Carpe Diem XXVI: Aullido de Tormenta

Y a lo lejos se parte el cielo y se acerca como temblor por el suelo... Y a lo lejos el cielo se va volviendo negro...Y entonces es cuando empiezas a oir los aullidos de la tormenta...Porque ya se acerca...

En primer lugar siento haber tardado mas de lo normal en publicar, con el inicio del curso he conocido el famoso estres universitario que me ha tenido en vilo hasta que he descubierto cual es la clave: llevar todo al dia porque si no se te acaba juntando todo, que es lo que me ha pasado. De nuevo lo siento

Espero que disfruteis del capitulo y agradezco todos los comentarios y valoraciones

Prestad mucha atencion a todo, y no deis nada por sentando. Aunque la tormenta parece lejana esta mas cerca de lo que creeis

GRACIAS POR LEERME, como siempre os animo a comentar

Valle

El viento susurraba entre los edificios mientras andaba, a mi espalda la mochila se mecía lentamente. Las luces se iban apagando tenuemente mientras a los lejos las luces del amanecer reclamaban el terreno, ascendí por un par de calles aumentando el paso. Mi aliento se convertía en vaho y este se deshacía al poco, disuelto por la brisa gélida que lo creaba. Cuando llegue a lo alto, me di la vuelta, la ancha avenida se extendía a mis pies, bajando en suave cuesta, algunos coches se movían por ella, entrando y saliendo. Personas sueltas, rezagados de la actividad nocturna o emprendedores de la diurna, recorrían las aceras con pasos lentos

Mientras la ciudad despertaba contemple los restos del sueño, a mi derecha un poco a lo lejos el paisaje que ofrecía el Parque del Retiro, pulmón del centro de la ciudad, dejaba ver sombras que evolucionaban en tímidas volutas de luz al reflejarse en las aguas de su lago, siguiendo el perímetro del parque la puerta de Alcalá, en medio de la rotonda, la niebla jugueteaba con las piedras centenarias al ascender del roció de la hierba. Y más lejos se oteaban los contornos del Museo del Prado, escondido a sus pies el Jardín Botánico, mas allá el edificio del ministerio de Agricultura con sus altas columnas blancas y sus estatuas de hierro antiguas, enfrente suya la enorme estación de Atocha, el monumento a las víctimas del 11-M, refractando las tímidas luces en sus cristales como coros de un eco lejano… Y más lejos todavía seguía Madrid, parecía eterna y aun así estaba dormida, moría para revivir cada día y ni aun así paraba

Suspire creando nubes de aliento gélido. Moví mi mano hacia mi pecho cogiendo del centro la cámara de fotos, la alce, él regalo de cumpleaños de mis padres del año pasado, una cámara profesional. Tantee un poco las vistas intentando conjugar ángulo, posición y luces… Cuando estuve seguro tome aire y dispare, cuando contemple la imagen asentí un poco, era buena la verdad. Suspire un poco más, pero no era lo que buscaba

De nuevo contemple la ciudad despertándose

-Inspiración…- suspire lentamente

-

Gabi

Cuando salí de la ducha, tras haber corrido me seque con la toalla, sentía mi piel fresca y suave, producto del ejercicio, mi mente despejada y mis pulmones al máximo. Recorrí la casa totalmente desnudo sin preocuparme, mi padre ya hacía rato que se había ido a trabajar y mi madre estaba felizmente dormida en la cama apurando la media hora de sueño que aun la quedaba. En mi habitación vi la lucecita roja en el móvil que indicaba llamada, mensaje de texto o whatsapp. La deje estar de momento, preocupado como estaba por la figura sobre la cama

Dormía plácidamente sobre mis sabanas, tirada de lado con la panza al aire, se podía ver como ascendía y bajaba el voluminoso estomago, con el suave pelaje canela. Suspire un poco y moviéndome la acaricie el estomago, Dama se despertó maullando lentamente, debía de haberse colocado justo cuando yo me había ido a la ducha, nada, unos diez minutos como mucho, y aun así se había quedado dormida profundamente, menudo animal. Dama me miro adormilada y moviendo un poco sus patitas en el aire se estiro para que la pudiera acariciar mas, maullando en voz baja

La hice caso pasando mi mano por el suave pelo, sintiendo el ronroneo en la caja de resonancia, Dama se extendió todavía más y como siempre por acto reflejo empezó a mover la pata inferior derecha por las caricias. Al final tuve que parar o sin querer me acabaría arañando, cuando lo hice Dama me miro, maulló de nuevo y como esta vez vio que no la iba a seguir el juego se dio la vuelta para sentarse en la cama. La gata no era gorda, si bien estaba un poco rellena, lo que si era extremadamente vaga, curiosa y sobre todo altiva. Alguna especie de aura de nobleza emanaba de ciertos gatos, tal vez en vidas pasadas fueron reyes y reinas reencarnados ahora en esos animales, lo cual desde luego era una mejora de su vida pasada

Mientras mi gata se atusaba la cabeza con caricias de su pata yo me dedique a vestirme, pensando en lo que me iba a tocar hacer hoy. No mucho la verdad, aguantar las clases, tal vez corregir algunos deberes (que, aunque estaba mal que lo dijera yo, iban a estar bien hechos), estar atendiendo coger un par de hojas de apuntes y hablar con la gente, intentar controlar mis latidos cerca de Valle, intercambiar alguna mirada con David, luego comer ir al gimnasio estar allí hasta que David saliera del entrenamiento de tenis, ir a buscarle hablar un poco y follar seguramente y luego seguir hablando

Vestido ya de nuevo totalmente me levante de la cama, Dama se había vuelto a tumbar y de nuevo volvía a estar dormida. Alargue mi mano por el móvil y lo tome, vi un par de mensajes en el chat del grupo, Valle diciendo que hoy no iría a clase porque necesitaba inspirarse para un proyecto de arte, suspire pensando en responderle pero me contuve, no sabía que ponerle y tenía miedo de poner más de lo que debía, me estaba costando un mundo no declararme o, por lo menos, no mirarle como de quien me estaba empezando a enamorar si no como al amigo que había sido durante toda mi vida

Salí de chat mirando el resto, solo había uno, unas dos líneas de texto de un numero que no conocía, enviado mientras estaba en la ducha

Hola tio soy Rúas, espero que no te moleste pero le pedí tu numero a David… Te decía que como hoy yo no iba a hacer mucho decidí irme a comprar un par de cosas al centro, si quieres vente conmigo y así nos conocemos mejor ;) no pienses mal eee hablar solamente, tomar algo, el resto ya se verá en el momento jajaja

Me sorprendí sonriendo, de estar a punto de sufrir un día más sin nada en especial pasaba a tener una “cita” con el tio mas bueno que conocía, quitando claro estaba a Valle (lo que hacía el amor). Le respondí que vale que acababa de volver de correr y me había duchado, que no me apetecía ir hoy al instituto y que me apetecía irme al centro a despejarme, añadí finalmente que me parecía buena idea hablar, ir a tomar algo y concretar el resto

Al par de minutos, mientras me calzaba las zapatillas Rúas me respondió diciendo que el también salía a correr por las mañanas y que si me parecía bien que le esperara en Sol y que allí me invitaba a desayunar. Yo acepte diciéndole que si nos quedábamos hasta la hora de comer le invitaba yo, Rúas dijo que podríamos estar todo el día por el centro dando vueltas porque lo que tenía que comprar estaba en un par de sitios un poco lejos entre si, en el centro

Acordamos que en una hora allí. Mi dedo se movió al chat del grupo iba a decir que hoy yo no iba a clases cuando vi el último mensaje de Valle diciendo que él tampoco iría… ¿Estaba bien lo que hacía?... Las dudas me asaltaron, pero trate de descartarlas rápidamente, con Valle no tenía nada más que una amistad de modo que no pasaba nada, aun así sentía que de alguna forma le estaba traicionando. La presión se instalo en mi pecho pero me sobrepuse, era ir al centro con un tio que vale si era gay y estaba como un tren pero no tenía que pasar nada

Además yo también merecía una distracción, merecía escapar un día de todo

Sin estar del todo convencido puse en el chat que iría con mi padre a su trabajo que necesitaba ayuda con algunas cosas y me usaría de recadero, así si no se pasarían a visitarme al trabajo de mi padre para no molestarme. Suspire, ¿pero qué traición podía cometer? Si ni si quiera lo que sentía era correspondido, no se traicionaba así a alguien por quien solo te tenia por amigo, no era traición porque no había

Y al pensar en ello desee por un segundo que lo fuera

Cogí mi abrigo de la percha, antes de salir de casa me mire al espejo, no estaba mal, había estado más guapo otras veces pero también había estado peor otras. Y qué coño solo era ir a tomar algo con Rúas y hacerle compañía en el centro. Antes de que se me olvidara le agrega al whatsapp tomando nota mental luego de hacerlo al resto de redes sociales, mientras salía de casa vi su foto de perfil, era él en una especie de campo de balonmano vacio, estaba con una toalla blanca al cuello, solo con los pantalones y zapatillas del equipo, el torso al aire, totalmente envidiable, en una mano tenía una pequeña botella de agua y le sonreía a la cámara. Solo había visto un par de veces en persona a Rúas pero desde luego podía intentar buscarle un solo fallo que no lo iba a encontrar, ese chico no estaba bueno, era absolutamente perfecto

Salí a la calle sintiendo el golpe del aire frio, me enfunde mas en mi abrigo agradeciendo el gélido aire, enfriando la sangre en mis venas. Suspire caminando hacia el metro, había una pequeña caminata pero apreté el paso, en parte para no llegar tarde a Sol y porque no quería que me pillara toda la avalancha de gente yendo a clases, la verdad no quería cruzarme con Alex y Carlos y tener que decírselo también a la cara.  Sentí un par de vibraciones en el móvil que decidí ignorar hasta que no estuviera en la boca del metro, me tantee los bolsillos asegurándome de que lo llevaba todo, me acerque a mi parada y entre sintiendo el agradable aire caliente del sistema geocontrol de temperatura

