Carpe Diem XXI: Pulso al Destino
Silencio... a veces el destino contiene el aliento... silencio... a veces todo depende de un momento...
Espero que este capitulo sea de vuestro agrado, siento haber tardado mas de lo normal pero hasta en verano me falta tiempo jajaja En este capitulo se acaban las 72 horas
Como siempre os animo a comentar al final dejando vuestras opiniones (tanto buenas como malas) para que pueda seguir mejorando y seguir haciendo Carpe Diem cada vez un poquito mejor
Por cierto, por si alguien se despitsa wattsapp es un servicio de mensajeria instantanea en los moviles via internet, algo parecido a un chat entre amigos (ya sea un chat de dos o de mas personas)
GRACIAS POR LEERME
Valle
Y con el recuerdo de sus besos desperté de golpe bañado en sudor, intente envararme pero al final el cansancio me hizo quedarme tumbado mientras jadeaba. Estaba boca arriba, aun era bastante pronto, en la cama de al lado Carlos rebullía en un sueño intranquilo pero aún así profundo, la luz del amanecer se colaba por la ventana coloreando la habitación en tonos que evolucionaban de los grises a los anaranjados
Moví la mano por mi amplio pecho sintiendo el sudor haciéndomela resbalar, cerré los ojos con fuerza mientras trataba de calmarme. Contra las sabanas mi pollon se alzaba duro, intentando alzarse de forma descontrolada. Había sido demasiado, el sueño había sido tan intenso que era como vivirlo de verdad, las caricias, los besos eran tan exactos que mi mente se dejaba engañar, en los sueños no tenia preocupaciones, no tenía obligaciones… En el sueño solo éramos el y yo y nada mas…
Pero eso estaba mal, pensé mientras me sentaba sobre la cama, Además son solo sueños, nada más que sueños… Y con ese pensamiento flotando en mi mente fui al baño a lavarme, era nuestro primer día en Roma y había que bajar pronto para que nos explicaran las actividades de hoy y la organización ahora que ya habían vuelto dos tutores mas. Me lave la cara dejando que el agua se escurriera por mi barbilla, cuello y hombros refrescando los ardientes besos del sudor en mi piel. Y aun así no sirvió de nada
Seguía acalorado, por mucha agua que me echara no me podía quitar el calor de encima porque iba de dentro a fuera y no al revés. Apoye mi frente contra el cristal e inspire muy hondo, no quería pensar en el sueño y fue pensando en no pensarlo como lo pensé… Estas cosas solo me pasaban a mí, pero ya era tarde
Como un granizo los recuerdos del sueño me golpearon de forma irregular, a veces se apelotonaban las sensaciones y otra veces uno solo se estiraba tanto que hasta era capaz de ver cada pequeño detalle de la escena… Y durante la tormenta me costaba respirar y el corazón me latía fuerte, mis labios a veces se movía boqueando débilmente como si quisiera besar al aire y mi polla palpitaba en mis bóxers…
-¿Qué me está pasando?- susurre al lavabo mientras hundía las manos en el agua fría para echármela por el cuerpo
-Casi sería mejor que te ducharas… Te ahorrarías más tiempo que haciendo eso…- termino una voz con un bostezo
No necesitaba ni girarme para saber que era Carlos el que me hablaba
-Me despertó el ruido del agua…- dijo y oí un par de gemidos suyos débiles mientras se estiraba- Ahhh… ¿estás bien?-
-He pasado mala noche- dije yo
Mala los cojones, si pudiera volvería al sueño, pensé tristemente para mis adentros
-Ya veo que estas sudando- dijo Carlos mientras se colocaba a mi lado, apoyo una mano en mi hombro- Y ardiendo…-
Yo me alce sobre los brazos y mire mi reflejo en el espejo, tenía unas suaves ojeras producto del estrés del viaje y mi pelo estaba más revuelto de lo normal, el resto estaba como siempre. Carlos me hizo girarme suavemente y pegándose un poco puso su mano en mi frente
-Fiebre no tienes… Como mucho alguna decima pero no creo…- movió su mano por mi cara y yo me refugié en esa caricia- Pero aun así estas más caliente de lo normal… A lo mejor estas pillando algo-
Yo trague saliva rápidamente y quite esa última parte del comentario de mi cabeza
-Es la ciudad, es demasiado calurosa…- dije- Lo que necesito es agua fría- y trate de sonreír a mi hermano
-Y también una buena paja- me dijo Carlos sonriéndome chulo mientras me acariciaba levemente mi pollon contra los bóxers- Pensando en mi a escondidas eeeee…- y se rió
Yo bufe un poco ante su comentario y examinando sus bóxers vi que la suya estaba medio dura. Carlos siguió mi mirada y sonrió
-Yo también ando necesitado de una paja…- me miro con los ojos brillantes un poco-¿Una duchita juntos?-
Yo solo tarde un segundo en decidirme pero fue un segundo que se estiro infinitamente mientras reflexionaba. Como siempre notaba en la mirada de Carlos que el realmente necesitaba esto pero que no me estaba obligando a hacerlo y que aceptaría cualquier cosa que le dijera, también vi la tensión en sus hombros y en su cuello… Y como siempre sentí la inmensa necesidad de ayudarle pero por primera vez yo sentía que también lo necesitaba, necesitaba besar a alguien, tocar a alguien, acariciarlo y sentirlo cerca… Y Dani no estaba allí conmigo, mi novio y al que se supone que debía querer. Y allí estaba yo, soñando con quien no me convenía a punto de decidir sobre algo que no debía… Y recordé su primer beso…
Y asentí
Carlos se inclinó para besarme y yo me pegué a él aceptando lo que me daba, sus labios eran suaves pero firmes y yo me refugié en esa firmeza, abandonando cualquier tipo de control sobre la situación y simplemente dejándome llevar. Su lengua pido permiso lamiendo levemente mi labio inferior y la franqueé el paso hasta mi boca abriéndola, de forma suave aunque un tanto fogosa Carlos entro en mi boca enroscando su lengua con la mía y buscando el masaje mutuo, sus manos se colocaron en mi cuello mientras sus labios se movían sobre los míos y su lengua danzaba con la mía. Mis manos fueron a sus caderas de gladiador apretándoselas suavemente mientras hacía círculos con los pulgares sobre su piel. Ambos teníamos los ojos cerrados y los bóxers a punto de explotar
Nos movimos de espaldas hacia la ducha, hasta que la espalda de Carlos choco contra la mampara. Yo sentía el calor ardiente que me devoraba por dentro avivado por los besos y las caricias, pero la diferencia es que esto no era un sueño, la diferencia es que podía llevarlo hasta el límite que quisiera, la diferencia es que era Carlos quien estaba allí ahora y no él… Una de las formas que existía de apagar un fuego era llevarlo al máximo y dejar que se consumiera a sí mismo, por eso redoblé la intensidad de todo el juego en el que estaban inmersos nuestros cuerpos
