Carpe Diem XXXV: Slave

Porque nosotros no somos dueños de nosotros mismos, son los demas... Llena de terror puro el pensar todo lo que puede cambiar la decision de otra persona

Ale, un pasito mas cerca del final. Una vuelta de tuerca mas antes de que la maquina se ponga en marcha

Espero que os guste, y gracias por aguantar mis retrasos con las publicaciones

GRACIAS POR LEERME

-

Carlos

Los dos casi gemimos a la vez mientras nos tensábamos en el culmen, suspiramos y nos derrumbamos en la cama. Busque el cuerpo de Adri, pues me había convertido adicto a su calor, y apoye la cabeza en su pecho, sintiendo como los latidos de su corazón se habían ido normalizando

Hacía ya seis días del episodio del hospital, era jueves y de nuevo Adri y yo íbamos a llegar tarde a clase por habernos pasado la mañana follando. Mi padre estaba de turnos de mañana y noche de modo que apenas paraba por casa excepto por las tardes para dormir, así que aprovechaba para invitar a Adri a casa y…Estar con él simplemente

Mi novio, y como siempre sentí el escalofrió al pensarlo, me estaba acariciando el pelo mientras me rozaba la oreja con el dedo, haciéndome temblar de gusto levemente. Estábamos demasiado cansados para hablar, como estaba siendo costumbre estos últimos días veníamos follando hasta altas horas de la madrugada para luego despertarnos empalmados (bendita adolescencia) y con ganas de mas fiesta solo escasas cuatro horas después de haber echado el ultimo. Adri se desperezo, yo el imite bostezando. Levantándome sobre él. Mi cama seguía siendo demasiado estrecha pero los dos nos negábamos a ir a otro lado, nos traía demasiados buenos recuerdos

Adri me miro con los ojos brillantes alzándose también entre mis piernas, me beso el pecho y luego siguió con los labios las líneas de mi tatuaje

-¿Te gusta?- le pregunte

-Te hace parecer un macarilla de pueblo- comento distraídamente- Pero sí que te queda bien…-

-Me lo hice para que te fijaras en mi- me senté sobre sus piernas mientras le envolvía la cintura con las mías, sentía el roce de su polla contra mi culo mientras la mía descansaba contra su estomago, ninguno veía nada raro en la situación- No sé si hice bien…- me reí distraídamente

Apoyo su frente en la mía, echándome hacia atrás mientras me cogía la cintura con las manos

-Conseguir lo conseguiste- comento- También se fijo en ti el resto del instituto-

-Me la sudan ellos- respondí con una sonrisa

Adri se rio echándose de nuevo para atrás, el pelo le cayó en mechones sedosos y sueltos, sin la gomina reteniéndolos, por la frente

-Además es una suerte que te lo tape siempre la ropa- esbozo una media sonrisa- Me gusta pero para la intimidad o las fiestas, no sé si hubiera llevado un bien un novio con un tatuaje más visible- se apoyo con los codos en la cama, flexionando pectorales y abdominales- Yo pensaba hacerme un piercing…De coco- giro la cabeza enseñándome el lado derecho- Y en el lado gay encima-

Me reí, echándome sobre él con lentitud

-¿Tu? ¿Adri el fucker?- negué lentamente con la cabeza- Creo que nunca viviré para verlo-

Adri me sonrió con tranquilidad

-¿Apostamos?- lanzo la pregunta acabándola al pasar la punta de su lengua por mis labios, en el gesto de “ven”

Obviamente, “fui”

-

Valle

Tan abstraído estaba en dibujar que el profesor me tuvo que zarandear para que reaccionara, cuando me di cuenta y levante la vista vi que todo el mundo me estaba mirando. Extrañado tarde unos segundos en darme cuenta, había estado silbando por lo bajo todo el rato. Todos volvieron a sus cosas y el profesor me miro resignado, supongo que acostumbrado a que hiciera tonterías así

Pero me daba igual, estaba feliz. Después de días de zozobra parecía que por fin tenía un camino a seguir, esta noche Alvaro me iba a llevar a Chueca, en donde entraría por primera vez en mi vida en una discoteca de ambiente. Estaba nervioso aunque Alvaro me había dicho que no me emocionara demasiado, que era una discoteca normal solo que llena de tíos homosexuales y amigas ayudándoles a ligar, que solía abundar la pluma y los tíos feos. Pero me daba igual, lentamente estaba perdiendo la inhibiciones que durante años me tenían atados de pies y manos

Ahora podía responder sin reparo a la pregunta de “¿Qué tal te fue el viernes?” con un “Genial, me tire al camarero”. Era cosas un poco tontas pero las playas estaban hechas de granos de arena. Y la mía ahora se extendía a un mar prácticamente inabarcable de libertad

Además la historia de que de verdad me había tirado al camarero (que también se había corrido la noticia de que estaba como un tren) había hecho cambiar muchas cosas. Por alguna razón creo que nadie se lo esperaba y que hubiera pasado normalizo un poco las cosas, a fin de cuentas, ligar al salir de fiesta era normal, que no fácil, ligar con el camarero o camarera, una fantasía casi imposible para muchos. Bastantes heteros sabían reconocer los meritos, vinieran de la acera que vinieran

Estaba deseando que se acabaran las clases para poder correr a casa a ponerme lo más guapo posible. Pero antes, recordé, tenía que pasar por la urbanización de Carlos que quería contarme algo. Habia estado muy esquivo estos últimos días, también me había enterado que habían ingresado tanto a Adri como a varios de mi curso por coma etílico, no sabía que pensar y estaba sinceramente preocupado

Mi felicidad murió al instante mientras pensaba en lo mal que lo debía de haber pasado mi amigo, llevaba sin venir a clases una semana casi. Decían que Adri era de los que menos grave había estado pero el también llevaba una semana sin venir

Suspire, sabía que Carlos era fuerte pero también sabía que Adri era su punto débil. Seguí trazando las líneas del esquema que luego tendría que seguir. En mi muñeca aun seguía la sencilla pulsera de hilo que me regalo la anciana en las escalinatas del Vaticano. La seguía llevando a pesar de que, cada vez que la mirara, me traía recuerdos de ese viaje a Italia, en donde Dani rompió conmigo y soñé que me liaba con Gabi

Toda agua pasada, o eso esperaba. Intentaba no pensar demasiado en eso pero por alguna razón dolía estar cerca de Gabriel, en parte eso se había solucionado, le seguía viendo bastante amenudeo pero ahora menos. Ya que se había cambiado de gimnasio a uno del centro y se iba a hacer ayudar a su padre al almacén bastante a menudo. Como ya habíamos pensado Gabi tenía novia, con todo esto solo lo confirmaba... Pero yo debía seguir con mi vida

