Carpe Diem XXVII: Aguas Negras

El frio, oscuro, insondable... Fluye como el agua, donde el amor se mezcla con el odio... El fuego luce con frias llamas, las sombras se hacen mas oscuras... La lluvia corre por las calles como sangre...

Dani

Deje pesadamente la mochila sobre la silla mientras ponía los dos abrigos sobre mi mesa, oí un entrecortado ruido lejano y a los pocos segundos os suaves ruidos de la televisión. Cuando hube terminado de colocar todo para que quedara más o menos ordenado me fui hacia el salón, repasándome el pelo con las manos. Sé que era una tontería, pero la razón de porque lo hacía estaba ahora mismo tirada en el sofá

Sergi con el mando en la mano estaba haciendo zapping perezosamente, como siempre me impresiono su altura, llevaba unos vaqueros azul grisáceos sueltos y un poco deshilachados y encima de ellos un jersey gris con el cuello subido. Aun bajo la tela de la ropa, la p0osicion dejaba notar un cuerpo envidiable. Sergi movió la cabeza en cuanto entre en el salón, sus ojos como tinta negra, habitualmente serios se iluminaron como velas al verme

Rebullo sobre el sofá haciéndome un hueco para que me tumbara entre él y el borde, yo examine el espacio. Luego le devolví la mirada

-Es demasiado pequeño Sergi- le dije, era verdad, aunque el sofá era ancho el musculoso cuerpo de Sergi ocupaba bastante- Yo no entro ahí-

Sergi me miro sonriendo de lado

-Peque conozco tu cuerpo mejor que tu- luego bajo la mirada para ver el hueco que me había dejado- Te aseguro que entras-

Yo suspire un poco, me quite las zapatilla y acercándome al sofá me tumbe como Sergi me había pedido, mi espalda se pego a su duro torso. Cierto, entraba, pero el borde del sofá estaba peligrosamente cerca. Sergi se movió a mi espalda y finalmente se alzo un poco para poder colocar su barbilla en la cima de mi cabeza, como tanto le gustaba. Su brazo se extendió para dejar el mando de la televisión en la mesa y luego me arropo con sus brazos, pegándome a él

-Te dije que entrabas- me reprendió suavemente

Yo no dije nada, estaba como siempre disfrutando del relajante calor que emanaba del cuerpo de mi novio. Sergi malinterpreto mi silencio y me apretó mas contra él, movió su cabeza y su cuerpo, sentí la tensión de sus pectorales en mis omoplatos al moverse

-¿Estas enfadado?- me pregunto al oído, haciéndome estremecer

Yo sonreí un poco, desde luego que no estaba enfadado por esa tontería

-Puede- dije simplemente

-Peque…-  seguía susurrando en mi oído- Me gusta estar así contigo porque eres el único que pueda estar en esta posición conmigo, soy demasiado alto para nadie más-

-¿Y yo demasiado pequeño?- le pregunte suavemente, de hecho era de estatura un poco más baja que la media

-Comparado conmigo, si- respondió- Y eso me encanta-

Antes de que pudiera preguntar porque, Sergi, sin ningún esfuerzo aparente me movió entre sus brazos mientras el giraba el cuerpo. Se tumbo en el sofá dejándome a mí encima, de cara a él. Yo me levante un poco, sentándome encima de sus caderas

-No soy tu juguete- le dije un poco enfadado, apoyando mis manos a ambos lados de su cabeza

-No, no lo eres- sonrió pícaramente- Eres el buenorro de mi novio al que me encanta sentir contra mi-

Sentí como me sonrojaba y mientras contemplaba los ojos de Sergi embelesados mirándome, chasquee la lengua

-No digas esas cosas…- le reproche-Ya sabes lo que me pasa-

-Me encanta verte así- dijo él, una de sus manos se alzo rozándome la mejilla- Eres tan blanco de piel que en nada que te sonrojes se te nota- su mano ascendió de mi mejilla para acariciarme la oreja- Sobretodo aquí…-

-Eres un abusón- replique yo- Siempre me estás haciendo sonrojar-

-No lo soy…- me respondió el alzándose sobre el sofá, apoyando sus manos en él- Desde pequeños siempre te he protegido y me he preocupado por ti-

Le sonreí, era cierto. Desde aquel día en el parque siempre había tenido a Sergi a mi lado, ayudándome a vencer mi timidez, dándome empujoncitos en la espalda para que me presentar a otros niños o dejándome su pecho para que pudiera esconder mi rostro. Me incline para besarle

Sergi se dejo caer, arrastrándome con él. Su boca era como siempre firme y cálida, sus labios se amoldaban a los míos, sentí la punta de su lengua buscando la mía, las uní con un poco de ansia. Sergi me cogió de la nuca para pegarme a él, yo me deje llevar. Sentí el duro cuerpo debajo de mi tensarse, nos separamos un segundo para que Sergi pudiera sacarse el jersey y la camiseta de debajo, aprovechándolo yo hice lo mismo en mi

Nos quedamos quietos en cuanto acabamos, mirándonos mutuamente. El cuerpo de Sergi era musculoso, se podía ver la finamente morena piel los como los huesos estaban recubiertos de duro musculo trenzado, como los bíceps se hinchaban al compas de sus movimientos, como el duro y plano vientre marcado se movía al respirar. Sergi alzo una mano recorriéndome con la yema de los dedos mis definidos abdominales

-Se supone que hoy hasta la noche no íbamos a hacer nada- comento el distraídamente, siguiéndome repasando los duros músculos de mi atlético cuerpo

-Si, hasta después de la fiesta…Se supone- respondí yo colocando una mano en su pectoral para inclinarme un poco más

-¿Y qué hacemos?- pregunto mirándome a los ojos, sus manos ahora me asían de la cadera, haciendo caricias circulares con los pulgares

Yo bostece

-¿sabes? Desde hace un par de días no duermo bien-

Sergi arqueó las cejas sonriéndome

-¿y eso?-

-Creo que tiene que ver con tu madre- respondí sonriendo- Y con que ya se queda a dormir en casa en vez de él bufet-

Sergi me miro con sus serios ojos negros

-Creo que me he acostumbrado estas semanas a dormir a tu lado y me siento incomodo si no…- le sonreí tímidamente, enrojeciendo un poco, Sergi me obligo a reclinarme sobre él, apoyando mi cabeza en su pecho, para que el pudiera poner su barbilla en mi cabeza, le oí aspirar suavemente

-¿Sabes? A mí también me ha pasado- suspiro, y al final el suspiro se convirtió en un bostezo- Eres malo para mí, por quitarme el sueño-

Yo sonreí adormilado, debería tener frio por estar sin camiseta por la casa y más en invierno, dejando de la lado mi sangre sueca la verdadera razón era el calor que siempre emanaba de Sergi, reconfortante hasta puntos que no podía imaginarme. Cerré los ojos

-Pero…- la voz de Sergi también había adquirido el tono adormilado- Esta noche te follo-

Yo me reí, esa era la actividad a la que más nos habíamos aficionado Sergi y yo como pareja. Llegando al punto de sentirnos mal si un día no podíamos hacerlo. Me recosté mas contra los duros y abombados pectorales de Sergi

-No te atrevas a no hacerlo-

-

Gabi

Apreté a David contra la pared mientras le levantaba apoyando su culo en mis manos. Nuestras bocas y nuestras lenguas se unían furiosas, le moví un poco y finalmente le separe cargándole sobre mí. No sé cómo me moví pero sí que se como lo hizo David, alzándose desde mis caderas, apoyándose en las piernas me rodeo el cuello con los brazos y me empezó a mordisquear las orejas. Yo gemí un poco y de nuevo le pegue contra la pared, David jadeaba dado que ahora era yo el que no paraba de besarle el cuello ahora

En un momento dado oí la puerta abrirse, David jadeando me coloco las manos en los hombros mientras me echaba hacía atrás, yo le baje al suelo pero le así de la cintura para encarar a la persona que nos había interrumpido. Ya sabía quién era antes de mirarle, solo tres personas teníamos la llave de este vestuario en un área en desuso del enorme centro deportivo

