a poco empecé a tumbarla quedando en la postura del misionero, ella paso sus piernas cerrándolas en mi espalda y empecé a bombear suave, sin prisa, pero profundo. No podía dejar de mirarla a los ojos, en ellos veía el placer que le estaba dando, cada vez que la penetraba veía como se le cerraban los ojos, como no paraba de besarla, nuestros gemidos se ahogaban en nuestras bocas. Deje de besarla y acerque mi boca a su oreja.

-Disfruta del cielo andaluz, pocas veces veras las estrellas así

Mientras decía esto empecé a bombear mas fuerte, más rápido a besarla por el cuello, fue un momento, no aguanto ni un solo minuto, se deshizo en un orgasmo tan intenso como sonoro. Sentir sus manos arañar mis espalda, su cuerpo apretándose contra el mío me hizo correr también a mi en un momento. Me quedé en aquella postura, sobre ella, exhausto. Volví a mirarla a los ojos y la bese con mucha dulzura. Nos levantamos y nos metimos en la piscina, salimos y nos fuimos a dormir, el día ya no daba más de si, así que solo nos quedaba esperar a ver lo que nos depararía el domingo.