Pase mi bono de diez viajes, recién comprado momentos antes en las maquinas de la entrada, y antes de quedarme oficialmente sin cobertura cogí mi móvil, Rúas no me había hablado y le avise que entraba al metro, le ponía ultima conexión hacia diez minutos de modo que el ya debía de haber entrado. El resto eran whatsapp del grupo, todos recordándose los buenos días, recordatorios de no llegar tarde, un par de bromas, deseos de suerte a Valle para inspirarse y a mí para que se me hiciera leve lo del trabajo de mi padre

Hice una pequeña mueca con la boca, no estaba muy orgulloso de mentirles pero al único al que podía decirle la verdad era a Sergi y prefería hacerlo en persona y no por whatsapp

Entre al metro, pase el billete y me metí bajo tierra hasta que perdí definitivamente la cobertura, en el andén me dedique a esperar, me senté en uno de los bancos, la gente empezaba a reunirse allí pero por suerte aun faltaba un poco para que la hora punta copara del todo los transportes públicos. Saque el móvil y me acorde de que no me había metido los cascos, me maldije a mi mismo por ello pero como no había nada que pudiera hacer me metí a la galería pasando fotos aburrido. Salte deliberadamente las de Italia, demasiados recuerdos innecesarios y demasiadas emociones fuertes

Como siempre había tomado la precaución de ir pasándome las fotos antiguas al cambiarme de móvil, conservaba un montón, la verdad era que todas estaban en el ordenador pero aun así también me gustaba consérvalas en el móvil, me entretenía viéndolas cuando me aburría

Muchas de ellas me sacaban una sonrisa mientras las pasaba, eran buenos recuerdos todas ellas. El metro llego y yo sin apartar la mirada del móvil me senté dentro de uno de los vagones, empecé por las del curso pasado, a las de una excursión que hizo el instituto a la bolera un día de fiesta. Me vi a mi mismo, más joven y menos alto al lado de un Carlos menos musculado, los dos sujetábamos dos bolas de bolos cada uno, sonreíamos a la cámara con tranquilidad como si hacerlo no nos supusiera ningún esfuerzo a pesar de ser las de peso más alto. Aun me acuerdo de la fantasmada que fue hacernos esa foto, tras tirar…Sergi creo que era, la foto dejamos las bolas con ayuda de Valle y Alex y tuvimos los brazos doloridos un buen rato, me acordaba de la risa de Carlos al ver la foto y decir que teníamos que ponerla de principal alguno de los dos

Seguí pasando fotos yendo hacia atrás, me sorprendió una de mi y de Dani, los dos en el parque de atracciones en aquella excursión que hizo el instituto en abril de hacía ya dos años. Estaba bebiendo de su botella de agua con los ojos cerrados, su torso estaba al aire después de que consiguiéramos convérsele de que era lo mejor, por aquel entonces Dani era demasiado tímido como para quitarse la camiseta en público excepto en los entrenamientos, se le notaban sobre el estomago los abdominales, mucho menos definidos a cómo los tenia ahora, yo al igual que él estaba sin camiseta mirando un plano del parque, sonreí al verme, se me veía tan cambiado, mi cuerpo estaba empezado a rellenarse de musculo, solo se me marcaban los pectorales sobre el torso y los brazos, tal vez unas muy tímidas líneas sobre el estomago...

Recordé el corte que le dio a Dani enterarse de que le habían hecho una foto así, como enrojeció cuando la pusimos en común, como pidió que la borrásemos y como Sergi le había dicho que no pasaba nada, ahora supongo que lo dijo porque le había encantado la foto

Me cambie de línea para continuar hacia Sol. Pronto estuve en la locura de la línea uno, la que cruzaba el centro y que por tanto estaba más llena de gente. Aun así conseguí encontrar un asiento cuando tuve claro que nadie más lo iba a necesitar más que yo. En ese momento me llegaron los mensajes atrasados, dado que esta línea estaba más cercana a la superficie y disponía de cobertura

Solo me centre en el de Rúas de hacia cinco minutos diciéndome que él estaba en el metro a unas pocas paradas de Sol, que me esperaría en la fuente de al lado de la salida. Iba a seguir mirando fotos para distraerme cuando en la siguiente parada entraron dos personas al vagón, una sudamericana por lo que se podía ver y otra de los países de Europa del Este, arrastrando las dos, fundas de instrumentos y un pequeño altavoz. Eran un hombre (el sudamericano) y una mujer

Las reacciones cuando entraron fueron variopintas desde los que les miraron con cansancio y maldiciendo para sus adentro a los que esperaron pacientemente a que empezaran, pasando por el amplio espectro de los que simplemente les daba igual

Los dos eran jóvenes, desde luego no más de treinta años. La chica saco un violín mientras el chico ponía el altavoz unido a un móvil, tras toquetearlo un poco empezó a sonar un ritmo y una base muy lenta de graves, el chico dijo unas cuantas palabras de presentación y luego saco una especie de flauta

El violín empezó arrancado suaves notas que se fundieron con el ritmo, del mismo modo que la flauta continuo segundos después, la armonía era bastante bonita, la canción continuo unos diez segundos y entonces la mujer empezó a canutar, no tenía la mejor voz pero aun así era bastante buena. Las notas fluyeron uniéndose a la voz, expandiéndose por el vagón como ondas

Cada pasajero elegía escuchar o no, pero aun así ambos extremos se inclinaron un poco hacia delante para hacerles mas caso. La canción siguió y de repente el violín dejo de tocar, la falluta sola tomo el acompañamiento de la voz, el ritmo se volvió más lento a medida que ambos descendían en volumen y tono, las palpitaciones del ritmo se fueron haciendo más débiles y distantes y finalmente todo ceso tras dos paradas

Acto seguido ambos jóvenes sacaron dos bolsitas y se fueron pasando por el vagón, a mi me toco la joven del Este, la eche un par de euros encima de los céntimos y la calderilla que el resto soltaba, me sonrió y siguió andando. Cuando llego al centro del vagón se junto con su compañero, los dos miraron las bolsas, sonrieron un poco, no sé cuánto dinero habría entre las dos pero seguramente no mucho, aun así sonrieron y el chico le dio un suave beso en la frente, despidiéndose recogieron sus cosas y se bajaron en la siguiente parada, esperando pacientemente en el andén hasta que el metro se fue

Yo suspire, estas cosas siempre me ponían raro. No sabía porque pero sentía rabia y admiración por gente como aquella. El móvil me vibro, estaba a un par de paradas de Sol, Rúas me decía que el ya había llegado, en al aire aun flotaban algunos fantasma de notas por decir

-

Adri

Mi hermana entro conmigo a la secretaria del instituto, yo tenía que presentar un par de papeles para que me los sellaran por el trabajo de mi padre, que estaba haciendo un estudio sobre sus empleados (hijos, domicilio…). Mi hermana me había acompañado para quedarse a hablar con algunos de sus antiguos profesores, además de que había quedado allí con un antiguo suyo

La deje con su antiguo tutor de tercero de la ESO y me senté a esperar en el banco delante de los despachos, no saque el móvil porque algún profesor puntilloso podría cabrearse y, hasta depende de quién, quitármelo. Tampoco tenía muchas ganas, estos días solo había un tema de conversación al parecer, la fiesta del viernes, era el inicio de los festivales semanas en todas las discotecas y nosotros habíamos conseguido entradas para uno de los mejores, aparte de que iba a estar petado de gente la pega era que casi todos iban a ser de mi instituto lo cual en si no implicaba mayor problema si Carlos y su grupo no hubieran decidido ir (lo cual sabia gracias a María). Odiaba esas situaciones, porque me daba miedo estar cerca de Carlos cuando los dos habíamos bebido y según qué casos cuando solo uno de los dos lo había hecho

No me gustaba cruzar una mirada entre la pista de baile y decirnos con ella demasiadas cosas en demasiado poco tiempo, me ponía nervioso pero sobretodo triste. Aun deseaba y temía el momento en que Carlos dejara de tontear con las chicas de forma un poco desinteresada para ir a un baño seguido de algún chico. Eso significaría que por fin me había superado y aunque sabía que en cuanto llegara ese momento el mundo se me echaría encima desea que Caros fuera por fin feliz con alguien que pudiera corresponderle

En mi grupo en esto yo era minoría así que tendría que ir aunque solo fuera para…No sé, no lo sabía explicar supongo que iba porque todo el mundo iba o porque simplemente las paredes de mi casa se me caían encima

Entre al despacho de mi tutor cuando quedo libre, dentro estaba otro profesor, Fernando aun seguía recuperándose de su infarto de modo que otro se había hecho cargo lógicamente de sus funciones. Le di los papeles y le explique para que eran, luego le pedí que me los sellara y el profesor lo hizo tras firmarlos, iba a levantarme para salir cuando me paro con su voz

-Hay un par de cosas más que le querría comentar- me pidió amablemente, yo me senté de nuevo-¿Qué puede decir del señor López?-

-¿Carlos?- pregunte con un nudo en la garganta

El profesor asintió

-Ahora que los dos están bajo mi cargo me gustaría que habláramos de eso- yo le mire impasible, el profesor rebullo un poco inquieto- A sus peleas me refería-

-Yo no me peleo con Carlos- dije suavemente, adoptando el mismo tono sedoso que mi abuelo, surtió el efecto que había visto siempre, el profesor volvió a rebullir inquieto queriendo zanjar la conversación sin embargo era obstinado y continuo

-Sus discusiones si lo prefiere- asintió lentamente para sí mismo- Si, discusiones tal vez sea la mejor forma de llamarlo- me miro de nuevo aunque supe que no podía mantenerme la mirada y me miraba a los pómulos, si algo había heredado de mi abuelo era esto- ¿Tiene idea de por qué son?-

-No podemos caerle bien a todo el mundo- dije yo simplemente- Y pasamos siete horas metidos aquí casi todos los días de la semana-