Rúas nos contemplaba sonriendo, apoyado en el marco de la puerta. Llevaba los pantalones cortos del uniforme de balonmano, con la camiseta en la mano y una toalla sobre los hombros. Como siempre se veía perfecto, sin ningún tipo de fallo, sus ojos nos contemplaban tranquilamente, sin reproche, solo con curiosidad divertida. Nos sonrió rozando la divinidad con los dedos

-Siento interrumpir pero era para asegurar lo de esta noche- me miro a mi- ¿Al final vais los dos no?-

Los dos asentimos, Rúas sonrió de nuevo, como si estuviera complacido por algo, sus ojos se abrían ante nosotros como las profundidades del mar. Inescrutables

-Yo llevare a algunos amigos…- empezó Rúas lentamente- ¿Puedo no? Quiero decir, vosotros llevareis ¿no?-

-Si claro mis amigos van- respondió David

-Y los míos también irán- le dije- Tranquilo-

-Guay… Ya nos presentaremos y tal- lo ojos le brillaron un segundo- Que ya he visto fotos de tus amigos Gabi…-

Yo me reí por lo bajo

-No son gays- le respondí, en mi mente se dibujaron las imagines de Sergi, Dani y…Valle, no podía declarar su sexualidad tan alegremente-

Rúas se encogió de hombros despreocupada, me di cuenta de los músculos trenzados de sus brazos, trabajados a la perfección por el deporte que practicaba

-Te sorprenderías de lo flexible que puede ser eso- respondió- De mis amigos alguno es gay, o sospecho que lo es… Dejare que me ayudéis vosotros a saber quién es quién-

-Estará el chico ese que…- empezó David, pero se cayó, los dos sabíamos que había un chico, hetero, del que Rúas estaba enamorado

Rúas suspiro, su tranquilidad durante un segundo dejo paso fugaz a una tristeza repentina, la vulnerabilidad relució durante un segundo. Pero en seguida se volvió a rehacer la calma total y el aura de control de Rúas, pero en ese momento había sido tan vulnerable…Cuanto daño debía de hacerle eso…

-Estará- dijo mirando a una de las paredes- Estará…-

-

Carlos

-Esa no- respondí tranquilamente desde el asiento giratorio de la habitación de mi amigo, di un par de vueltas- Te queda pequeña ya-

-Pero me gusta…- respondió valle mirando con cierto cariño a una camiseta negra de cuello en uve

-Quedar te queda bien pero si vas con ella parecerás de esos gilipollas que intentan que la ropa se les rompa en cualquier momento- pasee mi mirada por su armario- Ponte esa camisa oscura que veo… ¿morado?- Valle asintió sacándola y volviendo a meter la otra negra- Creo que esa te quedara guay con algún tipo de pantalón claro

Valle se saco su propia camiseta, sus cuerpo quedo al aire y su pelo dorado quedo revuelto tras habérsela sacado. Yo le contemple con tranquilidad, tenía un cuerpo envidiable pero le había visto sin mucha menos ropa más veces. Se puso la camisa y se desabotono los puños, empezando a arremangársela. Estábamos en silencio pero de repente Valle lo rompió

-¿Ira Adri a la fiesta?- me pregunto suavemente

Mis manos sobre los reposabrazos de la silla de Valle los asieron con fuerza

-Si- respondí escueto y como luego vi que había sido borde con Valle continúe- Se lo pregunte hace unos días y eso…-

-¿Y qué esperas?- ahora estaba arremangándose la otra manga

-¿A qué te refieres?-

-Que si vas a intentar algo… ¿Qué esperas de esta noche?-

Yo suspire un poco, no quería hablar de esto pero Valle era el único con el que podía hablarlo y la confianza fluía entre nosotros como un rio

-No lo sé…Muchas veces espero más cosas de las que luego pasan- Valle me miro arqueando las cejas- Siempre espero que seré capaz de abrirme paso entre la gente, cogerle de la cintura, llevarle a parte y comerle a besos en una esquina…Siempre espero poder hablar con él, poderle repetir lo que siento y que me perdone…Siempre espero que me bese…que me toque…- resople por lo bajo- Y siempre el acaba liándose con una tía o yo ya por simple desesperación lo hago también-

-¿Nunca has probado a intentarlo con un chico?-

-No- le respondí- Liarme con tías no es nada para mí pero… Nunca, nunca, nunca besare a un chico que no quiera-

Valle me miro, sonriendo levemente. Sabía lo que estaba pensando, el estaba dentro de la categoría de “chicos a los que quería”, por motivos diferentes a Adri obviamente, pero validos también. Yo aparte la mirada, a veces mi imagen de chico duro se resentía después de soltar comentarios así

-Además imagina que lo intento con un chico y resulta que no es gay…Y aun siéndolo, se podría enterar todo el mundo. Es peligroso eso-

-¿Por qué?- me pregunto Valle

-Porque sabrían que soy gay- le respondí mirándole de nuevo, con sorpresa- Evidentemente-

Ya había acabo de ponerse la camisa y ahora se desprendía de los vaqueros

-¿Eso es malo?- me pregunto esta vez sin dejar de mirarse la bragueta, cada vez más abierta

-Pues claro- fruncí un poco el ceño- Mucha gente no se lo tomaría bien-

-¿Tu padre se lo tomaría bien?-

-Si, el si- le respondí, desde luego sería la persona que mas me sorprendería que se lo tomara mal

-¿Tu madre?-

-Me da igual lo que opine ella o su novio- dije tajante- Renuncio a mi custodia-

Valle torció un poco el gesto. El divorcio de mis padres siempre era un tema delicado y no solía tocarlo. Cogió unos pantalones de tela negra

-¿Nuestros amigos crees que se lo tomarían bien?-

-Si eso creo- respondí- Por lo menos me aceptarían-

-¿Entonces?- siguió suavemente, sin mirarme, mientras se ponía los pantalones

A mí me estaba empezando a enfadar la conversación

-¿Entonces qué?-

-Que porque no decir que eres gay-

-Pues porque…- empecé

-Si a quienes le importas no te rechazan que razón hay para no hacerlo- me miro a los ojos, el dorado miel de sus pupilas centelleaban

-…el resto- respondí yo

-¿Qué importan ellos? Tú mismo te estás cortando las alas por lo que opine gente que no te importa-

-No puedo hacerle eso a Adri- respondí sin saber que decir- No puedo decir que soy gay delante de todos y luego intentar acercarme…No puedo exponerle a eso-

Valle parpadeo

-Claro Adri- suspiro

-No puedo obligarle a salir del armario si él no quiere…Menos aun, no puedo dejar que se aleje más de mí si soy abiertamente gay-

Valle asintió abrochándose del todo el pantalón

-Es triste- dijo mirándose en el espejo de su armario- Vivir así…- se subió el cuello de la camisa despreocupadamente, teniendo como tenía la cabeza en otro lado- Viendo a quien quieres tropezar y no poder ayudarle a levantarle más que como amigo-

Contemple su reflejo en la puerta del armario sin entender. Valle me miro

-No debería ser así- dijo simplemente

-

Alex

Rodé sobre la cama, alejándome del cuerpo caliente de María. Moví un poco mis dedos para desentumecerlos, sentí los últimos restos del sabor salado en la boca. María me miro estirándose y sonriendo, aun abierta de piernas, mi cabeza a la altura de sus caderas. Se movió como una tigresa, flexionando cada parte de su cuerpo, totalmente desnuda. Sus manos me acariciaban el duro torso, disfrutando de los músculos, sus dedos agiles bajaron hasta mi bóxer, despréndame de él y agarrándome la polla

Empezó a pajearme, consiguiendo que se pusiera lo poco que le quedaba para estar del todo erecta. Yo me mordí los labios poniendo mi mano sobre la de ella

-Para…- jadee con esfuerzo

-¿Qué pare?- me pregunto ella sorprendida, ya se había empezado a inclinar para la mamada

Si para porque quiero resérvame para follarme a saco a Víctor, pensé

-Para, me duele, la tengo un poco dolorida-

-¿Y eso?- me pregunto sentándose sobre la cama, yo seguía tumbado y jadeando

  • Durante la noche se me debió poner dura y dormí sobre ella en una mala postura- respondí tranquilamente, improvisando sobre la marcha- Una mala postura-