Mis manos se fueron a amasar el potente y duro culazo de mi amigo, bajándole los bóxers hasta la mitad del muslo y sintiendo su pollon apretarse bajo mi ombligo, contra mi duro estómago. Carlos gimió un poco por la sorpresa, en nuestros anteriores encuentros yo siempre había mostrado un ritmo dócil dejándole a él llevar la iniciativa siempre debido a la culpa que sentía. Ahora en cambio, aunque la culpa aún seguía ahí como una losa el fuego me llenaba de ardiente ansía y aceleraba mis ritmos
Las manos de Carlos bajaron recorriendo mi montañosa espalda y bajando por mis musculados brazos hasta mi culo en donde también me bajo el bóxer hasta la mitad del muslo, nuestras pollas se saludaron abrazándose como viejas amigas. Nos separamos, Carlos estaba normal pero yo jadeaba un poco por lo bajo. Mi hermano de otra sangre se quito el bóxer y lo tiro en algún lado, yo luchando contra el deseo de hacer lo mismo le imite tirando el mío con un poco de violencia. Carlos abrió el agua girándose para maniobrar con los grifos tras abrir la mampara, yo me acerque a él y mientras hacía todo eso me dedique a sobar su culo de postal
Hecho eso Carlos me tomó de la mano y me metió en la ducha tras él, el agua fría que salía del grifo bañaba nuestros pies, la ducha era de tamaño mediano que llenado por nuestros cuerpos moldeado en el gimnasio la hacía más pequeña de lo que parecía, aun así había bastante espacio para lo que se quisiera hacer, así como un pequeño espacio de mármol al final de la bañera y la mampara destinado a poner cosas como jabón y eso pero que podría servir de banco improvisado
Volví a besar a Carlos y él me respondió gustoso. Ahora nuestras manos recorrían sin ningún pudor ni impedimento el cuerpo del otro disfrutando de la nudosa superficie de los músculos y de la calidez de nuestra piel, Carlos enredó sus dedos en mi rebelde pelo dorado y yo lamí el tatuaje sobre su pectoral. Carlos movió sus dedos por mi cabeza mientras yo me movía para comerle el duro y oscurito pezón, mi amigo gimió un poco y supe que se estaba mordiendo el labio. Aplique lengua y dientes en la punta y labios en la aureola dejando que presión y succión se alternasen y combinasen en busca del placer. Carlos me masajeaba la cabeza hundidas ya las dos manos en mi pelo, encontró un par de nudos y entre gemidos dijo:
-Para…para Valleeee….- yo me separe para verle, era más alto que yo y sus manos aun seguían en mi pelo- Tienes el pelo demasiado rebelde bro…- me besó la frente con ternura- Anda déjame ocuparme de él- salió un momento de la ducha con su pollon moreno botando cuando se movía, entro en la habitación y a los dos segundos volvió con un bote, pude ver que era el champú que usaba él- Te lo va a dejar como nuevo-
Yo me reí un poco por lo bajo, Carlos volvió a entrar en la ducha y se coloco delante de mí, abrió el chorro del agua y colocando la mano que no sujetaba el bote en mi pectoral me hizo meterme bajó. Estaba medianamente caliente aunque con la temperatura que ahora tenía mi cuerpo me pareció fría, Carlos bajo la intensidad del chorro de modo que este solo se estrellaba contra el centro de mi espalda. Carlos se hecho un chorro generoso del champú y lo dejo en el banquito de mármol, movió un poco las manos frotándolas entre sí para conseguir un poco de espuma y luego hundió los dedos en mi pelo, yo me acerque un poco a él para facilitarle el trabajo haciendo que el chorro ahora me reguera exclusivamente el culo y las piernas
Los dedos de Carlos se movían seguros pero también delicados, hubo un par de nudos que se resistieron pero al final con sutiles movimientos los deshizo, el jabón había creado espuma blanca que me resbalaba por las mejillas sin metérseme en los ojos pasando luego al cuello y de allí a mi fuerte pecho. Los ojos de Carlos o estaban clavados en los míos, o en mi pelo o se dedicaban a mirar sin vergüenza mi cuerpo desnudo, mojado y enjabonado ante él. En un momento dado Carlos aparto las manos y me hizo girarme
-Así es mas cómodo- dijo mientras desde la nuca introducía sus dedos en mi pelo
Yo eche la cabeza para adelante con cuidado de no tocar el chorro que mojaba ahora mi tableta. Carlos siguió con su trabajo y la cadencia de sus movimientos unido al masaje de los mismos me hizo cerrar los ojos mientras me relajaba por completo, creo que hasta estuve a punto de dormirme de pie. Hasta di un pequeño bote cuando Carlos dijo que ya había terminado, fui a darme la vuelta cuando mi amigo pegándoseme a la espalda se puso a recorrerme con las manos llenas de espuma blanca los abdominales dejando que el chorro las limpiara y creara riachuelos blancos que bañaban mi polla y descendían por mis piernas. Yo metí la cabeza bajo el chorro para quitarme los restos de allí mientras las manos de Carlos ya totalmente limpias me seguían sobando el torso ampliando su radio de acción a mis pectorales y a mis muslos
El sueño seguía en los límites de mi memoria y sensaciones y escenas del mismo se mezclaban con la realidad del momento igual que el jabón y el agua, discurriendo y sincronizándose de forma tan perfecta que no sabía donde acababa uno y empezaba el otro… Y eso me calentó todavía más, Carlos apoyo la barbilla en mi hombro mientras me mordisqueaba el oído y me susurraba cosas al oído que ni entendía. Realidad y sueño bloqueaban cualquier cosa que no fueran las sensaciones. Cerré los ojos dejándome bañar por ambas, las manos de Carlos apretaban con dulzura y lujuria mis pectorales y me sobaban los bíceps de los brazos o me apretaban la tableta mientras su polla se apretaba contra mi culo… Y entonces fue cuando empezó a pajearme
