Carpe Diem XXXIV: Lagrimas y heridas cerradas

Ninguna, o mas bien pocas, son las cosas que duran eternamente... Hasta el mas alto muro acaba siendo polvo y el polvo terminara, al final del todo, siendo nada

espero que os guste, que ultimamente me esta costando horrores encontrar algun hueco libre para escribir

En fin... Cerramos algunos frentes... Y ya se empieza a vislumbrar el final; se que muchos no lo quieren pero... Todo siempre acaba llegando a su final, que aunque aun un poco difuso cada vez esta mas proximo

Adri

Recordaba el torbellino, la presión de la sangre en mi cabeza, la música como un corazón frenético… El calor como una mano en mi garganta, asfixiándome… Recordaba sentirme capaz de abrazar el mundo y tocar las estrellas

Sentí la necesidad de salir de allí

Y entonces fue cuando las piernas me fallaron y todo se volvió negro

Carlos

Entre como una exhalación en el taxi, casi lanzándome contra la puerta para querer entrar por la ventanilla. Las lagrimas me corrían por las mejillas, el taxista se giro para hablarme pero antes de que pudiera preguntarme nada le respondí a gritos

-¡Al hospital infanta Leonor!- cuando vi que no sabía dónde estaba sentí ganar de romperle la cara a puñetazos- AL LADO DE VALLECAS JODER-

La puerta se abrió de nuevo, y una figura jadeante se sentó a mi lado. Y una voz suave calmo los ánimos del conductor

-El nuevo hospital, cerca de Santa Eugenia…- respiro hondo- Yo le iré indicando-

Ni si quiera me plantee porque estaba allí, todo mi cuerpo estaba temblando, de ira, miedo o simple frio. Maria se hundió en el asiento sin decirme nada, mientras el taxi empezaba a correr, las carreteras estaban casi desiertas de coches

Yo, como Maria, me recosté contra mi asiento y cerré los ojos. Sentí las lágrimas ardientes en mis mejillas y en los parpados, me limpie distraídamente con una mano. De vez en cuando Maria soltaba alguna indicación…Entonces hable

-¿Qué ha pasado exactamente?-

No me refería a Adri, pero ella me respondió como si lo hubiera hecho

-Las copas eran demasiado caras así que muchos salieron a comprar el alcohol… Creo que mezclo y…- no acabo la frase

Yo solo asentí. De nuevo se hizo el silencio, más pesado que el anterior, la carrera frenética de antes se retiraba como la marea baja, dejando una inmensa playa desierta; me sentí increíblemente cansado…Y confuso

-¿Por qué me has parado?-

Maria no respondió, yo entreabrí los ojos para ver que hacía. Estaba callado mirando su móvil, parecían fotos

-Hace dos años o así… Adri se cambio de móvil; y estuvo presumiendo de él…- me paso el suyo- Un día en una excursión estábamos los dos haciendo el tonto con el bluetooth pasándonos canciones y fotos… Y en un momento que se cambio de asiento vi…Esta-

Mire su móvil, en la pantalla se podía ver una foto de Adri y de mi. El corazón me dolió cuando recordé la situación, me había empeñado en que debíamos tener una foto en la que apareciéramos besándonos; para que así la mirara y se acordara de mi… A la salida de algún entrenamiento le lleve entre los arbustos de la valla y cuando no miraba nadie… Parpadee con fuerza, se nos veía tan…jóvenes no, porque aun lo éramos pero si…Tremendamente inocentes

-Nunca se lo he dicho a Adri y con el tiempo fui atando cabos… Por eso te he parado-

Le devolví su móvil y me puse a mirar por la ventanilla, para que no viera que un par de lágrimas se me habían escapado

-¿Cuántos años teníais?-

-Trece- respondí apoyando la frente en el cristal

Maria no dijo nada mas, se centro en guiar al conductor. En algún momento una ambulancia nos adelanto y yo apreté la mandíbula, luego lentamente la fui destensando. Entrecerré los ojos, parpadee un par de veces cuando mis ojos cansados amenazaron con cerrarse. En algún momento sentí una mano en mi espalda y me erguí de golpe, el hospital se alzaba frente a nosotros. Fruncí el ceño, al parecer sí que me había dormido al final

El hospital lo habían abierto hacia un año o dos, estaba en medio del enorme descampado que se extendía detrás de la estación de tren. Parecía no cuadrar con el entorno, las luces blancas se perdían entre los trazos negros de la noche

Pasamos a la que era el ala de urgencia, había bastante barullo, Maria estaba intimidada pero yo, gracias a mi padre, sabia como moverme por un hospital; sabía que no serviría de mucho preguntar en la recepción de urgencias porque pocas veces dejaban pasar a alguien en una noche tan revuelta. Lo mejor por tanto era colarse, cogí a Maria del brazo y con todo el cuidado que mis prisas me dejaban la fui guiando hacia la puerta correcta

Adri

Fue un fogonazo lo que me hizo salir de la oscuridad. Una lanza de luz directa a mis ojos, abrí la boca tomando aire de golpe, atragantándome mientras intentaba escapar de esa luz. Unas manos me sujetaron los hombros, y parpadee sorprendido. La luz se fue convirtiendo en formas y colores

-Encárguese de el…Esta muy desorientado-

Tenía la garganta en carne vive, arrasada por la sed… Intente incorporarme pero un tirón en el pecho me hizo gemir, parecía que todos los huesos de mi cuerpo estaba rotos. Aun así apretando los dientes me incorpore sobre la cama. Una manos suaves sin embargo me hicieron retroceder cuando me coloque sobre la cama, ante mi apareció la figura borrosa de una enfermera

-Tómatelo con calma- dijo con voz balsámica

Estaba dentro de un mundo amortiguado, formas, colores y sonidos eran difusos. Me costaba horrores pensar, solo el dolor por mi cuerpo parecía mantenerme anclado en la realidad. Aun así oía voces a mi alrededor, borrones que pasaban por delante de lo que supuse que eran los pies de mi cama

