Carpe Diem XXIII: Puro Fuego

Al alcance de tus dedos por fin, desplazando cualquier pensamiento, el fuego en el pecho... Inflama todo cuanto eres, todo cuento sientes... Es morir de placer en medio de las llamas

Puesasi empieza la "tercera temporada" de Carpe Diem, espero que os guste las cosas que os depara la saga en esta nueva temporada

Como siempre os animo a comentar, dado que solo mejoro gracias a vuestras opniones. Gracias como siempre por leerme

Siento tambien la tardanza pero estaba de vacaciones en la playa y me prometi a mi mismo desconectar un poco para recargar las pilas jaja

IMPORTANTE: Se que muchos os soleis saltar las partes de sexo, al menos en una primera lectura, dado que la trama os tienen enganchados. Sin embargo creo que el sexo en este relato no os lo deberias saltar, a fin de cuentas llevais mucho tiempo esperando que suceda lo que aqui cuento

Espero que os guste

---Dos días después del final del viaje a Italia---

Sergi

Me apoye en la pared mientras bostezaba un poco por lo bajo, mi aliento se convirtió en vaho delante de mí. Hacía frío, bastante además. Nada del indolente sol del norte de Italia que disfrutaba fustigando la piel con sus rayos, Madrid en invierno podía quitar las ganas de salir de casa a cualquiera. Y aun así me gustaba el frío, me hacía sentir en casa, saque mi móvil y mire la hora, ya debería de estar a punto de bajar

Ya hacia dos día que venimos de Italia, un fin de semana dado que volvimos en viernes. Y no había visto a nadie desde que los dejamos a todos al bajar del autobús, nada más llegar a mi habitación me había quitado la ropa y directamente en bóxers me había derrumbado en la cama. Habia dormido durante todo un día, al final el hambre me hizo levantar, comí algo ligero y me duche, luego me cambie y me fui al salón a ver la tele y para cuando me quise dar cuenta me había dormido de nuevo. El resto del tiempo me lo pase recibiendo llamadas de mi familia preguntándome que tal el viaje, a lo que yo siempre respondía lo mismo “Si muy bien… Si un poco cansado, si, he traído alguna cosilla… Si, los italianos no saben comer… Si…Si…vale ahora te paso a mi madre”

El viaje me había ido bien… No, me había ido muy bien. Y casi se podría haber dicho “muy” con mayúsculas, a pesar de que durante el viaje en avión no pudimos hacer nada y a pesar de que nuestras madres nos monopolizaron impidiéndonos hablar apenas nada en la ida a casa desde el instituto, yo no había parado de cruzar miradas con él y ahora por fin podía poner en mis ojos lo que en mi corazón sentía, y eso me hacia tremendamente feliz. Y ahora estaba a punto de verle

Entonces la puerta se abrió y mi peque salió bostezando un poco, me sonrió con esa sonrisa suya por la que bebía los vientos, mientras sus ojos un poco somnolientos me hacían estremecerme entero. Dios, como le quería

-Perdona, que me había quedado dormido- me dijo disculpándose y bajando un poco la cabeza

Yo mire distraídamente a nuestro alrededor, a las siete y media de la mañana y amparados por la oscuridad de los amaneceres de invierno nadie nos veía. Yo le cogí la mano y le pegue a mi, antes de que pudiera hacer nada yo baje la cabeza para besarle. Sus labios eran mi golosina favorita, una droga que no me cansaba de probar, mi perdición particular. Dani al principio gimió un poco por la sorpresa y luego me echo los brazos al cuello para pegarme más a él, mis manos le cogieron de la cintura cargando con su peso para alzarle, nuestros abrigos en esa posición se doblaban y nos cubrían los rostros, yo me moví para pegar a Dani contra la pared mientras le subía mas, mi lengua se enroscaba con la suya de forma lenta, no había prisa, ya no. Ahora teníamos todo el tiempo y oportunidades del mundo para explorarnos con tranquilidad

Mi peque entonces se aparto trabajosamente de mi, jadeaba por lo bajo y sus ojazos verdes me miraron entrecerrados

-Para, para…- empezó a decir- Sergi que nos pueden ver-

Yo le di un pequeño cabezazo y roce mis labios con los suyos

-Me pides imposible peque- mis labios se pegaron mas a los suyos- Es superior a mis fuerzas…- y mi lengua volvió a reclamar la suya mientras mis labios de nuevo abrazaban los suyos

El autocontrol de Dani se vino abajo, si es que en algún momento había llegado a tenerlo de verdad. Sus piernas me rodearon la cintura y mis manos fueron a su culo tapado por los tejanos mientras le apretaba más contra la pared. No podíamos parar, la oscuridad jugaba a nuestro favor y el silencio total de la urbanización nos confirmaba que no había nadie. Nuestros labios se separaban apenas centímetros para que pudiéramos respirar y entonces uno de los dos seguía los labios del otro para volver a empezar, jadeábamos y de vez en cuando susurrábamos alguna palabra, yo me abrí el abrigo y lo mismo hice con el de Dani en un momento que nos separamos, la tela se abrió dejando nuestros torsos solo tapados por camisetas, me pegue entonces mas a él. El calor que había estado en nuestros abrigos nos acaricio, subiendo y bajando para recorrernos el resto del cuerpo… Era increíble, no hubiera parado por nada del mundo… O por casi nada

Sonó el ruido de una puerta abriéndose, mi peque y yo nos separamos de golpe segundos antes de que una figura girara la esquina para encontrarnos. Respirábamos un poco fuerte pero que solo poniendo atención de verdad te dabas cuenta, Dani se puso a mirarse las manos mientras se las retorcía, sus mejillas y sus orejitas blancas se tiñeron con un suave rubor. Yo trague saliva con fuerza

Delante nuestra estaba uno de los chicos de nuestro curso, como nosotros iba hacia las clases. Nos saludo y luego se fue hacia la salida de la urbanización. Dani y yo suspiramos un poco, yo le pase el brazo por los hombros

-Casi- dije yo riéndome un poco

-Ya te lo dije…- me reprendió mi peque con pocas ganas, me sonrió- Tenia el corazón en la cabeza-

-¿Ah sí?- pregunte yo juguetón mientras alzaba un poco las cejas- No me lo creo…-

Mi mano se metió debajo de su camiseta para colocarse sobre su pectoral derecho, como siempre firme y turbadoramente duro. Era cierto que le latía mas rápido de lo normal y justo ahora… Si, justo ahora volvía  latir rápido. Dani estaba sonrojado. Sonreí tiernamente retirando la mano pero dejándola en su marcado estomago, me incline y le bese el pelo. Mi peque se estremeció