Me zambullí de nuevo en ambos planos, dejando que los recuerdos del sueño se mezclaran con las sensaciones de la realidad… Sentía a Carlos a mi espalda y su potente torso hinchándose y desinflándose con su respiración y sentía sus manos y percibía su voz… Pero en un nivel más profundo no era él el que estaba, en un nivel más profundo donde la simple realidad no me bastaba el sueño me llenaba, hacía eco de cada sensación multiplicándola por cien y martilleando mi cuerpo. Cuando Carlos aumentaba el ritmo de la paja el sueño profundizaba mas en el recuerdo, cuando Carlos jugueteaba con mi glande descapullado el sueño me atacaba con las caricias y palabras susurradas… Cuando Carlos me hizo correrme… El sueño superpuso a la realidad el primer beso y yo sentí como mi corazón se desgarraba de lo rápido y fuerte que palpitaba mientras gemía, los trallazos se sucedieron sin apenas darme yo cuenta, el éxtasis de la realidad no era nada comparado a la catarsis del sueño…
Y entonces realidad y sueño se separaron… Y entonces baje del éter… Vi que no había nada… Porque solo había sido el recuerdo de un sueño
Carlos se separo de mi mientras mi polla se desinflaba, me sonrió señalándome un par de trallazos de cremosa leche contra la mampara de delante
-Te has corrido a gusto- y se rio haciendo vibrar su fuerte pecho- Y como gemías joder…- me sonrió- Nunca te había visto gemir ni correrte tanto-
Yo trague saliva
-Demasiado tiempo a pan y agua y demasiado estrés acumulado-
Carlos asintió conforme, luego cogió el su bote de champú y comenzó a lavarse el pelo a mi lado colocándoos él cerca del chorro
-Hazme lo que quieras- dijo con los ojos cerrados marcando bíceps con sus potentes brazos mientras ambas manos le enjabonaban el pelo
En mi pecho sentía las ascuas del fuego, rescoldos de lo que segundos antes había brillado ardido como un Sol, que se avivaron un poco al ver a mi hermano y su cuerpazo pero sin riesgo de volver a prender el fuego. Aun así el calentón me reclamo de nuevo en un nivel más bajo, Carlos como ya dije era más alto que yo, no mucho pero que me hacía verle un poco desde abajo. Las manos en su pelo marcaban a tope su musculosos brazos, pero no solo eso el hercúleo torso especialmente los pectorales se movían conforme los brazos, abombando y estirando los pectorales y marcando la tableta al respirar y su pollon de toro seguía morenos y con un par de venas marcadas señalando a la nada… Era un cuerpazo de gladiador del Coliseo, moldeado con sudor y esfuerzo y que era un verdadero desperdicio dejar ducharse solo teniéndome a mi allí
Me pegue a Carlos y mientras él se enjabonada comencé a sobarle a conciencia, el no bajo el ritmo pero sonrió con los ojos cerrados. De nuevo reclame sus pezones con la boca pasando de uno al otro mientras masajeaba esas duras tetazas que eran sus pectorales, luego hice que resbalaran a sus duros abdominales mientras yo lamia y mordisqueaba su tatuaje escapando de los ríos de jabón que ya bajaban por su potente torso, sobe sus bíceps hinchados y Carlos bajo el ritmo para que lo pudiera hacer, los apretaba y sentía su potencia y hasta me alece un poco de puntillas para besarlos y sentir la firmeza con los labios. Luego me coloque de lado y me dedique entero a su pollón pajeándolo a la par que le sobaba el pecho, Carlos termino de lavarse el pelo y paso a extender el champú por el torso ahora que no estaba mi boca en él solo para calentarme de mala manera
Yo aumente el ritmo de su paja de golpe para demostrarle que conmigo no se jugaba de esa manera sin pagar las consecuencias, una de las manos de Carlos bajo para sobarme el culo jugando con sus dedos por mi raja pero sin intentar nada mas, apoyo su frente contra mi cabeza, sentía sus piernas temblar de vez en cuando y oía sus gemidos ahogados
-Si…si…sigue...si…- decía mientras comenzaba a mover las caderas para también follarse mi mano
Poco tiempo pasó hasta que Carlos se corrió abundantemente con un gemido ahogado contra mi cuello. Sus piernas temblaron más de lo normal y por si acaso lo sujete con mis brazos para que no se callera. A los pocos segundos acabada la corrida mi hermano se separo de mí y me beso tiernamente, luego me sonrió y mojándose entero para limpiarse cerro el grifo y abrió la mampara, salió del baño en bolas mientras se secaba el cuerpo con la toalla, se desplomo en la cama, aun quedaba una hora para bajar a la habitación de modo que después de secarme yo también me estire desnudo en mi cama
Y empezamos a hablar como los mejores amigos que éramos sin dejar ver nada más que sincera y profunda amistad entre nosotros, dado que no había nada mas, y como si nada hubiera pasado, los ojos de Carlos brillaban libres del dolor que solían tener y en mi pecho el ardiente fuego solo eran ascuas, esta vez nos habíamos ayudado mutuamente y eso me alegraba en parte… Pero por otra parte me confundía todavía más
Con suerte el fuego no volvería a arder pero tenía claro que lo haría, en cuanto pasara unos minutos con él volvería con fuerza, porque deseaba que el sueño fuera verdad pero sobretodo porque deseaba repetirlo…Y el fuego volvería a arder por él… Por Gabi…
-
Alex
Entre en la habitación sin hacer ruido solo para encontrarme que Gabi ya estaba despierto, eso no era raro en él tenía unos horarios bastante militares a veces pero lo que me sorprendió fue verle hacer fondos en el suelo. Apoyándose con ambas manos en él y subiendo y bajando a puro pulso sin hacer nada mas, una vez y otra vez… Solo estaba en bóxers, la piel le brillaba con el sudor. Yo, desconcertado como estaba, tosí un poco para que me notara y me senté en mi cama
-Treinta y siete….- gruñó bajando de nuevo- Hola Alex…Treinta y ocho- y volvió a bajar tras subir de nuevo-
-¿Qué haces tio?- le pregunte, Gabi llevaba un buen ritmo, ni rápido ni lento simplemente constante, como debía ser. No se le notaba cansado
-Un par de series…- dijo subiendo y bajando-Cua…renta- y se levanto con tranquilidad- Para despejarme-
-Ya….- es lo que alcance a decir, el pollon de Gabi en sus bóxers estaba semi erecto- ¿Por qué?-
-Ya te dije- me respondió yendo al baño- Para despejarme-
-Mmmm si- dije, el culo de Gabi me atrajo, tiene buen culo, mi amigo-
-¿Tu que tal la noche?- me pregunto desde el baño- Creí que te ibas a quedar a dormir-
-Ya ya yo también lo pensaba- me tumbe sobre la cama- Pero a eso de la una y medio me llego un wattsapp de Sandra diciéndome que si me subía y… me subí-
Oí la profunda risa de Gabi y sonreí yo también, había sido interesante entrar en la habitación y encontrar a Sandra semi desnuda abriéndome la puerta, muy sugerente la verdad. Lo que paso con ella era como sumar dos y dos… Mi sonrisa se torció en un gesto, Sandra seguramente esperaría mas, la conocía era una de mis exs y siempre que pasaba algo nuevo con ella se pensaba que íbamos a volver o que al menos tenía derecho a repetirse cuando ella quisiera. Por mucho que se lo dijera no parecía entender la dinámica de nuestra “relación” o como fuera que se llamaba el follar alguna que otra vez