-¿Dónde…- empecé, pero me tuve que parar a toser, dios que seca tenia la garganta

-Esta en el Infanta Leonor- yo asentí, sin poder hablar con la garganta así- Te han traído por un coma etílico-

Asentí, demasiado cansado para pedirla más rectificaciones. Los ojos se me cerraban

Sentí que alguien decía mi nombre a lo lejos, gire la cabeza con los entrecerrados, seguía habiendo demasiada luz. La enfermera dijo algo como parecido a que no podían estar allí. Me sonaba la voz pero no podía reconocerla

-Solo familiares cercanos, nada de amigos; por favor no estorbéis a los médicos-

Entonces oí una voz, profunda, fuerte y decidida. No supe lo que dijo, pero reconocería esa voz donde fuera y ahora estaba allí, conmigo, demasiado cerca como no querer que lo estuviera mucho más. La enfermera volvió a protestar, yo fruncí el ceño abriendo los ojos a pesar del dolor levantándome a pesar del ardor de los brazos

-De…déjele- grazné por la sed- Es mi…- trague una saliva que no existía- Es mi novio-

Valle

Dios que nervioso estaba, no podía mirar a ningún lado sin que me sintiera estúpido. Alvaro, el camarero del local, conducía con un brazo en el volante y el otro apoyado en la ventana. Me miro de reojo riéndose

-Tranqui tio, que no te voy a violar- movió su mano para darme una palmada suave en la pantorrilla- Has sido tu el que me ha ligado a mí, no yo a ti-

Sabía que estaba intentando destensar el ambiente, e interiormente lo agradeced. Carraspee y su mano se retiro, era cálida y fuerte. En un semáforo Alvaro se paro y esta vez me miro de frente, yo intente sacar conversación

-Es la primero que ligo con alguien- el alzo las cejas sorprendido- Es que hace poco que estoy fuera del armario-

-Vaya- volvió a arrancar- Bueno es cierto que estando fuera del armario ligar es más fácil pero aun estando dentro me sorprende que sea tu primera vez- sonrió al acabar la frase- Eso me recuerda…¿Eres virgen?-

-No no… Si he tenido novio pero…- pensé en la noche en la que me lie con Dani- Es que él era muy tímido y yo…Pues no sabía muy bien que estaba haciendo… Creo que fue un golpe de suerte que no veas-

El se rio

-Pues mal no estas, creo que te voy a tener que explicar un par de cosas- en un nuevo semáforo semáforo se abrió su camisa negra, soltando todos los botones hasta la mitad- Es fácil, haz esto y espera- me sonrió

Yo no sabía si me lo estaba diciendo en serio o me estaba vacilando, pero como él se había desabrochado decidí seguirle el juego. Sentí la caricia del aire acondicionado sobre mi piel, con una finísima capa de sudor

-Bien, imagina que estamos en mitad de una discoteca… Te toco el hombro y me inclino- empezó de nuevo a conducir- Y te digo hola. ¿Qué piensas?-

-No se…¿Que eres majo?- el suspiro- ¿Y que eres gay?-

-¿Por qué piensas eso?-

-Porque me estas hablando después de abrirme la camisa-

El asintió

-Si que es cierto que no sabes ligar- sonrió- En la misma situación me acerco y te saludo, seguido de otro chico y una chica-

-No estas ligando conmigo- afirmo

-¿Por qué?-

-Porque vas con más gente- me mira de reojo- Digo, con un amigo vale pero con dos no-

El asintió

-¿Y si te digo que el primero solo quiere enrollarte con una amiga y el segundo es el que esta ligando contigo?-

Yo fruncí el ceño, en un nuevo semáforo nos paramos. El se giro riéndose

-Creo que lo mejor será que te desabroches la camisa del todo y que esperes a que alguien te entre- se metió por una calle secundaria cuando salimos del semáforo- Aquí esta mi casa-

Salimos del coche, el no había hecho ademan de abrocharse la camisa así que yo tampoco. Me estremecí cuando el aire me recorrió el pecho. Alvaro parecía no darse cuenta del frio, entre su camisa negra su torso de piel morena se expandía y contraía según se movía. Lo que había supuesto era cierto, no era musculado si no atlético con el cuerpo únicamente fruto del deporte puro y duro, sobre los huesos se podían ver los músculos trenzados, en un vientre plano y definido sin llegar a ser el mejor que había visto. El vio que le estaba mirando cuando paso por delante del capo para cruzar la calle

-Toca si quieres- se rio

-No no…- pero él me cogió la mano colocándola sobre el centro de su pecho, era cierto, duro como una piedra, mejor de lo que estaba yo que tenida mas a un volumen firme, abrí la boca para decir algo pero como no se me ocurría nada me calle

El se rio andando hacia un portal, le seguí, en algún momento saco las llaves. Yo por alguna razón sentía que después de haber ligado con él estaba fallando en todos los frentes. No había ascensor así que tuvimos que subir andando los cuatro pisos, en el último entramos en lo que parecía un ático de renta antigua, el piso era enorme pero estaba amueblado muy pobremente

-Necesito dinero para mas muebles- dijo a mi espalda, vio que estaba mirando la esquina del salón- A eso… Bueno esta mas para hacer bulto que por que lo use… Yo prefiero la natación-

Pase la mano por las maquinas de su pequeño gimnasio. Estaba bien montado, pequeño pero funcional. Aunque faltaban unos cuantos discos de peso para las pesas. El me palmeo la espalda

-Estas muy tenso ¿sabes?- me comento desabrochándose del todo la camisa- No tiene que pasar nada que no quieras… ¿Lo sabes no?-

-Es que…Bueno en realidad no es que tenga mucha experiencia en estas situaciones-