-Sus discusiones son un asunto preocupante, no nos llamaría la atención si no fueran más que redecillas de patio de recreo pero según me cuentan ustedes dos llevan cerca de dos años con ellas-

-Que quiere que le diga-

-¿La culpa es del señor López?-

-No- salte de golpe- …tampoco lo es mía- termine recuperándome-

-Mientras yo sea su tutor en funciones intente que eso no suceda- dijo mirándome- O arreglen lo que sea fuera de este recinto-

Yo asentí distraídamente, el profesor me indico que saliera y yo lo hice más rápido de lo que hubiera debido pero es que odiaba que terceros se metieran en esto. En la secretaria me despedí de mi hermana que seguía hablando ahora con mi profesora de matemáticas. Me fui hacia clase pasando cerca de las filas de niños de primaria que entraban a estas horas a clase. Deberían rondar los once o doce años, muchos no me pasaban del estomago y en todo caso del pecho. Las chicas me miraron distraídamente, supongo que tendrían hermanos o hermanas y que por eso comentaban o simplemente les parecí guapo

También vi como un par de chicos me miraban de reojo, a esos les sonreí levemente. Las chicas no me importaba pero estos pequeños alientos de autodefinición de los chicos siempre me sacaban una sonrisa. Yo había sido como ellos, antes de todos los problemas yo había sido así. Había mirado disimuladamente a un chico para ver como este me devolvía la mirada igual de tímido… Y luego…

Subir por las escaleras y entonces oí dos respiraciones pesadas ascendiendo detrás de mí, me gire en lo alto de la escalera, en el penúltimo escalón esperando para subir, vi aparecer a Dani, el chico rubio amigo de Carlos, miro detrás suya y por un segundo el miedo me atenazo el estomago, si fuera Carlos…

Sin embargo fue otro de sus amigos, Sergi, el que alcanzo a Dani subiendo por las escaleras, ambos resoplaban un poco por lo bajo pero casi nada, a fin de cuentas los dos jugaban al futbol y hacían el trabajo en el gimnasio. Los dos me miraron y yo les salude con un cabeceo, no quería ser borde con unos apoyos tan fuertes de Carlos, Sergi se alzo al lado de Dani. Los dos me correspondieron el saludo

Sergi era, por definición propia de la palabra, un tio bueno. Tenía un cuerpo musculoso, alto y bien trabajado, su rostro era de líneas firmes pero atractivas además de sus ojos negros serios, a su lado Dani no parecía quedarse atrás. Mucho más atractivo de rostro que Sergi con líneas perfectamente armónicas y proporcionadas y su piel blanca como el mármol… Sin obviar esos ojazos verdes de herencia sueca, ni el pelo rubio sedoso; por lo que veía en el gimnasio el chico tampoco andaba para nada mal de cuerpo

-Tengo que seguir que si no me dejan fuera- le dijo Sergi a su amigo- Te veo luego peque- me saludo con un cabeceo y subió a grandísimas zancadas las escaleras

Me quede a solas con Dani, por lo que había visto de él y por lo que había escuchado a la gente era trenadamente tímido; mas si no estaba con Sergi, su mejor amigo. Lo cual hacia raro que una persona tan evidentemente guapa hubiera sido dotada de esa timidez. Subió lentamente hasta que se quedo a un par de escalones, enrojeció un poco. Ahora que no estaba Sergi a su lado se veía como no estaba cómodo con ninguna posición, basculado el peso de un pie a otro

-Hola- me dijo tímidamente, yo sonreí un poco para mis adentros

-Buenas- le respondí, luego decidí ser bueno y continuar con una pregunta, para hace serlo más fácil-¿Tu también llegas tarde eh?-

Era una pregunta bastante tonta la verdad, pero vi como Dani suspiraba un poco aliviado de no tener que seguir él la conversación. Se coloco a mi lado y yo termine de subir, Dani miraba al frente pero también a mí un poco de reojo. Yo no dejaba de ser el chico que se peleaba tanto con su amigo, pero estaba intentando ser amable conmigo, lo cual era bastante importante. Carlos tenía suerte de tenerle como amigo

-Si bueno ayer me quede ayudando a Sergi con las mates y…- trago un poco de saliva- Bueno… nos quedamos hasta tarde y eso- soltó el aire en un pequeña bocanada, en la parte superior de sus orejas note un suave rubor

-Ya, supongo que ahora son más difíciles que en cuarto de la ESO- a la mente me estaba llegando los comentarios de mis amigas sobre lo que les encantaba Dani, yo era más inmune a eso que ellas, había aprendido a despegarme más fácilmente

-Ya eso sí- la conversación parecía que iba a morir en ese punto pero Dani me sorprendió con otra pregunta- ¿Y tu porque llegas tarde?-

-Necesitaba que me firmaran y sellaran aquí unos papeles, para el trabajo de mi padre…- sonreí un poco- A algunos profesores les gusta mucho hablar- suspiré por lo bajo al recordar la conversación con mi nuevo tutor

-Algunos son bastante pesados si, sobre todo si ya te han dado clases y quieren saber cómo te va la vida, pero es normal- nos paramos delante de la puerta de la clase-a ver si nos dejan entrar…-

Yo mire de reojo a Dani, no creía que ningún profesor tuviera nada malo que decir de él excepto que necesitaba mejorar el hablar en público. Y a lo que a mí respecta tenía una buena excusa y aunque no la tuviera me iban a dejar pasar igual, era una cuestión de actitud

Control de la situación, solo da el golpe justo en el lugar justo para que el rebaño se mueva

La voz de mi abuelo, en una de sus conversaciones hacia tanto tiempo para aleccionarme sobre la vida, lleno mis sentidos. No se podía decir que su visión del mundo fuera la perfecta, pero tampoco era equivocada, como todas tenían partes de las que se podía aprender y partes que era mejor no decir en voz alta

-Probemos a ver- dije yo golpeando la puerta suavemente con los nudillos, por el pequeño cristal vi a la profesora de biología hacernos un gesto para que entráramos

La explicación se corto y toda clase se giro para mirarnos, Dani a mi lado basculo un poco el peso mientras cruzaba las manos a la espalda. Yo le explique con voz tranquila a la profesora porque había llegado tarde, luego Dani dio su explicación de una forma bastante decente para estarle todo el mundo mirando. Nos dejo pasar y cada cual se fue a su sitio, de reojo vi que Carlos nos miraba a los dos, luego cuando nos separamos la mirada de Carlos continuó un segundo sobre mí y acabo regresando a Dani

Me senté al lado de María, sobre la mesa tenía un par de folios con algunos esquemas y lo que parecían problemas resueltos, suspire, me apetecía tan poco copiarlos….Luego la diría que me dejara hacerles fotocopias

Saque mis cosas e intente centrarme en la clase

-

Gabi

Subí las escaleritas del metro hacia la salida de Sol mientras miraba a la gente, había demasiada la verdad pero aun así mi gran altura era de ayuda para intentar localizar a Rúas. Técnicamente hablando no le vi, si no que intuí que era él. Cerca de la salida veía como algunas personas giraban la cabeza para mirar de reojo al pasar a un chico apoyado contra la pared, llevaba una chaqueta negra y unos tejanos desgastados, una bufanda suelta le caía sobre el pecho, tenía las manos en los bolsillos y el aliento se la hacía nube al  salir de su boca

Me acerque a él y le salude de lejos, Rúas se giro para verme y me sonrió. Su sonrisa perfecta ilumino el ambiente durante unos segundos, me alcanzo y cuando yo pensé que me iría a dar la mano se alzo y me dio un suave beso en los labios, yo le mire sorprendido. Rúas señalo con un cabeceo a su derecha

-Así me dejaran en paz- cuando mire un poco de reojo, vi que un par de chicas cabizbajas volvían a andar hacia donde sea que fueran-

Yo sentía aun un suave sabor en mis labios, algo como fresa, seguramente crema para que no se le cortaran. Eran labios sedosos y muy cálidos, la clase de labios que nunca te cansabas de besar.  Sonreí un poco, ese chico parecía improvisarlo todo sobre la marcha y todo le salía perfecto. Cuando le miraba a los ojos no podía evitar recordar a Dama cuando veía un nuevo juguete, desenfadada jovialidad… Y eso era muy atrayente

-Venga vamos al Fnac, que tengo que pillar un libro-

Yo asentí, no estaba lejos de donde estábamos. Mientras andábamos hacia allí Rúas empezó a hablarme

-Desde luego yo te tenia por un chico responsable… y estas aquí saltándote clase conmigo- meneo la cabeza negando lentamente

-Soy responsable y como soy responsable me gusta hablar con la gente a la que voy a ver desnuda- no había sido propio de mí el comentario pero parecía que no había nada que pillara a Rúas desprevenido, acepto el comentario y me miro asombrado y con respeto por haberlo hecho

-Buena respuesta- se rio- Si todo va bien me veras desnudo antes de que llegue la tarde- me guiño el ojo- Y espero que yo a ti también-

Yo me encogí de hombros sin saber que decir que sonara igual de bien

-Si juegas bien tus cartas…- deje la frase en el aire

Rúas se volvió a reír entre dientes

-La primera vez que soy yo el que tiene que jugar bien sus cartas-

Yo sin decir nada me subí la camiseta entre el abrigo abierto, mi tableta blanca quedo a la vista

-Esto se merece que lo hagas- respondí, esto se me estaba dando mejor de lo que pensaba

Rúas se quedo mirándola y luego me sonrió, sus ojos negros insondables brillaban divertidos

-Sí, la verdad es que si, tu y David lo merecéis- suspiro- Pero el hoy tenia examen o algo así y no podía venir…Aunque creo que lo ha dicho para que estemos solos-

-¿Para qué nos conozcamos mejor?- pregunte yo subiendo una suave cuesta

-Si, es muy propio de el querer tener el ambiente de amigos que follan- sonrió con su sonrisa perfecta- A mí también me encanta por cierto-