Me quite el pijama y entre al baño a mear, Gabi se estaba duchando. La mampara no dejaba mucho a la imaginación la verdad pero aun así difuminaba lo suficiente como para que dos tíos en el baño no se sintieran incómodos. Mientras meaba eche la cabeza para atrás y suspire
-No quiero andar por la ciudad…-
-Te toca joderte, no haber follado- dijo la hercúlea sombra difuminada que era mi amigo-
-Ya bueno pero- me la sacudí para que cayeran las últimas gotas- Veremos Iglesias y más iglesias… Ah y el Vaticano con suerte… Que es una Iglesia pero más grande- suspire cansado mientras tiraba de la cadena
Fui al lavabo a lavarme las manos, avise a Gabi de que iba a abrir la caliente y él me respondió que no pasaba nada que se estaba duchando con agua fría. Yo mire el reflejo de su sombra en el espejo
-¿Fría?- pregunte yo asombrado- ¿Nada de caliente?-
-Nada- me respondió Gabi, mi amigo siempre tomaba duchas templadas tirando a frías, nunca frías del todo- Tengo demasiado calor-
-Joder no recuerdo que hiciera tanto calor por la noche- un silencio un tanto elocuente envolvió el baño, yo alce las cejas sorprendido- ¿Has traído a alguien a la habitación?-
Gabi se rió apagando el grifo y saliendo de la ducha, yo metí mis manos en el chorro del agua
-¿Debería?-
-Es un no ¿verdad?- Gabi asintió- No se tio te encuentro haciendo fondos, con la polla medio dura y luego vas a darte una ducha fría… Te han dejado un calentón de la ostia así que o bien has follado pero mal, o bien ibas a eso y por lo que sea tuvisteis que cortar o bien simplemente tienes un calentón de la ostia-
Gabi se quedo callado, pensando lo que acaba de decir, no le dejaba mucho espacio para maniobrar a la evasiva, al final se rindió un poco envolviendo su cintura en una toalla blanca larga
-Es la tercera- dijo saliendo para la habitación-
-¿Y eso?- pregunte un poco en voz alta mientras me quitaba los bóxer
Gabi se había tumbado con la toalla boca arriba sobre la cama, su polla ya no se notaba, la ducha (y tal vez una paja rápida en la misma) le habían venido bien
-Un sueño bastante fuerte que he tenido esta noche…- me respondió tranquilamente, conocía bien a Gabi, no era de los que dejaban frases con un final tan abierto y eso me interesó
-¿Salía yo?-pregunte para animarle a que me contara cosas, me metí en la ducha y abrí el grifo pero no mucho, quería oír la respuesta
-Siempre sales Alex no deberías ni preguntar- me dijo con sorna, yo sonreí en la ducha mientras le cogía un poco de jabón prestado a Gabi
-¿Quién mas salía? ¿Qué hacíais?-
-No recuero muy bien- me respondió, su voz tembló un poco al final de la frase, mentía- Tampoco ha sido para tanto- mentía otra vez
-Ahm- dije yo- Bueno pues con suerte el sueño volverá, la próxima vez exprímelo al máximo y con suerte lo llevaras a la realidad- me reí
-Ojalá…-dijo en voz baja, supongo que creía que el chorro había amortiguado su comentario
Yo hice como que no lo había oído y me puse a ducharme. A Gabi no se le veía tan mal solo un sueño un poco húmedo y ya… A los pocos segundos las tetas de Sandra y sus jadeos en mi oído me apartaron de la realidad
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Sergi
-Vamos Sergi levanta- me dijo Dani mientras movía un poco mi macizo cuerpo
Rebullí en estado de duermevela y con un gruñido me puse de lado
-Aún es pronto- dije bostezando- Déjame un poco mas-
-Hoy hay que bajar antes para que nos expliquen estos dos días- me dije subiéndose de rodillas a la cama- Yo ya me he duchado y vestido, te he dejado tiempo de sobra para despertarte tranquilamente- se apoyó en mi brazo y me movió desde allí- Venga que si llegas tarde nos castigan a los dos-
-Puto egoísta- dije sonriendo un poco- Solo piensas en ti-
-Y en ti hombre- se rio- No quiero que te castiguen tampoco- mi peque no me podía levantar ni aunque pretendiera hacerlo, lo único que podía hacer era colocar sus manos en mi fuerte brazo o mis redondeados hombros y moverme desde allí para que me levantase, era bastante cómico la verdad
-Estoy molido…- le dije entreabriendo los ojos- Tu ayer te me dormiste en brazos pero yo te tuve que acostar y poner el pijama, entrar las maletas de los dos y luego acostarme yo
-Y por eso te quiero- se rio Dani
Mi corazón palpito fuerte. No tenía nada de fuerza de voluntad contra mi peque. Abrí los ojos del todo bostezando
-Está bien está bien- dije sentándome sobre la cama y haciendo resbalar un poco a Dani, le acaricie el pelo y le bese en la mejilla- Anda tu ve bajando y si eso distrae un poco a los tutores-
Mi peque abrió la boca para quejarse, estaba tan cerca de mí que me dieron ganas de besarle pero en su lugar le corte colocando mis manos en su cintura y alzándole un poco le quite de la cama. Dani torció la boca
-No hagas esas cosas, no soy tu peluche- le cabreaba bastante que le tratara como si lo fuera
-Pero sí que lo eres- dije yo riéndome un poco- ¿A que si Señor Abracitos?- use el mote que le habían puesto Valle y Carlos en nuestras borracheras de grupo
-Que te jodan ahora sí que no te espero- mi peque intento parecer indignado y enfadado pero vi que sus orejitas y sus mejillas ya empezaban a ruborizarse- Imbécil-
-Di mejor gilipuertas- le respondí guiñándole el ojo- Con suerte estarás en la fase en la que no sabes decir bien las “r” Señor Abracitos- cuando no podía hacerlo por haber bebido demasiado me volvía loco
Dani, que ya estaba casi ruborizado por completo, me huyo los ojos por pura timidez que intento hacer pasar por enfado. Me dio la espalda y salió de la habitación soltando un “cabron, que te den” muy poco convencido. Yo me tumbe sobre la cama y me estire a conciencia, retirando la blanca sabana vi la razón para no levantarme estando Dani. Mi polla estaba contra mis bóxers y se presionaba con el pantalón del pijama que me llegaba solo por las rodillas. Yo suspire metiendo la mano y sacándola
-Si es que se nos pasea Dani desnudo por la habitación y mojado de la ducha y nos ponemos locos ¿a que si?- mi polla lo coreo con una leve palpitación- Ya cuando se lo diga le dejare claro de tu parte lo que piensas de él…-