María suspiro, yo la sonreí

-¿De qué te quejas?- la pregunte alzándome sobre los brazos- Se que no es santo de tu devoción chupar pollas… Y te he hecho un par de buenos dedos- la sonreí

-Esperaba follar esta noche…- respondió ella tumbándose y estirándose en la cama- Nos va a tocar estar sin follar- concluyo con cierto tono de reproche

Ah no, sonreí interiormente, Yo si que voy a follar…Pero no contigo

-No somos novios María- la respondí sin embargo- Te puedes follar a cualquier tío que quieras, no me debes fidelidad-

-Lo sé- me sonrió- Sé que puedo acostarme con cualquier tío- suspiro- Tú también puedes hacerlo-

La sonreí con tranquilidad

-¿Acotarme con tíos?- sabía perfectamente que no se refería a eso, si no a lo de la fidelidad

-Dios no- respondió riéndose- Ya sé que no te follas tíos-

Si tú supieras, pensé saliendo de la cama. María se estiro mientras seguía hablando conmigo de cosas insustanciales. Se estaba quedando dormida y como para no, después de la sesión que la había hecho con mis dedos y mi boca mágica. Para cuando sali de su habitación ya estaba dormida del todo. Camine por la casa hacia la puerta mientras me ponía la camiseta y el abrigo, luego abrir la puerta y sin mirar atrás me fui. En el ascensor mire mi móvil, en la tenia un p0ar de mensajes de Víctor confirmando cuantas invitaciones para la fiesta necesitaba. Yo le respondí

Antes de llegar al piso de abajo el ya me había respondido de nuevo. Yo sonreí, pensando cómo estaba en la última vez que me lo folle, la polla ya dura de por si palpito un poco recordando la dulce y deliciosa presión de su culo, nada comparable al coño de María. Ojala las tías lo tuvieran tan apretado

Era fácil hablar con los chicos como Víctor, ellos hacían casi todo el trabajo tu solo tenias que hacerte el interesante. Responder a esas preguntas con respuestas ambiguas añadir algún cumplido, poner algún guiño… Y ya estaba hecho, tan insultantemente fácil. Una sonría se abría las puertas de…bueno, de todo prácticamente

A veces me daban un poco de pena, pero luego recordaba que yo nunca les había dicho que podían esperar más de mil de lo que les ofrecía, que nunca saldría de mis labios un te quiero, que mis caricias nunca tendrían mensajes escondidos…Que solo quería follármelos y ya está. Y aun siendo directo muchas veces no bastaba, querían más de mí… Lo querían todo, y eso nunca pasaría, nunca nadie había tenido todo de mí y nunca nadie lo tendría

El amor era algo que no existía, o que como mucho yo me veía incapaz de sentir. Supongo que era demasiado pragmático, con amor iba la fidelidad, porque por alguna razón el amor sin ella perdía toda razón de ser… Al parecer que tu corazón fuera de una persona significaba que tu cuerpo también ser suyo

Me admiraba el amor entre Dani y Sergi, su compenetración. Me sentí mal después de acostarme con Dani en Italia, porque sabía lo que significaban el uno para el otro pero…Pero ellos lo habían elegido, se veía en sus ojos que lo había hecho. Pero ellos lo habían elegido, aunque seguramente lo habrían dado por sentado

Le respondí a Víctor, jugando un poco con él, calentándole ciertamente hasta saber que lo tenía en el punto justo. Debería saber lo que estaba haciendo, no debería caer en el juego, era más, debería jugar el también, no creerse que era real. Debería saber que tenia elección que si me dijese “no” pararía, que si se apartase yo lo respetaría, que no lo iba a forzar. Pero ellos mismo se cegaban

Salí de la urbanización de María para ir hacia la mía, en el camino me encontré a Gabi saliendo del metro. A su lado caminaba…El chico ese amigo de Cristina, David si la memoria no me estaba jugando malas pasadas. Mi amigo me sonrió, me uní a ellos, entrechoque las manos con Gabi y estreche la de David. Al lado de mi amigo parecía más pequeño de lo que realmente era

-¿De donde venís?- les pregunte con curiosidad

-Nos hemos encontrado en el metro, yo venía de mirar un gimnasio un poco lejos de aquí para mi primo- me respondió Gabi

-Yo del entrenamiento de tenis- dijo David palmeando su bolsa de deporte, le mire intrigado, sabía que hacía deporte pero no tenis…Los tenistas tendían a estar atléticos y a tener unos culos de película

-¿Tu de dónde vienes?- me pregunto mi mejor amigo

-De casa de María- no pude reprimir una suave sonrisa ladeada- Y ahora a casa a cambiarme que ya empieza a ser tarde-

-Cierto cierto…- dijo Gabi pasándome el brazo por los hombros- ¿No te habrás cansado demasiado para esta noche no?

-Tranquilo que no, me sobra energía- Gabi se rio apretándome contra el amistosamente

-David me ha dicho que nos presenta a algunos amigos y amigas suyos del centro deportivo a donde va…Que es donde practican los deportistas de alto rendimiento-

Yo mire impresionado al chico

-Muchas gracias…Nosotros también te presentaremos tías buenas-

David me sonrió tranquilamente, las pecas sobre el rostro le daba aspecto de chico bueno

-Gracias tío, siempre viene bien ampliar el mercado-

Nos despedimos de David en el siguiente cruce. Yo seguí hablando con Víctor un poco a escondidas, sabía que Gabi no era de los que cotilleaba las conversaciones ajenas pero quería evitar que por accidente leyera algo que no debía

-¿Crees que estarán bien las amigas de David?-

-He visto un par de fotos de los amigos a los que se refiere- sonrió- Y hay alguna que no está nada mal…- por un segundo note ambigüedad en esa frase pero estando como estaba con el calentón solo me centre en las tías

-Espero que si, a ver si conseguimos a alaguna para nosotros- Gabi se rio- ¿No te gustaría?-

-Yo estoy bien ahora…Pero si surge…- se encogió de hombros

Suspire un poco, como siempre Gabi iba a su propio ritmo de iceberg. Entramos en nuestra urbanización y andamos juntos a nuestros respectivos portales casi anexos. Mire a mi amigo

-Cuando esté preparado te llamo y vamos recogiendo al resto ¿vale?- Gabi asintió

Cada uno se metió en el suyo para ir hacia su casa. Yo mire el móvil, cuatro mensajes de whattsapp de Víctor en apenas cinco minutos que no había mirado el móvil. Sonreí, estaba más que hecho

-

Sergi

Parpadee mientras oía a lo lejos un ruido que me era vagamente familiar ¿Qué era?...Intente centrarme más, era una música…Era…mi móvil. Alguien me estaba llamando. Me empecé a levantar cuando algo cálido encima de mí rebulla, baje la mirada hacia un sedoso cabello rubio y hacia una tersa espalda blanca. Sonreí tumbándome de nuevo, me estire un poco tratando de no despertarle, Fuera quien fuera había dejado de llamar, suspire un poco

El cuerpo de mi peque sobre el mío era duro como una peña y despedía un suave calor, Sentía su cabeza contra mi pecho, su marcado estomago contra el mío. Mis manos le acariciaron suavemente la espalda, mire la hora, había estado tan a gusto durmiendo en el sofá con el que la hora se me había pasado totalmente. Por la ventana entraban haces de luz dorados del atardecer que ya empezaba, fuera quien fuera el que había llamado le debía una, dudaba que estando como estaba de aguzo así me hubiera podido despertar yo solo hasta la noche

Las piernas de mi peque estaban entrelazadas con las mías, sus respiración me estremecía la piel del pectoral donde estaba apoyado. Suspire un poco, se estaba tan a gusto así…Que era una tentación demasiado grande el volver a dormirme. Pero teníamos que ir a la fiesta

Como siempre me encontré en el dilema de despertar a Dani, por alguna razón el hacerle siempre me hacía sentir un poco mal, siempre quería dejarle un poco más de tiempo para que descansara…Aunque cada vez que me miraba recién levantado con sus ojazos verdes adormilados me matara de amor