-Vamos a llegar tarde…- me recordó débilmente

Me estaba costando no bajar del pelo para ir a su frente, sus mejillas, su barbilla, su boca… Me aparte por precaución, saber que ahora tenía permiso para probar el fruto prohibido me hacia querer tenerlo a todas horas

-Peque…- Dani alzo su cabeza para mirarme a los ojos- Es el primer día del trimestre… Y no vamos a hacer nada hoy y encima después del finde del viaje, perfectamente podríamos estar cansados o haber pillado algo…- me calle

Dani sonrió tímidamente

-Sugieres que…- se trabo un poco- Que no vayamos a clases-

-Mi casa estará sola todo el día, mi madre estará en el bufete muy liada y no vendrá y…- sonreí un poco nervioso- Y sí, quiero que hoy no vayamos a clases… quiero estar todo el día contigo a solas...-

-Va…vale- me dijo Dani sonriéndome de nuevo- Pero nada de acostumbrarse a esto-

Yo asentí cogiendo su mano y llevándole hacia mi portal, Dani me paso el brazo por la cintura y yo apoye la barbilla en su cabeza, el pelo sedoso de su crestita me hacia cosquillas que me hacían sonreír débilmente

-¿Peque?- dije en voz baja

-¿Qué, Sergi?- respondió Dani ya delante de mi portal

-Que te quiero- dije yo tranquilamente, como quien constata que aún era de noche, una verdad que se veía a simple vista

-Y yo a ti- me respondió con el mismo tono coloquial

-

Carlos

Íbamos valle y yo hacia el instituto, llegábamos tarde pero no teníamos prisa. El primer día del trimestre iba a ser una pérdida de tiempo, solo preguntas y más recuerdos del viaje a Italia… Y por mí los guardaría en un arcón y lo echaría al mar. Una ira roja e incandescente me recorría todo el pecho, me acariciaba los brazos cerrando mis manos en puños, me apretaba la mandíbula hasta hacerme daño, me hacia hervir la sangre… Porque por mi entraría soltando una patada a la puerta de la clase y sacando a Adri a rastras le obligaría a hablar conmigo

Valle a mi lado trotaba para mantener el ritmo de mis grandes zancadas, ya le había contado todo lo de Adri, lo sabía todo. Mi hermano me había apoyado, me había escuchado y me había ayudado a vaciarme entero. Me sentía levemente mejor, le pregunte a Valle que opinaba de todo este asunto de Adri y la respuesta que me había dado solo me había hecho enfadar mas por que era la jodida verdad:

Está claro que le quieres, me había dicho, y por lo que cuentas está claro que el te quiere… Mas allá de eso no lo sé Carlos, no entiendo por qué lo hace

Y era la verdad en cada palabra. Yo le quería, el me quería y no entendía por qué era así conmigo. No lo sabía, tan duro y frio, no paraba de hacernos daño a los dos… ¿Qué tenía que hacer?, si cada día moriría por un beso suyo, si por cada mirada era capaz de darlo todo… Y él no… El no me dejaba, ni acercarme, ni tocarle, ni hablarle… No me daba razones, solo se escudaba en lo sucedido aquella noche en la piscina, me arrepentía cada día de mi vida por ello y aún así el me lo seguían echando en cara, cuando yo sería capaz de darlo todo por el… Necesitaba algo más que palabras cortantes y excusas vagas

Veía dolor en sus ojos, veía tristeza en sus gestos, sentía el amor en su voz cuando me hablaba, el leve temblor al pronunciar mi nombre, como sus manos se cerraban sutilmente intentando contener de la misma manera que yo las ganas de ceder a las caricias

Una noche era todo lo que en estos tres años habíamos acabado teniendo, una sola noche que era como un oasis en el desierto y que solo me había dado más sed… solo había inflamado las llamas, quería mas… le quería a él… Y lucharía por tenerle de nuevo entre mis brazos, no descansaría hasta quitar toda la oscuridad que empañaba sus preciosos ojos zafiro

Llegamos a la puerta del instituto e íbamos a entrar pero me paré, de golpe. Entrar, verle, sufrir

Entrar, verle, sufrir

Hoy no podía… el fuego se había ido dejándome frío, no podía, la tensión en el tira y afloja me estaba matando. No podía...

Valle llego a mi altura y me cogió del brazo girándome, en sus ojos notaba preocupación, en sus hombros cansancio, en su voz firmeza

-¿Estas bien Carlos?- me preguntó preocupado

-No puedo…- dije yo, mirando las grandes puertas por las que debíamos entrar- Hoy no…-

Valle me paso el brazo por el hombro y lentamente me giro. Se alzo un poco para besarme en la sien…Como a él le gusta que le haga, pensé tristemente. El pensamiento cayó como una piedra en un estanque oscuro. Valle me reconforto dándome calor restregando su mano por mi brazo

-Vamos Carlos- me dijo tranquilamente, aun así en su voz notaba una increíble corriente de cansancio- Lo que necesitas es un baño caliente y unas partidas a la Play- note su sonrisa a lo lejos

Trate de imitarle sin mucho éxito

-Vale Valle-

Empezamos a desandar el camino, en silencio. Veía que Valle se estaba esforzando por sacar algún tema de conversación pero no encontraba ninguno, no podía culparle, yo tampoco sabría que decirme si me encontrara en su situación. Me pase la lengua por los labios, estaba resecos y las mandíbulas me dolían allí donde las había apretado hasta hacerme daño. Un pensamiento fugaz paso por mi cabeza

-¿Te acuerdas de Manu?- le pregunte

-¿El amigo de Cris?- dijo Valle, con un poco de desconcierto en la voz, yo asentí-¿Qué pasa con él?-

-Se dejaba meter mano… No era muy listo el chico-

-Nop, no lo era- concordó Valle sonriéndome-¿Crees que fuimos malos aprovechándonos?-

-No le violamos- le respondí yo sonriéndole débilmente- Solo le sobamos un poco, además de que le dimos buenos consejos para que definiera, al final le pase un par de tablas-

Valle se quedo callado, sin saber cómo continuar con el hilo

-Jugaba en un equipo de balonmano- respondió- Si todos los chicos son tan… espabilados como el podríamos ir a hacerles alguna visita-

-Supongo- continué yo- Pero creo que Manu es un caso especial-

Valle asintió conforme, se le escapo un suspiro cansado. Por el rabillo del ojo le veía un tanto derrotado, se notaba que le costaba más de lo habitual andar y sus hombros estaban también mas caidos… Estaba cansado del viaje y yo aquí mareándole por el barrio y haciéndole perder clase…Me sentí mal, y eso solo sumo más confusión al remolino. Suspire yo también, entramos en mi urbanización, mi padre no estaba en casa, trabajaba todo el día. Se suponía que confiaba en mi dando por hecho que era lo suficientemente maduro como para no saltarme las clases (al menos no demasiadas, había heredado algunas cosas de él, y lo tenía siempre muy claro) pero dudo que él fuera capaz de imaginarse esto