-Y a mí, es algo interesante- suspire Rúas lo noto

-¿Cansado?- me pregunto suavemente

-Salí a correr esta mañana y creo que me forcé un poco-

-Ahm… ¿estas dándole vueltas a algo importante?- después de un par de segundos de mi silencio Rúas añadió- Es lo que hago yo cuando me rallo con alguna cosa, para despejarme-

-Si…bueno se podría decir, no se- el tema de Valle era algo que no podía confiar así a la ligera

-Corriendo te despejas pero no se soluciona, a veces tienes que coger tu el control-

-Supongo…pero lo que quiero es olvidar el tema no darle más importancia-

Rúas se encogió de hombros

-Por experiencia te digo que lo que te esfuerzas por dejar atrás es lo que te vuelve con más fuerza- sus ojos brillaron de nuevo pero esta vez me dieron miedo como si me asomase a dos pozos negros- A mi me paso, me esforcé por dejar cosas atrás y al final fueron las que casi consiguen destrozarme….Pero por suerte conseguí superarlo más o menos-

Nos mantuvimos callados los escasos metros hasta que entramos, yo no supe que decir siempre me habían costado las palabras

El edificio de la Fnac era grande, nada más entrar Rúas ya se dirigió hacia una de las escaleras mecánicas. Había bastante gente, y lo que me sorprendió, bastantes chicos de nuestra edad. Subimos hasta la planta de electrónica mientras Rúas con total naturalidad me contaba como había conocido a David

-Ya te dije vino a muscularse para poder subir de nivel en las competiciones de tenis, así que le pusieron con mi preparador personal. Tuvo suerte la verdad- sonrió un poco- No solo porque le tocara conmigo si no porque Robert, mi preparador, era el mejor que podía haber escogido- suspiro un poco paseándose entre las distintas cámaras de fotos- Al principio era bastante tímido aunque no te lo creas, también es verdad que para quien no ha ido nunca a un gimnasio la primera vez impresiona-

Yo asentí dándole la razón, era totalmente cierto

-Las dos primeras semanas apenas hable con él, yo ya tenía mi tabla de ejercicios de modo que Robert se centro de lleno en él. Además yo estaba un poco amargado por todo lo que me paso y- su voz tembló brevemente, tome nota mental de preguntarle que le paso- no tuve muy claro aunque me atraía el lanzarme-

-Además podría haber resultado que no fuera gay- colabore yo mirando un par de cascos de música interesantes

-También también…- sonrió- Aunque eso me quedo claro cuando coincidí con él en la primera sesión, Robert tenía la costumbre de acabar sin camiseta para hacer fondos y yo dúrate toda la sesión había visto que a David se le escapaban los ojos hacia él pero…- sonrió mas- cuando llego la sesión de fondos creo que hasta un ciego se habría dado cuenta de cómo comía con los ojos a Robert, el claro centrado en los fondos no se daba ni cuenta pero yo si-

-No me imagino a David así por nadie- dijo yo riéndome, me di cuenta de que un par de personas nos estaban mirando ya interesadas

-Si bueno ahora no es así, tiene mucha más confianza en si mismo y también bastante mas experiencia pero cuando le pille yo era un primerizo en todo- se rio cogiendo un par de tarjetas de memoria y volviéndolas a dejar- Subamos que aquí no está nada que me interese-

Nos cambiamos de planta, detrás nuestra nos siguieron un par de hombres treinteitones. Yo no se lo dije a Rúas, el estaba mirando hacia delante tranquilamente, llegamos a la zona de los libros y allí Rúas desapareció en un segundo, me di la vuelta para ver donde estaba y le encontré ojeando entusiasmado uno de ellos. Era un buen tomo, a mi me gustaba leer pero Rúas parecía devorar la pagina entusiasmado

-Este vuelvo otro día y me lo pillo- se tanteo la cartera- Que llevo el dinero justito para lo que quiero e invitarte a desayunar a ti-

-Si eso te lo compro yo o te presto el dinero-

Rúas me miro, luego frunció un segundo el ceño y aun estaba que se rompía de bueno

-No tio en serio que no hace falta- suspiró- Si me lo voy a comprar yo pero otro día-

-Va va- respondí- Como quieras- por el rabillo del ojo vi que los dos señores estaban ojeando paralelamente unos libros y a mí y a Rúas

No se lo dije, tampoco era un buen tema de conversación. Rúas siguió andando entre los libros

-¿Pasivo o activo?- me pregunto mientras seguía leyendo paginas sueltas

Yo me recompuse rápido. Sabía que Rúas me hacía preguntas así para ver si sabía reaccionar y hacer que la conversación fuera más fluida

-Versátil- respondí yo

-¿Más activo o pasivo?-

Aquí tocaba ser sincero

-Mas activo la verdad pero lo cierto es que me hay tocado ser mas veces pasivo- mi mente voló a las veces que había follado con Sergi y me había tocado ser pasivo, luego eso lo compensaba yéndome alguna noche a chueca de fiesta y dejando que algún pasivo me entrara

-Ya eso suele pasar- se rio- Por alguna razón muchos gays piensan que ser pasivo te hace menos hombre-

-Supongo- respondí yo sin saber muy bien que decir- ¿tu que eres?-

-Pues de mentalidad te diría que pasivo- suspiro- Pero de circunstancias versátil-

-¿Tu pasivo?- le pregunte al tio más bueno que había visto hasta la fecha

-Claro- me miro con sus ojos como las profundidades del mar- No sé porque te sorprende- me sonrió con su sonrisa perfecta- ¿No te pego como pasivo o qué?-

-No mucho si te soy sincero-

-Que quieres que te diga, el pasivo no tiene porque ser afeminado, recatado y vulnerable… Y el activo no tiene que ser el macho, dominante e intocable… Son tópicos que se ha creado la gente- suspiro señalando hacia un lado de la sala- Supongo que es por ellos-

Gire la cabeza, en un lado de la planta dos chicos estaba leyendo lo que parecía un libro de cocina. Uno era más alto que el otro, los dos vestían pantalones ajustados de colores chillones así como chaquetas negras más pequeñas de lo habitual, el pelo estaba peinado de tal forma que el flequillo a veces hacia curvas imposibles, uno de ellos llevaba unas gafas de pasta sin cristales. El más bajo asía al más alto por la cintura, se notaba a la legua que eran gays

-Son valientes- dijo Rúas a mi espalda- Se visten así, salen a la calle y así es como se muestran al mundo, sin decir que no cuando se mueren por decir que si- se coloco a mi lado- Ellos son la parte mas visible de la homosexualidad, al menos la imagen que les vienen a la mente a la gente al pensar en homosexual- suspiro- ¿Es malo eso? Depende de a quien le preguntes lo es o no- les volvió a señalar con un cabeceo- Para ellos desde luego no, para el gay al que encasillan en un tópico en el que no encaja si…-

-Todo depende del punto de vista, pero ellos no representan a todos los gays…A nosotros no nos representan-

-Y la culpa es nuestra- dijo Rúas tranquilamente- Yo no tengo pluma y la pluma no me atrae pero no deberías tener derecho a quejarte de los gays con pluma si tu no estás fuera del armario, mucha pluma pueden tener pero al menos lo han admitido, aunque se les note, decir si es mucho más difícil que decir no-

Yo ahí ya no supe que decir

-¿Quién crees que será el activo la mayoría de las veces?- pregunto sonriendo esta vez

-Supongo que…- me quede pensando, lo lógico sería decir el alto, por lo que se notaba estaba más fuerte y de paso más alto, además de más guapo que el otro… Pero esa forma del otro de cogerle la cintura, era exactamente la misma actitud de Sergi al pasar el brazo por los hombros de Dani- El más bajo de los dos-

-Yo también lo creo, de todos modos seguramente se turnaran, pero el alto es más veces pasivo que el otro-

Rúas se dio un poco la vuelta

-¿y de nuestros dos amiguitos quien lo es?-

Esta vez se refería a los dos hombres que nos miraban, que por fin veía bien. Uno tendría treinta años, bajito pero delgado aun así la piel le brillaba suavemente por una pequeña capa de sudor, se le notaba puro nervio. El otro tendría cuarenta o así, era tranquilo y serio, casi calvo peinado con ese peinado de lado para intentar ocultarlo, mirada tranquila y sobretodo de análisis, en conjunto el segundo hombre daba muy mal rollo

-El mayor parece de los que se mete a los chats a buscar niños- comento Rúas con asco en la voz- El otro parece la clase de persona que sigue a los pederastas y se queda sus sobras-

Yo fruncí el ceño, el análisis de Rúas había sido muy directo pero el verles daba la sospecha de que lo eran

-¿Quién es quién?-

-Los dos activos- dije yo- Además sin ninguna duda-

-¿Hasta el bajito?- me pregunto Rúas divertido de mi seguridad

-Si, no sé porque parece de los que te empotran contra algo y aunque no quieras hasta que no se corren no paran-

Rúas suspiro

-Por desgracia si- se movió cogiendo dos libros hacia el mostrador paso al lado de los hombres, el bajito nervioso abrió la boca para hablar- No- le corto Rúas- Y como intentes tocarme te rompo los dedos-

El bajito hincho el pecho pero el callado le cogió por el hombro señalándome con la cabeza y al cuerpo de gimnasio de Rúas. El bajito asintió y los dos se escabulleron por un lado bajando por las escaleras

-Me ponen enfermo….- dijo Rúas

Pago los libros y salimos a la calle. Rúas de nuevo volvió a la normalidad sonriéndome

-Vamos al McDonald´s de Callao a desayunar algo- dijo andando

Yo me puse a su lado

-¿Y dime Gabi algún lio amoroso?- me pregunto Rúas

-Bueno me gusta un chico pero ya está, no creo que pase nada- respondí yo

-¿No es gay?-

-Si lo es pero…Es el ex de un amigo y tal-

-Ohhhh- comento Rúas callándose un par de segundos- Estas cosas son difíciles, yo te diría que esperaras a ver-