Pero debía despertarle, sabiendo como tardaba mi peque para arreglarse no quería que retrasara la salida del grupo, aunque nunca habría nada comparable a lo que el chulo de Carlos tardaba en arreglarse. Pose mis manos sobre su suave espalda, sentía allí la columna, empecé a hacerle suaves caricias circulares en esa sensible zona mientras le susurraba que se despertara. Dani encima de mí empezó a rebullir y finalmente alzo la cabeza mirándome con sus ojos verdes entrecerrados, sin poderlo evitar le bese sobre la frente

-Hay que cambiarse para la fiesta peque- le dije volviéndole a besar en el mismo sitio

Dani sobre mi se despereza bostezando, luego se separo y finalmente se bajo para dejarme levantarme. Al quitarse sentí su calor retenido contra mi pecho, pero lentamente se fue diluyendo hasta que finalmente desapareció del todo. Mi peque se estaba restregando un ojo con la mano por el sueño

-Voy a ducharme para despertarme- yo suspire un poco y me levante colocándome a su lado

-Yo tengo que ir a casa a cambiarme, debería haberme la ropa aquí y así cambiarme contigo-

-Un pequeño fallo- dijo el besándome el pectoral y luego poniéndose de puntillas para hacerlo en los labios

Le abrace lo hombros, Dani recostó la cabeza en mi cuello. Tras un segundo así, nos separamos, yo cogí mi ropa y Dani se fue hacia la ducha. Antes de que saliera me puse la ropa rápidamente y en dos zancadas le corte el paso. Le cogí de la nunca para besarle

-Me voy- le di un beso en la frente- No me tardes en cambiarte o me harás venirte a buscar-

-Nunca tardo- me dijo Dani mirándome con el ceño fruncido- Eres tú que te cambias demasiado rápido-

Me pase una mano por mi pelo corto

-Sera porque no puedo el tiempo haciéndome peinados de malotillo- respondí despeinándole la crestita, ya de por si bastante deshecha por la siesta en el sofá

-Vete o te hecho- respondió Dani alejándose de mí para ir a la ducha

Yo fui hacia la puerta cogiendo mis cosas de la habitación de Dani, pero antes de abrirla me gire para mirarle

-Sabes que te lo digo con amor peque- le guiñe el ojo y salí

En el descansillo me alise la ropa colándomela mejor. Estaba un poco arrugada de estar tirada por el salón de Dani. Dentro de la casa oí el agua correr, desee entrar de nuevo para meterme con él en la dcha. pero no podía. Tenía que cambiarme, aunque seguramente me daría tiempo para volver cuando aun se estuviera vistiendo

-A veces mi novio es peor que una tía- dije en voz baja, sintiéndome estúpidamente feliz por poder decir “mi novio”, tenía muy pocas ocasiones para decirlo en voz alta y a veces me gustaba oír mi propia voz diciéndolo aunque no hubiera nadie delante

Dable los escalones de dos en dos y llegue al portal en nada, abrí la puerta y Salí daño zancadas hasta el mío. Abrí con mi llave y entre a al ascensor. Dentro del como no tenía nada mejor que hacer mire quien me había llamado, era una llamada y un mensaje. Las dos de Gabi, sonreí al leer el mensaje en el whattsapp

Deja de estar embobado con Dani y cámbiate :P

No era un mensaje que le pegara a Gabi, pero desde luego se podía ver la preocupación de hermano mayor detrás, lo cual si que le encajaba perfectamente. Además últimamente Gabi estado de muy buen humor y lo que fuera que le había estado atormentando parecía haber desaparecido. Tal vez las cosas con David estaban yendo bien, sonreí mas, tal vez algún día me lo presentara como “su chico”. Si eso pasaba, no habría razón para no contárselo a Dani y así tener una pareja de gays amigos nuestros

El ascensor llego a mi piso y yo salí justo cuando mi madre lo hacía por la puerta de casa. El dejo abierto para mí mientras gritaba por el pasillo que le mantuviera abierto el ascensor, cargaba con dos archivadores llenos de hojas

-¿Otro caso?- pregunte yo dejándola pasar

-Si hijo si- hizo equilibrismo y al final fui yo el que le dio al botón del garaje- Esta noche te tendrás que hacer la cena tu…O el desayuno... no vengas muy tarde ¿vale?-

Yo resople ante su eterna preocupación

-Tranquila mama se cuidarme solo-

-Ah si, mañana Javi vendrá a comer con su novia…Creo que te va a tocar hacer la comida a ti-

Suspire

-El plato más complicado que sé hacer son los macarrones gratinados, espero que os valga-

-Perfecto, te encargas tu- yo solté la mano de la puerta para dejar que esta se cerrara

Fui a casa farfullando sobre que siempre me tocaba cocinar a mí cuando caí en la cuenta de que esta noche tendría la casa para mi peque y para mí exclusivamente. Y seguro que ni mi madre ni mi hermano pondrían objeciones a que se quedara a comer…Y en cuanto a que mi peque aceptase…Solo tenía que ser persuasivo y, lo que era mucho más importante que la persuasión, no dejar de besarle mientras se lo pedía entre beso y beso

-

Valle

Salí de la ducha envuelto en la toalla y en una nube de vapor, me moví hacia mi habitación con el pelo goteándome agua sobre el pecho. Mi hermana pequeña estaba en su habitación con la puerta abierta, al verme pasar saliven mi busca. Me gire

-¿Qué te pasa?-

Mi hermana era como yo, con el pelo dorado y los ojos color miel de nuestra madre. Sin embargo ella había sacado el carácter marcado de ella mientras yo había salido igual de despistado que nuestro padre

-¿Sales esta noche no?- me pregunto yendo hacia mi habitación conmigo

-Claro, ya sabes que si- la toalla de mi cintura amenazo con caerse y yo la sujete para colocármela mejor, no quería quedarme desnudo con mi hermana…Sri algo muy violento

-Y Emma… ¿Ira Carlos no?- me preguntó con suavidad, intentado ser casual

Pese a ser bastante despistado para estas cosas sabía que mi hermana estaba colada por Carlos. No la culpaba, mi estrecha relación con el hacía que esta fuera su segunda casa y para mi hermana pequeña había sido siempre el amigo inalcanzable de su hermano… Y, todo había que admitirlo, Carlos estaba muy bueno. Mi mejor amigo siempre había sido amable con ella y siempre la había ayudado en lo que había podido

Pero siempre me había abstenido de contarle los sentimientos de mi hermana, sabía que solo era un encaprichamiento y no quería que Carlos la tratara diferente sabiendo eso…Aunque conociéndole le saldría su sonrisa de chulo perdonavidas y me haría la vida imposible a mí

-Dentro de poco ya me podre ir de fiesta con vosotros- me dijo yo me gire para encararla

-Ana me tengo que cambiar- la respondí- Y a lo de ir de fiesta, tal vez vayamos a los mismos sitios pero sería raro para los dos decir que vamos juntos…- a empuje suavemente fuera de la habitación- Además no creo que me haga mucha gracia verte liándote con alguno, por eso de que soy tu hermano mayor y tal-

-No es eso, yo me refería a que…- la cerré la puerta cortando su frase en un grito esperado, sonreí con ternura, la quería mucho pero era el hermano mayor y había que mantener cierta imagen

Me di la vuelta, sobe mi cama estaba, en lo que me había parecido una genialidad en el tema de previsión, la ropa que iba llevar esta noche. Era la misma camisa morado oscuro y los pantalones que me había probado delante de Carlos. Mi mente volvió sin pensarlo hacia la escena de hacia una hora, sabía que sacar el tema de Adri le había revuelto demasiadas cosas pero creí que había sido mejor que oyera su propia voz opinando sobre esta noche

Además sin pretenderlo la conversación había evolucionado hacia límites interesantes. Mire mi cámara de fotos, sobre la estantería de encima de mi cama, dentro de la tarjeta de memoria estaban todas las foto que había hecho buscando la inspiración que necesitaba para dibujar. Y la última foto, la que finalmente me había bastado era la de los dos niños corriendo hacia la puesta de Sol en Retiro

Esos dos chicos eran gays, eran novios, uno de ellos me había dicho que era cuestión de valor, no de suerte…Suspire, dejando de lado eso sentía que había encontrado al menos una brizna de lo que andaba buscando. Aun o sabia que hacer con ella, tan frágil como la lama de un vela pero sabía que en cuanto trabajara en ello ardería incontrolable