Quedaba poco tiempo, aun así iba mucho más adelantado que mis compañeros. El profesor paso a mi lado de nuevo mirándome la lamina, me dio una palmada en el hombro y me dejo salir antes de tiempo. Yo recogí mis cosas y salí del aula de dibujo, pensando en ir al baño antes

Caminaba por el pasillo casi vacío con la mochila al hombro, deseando llegar antes de que sonara el timbre. Como pensé estaba desierto, bebí agua echándome un poco por la cara para quitarme el sueño acumulado. Estaba haciendo eso cuando entro uno de los chavales de cursos inferiores. Le mire por el reflejo del espejo, me sonaba de haberle visto por ahí, pero como a casi todos los chicos de cursos inferiores. No debía de tener más de quince años. Parecía sorprendido de verme pero yo seguí a lo mío. Así que su saludo me pillo por sorpresa

-Hola- dijo colocándose en el lavabo de al lado para beber agua

Respondí a su saludo sorprendido

-Tu...- empezó mirando sus manos bajo el agua- ¿Tu eres el chico gay?-

Yo suspire

-Si pero mira no quiero que...- empecé alejándome hacia la puerta

-No no...Por favor espera- me cogió del brazo, por encima del codo- ¿Puedo preguntarte algo?-

Yo me fije de nuevo en el, con la piel de tono normal, pero negro en cresta baja y ojos entre el azul y el verde, delgado. Leía miedo y pánico en sus ojos, pero sobretodo muchas dudas. Supuse lo que me iba a preguntar antes de que lo hiciera y acerté, en parte:

-¿Cómo sabes si alguien es gay?- me pregunto bajando la voz hasta el mínimo audible

No había movido su mano de mi codo, como si tuviera miedo de que me fuera. Decidí ser sincero

-No lo sé...- empecé- Es algo que...Sientes, como una intuición. No sé explicarlo-

Hubo un silencio elocuente entre los dos. Yo sonreí un poco acercándome y palmeándole la espalda

-¿Tú eres gay verdad?-

El chico no dijo nada pero bajo la mirada. Al pegarme su mano se había subido, pareció notar el abultamiento de mi bíceps y sin querer lo masajeo un poco en un acto involuntario. En cuanto se dio cuenta quito la mano avergonzada

-Tranquilo- le dije-  No pasa nada, no es malo...- el chico seguía con la mirada baja- Todos acabamos encontrando a alguien-

El chico me miro, sin saber muy bien que decir. De nuevo había miedo en sus ojos

-No se lo diré a nadie, lo prometo- le asegure- Y solo date tiempo, al final cuando menos te lo esperes aparecerá ese alguien-

El timbre sonó de repente, haciéndole reaccionar dio un pequeño bote. Susurro un atropellado gracias y salió del cuarto. Yo le mire irse. Poca gente solía caer en la cuenta que, para bien o para mal, el mundo seguía girando alrededor aunque no lo vieses

-

Alex

Apoyado con los brazos sobre la mesa dormitaba felizmente. A mi lado el cuerpo de Sergi se inclinaba tomando apuntes. Yo estaba demasiado cansado y era última hora. Bostece un poco, una de las cosas buenas de Sergi era que su altura y corpulencia me tapaban cuando quería estar así

Mi amigo intercalaba los apuntes con el móvil. Y de vez en cuando me miraba y se reía por lo bajo. En una de esas sonreí con los ojos entrecerrados

-No me juzgues-

-No lo hago- respondió

Yo me reí y me volví a cambiar de posición. La mesa estaba fría pero mis brazos no, apoyando la cabeza en ellos como si fueran dos firmes cojines. Esta vez estuve muy cerca de dormirme de verdad así que decidí erguirme para no tener un accidente y quedarme dormido de verdad. Habia muy pocas cosas para hacer así que me puse a jugar con el móvil. No había casi nadie conectado, solo un par de clase y otros tantos de las otras. Gabi lo estaba pero no hablaba por el grupo, así que lo hacía con otra persona

Mi mente voló hacia el viernes pasado cuando de madrugada me había cruzado con él. En ese momento estaba muy disperso, por el alcohol y la follada que tuve con Pablo, la sensación de haber ganado. Sabía que había visto a Gabi pero no recordaba con quien había estado. Me sentía un poco frustrado porque sabía que seguro que sería la novia misteriosa de mi mejor amigo. ¿Quién sería?

Mire a Sergi, pensando. No sospechaba que lo sabía pero al menos seria un tema de conversación. Le toque el costado. La tela caída de la camiseta cedió hasta que me encontré con el firme lateral de Sergi. En el breve segundo que tardo en girarse pude notar los músculos bajo la piel hacerlo con el

-¿Qué?-

-¿Tú sabes quién le gusta a Gabi?-

La mirada de Sergi siguió tan seria como acostumbraba. Sus ojos, como los de Pablo, eran negros. Pero los de Sergi eran cálidos y los de Rúas gélidos

-No...¿Tu si?- pregunto inclinándose un poco

Negué con la cabeza, le enseñe mi móvil

-Lleva todo el rato conectado...Y Gabi no es de los que están en clase con el móvil-

Sergi se encogió de hombros

-Puede ser cualquier cosa... A lo mejor está hablando con Carlos, por saber porque no viene a clase-

Eso si que era cierto, si no fuera porque Carlos llevaba sin conectarse casi cinco horas. Pero no dije nada mas, era tontería conjeturar. Sergi había vuelto a sus apuntes. Los mire sintiéndome cansado nada más hacerlo. Eran casi mancales, solo en azul y negro, alienados, rigurosos y estrictos...Que mal me sentía viéndolos, me hacían sentir culpable

Volví de nuevo a mi móvil, me metí al tuenti a ver fotos. Casi todas eran del viernes pasado y un par de esta semana, haciendo el tonto en el gimnasio o en un bar al que fuimos Valle, Dani y yo ayer. Me fui del mí, para meterme en los del resto. Los de mis amigos ya los tenía muy vistos, la foto en el Retiro de Gabi, la de Valle con la camiseta de tirantes y el chándal antes de salir a correr, la de Carlos echando un pulso con Sergi, la de Dani con gafas de sol y posando conmigo y con Sergi y la de Sergi, como no, sentado en un banco con Dani...