Llegamos en poco tiempo a Callao y allí entramos a pillar algo de desayunar. Yo me cogí un café y un par de bollos, lo mismo que Rúas, nos subimos arriba y allí nos sentamos en una mesa al lado de una pared acristalada, viendo a la gente pasar por Gran Vía

-¿Y tu de chicos que tal? ¿Algún lio amoroso?- le pregunte

-Si- respondió Rúas- Pero solo de un bando…-

-¿A qué te refieres?-

-Nada es que…- me miro triste-¿Qué es lo peor que le puede pasar a un gay?-

Iba a responder pero Rúas me corto, obviamente no esperaba respuesta

-Enamorarse de un hetero- se respondió a si mismo

Yo me quede callado, Rúas se quedo mirando por la ventana con ojos impenetrables. Se me hacia raro ver a un chico tan perfecto sufriendo por amor

-

Valle

Tenía tantas fotos…Pero ninguna me servía, en estos momentos estaba en CIU, el campus universitario de la universidad politécnica, en pleno centro de Madrid. Le solté un par de fotos a la estatua del caballo, era ya de día, pero aun así haya sido capaz de captar aun un poco de amanecer en la estatua. Me voltee, rodeándome estaban las facultades de medicina, farmacia y odontología…La luz parecía hacer un bonito contraste con las columnas de esta ultima y tire una foto aunque no quede muy convencido

Me pare a reflexionar, desde aquí podía ir hacia Moncloa y hacer una foto al arco de allí y luego bajar por el Parque del Oeste o podía optar por las callejuelas del centro con la Plaza Mayor, Gran vía… tal vez acabar en Colón… Suspire, la puñetera inspiración, parecía que se me escapaba allí donde iba buscarla

Suspire, cogí una moneda y la lance al aire. Cara iría a Moncloa y cruz iría al centro, lance la moneda al aire

Cuando cayó de nuevo en mi palma abierta la voltee contra mi otro brazo. Me quede mirando lo que había salido pensando que tal vez voltearla no había sido buena idea, pero sin llegar a saber porque exactamente. Sin pensarlo mucho más comencé a caminar hacia el metro, sin darme cuenta de los rayos de sol que jugaban con mi pelo dorado

-

Adri

Esquivaba a la gente sin muchas ganas, dado que ellos eran los que se apartaban a mi paso. Por alguna razón que me enervaba en el metro siempre me dejaban antes, en los pasillos ellos eran los que se apartaban, ellos eran los que bajaban la mirada… Lo odiaba, se parecía tanto a la forma que tenia la gente para comportarse con mi abuelo

Tienen miedo, no controlan la situación porque saben que el control lo tienes tú, esa es la clave

Y esa era otra cosa más en la que le tenía que dar la razón. Pase delante de un grupo de chicas de quince años sin pararme si quiera mirarlas, luego delante de otro de chicos que se cayó intimidado al verme pasar, mis amigos estaban detrás yendo como siempre a paso de tortuga. Tenía sed de modo que fui hacia uno de los baños, pero había una cola de chicos. Suspire, era recreo y no quería perder mucho tiempo. Subí medio corriendo al piso de arriba y entre a ese baño. Me incline a beber tranquilamente cuando oí la puerta abrirse me alce para ver por el espejo y trague el agua de golpe al ver que eran Alex y María liándose

Los dos pararon, Alex alzo levemente las cejas y María me sonrió tranquila, no era la primera vez que le veía liarse con un tio, ni tampoco la primera vez que la había visto liándose con Alex

Trate de recomponerme, mientras los dos se separaban lo justo para que la situación dejase de ser tan incómoda. Alex me miro pero fue María la que hablo colocándose un poco la camiseta

-Pensábamos que no había nadie- me dijo tranquilamente

-Es obvio- fue lo único que pude decir, oí la risa baja de Alex seguida de una media sonrisa

Me limpie los restos de agua de la barbilla mientras me apartaba para salir, Alex se hizo a un lado tomando a María de la cintura. Por un segundo vi su brazo flexionado pero enseguida perdí todo interés. Cerré la puerta tras de mí y escuche las suaves rusas de María y Alex. La situación había sido graciosa la verdad, de haberme pasado con cualquier otro amigo o amiga lo cierto es que yo también me hubiera reído… Pero al margen de que María era mi mejor amiga con quien estaba ayora era con Alex, uno de los mejores amigos de Carlos

Ya empezaba a ver el curso que tomarían los acontecimientos, al menos parcialmente la tendencia de dos grupos de los cuales dos son el nexo era…Hacer cosas juntos, como ir de fiesta al mismo lado o salir a tomar algo por ahí

Y eso significaba que tarde o temprano María, sin ser consciente de ello, me pediría que me quedara al lado suyo y…de Carlos. Suspire, no iba a destrozar lo que fuera que tuvieran Alex y mi amiga, eso lo tenía claro, habría que ser muy canalla para ello. Pero tampoco quería estar tan cerca de Carlos, le conocía a la perfección y sabía que intentaría…Al menos hablar conmigo

Me enamore de Carlos por muchas razones, una de ellas su personalidad y su tozudez obstinada que le hacían una persona tan firme…Aunque ahora que intentaba alejarle de mi él se empeñara en no hacerlo

Suspire, pero era lo mejor para él, fui rumien dando para mis adentros mientras bajaba por las escaleras, es decir, yo no sé que podía ofrecerle mas allá de un pasado oscuro que me atormentaba cada día. Lo único que conseguiría dejando que Carlos se acercase a mi seria atarle a todo esto que sufría por dentro y no iba a dejar que eso sucediese; no quería que esto le salpicara, quería que fuera plenamente feliz aunque fuera sin mi… Y por eso esto lo tendría que sufrir yo solo

Continúe bajando por las escaleras sin saber muy bien a donde ir, no sabía dónde estaban mis amigos y claro no iba a volver con María para preguntárselo. Así que sin nada más que hacer me puse a pasear por el patio intentando ver a mis amigos. Me enfunde más en mi abrigo y me pare cerca del campo de futbol donde unos chavales de unos quince años echaban una pequeña liguilla. Se divertían, algunos eran buenos y otros no tanto pero desde luego se lo pasaban bien

En un momento del partido la pelota fue rodando hasta mi, yo la pare con el pie. Los chicos me pidieron que se la pasara y yo sonriendo un poco la hice bailar entre mis pies, luego dándola con la puntera suavemente me la coloque sobre el empeine, con un nuevo toque la lance suavemente hacia arriba y luego como un rápido moviente de pierna se la lance con precisión exacta al chico que me la había pedido que la cazo al vuelo. Los chicos se quedaron impresionados y yo me di la vuelta para irme, no me gustaba mucho que los chicos me admiraran por si bien en algunos podía leer admiración sincera en otros…Mejor no pensar en lo que había en los otros, me hacia recordad la forma en la que Carlos me miraba cuando éramos pequeños

Me senté en uno de los bancos sin saber muy bien qué hacer, suque mi móvil pero solo para ver la hora. Me apetecía estar solo y aun me quedaban bastantes minutos del recreo. De la cafetería cercana entraba y salía gente dejando escapar pequeñas bocanadas de aire caliente, era tentador entrar pero no quería moverme, así estaba bien…

Una persona salió de la cafetería bebiendo un café y comiendo lo que parecía un croissant, gire suavemente la cabeza sin necesidad real de hacerlo. Solo por la forma de salir de la cafetera, la menar de caminar y sobre todo la forma de mirarme sabia quien era, Carlos dio un paso hacia mí pero tras el aparecieron Dani y Sergi, el mas alto le copio del hombro y le hizo andar mientras el pequeño se comía los restos de un bocadillo. Carlos se mantuvo un segundo firme y sus ojos se cruzaron con los míos, finalmente decidió andar pero sabía que solo una pequeña ventaja en los pros y los contras de la situación no le había hecho quedarse. Y seguramente esa ventaja había sido que sus amigos casi le estaban medio emulando para que ande

Suspire, los tres pasaron cerca de un grupo de chicas de segundo. El grupo les miro, no sabía a quién miraba cada una pero si tenía claro que alguna lo estaba haciendo a Carlos. Desde luego en cualquier grupo que estuviera Carlos mi mirada gravitaba sin remedio hacia él. Sentí un coletazo de celos pero sobre todo de tristeza

-Algún día será feliz…- comente al vacio gélido- Porque se habrá olvidado de mi-

Era lo mejor para él

-

Gabi

Tras el desayuno Rúas y yo nos habíamos puesto a andar de tienda en tienda por la Gran Vía y el centro. También habíamos empezado una pequeña apuesta, bastante tonta la verdad, de vez en cuando con algún tio que nos cruzábamos Rúas y yo decíamos a la vez si nos parecía activo o pasivo, suponiendo siempre que era gay. Solíamos coincidir bastantes veces pero también discrepábamos muchas lo que nos llevaba a discusiones bastante graciosas

-¿Ese activo?- comento Rúas cogiendo un par de camisetas y pasándomelas- Mira cómo va siempre detrás del amigo, nunca se ha parado o ha seguido andando si el amigo no ha hecho lo mismo… Pasivo- sentencio asintiendo

-Tu mismo dijiste que no hay que caer en tópicos- le eche en cara intentando que no se me cayera la montaña de ropa que tenia entre los brazos, toda para Rúas y para mi, dado que al final me había convencido para que me probara ropa- Tal vez sea así, ya que estamos con los tópicos, porque quiere proteger al amigo y estar siempre a su lado-

-Nada… Además tiene buen culo seria un desperdicio que acabara siendo activo-

Yo me reí

-¿Los clasificas por el culo?- dije entre carcajadas

-Sirve como variable en caso de empate- me respondió con una sonrisa tranquila

Nos cambiamos de percha y Rúas copio una camiseta de manga larga negra, con cuello en uve, me miro y luego a la camiseta

-Supongo que esta te podría estar bien- comento

-No es mucho de mi estilo- le respondí, lo cierto es que era mas para alguien a quien le gustara chulearse de su cuerpo

-Lo se lo sé…- puso la camisa sobre su antebrazo- Pero quiero vértela en los probadores…Te haría estar buenísimo-