Siemp0re era así, todo era más fácil con un lienzo en blanco entre el mundo y tú, la primera pincelada era la más difícil pero luego todo fluía solo, cada trazo evolucionaba en los siguientes. El arte no imitaba la vida, el arte representaba lo que la vida debería ser, lo que nosotros querríamos que fuera. El arte eran los sueños del mundo, por desgracia un simple lienzo muchas veces no te escudaba de la realidad, carel y despiadada

Me fui vistiendo con lentitud, cuando lo hube echo me quede sentado en mi cama sin saber muy bien qué hacer, me apoye con los codos en las rodillas, pasándome las manos por el dorado cabello húmedo aun. Me levante cogiendo mi colonia favorita, enseguida un oro cítrico, masculino y familiar me envolvió, luego mire mas sobre la estaría donde había estado colocada la colonia. Había una pequeña cadena regalo de mi hermana, que nunca llevaba de fiesta y no solía sacarla de casa por miedo a perderla (incluso las cosas atadas a mi tendían a perderse cuando menos lo esperaba)

Había también más complementos, alguna pulsera, algún otro colgante. Un anillo de dulce que me había regalado Carlos cuando éramos pequeño, regalo de una bola sorpresa de maquina… Suspire mas, sabía que debía ponerme algo, para al menos ir un poco más interesante, Carlos siempre solía decirme que muchas veces una pulsera atraía más que una mirada

Me mire la muñeca intentando averiguar que ponerme cuando vi que sobre ella estaba la pulsera sencilla de hilo que me había regalado la anciana en la plaza San Pedro. Asentí un poco, ya sabía que no necesitaba más

Salí para el baño, mi hermana había cerdo la puerta y tenía la muisca encendida y casi a tope, señal de que estaba enfadada con el mundo, seguramente por culpa mía. En el baño intente peinarme aunque como siempre mi pelo dorado tuvo ideas propias, no se revolvió en un amasijo incontrolable si no que simplemente los mechones había caído en determinadas posiciones por el agua y ya no parecían querer salir, suspire mirando mi refajo. Como siempre estos temas me importaban poco, pero el pelo me da aspecto un tanto misterioso, y porque no, rebelde

Luego fui al salón para calzarme los zapatos. Y ya no tuve nada que hacer, mire la hora sorprendido, solo faltaba media hora para la salida a la fiesta. Nunca había tenido tanto margen antes de algún evento importante

-

Carlos

En contra de lo que mucha gente creía no era vanidoso, la verdad, me gustaban las alabanzas y os halagos como cualquiera. Pero, como casi todas mis acciones, gravitaban como un único punto como centro, Adri. Sacar este cuerpo fue más involuntario que otra cosa, el futbol primero y el gimnasio después lo habían moldeado y cuando descubrí las miradas que me seguían al caminar solo pensé que me podría servir para reconquistar a Adri

Me gustaba ir arreglado a todos lados pensando que tal vez me cursara con él, esperando estar lo suficientemente sexy para robarle una mirada aunque fuera, que no daría ya por un suave jadeo. Delante del espejo estaba intentando colocarme el pelo como yo quería y como siempre era lo que más me costaba, era increíble como un maldito mechón podía mandar al traste el resto del peinado ya cuidadosamente colocado, un poco de gomina con efecto mojado, un par de movimientos con los dedos y enseguida estaba ya montado mi peinado de chico duro rebelde versión fiesta… Si no fuera por el maldito mechón que no me quedaba colocado como yo quería

Tras un par de minutos cambiando el Angulo de mi vista sobre mi peinado llamaron al timbre, mi padre lo cogió y luego me grito que eran mis amigos. Yo le pedí que les dijera que fueran antes a por lo que faltaba…Maldito mechón…

-Dicen que ya están todos, hasta Alberto (Valle)- me respondió tras un segundo

Solté un par de palabrotas por lo bajo, siempre había confiado en Valle para que llegara tarde y ahora me fallaba… De perdidos al rio dije, sin pensarlo cogí una tijera y me corte el mechón oscuro, salió limpiamente quedando atrapado entre dos de mis dedos. Yo sonreí, no se notaba nada y por fin todo en mi ya era espectacular… Después de oírme a mí mismo pensar eso supuse que en el fondo si era un poco vanidoso

-Te voy a dejar sin respiración- le dije a mi reflejo, sabiendo perfectamente ambos que no me refería a el

Luego suspire un poco, casi siempre me decía eso y nunca me había funcionado. Me deshice del pelo y luego si rápidamente por a puerta, cogiendo dinero, DNI y llaves de casa ayudado en el recuento por mi padre. Luego yo hice el mío propio una vez cerrada la puerta, tocándome a ambos lados del pantalón, en los bolsillos de atrás norte tres sobres en un lado y dos en el otro

-Lubricante y condones…listo- suspire, siempre había que ir preparado

Y la primera vez que follaste con Adri no llevabas ninguna de las dos cosas, pensé amargamente

-Cállate- le ordene a la maldita voz insidiosa

En el ascensor fui canturreando por lo bajo. En el portal estaban mis amigos, todos tal y como había asegurado mi padre. Me sorprendió la verdad, no era la primera vez que decían que estaban todos cuando solo estaban la mitad o menos, para hacernos bajar a Valle y a mí antes. Sergi adivino mis pensamientos

-Esta vez es de verdad- Dijo con una sonrisa, se puso en pie, llevaba una camisa de color verde oscuro con el cuello y los botones especialmente pensados para quedar bien en cuanto se la abriera y no colgando lacios ambos, llevaba también un colgante de cuentas de madera oscuras al cuello; regalo nuestro de verano hacia tiempo

Dani a su lado llevaba una camisa negra con refuerzos dispersos para que se le marcara el cuerpo y pantalones blancos, Valle como ya le había visto vestido. Gabi con una camiseta blancas de rayas espaciadas ligeramente que le hacían parecer más alto y Alex con unos panoles grises y una camiseta negra y roja a cuadros que se le pegaba a los pectorales, yo por mi parte mi camiseta azul oscuro (zafiro en mis pensamientos) que dejaba divina mi tatuaje y unos pantalones negros, con una cadena plateada en la muñeca, regalo de Sergi, Gabi y Dani por mi cumpleaños del años pasado

En el aire el olor de sus colonias se mezclaba. Todos salimos del portal haciéndonos como siempre bromas y piques de quien iba más guapo, retando a alguno a hacer alguna estupidez borracha o bromeando con Dani sobre las tías con las que íbamos a conseguir que se liara

A lo lejos se oían mas voces, de todo el barrio fluía gente hacia la parada de metros, levemente conscientes del resto de grupos a su alrededor pero sin darse cuenta del todo, sin ver que todos seguían el mismo compas al fluir. Cada uno en su mundo de esperanzas, deseos y sueños para la noche que se extendía joven

-

Adri

Ciertas cosas nunca cambiaban yo sabía que Carlos siempre tardaba en cambiarse. Espolee a mi grupo para que entrara de una vez, les fui metiendo prisa para que pasaran los billetes y convencí a una obstinada María en que lo mejor era que esperara a Alex en la fiesta. Bajo tierra todo pareció más sencillo, más cuando solo cinco segundos de estar en el andén el metro llego, les metí y luego me quede intranquilo mirando y deseando que no cruzara esa puerta aun abierta

Con un pitido estas se cerraron y segundos después empezamos el recorrido, yo suspire por lo bajo cayéndome sobre mi asiento. Era difícil entender como una persona podía cambiar tanto la vida de alguien pero era mejor no estar en espacios reducidos con un Carlos vestido de fiesta, si de normal me costaba no girarme para mirarlo, verlo vestido para salir por ahí hacia que me latiera el corazón más deprisa de lo que lo hacía siempre. Era demasiado guapo, me miraba de una forma demasiado intensa para pretender ser de piedra

Pero seria de hielo si hacía falta…No me hacia muchas ilusiones tampoco, en poco tiempo le iba a tener delante de mi, ya fuera cuando María me arrastrara con ella para ver a Alex o en la misma pista de baile, o en la barra, o en los baños o fuera tomando el aire…O en una esquina oscura…

