Carpe Diem XXII: Pintor de Sombras

Destino son las huellas que sigues en la arena, destino es aquello que se dibuja ante ti, pintado con sombras, destino es lo que te hace sentirte nada... solo arena en manos del tiempo...

Espero que el relato sea de vuestro agrado. Gracias a todos por ayudarme a seguir un capitulo mas, sois los mejores xD

Como siempre os animo a comentar, ya sea critica o halago, todo es comentario y por ello todo es bien recibido para poder mejorar y tomarlo como guia

MUXAS GRACIAS POR LEERME

Este relato cierra la que es la segunda "temporada" de Carpe Diem que comprende desde "Juego de Luces" hasta este, siendo el siguiente tanto epilogo como prologo de esta y la nueva temporada respectivamente, espero que la sigueinte os siga gustando tanto

“Puede parecer estúpido pero nos dormimos entre esos besos, abrazados el uno al otro y sin darnos cuenta de que el silencio nos tapaba como una suave manta”

Dani

El rayo de sol empezó a quemar mis tapadas retinas por muchos esfuerzos que hiciera por evitarlo, era persistente eso había que admitirlo. Estaba demasiado dormido como para mover la cabeza además sospechaba que el rayo era lo suficientemente amplio como para que moverla no sirviese de nada. De modo que deje que la luz me fuera despertando

Empecé a tomar conciencia de mi cuerpo, comenzando a sentirlo y a internarme en sus recovecos… Me sentía…bien, muy bien la verdad, como no me había sentido en mucho tiempo al despertar. Mi cuerpo estaba totalmente relajado y mi mente estaba genuinamente adormilada y no dormida en tensión como estos días… Era tan…reconfortante…

Además empecé a notar una corriente cálida por todo mi cuerpo y no sabía de donde era. La verdad era que no podía moverme muy bien, como si algo me lo impidiera pero al mismo tiempo la idea de moverme no acababa de gustarme. Entreabriendo los ojos lo primero que vi fueron un brazo y una pierna sobre mi cuerpo, ambos doblados, el brazo pasándome por el pecho y la pierna doblado sobre mi cadera cayendo encima de mis piernas. Las dos extremidades eran pesadas pero cálidas además de que se adivinaban fuertes y bien formadas, con los huesos recubiertos de duro musculo… Como suele pasar con estas cosas las extremidades estaban unidas a un cuerpo de las mismas características, fuerte, cálido y firme

Tumbado boca abajo medio echado sobre mí dormía Sergi…

Sergi durmiendo pegado a mí… La mano del brazo que me arropaba estaba medio hundida en mi pelo y ahora que me fijaba sentía su suave aliento sobre mi crestita…  Y sin hacerme más preguntas me acurruque más contra él para poder dormir algunos minutos más, sin poderlo evitar le bese el hombro que acababa de quedar a mi alcance, Sergi rebullo en sueños pegándome más a él. Yo sonreí, mi mente adormilada aun no recordaba nada, solo era una conciencia flotando en el éter de un sueño a medio acabar pero aun así no me plantee lo que pasaba

Simplemente estaba con Sergi y eso me hacia feliz a un nivel que no merecía más comprobaciones

-

Gabi

Mientras el agua me fría me regaba todo el cuerpo solo pude apoyar mi frente en las baldosas y preguntar al aire lo que me comía por dentro:

-¿Por qué?-

Era  una pregunta simple que encerraba más cosas de las que se veía a simple vista… ¿Por qué el sueño no me dejaba en paz? ¿Por qué cada vez que cerraba los ojos durante más de un segundo las imágenes se me agolpaban? ¿Por qué mi piel recordaba tan vívidamente el tacto de la suya? ¿Por qué a veces mi boca sentía ganas de besar al aire? ¿Por qué mis manos se morían por tocarle?... ¿Por qué?... ¿por qué?... ¿por qué?...

-¿Por qué?- volví a preguntar, mientras empezaba a extenderme el jabón

Ya iban dos malditas pajas esta mañana y mi polla aun se despertaba de vez en cuando si no conseguía atar en corto a mi mente. Era frustrante porque además sentía ese hormigueo en la base que me indicaba que necesitaba follarme a alguien y eso no me agradaba, yo siempre había mantenido un control sobre lo que sentía y sobre mis instintos, no me hacía gracia la idea de estar perdiendo la partida contra ellos… El autocontrol era la base de la humanidad, si no solo seriamos animales… Y aun con todo los sentía en los límites de mi razón, esperando el momento justo para volver a recordarme el sueño

El jabón sacaba una cremosa espuma que se deslizaba entre mis dedos y caía por mi cuerpo, mis manos se movían concienzudas y tranquilas, no era de esos que se flipaba con su propio cuerpo, simplemente me estaba lavando y ya… Pero a veces mis manos cuando me descuidaba ralentizaban sus movimientos, a veces los estrictos movimientos evolucionaban en inicios de caricias difíciles de para pero que aun así me esforzaba por hacerlo. No estaba bien, solo había sido un sueño y además era uno de mis mejores amigos

Deje que los ríos blancos se deshicieran lentamente mientras el chorro me impactaba en la nuca extendiéndose por mis amplios hombros y mi fuerte pecho. La ducha en si había sido corta pero había estado tan abstraído en mi mismo que se me había hecho más larga. Salí envolviéndome en una toalla y entre a la habitación, sobre la cama Alex dormía con la ropa de ayer puesta, yo suspire, eso le pasaba por irse de juerga por la noches en vez de dormir… Claro que dormir ahora mismo no es que me estuviera siendo de mucha ayuda a mi mismo

Le mire dormir, la verdad es que dormido Alex no se parecía en nada a como era en la realidad, no había aura de control, no había sonrisas tranquilas, ni miradas que parecían saberlo todo. Simplemente parecía un niño, indefenso, inocente y vulnerable, nada más lejos de la realidad. Me desprendí de la toalla, dejando que el aire me recorriera las aun un poco húmedas piernas, cogí de la maleta unos bóxers negros y me los enfunde antes de despertar a Alex

Me senté en su cama y girándome puse una mano en su hombro, la moví de manera enérgica mientras le hablaba

-Vamos levanta que te tienes que preparar- le decía con lo que mis amigos decían que era mi tono de hermano mayor, pero que a mí me sonaba a mi voz de siempre- Venga que vas con la hora un poco pillada-

Alex intento girarse pero adormilado no era ni de lejos tan fuerte como yo, de modo que solo tuve que hacer un poco de presión para que no lo pudiera hacer. Cuando vio que no podía gruño por lo bajo y parpadeando entreabrió los ojos

-¿Qué hora es?- me pregunto bostezando

-La de levantarse- dije yo haciéndolo, con el pie patee un poco su colchón para que se moviera- Es el ultimo día, venga que no quiero joderla el ultimo-

Alex intento buscar la almohada para abrazarla y hundir la cara en ella, pero yo que ya me conocía sus maneras de escapar del despertar agarre y tire de ella antes de que lo pudiera hacer. Tras un par de insultos Alex se sentó en la cama frotándose los ojos, yo hice lo mismo en la mía sacando mis tejanos y una camiseta de la maleta. Tras un bostezo Alex se levanto, se saco la camiseta de un tirón dejando en un segundo su fuerte torso al aire, yo solo le dedique una mirada breve, en parte porque había visto a Alex desnudo y en situaciones así tantas veces que ya no me importaba y en parte porque no quería darle a mis recuerdos algo con los que enlazar con el sueño