Pasando de la puerta principal llegamos al portal, de ahí al ascensor. Valle y yo nos quedamos callados, el continuaba sin saber que decir o hacer y yo seguía dentro de mi infierno particular. Valle me miro a los ojos, yo me pase la lengua por los labios, todo se basaba en decisiones. Buenas o malas daba igual, todo eran decisiones, no quedarse parado, el tiempo luego decidiría. De todos modos no era una apuesta arriesgada, vistas las circunstancias

El ascensor llego con un suave traqueteo metálico. Salimos al pasillo y entramos en mi casa, cerré la puerta detrás de mí. Valle se desprendió del abrigo en silencio, pero más cómodo que antes, mi casa era su segundo hogar, igual que la suya lo era mío. Podíamos movernos por la casa del otro con los cerrados, mi hermano pasó a mi habitación para dejar el abrigo, yo le seguí

No era una apuesta arriesgada y el dolor me estaba matando

Antes pare a Valle en la puerta de la habitación, el me miro a los ojos y entendió

-Le quiero tanto Valle…- dije parpadeando de repente- Y me duele tanto-

-Lo sé- me respondió, me cogió de la mano

Yo me incline hacia él, mis labios rozaron los suyos, ambos nos sacamos las camisetas dejando al aire los torsos. Me incline de nuevo hacia Valle, le bese, lentamente nos movimos hacia el baño

-Necesitas una ducha caliente- dijo mi hermano de otra sangre- Lo veras todo más claro- mis labios volvieron a los suyos, mi lengua le exploro la boca acariciándose con la de Valle

-Gracias Valle- le dije con los ojos cerrados y totalmente hundido

Mi mejor amigo me guió entre las sombras de mis ojos cerrados hasta el baño, me sentía completamente perdido

Gabi

Apreté el paso entre los árboles, el sudor me recorría el cuerpo y el aire gélido entraba en mis pulmones para salir convertido en una pequeña nube de vapor. El sol se asomaba tímidamente, una uña de luz de tímidos rayos en el horizonte, los amortiguados ruidos de la carretera eran como los susurros de un rio lejano. Baje el ritmo, deteniéndome progresivamente, hasta que acabe en una marcha suave. Me acerque a la fuente, de mi cuerpo subían pequeñas volutas, los músculos calientes contra el aire frío

Me agache para beber agua en la pequeña fuente, luego metí las manos en el chorro sintiendo las pequeñas agujas del frío, extendí el agua por mi pelo, cayendo esta un poco por mi torso y mis hombros en finos regueros. Suspire un poco y de nuevo volví a correr, me sentía relativamente bien, mi cuerpo habituado a los ejercicios y a las disciplinas marciales era perfectamente capaz de tomar el control. Mi mente se podía deslizar entre los contornos de mis ideas, divagando y rodeando esquivamente los problemas

El ritmo iba aumentando mientras mi respiración se aceleraba un poco, las nubes de vapor tanto de mi aliento como de mis ardientes músculos se intensificaron, internándome más en el bosque seguí un pequeño camino, era el que reservaba para mi uso privado. Cuando corría con mis amigos solíamos llegar al claro central y desde allí rodeándolo volviendo a bajar a la linde de la arboleda. Yo cuando necesitaba de verdad alejarme de todo cogía un pequeño camino que se internaba entre los árboles en dirección nordeste, alejándome de los edificios y del ruido, solo el amortiguado sonido de la autopista lejana como fondo

Necesita evadirme, el ejercicio no lo borraba todo. La mente aunque rodeaba los recuerdos y los problemas no podía evitar rozarlos levemente al hacerlo, un pequeño recordatorio como espina calvada que se aseguraba de que supiera que no se había ido. Apreté de nuevo el paso, mi cuerpo ya se movía solo, yo no le daba órdenes, giraba, saltaba alguna piedra y reducía o aumentaba el ritmo conforme mis necesidades físicas. Aquí el bosque era más espeso, sin querer pase cerca de la piedra en donde le había dicho a Sergi que Dani salía con V… Un frenazo brusco del tren de mis pensamientos así como un amplio rodeo de fuerza de voluntad consiguieron que lo evitara

Al menos no pensé su nombre, pero su figura se dibujo en mi mente en llamas blancas y doradas, difusa en los contornos con los brillantes ojos miel como pozos de luz. Masculle un par de palabras en voz baja y mi cuerpo empezó a correr más rápido, intentando ahogar la imagen en un mar de sudor. Pero alguna vez tendría que parar de correr

Seguí el camino fielmente. Subiendo por una cuesta pequeña hasta que llegue a lo alto de una suave cima, no era más que una pequeña colina ante las inmensas llanuras que la ciudad aun no había reclamado, por aquí y por allí se veía maquinaria dispersa pero aun así la calma era evidente, sin duda Madrid acabaría absorbiendo todo esto, talando la arboleda y pavimentando el campo, en algún momento construirían casas, colegios y hospitales. La ciudad crecía imparable

Pero ahora, en este momento, solo era yo, respirando un poco pesadamente, en medio de la oscuridad con el tímido amanecer en frente de mí

Por unos dulces segundos todas las preocupaciones se diluyeron, por un momento todo el peso se me quito de los hombros, dejando solo la esencia. Dejándome solo con el núcleo de todo

Entre los rayos me sorprendí a mi mismo buscando unos ojos miel que me devolvieran la mirada

-

Dani

Entrecerraba los ojos y jadeaba intentando manipular las llaves de Sergi, el estaba detrás con la cabeza apoyada en mi hombro y girada, muy pegada… De nuevo sentí sus labios recorrer mi cuello y su lengua lamiéndomelo con suavidad, las llaves tintinearon en mis manos, era imposible si no paraba… Pero tampoco quería que lo hiciera, era improbable que saliera nadie así que nadie nos vería y además Sergi conocía mi cuerpo casi mejor que yo mismo, sabía perfectamente que hacer para llevarme al cielo solo con un beso en el sitio correcto

-Venga peque que no es tan difícil…- me susurro al oído para después empezar a mordisqueármelo

-Si no…paaaaaa…paras- jadee

Sergi se separo y dejo de mordisquearme la oreja, tampoco volvió a comerme el cuello, solo apoyo la cabeza en mi hombro pasándome los brazos por la cintura sentía detrás de mí su poderoso torso flexionado, sentía cada respiración y cada latido contra mi espalda. Al final pude abrir la puerta, entramos y Sergi se separó de mí, al pasar yo mire sus llaves y acaricie el pequeño cascabel plateado que colgaba de él, se lo había regalado yo…