En los demás perfiles de la gente vi las fotos de su fiesta en Pacha, pasándolas en algún momento vi a Rúas. Apoyado en la barra pidiendo, salía de fondo, porque la foto no iba para él. Pero podía ver sus redondeados hombros, su fuerte cuello y su sonrisa al pedirle al camarero la copa... Me sorprendí a mi mismo... Sintiendo algo... No sabía explicarlo, de ahí mi mente voló directa al recuerdo de la noche en el portal. Como me había sentido al tener el cuerpo de Pablo entre mis manos, mis besos por sus hombros, los suyos acariciándome con ternura agresiva los labios... Y como había sido follarmelo

Suspire, quitándome las imágenes de la mente. Si pudiera me alejaría de Rúas todo lo posible, pero sabía que era imposible, que acabaría viéndole de nuevo mañana por la noche

-Puta mierda- me queje en voz baja

-

Carlos

-¿Acompañarte a donde?- pregunte mientras me ponía los vaqueros

Tenía el pelo mojado y revuelto de la ducha que hacia escasos minutos estábamos compartiendo Adri y yo. El por su parte ya estaba casi vestido y no paraba de meterme prisa. Le habían enviado un mensaje pero no quería decirme quien

-A un sitio- dijo empecinado en hacerse el misterioso

Para joderle por no querer decírmelo cogí una de mis camisetas y con lentitud empecé a deslizármela por los brazos. Luego la cabeza y el pecho. Adri me miro haciendo un mohín con la boca, en dos pasos me cogió la camiseta y me la enfundó él

-Quiero que vengas conmigo...Pero no es obligatorio- me advirtió- Date prisa-

Suspire, dejando la broma para acabar de vestirme con rapidez. Al salir hacia la puerta Adri me cogió la mano tirándome de mí, yo sonreí aunque él no se dio cuenta. Me derretía el roce de sus dedos. En el ascensor me beso distraídamente, estaba bastante inquieto, yo le observe en silencio para intentar saber que le pasaba. No lo descubrí y el tampoco quiso decírmelo. Cuando salimos a la calle Adri me soltó la mano, aquí ya podía vernos alguien y empezó a andar. Aunque mi zancada era ligeramente más larga que la Adri su impaciencia hizo que casi tuviera que trotar a su lado para alcanzarle

Le solté un par de preguntas pero Adri siguió sin decirme a dónde íbamos. Al final me deje llevar suspirando, por las calle no había mucha gente, o estaban en clases o trabajando. Mi novio giro entrando en un local sin que supiera que era, le seguí sin fijarme y dentro me saludaron varios ladridos persistentes

Adri estaba de rodillas acariciándole la cabeza a un perro, con aires de pastor alemán y pelaje grisáceo que movía la cabeza intentando lamerle la cara. A su lado estaba una de las que supuse que era la veterinaria. Le estaba diciendo algo a Adri, yo tarde en reaccionar y entender lo que le decía

-...desnutrida, pero poco. La han alimentado bien en el hospital, ha estado llorando desde que la trajeron- era verdad, aun ahora gimoteaba por lo bajo mientras intentaba lamerle la cara a mi novio; cuando se levanto el perro se alzo sobre los cuartos traseros intentando ponerse a la altura de Adri- ¿Qué has decidido?-

-Me la quedo- asintió, asiendo al perro que ahora suponía que era perra

La veterinaria sonrió un poco. Diciéndole que necesitaba que firmara un par de papeles la alta médica, pero dado que era menor de edad tendría que ser su padre o madre, o alguien mayor de edad. Pero que de momento se la podía quedar, un par de días hasta que arreglaran los papeles y la adopción fuera del todo legal

Luego me miro a mí

-Tu amigo y tu...-

-Novio- la cortó Adri

Si la veterinaria se sorprendió no dijo nada

-Tu novio y tú podéis sacarla a pasear. Lleva cinco días sin salir apenas y esta como loca- nos tendió un collar, con una chapa en blanca y una correa- Y os aconsejo que pronto o me volverá loca la consulta-

Yo seguía sin decir sorprendió. Adri se agacho para colocarle el collar a la que supongo que ahora era su perra. A pesar de que esta no paraba de mover la cabeza para lamerle la cara al final consiguió encajarlo. Luego la correa, la veterinaria nos dio un par de bolsas por si acaso hacia algo en la calle. Adri me cogió del brazo para salir, mientras la perra no paraba de dar botes alrededor de los dos

-Por cierto... ¿Cómo has pensado llamarla?- pregunto justo antes de que fuéramos a salir

Adri pareció meditar durante un segundo

- Mafia - dijo antes de salir. Esta vez la veterinaria si que sorprendió

En la calle la perra tiro de la correa intentando llegar a donde fuera que quisiera ir. Pero mi novio la controlaba con maestría mientras me miraba

-¿Así que un perro?-

-Perra...Y si- me sonrió- ¿Que te parece? Me la encontré la semana pasada vagabundeando por el barrio y la traje aquí... Y ahora es mía-

Mafia al ver que no conseguía nada tirando de la correa volvió para pasarnos entre las piernas y ladrando. Adri comenzó a andar y yo le seguí, aun seguía un poco en shock. Pasamos la carretera y de camino al enorme parque del barrio. Donde se hacían todos los botellones y la Macro

-Has dicho que éramos novios ahí dentro- seguí

Adri se rio

-Si, me gusta decirlo- siguió viendo mi cara de sorpresa- ¿Te...te ha molestado que lo diga?-

-No no... Todo lo contrario- sonreí- Solo que me ha pillado de sorpresa-

-Confió en ella, sé que no dirá nada...- suspiro- Todo a su tiempo pero...Pero no me preocupa mucho la idea de salir del armario si es contigo... Pero necesito un poco de tiempo-

Me reí

-Y yo no te jode- la idea también me parecía atractiva a mí, a fin de cuentas quería comportarme tanto en público como en privado como el novio de Adri- Saliste muy lanzado del coma-

Adri se encogió de hombros Mafia no paraba de tirar hacia adelante. Olfateándolo todo

-Supongo que me di cuenta de que hay cosas que si que merecen la pena... Como tu- luego tiro un poco de la correa- Y como Mafia ... Si no la hubiera seguido, perseguido casi, hasta cogerla, llevarla a la clínica, preocuparme por ella, si hubiera tenido miedo de que me mordiera o me atacara... Puede que ahora mismo no estuviera viva-

-¿Cómo hice yo contigo?- pregunte

Adri me miro sorprendido, habíamos entrado ya en el parque. Me pregunto con la mirada, con esos zafiros que eran mi billete de ida hacia la locura

-Bueno yo también te “perseguí”, y me preocupe por ti sin miedo a que me mordieras- sonreí- Tu eres mi perrita-

Adri se rio, golpeándome el pecho con la mano de la correa. Luego se acerco y me beso

-Vuelve a llamarme perrita- dijo al separarse- Y te tendrás que pasar todo un año a pajas-