-Lo sé…Lo sé- me cogió de la mano girándome, cuando me quise dar cuenta me estaba besando, cerré los ojos cogiéndole de la cintura, se aparto a los pocos segundos- Bueno ya hemos roto el hielo- se separo de mi-  ¿Quieres una cerveza o…- empezó, pero le corte

Era fácil dirigirle, el no hacia fuerza para impedírmelo y su cintura esbelta era como un juguete en mis manos. Aproveche la tabla de la máquina de pesas, tumbándole encima, me incline para besarle, su boca sabía a bebida de las caras

Al principio movió sus brazos pero sin participar, luego caí en que estaba trasteando en la tabla despejándola de los enganches y alejando las maquinas de nosotros. Se recoloco sacándome la camisa y desprendiéndose de la suya. Movió su boca para mordisquearme uno de los pezones mientras con una de sus manos me recorría la espalda y la otra me apretaba y soltaba el pectoral, que yo ponía duro para él. Mientras él se dedicaba a eso yo le agarre de la nunca gimiendo por lo bajo cuando empezó a usar los dientes

Alternativamente fue pasando por mis pectorales para repartir sus atenciones por ellos, yo comencé a acariciar esos brazos de locura, firmes como piedras que se hinchaban y relajaban según se movió. Su pelo rubio ceniza tenía el tacto de la seda y sus ojos arena me devolvían miradas cargadas de deseo. Cambiamos posiciones, yo tumbado en la tabla, el saco un poco de aceite corporal de al lado de la máquina de los que se usaban para hidratar el cuerpo durante los ejercicios y, porque no, para fardar un poco de músculos. Se hecho un chorro pequeño en la mano y luego sentándose sobre mi bragueta entreabierta comenzó un masaje por todo mi pecho, a medida que sus manos se secaban se iba echando cada aceite de forma que estaban siempre húmedas y pronto todo mi torso lo estuvo también

Nos levantamos, sentándonos los dos, esta vez mientras me aceitaba los brazos yo empecé con su cuerpo. El aceite prolongaba cada caricia lo indecible y me obligaba a estarme echando siempre, atrapado por completo en el vicio de un masaje tan profundo a un cuerpo tan bien trabajado. Nuestros pantalones volaron enseguida, y el aceite nos mojo las piernas torneadas, los besos se volvieron mas alavés y pronto dejaron medias lunas rojas o rosadas cuando empezamos a usar los dientes por nuestros resbaladizos cuerpos

Las luces jugaban con la fina película de aceite volviéndola perezosa sobre nuestra piel, haciendo que la luz pareciese ríos por entre nuestros músculos. Del pequeño gimnasio acabamos en medio del salón y luego tirados en su sofá de estilo minimalista. Me encanta el roce de su cuerpo y no tarde ni un segundo en sacarme la polla y la de él para apretarnos las dos en una doble paja, el gimió mordiéndome por los hombros con fuerza y yo respondí con los apretones de mi mano

Finalmente la tentación fue muy grande y descapullándonos las dos apreté mi estomago contra el suyo, dejándonoslas atrapadas entre ellos. Comencé, tal y como había perfeccionado la técnica contra la supe tableta de Dani, con empujones lentos para que se lubricasen del aceite de nuestros estómagos, parecían todoterrenos adaptándose al montañoso relieve de nuestros abdominales. Le cogí de la nuca pegándole un morreo de película mientras le mordisqueaba los labios, seguía con un bombeo increíble y hasta tuve que frenarme para no resbalar de encima de su cuerpo, llevado por la emoción

Empezó a jadear y segundos antes de que llegara mi corrida fue su leche la que nos mancho a ambos, mezclándose con el aceite. La mía soltó sus trallazos dando afluentes a los ríos de su lefa. Fuimos al baño, limpiándonos el estropicio que nos habíamos hecho junto con el aceite y la lefa. Mientras estaba sentado en el váter limpiándose el plano estomago yo comencé a pellizcarme un pezón mientras me masajeaba las piernas, era una parodia de baile erótico, en el que no tenía nada de experiencia, pero el aceite y mis músculos lo suplieron poniéndole los dientes largos a Alvaro. Que se empezó a masturbarse lentamente, yo gemi cuando pase mi mano por el estomago para coger mi polla y empezar un suave masaje que acabo en un viaje a su boca

Empezó a devorarme la polla con ganas, con presión y fuerza, con la velocidad de la excitación. Yo le di golpes con la cadera para metérsela hasta el fondo y Alvaro me correspondió con sendas gargantas profundas, pero sobretodo placenteras

Gemía como loco del placer, agarrándole de la nunca mientras él se pellizcaba los pezones intentando excitarse todavía más. No podía arriesgarme a correrme de nuevo, porque tenía unas ganas increíbles de penetrarle, pero la pericia de Alvaro era increíble y antes de que me diera cuenta ya estaba boqueando mirando al techo mientras soltaba la segunda oleada. Alvaro se rio, acariciándome las piernas, me dio la vuelta masajeándome el culo, yo me tense

-Alvaro yo…-

El me corto besándome por los hombros

-Tranqui torete… Eres versátil, aunque tu aun no lo sepas- me lamio el cuello- Seré súper suave-

Yo no quede muy convencido pero en su defensa diré que fue cierto. Gasto tiempo y lubricante, preparándome con sumo mimo y cuidado, dejando caricias de sus manos de seda y besos suaves para calmarme. Era cierto que me había planteado ser pasivo pero… Pero con Dani nunca tuve la oportunidad de serlo y Carlos… Carlos tenía una herramienta demasiado avanzada para un pasivo primerizo como yo. En cambio la de Alvaro era mucho más manejable, esbelta pero no delgada, como nácar igual de suave. Entro con un poco de dificultad pero Alvaro había hecho bien su trabajo, poniéndome una pierna apoyada en la vida y las dos manos en el mármol de la pileta… En el espejo nos veíamos y me recordó cuando yo mismo me había follado a Dani en los lavabos del ya tan lejano castillo, pegados contra el espejo viendo nuestros reflejos