Sergi se quito el abrigo colgándolo de una percha en la pared, cuando levante la vista le vi apoyado de brazos cruzados en ella, mirándome pensativo

-De todo lo que tengo ese cascabel es de mis cosas favoritas- me dijo tranquilamente

Yo le sonreí ruborizándome un poco, me quite el abrigo y se lo pase a Sergi, este lo agarro y lo dejo junto al suyo. Le pase también las llaves y Sergi las cogió con una mano, la otra atrapo la mía apretándomela suavemente. Dejo las llaves encima de un aparador, luego me llevo tranquilamente hasta su habitación, se sentó en su silla giratoria y para cuando me quise dar cuenta ya me había sentado encima de él, Sergi me beso la mejilla y luego el cuello, me pasó el brazo por la cintura pegándome a él, apoyo la cabeza en mi hombro

-¿Qué quieres hacer peque?- le pregunte

-Pues…No se…- empezó Dani rebullendo encima mía, empecé a ver como se ponía un poco nervioso, sonreí interiormente mientras le besaba el pelo

-Estaremos aquí todo el día Dani- le apreté contra mí para calmarle, me acerque a su oído- Claro que tendremos una sesión pendiente tu y yo de sexo desenfrenado…- me reí viendo como Dani boqueaba sin saber que decir y enrojecía- Pero somos novios peque, también quiero hacer muchas más cosas contigo-

Dani se giro sobre mis piernas para encararme, yo me embobe contemplando sus preciosos ojos verdes, sin poderlo evitar le bese. Al separarnos Dani apoyo su frente en la mía

-¿Una peli?- me pregunto

-¿Algún genero en particular?-

-De miedo- se rió- Así tengo una excusa para pegarme a ti-

-Tampoco la necesitas… ¿Saw?-

Dani trago saliva pero asintió. Era de mis sagas favoritas y mi peque lo sabia aunque a él no le agradaran, me alce para besarle con tranquilidad

-Mejor Scream- dije finalmente- La ultima… Así veremos cómo Sídney Prescott cada vez es más lesbiana- me reí

Mi peque me miro a los ojos, yo iba a moverme para levantarnos pero antes de que pudiera él se inclinó y comenzó a besarme, pego mi espalda al respaldo mientras su mano me agarraba el cuello. Yo me deje hacer mientras mis manos restregaban sus muslos de futbolista, cerrados los dos los ojos. Dani se levanto cogiéndome de la mano, cuando estuve de pie de nuevo me volvió a besar. Nos separamos

-Me cuesta mucho no besarte- me confesó mi peque enrojecidas las orejitas

-Lo mismo te digo- dijo sonriéndole, cuando íbamos a salir de mi habitación yo cogí mi camiseta y la eche sobre mi cama, Dani me miro interrogante- Sera más divertido viendo la peli así- me cruce de brazos solo para ver como la mirada de mi peque resbalaba inevitablemente por mis pectorales

Luego me sonrió, sacándose el la suya. Fuimos hacia el sofá, yo no pude evitarlo y coloque las manos en sus desnudos y blancos hombros, sentí los tendones, los huesos recubiertos de duro musculo. Dani giró un poco la cabeza

-Solo una cosa Sergi…-

-Dime peque- empecé a masajearle los hombros mientras andábamos

-Prométeme que cuando lo…hagamos….- trago saliva- Sera en tu cama, no en el sofá, ni el baño… Que será especial-

-Nuestra primera vez juntos lo será peque… Y ya tenía intención de que fuera en la cama y bien, con cuidado y mimos. Nada de ir a lo bruto y a saco sin cuidado… Nada de dolor- le prometí con fuerza

-Vale Sergi…- note la sonrisa en su voz- Pero las siguiente ya serán donde queramos- se rió

-Créeme…- dije yo riéndome le pegue a mi pecho, su piel desnuda erizaba la mía por el contacto- Que en cuanto empecemos no vamos a saber parar-

Mi peque se rio giro la cabeza para besarme, sus manos entrecruzaron los dedos con las mías apretándolas suavemente

-

Carlos

Mi mano resbalaba por el rostro de Valle mientras le besaba, notaba en su piel las suaves gotitas que la ducha le había dejado, su piel fresca y caliente a la vez. Mi mano dejo atrás la firme línea de la mandíbula para caer sobre el pecho, allí acaricie los duros pectorales, siguiendo bajando por entre ambos, el duro estomago con el relieve de sus abdominales, era capaz de verlos con los ojos de miel yemas. Las caricias siguieron bajando hasta llega a la toalla anudada que tenía en torno a la cintura. Igual que yo

Las manos de Valle estaban en mi cintura pegándome a él suavemente, sus ojos estaban cerrados como los míos. Le pegue más contra el borde del lavabo con mis caderas. Sus labios masajeaban los míos, su lengua se enroscaba con la mía y sus pulgares hacían caricias circulares en mis caderas…

Me estaba enrollando con Valle, uno de los tíos más macizos que conocía, me imaginaba la de tías (y tíos) que matarían por estar en mi situación. Yo quería a Valle, nos habíamos criado juntos, me ayudo a superar el divorcio de mis padres y yo le apoye cuando su hermana estuvo a punto de morirse de pulmonía. El me había secado las lágrimas cuando le llamaba para que bajara a jugar mientras mis padres discutían y yo le había abrazo hasta que se quedaba dormido exhausto de llorar mientras sus padres estaban en el hospital con su hermana

Le quería, no lo podía negar, pero no de este modo. No así. Yo amaba a Adri, con toda mi alma y todo mi corazón, Valle lo sabía, mi hermano se estaba liando conmigo para ayudarme a distraerme… Corte el beso, sentí el remolino de sentimientos recorrerme entero. Valle entre abrió los ojos y yo le abrace, estrechándole con fuerza contra mí. No hice nada, no sabía qué hacer, solo solté el aire en pequeñas ráfagas, un tímido inicio de un sollozo que era todo lo que podía emitir

Valle me correspondió al abrazo, nos quedamos en silencio, durante unos segundos, yo me tranquilice con la respiración acompasada de nuestros fuertes cuerpos, el palpitar de su corazón contra el mío

-Necesitas dormir Carlos- me dijo Valle

-Ya he dormido mucho este finde- respondí yo cerrando los ojos

-Bro te conozco… No has parado de pensar en Adri ¿verdad?-

-Cada vez que me dormía soñaba con él… Éramos felices en el sueño… Y luego me despertaba y veía la realidad…Y no quería volver a dormirme…-

-Los sueños…- empezó Valle pero su voz se derrumbó, yo fruncí un poco el ceño pero Valle siguió- Vamos Carlos- me empujo hacia la habitación