Antes de que pudiera responder Adri echo a correr. Mafia al verle empezó a ladrar. Dejando la correa lacia. Yo suspire, pero no me lo pensé mucho o pronto me dejarían atrás. Comencé a correr tras ellos

-

Alex

Inspire aire saliendo a la calle, el sol caía vertical. Derramando sus rayos sobre nosotros, Sergi tardo en salir mientras ojeaba entre la gente. En cuanto localizo la crestita rubia que estaba buscando fue directa hacia ella. Apareció a los pocos segundos con un brazo por los hombros de Dani, Gabi después de ellos. Comentamos de ir a comer y Gabi nos sorprendió diciendo que nos invitaba a ir a su gimnasio nuevo ya que había surgido el plan de ir al centro a comer

Esperamos a Valle, cuando salió le contamos el plan. Mi amigo estuvo callado un segundo pero luego dijo que tenía que ir a ver a Carlos a averiguar porque había faltado tanto y que luego había quedado con Alvaro, el camarero del local que escogí, para dar una vuelta por allí y luego salir de fiesta por Chueca. Todos ya conocíamos su plan. Caminamos cada uno hacia su casa para dejar las mochilas, Gabi yo nos despedimos de Valle hasta mañana, ya que no le volveríamos a ver si iba a estar toda la tarde fuera. Luego cada uno fue a su portal

Media hora después ya estábamos metidos en el metro, Gabi llevaba al hombro su bolsa de deporte. Dani, Sergi y yo habíamos decidió tomarse el día de hoy libre del gimnasio; Gabi como siempre se puso en plan hermano mayor fusionado con monitor de gym. Todos asentimos dándole la razón y prometiéndole que este seria nuestro día de descanso en vez de los sábados, que es el que nos solemos coger. Bajamos en sol, buscando algún lado para comer. El KFC de la plaza quedaba descartado, era toda grasa... Luego estaba el McDonald´s pero también intentaríamos evitarlo, nos pusimos a andar, buscando algún bar con un menú del día razonable

Pasamos de largo el museo del jamón entrando en la Plaza Mayor, casi todos los bares estaba abarrotados, pero uno acaba de abrir la terraza, hacia sol y el aire estaba caldeado así que acabamos sentados allí. Mientras hojeábamos los menús uno de los camareros se nos acerco. Gabi no pidió nada, sacándose su tupper de arroz con pollo. Sergi se pidió una ensalada de pollo también, Dani, dado que nunca pierde la forma por su metabolismo rapidísimo, se pidió uno espaguetis carbonara con taquitos de jamón, yo como no tenía la misma suerte de Dani me pedí una ensalada mediterránea y de primera una sopa fresca

Como era lógico primero nos trajeron los platos a nosotros. Y más tarde a Dani

La comida se desarrollo con tranquilidad, hablando de cosas insustanciales. Se notaba la complicidad entre Dani y Sergi, Gabi de vez en cuando ojeaba el móvil y sonreía... Yo me pase la lengua por los labios sintiendo el sabor de la sopa que acababa de terminar

Intente abordar el tema de la chica misteriosa de Gabi, a pesar de que hicimos el trato de no abordarle algo no paraba pincharme en la nuca, entre la bruma de los recuerdos

-¿Y que tal de chicas Gabi?-

MI amigo levantó la vista con el tenedor lleno de granitos de arroz y un trozo de pollo a medio camino de su boca

Le he pillado por sorpresa, lo se

-¿Chicas?- preguntó frunciendo el ceño

-Si claro chicas...Ya sabes, líos de faldas y eso- respondí

-Ahhh chicas...- dice, debía de estar muy metido en su mundo para haber tardado tanto en reaccionar- Bueno ya sabes, sin mucha novedad, no soy muy bueno ligando que se diga-

Sergi y Dani se quedaron callados, mirándonos a los dos alternativamente. Aunque Sergi clava su mirada en mi, seguramente recordando cuando le pregunte antes en clase

-Aquí el que suele tener líos de faldas eres tu- interviene Dani- Así que cuéntanos-

-Nah...Yo nada interesante, lo de siempre, algún polvo por aquí...Algún magreo por allá- seguí mirando a Gabi que me sostuvo la mirada, se está empezando a poner nervioso así que si que hay una chica; intenté jugármela entrando en un terreno peligroso- ¿No ibas con alguien el viernes pasado? Cuando me cruce contigo, creo que recordar que si-

Su mirada le delata.

Aunque yo ya sabía que estaba con alguien, me interesa saber quien porque algo me seguía dando patadas al cerebro

-Bueno si... Salí a tomar el aire y bueno ya sabes...Apareciste tu sin camisa- carraspea, Gabi nunca ha sabido mentir, es demasiado honesto para hacerlo

No dejo que el detalle cale, que apareciera sin camisa fue consecuencia directa de mi escena del portal con Pablo. Así que lo mejor es que redirigiera la conversación

-Ya decía yo...- sonrió intentando quitarle importancia al asunto- ¿Así que con alguien nm?- me rio por lo bajo- Ya averiguare quien es- zanje el tema, Gabi estaba demasiado tenso y por alguna razón Dani y Sergi me miraban con demasiada intensidad, pero tenía que intentarlo la ultima vez- Aunque claro, ahora que lo dices si lo pienso bien...-

-Yo si que tengo pareja- salta Dani de sopetón, intentando desviar la conversación

-Sergi lo sé- respondo haciendo un gesto con la mano para quitarle importancia

Tarde dos segundos en darme cuenta de lo que habia dicho. Los mismos que le llevo a Sergi erguirse en la silla, a Dani coger aire de golpe y a Gabi poner los ojos como platos

-¿Como...Que?- empieza Dani, bajo la mirada de los tres enseguida se puso a tartamudear y a enrojecerse visiblemente- Yo no...Sergi y yo no... Vamos que no somos novios...No...- como desesperado se lanza a por su vaso de agua, para beberlo y dejar de seguir hablando

-No sirves de mucho mintiendo peque- sonrió Sergi- Si que estamos saliendo- concluye mirándome- ¿Como lo supiste?- luego reflexiona- ¿Desde cuándo?-

Me encojo de hombros, dándome cuenta de que habia estado tensando todo el cuerpo

-Desde siempre...- les mire, Dani no me miraba a la cara y Sergi le habia cogido la mano para calmarle- No sé, siempre tuvieseis mucha química... Un día se me ocurrió y me pareció lógico-

-Vaya...Y yo pensando que no se nos notaba- sonrió Sergi, parecía haberse quitado en gran peso de encima- Gabi ya lo sabía así que no te preocupes por el- soltó el aire- Bueno, uno menos, eso solo nos deja a Carlos-