La declaración… Tenía que hacerla y a cada segundo que pasaba lo tenía más claro y cuanto más claro lo tenían más ganas tenía de declararme. Tenía que ser pronto… tenía que ser ya, o sentía que iba a explotar. Para cuando me quise dar cuenta me estaba pajeando lentamente mientras le daba vueltas, no me importo en cierta forma me relajaba sin llegar a excitarme del todo
-Esta noche…- dije continuando con la lenta paja- Si, cuando estemos solos en la habitación se lo diré…- baje mi mirada hasta mi polla- Mejor no me la hago… Con suerte necesitare toda la leche que pueda producir- y me reí metiéndome al baño mientras el pantalón de pijama y los bóxers se deslizaban por mis macizas piernas
Tal vez… con suerte… un si… Solo necesitaba eso, un sí para sentirme pleno, para sentirme totalmente realizado como persona, como hombre… Como su hombre… solo un sí y seria la persona más feliz de la tierra. Y un si no estaba tan lejos de mi alcance, vale es cierto que Dani nunca había mostrado más que una profundísima amistad por mi pero eso podía cristalizar en algo mas, es cierto que estaba saliendo con Valle pero aun así lo debía intentar, es cierto que tal vez rompiera nuestra amistad para siempre pero debía hacerlo. O lo hacía o explotaba, era una presión en el pecho la que me decía que esto era así…. Y el si aun estaba flotando…. Porque mi peque era gay… como yo…
Decidí que el día de hoy no le daría más vueltas al tema, el día de hoy seria para pasármelo bien con mi mejor amigo. Independientemente de que me muriera de amor por el hoy sería un día para guardarlo en la memoria, junto con la noche…
Para bien o para mal era el último día que íbamos a pasar como amigos
Me duche con un ritmo un tanto rápido, era cierto que iba con la hora un poco pillada. Las caricias de mis manos envueltas en jabón por mi cuerpo me volvieron a poner a tono y la idea de la paja era cada más tentadora pero sentía que no debía hacérmela. Casi prefería tener la sensación durante todo ese día así no se me iría de la cabeza lo que tenía que hacer… Suspire dejando los brazos caidos para que el jabón goteara con el agua… Un día, solo me quedaba eso. No llegaba ni a las veinticuatro horas ya
Lo tenía que hacer hoy, esta noche o nunca lo haría. Si dejaba que el miedo me ganara la partida esta vez se acabaría el juego, nunca sería capaz de hacerlo
Salí y me seque mientras le iba dando vueltas al tema, a la par también trataba de quitarlo de mi cabeza y eso al final lo conseguí pensando en Dani. Pero no en Dani como mi peque, no en Dani a quien amaba, si no en Dani simplemente. En mi mejor amigo
Me cambie rememorando algunas escenas pasadas: partidos de futbol, fiestas de cumpleaños, ferias, vacaciones… Todo era un intricado tapiz donde cada hilo estaba firmemente prieto a los otros, si alguno fallaba lentamente todo se empezaría a deshacer. No debía olvidar eso, al margen de cualquier posible respuesta de Dani no debía olvidar nunca sobre lo que estaría construida esta noche y el resto de nuestro futuro. No debía dejar que todo se deshiciera simplemente porque una de las zonas del tapiz no quedaba como a mí me gustaba
Estaba por encima de eso, si había llegado a ese punto era por precisamente por eso, Dani se merecía de mi que aceptara lo que viniera hoy con madurez…
-Me puede decir que no…- susurre a la nada completamente vestido, mi mirada se oscureció- Pero me puede decir que si- sonreí en parte
Salí de la habitación con paso tranquilo, cerré la puerta suavemente dejando la habitación en silencio. Guardada en éter hasta esta noche
-
Alex
Se nota algo en el aire, pensé mientras me acomodaba en mi asiento del autobús con Valle al lado, Todos están más… Y deje el final del pensamiento flotando en las brumas de mi mente, no sabía cómo acabarlo, ninguna palabra me parecía adecuada. Desde luego no era callados, hablaban lo mismo que siempre, tampoco era reflexivos, es cierto que a veces les sobrevenían silencios un tanto meditabundos pero nada anormal, ni tampoco tristes, aunque sus ojos a veces dejaran ver algo de eso… No había palabra que conociera que sirviera para simplificar su comportamiento, era tan complejo, tan abstracto que las palabras no me valían
Con traqueteo un tanto vacilante al principio el autobús comenzó a moverse de forma pausada. Las calles en Roma, incluso las que rodeaban este hotel un tanto alejado del centro, eran estrechas y tendían a curvarse mucho, demasiado… Con una cadencia hipnótica cada curva acercaba el autobús más a una cuna que se mecía lentamente. Valle a mi lado tenía los ojos entrecerrados y miraba por la ventana callado, no tardaría en caer dormido… Y si me descuidaba yo también lo haría
El móvil me vibro y lo saque del bolsillo, ignore el wattsapp de Sandra preguntando que qué tal había despertado y sin pretenderlo me metí en el del grupo para leer mensajes antiguos. Con antiguos quería que eran del día que embarcamos, el grupo del wattsapp no tenía sentido en un viaje donde convivíamos juntos. Leyendo los mensajes y aunque se hablaran de diferentes temas siempre se podía apreciar una pauta que solía repetirse
Por un lado estaban los mensajes de Sergi, vistos totalmente aislados no tenían nada de especial, no dejaban ver mas pero si se ampliaba el conjunto englobando los de Dani, que siempre eran cortos y solían contener caritas felices y demás, se podía ver que en el 90% de los caso Sergi hablaba inmediatamente después de Dani o viceversa, a veces incluso su manía personal (y sabia que totalmente inconsciente de hacer eso) les había llevado a mantener conversaciones enteramente paralelas en pleno grupo y sorprendía mas que el resto lo tomáramos como algo natural, a fin de cuentas eran Dani y Sergi…
Luego los mensajes de Gabi, del mismo modo que los de Dani tendían a ser cortos y ambas formas estaban influidas por la personalidad. Dani por su timidez que no le hacía hablador y menos en el grupo del wattsapp donde el tono a veces no se pillaba y las bromas se hacían demasiado literales (cosa que Carlos solía utilizar para meter a Dani en “aprietos” semánticos que le ponían rojo como un tomate), por el contrario aunque en la personalidad de Gabi tampoco estaba el ser hablador en exceso lo suyo estaba motivado por su tendencia natural a ver como el resto de personas hablaba, interviniendo lo menos posible, no era timidez pero Gabi no era de los que necesitara hacer notar su presencia con comentarios ingeniosos y eso era lo que hacía que todo el mundo siempre notara su presencia por encima de la de los demás, una ironía bastante interesante… Además hasta en los wattsapp se podía captar el aura de hermano mayor que siempre le envolvía