Yo me deje arrastrar oponiendo un poco de resistencia, la idea había sido jugar a la Play… Valle me tumbo en la cama y luego inclinándose sobre mí lentamente me beso de nuevo, sus manos se apoyaron en mis pectorales, yo respondí a sus besos, los necesitaba. Difuminaban los contornos de sus ojos zafiro. Valle se alzo sobre mí, yo contemple su rostro moreno, el pelo dorado sedoso y revuelto por la ducha, sus ojos color miel y su tímida sonrisa. Sus esbeltos dedos de pintor bajaron hasta el inicio de nuestras toallas, las deshizo y luego las apartó, volvió a tumbarse esta vez del todo. Sus pectorales se apoyaron en los míos, nuestras pollas semiduras quedaron atrapadas entre nuestras tabletas, terminando de ponerse a tono por el continuo roce contra nuestros abdominales

Entonces Valle coloco sus dos brazos a ambos lados de mi cabeza, sus bíceps abultaron increíblemente duros. Las toallas se deslizaban por nuestra piel…

Entonces con suaves movimientos de cadera que fueron cobrando fuerza, Valle empezó. Sus labios ahogaron mis gemidos, Valle se mantenía mas callado de lo normal, pero apenas preste atención a eso

Por dentro estaba llorando mientras sollozaba el nombre de Adri

-

Gabi

Acabe llegando a la linde de la arboleda, el sol ya había salido subiendo lentamente por el cielo. Ya no iba a correr más, seria tensar demasiado el cuerpo, en total había acabo corriendo 15 kilómetros por el bosque. Siguiendo los caminos y recorriendo los claros, el vapor salía de mi boca y ascendía de mis músculos

Comencé a andar, mi cuerpo libre ya de la alienante carga del ejercicio empezó a centrarse en todo de nuevo…Todo… Eso era una palabra demasiado amplia para describirlo. ¿Todo?, no. Solo él…Solo él…

Todo nacía de un sueño, que se hundía profundo en mi recuerdo. Tenía que quitármelo de encima, sentía en mi pecho las ganas de correr a donde fuera que estuviera para lanzarme a besarle. Quería abrazarle, acariciarle, sentir su piel como en el sueño… Suspire, no sé que me estaba pasando. No estaba bien, todo lo que sentía venia de un castillo hecho en el aire. No era real, no había venido de algo real. Acercarme a Valle, empezar a… ¿Qué?... ¿enamorarle?… ¿ligármelo?... Para que todo luego se desvaneciera, para que de nuevo todo volviera a ser como antes… No sería justo para él

Además el lo estaba mal, había deducido correctamente que había roto con Dani, tras un whatsapp de Sergi diciéndome que me tenía que contar algo muy importante tras varias caritas sonrientes… Sonreí con amargura, Sergi era feliz y debería alegrarme por él, de hecho lo hacía, pero todo se envenenaba cuando recordaba la mirada destrozada de Valle escapando de todos en el Vaticano, no se merecía eso… No se lo merecía… Y sentía que de algún modo le había fallado

Fallado…

El recuerdo de arboles distintos a estos y de susurros en la noche me vino a la mente…Fallado… susurros…Voces en la oscuridad…

Ya por mera costumbre mi cerebro volvió a guardar los recuerdos en el fondo de mi mente, entre los zarcillos de la noche temerosa

Seguí andando, sentí el sudor que me recorría el cuerpo comenzar a enfriarse, en mis bóxers sentía el cosquilleo incomodo en la base mi polla. Necesitaba acostarme con alguien para apagarlo, quería hacerlo con Valle con tanta fuerza que me asustaba hasta a mí mismo. Necesitaba un control férreo, una mente despejada… Y aun así pagaría el precio en sangre por pasar una sola noche con él

El cosquilleo aumento… Yo masculle en voz baja, metiéndome de nuevo al bosque. Me senté en una fría, piedra, escondida en la sombra de dos árboles, me recosté sintiendo el frio beso sobre mi ardiente piel… Cerré los ojos… ¿Qué me estaba pasando?... ¿Que me estaba haciendo?...

Me la saque lentamente… Suspire profundamente mientras empezaba, empecé a respirar fuerte… Intente dejar la mente vacía….No funcionó

Y sin poder evitar empecé a arder en la luz de sus ojos miel, con la respiración agitada, el movimiento frenético, los ojos cerrados y las lagrimas contenidas en ellos

-

Sergi

Jadeaba con fuerza mientras mi peque me besaba por el cuello, le pegue contra mi cuerpo con fuerza. Los labios y la lengua de Dani me lo recorrían entero para subir y mordisquear la línea de mi mandíbula. Sus manos me masajeaban con fuerza los duros pectorales y jugaban con mis erectos pezones, mis manos le amasaban el cuelo con fuerza metiéndose debajo de la tela vaquera y debajo de los bóxers

Mis dedos se lo masajeaban y se lo apretaban, explorando sin cortapisa todos sus recovecos… Mi peque gimió un poco contra mi cuello cuando uno de mis dedos exploro más de la cuenta. Aproveche para movernos, empuje a Dani para tumbarlo en la otra mitad del sofá, las persianas estaban bajadas, la única luz que había era la de la tele en donde aún continuaba la película pero con el volumen bajado al máximo. La piel de Dani relucía con el nácar, me moví pasándome la lengua por los labios

Dani gimió un poco cuando me incline y empecé a lamerle la tableta, la sentía cincelada por angeles, dura como el mármol más firme. No cedía ante mis acometidas, por mucho empeño que pudiera solo conseguía que se combara un escaso centímetro y mi peque ni si quiera estaba haciendo fuerza. La mano de Dani se introdujo en mi pelo

Mi lengua recorrían los canales que definían a la perfección cada abdominal, la respiración agitada me hacia hervir la sangre cuando los marcaba aún más. Luego pase a los músculos en uve de sus caderas, recorriéndolos de nuevo con la lengua. Pero su tableta me atraía como un imán, no podía dejarla… Hacía demasiado tiempo que la deseaba

Aun así sus labios los anhelaba más, los quería a todas horas. Me alce sobre el moviendo mis piernas para pegarme más, las manos de mi peque me recorrieron desde los redondeados hombros todo el torso musculado, llegando a la línea de mis vaqueros sobre mi cintura de gladiador, me incliné las manos de Dani se apoyaron en mis pectorales las mías se colocaron a ambos de su cabeza y luego una le acaricio el rostro, deseaba perderme en esos precioso ojos verdes que habían sido la luz en mis sueños y en mis pesadillas…. Ambos ahora totalmente alejados de mí, ahora era real, ahora estábamos aquí… Dani me apretó de nuevo los pectorales mientras se mordía el labio inferior, yo hice lo mismo cuando fije la vista en su cuerpo y me apretaba contra su cuerpo duro como una peña