Mi amigo se desprendió luego de sus pantalones y por último de sus bóxers, lo hacía en modo automático con la mente aun medio dormida, pero de haber estado despierto del todo lo hubiera hecho igual, los entrenamientos de futbol, los campamentos, las vacaciones juntos, las sesiones del gimnasio y demás habían borrado cualquier resto de pudor en nosotros por estar desnudos delante de gente del grupo

Así, en bolas, se fue hacia la ducha mientras bostezaba. Yo me levante para enfundarme en la ropa, me gustaban estas rutinas, mantenían la cabeza ocupada. Qué pena que no pudiera salir a correr para despejarme, en sustitución sin embargo antes de meterme a la ducha había hecho un par de series de fondos, el ejercicio siempre me relajaba sobre manera. Tras meterme en los tejanos, cogí la camiseta, en ese momento llamaron a la puerta y mientras iba a abrirla me fui poniendo la prenda

La abrí tras conseguir sacar la cabeza. Me encontré a Carlos y a Valle, ambos en pijama y con dos botes de champú y gel en la mano, además de ropa doblada debajo de sus brazos

-En nuestra ducha apenas sale agua- dijo Carlos cuando le pregunte con la mirada- Así que venimos a usar la vuestra-

Yo trague un poco de saliva de forma imperceptible, Valle estaba detrás de Carlos como medio escondido detrás de los centímetros de altura que le sacaba nuestro amigo. Asentí lentamente, Carlos entro con tranquilidad, llevaba un pantalón de pijama largo, de color azul oscuro. Miro en rededor y escucho el sonido de la ducha, dejo sus cosas sobre la cama de Alex y se medio tumbo sobre la mía, apoyándose en los codos y marcando musculo. Yo me hice a un lado para dejar pasar a Valle, este llevaba un pantalón corto de color crema por encima de las rodillas, paso un tanto rápido a mi lado y pude ver cómo me miraba un poco el pecho. Yo baje la vista y caí en la cuenta de que la camiseta de había hecho un poco de lio a la altura de los pectorales y que no había bajado del todo

Yo refunfuñe un poco mientras la colocaba, bien. Mis ojos captaron con extrema atención el movimiento del culo de Valle dentro de sus pantalones. Su mirada podría haber sido perfectamente por la estampa curiosa de abrir la puerta con la ropa así colocada pero… O sea Valle era gay, eso lo sabía así que… Fruncí el ceño de golpe y con rapidez aparte esos pensamientos de mi cabeza. Valle se sentó en la cama con Carlos dejando sus cosas, se quedo mirando al suelo mientras hablaba distraídamente con nuestro amigo

Yo me senté en la cama, estaba mal pensar en Valle de esa forma por muchas y múltiples razones. La primera de ellas era que todo venia a raíz de un sueño que no había pasado de verdad, la segunda era que Valle era de mis mejores amigos, la tercera que en estos momentos Valle era el novio de Dani y la cuarta era que por encima de todo no quería hacerle ningún mal, si esto de verdad era un calentón como me había dicho Alex ayer no sería justo para Valle que yo empezara a… ligar y tontear no eran buenas palabras para describirlo, pero eran las únicas que reunían algunas de las cosas que quería hacerle. No sería justo que después de ello se me pasara el calentón y todo volviera a lo de antes, no quería ser así. No era mi estilo ser así. Ni se me pasaba por la cabeza hacerle daño a Valle

Carlos se levanto diciendo que se iba al baño a mear, entro gritándole un poco a Alex para advertirle. Mi amigo solo se rió un poco, Carlos y Alex empezaron a hablar dentro del baño mientras Valle y yo nos quedábamos en silencio fuera. Yo estaba sentado en la cama de Alex y Valle en la mía, casi estábamos frente a frente y yo me esforzaba como loco por mirarle a la cara y que mi mirada no resbalara por su hercúleo cuerpo

-Ya hoy es el ultimo día- dije yo aparentando tranquilidad

-Si…- me respondió Valle- Menos mal estoy como loco por volver a mi cama-

Me reí haciendo vibrar mi fuerte pecho

-Yo también-  me coloque mejor sobre la cama para buscar una mejor posición- Como en casa en ningún sitio-

Valle sonrió sin apartar su vista del suelo, en sus manos jugueteaba con uno de los botes de champú. Sus dedos de pintor tenían un pulso muy firme envidia de cualquier neurocirujano, el bote se movía con gracia y agilidad entre ellos. El silencio volvió como una mortaja y yo tosí un poco para ganar tiempo, nunca me había pasado eso, yo disfrutaba de los silencios por qué me permitían ver como la gente actuaba y hablaba, no me gustaba tener el protagonismo en las situaciones, supongo que a veces era un poco parco en palabras. Pero ahora sentía la necesidad de darle conversación a mi amigo

-Iremos al Vaticano- dije yo con tranquilidad fingida- Dicen que es enorme… Además tengo ganas de ver la Capilla Sixtina-

-Yo también- dijo Valle mirándome a los ojos por primera vez, mi corazón palpito un poco mas fuerte al ver esos preciosos ojos miel- Estoy deseando verla, dicen que en persona impresiona mas… Estuvo cuatro años para hacerla, es una de las obras de arte más importantes del mundo occidental- en su voz se notaba un profundo respeto- Estoy deseando verla…- termino, nuestras miradas estuvieron un segundos suspendidas y clavadas en la del otro y luego como por acuerdo ambos las separamos para mirar a puntos distintos de la habitación

En ese momento Alex salió del baño, llevaba sobre los hombros una toalla blanca que estaba usando para secarse el pelo, el resto estaba al aire con pequeñas gotitas cayendo por su cuerpo. Nos miro a ambos, dentro del baño el ruido de agua corriendo volvió a oírse

-Carlos ya se ha metido- nos dijo entre los pliegues de la toalla mientras se frotaba el pelo- Menuda noche, he dormido del tirón- se rió- Por nada del mundo em hubiera despertado-

Dejo de secarse el pelo para repasar el resto de su piel sobre los duros músculos, yo aparte la vista por precaución, Valle volvió a mirar al suelo. Alex cuando hubo hecho eso se coloco la toalla de forma distraída en la cintura, más para tener un sitio donde dejarla y que no molestara a que realmente necesitara taparse por pudor. Sacando su maleta de debajo de la cama donde yo estaba sentado se puso a sacar su ropa para hoy, mientras se la iba poniendo nos hablaba

-¿Qué tal vuestra noche?- pregunto distraídamente

-Bien- dijimos los dos casi a la vez, durante un segundo nos quedamos callados pero luego yo continúe la frase- Valle y yo estábamos hablando de que no hay nada como tu cama en Madrid-

-Si…- dijo luchando un poco contra el cierre de botones de su bragueta- En cuanto llegue a Madrid me voy a meter en mi cama y voy a dormir un día entero- se enfundo una camiseta ligera a la que siguió una sudadera azul oscuro, saco su cabeza con el pelo revuelto- Bueno yo me bajo a desayunar y a coger fuerzas- sus ojos color gris nos miraron durante un segundo a ambos, luego sonrió con su media sonrisa tranquila- No lleguéis tarde pero si vais a hacerlo avisadme y os cojo comida-

Salió de la habitación a paso tranquilo mientras sus dedos colocaban de memoria su pelo, cerró la puerta tras de sí y en el pasillo empezó a silbar por lo bajo. Valle y yo nos volvimos a quedar en silencio, mi amigo carraspeó

-No hace falta que te quedes Gabi…- me empezó a decir sin dejar de mirar al suelo- Digo, no quiero quitarte tiempo del desayuno-

-Tranquilo- le respondí yo con voz pausada- No pasa nada, además no tengo hambre- eso era cierto en parte así que en realidad no estaba mintiendo