Alvaro me empezó a besar y mordisquear un hombro mientras empezaba a bombearme, mi polla apuntaba semirrecta, cansado por el esfuerzo hecho pero igual de excitada que antes, empecé a gemir moviendo la cabeza de lado a lado, dejándome llevar por oleadas de placer. Sentía una presión que, al llegar a cierto punto, era como si tocara un interruptor secreto mandándome aspamos por todo el cuerpo y haciéndome perder la fuerza en las piernas

Alvaro me reclino al principio creí que era para que entrara mejor, cosa que hizo, pero en cuanto note sus manos y le vi mordiéndose el labio inferior comprendí el verdadero motivo. Por alguna razón mi espalda de guerrero, de forma triangular empezando en anchos hombros y acabando en una esbelta cadera le volvía loco. Sus manos intentaban abollar su dura superficie e intentaban abarcar cada musculo flexionado por la posición

Me agarraba fuerte de las caderas pero apenas lo notaba, su vicio particular por mi espalda en uve le dio la puntilla, bombeando como loco se agarro con tanta firmeza a mis hombros que esta vez si me hizo un poco de daño. Se corrió como un semental, impresionándome hasta a mi

Alvaro se deslizo, dejándose caer sobre mi espalda para agarrarse a mis pectorales por delante y así no caer. Suspiro alabando mi cuerpo y el aguante que tenia, cuando el saco me sentí incomodo por alguna razón, la entendí enseguida. Alvaro abrió el grifo de su ducha, para que me limpiara y, como efecto colateral, pudiera disfrutar de mi cuerpazo bajo los chorros de agua caliente y los islotes de espuma cayendo entro los músculos

Gabi

David tardo unos segundos en procesar lo que había dicho, y cuando lo hubo hecho se dio cuenta de que, aunque mi intención era decirlo como pregunta, lo había expresado como afirmación. Se rio por lo bajo echando el aire por entre los dientes al hacerlo, luego apoyo la frente en mi pecho

-¿Rúas hizo de hermano mayor contigo no?- pregunto sin levantar la cabeza, el local ya estaba vacío en más de la mitad de sus ocupantes, ya solo quedaban grupos muy dispersos

-No sé si…- empecé, tampoco quería cargarle las culpas a Rúas

-No hace falta que le protejas, se que lo ha hecho- alzo la cabeza, luego se separo prudentemente de mi- ¿Por qué me lo estas pidiendo?-

-Bueno…es obvio ¿no?- estaba un poco alarmado, no creía que fuera necesario explicar mis motivos

-No, no lo es…Porque Rúas al contártelo te presionó o a alejarte de mí o a permanecer a mi lado…- alzo los brazos y los dejo caer- No quería joder el buen rollo que tenemos-

-No…no lo jode… Te lo pido porque quiero- me incline para que mis ojos quedaran a la altura de los suyos- De verdad-

El me miro con sus ojos celestes

-¿Tu que sientes por mi? Sinceramente-

Me recoloque mejor sobre el sofá, mientras reflexionaba

-Me gusta cómo eres, el aire de chico bueno chico malo que te traes me vuelve literalmente loco… Y eres desenvuelto y seguro… Y no sé, más cosas que me gustan-

David suspiro

-Yo quiero salir contigo Gabriel… Salir contigo de verdad, me explico, quiero estar de serio contigo... Llámalo compromiso o fidelidad…Pero- me miro a los ojos- Me gustaría que tú supieras que soy tuyo y que tu eres mío… Me gustaría que esto- nos abarco a los dos con un movimiento de su mano- durase-

Yo cogí aire lentamente, era lo que más deseaba en el mundo. Estabilidad, tener a alguien a quien poder “te quiero” sin que una corriente de sentimientos contradictorios me pasase por la cabeza… Y eso era David, realmente sentía algo por ese chico

-Te lo prometo… Yo nunca traiciono a nadie…- trague saliva- ¿Novios?-

-Novios- asintió él, acercándose de nuevo para besarme

Acaricie su nuca atrayéndole hacia mí. Sus labios nunca me supieron tan bien como hasta entonces, ya no estaba besando a David, si no a mi novio. El mero pensamiento era colosal, tan impropio en mi (pues muna había tenido pareja, ni chico ni chica) que me daba miedo en ciertos niveles. Ahora que, como él había dicho, nos pertenecíamos el uno al otro…Tendría que estar a la altura, me esforzaría por ello pero tenía miedo de no dar la talla

En el fondo esos pensamientos eran infundados, pero no podía evitar teneros, lo que si podía hacer de momento era centrarme en el tacto de los labios de seda de David. Pero nos separamos a respirar y cuando volvía para reclamar sus labios David apoyando la mano en mi pecho se alzo

-Tengo hambre… Vamos a desayunar un kebab, conozco un sitio muy bueno cerca de aquí- se levanto cogiéndome de la mano y tirando- Venga que te invito-

Me deje levantar frunciendo un poco el ceño mientras me reía

-No me voy a dejar invitar…Tu pones el sitio y yo el dinero- dije tozudo, chocaba con mi forma de ser no invitarle

David me sonrió de forma socarrona, sacándome de la mano del local, yo ignore todas las miradas felices de poder ir de la mano con alguien; y más feliz aun de que fuera David

-No soy un mantenido…Y tu eres un tozudo caballeroso chapado a la antigua…Así que cada uno pagara el kebab del otro- salimos a la calle y David me paso el brazo por la cintura- Y todos felices-