-Mi cuerpo es tuyo….- dije yo empezando a besarle por el cuello, sentía el suave sabor salado del sudor

-Y el mío tuyo…- me coreó mi peque rodeándome la cintura con sus piernas, queriendo fundirse conmigo

Empecé, de forma totalmente inconsciente, a bombear con mis caderas. Mi polla estaba que reventaba dentro de mis vaqueros lo mismo que la de Dani, los golpes nos hacían gemir de dolor y placer a los dos mientras no parábamos de besarnos. Recorríamos nuestros cuellos, mordisqueábamos nuestras orejas, reclamábamos nuestros labios con besos y suaves mordiscos, nos apretábamos queriendo ser uno mientras mis caderas imitaban el movimiento de algo que los dos estábamos deseando como el respirar, el sudor nos hacia brillar suavemente a la luz cambiante del televisor

-Peque…- dije consiguiendo después de un titánico esfuerzo apartar mis labios de su piel- ¿Peque quieres…?- un jadeo me corto la frase, me di cuenta de que no había respirado ni una sola vez mientras recorría su piel

-Dios si- me respondió mi peque- Te amo- y se me pego para que no pudiera parar

Yo solo pude gruñir una respuesta que estaba a solo un paso de ser la de un animal. No pensaba, no había nada que no me llenara que no fuera la pasión, un fuego inflamado de amor que me consumía dulcemente, todo quedaba en un segundo plano, no sentía nada que no fuera su cuerpo y el mío, no deseaba nada mas que no fuera él. Para mí Todo en estos momentos solo era Dani, mi peque

Me alce un poco, pasando los brazos por debajo del cuerpo de Dani para pegarle a mí. Me levante cargando con él, mi peque me rodeo la cintura con las piernas, su brazos se agarraron a mi cuello, su boca empezó a besarme con pasión y vehemencia, su lengua no paraba de jugar con la mía. Y nunca teníamos bastante, estábamos llenado un agujero del tamaño de un mar, un agujero que los teníamos muy hondo dentro de nosotros… Años sin tener esto…

Le agarre firmemente del culo para que no se cayera, mis manos de nuevo comenzaron a explorárselo, esta vez más osadas movidas por las llamas del ansia frentica. Empecé a andar, nos chocamos con paredes, puertas y muebles, no parábamos de girar intentando evitarlo pero apenas sentíamos nada, no sé cómo llegamos a mi habitación pero me tire en la cama con Dani debajo, mis labios empezaron a comerle el oído, mordisqueando esas orejitas, Dani había puesto las manos en mis bíceps flexionados y duros como piedras

Me separe de él con un esfuerzo supremo, me puse de pie y mis manos fueron  a la persiana de mi habitación, la bajaron dejando la habitación en una suave penumbra, luego mi mano se metió en uno de los cajones de mi mesa y tiro un bote sobre la cama sin mucho cuidado. Dani estaba manipulando su bragueta mientras jadeaba, yo hice lo mismo, me desprendí de mis pantalones tirándolos con fuerza a un lado, mi peque dejo caer los suyos por el borde de la cama, su bóxer estaba que explotaba y el mío ni te cuento

De nuevo me incline sobre él con un gruñido que mi peque continuó en gemido cuando empecé a recorrer su cuello. Mis manos como locas quería tocar hasta el último centímetro de su piel, las de mi peque igual, nuestra pieles ardían y el sudor seguía presente, nos hacia brillar los músculos y nos volvía mas locos aún. Casi podía sentir el fuego rodeándonos y lamiendonos con llamas que nos inflamaban enteros

Solo éramos él y yo, en medio del fuego

-

Dani

No sabía si respiraba, no sabía si la sangre me recorría las venas… Ni si quiera sabía si pensaba, solo sabía que no moría, solo sabía que Sergi abarcaba todo mi mundo

Se alzo sobre mí, su piel morena ardía y mis manos quería ese calor, mi cuerpo lo necesitaba para seguir vivo. Mis manos le recorrieron el fuerte torso, me encantaba sentir toda la potencia que podía desplegar, me encanta presionar levemente con las yemas y ver como no cedía, seguir los tendones, las venas con la punta de los dedos….Abarcar los pectorales con las manos extendidas, masajear los fuertes hombros y el cuello, presionar la tableta…

Sergi nos hizo girar de tal forma que yo acabe encima de él. Apenas llevábamos unos segundos sin besarnos pero para nosotros era una eternidad, volvimos a besarnos con fuerza. Mis manos recorrían los músculos de sus brazos duros como piedras, me apreté contra él, su amplio me amortiguaba y me daba calor, el sudor de su cuerpo y el mío me hacia resbalar y aumentar nuestro roce, su respiración me alborotaba el pelo cuando nos apartábamos. Las manos de Sergi fueron a mi culo y allí me lo amasaron con fuerza por debajo de los bóxers, empezamos a movernos bombeando de nuevo los dos con las caderas, los dedos de Sergi me exploraban el hueco entre las nalgas y uno de ellos ya había superado las primeras defensas

Yo gemí con fuerza, Sergi presiono sus labios contra mi cuello. Volvimos a girar, me agarre a sus fuertes brazos, Sergi se amarro de mi cuello con una mano. Volvimos a besarnos, sentía las llamas, el amor…Todo lo que para mí era Sergi y que en este momento era importante de verdad

Su mano cogió el bote dejándolo al lado de mi cuerpo, me quito los bóxers y me miro a los ojos. Yo reprimí las ganas de besarle al ver sus ojos de tinta negra posados en mí, asentí entrecortadamente. Sergi me giro alzándome las caderas

Sentí sus manos apartándome las nalgas firmes de futbolista que tenia, me estremecí cuando sentí su lengua entre ellas. Sus manos las apartaban para que no le molestaran mientras su lengua me estaba recorriendo de arriba a abajo el hueco, yo jadee y casi gemí cuando la lengua consiguió vencer las últimas defensas y se introducía en mi cuerpo. Mi mano salió disparada a mi polla y comencé a pajearme pero tuve que parar a los pocos segundos, ya casi estaba punto de correrme

-Sergi…Sergi…si…- decía entre el jadeo, el gemido y el suspiro

Sergi se acabo apartando tras repasarla a conciencia, Me dio la vuelta para encararme de nuevo a él, me beso con pasión y fuerza apretándome contra el rodeándome con brazos que se hincharon como sogas atando un barco a la costa. Se aparto quitándose sus bóxers, dejándola al aire… Yo suspire, era perfecta, no había palabras, estaba surcada de un par de venas que mantenían ese monumento de carne en pie

Sergi me coloco el bote en la mano y me sonrió

-Todo tuyo- dijo hincando el pecho y extentiendose con toda la potencia

Se tumbo en la cama y yo me coloque encima, eche un chorro generoso en mi mano y me pare. No había por qué ir directa…