Dentro de la ducha el grifo ceso, se oyó la mampara abrirse y en uno segundo salió Carlos en fundado en la toalla que se había traído de su habitación. Su pelo estaba solo levemente húmedo seguramente de haberlo secada antes, pero su torso seguía igual de mojado a como estaría si acabara de salirse del chorro, los riachuelos recorrían cada grupo muscular definido y marcado contra la piel, su tatuaje brillaba un poco. Aparte la vista solo para encontrarme a Valle levantándose delante de mí, su cuerpo se extendió potente ante mis ojos y yo apreté las manos en puños levemente, esto no estaba bien… Carlos se empezó a secar apartándose para dejar paso a Valle, mi polla estaba medio despierta y a duras penas conseguí a apartar la vista de los movimientos de mis semidesnudos amigos

Valle acabo por meterse en la ducha y cuando Carlos se sentó en mi cama yo m levante de la de Alex, ya me estaba costando un poco estar allí en ese momento ni quería pensar como seria estar cuando Valle saliera de la ducha mojado y solo tapado por una toalla. Le dije a Carlos que le metiera prisa a Valle y luego Salí de la habitación, empecé a anda tranquilamente pero cuando me metí a solas en el ascensor apoye la frente en las frías puertas de metal cerradas y mientras bajaba empecé a intentar quitarme ese maldito sueño de la cabeza

-

Sergi

Sentía algo duro contra mi cuerpo, algo vivo. Mientras despertaba sentí por el rostro la caricia de un pelo sedoso y cuando entreabrí los ojos vi reflejos rubios causados por la luz en él. Apenas si tarde un segundo en darme cuenta de cómo estábamos colocados y de cómo habíamos acabado así, sonreí un poco

Nos habíamos quedado dormidos mientras no besábamos, la idea no había sido llegar a nada mas, es decir, si hubiéramos llegado bien pero por esos momentos yo era inmensamente feliz, pero el sueño nos había sorprendido antes de que pudiéramos llegar a comprobarlo. Pegue a mi peque mas contra mí y él respondió rebullendo un poco, comencé a besarle suavemente el pelo y me empecé a desperezar

Sabía perfectamente que una de las cosas que volvía loco a mi peque es que yo le besara o le acariciara el pelo y mi conocimiento de su cuerpo fue recompensado, no paso ni un minuto desde el primer beso y ya Dani se estaba revolviendo debajo de mi, estremeciéndose de placer

-Sergi…- dijo con voz adormilada

Yo me aparte un poco de él y haciendo fuerza con los brazos alce mi cuerpo, suspire un poco y le contemple desde allí, la luz le daba en un lateral de la cara dibujando rastros de oro por su pelo y su tersa piel, sus ojos verdes entreabiertos me dedicaban una mirada adorablemente adormilada, su cuerpo privado del calor que le proporcionaba el mío se empezó a hacer un pequeño ovillo

-Vamos peque despierta- dije yo, me incline hacia el tensando los músculos de mis brazos, le di un pequeño cabezazo cariñoso- Que llegaremos tarde-

Dani dijo algo medio adormilado que yo no entendí, se le debía haber escapado en sueco, a veces le pasaba cuando se estaba despertando. Yo recordando que ya no tenía ninguna cortapisa empecé a besarle por le mejilla moviéndome lentamente hacia su boca, Dani empezó a girar la cabeza para acérela el proceso y cuando deposite un suave besos obre sus labios Dani lo convirtió en un beso profundo, reclamando mi boca de nuevo la cual acudió gustosa. Mi lengua se enrosco con la suya para despertarla, moviéndola suavemente, mis labios manejaban los suyos para desentumecerlos de la noche, una de las manos de Dani se agarro a mi nuca y mientras nos besábamos empezó a acariciarme el pelo

Yo me empecé a levantar lentamente y Dani, no queriendo cortar el beso, se comenzó a levantar para seguirme. Cuando estábamos ya casi verticales mis fuertes brazos levantaron a Dani y lo pegaron a mí, sus piernas rodearon mi cintura de gladiador mientras sus brazos se agarraban a mí enroscándose detrás de mi cuello. No cortamos el beso en ningún momento, sacando a ambos de la cama me levante de ella para irme al baño. El cuerpo de mi peque era duro como una peña y me estaba muriendo por ver esos músculos tallados en mármol bajo el agua

Al final en la mitad del camino al baño tuvimos que cortar el beso para respirar, Dani apoyo su frente en la mía mientras me acariciaba el pelo, mis manos estaban en su firme culo apretándoselo ligeramente, nos quedamos quietos

-Te quiero Sergi- me dijo Dani en voz baja como si aun le diera miedo decirlo

-Te quiero peque- y le bese rápidamente en los labios pero sin volver a un beso profundo- Pero no quiero entrar en el baño besándonos, que me puedo resbalar si no veo y se jodería la diversión-

Dani asintió y moviéndose sobre mi apoyo la cabeza en mi hombro, pero girándola levemente para poder besarme distraídamente el cuello. Yo controlando los suaves estremecimientos que me recorrían conseguí entrar al baño sin ningún movimiento en falso. Baje a mi peque de mis brazos y los dos nos quedamos delante del otro mirándonos a los ojos, yo vi a Dani tímido sin saber qué hacer y dejándome a mí el control de la situación

-¿Qué te parece si nos duchamos juntos peque?- le pregunte, Dani asintió y yo le sonreí- Pero como te quiero- le dije revolviéndole el pelo

-Quita…- dijo Dani apartándose de mí, entonces se me quedo mirando muy fijamente yo tarde varios segundo en reaccionar y cuando le pregunte el porqué de mirarme así me respondió- Ahora me doy realmente cuenta de que…- enrojeció un poco-… estas muy bueno…- y me sonrió de forma tierna

Yo mire mi fuerte y musculado torso al aire y sonreí un poco mirando el atlético suyo

-Yo siempre me di cuenta de que tu lo estabas peque- le dije haciéndole enrojecer un poco mas

Lentamente y separados por un metro o así en el baño nos empezamos a desnudar, la tarea fue muy sencilla a fin de cuentas solo llevábamos un pantalón corto de pijama y unos bóxers que salieron con rapidez. En cuanto terminamos me acerque a él lentamente, sabiéndome que en estos momentos Dani estaba luchando contra su timidez

-¿Te gusta lo que ves peque?- le pregunte, Dani boqueo un poco intentando buscar las palabras pero yo cogí sus manos antes de eso y las coloque sobre mis pectorales, agarrándole acto seguido de la cadera a él- Si te soy sincero la razón de que quisiera ponerme así… eras tú…- le confesé- Quería estar guapo para ti y que así te fijaras en mi…- le mire a los ojos, mi polla ya estaba semi despierta al igual que la suya- Quería ser el hombre que te mereces-

Dani cogió un poco de aire y me sonrió, me apretó los firmes pectorales y empezó a resbalar sus manos por ellos. Yo le pare alzándole a pulso de las caderas le coloque dentro de la ducha, dejando de lado la mirada entre embelesada, enfadada y tímida de Dani, entre yo a la ducha. Abrí el grifo del agua caliente y luego me gire, cogiéndole el rostro a Dani con ambas manos le bese tiernamente mientras me pegaba del todo a él, sentí nuestra polla rozarse y acariciarse así como sus duro cuerpo contra el mío, me estaba volviendo loco y aun ni habíamos empezado… Dios cuanto le quería