-¿Valle también lo sabe?-

Sergi y Dani se miraron durante un segundo

-Si, algo así- responde Sergi

La conversación se transformo a partir de ahí, el aire se destenso por la conversación de antes. Animados por poder contárselo a alguien primero Sergi y luego Dani se fueron soltando a ojos vista. Los dos contaban escenas sueltas, explicándome como se habían ido dando cuenta

Me sorprendió saber que Dani y Sergi habia empezado a salir hacia un par de meses escasos, en Italia. En vez de pequeños como yo siempre habia pensando, recordando las fechas que daban caí en la cuenta que cuando me acosté con Dani aun no estaba saliendo con Sergi, eso me quito un peso bastante importante de encima. Aun así tanto Sergi como Dani hacían referencia a un "novio" con el que habia estado desde principios de curso hasta del final del viaje... Recordé lo que habían dicho antes de Valle

Gabi les oía hablar en silencio, pero estaba claro que sabía todo lo que estaban contando. Mire de nuevo a Dani, seguramente ese novio habia sido Valle; demasiadas cosas cuadraban. Pero decidí callarme, si los dos se esforzaban en no revelarlo sería por buenas razones, seguramente para no meter a Valle en todo el embrollo. Lo pase por alto

La comida se siguió desarrollando, Sergi y Dani dejaron de explicarme cosas para limitarse solo a recordar entre ellos escenas que iban desde cuando se conocieron, a los tres años, a hacia escasos días. Sus manos estaban entrelazadas debajo de la mesa, entre los dos, haciéndose caricias. Al levantarnos Sergi le pasó el brazo a Dani, pegándole a él. Parecía feliz de poder comportarse como el novio de Dani, este a su vez parecía que le daba timidez con tanta gente mirando a pesar del simple gesto del brazo de Sergi por sus hombros. Aun así no se aparto

El tema de Gabi habia quedado enterrado, y decidí no sacarlo. Íbamos hacia el gimnasio nuevo de Gabi, mientras nos contaba que le habían metido por enchufe porque solo dejaban entrenar a deportistas semiprofesionales y profesionales. Al oírlo sonreí tristemente, tenia sospechas pero ahora estaba claro que Pablo se habia vuelto a poner en marcha

De todos modos eso no me inquieto, estaba empezando a ver que el punto débil de Rúas era yo mismo. Como sucedió en el portal, solo tenía que acercarme tanto a Pablo que olvidara todo lo demás. Y eso ejercía una extraña sensación sobre mí. Como los polos de un imán me atraía pero a la vez quería huir a toda costa

Salimos del metro cerca de Ríos Rosas y comenzamos a bajar por la calle. Gabi seguía contándonos cosas, como que habia entrado por invitación de David (seguramente en realidad de Pablo), que estaban muy bien todas las maquinas y las instalaciones, que intentaría meternos a nosotros también aunque lo veía un poco difícil etc... Conocía poco esa zona del centro pero en seguida me recoloque cuando se abrió la Castellana a nosotros

Seguimos caminando con un Gabi que inconscientemente apretaba el paso. Sergi y Dani seguían en su actitud pasiva de novios, con algún beso suelto o alguna caricia. Se me hacia raro verles besarse pero me alegraba el corazón que lo hicieran

Finalmente entramos en un edificio enorme, cuadrangular con multitud de cristales, Gabi saludo a la recepcionista que luego pregunto por nosotros, Gabi dijo que invitados y que solo estaríamos una hora como mucho. Nos dejo pasar a regañadientes

Dentro habia como aéreas, cada una dedicada a un deporte con la piscina olímpica en el área central y el gimnasio principal sobre ella. La recorrimos, pasando por campos de futbol, de baloncesto, el de waterpolo en una piscina más reducida. Por un par de gimnasios más pequeños hasta que acabamos dando al de balonmano

No me sorprendió ver a la figura que vestido con chándal negro de ribetes rojos, cruzado de brazos, mirando al campo donde un equipo entrenaba, gritando ordenes y movimientos a realizar, los diez chicos se movían delante suya, como si sus palabras fueran hilos que tiraran de marionetas

-

Carlos

Después de la carrera, bastante larga e intensa, nos tumbamos en el césped a tomar el sol de primavera que daba la sensación de ser Agosto. Adri se estiro a mi lado, Mafia estaba corriendo por el pequeño claro entre los árboles, persiguiendo cosas que solo ella entendía

-Este fue el claro de nuestro primer beso- comento Adri girando para apoyarse boca abajo con los codos- ¿Te acuerdas?-

Yo asentí colocándome como él, moví mi cabeza

-Creo que fue por allí- luego hice una pequeña mueca con la boca- Aunque no lo recuerdo muy bien-

-Yo solía venir aquí a pensar- dijo Adri tumbándose y apoyando su barbilla en una mano, el sol cayéndole dese arriba hacia que sus zafiros brillasen, tan atractivo me parecía que hasta me dolía contemplarle

-Yo no volví a pisar este claro desde la aquella noche...Hasta ahora- Adri me miro de reojo- Me traía demasiados recuerdos-

-Lo se...A mi también me dolía venir aquí- entrecerró los ojos- Pero con el tiempo aprendí a quedarme solo conos buenos-

Hubo un silencio en el que ninguno de los dos dijo nada. Entonces Adri rompió el mutismo

-Mi abuelo me dio una paliza- dijo sin más

-Me lo contaste- respondí, no sabiendo como continuar

-Porque un chico, del que ya ni recuerdo su cara, me dio el que probablemente fue su primer beso- apoyo la cabeza en el césped, su pelo lacio sin gomina se meció con el viento- Si lo piensas tiene su gracia- pero no se rió

Yo tampoco lo hice

-No fue el hecho de que me pegara- continuó- Si no de que fuera por eso - entrecerró los ojos- No paraba de repetirme que le dijera a quien quería... Y decía tu nombre, al principio por rebeldía... Luego cuando los golpes siguieron tu nombre era la única palabra que recordaba- se acaricio la pequeña cicatriz del pómulo derecho, lo único que parecía romper su armónico rostro, aunque para mí lo completaba, lo hacía más humano, más accesible- Esto me lo hizo él... A veces la cicatriz me arde y pienso en él... Cuando ya no este será el único recuerdo suyo que me durara para siempre- se volvió a callar

Yo no sabía que decir, así que solo moví los brazos para refugiarle en ellos, Adri los acepto, pegándose a mí. Mafia estaba persiguiendo lo que parecía una mariposa frenética