El lubricante estaba frio en mi palma, restregando las manos las coloque sobre el pecho de Sergi. Este me miro y me sonrió con fiereza, le tuve que apoyar las manos con fuerza en sus pectorales para que no se alzara a besarme, empecé a extendérselo. Sergi se estremeció ante la temperatura del lubricante, mis manos resbalaban con facilidad y me permitía recorrer con mayor libertad su piel, sentía los firmes pectorales debajo de mis manos, los masajee con fuerza disfrutando como un enano con el musculado cuerpo de Sergi

El lubricante le hacía brillar los músculos, luego fueron los brazos con el tatuaje de alambre de espinos que me volvía loco. Después la tableta, Sergi me había imitado y el también había empezado a extender el lubricante por mi cuerpo, encantado con mi tableta que yo ponía dura para el sabiendo que eso le encantaba. Sentí la cabeza de la polla de Sergi en la entrada de mi culo, probé a inclinarme sobre ella pero apenas si conseguí que entrara

Sergi me agarro de la cintura y me dio permiso con los ojos. Yo le cogí la polla y echando otro chorro generoso la extendí, si la piel de Sergi había estado ardiendo su polla era como un sol, una forja donde mis manos trabajan con metal duro al rojo vivo. Jugueteaba con el glande dejando que la facilidad de movimientos que daba el lubricante me hiciera llevarle al cielo y traerle de vuelta. Sergi rebullía debajo de mi como un loco gemía y jadeaba y se esforzaba por que estos fueran en tonos bajos pero le estaba costando, al final pare Sergi se movió con cuidado para ponerme de lado, se echo un chorro increíblemente abundante en la palma de la mano, su bíceps parecía a punto de explotar mientras estrujaba el bote

-Por mis huevos que no te va a doler peque- me dijo contra el oído- Te juro que pienso reventar esta cama y que tú solo tendrás placer-

Yo no supe que decir, derritiéndome ante sus palabras. Sus manos comenzaron a extenderlo por mi culo, centrándose en el ano metiéndose para lubricarlo al máximo posible. Sergi gemía y soltaba algún que otro gruñido, yo solo jadeaba sintiendo sus dedos entrar y salir con una facilidad que de haberme estado pajeando me abrían echo correrme

Y entonces paro, Sergi me dio la vuelta alzándome en sus brazos me beso con pasión y se aparto. Nos quedamos en silencio, el fuego a nuestro alrededor siguió quemando y destrozando todo lo que fuéramos nosotros, nuestras miradas se fundieron, los dos soltamos el aire profundamente. Sergi me tumbo en la cama y me coloco las piernas en torno a su cintura de gladiador

Se la agarro con la mano, me sonrió con torpeza y yo le correspondí. Empezó a inclinarse hacia mí, yo sentí como con la cabeza penetraba sin ningún tipo de oposición, el abundante lubricante y los esfuerzos de Sergi por dilatarme hicieron que el movimiento se prolongara de forma continua, fluyendo en un único pase hasta que la cobijo entera dentro de mí. Nos miramos un tanto sorprendidos, Sergi se recupero y apretó las caderas contra mí haciéndome gemir, se inclino más sobre mí

-Te quiero…- empezó él

-…con todas mis fuerzas- retome yo su frase, declaración conjunta desde el fondo de nuestros corazones

Sergi entonces empezó a bombear… ¿Placer?... Por su puesto, un martillo de demolición que me estaba golpeando a un ritmo todavía lento pero ininterrumpido. Empezamos a gemir en voz baja, Sergi movía la cabeza como loco intentando llegar a mi boca, pero era demasiado alto, al final se resigno a gemir por encima de mí

Yo ni pude controlarme, los increíbles pectorales de Sergi se hinchaban y se vaciaban a la altura de mis ojos y de mi boca, era increíble, dos fuelles que no acusaban cansancio ni pausa… A mi alcance…Todos míos… Mi boca ataco con ansia, mis dientes empezaron a dejar suaves mordiscos, Sergi gimió mas y aumento más la velocidad… Mis esfuerzos también se incrementaron, mis manos apretaban sus brazos como torres macizas, se agarraban a sus guetos perfectos, sentían bajo la piel todo la increíble musculatura que estaba en juego

El fuego nos siguió consumiendo y a la vez dándonos más alas

Mis labios no se separan de su piel, atacaba sus pezones totalmente erectos, lamian, besaba y mordisqueaba hasta el último centímetro de esas increíbles montañas de musculo. Lamia el pequeño triangulo que había entre ellos, ascendían por el valle de carne, reclamaban los pezones y coronaban la cima. Ellos seguían incansables bombeando el aire mientras sus caderas se estrellaban una y otra vez contra mí, casi se la sacaba entera ya para ensartarme. Sergi vario la posición

Se tumbo en la cama para que yo me colocara encima, sus manos me agarraban las caderas. Y empecé a moverme

-

Sergi

A cada segundo iba al cielo y venia de vuelta, me mataba no poder besar a mi peque que estaba encantado con mis pectorales… Tenía derecho, eran todos suyos y de nadie más, mi cuerpo solo tenía un dueño y era él

Mi peque me ataco de nuevo el cuerpo con las manos recorriéndome los músculos puestos a tope por el bombeo. Mis manos se colocaron en sus caderas, le levante a puro pulso hasta que casi se la saque entera y entonces le deje caer siguiendo el movimiento con mis manos

Dani se mordió el labio inferior pero aun así su gemido fue perfectamente audible. Yo de nuevo le levante y de nuevo le volví a dejar caer, las manos de mi peque ya no se movían, sus brazos caían lacios y boqueaba en busca de aire… Era un juguete en mis manos

Comencé a moverle más rápido, mi peque gemía y boqueaba buscando aire, Yo me alce, ahora sí que la altura jugaba a mi favor. Sin el empuje de mis manos el cuerpo de mi peque siguió con la inercia y su esfuerzo, mis manos se colocaron sobre el colchón para no dejarme caer mientras me cabalgaba. Ahora me entraba de lleno en el placer, empecé a gemir como un loco pero es que el lubricante que nos habíamos extendido por los cuerpos reducía la fricción al mínimo, los movimientos eran fluidos, rápidos y deliciosamente profundos

Mis labios fueron a su cuello, mi lengua se lo recorrió entero y mis labios depositaron besos tan ardientes como nuestras pieles, sentía la respiración agitada, los latidos desbocados… Me hacia hervir la sangre, me estremecía ante cada acometida, como mi peque tenía que boquear muchas veces buscando aire desesperadamente para no morir ahogado en las olas de placer; estas se estrellaban contra mi recorriendo todos los nervios de mi cuerpo, erizándome la piel, llegando a mi espina dorsal y haciéndome rendirme por completo a mi peque