-¿Así que por eso querías que me probara ropa yo también?- le sonreí preguntándole

-Claro, yo odio comprar ropa, me aburre bastante…La única forma de hacerlo entretenido es con cosas así- copio una cazadera blanca y me la paso- Esa me la voy a probar sin camiseta a ver qué tal me queda…- me guiño el ojo- Así tu tampoco te aburrirás-

Seguimos cogiendo ropa ahora yo, que hasta ese momento no había participado, comencé a seleccionar ropa que le quedaría de muerte, según mi criterio, a Rúas. De paso discutimos sobre los roles de otro par de tíos y de un dependiente. Luego fuimos hacia los probadores, eran grandes de cortinas pesadas y espesas, yo me fui a uno cuando sentí la mano de Rúas en mi cintura. Empujándome levemente hacia uno de los probadores abiertos

-Vamos hombre… ¿Después de todo crees que nos vamos a cambiar en probadores diferentes?-  me sonrió con su sonrisa perfecta

Yo me deje guiar, estaba disfrutando de todo esto como un enano. Nos metimos al cubículo, yo deje la ropa en dos montones sobre uno de los banquitos, en la pared opuesta a las cortinas había un enorme cristal de cuerpo entero con luces a los lados para que se viera bien todo. De fondo sonaba una muisca bastante movida pero a bajo volumen, más como sonido ambiente

Sin ningún pudor Rúas cogió los bordes de su camiseta sacándosela y colgándola de una percha, luego se giro con los brazos en jarras dejando su torso musculoso y perfectamente proporcionado al aire

-Tú eliges ¿Por cuál quieres empezar?-

Sin pensarlo mucho cogí un sencillo jersey de tela fina, con el cuello en uve mucho más bajo de lo normal para que se pudiera ver la camiseta o camisa, pero Rúas se lo coloco sin nada más debajo. El resultado fue que la tela del cuello siguiendo su forma le enmarco los potentísimos pectorales y el fuerte cuello. No ayudo tampoco que Rúas flexionara los brazos, moviendo sus pectorales para ver el efecto. Mi polla comenzó a despertar

Hecho eso Rúas se apoyo en la pared, cruzado de brazos y mirándome. Me sonrió tranquilo

-Una tu una yo- sonrió mas- Venga fuera esa camiseta-

Le obedecí con una sonrisa, disfrutando del momento me la quite un poco más lento de lo normal, luego la colgué girándome hacia la percha pero sin mover la cintura para encararme a la misma, si no que solo girando la parte superior del torso, de esa forma pude poner en juego y de paso marcar, bastantes de mis trabajados músculos. Cuando me di la vuelta Rúas me sonreía mordiéndose el labio inferior

-Sabes calentar…- se rio- Veremos al final quien acaba más caliente… Esta camiseta verde oscuro-

No era nada en especial la camiseta, lo único que importaba reseñar: era de las que estaba diseñada con tela de las que se pegaba al cuerpo si lo tenías trabajado como el mío. Tras ponérmela sentí la presión de la tela al pegárseme al estomago y los pectorales, Rúas me contemplo de arriba abajo y se enderezo poniendo los brazos en jarras, mientras él me contemplaba los músculos marcados yo me deleitaba viendo sus pectorales bajo ese jersey en uve

Pero se acabo la función, Rúas se saco el jersey doblándolo con cuidado y colocándolo en un lado del banco. A mí me acanto ver los suaves botes de sus bíceps al moverse. Se me quedo mirando acariciándose los pectorales

-Date prisa tio que hace frio… ¿siguiente?-

-Mmmmmmm esta camiseta-

Era similar a la mía solo que blanca y de tela bastante mas tirante en la zona del estomago. Rúas se la coloco sin decir nada, arremangándose. Flexiono los brazos

-Esta me queda bastante justa- comento ligeramente molesto, miro a la ropa- Este polo azul-

Me lo vestí con tranquilidad, cada vez más caliente al ver la tableta de Rúas perfectamente marcada contra la tirante tela. El polo la verdad es que me estaba muy bien, desde luego me lo iba comprar después de esto, también note al colocármelo del todo que en la zona de las mangas estas se asían con una suave presión a mis brazos

-Saca musculo en el brazo- me comento Rúas

Levante mi brazo notando la tela tirante en mi espalda, una talla más y me hubiera quedado perfecto claro que entonces no marcaria para nada tanto musculo. Al flexionar el brazo tras colocarlo horizontal mi bíceps se hincho tirando de la tela hacia atrás. Un segundo después Rúas me lo palpaba

-La verdad es que te está un poco justo pero…uff- resoplo por lo bajo apretándome el bíceps- Esto desde luego me pone que no veas-

Me reí por lo bajo

-Gracias- mire el montón de ropa, escogí adrede un suave jersey parecido al primero pero totalmente abierto y abotonado- Ese jersey gris…Espera- Rúas se detuvo yo cogí la camiseta a la altura de la mitad de su espalda y tire un poco hacia atrás, luego sobre la tela le masajee los abdominales mordiéndome el labio inferior

-¿Te gustan?- comento cuando le solté, se desprendió de la camiseta dándome la espalda y mostrando una forma en uve terminada en una esbelta cadera y un culo perfecto

Se coloco el jersey de espaldas también, aunque en el espejo vi como su torso quedaba tapado por la tela. Se dio la vuelta y como la otra vez con el otro se flexiono de brazos, con este jersey solo se había abrochado los dos últimos botones de manera que casi todo su torso estaba al aire. No pude evitarlo y cogiendo Rúas de la cintura le di un suave beso en los labios, la polla me estaba matando de la presión contra mis vaqueros, la de Rúas estaba igual. Tras el suave roce de nuestros labios le amase con delicadeza los pectorales bajo la tela

-¿Qué me pongo ahora?- le pregunte sin soltarle la cintura, estaba embobado con su cuerpo de modelo y su cara de ángel

-Déjate el polo…Pensando me he dado cuenta de que le falta un detalle- sus manos se había metido levemente bajo mi tela explorando mi piel con la yema de los dedos

-¿Cuál?- le pregunte

Rúas no me respondió, haciendo hueco en el banquito se sentó. Me miro desde allí

-Marca pectorales- me pidió suavemente, yo lo hice gustoso a fin de cuentas los pectorales eran de las partes más trabajadas que tenia y no solo en volumen si no en definición y sobre todo en dureza, Rúas asintió para si mismo un segundo- Si, definitivamente le falta algo…Ven-

Yo me acerque un par de pasos y entonces las manos de Rúas en mi cintura me llevaron hasta él, era alto, no tanto como yo pero aun así lo era. Su boca quedo a la altura de mi pecho, sus manos me alzaron la tela y antes de que me diera cuenta sentí los labios de Rúas

Me dieron un suave beso en el valle entre mis dos montañas de musculo y luego ascendiendo por una de las pendientes con suaves besos llegaron a coronarla, justo en el pezón. Sin detenerse mucho la boca de Rúas me lo reclamo, con labios, dientes y lengua. Debo decir que me gustaba que me comieran los pezones, eran una de mis zonas más sensibles pero Rúas parecía un maestro. Sergi lo había hecho bien y alguno de los chicos con los que había estado era digno de mención, siendo David casi el mejor de ellos, pero Rúas estaba muy por delante. Aunque no podía verlo me imaginaba su boca de labios perfectos sobre mí pectoral soltando y capturando continuamente mí pezón

Los dientes aplicaban la presión exacta, los labios de seda lo aprisionaban lo justo y la lengua lo masajeaba con tranquilidad. Yo gemí lentamente hundiendo mi mano en el pelo de Rúas, que siguiendo la norma en ese chico, no fui capaz de encontrar fallo alguno. Tras soltar mi pezón totalmente erizado se dedico al otro con igual maestría perfecta. En pocos segundos yo mismo me estaba sobando la polla sobre los pantalones deseando sacármela

Rúas, entonces, se aparto, echándome hacia atrás se levanto y luego se coloco a mi espalda, me puso delante del espejo. Aunque no se apreciaba casi ningún cambio mis pezones se apretaban como espadas totalmente duras contra la tela, creo que nunca nadie me los había conseguido poner así. Las manos de Rúas sobre la tela me los acariciaron suspirando por lo bajo

-Estas buenísimo Gabi, en serio te lo digo…- me apretó el pectoral apretando la palma de la mano contra la esquirla de acero que era mi pezón- Me encantan estos pectorales-

-Yo solo estoy currado del gimnasio y eso me hace atractivo supongo- comente quitándole hierro al asunto- Sin mi cuerpo solo sería un chico guapo de cara pero tu…- me gire desabotonándole el jersey- Tu aunque no tuvieras este cuerpazo seguirías estando buenísimo de lo guapo que eres- suspire atontado- Eres perfecto-

Rúas me miro un poco y por un segundo su mirada me fue imposible de descifrar

-Esperemos que eso me valga- comento suevamente, antes de que pudiera preguntar Rúas se alzo besándome, sus labios como ya había supuesto por los tanteos anteriores eran la cosa más suave que había probado en mi vida y aun así eran firmes, no se dejaban moldear por el beso si no que eran ellos los que lo construían…Besándole se veía que la expresión “abandonarse a un beso” no era más que sensiblería barata

Se separo de mí suavemente y mis labios se movieron sin remedio buscando de nuevo los suyos. Había sido el beso más perfecto de toda mi vida y deseaba muchos más… Algo me estaba dando patadas al cerebro pero no sabía lo que era, ahora mismo mis procesos mentales estaban al mínimo

-Esta camisa lila oscura- me señalo Rúas apartándose unos pasos

La cogí desprendiéndome de mi polo, me la enfunde y me estaba abotonando cuando Rúas me paro

-Te queda mejor sin cerrar- me quito los dos botones que había abrochado, sus manos me repasaron luego la tableta- Mucho mejor- se aparto un tanto