Y luego se pasaba al polo opuesto a Gabi, Valle. La explosiva y radiante alegría de mi amigo era palpable en lo que decía pero también en la forma que tenia de decirlo, podía contarte fácilmente la estructura barroca neoclásica de una bóveda y hacerte creer que en realidad te estaba contando la última travesura del arquitecto. Era el tipo de persona a la que no dejaban entrar en una cristalería, temiendo que su contagiosa alegría despreocupada acabara por hacer tener a los clientes la sana curiosidad por ver qué pasaba si ponían todas las copas formando una pirámide con la fuente para el ponche apoyada en la copa de la cúspide… Sonreí adormilado imaginándome la escena
Entre la alegría bonachona de Valle la chulería un tanto arrogante de Carlos era más visible, se podía ver como al final de algunas frases se le salía la sonrisa de perdonavidas aunque no se le pudiera ver. Se podía ver el brillo tranquilo en sus ojos, arrogancia mezclada con calidez que creaba un conjunto bastante difícil de desentrañar. Los mensajes de Carlos solían estar volcados a picar (en clave de broma) a la gente del grupo que solíamos responder con gusto, había algo en la forma que tenia uno de discutir con Carlos que te hacía sentir más vivo además de que el cabron parecía sabérselas todas y no te dejaba espacio para que le ganaras, aunque aparentemente llevaras la razón, y tras cada discusión te sentías mucho más unido a él… Algunos de los mejores consejos del grupo habían salido de Carlos mientras discutía con quien fuera y eso un simple chulo arrogante no lo podía hacer, hacía falta tener algo mucho mayor dentro de ti para conseguirlo
Y luego estaban los míos a los que yo consideraba perfectamente normales aunque también es cierto que era francamente difícil juzgarse a uno mismo… Parpadeé intentando no dormirme pero las reflexiones de antes sobre mis amigos parecían haber agotado las reservas de mi cansada mente y para cuando me quise dar cuenta estaba apaciblemente dormido en la cuna gigante que era el autobús
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Valle
Recoloque a Alex sobre mi hombro para que su cabeza se apoyara mejor, hacia diez minutos que se había dormido y cinco que se había acabado apoyando en mi. Yo no dije nada, no solía poder dormirme en los viajes de modo que me solía tocar ser la almohada de la gente. Delante nuestra Sergi también dormía, llevaba los cascos puestos y por lo que parecía había estado escuchando música lenta para adormecerse, lo mismo podía decirse del resto del autobús, solo el tutor y el conducto así como un par de compañeros míos no habían conseguido dormirse (en el caso del conducto era obvio porque)
En una curva Alex se deslizo a un lado y tomo aire rápidamente mientras gruñía un poco por lo bajo. Yo apoyando la mano en su pecho le volví a colocar normal… Pero deje la mano… Bajo la camiseta de Alex se podían notar los pectorales firmes y… Trague saliva apartando la mano de golpe, sentía que con poco que pusiera de mi parte las ascuas que tenía en mi pecho volverían a prender como una hoguera y hasta la noche no disponía de ninguna forma de volverlas a apagar
Por suerte en la recepción conseguí escabullirme de Gabi dado que subimos a los autobuses casi en seguida pero aun así el verle entre la gente me había hecho sentir ganas de colocarme a su lado… Pero era Gabi… Gabi… No había cambiado nada, seguía siendo uno de mis mejores amigos, con quien había pasado cientos de experiencias a quien había visto desnudo infinidad de veces, a quien de coña había sobado ya fuera en los vestuarios, en el gimnasio o en cualquier otra situación que el tacto de su cuerpo no tenia misterios para mi… Nunca me había pasado nada como esto, cerraba los ojos y estaba en el sueño, dejaba volar mi mente fuera de los límites de mi control y me encontraba recordando el sueño y sintiendo algo parecido a la pena que no podía clasificar
Deseaba los besos, las caricias, el tacto ardiente de su piel sobre la mía… En cuanto bajaba la guardia el sueño me devoraba por completo cuerpo y pensamiento. Era Gabi, nunca había dejado de ser Gabi; tal vez el problema estuviera precisamente allí… Pero eso sería desvariar demasiado
Cuando el autobús paro desperté a Alex que se envaro de golpe, me levante y saliendo al pasillo hice lo mismo con Sergi. Se le notaba mucho más relajado que otros días además lo que fuera que le había pasado con Dani para que existiera esa tensión entre ellos ya había desaparecido… Quite de mi cabeza a mi novio, demasiadas cosas en las que pensar, demasiado poco espacio en la cabeza ya para no sentirla a punto de explotar con todo esto, demasiado poco aguante para enfrentarme a todo a la vez
Para nuestra sorpresa empezamos visitando… Eso es, más Iglesias. De esas que nunca te cansas de ver una y otra y otra vez porque, en el fondo, ¿qué más da que todas las iglesias tuvieran la misma o casi igual disposición? ¿Qué más da que la curiosidad por los cuadros y retablos desapareciera tras la decima Iglesia y por las tallas en la decimo quinta? El caso, la verdadera razón por la que se entraba, era porque estaban frescas y te permitían escapar del sol de Roma, que aun en las tempranas horas de la mañana parecía ya querer sacar el látigo a pasear
La guía le echaba entusiasmo había que reconocérselo pero de donde no había no se podía sacar y no era que de las sillerías, contrafuertes, arcos de medio punto, arbotantes y demás no se pudiera si no que sencillamente de donde no se podía sacar era de la mente de la gente, que de la Iglesia la mayor obra de arte eran los bancos (muchos seguían medio muertos de la paliza a andar de ayer). La gente había desayunado lo que se había podido saquear de la sección de bollería del buffet del hotel dado que tuvimos que salir con bastante prisa