  • Mi abuelo está muy mayor ya, lleva enfermo dos años... Le queda poco tiempo de vida- su voz tenía demasiados matices para captarlos todos, aunque si que vi una enorme tristeza- Le quiero a pesar de todo, es mi abuelo... Hace años que no le veo, cuando se entere de que tengo un perro querrá verlo...Le encantan, puede que sea la última vez que le vea- enterró la cara en mi pecho- No le guardo rencor pero no quiero que me vuelva a mirar como lo hizo aquella noche-

Yo enterré mis dedos en su pelo, besándoselo y pensando. No sabía que decir, ni que hacer... Cerré los ojos intentando dejar que las palabras fluyeran

-Es tu familia, tu sangre... Nadie puede escapar de eso, porque es algo que te acompañara toda la vida. Estoy enamorado de tus ojos, ojos que también tienen tu hermana y tu madre, que seguro que también tiene tu abuelo... Pero solo muero por los tuyos, los demás para mí no son más que azul, lo tuyo es zafiro... Las cosas tienen la importancia que queramos darlas- me pase la lengua por los labios- Recuerda todo lo que es tu abuelo, no todo lo que te hizo... Si de verdad será la última vez que le veas, recuérdale como el hombre que fue durante trece años y no en el que se convirtió en una sola noche-

Adri habia tenido un par de sollozos que en seguida se calmaron, se separo de mí y luego apoyo su frente en la mía. Sus ojos estaban cerrados

-No sé cómo he podido aguantar tanto tiempo sin ti- me confesó- Esas son las palabras que llevaba necesitando oír desde hace cuatro años-

Yo sonreí, cogiéndole la barbilla con la mano. Más adelante recordaría el momento por siempre, el aire cargado de olor de primavera y verano, la brisa que bailaba entre las briznas de hierba, la luz que le convertía en mi ángel particular

No bastaban palabras para responderle, así que hice lo único que podía hacer

Le besé

-

Valle

Alvaro parecía una maquina, no paraba. Tirados en el suelo de su habitación no paraba de follarme de lado, yo con la pierna subida y apoyada la cabeza en el brazo solo podía gemir. Mi pollon estaba al máximo mientras su mano se encargaba de estrujarlo y pajearlo, la otra me aprisionaba me ladeaba la cabeza cuando para besarme. Por mis hombros sabía que habia un par de marcas rojizas de sus dentelladas furiosas, fruto de la excitación

Con un bombeo final que pareció llenarme entero Alvaro se tenso y luego relajo, soltándose mientras la corrida (parada por el condón) se escapaba de él. Yo suspire, su mano seguía frenética pero entonces paro. Yo abrí los ojos girándome, Alvaro habia arrojado el condón cerrado a la papelera, luego me miro y guiñándome el ojo se tumbo en la cama boca arriba

-Te toca a ti esta vez- sus piernas colgaban lacias de la cama, gatee haza el borde sin necesidad de más explicaciones

Cogiéndole de las caderas y de las piernas le acerque a mí, estaba arrodillado en el sueco y antes de que pudiera preguntarse que me proponía hacer lo hice

Habia lubricante a un metro escaso de mi, más que suficiente para empezar pero decidí tomármelo con calma. Usando la saliva en vez del cremoso y frio liquido que la solía sustituir

Sabia a sudor por la follada, pero también a limpio de la ducha anterior. Eran dos melones duros, curtidos por el deporte con hoyuelos a cada lado, como los de los tíos buenos. La resistencia era grande pero solo sería una antesala de lo que vendría después, mi lengua habida ayudada de un par de dos consiguió penetrar, dedicándose en pleno a la tarea

Alvaro gemía agarrando las sabanas de su cama, como el resto de la casa, de estilo minimalista. Estábamos solos en un piso lo suficientemente grande y espacioso, además parecía importarle poco los vecinos porque los gemidos fueron subiendo de tono

Su mano se coloco en mi cabellera dorada, agarrándome como fruto de su excitación. Su polla que segundos antes habia estado lacia volvía a lucir como un pilar de carne perfecto, caido sobre su estomago plano recubierto de duro musculo

Ya estaba más que listo, después de la saliva que habia vertido. Pero mi propia polla habia tenido una corrida interrumpida y necesitaba atar algunos cabos. Me alce, con ella bamboleante y caliente como un hierro al rojo vivo. Alvaro me miro pero yo solo le sonreí. Me empecé a masturbar como loco, aunque con la excitación que traía solo necesite un par de meneos vigorosos para correrme en la entrada de su culo. Alvaro me miro, yo seguía sin decir anda, volví a masturba mi polla, con algún que otro reguero blanco cayendo por ella pero con casi toda la carga lista junto con mi saliva

Le ensarte sin previo aviso, metiéndole más de un cuarto de mi polla. Ates de que tuviera tiempo de reaccionar salí brevemente y empuje de nuevo para llegar hasta la mitad. Luego nuevamente salí para de nuevo llegar más allá que la anterior y enterrársela toda

A cada empujo tenía que volver a traer a Alvaro hacia mí, que gemía por lo bajo y soltaba frases inconexas. Era como un juguete en mis manos, subiéndome de rodillas a la cama y echándome hacia delante empecé a follarmelo

Alvaro se agarro a mis brazos, disfrutando cuando me echaba hacia delante o hacia atrás, momento en el que se tensaban y se hinchan. Gemía, de nuevo buscaba mi pelo dorado para tirar de él con un poco de saña pero seguida su mano caía a mis pectorales, entre el canal de los dos y bajaba a su polla para masturbarse al compas

Decidí alargarlo todo lo que pude, conteniéndome las ganas de correrme bajando el ritmo a ratos regulares. Alvaro que parecía estar en el cielo no lo hizo y tras correrse dos veces encima dejo que su polla semivacía y húmeda se bamboleara con el movimiento

Como ya sabía de antes, la espalda era el gran fetiche de Alvaro, mis hombros redondeados y potentes le volvían loco y sus manos me repasaban una y otra vez el triangulo invertido que empezaba en ellos, que acababan en mis caderas esbeltas con mis duros glúteos contrayéndose una y otra vez al ritmo de cada embestida

Finalmente el ritmo y el tiempo que lo prolongue fue demasiado, en la excitación que tenia se me habia olvidado ponerme el conde de modo que descargue totalmente dentro de el

Al acabar Alvaro se recolocó. Suspirando se movió hacia la ducha para aclararse, yo, tras un par de segundos para recuperar el aliento salte de su cama, moviendo mi macizo cuerpo de adolescente para seguirle

-

Alex

Pablo tardo una hora, lo que duro el final del entrenamiento, en darse cuenta de que estábamos allí. Gabi se habia ido con Sergi y Dani, pero yo, que sabía que tarde o temprano sabia que me iba a tener que encarar con él me senté en la última grada a esperar