Separándome de él deje que el chorro me regara entero. Dani me contemplaba embelesado sin darse cuenta de que aquí quien realmente era el dios hecho carne era él, yo estaba bueno si y también admitía que era guapo pero Dani era quien realmente estaba a otro nivel. Parecía estar cincelado en mármol por angeles, cogí distraídamente el bote de gel y me eche un generoso chorro en la mano, un suave olor a fresas impregno el baño, me aparte un poco del chorro

-Ahora peque disfruta- le dije guiñándole el ojo, para cuando Dani iba a preguntar qué a que me refería yo ya había empezado

Extendiendo el jabón por mi amplio pecho me esforcé en que hiciera espuma rápidamente, luego mis movimientos volvieron a ser pausados mientras extendía la espuma creada por mi cuerpo. Mi piel morena contrastaba con el blanco de la espuma, empecé primero por mis pectorales, amasándolos con tranquilidad y dejando que la espuma se deslizara por ellos en ríos, los masajeaba con lentitud dejando que mi peque disfrutara del espectáculo, pasaba las manos en círculos por ellos y a veces los apretaba un poco, los flexionaba cuando apartaba las manos haciendo que Dani tragara saliva, luego mis manos bajaron a mi tableta y empezaron con ella, dejando que la espuma de la parte de arriba de mi torso fluyera por la gravedad con tranquilidad

En mi tableta tal vez me esforcé un poco más, dejaba que la espuma se extendiera con una suave capa por mis duros abdominales, el contraste de blanco y moreno los marcaba al máximo antes de que la espuma cayera, la fina película que me esforzaba por crear una y otra vez era como una segunda piel de flexible tela que marcaba y definía a la perfección los seis grupos musculares de mis abdominales. También la apretaba para que quedara clara su firmeza y dejaba que los ríos cayeran por mis piernas y acariciaran mi polla aun semi despierta, contraste con la de mi peque totalmente dura, sonreí interiormente, lo estaba haciendo bien

Pase a la segunda parte del plan, que fue extenderme de brazos mientras cogía un poco de aire para hinchar mi fuerte pecho

-¿Me ayudas peque?- le dije mirándole y sonriéndole- A fin de cuentas este cuerpo es tuyo-

Dani tartamudeo un poco pero se acerco, yo le sonreí tierno y antes de que empezara a hacer nada le bese con delicadeza, era sorprendente en el poco tiempo que llevábamos haciéndolo ya me había vuelto totalmente adicto a sus labios. Me aparte de él y me quede quieto dejando que mi peque empezara

Sus manos cogieron el bote de gel y de la misma forma que yo recorrió uno de mis brazos para crear la espuma. Entonces fue cuando empezó de verdad, de forma lenta y haciendo aro con sus dos manos extendió la espuma por mi brazo izquierdo, disfrutando de los músculos que yo hinchaba y flexionaba para él, me apretaba el bíceps con fuerza, disfrutando de lo que notaba, y luego seguía hacia abajo recorriendo las suaves venas que se me notaban, al llegar a mi muñeca sus dedos continuaban bajando y acariciaban los míos que se morían por enroscarse con los suyos, pero Dani no me dejaba, subiendo una vez hasta arriba del todo sus manos dejaron atrás mis brazos para masajearme ambas los fuertes hombros, en sus ojos verdes se le veía completamente hipnotizado, mi polla creció hasta su máxima extensión ante las caricias de mi peque que aun ni habían empezado

Las manos de Dani resbalaron hacia mis pectorales y aunque ya me había ocupado de ellos yo, encantado le deje que hiciera lo que quisiera. Los amaso con delicadeza pero con firmeza, los apretaba y los soltaba y los enjabonaba bien al acariciármelos, jugueteo con mis erectos pezones y yo suspire en voz baja, Dani lo noto y siguió con sus caricias por mi musculoso cuerpo, pero yo sabía que interiormente se había apuntado ese detalle y eso me llenaba de lujuriosa alegría

Una de sus manos paso a acariciarme el otro brazo mientras la otra se alternaba entre pectorales y tableta. Yo estaba que explotaba y mis manos estaban locas por moverse pero las controlé, tenía que dejar que mi peque se divirtiera un poco más. Ese era el brazo del tatuaje y como movido por resorte Dani se acerco a verlo, yo flexione el brazo para él, dejando que el tatuaje de alambre de espinos se hinchara brutalmente, Dani me apretó el bíceps haciendo fuerza de verdad y yo sonreí al ver como no conseguía abollar su durísima superficie. Hecho eso Dani volvió a su masaje pero esta vez yo le corte, le gire colocándole a él también bajo el chorro y mientras él me seguía acariciando yo también comencé

No hacía falta ni decir por donde empecé, era más que obvio, su marcada tableta. Ya la había tocado más veces, pero siempre con miedo y aprensión a estarme pasando pero ahora que disponía de total libertad consentida me deleite en serio en ella. Lo primero es que era estaba dura, la mía estaba firme, mis músculos aguantaban perfectamente un envite en el estomago y podían mantener el tipo y cuando hacia fuerza podía de verdad ponerla dura pero la Dani… la de mi peque parecía puto mármol, igual de duro e igual de blanco, sin hacer fuerza en ella Dani ya alcanzaba la dureza que yo conseguía haciendo esfuerzo… Mis nudillos apretaron pero la tableta apenas si cedió algo, mi peque no se daba cuenta centrado como estaba ahora en masajear de nuevo mis redondeados y fuertes hombros, yo estaba encantado con ella, era durísima y me moría por probar su firmeza con la boca pero me contuve a muy duras penas

Lo segundo era que estaba definida a la perfección, mis abdominales tenía un poco de volumen y por ellos mismo los contornos eran más difusos que los de Dani (aun con todo perfectamente diferenciables los míos). Por el contrario, los de mi peque estaba marcados hasta la maldita perfección podía recorrer con la punta del dedo cada abdominal, delineándolo perfectamente por el contorno que ellos mismos marcaban y con cada respiración al expulsar el aire se definían mas, no mucho pero lo justo para estar llevándome literalmente a la locura. Dura y marcada, la tableta de mi peque era después de sus preciosos ojos y su timidez, mi perdición

Y decidí perderme por completo

Cogiéndole de la cintura le pegue contra la pared y antes de que pudiera decirme nada le alce a pulso. Dani se agarro a mis musculosos bíceps done me apretó

-¿Sergi que…?- le bese con pasión antes de que acabara

Pegándome a él le susurre al oído lo que quería y Dani abrió los ojos al máximo pero asintió con rapidez, el también se moría por hacer lo que le había susurrado. Apagamos el grifo tras quitarnos todo el jabón, salimos de la ducha secándonos de forma rápida y luego fuimos hacia mi cama. Dani se tumbo dándose la vuelta para apoyarse en los codos y marcar a la perfección su torso, yo con dulzura me tumbe sobre el apoyando nuestras pollas entre nuestros estómagos, la mía sacaba unos centímetros a la de mi peque. Las coloque bien y entonces con el agua que quedaba como lubricante empecé

Mis brazos se pusieron a ambos lados de la cabeza de Dani marcando al máximo mis pectorales, mi peque abrió los ojos pero luego entrecerró. Mis caderas le embestían una y otra vez y yo me mordí el labio al sentir la increíble dureza de sus abdominales con mi polla, algo que había deseado desde que se le había visto por primera vez

Lo único que me mataba era la diferencia de alturas, yo me moría de ganas por besarle mientras nos hacíamos la paja así pero por primera vez desee no tener esa diferencia de alturas, normalmente esta me llenaba de ternura en numerosas ocasiones porque nos había brindado momentos muy tiernos, pero ahora su boquita quedaba lejos de mi alcance. Dani por el contrario había encontrado un sustitutivo perfecto, dada la flexión de mis pectorales por la posición Dani apenas había necesitado tiempo para lanzarse a probarlos