Yo iba a pasarle el brazo por la cintura cuando de una esquina salió Alex, por un segundo me plantee el no pasarle el brazo a David pero… Joder, era mi novio. Y yo nunca había tenido problemas con contar mi homosexualidad a quien realmente debiera saberlo y ahora estaba, tanto literal como metafóricamente, ebrio de felicidad… Tanto que casi no me di cuenta de que Alex llevaba la camisa destrozada, echada doblada sobre un hombro y sonreía abiertamente, abandonando su sempiterna media sonrisa

David se separo de mi al segundo, pero por como brillaban los ojos grises de Alex creo que ni aun estando abrazados se hubiera dado cuenta. Las luces de la calle y del cercano amanecer dejaban reflejos blancos por sus músculos

-¡Gabi!- exclamo- Me alegro de verte- sorprendiéndome Alex me abrazo, apretándome contra el- Todo ha salido bien… He ganado esta noche-

-Yo… ¿que?- aparte a Alex de mí agarrándole de los anchos y redondeados hombros

-Ahora iba al metro…Vente- continuo ignorando mi pregunta, miro a David- Anda el amigo de Pablo, encantado-

David le saludo a su vez, Alex se deslizo de mis manos escapándose, me palmeo el brazo y siguió su camino calle abajo hacia el metro. Nos giramos, era el único que caminaba por la acera y su desnuda espalda en uve contrastaba contra las piedras oscuras

-Gabi…Tu amigo tenía…-

-Si, lo he visto… ¿Restos de lefa seca por el pecho no?- David asintió- Es Alex, seguramente una tía (o dos) le estaban haciendo un apaño y se salpico-

David se quedo mirando pensativo su espalda

-Ha llamado a Rúas Pablo…Nadie llama a Rúas Pablo y menos con esa naturalidad…-

-¿Qué quieres decir?- inquirí haciéndole andar hacia adelante, en seguida tomo la delantera para dirigirme hacia el kebab

-Que Rúas y el se quedaron hablando… ¿Tu crees que…- empezó

Yo hice un gesto rápido con la mano

-Ni de coña…Ya te digo yo que no - sonreí- Creeme, Alex no juega en nuestro equipo-

David se encogió de hombros y en seguida nos metimos en una discusión sobre que salsa para un kebab era la mejor

Adri

Al final me trajeron el maldito vaso de agua, y pude calmar mi sed. Al rato me dejaron levantarme de la cama y en seguida estuve deambulando por urgencias, técnicamente no había sufrido un coma etílico, pero había estado peligrosamente cerca, aún así por suerte me había conseguido sobreponer y la enfermera se fue en busca de otro paciente… Yo comencé a andar c on Carlos al lado. Habiamos hablado muy poco desde que Maria nos dejo solos (dado que ella no podía quedarse), yo porque aun estaba bastante ido… Y el porqué estaba pensativo

Pero yo estaba muy cansado así que al principio con cuidado y luego ya con mas descaro empecé a apoyarme en él para andar, uno por uno fuimos visitando a la gente de nuestro curso que estaba en el hospital, a aquellos que nos dejaron ver, en cada sitio al que entrabamos nuestros compañeros nos miraban extrañados, pero en líneas generales la noche ya estaba siendo lo suficientemente extraña como para que se centrase de verdad en nosotros. Carlos me acepto con silencio pasándome el brazo por la cintura y pegándome a él, en un momento dado salimos a escondidas de urgencias gracias a él…Para evitar los partes a los padres que seguramente me hubieran acabado metiendo en un lio, el frio me ayudo a despejarme y a pensar más rápidamente

-No dices nada…- empecé, luego me vino una idea- ¿estas…estas enfadado conmigo?-

-Si- dijo escuetamente Carlos- Te creía más listo-

Yo agache la cabeza. A pesar de que se suponía que estaba enfadado seguía atentamente cada uno de mis movimientos con la mirada y, cuando era necesario, con su brazo o su cuerpo para no dejarme caer. Suspire

-He dicho que eras mi novio ahí dentro- quería hablar con él, confiaba en que Carlos hubiera acabado sacando el tema pero…Pero al parecer lo tendría que hacer yo

-Lo sé-

-¿No tienes nada que decir sobre eso?- inquirí llevándole lentamente hacia el descampado

-Ya te dije que cuando quisieras darme explicaciones las aceptaría...-

Hubo un silencio incomodo, al final no lo pude soportar y me aparte de golpe de él. Me gire enfadado

-Eres increíble haciéndome enfadar- le espete- Joder parece que no te importa-

Carlos me miro furioso

-¿Qué no me importa qué?... ¿Tu coma etílico?...¿O que dijeras que era tu novio justo cuando acababas de salir del?...Perdona que este cauteloso, no es la primera vez que me dejas acercarme para luego apartarme a palos- se cruzo de brazos

Alce las manos exasperado, sintiendo ganas de pegarle

-Eres increíble- dije echando a andar por la llana extensión que rodeaba el Infanta Leonor- Increíble-

Eche de menos algún banco donde sentarme, las piernas me habían empezado a temblar. Di un paso hacia atrás y sentí sus brazos sujetándome

-Te vas a caer- dijo- Deja de comportarte como un loco-

Me revolví, pero no me soltó. Estaba cansado, llevaba funcionando las últimas horas a pura adrenalina y ya no podía más. Sin que pudiera evitarlo empecé a llorar, con sollozos increíblemente violentos

-He tenido miedo- empecé- ¿Y si mi hubiera pasado algo? ¿Como reaccionarían mis padres?…- me limpie la cara con furia, no eran lagrimas sentidas, pero si involuntarias, fruto de las horas de cansancio y esfuerzo- Joder, no sé porque mezcle, ¿fui idiota vale?... No quiero un Carlos enfadado, quiero un Carlos…- me calle