El contemplar Iglesias y el dibujar en mi mente bocetos sobre algunas partes interesantes me hicieron abandonar de forma segura bastantes lazos con la realidad, como siempre me puse a pasear solo por la Iglesia buscando elementos que me llamaran la atención, el gusto artístico de Carlos se centraba en estos momentos en lo que se podía contemplar desde la columna donde estaba apoyado con Sergi. Reconocía las líneas en la piedra, podía ver lo que el arquitecto en su mente había querido hacer y que difería un poco de la realidad. En los sueños siempre es más bonito, pensé; lo sabía por experiencia, un cuadro, un boceto, hasta la idea de un edificio siempre era más bonita en la cabeza pero si no se veía en la realidad solo acaba siendo un pensamiento que el tiempo acababa disolviendo, pero esto perduraría… No era perfecto pero era suficiente, era lo que solía decir mi viejo profesor de Arte
No era perfecto pero era suficiente… Y así fue como me choque sin querer con Gabi
Al retroceder me encontré con que venía de frente de modo que podría haberse apartado de haber querido… A menos que estuviera mirando los frescos del techo, me sugirió mi mente a toda velocidad descartando temerosa la idea de que se había chocado conmigo a proposito. Gabi parpadeo un poco desconcertado, No era perfecto pero era suficiente comprendí que no se aplicaba a él. Porque era incapaz de encontrarle un solo fallo, su piel blanca de aspecto terso, su altura respetable, su fuerte cuerpo, su atractivo rostro… Y volvieron los besos, las caricias, las palabras susurradas… Basta, me ordene a mí mismo, Para ya de darte cabezazos contra una pared
Gabi me sonrió girándose y colocándose a mi lado comenzamos a hablar de la Iglesia, una conversación totalmente normal con un amigo y encima sobre Arte un tema que dominaba bastante bien, ¿entonces porque sentía que a cada cosa que decía estaba quedando como un estúpido delante de él? ¿Y desde cuando me importaba hasta tal punto el quedarlo? Me venían a la mente cientos de situaciones con Gabi, partes de conversación o simplemente hechos que se metían en el cajón de “mejor que no le cuentes esto a nadie” por ambas partes, miles de veces había quedado mal delante de Gabi ya fuera por despiste o por un chiste sin gracia o por circunstancias externas y miles de veces Gabi también había quedado mal delante de mí. Pero nunca había importado, porque éramos amigos, porque dentro del paquete de ser amigos entraban este tipo de cosas…. ¿Y desde cuando me rayaba tanto por las cosas?....
Cuando llegamos al ábside dimos la vuelta y volvimos sobre nuestros pasos, seguíamos hablando pero yo estaba en modo automático. Tenía que esforzarme sobremanera para que los recuerdos del sueño no me desbordaran por completo y aún así un par de veces me sorprendí mirando los labios de Gabi aprovechando la diferencia de alturas. No sé cómo iba él por su parte porque bastante tenía yo con lo mío pero suponía que bien, lo que no dejaba de recordarme que por muy vívido que hubiera sido todo no era más que un sueño
Al llegar con la gente Gabi me palmeo la espalda dejando su mano sobre mi hombro, era una gesto amigable, amistoso que denotaba calidez de un amigo a otro… Pero me sumergía en un mar de dudas, además el hecho de que Gabi pareciera respirar un poco más acelerado no ayudaba a mi pobre espalda y nuca que tenía que soportar los leves roces de los pectorales de mi amigo… Todo era demasiado para mi…
¿Por qué narices el corazón de Gabi se oía tanto? ¿O era el mío?
No sabría decirlo a ciencia cierta, parecía que bombeaban a la vez
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Sergi
Dani y yo andábamos por delante de toda la columna, casi al mismo nivel que la guía pero separados bastante de ella. Teníamos nuestra pequeña burbuja de intimidad que no hubiera permitido por nada del mundo que nadie rompiera, estábamos hablando de pizzas. Era un tema atrayente que seguramente podía parecer un puente a que alguien más se uniera pero eso era algo que yo no quería y por la forma en la que Dani había acompasado su paso al mío para adelantarnos a la gente él tampoco. Buena señal pero no decantaba nada hacia ningún lado
-Pero le echan mucho aceite a veces- decía mi peque mirando la gente pasar- Eso no me gusta mucho-
-No se pasan siempre, además algunas pizzas están pensadas para eso-
-Ya si lo sé- dijo sonriéndome un poco- Pero aun así no me gustan, aun con todo la masa si es mucho mejor que en Madrid-
-No me compares las pizzas de Madrid entregadas en la puerta de tu casa a los veinte minutos de llamar con las de aquí- señale vagamente un restaurante- Aquí lo llaman tradición, nosotros comida rápida-
-Mejor que no te oigan- se rió Dani
-Mejor que no, que suelen tener un pronto fuerte los italianos-
-Tal vez acabes siendo objetivo de la “Cosa Nostra” por decir esas cosas- se rio
Yo plasme en mi cara el desconcierto que sentía en mi mente. Dani suspiro un poco, a veces me decía cosas así y yo me sentía un poco tonto por no saberlas, me parecía el tipo de cosas que a Dani le gustaba que supiera, si bien es cierto que también disfrutaba mucho explicándomelas
-“La Cosa Nostra” era el sobrenombre que recibía la mafia siciliana- dijo, luego torció un poco la boca- Claro que esto no es Sicilia pero el principio viene a ser el mismo para la mafia en general-
-Ahm- dije yo de forma muy elocuente- ¿Y tu como sabes eso?-
-Porque leo- me dijo mirándome con sus preciosos ojos verdes
-Ya claro- dije yo sonriéndole y pasándole el brazo por el hombro-¿En qué peli lo has visto?-
-En ninguna- como tenía la cabeza girada se le había quedado un poco trabada hacia mí lo que me dejaba ver su fuerte cuello y sus labios al moverse, tan cerca…
-Ya ya- dije yo pegándole un poco más a mí, Dani aparto la mirada enfadado- Pero si te estás empezando a poner rojo- dije besándole la sien, Dani intento huir del contacto sin muchas ganas
-Que te digo que lo he leído- me dijo intentando controlar su tono de voz para que no le saliera el pequeño deje de enfado infantil que sabía que le haría perder automáticamente la discusión
-Va va si te creo- dije exagerando un poco la frase
-Ai que es verdad- me dijo apartándose por completo de mi- Que tonto puedes llegar a ser-