Los lamía, besaba y mordisqueaba llegando incluso a mis erectos pezones y haciéndome gemir y aumentar el ritmo. Todo la parte superior de mi torso estaba a su disposición, me acariciaba el cuello y los fuertes hombros y disfrutaba de mis musculosos brazos así como de mis pectorales… Y yo solo me conformaba con gemir mientras me hacia la mejor paja de mi vida contra la tableta de la persona por la que la daría… no era justo

Mis movimientos ya eran frenéticos sobre él, Dani seguía catando mis pectorales con avidez y yo me estaba destrozando el labio para no gemir. Mi polla se adaptaba a sus durísimos abdominales como si tuviera tracción a las cuatro ruedas, como un todoterreno. De la misma forma la polla de mi peque se apretaba entra las dos pero él debía estar más acostumbrado a su tableta que yo, para mí era el cielo mientras que para Dani lo eran mis pectorales

El ritmo nos impulsaba al orgasmo, mi peque se aferro a mi mientras me mordisqueaba por toda la extensión de mi pecho

-Seri yo ya…- termino en un gemido la frase que ahogo presionando sus labios contra mi

-Si peque yo también…- gemí yo

Justo cuando estábamos al borde no lo pude aguantar más, moví a Dani hacia arriba a puro pulso y reclame su boca con la mía. Dani me respondió gustoso y nuestros labios se juntaron mientras Dani se corría sobre mí y yo por la nueva posición lo hacía por sus muslos. Después de que ambos hubiéramos acabado suspiramos y nos deslizamos sobre la cama abrazados, luchamos contra el sueño y al final nos levantamos hacia el baño, la ducha esta vez fue normal. Cada uno su cuerpo y luego la espalda del otro, mientras hablábamos tranquilamente y de vez en cuando intercambiábamos besos, cuando le dije a Dani de pasar todo el día juntos para hacer escapaditas cuando nadie mirara me dijo que no. Yo le mire extrañado pero Dani huyéndome la mirada me dijo:

-Antes de que todo esto pueda ser de verdad lo que es tengo que hacer una cosa…- dijo, notaba una tristeza inmensa en su voz- Antes de que podamos ser novios, que lo deseo con todas mi fuerzas, debo hacer una cosa…- y vi como la pena se instalaba en él

Yo caí en la cuenta de a qué se refería y también me sentí triste, a fin de cuentas no deseaba ningún mal a nadie. En realidad había actuado mal pero la excusa del corazón atenuaba eso, pero no lo borraba, nos quedamos en silencio. Mi peque no sabía que yo me había dado cuenta de lo que se refería, aun así le abrace para consolarle un poco. Iba a ser muy difícil, sobre todo porque aunque quisiera esto era algo que mi peque tendría que hacer el solo

Valle

Carlos andaba delante de mí por los pasillos con tranquilidad, cuando Gabi se fue Carlos se quedo tumbado en su cama y se abstuvo de hacer nada, como el dijo daría mal rollo hacer cosas en la habitación de otro. Yo concorde con él, además era la de Gabi y no quería hacer nada allí

La conversación que había mantenido con Gabi antes me había parecido satisfactoria, no había titubeado mucho fingiendo interés por el bote de gel lo cual me parecía una pequeña victoria y excepto un par de cruces de miradas todo había quedado más o menos bajo control. Ahora bajábamos a desayunar pero tarde, aun así nuestra excusa era buena y al no estar Fernando los problemas casi no aparecían en el horizonte. Bajamos y fuimos al comedor, allí ya estaba todos recogiendo, Alex se acerco y nos dio a ambos varias servilletas dobladas con comida dentro y Gabi nos paso dos botellas de agua fresca

Mientras yo comía un croissant en miniatura relleno de crema contemple el comedor, todos se estaban moviendo para salir para el autobús. Un poco a los lejos Adri miraba hacia aquí pero estábamos delante de la puerta de entrada de modo que era normal, Sergi y Dani estaban hablando sentados aún a la mesa. Dani se estaba acabando un bollo y Sergi se terminaba lo que parecía un café, yo asentí un poco, de nuevo volvían  a llevarse bien y eso me alegraba. Intente captar la mirada de mi novio pero este solo miraba su plato o a Sergi, de modo que al final lo deje

Me termine el desayuno y vacié la botella de agua, nos movimos para los dos autobuses, Carlos a mi lado aun tenia por acabar un par de donuts pequeños y su botella de agua ya estaba casi acabada. Yo iba metido en mis cosas escuchando hablar a la gente, sentía en mi pecho el fuego del sueño. Los recuerdos me rondaban tranquilos, conscientes de que tarde o temprano bajaría la guardia. Mis ojos se movían instintivamente hacia Gabi pero me esforzaba por controlarlos y casi lo conseguía del todo

Al entrar al autobús todo fue más fácil, empecé a hablar con Alex mientras Sergi detrás nuestra iba callado y un poco cabizbajo, claro que nos sacaba un poco menos de media cabeza de modo que era normal. Me senté con Alex y saque mi móvil a petición de este para jugar a algún juego, detrás nuestra Sergi se estiro en dos sitios y se preparo para dormir. No hablo nada en lo poco que tardo el autobús en arrancar y un par de veces creo que le vi mirarme de reojo. Yo suspire, me estaba empezando a emparanoiar por tonterías, ahora solo tenía que centrarme en darle una paliza al manta de Alex

No fue difícil, por muchas virtudes que Alex pudiera tener la destreza para los juegos electrónicos no era una de ellas, en lo de coches conducía mal, en los de futbol no podía seguir el ritmo y en los de lucha siempre acababa barriendo el suelo, los únicos en los que destacaba era en los de lógica pero claro a esos no solíamos jugar mucho. Después de que le venciera cinco veces seguidas a uno de luchas intento que cambiáramos al ajedrez o al othello a lo cual me negué en un principio, consciente de que si antes había barrido el suelo con Alex en el de lucha al ajedrez el esparciría mis entrañas por el tablero

Pero no podía negarme muy vehementemente porque en el fondo jugar con Alex me estaba distrayendo de lo demás. Empezamos con el ajedrez, el era blancas y yo negras, básicamente mi estrategia se limitaba a ir a la defensiva, por las razones que fueran siempre que creía tener todas mi piezas cubiertas y avanzaba para atacar Alex me colaba un alfil o un caballo y echaba a bajo mi estrategia. El objetivo de Alex era ganar y el mío simplemente retrasar lo máximo posible la derrota. Por desgracia el juego de luchas te absorbía de una forma diferente al de ajedrez, en el de luchas ponían tus cinco sentidos de tal modo que te aislabas de todo lo que no fuera saltar, girar y dar golpes; por el contrario con el ajedrez aunque pusieras tus cinco sentidos la mente (al menos la mía) empezaba a divagar pensando en otras cosas. Y sin querer me plantee mi situación

Ordenado por orden cronológico venía a ser así: Dani era mi novio, con el cual creía mantener una buena relación pero que sospechaba que se basaba más en la amistad que en el amor mutuo, pero aun así yo le quería y me sentía agusto así, seguidamente había empezado a liarme y enrollarme con Carlos, a quien desde los 6 años consideraba mi hermano de otra sangre, porque notaba que el hacerlo le servía para distraer su mente de lo que fuera que le comiera por dentro, además de eso había tenido un sueño con Gabi que al parecer me estaba acechando y en el cual (no iba a mentirme a mí mismo) me había sentido tremendamente agusto y a salvo