-¿Un Carlos como?- inquirió él con voz suave

-No quiero un Carlos…Quiero a mi Carlos- solté el aire, ya no lloraba pero tenía sollozos suaves, sabia porque estaba llorando, como la risa el llanto ejercitaba muchos musculosos del cuerpo, era su forma de desentumecer los músculos agarrotados para que se relajaran… Y que el cuerpo entrara en el sueño que tanto necesitaba- Quiero al Carlos que siempre me pregunta porque soy así con él-

Me gire para encararle, el estaba serio mirándome

-Se ese Carlos, por favor…Antes de que todo vuelva, déjame contártelo-

-¿Por qué Adri eres así conmigo?-

El cuerpo me estaba fallando de nuevo así que le abrace apoyando la frente en su hombro. Cerré los ojos y empecé

Toda la historia, desde la piscina, todo mi verano, todo lo que sentí…Todo lo que había pensado… Finalmente, la ida a mi pueblo, la conversación con mi abuelo…Su…su paliza…Estaba tan cansado que no es que me hubiera quitado mi armadura si no que directamente la había tirado pieza a pieza, demasiado pesada para seguir cargando con ella. Carlos se quedo callado durante toda mi historia, cuando llego el momento de la paliza se tenso y su mano se enterró en mi pelo en una especie de consuelo, no podía parar así que del tirón llegue al final de mi historia

Me separe de él

-Por eso no quiero que estés conmigo porque sientas que tienes que estarlo, como una especie de compensación o porque sientas que es tu deber- las rodillas me siguieron fallando pero cada célula de mi cuerpo estaba decidida a mantenerse de pie- No quiero que estés conmigo por pena… No soy el chico del que te enamoraste- dije evitando su mirada- Hace años que ese chico ya no existe-

Carlos se quedo callado, mirándome. Yo estaba temblando, suplicando en silencio que ojala hubiera algo mas para apoyarse que Carlos. No podía más

-Yo no me enamore de un chico de trece años- empezó muy lentamente- Me enamore de Adrian Barrios Soler…- se paso la lengua por los labios pensando- No sé que como explicarte que a cada día que pasa te quiero más, que nunca he vivido en el pasado…Que por mucho tiempo que pase seguiré queriéndote… Esto no… Lo que te ha pasado… ¿Por qué no me lo contaste?- fui a abrir la boca- Adri…Se porque pero…Siempre estaré contigo ¿vale?- se acerco un par de pasos- Aunque ya no me quisieras siempre estaré ahí cuando necesites un apoyo para ser fuerte…Yo...- se cayó, sabía que no se esperaba que hubiera pasado por esto

Lentamente fui descendiendo, hasta acabar de rodillas en el suelo, había gente entrando y saliendo. Sentada en la lejana acera, el resto era nuestro, estábamos solos los dos

-Yo…estoy mal Carlos, lo…La paliza me…- solté todo el aire- No creo que pueda recomponerme nunca de aquella noche…Me dejo roto- me incline, todo lo que podía hacer en mi posición para alejarme con él- Eres el mejor tio que conozco… Te mereces algo mucho mejor que yo, ser feliz con alguien que realmente puede ser feliz contigo…Yo solo tengo una felicidad manchada… Siempre me perseguirá el recuerdo- suspire- Tienes derecho a mucho mas-

-Desde lo de la piscina…- empezó el poniéndose a mi altura- Desde lo de la piscina desee morir muchas veces- alzo la mano para impedir que dijera nada- Por ser tan imbécil y tan gilipollas… Durante tres años todo mi ser te echaba de menos... Nunca lo he pasado tan mal en toda mi vida…Durante tres años- baje la cabeza- No, no te estoy echando la culpa…Solo decirte que, como tu, estoy igual de roto…-

Me hizo alzar la cabeza, la luces blancas de daban de lado

-Puede que…Que nunca podamos volver a ser los de antes ¿y qué?... Y puede que nunca dejemos de estar rotos ¿y qué?...- me acaricio con el pulgar la mejilla- Con tus restos y los míos construiremos algo mucho mejor…-

Me reí por lo bajo, sin saber por qué. Le abrace, sin saber tampoco por que

-Gracias por haber sido tan tozudo durante estos tres últimos años…- dije enterrando la cara en su pecho

-Gracias a ti por darme esperanzas con cada mirada- respondió besándome el pelo y pegándome más a él

Oía los latidos de su corazón, fuertes y acompasados… No sé en qué momento fue, pero desperté con la cabeza apoyada contra un cuello fuerte con brazos firmes sujetándome, entrecerré los ojos, muerto de cansancio. Carlos me  dejo salirme de su fuerte abrazo, frente a un taxi listo. Bostece, sin pensarlo mucho manotee buscando su mano con la mía, cuando la encontré, entrelace mis dedos con los suyos

Gabi

David…Mi novio, pues tenía que acostumbrarme a pensar en el así a partir de ahora, estaba pensativo mirando por la ventana del kebab, yo mientras intentaba que no se me desmenuzara cuando intentaba comerlo

-¿En qué piensas?- le pregunte

-En lo de tu amigo de antes…- yo fruncí el ceño un segundo- En lo de Alex-

-Ah eso…- di un bocado, cuidando de que la salsa de yogurt no desbordara

-No se… es que ahora que hago memoria…Rúas me comento unas cuantas veces que pensaba que le iban los tíos-

-¿Cuándo?- pregunte, mientras contemplaba la posibilidad de soltar mi kebab para coger una servilleta

-No lo sé… hace mucho tiempo de eso- entrecerró los ojos- No se-

-No sé a dónde quieres llegar-

David se mordió el labio. Mirando su kebab, que apenas había tocado

-Rúas es…Muy complicado- sentencio- Yo…-

-¿Tu…?- le ayude

-Nada- me sonrió- Rayadas mías, será que me estoy volviendo paranoico- dio un bocado a su kebab- ¿Cuándo perdiste la virginidad?-