Era extraño observar a Rúas si que este supiera que estaba allí, le veía en su elemento. Nunca me habia dado cuenta pero parecía tener una capacidad innata para dirigir a la gente, sus ordenes era rápidas, cortas y sencillas. Obedecidas al instante por jugadores que, al ver cómo le miraban, sabía que morían por el del respeto que le tenían. Si Rúas de repente gritaba "al suelo y ladra", todo el equipo lo haría sin pensar, sin necesidad de plantearse la orden. Era una fe ciega

El entrenamiento fue duro, pero Rúas supo ser flexible y pararlo cuando llegaban al límite. En uno de esos momento lo paro del todo y luego los mando a los vestuarios, todos se acercaron para estrecharle la mano aunque bastantes directamente le abrazaron entre risas que Rúas devolvió

Yo seguía reafirmándome en lo que habia pensando antes. Pablo era guapo, muy guapo. En estos años habia crecido, se habia musculado, sus rasgos se habían afinado... Costaba creer que no trabajase de supermodelo

Un par le dijeron algo señalándome y Rúas giro la cabeza. Por primera vez le vi verdaderamente sorprendido. Con sus ojos clavados en mi dijo algo a sus dos compañeros de equipo y luego vino hacia mí. El resto contemplo como su capitán abandonaba su rol para ir al encuentro de alguien a quien no conocían de nada

Ladee un poco la cabeza conforme se acercaba, verdaderamente yo era el punto débil de ese chico. Cuando llego se coloco delante de mí, el chándal era suelto en la parte baja pero la sudadera abierta que llevaba en la superior se ceñía perfectamente a su torso

-¿Que haces aquí?-

-Estar... ¿Algún problema?- respondí

Rúas me mantuvo la mirada un segundo, con sus ojos negros de vacio contemplándome. Luego sonrió, con su maldita sonrisa perfecta

-Una agradable sorpresa... ¿Cuanto tiempo llevas aquí?- pregunto sentándose a mi lado

¿Estaba genuinamente feliz de verme? ¿O todo era una fachada? No lo sabía, pero cualquiera de las dos preguntas me turbaba mas allá de lo que yo mismo quería admitir

-Una hora o así-

Rúas asintió

-¿Impresionado?- dijo señalando con un gesto de la mano a su equipo, que ya se iba hacia los vestuarios- Son los mejores-

Yo me encogí de hombros

-No entiendo el balonmano- respondí

Rúas sonrió levemente

-De nuevo pregunto y espero que esta vez respondas sin evasivas: ¿que haces aquí?-

-Vine con Gabi, que quería enseñarnos el nuevo gimnasio al que viene-

Rúas medito la respuesta. Preferí ignorar la presencia de Dani y Sergi

-¿Y porque no estás con él?-

De nuevo me encogí de hombros echándome hacia atrás, sabia como lucir mi cuerpo y mis brazos tiraron de la camiseta marcándolo todo sin que resultara exagerado. Rúas se rió continuando:

-La verdad, no me lo esperaba- se me quedo mirando- Que quisieras verme digo-

-¿Porque?- pregunte, antes de que respondiera lo hice yo- ¿Solo porque intentas destrozar a mis amigos? Por favor Pablo, nuestra relación esta mas allá que esa chiquilladas-

Rúas se quedo callado, sus ojos negros brillaban levemente

-Pablo... Ya nadie me llama así-

Sonreí

-El resto llama Rúas al capitán del equipo de balonmano, el adolescente perfecto... Yo llamo Pablo al chico que desde los doce está enamorado de mi- entrecerré los ojos- Y aun sigo viendo a ese chico en ti-

Eso pareció no hacerle tanta gracia

-Yo, gracias a ti, ya no soy ese chico... Lo que ves es lo que provocaste con lo que hiciste-

-¿Me sigues amando?-

-Sabes la respuesta- respondió sin más

-Entonces para mí nunca dejaras de ser Pablo- disfrute, con un poco de malicia, como el enfado afloraba entre las capas de negrura

Empezaba a entender cómo funcionaba Rúas. Sabía que le gustaba, y que estaba seguro, de tener el control sobre todas y cada unas de las situaciones. Sabía que odiaba poderlo, y sabía que ante mí de una forma u otra lo acababa haciendo. Mi felicidad por el hallazgo seria completa si no fuera porque, como resultado, provocaba un torbellino indescifrable en mi interior

Sus ojos volvieron a la calma, riéndose se paso una mano por el pelo

-Dan ganas de pegarte, ¿sabes?- suspiro- Cuando te comportas así-

-A ti si que dan ganas de pegarte- respondí- Cuando te comportas como Rúas y no como Pablo-

Se encogió de hombros

-Soy el resultado de las decisiones tomadas por otro- me miro de reojo- No pretendas escapar de tu responsabilidad en todo esto-

Suspire, estaba dándole la vuelta a la conversación y eso no me gustaba. Tenía que seguir en mi terreno y controlar el flujo de la misma

-Y yo estoy aquí como resultado de las decisiones tomadas por otro- le mire a los ojos- Te lo advierto: deja en paz a mis amigos-

Rúas se rio

-En su día te lo dije, pero te lo repito si quieres: la forma más fácil de pararme es que les cuentes todo- yo tense la mandíbula- ¿Porque no lo haces? ¿Vergüenza? ¿Miedo?... Por lo que veo, y con lo que he demostrado, hay un par de gays- sonrió- puede que alguno más, entre tus amigos-

-Yo no soy gay-

-¿Tu crees? Bi si lo prefieres- abrí la boca, pero me corto- Se sincero contigo mismo Alex, piensa en la verdadera razón para venir aquí sabiendo que yo estaría en el centro deportivo, piensa en las verdaderas razones que te han hecho quedarte sentado en la grada y piensa también en las razones por las que estamos teniendo esta conversación-

-Tengo perfectamente claras todas y cada una de ellas-

Rúas se rio por lo bajo

  • Si es así, ¿porque cada dos o tres segundos no puedes evitar mirarme a la boca como yo tampoco puedo evitar mirártela de vez en cuando?- Pablo sonrió, aunque esta vez con una mezcla de dulzura y dolor- ¿Atracción física? Puede ser, ¿algo más? quien sabe... De todos modos la sola atracción te debería hacerte replantear muchas cosas-

Me quede callado, desarmado por sus palabras. Abrían una puerta que yo no estaba dispuesto a dejar abierta. Pablo me palmeo la pierna