Suspire cansado mi situación era bastante compleja y a mí nunca se me habían dado bien ese tipo de cosas, pero yo intentaba hacerlo lo mejor que podía ayudando a todos los que pudiera. Perdí esta partida y la siguiente antes de darme cuenta de que estábamos casi en el destino, en cada partida me había planteado mi situación buscando soluciones pero de momento solo había sacado en claro la idea de que debía hablar con mi novio, con el cual había estado un poco distante estos días liado como estaba con todo lo demás

Bajamos del autobús y empezamos a andar por la ciudad, casi por encanto Carlos apareció a mi lado y pasándome el brazo por el hombro me pidió mi botella de agua para echarle un trago, yo suspire, el racionamiento sensato del agua y la comida siempre era algo que a Carlos le solía fallar, le pase mi botella poniéndole un cierto límite en cuanto a la cantidad que podía beber, limite que Carlos cumplió a rajatabla apurándolo al máximo. Por lo menos disfrute viendo a su fuerte cuello contraerse periódicamente al beber

Empecé a andar por la ciudad observando la arquitectura de los edificios y haciendo comentarios sobre ello a un Carlos especialmente interesado en los italianos apuestos que pasaban cerca de nosotros. Era una conversación extraña la verdad, yo hablando de edificios y Carlos hablando de tíos buenos (no muy alta su parte de la conversación por si acaso). Al final me hizo abandonar mis intereses artísticos para fichar con él a los italianos follables que nos cruzábamos, tanto una cosa como la otra eran para no tener que pensar en Gabi y en el sueño de modo que tanto daba atender a una que a otra

Al final entramos a la Ciudad del Vaticano, la plaza de San Pedro recibía de lleno los rayos de un sol que parecía encontrar divertido el abrasar a una gente como si fuera una lupa gigante y nosotros hormigas intentando escapar de un rayo concentrado. Carlos se desprendió de su sudadera y se fue a andar por la plaza para libarse del calor, dirigiendo sus pasos al obelisco central de la plaza, yo fui hacia los soportales para escapar del calor y contemple el palacio del fondo de la plaza, en la cola los tutores y un grupo de alumnos que nos íbamos turnando nos guardaba el sitio a los demás

De forma lenta la cola avanzaba como una serpiente por la plaza bañada por el sol, nos íbamos turnando y pululábamos por los contornos de la sierpe intentando escapar del calor, a lo lejos vi que en el obelisco Carlos estaba cruzado de brazos hablando con alguien, cuando iba a acercarme allí vi a Dani colocarse a mi lado. Yo le sonreí recordando mis intenciones de hablar con él y recuperar el tiempo perdido, como caido del cielo

De forma lenta empezamos a andar por la plaza camino al obelisco, Dani estaba callado mirando al suelo, sus ojos verdes se dañaban con la luz del solo reflejada en la plaza de modo que Alex le había prestado sus gafas de sol para que pudiera esperar con tranquilidad

-Esta noche nos volvemos a Madrid- dije yo para sacar la conversación

Dani asintió lentamente y me miro

-Valle…- empezó

-Dime- le dije

-Tu… Mmmm tu…- empezó y desvió su mirada hacia el obelisco- Es decir tu y yo…-frunció el ceño-¿Ese no es Adri?-

Yo desvié la mirada, Carlos estaba ahora cruzado de brazos mientras hablaba con…Si, era Adri. Se les veía a los dos airados, hablando un poco fuerte. Carlos como ya dije cruzado de brazos y Adri con las manos cerradas en suaves puños, ambos andaban un poco por los contornos del obelisco, tapados por su sombra. Ni si quiera conociendo a Carlos como le conocía me costó averiguar que estaba a punto de empezar una pelea entre ellos dos

-Mierda- dije, mire alrededor- Voy a calmarles, tu intenta que ningún tutor se acerque demasiado- Dani asintió y se iba a ir, yo me sentí mal por cortar lo que fuera que me iba a decir de modo que le cogí del brazo- Mmmm lo siento Dani, luego hablamos… Te quiero- le dije

-Ve- me dijo Dani tragando saliva y se fue para el tutor más cercano

Yo me acerque a Carlos y a Adri, empezando a pillar la conversación

-…no fue culpa mía, deja de usar eso de comodín siempre-

-Perdona pero es que para mí es algo más que un simple comodín- dijo Adri bajando un tanto la voz

-Mira Adri dirás lo que quieras pero de aquí no me voy a mover sin respuestas-

-Déjame ya en paz Carlos, pensé que se te iría la tontería con lo de… con eso - enfatizo la palabra- Tú tu vida yo la mía-

-Pero es que nuestras vidas no están hechas para ir por lados distintos- dijo él

-Eso es cierto por alguna razón tu pareces no parar de buscarme-

-Sabes mi porque- dijo mi amigo acercándose un paso, Adri retrocedió otro- Lo que yo quiero son tus porque- luego mi amigo le dijo algo en voz baja que no pude oír, Adri retrocedió otro paso como si le hubiera abofeteado, sus nudillos estaban blancos por apretarlos

-!Cállate!- algunas personas de la plaza, tanto italianos, como turistas como gente del curso se giro para verles

-Bueno bueno…- dije yo llegando por fin hasta donde estaban

Ambos me miraron como si fuera un perro que ladró cuando estaban hablando dos personas civilizadas. Trague saliva, parecía que había estado tan metidos en su discusión que no se había dado cuenta ni donde estaban, ni de las consecuencias de la misma en la estricta policía vaticana (cosa que nos habían advertido hasta la saciedad). Cogí a Carlos del brazo, su bíceps estaba duro como una piedra debido a la brutal flexión de sus puños, que de la misma forma que los de Adri, tenían los nudillos blancos

-Sera mejor que volvamos a la cola Carlos…- le dije yo, mi amigo me miro, conocía esa mirada, de ahí no se iba a mover así como así- Pronto vendrán los tutores…-

Carlos miro al frente, a Adri. El chico también le mantuvo la mirada a Carlos, casi se podía sentir la electricidad bailar y saltar entre ellos. Al final mi amigo destenso los puños y se fue andando a paso firme y muy airado hacia la cola, sin embargo antes de irse se giro y hablando a la espalda de Adri dijo

-Tú ya sabes lo que pienso de ti- hablaba un poco alto, la gente le miro curiosa- Lo sabes demasiado bien-

Vi como la espalda de Adri temblaba un poco y como apretaba sus puños, luego echo a andar en dirección contraria, hacia la parte de la cola en donde estaba su grupo

-

Dani

Lo que tenía que hacer me estaba revolviendo el estomago porque no quería tener que hacerlo, pero debía: tenía que cortar mi relación con Valle, romper con él. No quería tener que hacerle daño pero debía hacerlo porque ahora me había dado cuenta de a quien amaba de verdad, y lo necesitaba para poder empezar con Sergi sin ningún tipo de problema. En la plaza de San Pedro lo había intentado pero la discusión entre Carlos y Adri me había interrumpido y luego Carlos había estado tan cabreado con todo el mundo que Valle tuvo que quedarse con él para calmarle

Dentro del Vaticano todo era enorme, cúpulas, columnas, capiteles, estatuas y adornos, todo relucía y era de proporciones gigantescas. Pasamos cerca de lo que para mi sorpresa fue Juan XXIII conservado, seguimos andando sin parar era bastante curioso para mí. Luego pasamos al museo Vaticano, con tapices, cuadros y demás cosas que esperas encontrar en un museo. Y A petición mía Sergi se mantendría alejado de mí hasta que yo le dijera lo contrario, no le había contado lo de Valle pero le había dicho que tenía que hacer importante para mí, Sergi había asentido y se había hecho elegantemente al margen