-Mmmm- yo reflexione mientras echaba cuentas- Pues… hará como cinco meses o así-

David abrió los ojos sorprendido

-Que…poco…- se rio- O sea no me malinterpretes pero…-

Me reí

-Aunque no lo creas yo soy muy tímido en cuanto a chicos se refiere…Además nunca sentí necesidad de perderla pronto- sonreí- Claro que apartar de la primera vez el resto ya no tuve tantas consideraciones-

-¿Con quién fue?- me preguntó

Yo pensé en la respuesta, claramente había sido con Sergi; pero… Sergi se había sincerado con Dani, pero no sabía si Sergi quería que su homosexualidad fuera “publica” por llamarlo de algún modo. Pero tampoco quería mentir a David

-Con un amigo- respondí- Pero es complicado David, por favor no preguntes más sobre eso-

Mi novio asintió

-Lo entiendo- mordió su kebab- Pues yo fue hace… ¿Un año? No, mas…Año y algo o dos años, no lo sé exactamente- antes de que pudiera preguntar el me respondió- Con Rúas-

Luego paso a explicarme la historia

-Pero Rúas no era virgen- dijo al final- Así que él la perdió antes que yo- yo me quede callado- Lo sé, seguramente la perdió con doce o trece, eso es demasiado pronto pero…- se encogió de hombros- Tampoco puedo juzgarle-

Fuimos intercambiando historias, contándonos todos los secretos que podíamos. Yo le contaba mis experiencias omitiendo o cambiando detalles en aquellas que aparecía Sergi. David en cambio no se corto casi, haciéndome un repaso bastante profundo de su vida sexual

-¿Te tiraste a tu preparador físico?- pregunte en un momento, ya habíamos acabado el kebab hacía rato y solo estábamos haciendo tiempo

-Sep, Robert se llamaba, tuvo un momento de crisis con su sexualidad…Además de un calentón bastante importante y…Paso- se rio por lo bajo- No pienses mal, técnicamente no era mi preparador, era el de Rúas y además era Rúas el que se encargaba de mandarme ejercicios y ayudarme con las tablas; Robert solo se pasaba de vez en cuando a echar un vistazo-

Seguimos hablando, de sus amigos y de los míos. Cuando llegamos a Valle me puse un poco nervioso pero decidí centrarme en lo que hablábamos, no en lo que sentía

-Así que…- empecé- El chico que beso a Valle es amigo de Rúas- dije yo, David asintió

-Diego si- se limpio las manos con una servilleta- Es uno de los laterales del equipo y el segundo capitán… Y está enamorado de Rúas desde…Pues desde críos, seguramente- suspiro- Rúas le quiere…Pero no en ese sentido, son muy buenos amigos y desde los doce se han criado juntos en el equipo…Casi como hermanos; Diego ha ido madurando, aunque nunca nos hemos caido muy bien, pero sí que es verdad que ha madurado, antes besaba el suelo por el que Rúas caminaba…Ahora, aunque sigue bebiendo los vientos por él, ha estado con bastantes chicos- suspiro- Pero no sé porque hizo lo que hizo, no le pega…Aunque supongo que estaría con todo el alcohol subido, como tu amigo-

-Ya…No me pareció muy bien lo que hizo-

David asintió apoyando los brazos en la mesa

-Ya le dije a Rúas que hablara con él; y según él Diego estaba muy arrepentido, quería hablar con Valle pero Rúas, y yo estoy de acuerdo con él, le dijo que era una mala idea- yo asentí conforme

Nos quedamos en silencio, no incomodo pero si meditabundo. Yo ya empezaba a acusar el cansancio y David seguía en su burbuja de reflexiones

-¿Te acuerdas del chico hetero del que Rúas está enamorado?- pregunto

Yo me apoye en la mesa con los brazos, apoyando la cabeza en ellos y disfrutando del acolchonamiento de mis bíceps

-Si…- respondí adormilado mientras entrecerraba los ojos- ¿Por?- pregunte con un bostezo

-Nada… Que se me está yendo la cabeza por el cansancio- se levanto colocándose a mi lado me abrazo estando en mi duermevela- Anda vamos que te vas a sobar aquí- me beso la sien un par de veces y se levanto cogiéndome del brazo, yo suspire siguiéndole

Empezamos a andar hacia el metro. Yo me apoyaba en David, ya era de día prácticamente, no había nada conocido a la vista pero aun así me daba igual, cogí la mano de David y loa estreche fuertemente

-¿Somos novios?- pregunte

-Si claro…- David se rio metiéndome la mano en uno de los bolsillos de atrás del pantalón- ¿Por?-

-Nada…Solo por saber si no había sido un sueño-

Carlos

Recoloque la cabeza de Adri para que volviera a descansar en mi cuello. En esa posición no podía evitar recordar cuándo, tres años antes, había estado apoyado en mí de la misma forma, mientras veíamos Scream y yo me esforzaba porque el corazón no se me saliera del pecho

Era doloroso… Todo esto era doloroso; y tenía miedo, miedo a que mañana por la mañana se alejase otra vez de mí. Me huyera como antes, me tratara igual que siempre…Pero no pudiera dejarle solo, el era mi vida. Adri dormitaba plácidamente, entreabriendo los ojos de vez en cuando o gruñendo por lo bajo cuando se colocaba mejor. Finalmente el taxi paro, yo agarre mi cartera pero mi cuenta de que después de pagar la carrera en taxi para llegar al hospital ya no me quedaba nada

Entonces fue cuando vi volar un billete de veinte y uno de diez para caer la plataforma de la palanca de cambios y el freno de mano

-Quédese con el cambio…- bostezo Adri, se levanto abriendo la puerta y sujetándola para que saliera yo

Cuando salí Adri me sonrió intentando cogerme de la mano, yo le deje, ya había clareada suficiente como para distinguírsenos, pero no quería decírselo para no joder el momento. Aunque de alguna forma creía que Adri lo sabía, empezamos a andar hacia nuestra urbanización, abrí con mi llave. Adri se comportaba ya con toda la normalidad