-La chaqueta blanca fina…Sin abrochar-

Rúas me sonrió haciéndome caso. Se la metió y el dejo suelto, luego metió las manos en los bolsillos, nos quedamos los dos mirando el cuerpo del otro

-Yo estoy caliente- dijo Rúas en voz baja

-Yo no veas cómo voy- le respondí, Rúas se rio pegándose a mi

Nuestros torsos desnudos se pegaron entre las telas, sentir el roce la tableta de Rúas sobre la mía me volvió loco, los pectorales ni te cuento. Rúas empezó a comerme el cuello y yo gemí un poco apretándole el culo entre mis manos.  Los labios de Rúas eran tan suaves que me tenía que contener las ganas de morrearlo con fuerza y saborear de nuevo esos besos que quitaban el resuello, al final tuve que apartarle de mí. Rúas se pego al cristal de espaldas. Yo me lance sobre su pecho para lamerle esos pectorales que con el jersey me habían vuelto fuera de mí

Rúas me dejo hacer dirigiéndome la boca hacia su pezón oscurito, yo lo pesque con la boca y me deleite comiéndoselo hasta que estuvo como una espada. Luego pase a alzarme y Rúas me apretó el culo pegándome a él, seguimos besándonos y pase a comerle la oreja, Rúas empezó a gemir con fuerza pero yo le tape la boca, debía ser una zona sensible, me aleje un tanto para contemplar ese cuerpazo jadeante por mis atenciones en su oído

Luego me pegue de nuevo, con las caderas por delante presionando las suyas, me ayude con las manos apretándole más. Rúas me mordió el hombro para no gemir pero a mí no me dio tiempo a hacer nada y se me escapo un gemido que debía de haberse escuchado por toda la tienda. Rúas se rio un poco pero sin muchas ganas, contra la del otro nuestras pollas como espadas envainadas se apretaban, eran tan deliciosamente doloroso que no pude evitarlo y le apreté mas, Rúas me empezó besar el cuello con fuerza

Luego me separe, vi en el espejo una suave zona rosada, seguramente me dejaría un sube chupetón no muy alarmante. Dirigí mi mirada a Rúas que se había desprendido de su bragueta y ahora de los bóxers, con un suspiro de alivio su polla quedo al aire, era recta, larga pero sin pasarse, ni gorda ni delgada. Una polla totalmente lisa y que en cuanto la vi supe que era de esas que no te cansabas de chupar nunca

Le imite, Rúas levanto las finas cejas sorprendido. Sabía que tenía un buen instrumento, Rúas me la palpo suavemente lo cual me encanto, yo le deje hacer con una sonrisa en los labios. El segundo de sorpresa paso y Rúas recobro de nuevo su sempiterna tranquilidad divertida

Me dio otro beso y luego se separó, con una mano empezó a sobarme mientras que con la otra se empezó a pajear lentamente. Entendiendo que quería le imite, mis manos se repartieron entre mi polla y el cuello de Rúas, estaba como loco de lo fuerte que parecía, me incline para no entorpecerle y, mientras Rúas se pegaba explorándome la montañosa espalda, yo lo hacía mientras le comía el cuello

No sabía cómo describirlo, era tan duro y sin embargo cedía en los puntos precisos para volverme loco, cada vez que tragaba saliva era como volver al paraíso y cuando respiraba jadeante volvía locos a mis labios. Me separe para volver a su boca, me pegue un poco a él, nuestras manos se rozaron ya a una velocidad más que aceptable mientras nos pajeabamos. Ambos gemíamos contra los labios del otro. Aumentamos la velocidad al unísono y nuestras lenguas se enroscaron, Rúas se agarro a mi fuerte brazo, la tela de la camisa resbalaba abierta sobre los antebrazos al no haberme podido abrochar las mangas, yo, aunque estaba feliz con su boca hice que mi mano explorar ara su culo bajo los pantalones, suave sin ninguna imperfección aparente. Mis dedos querían profundizar más en la exploración pero la posición al final les convenció a moverse por la espalda al ver lo incomodo que hubiera resultado

Rúas apoyo la frente en mi pecho mientras seguía pajeándose y yo hundí mis labios en su pelo besándoselo y acariciándosele sin descanso. Los gemíamos con dificultades, dado que intentábamos por todos los medios no hacerlo

Al final nos separamos nos escupimos suavemente en las pollas para lubricarlas y a apenas dos centímetros de distancia recorremos los últimos metros de nuestras pajas. Mordiéndonos los labios nos corrimos uno encima del otro, salpicándonos con fuerza hasta la altura de los pectorales, no manchamos la ropa de milagro y porque no nos habían estado tapando por la posición. Luego respiramos con fuerza, nos miramos los dos al espejo mientras Rúas sacaba unas servilletas del McDonald´s. nos limpiamos las pollas y cuando iba a empezar a limpiarme el pecho Rúas me sorprendió lamiendo su propia corrida

Yo me quede callado dejando que Rúas borrara sus propios restos, tardo apenas dos minutos y cuando lo termino me incline yo para hacer lo mismo con la mía. Era genial tener un cuerpo como el de Rúas para disfrutar

Cuando terminamos de limpiarnos me senté en el banquito, coloque a Rúas encima mía y sin ningún temor ya, con todas las barreras salvadas, le senté encima mía para probar esos labios de nuevo

Me recline contra la pared del cambiador, medio tumbando a Rúas encima mía. Sus labios eran como la miel.

Me acomode mejor, tenia pensado pasar mucho tiempo en esa posición besándome con Rúas

-

Adri

-Entonces decidido- dijo uno de mis amigos- El viernes quedamos todos en la urbe de Adri antes de irnos hacia la fiesta-

Yo suspire, como siempre había ofrecido mi urbanización como punto de encuentro al equidistar de todas las demás… Lo que si que no había propuesto era ir a la fasta del viernes. Tenía un mal presentimiento, algo que me atenazaba el pecho y me ponía de punta los pros del cogote. Era la misma sensación que se tenía cuando algo te respiraba firma y pesadamente en la nuca y tenias demasiado miedo para darte la vuelta

Salimos de clases y finalmente del edificio del instituto, el frio aumentaba las ganas de salir a sitios cerrados y en seguida la idea de ir al centro comercial a ver una peli o simplemente tiendas surgió inevitablemente, yo tamicen trate de pararla pero sin mucho entusiasmo, Sara, la chica con la que me había acostado, iría tamicen y me había dicho a mi grupo de ir con el suyo. Era lo que temía que pasara con Alex y María, sin muchas ganas termine aceptando a regañadientes sabiendo que solo me liaría con Sara en el caso de que se pusiera muy pesada

Su casa estaba de nuevo libre pero no tenía ninguna necesidad física de follarmelo, mis ganas estaban saciadas hasta dentro de unos días. Rápidos cálculos mentales me dijeron que para el viernes necesitaría volver a acostarme con ella, seguramente en los baños, o con alguna otra (pretendientes no me aflataban) pero eso no hizo mas que quitarme las ganas de volver a verla

Por alguna razón tras acostarme con una tía, excepto en el caso de María, era incapaz de verla de nuevo del mismo modo. Por alguna razón cada vez que el hecho se repetía la iba cogiendo un poco mas de manía haza que finalmente la acababa dejando consciente de que no tardaría en pagar los platos rotos con ella

Aun con Sara no había llegado a ese extremo sin embargo me estaba empezando a agobiar que quisiera empezar a pasar tanto tiempo juntos, cosa por otro lado, perfectamente entendible desde el punto de vista del mundo sobre la situación

Mis amigos se despidieron de mí tras recordarme la hora a la que tenía que estar preparado para irme al centro comercial con ellos. Yo camine pesadamente hacia mi casa, bastantes metros por delante caminaban Alex y María, ya hacía rato que iban tan adelantados que los había perdido de vista y algo me decía que Mira no iría esta tarde con nosotros. Yo suspire, había perdido la virginidad con maría porque de todas las posibilidades fue la que menos asco me dio. Ahora ya simplemente había aprendido a desentenderme de esas cosas, las necesidades biológicas volvían en muchos casos a los humanos felizmente ciegos e insensibles

Delante mía dos señoras hablaban a un lado del paso de cebra, pase a paso tranquilo, mas bien dejos, por su lado. Lo que me permitió pillar parte de la conversación

-…y el basurero esta como loco- estaba comentando- al parecer ya van siete los bubos de basura que han aparecido volcados, y las bolsas como desgarradas-

-Algún niñato se aburrirá- comento la otra, obviamente sin ningún hijo al que criar-

-No es algo que hagan uno críos- comento la otra, con toda la prevalida madre, en tono cansino- tal vez algún pobre honre buscando comida-

-Tanto da, haber si de una vez vallan todas las urbanizaciones entre si, así dejaríamos fuera a la gente como ellos- pronuncio la palabra con suficiente veneno Comp. Para matar a un caballo de tamaño medio-

-No se- dijo la otra sin atreverse a decir nada- Lo que si que es extraño es que el perro de mis vecinos alginas noches se vuelve loco… Mis vecinos dicen que es porque algo le pone nervioso-

-La terraza de tus vecinos da al “Parque Viejo” ¿no?- era otra forma de referirse a la arboleda y al enorme descampado sin edificar de detrás-

Al final no fui capaz de captar su respuesta pero tampoco encontré necesario pararme para escucharla, mucho menos volver. Pensé en lo que yo había visto comiendo de la basura, tal vez era lo que estaba volviendo loco al basurero. Suspire, esta vez no iba a ir por ninguna calle secundaria, la avenida era perfecta para evitarme encontronazos de ese tipo

Seguí andando analizando las palabras de las señoras, dejando al margen las intrigas sobre los problemas del basurero y el perro de los vecinos el caso era que había reconocido en el tono de la segunda lo que en mi fuero interno llamaba “la voz de la gilipollez inculta”. Era la voz que hablaba sobre los problemas de los campesinos hambrientos cuando ni se sabía nada del tema ni se esperaba saberlo, la validez de las propias opiniones era algo que muchas de las señoras cuarentonas (y en adelante) de los barrios residenciales habían aprendido a cultivar