Por desgracia acercarse a Valle era como intentar cazar a un niño en una tienda de juguetes abierta solo para él en Navidad, miraba cada cosa con autentica pasión totalmente alejado del mundo y no para de moverse entre unas obras y otras mientras hacía comentarios en voz baja y con ojos embelesados. No tenía fuerzas para destrozarle esa experiencia pero en algún momento tendría que hacerlo, nos llevaron por pasillos estrechos hasta que llegamos a lo que parecía ser el corazón central, al final conseguí agarrar a Valle y llevármelo hacia un lado de la enorme sala. Cuando empecé a hablar Valle me hizo callara colocándome un dedo en los labios y luego como un niño travieso señalo hacia arriba

Yo seguí su dedo pensando que me podía señalar que fuera tan interesante y entonces me quede mudo tanto por dentro como por fuera. Sobre nosotros se extendían los frescos de la Capilla Sixtina, se podía ver escenas de la biblia (suponía que lo eran) por toda la bóveda, veía angeles y veía hombres, veía planetas deslizarse y veía la serpiente enroscándose al Árbol

-Miguel Angel tardo cuatro años en acabarla- empezó a decir Valle- No permitió que nadie le ayudara, construyo y levanto estructuras de madera para crear una andamiaje que empezaba en la pared opuesta al altar hasta llegar a él, conforme avanzaba la pintura le fue destrozando los ojos haciendo peligrar su único modo de sustento… Pero siguió… Los pagos se retrasaron numerosas veces y Miguel Angel malvivía dentro de la capilla comiendo cuando podía y llevando lo que remendaba… Pero su pasión le dio alas- estaba completamente hipnotizado, yo le mire a él, su pelo dorado sedoso estaba rebelde por los descuidos de Valle y alrededor de sus ojos miel se notaban suaves ojeras, pero aún así parecía sacado de la mano del maestro artista como un ángel- No es perfecto pero es suficiente…no- sonrió débilmente- Es perfecta-

Suspiro mientras señalaba escenas

-El nacimiento de Eva… La creación de los planetas… La embriaguez de Noé… La expulsión del paraíso…La creación de Adán- su voz se apago mientras seguía mirando al techo, luego suspiro y bajo la vista, yo sentí como si se rompiera un encantamiento- Sigamos…-

Yo trague saliva, hasta ese momento nunca había sido consciente de verdad del fuego que tenia Valle dentro de él, bajo toda esa inocencia, bajo esa calidez y esa explosiva alegría ardía un fuego muy intenso

-Valle, tengo que hablar contigo- dije yo sintiendo cada palabra como una patada en la boca

Valle asintió aun en un estado de embriaguez por la obra, me siguió dócilmente hasta salir y luego nos desviamos para entrar a unos baños. Nos quedamos callados, allí no había nadie, me di la vuelta. Valle me sonrió y se acerco para besarme, yo aparte la cara sintiéndome fatal por ello. Sentí el desconcierto de Valle y como este se volvía a colocar normal, me miro

-Valle yo…- trague saliva- Yo te quiero Valle…- apoye una mano en su pecho cuando fue a hablar- Yo te quiero Valle y mucho pero… No de la forma que estado intentando quererte- El desconcierto de nuevo volvió a teñir su rostro- Valle tu y yo nunca estuvimos hechos para ser novios… Lo nuestro no funcionaria, no hay más que una amistad profunda…-

-Pero…yo…- Valle trago saliva-¿estamos rompiendo?-

El silencio respondió por mí, no era capaz de mirar a Valle a los ojos, era superior a mis fuerzas, me sentía como una maldita basura. Nos quedamos callados, durante unos segundos, sentí como Valle temblaba pero cuando le mire el se había dado la vuelta y se había ido, le vi apretar los puños y sus hombros temblar, yo mire con increíble tristeza la musculosa espalda de Valle que ahora temblaba. Salió, desee que me gritara, desee que saliera dando un portazo… Pero cerró la puerta suavemente detrás de sí

Deseaba que hiciera algo que me hiciera sentir mejor pero simplemente se fue en silencio, solo, sin hacer ruido y sin molestar. Porque así era Valle, una de las personas más buenas que conocía y a la que había hecho lo que deseaba con toda mi alma no hacerle…

Daño

-

Gabi

A Valle le pasaba algo y eso no podía soportarlo. Era cierto que siempre intentaba ayudar a todo el mundo, que intentaba siempre proteger a todos cuanto me importaban pero esto era diferente, no soportaba ver a quien me importaba sufrir. Pero ver a Valle con su mirada totalmente rota me hizo querer correr a abrazarle para no soltarle

Me había mantenido prudentemente alejado de Valle para evitar cualquier cosa que me hiciera recaer en los oscuros recovecos del sueño pero eso ahora me daba igual. Con un poco de brusquedad termine mi conversación con Alex y más gente del curso y fui directo hacía él. Valle se alejaba para salir del Vaticano, como todos. Ya habíamos visto lo que podíamos ver de Roma y lo que quedaba de tarde estábamos a punto de tenerlo como tarde libre

Mis ojos estaban clavados en su musculosa espalda e intentaba mover mi cuerpo musculoso de forma rápida y sin molestar demasiado a la gente. La fila del curso avanzaba, con valle casi en la cabecera, Carlo seguía enfadado por lo que fuera y caminaba por la mitad, Alex estaba tonteando con un par del curso, Sergi estaba buscando a alguien entre la multitud, aunque miro a Valle y pude ver compasión en sus ojos.. Y entonces lo entendí…

Y no sé que sentí, no sé si era furia contra Sergi por provocar esto , o alegría por mi amigo por haber conseguido lo que tanto dolor le había costado u odio a Dani por haberlo hecho… No sé que sentí porque solo tenía presente los ojos color miel de mi amigo, rotos mientras intentaba alejarse de todo el mundo. Apreté tanto el paso, como los dientes, como los puños. Buscando apresuradamente un hueco donde colarme, salimos y en cuanto hubo espacio me desprendí de la gente para alcanzar a Valle, mis zancadas se ampliaron, no quería correr pero algo me impulsaba a ir lo mas que pudiera

La fila siguió andando y entonces Valle se paró de golpe mirando a un lado, estaba bastantes metros por delante. Yo le mire quedándome a unos metros de él, vi a Valle mirar a una mujer vestida de negro

-

Valle

Todo era un huracán a mi alrededor excepto la mujer vestida de negro. Todo se me mezclaba y sentía el fuego de mi pecho juntarse con una presión insoportable, sentía que me iba a romper…

Sentada en una pequeña silla a los pies de las escaleras, con un pequeño bote cerca de él con un par de monedas dentro. Anciana, regia, mirando a la gente pasar con tranquilidad, mirando cómo era invisible al mundo, mirando como nadie la hacía caso. Paso mi curso, pasaron los tutores, paso Adri mirando al suelo, paso Carlos enfadado con todo el mundo pero sobretodo consigo mismo, paso Alex metido en su burbuja con dos chicas, paso Sergi hablando con un cabizbajo Dani… Pasaron todos

Pasaron todos y nada, el cuenco seguía igual de vacío. La gente no la hacía caso pero ella seguía mirando altiva todo cuanto la rodeaba, ella seguía esperando, ella seguía mirando y ellos seguían pasando… miles de personas para los que ella no era nada, solo una sombra a los pies de un palacio inmenso. Solo algo que se podía ignorar… solo algo que era fácil de pasar…