Los dos echamos las cabezas para atrás y empezamos a gemir lentamente, mis manos de nuevo volvieron a ayudar a Dani en el movimiento pero esta vez me moví para apoyarme con las rodillas en el colchón, las piernas de Dani se ciñeron a mi cintura, con fuerza, flexione el cuello hasta que puede llegar a su labios y le di el beso más pasional y profundo de todos los que había dado hasta ese momento. Dani gimió contra mis labios mientras temblaba entre mis brazos entre bombeo y bombeo, me moví para apoyar su espalda en la pared, mi peque me miro con sus ojazos verdes y mi polla palpito como loca

-Liiiiissss… ¿listo?- le pregunte

Mi peque entendió, se amarro con fuerza a mis hombros mientras relajaba por completo las piernas, mis manos se colocaron en sus caderas para no dejarle caer y con un pequeño grito empecé

Apoyado Dani contra la pared, usándolo de punto de apoyo conjuntamente con mis rodillas en el colchón y mis manos en sus caderas conseguí un ritmo salvaje. Puramente animal… Un frenesí frenético… Una velocidad de berserker en plena furia roja

Entraba tan profundamente como podía para luego salir casi entero y desde allí volver a arremeter con velocidad y sin descanso. Dani casi tenía los ojos entrecerrados y gemía como loco, menos mal que los vecinos estaba o trabajando o en el colegio. Yo al igual que el jadeaba y gemía sin freno, palabras sueltas se le escapaban a mi peque entre la tempestad de placer… En sueco, en español, una mezcla que no entendía, susurrada mientras intentaba coger aire desesperadamente. No le estaba pajeando, no quería bajar el ritmo pero viendo como la polla nívea de mi peque apuntaba totalmente erecta y vertical me decía que en cuanto la rozara se iba a correr sin remedio

Yo estaba llorando por el esfuerzo de no correrme… Quería más tiempo, quería más de esto… Mucho más… No parar nunca…

Nuestras voces se mezclaban en gemidos y jadeos, las piernas de Dani sufrían espasmos en cada bombeo frenético, yo mismo estaba sufriendo espasmos cada vez que le ensartaba…

-Se…se se se...giiiiiiiiiiiiiiiii- me dijo mi peque- Por faaaaaa vor…est est...oy que exploooooto…- consiguió jadear

Yo aumente el ritmo haciendo que mis músculos protestaran, alguna que otra vez había llegado a mi límite en alguna follada pero esta vez lo había sobrepasado con creces… El fuego rugía a nuestro alrededor como un torrente desbocado, no había nada que no fuera él

Le ensarte entero, hasta el fondo, Dani se alzo sacándosela hasta un poco menos de la mitad, se agarraba con fuerza a mí, Nos empezamos a besar, mientras yo movía las caderas, un poco mas…Solo un poco, un último bombeo tímido que acabo desbordando la presa, destrozándola y liberando todo lo que había contenido en ella

Mi peque y yo cortamos el beso y nos abrazamos con fuerza, acabando siendo uno. Los dos gemimos (y casi gritamos) el nombre del otro mientras nos corríamos, yo llene entero a Dani, mi polla palpitaba como loca liberando una carga avasalladora dentro de el, un tsunami de puro fuego, lava ardiente. Dani lo hizo entre nosotros dos, regándonos con una corrida igual de endiable que la mía, una cantidad impresionante que se extendía entre nuestros estómagos pegados, su polla parecía el corazón de un sol

Y entonces todo acabo, el fuego se retiro a simples ascuas… Yo parpadee, no tenía fuerzas, como un coloso caido me desplome en la cama con Dani a mi lado. Los dos jadeábamos como locos, nuestros macizos torsos subian y bajaban freneticos, la punta de mi polla aun seguía dentro él. Nuestras manos se entrecruzaron solas… Necesitábamos aire, nos estábamos ahogando en placer

Cuando recupere un poco de fuerzas deslice a mi peque sobre la cama para apoyarle en mi, estaba completamente vencido, apenas si tenía fuerzas, si no fuera porque sus ojos se movían por mi cuerpo y el suyo juraría que se había desmayado durante el mejor orgasmo de toda nuestra vida

Intente levantarme pero no pude, me había agotado totalmente, Dani solo pudo acurrucarse a mi lado, los dos seguíamos respirando entrecortadamente, bañados en sudor, lefa y lubricante

-Ha sido…la puta…ostia- dije yo entre jadeos

-Joder… ya te digo- me respondió mi peque en igual forma-Te quiero-

-Y yo a ti- dije besándole el pelo mojado por el sudor- ¿Esto lo…vamos a…. repetir mas…veces, no?-

-Joder pues… claro…- suspiro recostándose en mí

Nuestras respiraciones se fueron calmando la una a la otra

Nuestros cuerpos compartían el calor

Nuestros latidos se habían acompasado

-

Valle

Mire a Carlos dormir… Estaba sentado en su silla giratoria, llevaba solo mis bóxers, Carlos nada… Dormía a pierna suelta sobre la cama, estirado y con su cuerpazo moreno totalmente al aire

Le había limpiado después de corrernos, le había colocado mejor para que no se hiciera daño en el cuello por una mala postura y le había dejado dormir... Le había cansado hasta que su cuerpo, con tantas facturas aun pendientes del viaje, le había hundido en un vacio negro donde no había pesadillas

Donde no había sueños…

Me había destrozado besarme con Carlos, sentir sus manos por mi piel, sintiendo como nuestros cuerpos desnudos se rozaban. Me despertaban recuerdos de otros besos, de otras manos y de otro cuerpo… Un cuerpo que moriría por tener una sola noche, como en el sueño… Y aun así mientras Carlos se distraía de Adri, yo había sufrido mientras nos follaba las tabletas, cuando él se corrió con un gemido yo tuve que contener las lagrimas

Sentía todo el peso sobre mis hombros… No quería ser fuerte, pero necesitaba serlo…. Quería abandonar y dejarlo todo, pero no podía… No podía… No me estaba permitido…

De nuevo empecé a llorar

-No te preocupes Carlos…-  dije entre las lagrimas- Yo seré fuerte por los dos…-

No tenía otra opción

Pero el peso me asfixiaba

Me lo quitaba todo… No me dejaba nada…


Espero qe os haya gustado el relato. Como siempre os animo a comentar vuestras opiniones para que pueda mejorar. Los "conflictos" en esta temporada se iran desarrollando a lo largo de esta, siento si alguno ha visto este relato un poco falto de trama pero no puede ser todo siempre una monataña rusa. Pero os prometo que todo se ira volviendo cada vez mas intenso

GRACIAS POR LEERME Y COMO SIEMPRE OS ANIMO A COMENTAR