Corte las fantasías antes de que florecieran, era peligroso pensar eso. Lo hacía todo más insoportable

En cada parada se subía más gente joven y finalmente tuve que sentarme a una amiga mía encima, por un segundo suspire resignado pero la chica tenía novio, amigo mío también, y los se querían con locura. Había algo en la siempre idea de la infidelidad que les resultaba horroroso a ambos. A pesar de que a medida que nos acercábamos al centro estos se iban bajando en diferentes sectores del mismo un poco menos de la mitad se quedo con nosotros

Sentía mirada encima de mí, veía a chicas y a chicos mirarme. Y sentía ganas de bajar y volverme en el primer metro que pasara. No me gustaba que nadie me mirara a así, no pasaba nada si lo hacían con mero interés físico pero en esos ojos a veces había autenticas ganas de depredador… Y eso me ponía los nervios de punta, era de las pocas ocasiones en las que me permitía a mi mismo pensar que estaría mejor con Carlos a mi lado

-

Gabi

Salir de fiesta en Madrid imp0licaba ser capaz de aguantar el frio. Podrías llevar ropa de abrigo pero los guardarropas se atestaban de colas interminables y algunas veces sabias que ibas a perder la prenda que dejaras. Era una lección dura, pero para aquellos que quisieran disfrutar de la fiesta media hora extra en una cola para dejar un abrigo que solo ibas a necesitar del metro a la fiesta y viceversa no valía la pena…Además por las mañanas estaban los chocolates calientes de empalmada con el día

Salimos sintiendo ese mismo frio, bocanadas de calor sanie de la abertura por la que habíamos salidos, como la respiración de un gigante, suaves nubes se alzaban desde los edificios. Mas allá las luces refulgía, la calle estaba silenciosa excepto por el ocasional ruido de los coches y los transeúntes, algunos ya borrachos. La insonorización tendía a ser casi perfecta en los sitios realmente buenos de la ciudad para salir de fiesta y aun así al acércanos sentimos como el mismo suelo palpitaba bajo nuestros pies

Yo mientras iba caminando repase el móvil, solo viendo mensajes de David, le dije donde estamos y me respondo que movería a su grupo hacia allí para que fuera natural. Le pregunte por Rúas y me respondió que a él le traía un amigo suyo en coche como al resto de sus amigos, repartidos en otros dos o tres, silbe por lo bajo. Desde el luego el chico tenía dinero

Empecé a dirigir a mi grupo hacia el sitio que había acordado con David para quedar, un poco a lo lejos de nosotros vi como Alex se desviaba hacia María para saludarla rápidamente. Seguí andando, con tranquilidad. Sergi y Dani se colocaron a mi altura, Carlos y Valle unos cuantos pasos por detrás de nosotros hablando de algo y señalando a la gente. Sergi se giro un poco hacia Dani, le tenía pasado el brazo por el hombro. Pegándole suavemente a él, acariciándole el cuello sin darse cuenta

-Peque ve a estar atento de que Alex no se pierda-  le dijo Sergi, Dani le miro con los ojos un tanto abiertos. Yo no supe interpretar esa mirada pero Sergi la leyó como un libro abierto a una velocidad pasmosa- Nadie te va a hacer nada peque…Y Alex es el que lleva las entradas, estaré con un ojo puesto en ti- le dijo guiñándole uno

Dani se separo a regañadientes, vi que él no estaba tocando a Sergi de ningún modo como él había estado haciéndolo, pero de alguna forma cuando se aparto vi que el paso de Sergi se volvía imperceptiblemente más vacilante. En cuanto Dani estuvo lejos, Sergi hecho un vistazo a Valle y Carlos y viendo que estaban lo suficientemente lejos me paso el brazo por el hombro para pegarme a el

-¿Qué tal todo tío?- yo le mire, no es que me extrañara que Sergi me lo preguntara a fin de cuentas siempre había sido atento, lo que me sorprendió fue que hubiera alejado a Dani para preguntármelo- Hace un poco que no hablamos a solas-

-Esto guay tío… ¿Te ha pasado algo?- pregunte preocupado de pronto y por eso había alejado a su novio- ¿Algún problema con Dani?-

Los ojos negros de Sergi se abrieron de golpe, sorprendidos. A pesar de que eran oscuros, me sorprendí recordando los de Rúas. A decir verdad no sabría decir si eran igual de negros o no, había algo en sus miradas que los diferenciaba diametralmente

-¿Mi peque? No…ningún problema- me miro interrogante y con un suave asomo de preocupación en su tono y en su mirada- ¿Por qué lo dices?-

-Como le has alejado y eso…- Sergi suspiro aliviado y yo me di cuenta de cómo mis hombros se destensaban, ni si quiera me había dado cuenta de que los había puesto en tensión de la preocupación- Nada, me lo abre imaginado-

-Te iba a preguntar por David tío- dijo Sergi alegre y sonriente- He alejado a Dani porque no sabe que eres gay-

Yo asentí, le había dicho a Sergi que no me importaba que Dani lo supiera pero que me dejara decírselo yo a él cuando estuviera preparado. La parte en la que Sergi y yo nos habíamos estado acostando habíamos decidió no revelarla, solo le haría daño sin motivo; ya sabía que Sergi había estado con algunos chicos antes que él

-Con David guay…estamos de muy buen rollo y eso- Sergi me miro divertido

-¿Con que buen rollo hmmmm?- tanto su sonrisa como su mirada me pidieron que se lo contara, y yo no tuve ningún motivo para no hacerlo

Mientras andábamos hacia el punto de reunión le fui poniendo al corriente de todo

-

Dani

Andaba un poco intimidado…Si, era una buena palabra para describir como me sentía en esos momentos, intimidado. Desde luego nadie me miraba mal, ni me decían nada…Simplemente me miraban, no me gustaba ser el centro de atención y mientras caminaba hacia donde estaba Alex hablando con un chico que no conocía me di cuenta de que estaba atrayendo demasiadas atenciones sobre mí, mas de las que podía soportar sin Sergi al lado. Dos chicas me guiñaron el ojo al pasar y un tío se lamio los labios cuando pase cerca

Tosiendo un poco e intentando controlar el sonrojo acelere el paso, sabía que no estaba nada lejos de Sergi. Solo a unos cuantos metros, sabía que si me deba a la vuelta le vería a él, hablando con Gabi pero buscándome con la mirada cada dos segundos, para saber que estaba bien pero…No podía depender de que Sergi me estuviera mirando siempre o que estuviera a mi lado para que fuera capaz de hacer las cosas; no era un inútil

Me acerque a Alex y le di un golpe en el brazo, el chico me miro de reojo. Tenía unos ojos bastante bonitos, aunque sobre todo me di cuenta de que parecían vulnerables; tal vez la forma en que arqueaba las cejas o se mordía inconscientemente el labio inferior, o la forma en que miraba pero era claro que, a propósito o no, ese chico parecía estar metido en una cesta y a punto de ser abandonado delante de un orfanato

Me miro un poco raro, no eran celos pero una especie de curiosidad insidiosa. Como si un perro saltara a jugar con el tuyo y se fueran los dos a revolcarse por el para sin darte tiempo a reaccionar. Alex lo presento como Víctor y yo le salude en consecuencia, el chico tendió unas cuantas invitaciones a mi amigo. Y luego se despidió de Alex diciendo que ya le vería en la fiesta, Alex las cogió yo me di la vuelta para irme

Alex tardo un segundo mas y a mis espaldas escuche la risa ahogada de Víctor. Antes de que me pudiera girar Alex me cogió por el hombro llevándome hacia delante e impidiéndome con ello girar, llevaba las invitaciones en la mano bien asidas, en la otra miraba la hora del móvil

-

Sergi

Lo que me estaba contando Gabi me estaba dejando de piedra, pero en el buen sentido. Cuando acabo con su historia yo tenía los ojos como platos y los brazos cruzados, cuando empecé a hablar Gabi me tuvo que hacer callar porque había empezado demasiado alto. Un poco a lo lejos Carlos y valle estaban hablando con tres chicas que ya les había entrado. Veía a Alex y a Dani un poco perdidos en la maraña de gente, la historia de Gabi había hecho que hasta Dani se difuminara un poco de mi cabeza´