Pero ella seguía quieta, recta con actitud tranquila, se le notaba la edad, como le pesaban los años, el cabello blanco plateado, el bastón que necesitaba para levantarse, se le notaba el cansancio, se la notaba el fuego… Ardiendo en sus ojos, quemando cansancio, edad y años. Ojos en los que relumbraba el hambre, ojos que sabían lo que era no comer nada en todo un día, ojos en los que había sabiduría. Ojos que sabían cómo era entre los dedos notar el fluir de la vida

Era una sombra para todos, no era nada para nadie

Sentía ira, porque solo yo podía verla, sentía ira porque el hambre la consumía sin que nadie hiciera nada, sentía ira porque a los pies de un palacio que relucía con oro y gloria ella se moría de hambre en su miseria y aun con todo su miseria era altiva como el pináculo más alto, como el obelisco del centro de la plaza… Y aun ella para mi eclipsaba por completo el palacio

¿Dónde estaba su pintura en la capilla?... Perfecta… perfección era lo que esa mujer conseguía con solo una mirada de inmensidad sabia. Saque de mi cartera un billete, era lo que me quedaba del viaje, me acerque a ella, sentí la sombra que a ella la cobija cubrirme, sus ojos se clavaron en los míos. Inmensidad nacida en la miseria, sabiduría que nacía de la pobreza, altivez que rivalizaba con el sol

La di el billete, su mano consumida en parte lo cogió con delicadeza y en su boca se dibujo una sonrisa, yo di un paso atrás cuando la mujer me detuvo con un toque en mi pierna. La mira, ella me tendía una pulsera, echa en hilo, humilde y que no valía nada, pero ella me la tendido con su mirada plena y yo la tome sin ponerlo en duda. Y vi en sus ojos las gracias que ella me había dado con su pulsera, la gente seguía pasando, el tiempo seguía fluyendo…

Ella no pasaría hambre esta noche

Un parco consuelo el que yo solo podía darle pero era todo lo que en mi mano estaba

No era perfecto pero era suficiente

Pero el hambre volvería… suficiente… Pero el cansancio volvería…suficiente…pero su mirada seguiría llena…

Parpadee con fuerza cuando vi que una lagrima intentaba escaparse de mis ojos, no merecía llorar delante de ella, ella no se lo merecía, no merecía compasión, no merecía indiferencia, lo que ella merecía era admiración… Parpadee de nuevo mientras deslizaba la pulsera en mi muñeca, a pesar de humilde se veía fuertemente hilada y se veía la riqueza artística de los hilos trazados intentando crear motivos con ellos que rivalizaban para mí con la Capilla… Miguel Angel se moría de hambre encerrado en la capilla mientras la pintaba pero estaba inflamado de pasión… Como ella…

Me salí de la sombra y el sol me daño los ojos un segundo, me di la vuelta para irme y vi a Gabi mirarme. Estaba a unos pocos metros y en su mirada veía orgullo, se acerco a mí y yo de nuevo parpadee para que no viera las lagrimas, si lo hizo no dijo nada

-No se merece esto…- dije señalando la gente pasar sin hacer nada delante de ella-

-Lo sé..- me dijo pasándome el brazo por el hombro- lo sé-

Cuando pasamos para irnos, Gabi la hecho otro billete, la anciana nos miro con su mirada que parecía eterna. Solo nos miro, no hizo nada mas, nos dimos la vuelta para alejarnos

Si me hubiera dado la vuelta podría haber visto a la anciana seguirnos con la mirada, si hubiera estado cerca la habría visto sonreír al salir nosotros de la plaza, si hubiera estado allí la hubiera visto mirarse la muñeca donde antes estaba su pulsera

-Destinazione…-

Solo la sombra del palacio fue consciente de lo que dijo

-

Sergi

Dani estaba muy mal pero puse toda mi alma en animarle, le intentaba distraer y al final conseguí arrancarle un par de sonrisas a mi peque, en un momento dado me dijo:

-Tenia que pasar Sergi…Me duele el alma de hacerle tanto daño pero…- y no había podido continuar, sin importarme la gente le había abrazado para calmarle

Valle volvió pero se quedo al margen de todos, Gabi que le había traído desde la plaza de San Pedro le dejo cerca de nosotros vi a Valle seguirle con la mirada y vi tristeza en sus ojos y se quedo mirando al suelo mientras toqueteaba algo de su muñeca. Gabi en vez de alejarse del todo se quedo relativamente cerca, y le miraba de vez en cuando con ojos preocupados, intente pensar en ello pero al volver Valle Dani se había puesto muy tenso y triste y tuve que centrarme en él

Siempre dolían estas cosas, yo lo sabía bien y no deseaba mal a nadie. Yo solo quería querer a mi peque

-

Valle

Anochecía mientras íbamos hacia el aeropuerto había pasado una hora y media desde lo del Vaticano, habíamos merendado algo y habíamos paseado todo el curso junto por la ciudad, y yo me había dedicado a esconderme, nuestro día en Roma se acababa y pronto estaríamos en el avión de camino a Madrid. Me sentía fatal, quería llorar, gritar y pegar a cosas, quería hacerme un ovillo hasta morir, quería… No sabía lo que quería... Porque Gabi me habia recogido en la plaza de San Pedro pero luego me habia dejado a mi suerte, porque Dani y Sergi me evitaban, porque el sueño no paraba de acecharme...

Necesitaba a alguien, eso sí, necesitaba que alguien me abrazara y me diera fuerzas… Necesitaba contárselo a alguien… Necesitaba a mi hermano

Bajamos de los autobuses y entre con Carlos al aeropuerto, facturamos maletas y cogimos los billetes, nos sentamos alejados de todos en un banco. Carlos me dijo que tenía que contarme algo, yo le dije que también, sin embargo le cedí el turno a mi hermano

El me llevo a un baño, cerró la puerta desde dentro para que nadie entrara y antes de que pudiera preguntarle se acerco y me beso, yo le deje hacer y Carlos exploro mi boca con tranquilidad, sus manos se metieron bajo mi camiseta para abrazarme y descansando su cabeza en mi hombro me hablo desde allí al oído

-Es Adri…- me dijo simplemente

Y yo lo entendí todo, le abrace fuerte y Carlos se derrumbo encima de mí contándomelo todo en el frio baño del aeropuerto. Me conto toda su historia, todo lo vivido con Adri, con “mi vida” como lo llamaba él. Yo sentí las lagrimas brotar de mis ojos por Carlos, por todo el dolor que guardaba y porque por fin se había liberado. Carlos se aparto apartándome las lagrimas de las mejillas y me beso tiernamente, me volvió a abrazar

-¿Qué me querías contar tu?- me pregunto Carlos apoyado en mi

-Nada…- dije y de nuevo las lágrimas volvieron a brotar, esta vez no por él, siguiendo el camino de las anteriores pero no por el mismo motivo

Lloraba por mí porque no podía con todo y aun así se me exigía, sentía el peso de Carlos apoyado en mí que apenas tenía fuerzas… Pero debía ser fuerte, porque aunque no podía tenía que aguantarlo todo, porque aunque no podía tenía que ser fuerte, porque aunque no podía tenía que fingir que nunca sufría

-Nada- repetí mientras las lágrimas me seguían saliendo

Porque eso era todo, porque hay era donde estaba el sentido de todo, allí estaba de verdad mi esencia, donde estaba de verdad lo que yo significaba para el mundo, en esa palabra, en ese sentimiento…

…nada…


Espero que os haya gustado el relato, las dos semanas que viene estare descansando en la playa y no estare muy localizable aun asi sacare tiempo para mirar los comentarios como siempre

Os animo a comentar para darme vuestras opiniones sobre lo pasado en Carpe Diem y sobre lo que creeis que va a pasar