-¿Tu padre sigue trabajando en urgencias?- yo asentí

En la parte interior ya nos mostramos un poco mas cortados, aun así Adri se negó a soltar mi mano, si bien se pego mas a mí para ocultar nuestros dedos cruzados. Nuestro portal estaba vacío, en el ascensor se inclino para robarme un beso y luego metió una mano bajo mi camisa para asirme de la cintura

-¿Tienes la casa libre verdad?- yo volví a asentir- ¿Hasta qué hora?-

-La de comer- respondí, sin poder hacer mucho mas, no reconocía a este Adri

-Quiero dormir…Pero…- se corto, tosiendo por lo bajo- Bueno ya sabes, contigo-

-¿Estas seguro?- pregunte aun a riesgo de joderlo todo

-Eres mi novio… Y he deseado pasar todas y cada una de las noches de los últimos tres años…no, casi cuatro ya… Contigo-

Yo suspire mientras sonreía. No pude reprimir un bostezo, Adri se rio pero luego se puso serio

-Carlos…- suspiro- ¿Tu seguro que me quieres?-

Yo me reí

-Soy yo el que debería preguntártelo… Que el bipolar eres tú- en seguida me vino a la mente la razón por la que me estuvo evitando y mi sonrisa murió- Adri yo…-

Le quito importancia con un gesto de la mano

-No quiero temas tristes- sonrió- De esos hablaremos mañana… Ahora solo quiero estar contigo-

Volvió a haber un silencio, mucho más lleno de significado de los anteriores

-¿Te acuerdas cuando venía a buscarte para que bajaras a jugar al futbol conmigo?- yo asentí- Siempre jugábamos solos porque en realidad nunca avisaba a nadie- se rió

-¿Y tu te acuerdas cuando mientras juagábamos me quitaba la camiseta con cualquier excusa?- sonreí yo- Nunca conseguí que te la quitaras tu-

Le sorprendí enrojeciéndose levemente, yo trabaje en la cerradura de mi puerta con las llaves

-Me daba vergüenza…Me parecía que estabas buenísimo y no quería que…Bueno que me daba cosa-

-¿Yo estaba mejor que tu?- pregunte sorprendido- Lo mío era un estomago plano, unos pectorales aun por desarrollar y brazos medianamente fuertes… Tú con trece años ya tenías tableta-

-La delgadez- comento quitándole importancia- Para mi tu eras insuperable-

Cerré la puerta a nuestras espaldas

-Yo tenía miedo de quedarme embobado mirándote a los ojos…Pero a veces no lo podía evitar y cuando me hablabas solo le podía prestar atención a ellos-

-Yo me quedaba mirando tu boca- en ese momento enrojeció de verdad

No sabía como habíamos empezado pero resulto ser un tema de conversación excelente para soltarnos y hablar. Nos quito toda la tensión de golpe, mientras nuestro intercambio de anécdotas duraba nos fuimos desnudando el uno al otro, eso también fue involuntario pero ayude a Adri a quitarse la camisa y cuando me quise dar cuenta sus manos ya estaba recorriéndome el pecho soltándome los botones, los besos comenzaron como evolución de las caricias. Seguíamos hablando, confesándonos cosas, entre los besos; que el se moría cada vez que una chica me hablaba y que yo en clase me apoyaba con los brazos en la mesa para quedarme mirando su espalda como tonto

No había nada sexual en nuestros gestos, era algo tan…Inocente, una conversación entre besos y roces suaves, entre caricias intercambiadas…Era como volver a tener trece años, cuando nos quedamos en bóxers le tumbe en la cama y luego encima de él le deje besos por las sienes como sabias que le volvía loco. Había algo en lo que no éramos como aquellos chavales de trece años que empezaban su relación con inseguridad pero con mucho amor…Y eran los cuerpos, antes podíamos estirarnos tranquilamente, los dos juntos en la misma cama

Ahora Adri había crecido, manteniendo una cintura esbelta pero con una espalda triangular de hombros anchos, mis brazos ahora abultaban mas debido a los moldeados músculos y nuestra altura conjunta superaba el metro ochenta en los dos casos. Nuestras piernas se entrecruzaban pero aunque los dos teníamos piernas torneadas de futbolistas seguían siendo un pequeño estorbo. Adri se separo de un chupetón que me estaba dejando en el cuello, gimiendo por lo bajo. Yo me disculpe con la mirada por lo incomodo del momento, pero Adri solo me reclino sobre él, haciéndose el mismo a un lado. Acabamos encajando nuestros cuerpos, mi respiración le revolvía el pelo de la nuca en donde no podía resistirme a dejar besos sueltos

-Me alegro de todo lo que ha pasado esta noche…Por fin llegue al punto en el que tu tozudez venció la mía…- se rio- ¿Quieres salir conmigo?-

Yo sonreí aunque no podía verme

-Adri, mi vida, ya te lo dije en el avión de camino a Italia… Nunca dejamos de salir juntos- le bese en el cuello

-Si- sonrió el- No sabes las ganas que tenia de besarte cada vez que decías una palabra-

-Tenemos muchas cuentas pendientes- dije yo descansando la mano  en su cadera

No sé si fue él el que se bajo los bóxers o si fui yo, lo único que sé es que los míos los siguieron al suelo a los pocos segundos

Alex

Al final no me fui a casa, caminaba feliz por las calles con mi camisa abierta decidido a llegar andando hasta el barrio, tan en las nubes estaba

Si hubiera sabido que Rúas aun guardaba un par de sorpresas mas, la sonrisa hubiera desaparecido de mi rostro

Pero estaba ciego ante muchas cosas con respecto a Rúas

Demasiadas

Pero pronto las entenderías todas

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Espero que os haya gustado, empezamos a preparar motores para la recta final!!

Nerviosos?? jajaja