-¿Estas de follamigo con dos tíos del centro de alto rendimiento?- dije yo sonriendo- ¿Uno de ellos da clases de tenis a pesar de tener diecisiete años y el otro es jugador de la selección española juvenil de balonmano?- Gabi asintió aunque se miro los pies

-Bueno David no está mal pero tu Dani es mejor y Rúas…- suspiro un poco- Bueno Rúas es perfecto- dijo sin más

Yo note cierta vibración en el tono, no me lo podía creer ¿era verdad lo que estaba viendo en Gabi? Le así de los hombros mirándole a los ojos

-¿Quién eres tú y que le has hecho a mi Gabriel?- Gabi se rio, sus redondeados hombros con los músculos duros recibiéndolos resonaron

Yo no sabía muy bien que decir, a fin de cuentas me esperaba casi de todo menos que se hubiera montado un trió… Me esperaba un trió no se de Alex, me esperaba un trió de Carlos…Maldita sea me esperaba un trió hasta de mi peque antes que de Gabi, el firme, tranquilo y amable Gabi

-No me llames Gabriel tío- dijo mi amigo soltándose un poco de mi- Se me hace raro, solo me lo dicen mi madre y las vuestras-

-Joder es que…No me lo esperaba para nada…- solté el aire lentamente- Me alegro lo que ni te imaginas por ti-

Gabi me palmeo el hombro

-No voy a tener un hijo Sergi- dijo riéndose

-No, solo te vas a montar un trió con dos jóvenes deportistas sexys- Gabi abrió la boca para decir que no me había presentado todavía a Rúas y a que David aun no le había visto sin camiseta pero alce la mano para callarle- Si te han conseguido a ti es que tienen que ser espectaculares-

Gabi tosió un poco, yo admití que ese comentario había sido un poco fuerte pero era lo que pensaba de verdad

-Y no es un trió…-

-¿Eso crees?- sonreí yo- No sé yo…Dime que no has pensado en la posibilidad- le inquirí deseoso de ver cómo reaccionaba

Gabi me evito la mirada y trago saliva fuertemente, volvió a toser poniéndose el puño delante de la boca. Yo me reí en voz baja y le palmee el hombro

-Mira ahí esta David y…Y trae a Rúas con el- yo vi acercándose a bastante gente, reconocí a David, Cris estaba con su nuevo novio un poco más alejada. A un lado de David caminaba un chico un poco gordito y al otro…

Me quede con la boca seca, nadie, nadie, nadie, nadie podría nunca remplazar a mi peque. Nadie le superaría, pero dicho eso y quitando a mi peque de la escala la verdad es que ese chico parecía rozar la divinidad con los dedos, y hasta parecía ser capaz de hundir todo el cuerpo en ella. Llevaba la ropa con una gracia espectacular, sus movimientos eran fluidos como los de un bailarín experto, sus manos se movían seguras y firmes sus ojos contemplaban todo con una calma pasmosa

Se acerco mas, se podía ver bajo la tela un cuerpo que se adivinaba absolutamente proporcionado en cualquier aspecto que se me pudiera ocurrir. Mi conocimiento de las proporciones ideales del cuerpo humano se centraba en un vago recuerdo del modelo de Da Vinci pero desde luego era imposible que ese chico no cumpliera alguna de esas normas… Y si incumplía alguna es que no debería una norma para medir la belleza

David se adelanto saludando a Gabi, Rúas, el chico perfecto, me miro a los ojos. Eran negros, absorbentes como las simas del mar, parecían ser insondables y en ellos relucía algo que parecía atarte a un mas a ellos. Gabi se inclino hacia mí

-¿Es guapo verdad?- me susurro- Recuerda, tienes novio-

Y entonces la imagen de Rúas parpadeo, la tranquila aura de control como el terciopelo negro, sedoso y cálido quedo relegada a un segundo plano cuando una imagen se superpuso a la suya. La de mi peque mirándome con sus ojos verdes, su pelo rubio, su piel blanca su rostro de dios griego, mi Apolo…

De alguna forma extraña sentí que me liberaba de una especie de lazo en torno a mí

Sé que tengo novio, pensé yo desconcertado por lo que acababa de sentir, Y maldita sea si no le quiero con todas mis fuerzas

Entre los haces de luz de mi peque, sentí las suaves cadencias del terciopelo negro de los ojos de Rúas. Centre mi vista en ellos, me miraban curiosos, hasta podría decir que un poco sorprendidos, pero sobre todo tranquilos. Visto ahora y con el brillante verde de mi peque presente sentí que algo frio me recorría la espalda al contemplarlos, de nuevo la sensación de haber escapado de una atadura poderosa me cruzo la mente. Rúas sonrió con una sonrisa perfecta y centro toda su atención en Gabi que vi que le sonreía levemente, sin embargo en el brillo de sus ojos vi que para él, Rúas era el Dios al que los tiempos habían adorado

Sonreí un poco por él, ahí estaba claro que había algo más que amistad de follamigo… Sentí un calor en el estomago al pensarlo, una brazo me paso por la cintura suavemente, yo instintivamente le deje paso para que mi peque se colocara. Vi como de nuevo Rúas nos enfocaba, la ronda de saludos aun no había acabado y el aun no había llegado a nosotros. Pero vi como sus ojos recluían tremendamente divertidos, yo volví a recordar el negro de sus ojos como las profundidades del mar

Y sin saber porque pegue a Dani contra mí, protectoramente, como no lo había nunca hasta ahora

-

Alex

Dani se había separado de mi en cuanto había estado lo suficientemente cerca de Sergi. Se había deslizado entre la gente con la vista fija en el, Dani a quien más de cuatro personas mirándole le dejaban clavado en el sitio. Sonreí con tranquilidad, vi como Sergi estaba con Gabi. Carlos se había colocado y le vi agacharse con Valle a su diestra para dar besos a un par de chicas, una de ellas era Cris. Así que nos habíamos encontrado ya con gente conocida pensé tranquilamente,

Fui caminando mientras los saludos se iban sucediendo. A diferencia del fibrado y atlético cuerpo de Dani, el mío, musculoso con proporciones de guerrero, costaba pasarlo por las mismas aberturas que él había usado, me estaba costando bastante poder llegar. Sentí que Gabi me tendía la mano y le di las invitaciones, había algo un poco vidrioso en su mirada, me pregunte si ya había empezado a beber…Pero descarte la idea en seguida, ese no era para nada Gabi

Cuando le di las invitaciones me sorprendió que él me cogiera de la mano para ayudarme a llegar, parecía querer presentare gente. Yo sonreí, por fin habría todo la iniciativa de entrarle a ajuna tía. O quesera ayuda con alguna… La fuerte voz de mi amigo sonó sobre los demás, a su lado Seri parecía agarrar a Dani para que no se perdiera, mientras hablaban con Cris y su novio tranquilamente

Vi que Carlos contemplaba como perplejo a quien se supone que me iban a presentar y vi como le daba codazos a Valle, que en cuanto le mío abrió levemente la boca para cerrarla de golpe, Carlos trago saliva. Yo sonreí, joder debería estar tremendísima la tía

-Mira Alex aquí esta David- el descontento intento luchar en mi cara por salir ¿todo esto por David? ¿Qué pasa que tenía novia y era supermodelo?