-Ven- sonrió- Aquí no podemos seguir hablando, pronto cerraran-

Se levanto y echo a andar sin mirar atrás. Yo le seguí tras un segundo de duda

-

Valle

Estaba muy nervioso. En parte por lo que sabía que iba a venir, en parte porque al final no había podido quedar con Carlos. No estaba en casa y no respondía al móvil. A mi lado Alvaro caminaba con tranquilidad, mientras me iba soltando nombres de discotecas, Delirio, Pk2, Long Play … Todos nombres de discotecas de ambiente homosexual, veía mucha gente (tíos en su mayoría) bastante congregados por aquella zona. Las callejuelas de Chueca parecían no tener secretos para Alvaro

Finalmente acabamos llegando a una, la noche ya estaba cayendo y aun así bastantes tíos ya estaban haciendo cola. Había de todas las clase, aunque supongo que los que más destacaban eran aquellos más extravagantes. Camisetas de tirantes, con escotes hasta el ombligo casi, tíos rapados, con peinados imposibles… Voces graves, agudas, chillonas… Jóvenes, viejos, maduros… Todos saludándose como viejos amigos

Un par levantaron la mano al ver a Alvaro y luego se quedaron mirándome. Siguiendo los consejos de Alvaro había decidió traer la camiseta blanca de tirantes que usaba para el gimnasio, la tela se pegaba como una segunda piel a mi cuerpo, marcando cada musculo de mi torso, ciñéndose a mi espalda triangular. Llevaba unos panoles bastante sueltos también de un blanco aunque grisáceo, junto con unas zapatillas de Alvaro del mismo color

El llevaba una camisa negra semi abierta que se ceñía en los hombros para bajar hasta su esbelta espalda, unos pantalones un tanto ajustados de coló caqui con un cinturón bastante similar. Muchos tíos se me quedaban mirando Alvaro dijo que sería normal, que me había vestido exactamente como lo que yo sería allí. Un angel, según él nunca vería tanto tio entrándome como en aquella noche. Porque no solo estaba bueno y bien vestido, si no que era lo que ellos a veces valoraban mas. Sangre nueva para probar

Pasamos de largo apenas sin darme cuenta, por delante de la cola. Muchos nos miraron con los dientes largos, sobre todo a mí. Dentro las dos plantas que me había explicado Alvaro que tenia estaban pobladas por poquísima gente. Pero aquellos que estaban eran los tíos mas buenos que había visto nunca. Lo principal es que había bastantes tíos en bóxers blancos en la barra, hablando y riéndose. Cuando entre un par de ellos se me quedo mirando mientras que el resto siguió hablando

El resto de la gente tampoco estaba nada mal. Como me había dicho Alvaro dejaban a los que estaban buenos para meterles las ganas al resto por entrar. Un par se nos acercaron a hablar mientras Alvaro hacia las presentaciones, como también me había dicho era bastante común que se dividiesen en grupos, entonces era mucho más probable que los tíos buenos se conocieran entre ellos más que al resto, lo mismo que el resto entre sus respectivos roles… Era todo muy superficial me había advertido, entrar en su juego es perder mucho de lo bueno que supuestamente yo tenía

Estaba abrumado, todos me miraban con deseo en los ojos. Sabía perfectamente que yo también les estaba mirando exagerado pero había cada uno que quitaba el aliento. No podía ni imaginarme como seria la noche

En un momento dado una figura entro pasándole el brazo por los hombros a Alvaro y plantándole un beso en la boca que el siguió. Enseguida se separaron entre risas. Nos presentaron pero ninguno de los dos lo necesitaba

Era alto más que yo, la camisa abierta del todo dejando al aire un cuerpo que sabía que era como el acero de duro. Unos rostros de rasgos elegantes, de líneas armónicas. Cuando cogió aire todo su torso se retrajo un poco haciendo que todas las miradas confluyeran en la tableta cincelada. La mía no

No sabía que iba a decir, porque en realidad nunca llegue a decir nada

Cerrando el puño lo estrelle contra la mandíbula de Diego

-

Alex

Los pasillos se volvieron todos iguales. Pablo no se giro para ver si le seguía, solo siguió caminando. Pasando a pasillos cada vez menos poblados para acabar en lo que parecía un área abandonada. Llego casi al final de uno y sacando unas llaves del mismo abrió, entonces si que me miro. Me dejo pasar, aunque en su mirada me sorprendió encontrar angustia

Dentro me gire. Cruzándome de brazos para que las manos no me traicionaran. Confiaba en mi mismo pero desde el viernes cada vez mas habitualmente pensaba en como ese cuerpo perfecto habia acariciado el mío. Una sensación demasiado inquietante azoada por las palabras de Pablo antes

Este en cambio entro, evitándome la mirada. Cerró la puerta a nuestras espaldas, fuera ya oscurecía. El tiempo parecía volver cuando estaba con Pablo

Me pidió que me sentara, no lo hice. Sonriendo esta vez si me miro a los ojos, se acerco a escasos milímetros. Sus labios parecían rozar los míos. Sabía que se moría de ganas por besarme yo por mi parte no sabía que sentía

-Deja en paz a mis amigos- repetí con seriedad, ahora entendía las reglas del juego y sabia como trucarlo- Nunca más… Se lo voy a contar todo, esta misma noche-

Rúas me sonrió negando levemente con la cabeza, me rodeo con una rapidez pasmosa, apoyando una mano en mi cadera para que no me moviera, me hablo al oído

-Lo suponía… pero yo he entrado en una espiral de la que no puedo salir- sus dientes me capturaron el lóbulo de la oreja, estimulándomelo- Al menos no bajo mi decisión- revolvió su bolsillo sacándose su móvil- Somos producto de las decisiones de otros-

Las palabras eran susurros mientras me comía la oreja, me quería rebelar pero Pablo era todo un experto en aquello y me estaba llevando al cielo. Oí un sonido, más bien una voz que conocía muy bien. Cuando baje la mirada el corazón se me paro en el pecho. Rúas se rio por lo bajo, aunque con un matiz sumamente triste

-Decide-

-Es…es… ¿Gabriel?- no podía casi respirar

Los gemidos estaban llenando toda la estancia, Rúas me agarro por la cintura y me giro. Para que sus ojos negros llenaran todo mi campo visual. En ellos había una marea de emociones

-Eso es… ¿Cuánto le aprecias? ¿Cuánto daño crees que puede hacer esto?- sus ojos brillaron- Decídete-

Yo no respondí, solo baje la mirada

-¿Adivina quién es mío ahora?- pregunto

Los gemidos siguieron sonando por todo el viejo vestuario cuando Rúas me cogió de la barbilla para alzar mi cabeza, y se inclino para besarme

Atándome a él, sumergiéndome en un mar de oscuridad

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espero que os haya gustado, como siempre os animo a comentar

Y gracias por saber esperarme dos dias mas de lo acostumbrado