Era un segregacionismo tan domestico, tan de poca monta que la gente muchas veces no se daba cuenta de que los trazos de un extremismo estaba demasiado visibles. De todos modos ninguna de las personas de esa clase llegaba pasar mucho mas allá de mirar mal al niño que pisa el césped jugando con su pelota en el jardín de la urbanización o el sudamericano que sin ninguna mala intención preguntaba la dirección de alguna calle

Nunca ellos serian nada, tenían tan poco peso que el viento se encargaría de llevarlos a rastras. Y sin embargo eran aquellas voces (y otras mucho más peligrosas) las que aplaudían y alababan a la gente para la que mi abuelo había trabajado

No hay nada peor que estar en la cúspide del poder, porque allí no se tiene ningún control, es en el centro, donde las órdenes realmente son dadas, en donde reside. Los bailes de salón y los desfiles solo sirven para mantener ocupada a la gente que cree estarte dando ordenes

Seguí andando, mi abuelo había tenido, al menos esencialmente, razón en bastantes de sus planteamientos. Luego los había impregnado inevitablemente de opiniones y tendencias personales, bastantes de las cuales me había dejado marcas en la piel, pensé acariciándome la pequeña cicatriz del pómulo, Pero esencialmente mi abuelo no dejaba de tener razón

Y esencialmente mi abuelo nunca dejaría de ser mi abuelo…Por mucha oscuridad que envolviera su recuerdo

Suspire sin saber muy bien hacia donde me llevaban mis pensamientos. Como siempre sentía mis pies andar por terreno incierto en estos temas. Quería a mi abuelo pero aun estaba en mi mente la paliza

La sangre era algo de lo que literalmente era muy fácil desprenderse, como mi abuelo me había mostrado, pero sin embargo yendo un poco más allá de la simple realidad, era algo que creaba vínculos insalvables para cualquiera… Y aunque no me gustara que me lo dijeran yo había heredado los ojos de mi abuelo, los mismos zafiros

Metí las manos en los bolsillos buscando mis llaves cuando me di cuenta de que la puerta estaba abierta. Sujetándola suevamente para mi estaba un Carlos muy serio, yo no supe muy bien cómo reaccionar. Como siempre que me encontraba cara a cara delante de él sentía las ganas inmensas de abrazarlo. Y luego me recordaba a mi mismo que lo mejor para él era que no lo hiciera

-O entras tu o salgo yo- me dijo sin más, aun así la voz le temblaba tan imperceptiblemente que muchas veces sabía que era el único en darme cuenta

Yo me hice a un lado elegantemente, mientras intentaba no mirarle. Carlos suspiro un poco por lo bajo y empezó a avanzar, sentí su fuerte cuerpo a escasos centímetros de mi, deseaba tanto buscar el calor de ese fuerte cuerpo que muchas veces me daba miedo

-¿Vas a ir a la fiesta del viernes?- me pregunto mirando al frente parándose a mi altura, yo mire el techo

-Seguramente- comente yo intentando controlar mi tono- Ira mucha gente-

-Entonces nos veremos allí- dijo igual de serio luego echo a andar, yo iba a hacerlo también cuando su mano me paro, sujetándome el hombro- Te quiero...-

-Carlos…- empecé sin saber cómo continuar, pero su mano me soltó el hombro mientras el continuaba andando

Me quede en el umbral de la puerta viendo a Carlos andar tranquilamente avenida arriba Lo único que pude hacer fue suspirar increíblemente cansado

En algún lugar entre los edificios un perro empezó a ladrar y aullar como loco

-

Gabi

-Ha sido genial tio- le dije a David mientras este se duchaba, estaba completamente desnudo y se enjabonaba sin pudor, yo le contemplaba acostumbrado ya- Después de lo de los probadores hemos ido a chueca a comer y luego me ha estado ensayando su instituto… ¿Por cierto Rúas es rico?-

-Bastante, no asquerosamente pero si que sus padres han sabido montárselo bien- sonrió- ¿Y no habéis follado?-

-Que va pero he perdido la cuenta de cuantas pajas nos hemos hecho- comente sonrojándome un poco, era la primera vez en mi vida que soltaba un comentario así

David se rió

-Pues tio genial que hayáis hecho buenas migas- comento cerrando el grifo, su polla estaba un poco crecidita- Imaginaros a los dos en los probadores ha estado muy guay-

Yo se la toque sin pudor, me gustaba estar tan relajado con David y Rúas. Para cuando me quise dar cuenta ya tenía a David gimiendo mientras le pajeaba y le besaba con pasión, no tardo mucho en correrse y cuando lo hizo le atraje a mí para besarle de nuevo y después hacerle lamer mis dedos manchados

-Pues eso que Rúas mola mucho-

-Menos mal que me dijo que lo intentara- me dijo David sentándose a mi lado para vestirse yo me gire

-¿Intentar el que?-

David me miro un poco sorprendido

-Se le habrá pasado decírtelo, Rúas me dijo que intentara algo con alguno de tu grupo, dijo que por estadística a alguno le tenían que molar los tíos y como estáis todos tan…- me paso una mano por los pectorales

-No, no me lo dijo- respondí yo, luego sonreí un poco, David ahora estaba bajando la mano hacia mi bragueta- Pues menos mal que me elegiste a mi- acabe la última palabra con un gemido

David empezó lentamente una mamada

Algo me seguía dando patadas en el cerebro pero no sabía que era, una especie de punzón de hielo clavado en mi nuca. Era como mirar un cuadro y ver que algo no estaba bien

Pero el recuerdo de la sonrisa de Rúas lo borro por completo de mi mente

Valle

Sin saber muy porque estaba de nuevo en el Retiro, había supuesto que las aguas del lago al atardecer me inspirarían pero no lo estaban consiguiendo. El parque era enorme, había cenadores y palacios pequeños, estatuas y placas y arboles que derramaban sombras como cascadas, claros en los que la luz jugaba con las formas y aguas de las que un espejo se sentiría orgulloso

Las barcas paseaban felizmente por las aguas, surcándolas como suaves filos de navaja, las paladas de los chicos llevando a sus chicas y las paladas de las chicas tras ver que todo el tinglado empezaba a ser un poco anticuado. Suspire, era lo mismo siempre un chico feliz llevaba a su novia o a su futura novia, una pareja con los hijos que miraban intentando ver alguna carpa, un anciano resoplando al remar mientras su esposa echaba pan a escondidas a los peces

Suspire, era tan normal que casi parecían señalarme y recriminarme que yo no lo hiciera, no sabía como algo con lo que nacías podía a veces aislarte tanto de los demás. Era toda mentira, humo y espejos, miedo constante y extenuante

Muchos se conformaban con eso y vivían felices, yo no les juzgaba, eran sus vidas y sus decisiones. Yo personalmente empezaba a cansarme de todo

Quería coger a Gabi y decirle que me había enamorado de él en un sueño, aunque no tuviera sentido, aunque me dijera que no; al menos daría sentido a mi vida. Y sin embargo estaba sentado en un césped de tonos verdes bañado por haces dorados y anaranjados, cada uno tan perfecto que hasta daba igual que los fotografiase, siempre estarían allí

Estaba cansado, muy cansado, pero no sabía exactamente de qué. Solo sabía que estaba como loco por ser capaz de dormir el tiempo suficiente hasta que todo volviera a cobrar sentido, si es que volvía a tenerlo alguna vez

Delante mía un grupo de niños paso corriendo con un perro entre ellos, todos llevaban chándal de deporte, seguramente habían salido de algún entrenamiento. Uno de ellos sin embargo siguiendo a los otros tropezó, el grupo siguió sin preocuparse mucho el césped mullido había parado de sobra cualquier gravedad en la caída. Iba a levantarme para ayudarle cuando uno de los chicos volvió sobre sus pasos tranquilamente, se inclino para ayudarle a levantarle pero el otro aparto la vista como enfadado

-No pasa nada por caerse- dijo el levantado mientras el otro se sentaba en el césped

-Luego los demás se reirán de mi, sobe todo Miguel-

El levantado se encogió de hombros

-Pues cuando Miguel se caiga nos reiremos los dos- le tendió la mano de nuevo levantando al otro- Además caerte me deja tocarte sin que nadie se dé cuenta- las manos permanecieron un segundo más de lo normal unidas y luego el chico movió la mano por el brazo del otro, haciéndole estremecer- Vamos cari, ya pegare yo a Miguel si se ríe-

Los chicos se iban a levantar cuando yo de un salto y un par de zancadas me acerque a ellos, los dos me miraron sorprendido y un poco temerosos. Vistos de cerca ninguno pasaría de los catorce años

-Perdonad pero… ¿sois novios?- me sentí muy estúpido preguntándoselo

El que había ayudado al otro a levantarse se quedo callado, pero el caido (seguramente el más lanzado de los dos) me respondió

-Si- dijo sin más, luego me miro con perspectiva y me sonrió dulcemente- Tú también tendrás uno-

Yo me quede en silencio sin saber que decir, el chico callado tiro del lanzado del brazo para irse, sus amigos ya estaban muy lejos

-No es cuestión de suerte- respondió el chico- Si no de valor, al menos eso dijo mi tio en su boda- se alejo medio corriendo, luego me dio la vuelta y haciendo campaña con las manos grito- Además eres guapo-

Se dio la vuelta, el novio le empujo levemente en el hombro mientras corrían y el otro se rio. El sol les quedaba justo de frente y el lago a los lejos refractaba los rayos en miles de haces

Dispare sin darme cuenta

No era perfecto pero era suficiente, y lo que había pasado solo me acercaba un paso más a un vacio todavía más oscuro; sin darme cuenta de la tormenta que se estaba acercando por mi espalda

Que se estaba cerniendo sobre todos como un lobo aullante y hambriento

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espero que os haya gustado

¿Que creeis que va a pasar? Si de verdad estais seguros de que lo sabeis es que os habeis equivocado, creedme.

La tormenta esta cerca