Yo le salude, la gente me estaba empujando en la espalda y en los lados sentía el duro estomago de Gabi contra mi codo. Un poco incomodo la verdad, David hizo un gesto hacia un lado, yo salí de donde estaba encajando subiendo un escalón de la pequeña escalinata hacia la entrada de la discoteca

-Mira quiero presentarte a mi amigo este es R…- y de repente todo exploto

Y entonces todo se detuvo

Nada se quedo donde estaba, lentamente como si los focos de un escenario se hubieran ido apagando cada escena superflua era eliminada, una tras otra, desaparecieron todo en las sombras, les oía, les sentía moverse pero no captaba lo que me decían. Solo veía, oía y sentía lo que sucedía dentro del círculo de luz

Eran ojos negros, como las profundidades del mar. Inescrutables, insondables, parecía jugar con el tiempo y el espacio a voluntad. Eran como agujeros negros de donde ni la luz no podía escapar, en donde la gravedad masiva lo reducía todo a polvo… Sentí los aguijonaos en todo el cuerpo, el corazón dio un latido, dio otro…

Luego otro…Y finalmente pareció pararse

Esos ojos negros…

-Pablo- dije yo, no sé si de verdad lo dije, no sé si lo pensé, no sé si quiera si tenía aire suficiente en los pulmones para poder decirlo, pero quedo allí flotando como en trazos de fuego rodeados de insondable luz negra

-Hola Alex- me sonrió, en sus ojos notaba diversión, notaba un torrente de olas oscuras rompiendo contra mí- ¿Te acuerdas de mí? Pablo…Pablo Rúas…- y por su sonrisa tan perfecta que pareció cortarme todas las venas supe que su pregunta no necesitaba respuesta

---------Eram quod es, eris quod sum--------

Todos se fueron, entrando en la discoteca. Vi como David tiraba de Pa…Ru… De él . Para que entrara, vi que el usaba una excusa que ni pude oír. Sentí manos intentando moverme, pero sentí mis labios formular las mismas excusas que Rúas estaba diciendo, nos quedamos quietos, no podía moverme y el al parecer no quería. La gente se movía a nuestro lado pero no se si no notaba los golpes o los empujones o es que simplemente ya no estábamos donde pudieran alcanzarnos

Nos quedamos solos en la plaza, excepto algún tardío adolescente. Los puertas nos miraron desde lo alto de la escalinata sin mucho interés. No sé que hice, no sé qué paso….Juro que no lo sé, pero para cuando me quise dar cuenta estaba a solas con a quien no sabía cómo llamar en un callejón. Era oscuro, parecía oler a sucio pero era tranquilo, nos se oía ningún ruido, el viento gélido susurraba entre los edificios y nos revolvía las ropas

-Pa…blo…-

Sonrió, una sonrisa fría como el acero, como una chuchilla, una sonrisa que pareció querer cortarme entero…Y aun así, una sonrisa perfecta. Se movió con gracilidad, fluyendo de una posición a otra sin perder sin un solo ápice de energía que no fuera necesaria. Para cuando me quise dar cuenta estábamos contra la pared

No sabía quién apretaba a quien contra ella, no sé quien beso a quien pero el beso se produjo. Sus labios parecían quitarme la vida, los recuerdos fluían dolorosos, tantas palabras, tanto odio a mi mismo por lo que le hice, la única cosa que lamentaba de toda mi vida me estaba besando de nuevo

Pero sentí que no estaba bien, que algo no iba bien. Le aparte de mi y el retrocedió un paso, sonriéndome de nuevo, sus ojos negros me parecían aterradores sin saber porque, parecían no tener fondo

-Alex…- empezó el con una voz que me estremeció entero, entre el pavor, la incertidumbre y el dolor casi físico- Me recuerdas…- el negro de sus ojos pareció empezar a rodearme, su mano me acaricio el rostro, descansando finalmente en mi cuello como si quisiera constatar que tenia pulso, que no me había muerto de pie-

-Pablo yo…- no sabía que iba a decir a continuación y nunca llegue  a saberlo

-Te amo- dijo él, eran dos palabras que significaban algo, que juntas formaban un todo completo de sentido y lógica y sin embargo las dijo como el que leía una lengua extranjera, sin reconocerla, sin pasión en la voz, dolorosamente impasible- Me mataste, me hiciste rozar el cielo y te amo por ello…. Me dejaste caer desde las alturas… y te odio por ello- seguía hablando con su voz sin pasión, mis ojos grises no eran rival para un negro que parecía eclipsarlo todo- No has cambiado nada- sentencio, su otra mano se coloco en mi pecho recorriendo sin mucho intereses los pectorales y el estomago, duro, plano y marcado- Más guapo, mas alto, mas fuerte…Mas hombre- pareció escupir esa última palabra, el único rasgo de emoción que parecía haber tenido lugar- Y aun así no has cambiado nada-

-Lo siento- fue lo único que pude decir

La frialdad negra que había estado presente hasta ahora se desmorono y dejo paso a una cólera terriblemente ardiente de lo gélida que era. Era como ahogarse en pleno mar, entre hielo negro

-No lo sientes- dijo él apretando sus labios en una finísima línea, me apretó mas contra la pared- No sabes lo que es sentir-

Se relajo y de nuevo su rostro volvió a ser un armonio de paz, alma y belleza perfectas pero gélidas-

  • Pero yo te hare sentir- continuo, cada vez más cerca, pego su cuerpo al mío, pero no sentía nada, solo esos ojos, no sabía si estaba respirando o si mi corazón latía, esos ojos negros parecían ser lo único que me ataba a la vida ahora- ¿Te crees intocable verdad? Mas allá de cualquiera, de todo daño, del alcance de cualquier mano…- sus ojos relampaguearon como una tormenta negra y aterradora- Pero no de las mías… Yo te hare sentir, lo que sentí yo, te hare ver lo que es el dolor, eres una muralla lisa pero veo grietas- yo no sabía que decir, parecía que me había quitado el habla, el sonrió con una dulzura propia de la pesadilla más oscura- Destrozare a tus amigos, los hare pedazos y echare los restos a tus pies y entonces sabrás lo que es el dolor, sabrás lo que es la perdida- su sonrisa se hizo más perfecta, más dulce, más dolorosa, sus ojos negros la corearon con latigazos de negrura- Yo te hare sentir, amor mío, lo que es la soledad, te hare ver lo que es estar vacio, no tener nada- se inclino y me beso, no se lo impedí, esos ojos me ataban como cadenas negras, el frio me inundo entero

Intentar apartar a Rúas pero aunque físicamente debíamos tener la misma fuerza el pareció solo necesitar una decima parte de ella para retenerme, sus caderas apretaron las mías, corto el beso y me miro con sus ojos negros entrecerrados. Sonrió, sentía el roce de sus labios cuando los movía

-Puedes pararme…- dijo y apoyo su frente en la mía, era un poco más alto que yo- Entra ahí, avisa a tus amigos, cuéntales nuestra historia, ponlos a salvo; te creerán he visto los lazos que hay entre vosotros- en ese punto se paro una fracción de segundo, sus ojos insondables brillaron incluso menos tiempo, pareció que algo le había hecho gracia- Admite lo que hiciste, ante ellos, ante ti mismo… Ante pon su bienestar a todo lo demás-

Una de sus manos me sujetaba la cintura, la otra estaba apoyada contra la pared al lado de mi cabeza

-Destrozare a tus amigos, los hare pedazos y echare los restos a tus pies y entonces sabrás lo que es el dolor, sabrás lo que es la perdida; yo te hare sentir, amor mío, lo que es la soledad, te hare ver lo que es estar vacio, no tener nada- respiro lentamente, volviéndome a besar, sentía la oscuridad dentro de el, esos besos parecían absorberme la vida, pero algo que no entendía me impedía rechazarlos

Esta vez Rúas, Pablo… cortó el beso por voluntad propia. Se separo de mí sonriéndome de nuevo con esa ternura de pesadilla, con una sonrisa que era como un látigo contra mi piel

-Eram quod es, eris quod sum - susurro con dulce tranquilidad dolorosa

Se separo de mí, se dio la vuelta con gracilidad. Sin perder la fuerza en sus pasos se fundió en las sombras del callejón moviéndose hacia la discoteca…En donde estaban mis amigos…

Destrozare a tus amigos, los hare pedazos y echare los restos a tus pies y entonces sabrás lo que es el dolor, sabrás lo que es la perdida; yo te hare sentir, amor mío, lo que es la soledad, te hare ver lo que es estar vacio, no tener nada

Las palabras parecían el eco de una noche de difuntos y entonces su voz se alzo de nuevo, como el mar de aguas negras ante mí, imparable:

Eram quod es, eris quod sum

Y por primera vez en mi vida comencé a llorar, arrodillándome en el suelo de piedra, frio y duro, mientras en lo alto las nubes negras se rompieron con el rugir de la tormenta

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Espero que os haya gustado y vuestros comentarios en un moment tan delicado de la trama

Gracias por leerme