Yo me reí dejándole espacio le conocía bien y aunque ahora estaba mirando los edificios con autentico interés lo que estaba haciendo era esperar a que se le fuera el rubor. Cuando lo hubo hecho se volvió a colocar a mi lado. Estuvimos andando en silencio escuchando los sonidos de la ciudad, me encontraba increíblemente a gusto así con él y sabia por su postura que Dani estaba igual de agusto que yo… No quería tener que estropear eso, quería la seguridad de que si salía mal todo seguiría como siempre… Pero estaba muy lejos de mi alcance
Seguimos andando en silencio, no nos hacía falta hablar, yo mientras quite esos oscuros pensamientos de mi cabeza lo que tenía que hacer era aprovechar el día. Cuando la tormenta oscura se hubo alejado de mi mente volví a hablar:
-Fue en”El Padrino” ¿a que si Dani?-
-Spädbarn- respondió chasqueando la lengua y dándose la vuelta para volverse al grupo pero el rubor de sus orejitas no me mentía
-No vale insultar en sueco…- me reí mientras le alcanzaba en dos zancadas
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Alex
El día transcurría lento, pero transcurría. Tras tres trozos de pizza que nos comimos mientras andábamos cada uno estaba saciado, lo mismo que hizo el resto del curso. Para regocijo de los bolsillos de un señor con el restaurante en el lugar exacto a la hora exacta. Yo andaba tranquilamente por la ciudad, excepto un momento un tanto tenso con una Sandra más tozuda que una piedra todo iba como siempre. Gabi a mi lado caminaba pensativo, eso no era raro en el lo que sí lo era era su porte, mucho más… Abstraído en sí mismo de lo normal, creo que podría haber cruzado un espectáculo callejero de malabaristas con cuchillos sin darse cuenta
Estará pensando en el calentón, razone yo. No era la primera vez que a mí me pasaba, alguna vez tenía un sueño fuerte con alguna tía y le daba vueltas pero solo me duraba hasta que follaba que era lo que necesitaba Gabi… El simplismo de mi razonamiento encontró el mismo su fallo, Gabi era Gabi si lo que pretendía era buscarle una chica iba contra una pared. La vida amorosa de Gabi se reducía a escarceos y un par de exs, el era feliz como estaba y la verdad es que eso me hacia feliz también. La felicidad de mi amigo me preocupaba
Sorpresivamente estábamos viendo más cosas aparte de las siempre presentes Iglesias. Aunque se reservaban el plato fuerte para mañana, cuando estuvieran ya todos los tutores a excepción de Fernando. Entonces seria cuando nos podrían dejar mayor libertad (dado que nos podrían vigilar mejor, cosas como esta siempre me llaman la atención). Aun con todo el día era aburrido, al menos para mí el resto estaba a sus cosas y parecían estar pasándoselo mejor que yo (lo cual no era difícil) o por los menos se entretenían con algo
Gabi como ya dije estaba pensativo. Dani y Sergi estaban tonteando entre ellos de una forma que se me hacía imposible que nadie más se diera cuenta, pero en el fondo es porque eran Dani y Sergi y la gente estaba más que acostumbrada. Valle estaba con Carlos andando al final del todo estaban aprendiendo frases en italiano del diccionario del móvil de Carlos y no paraban de parar gente para preguntar cosas como:” ¿Sabes usted donde está el vaticano?” o “¿Me podría explicar la diferencia entre la columna de Trajano y la de Adriano por favor?” todo ello con un marcado acento español…
La tarde se extendió delante de nosotros como una mortaja y cuando decía nosotros quería decir yo. Me pase la tarde observando a Sergi y a Dani, dado que era lo más entretenido que había. Como ya dije no paraban de tontear además con la artillería pesada incluida, todo seguía un esquema: estaban hablando inclinados sin darse cuenta el uno hacia el otro, entonces en algún momento de la conversación esta subía un poco de tono o surgía alguna broma lo que hacía que Dani se ruborizara un tanto, lo que provocaba que Sergi abrazara a Dani como por impulso aunque solo fuera pasándole el brazo por los hombros, lo que hacía que Dani se ruborizara un poco mas lo que le hacía más susceptible a los suaves piques de Sergi para enfadarle, lo que provocaba que Dani se enfadara y se alejara de Sergi (para Sergi y Dani el concepto de “estar lejos” era el de “estar a una distancia normal” para el resto de personas, bueno aunque puede que lo haya exagerado un poco venía a ser eso básicamente) estaban unos minutos o así entonces Sergi o Dani cedían y se volvían a acercar y de nuevo empezaba todo otra vez… Era fascinante sobre todo si se le sumaba el hecho de que lo estaban haciendo sin darse cuenta
Asentí conforme, todo parecía ir bien entre ellos y el pequeño accidente de la noche de la fiesta parecía haberse diluido en el acuerdo al que habíamos llegado Dani y yo. Suspire un poco, se les veía felices y por un momento me pregunte que sería sentir eso. Nunca me había enamorado mas allá de cualquier capricho pasajero por alguna tía, no tenía nada que pudiera considerarse una base sobre la que empezar a construir. Veía a Sergi y a Dani y sabia que no tenía lo que ellos tenían, pero no sabía que era exactamente lo que tenían… De todos modos tampoco me preocupaba, había aprendido a vivir muy felizmente sin amor en donde todo el control lo llevabas tú
Pasee mi mirada por las chicas del curso mientras seguíamos viendo cosas, a algunas de ellas me las había tirado, casi todos los pivones de mi curso habían pasado por mi cama en algún momento y eso me enorgullecía un tanto. Pero si las contemplaba más tiempo del normal, si en mi mente empezaba a dibujar los contornos de algo mas enseguida sentía el rechazo dentro de mí, interiormente no quería eso o sentía que no podía tenerlo de momento… Suspire cansado, ¿si estaba perfectamente así porque siempre me rayaba este tema?
Delante de mí pasó Cris seguida de un par de amigas suyas, la chica estaba bien con su cuerpo y su mirada clara la hacían palpablemente atractiva. Y por lo que sabía no tenia novio… Juguetee con la idea un segundo pero luego la descarte lentamente, ahora no tenía ganas tal vez luego en Madrid porque al parecer cada cosa que hacía en Italia se complicaba mil veces mas
Mis pasos me devolvieron a Gabi, seguía con su misma aura de estiramiento, la verdad es que le estaba dando bastantes vueltas a lo que fuera que pensara. De vez en cuando su cuello se tensaba o sus manos se abrían y cerraban lentamente como si quesera coger algo invisible, acabo por ponerse las manos a la espalda y andar un poco encorvado hacia delante. Ya ahí sí que descarte cualquier idea de iniciar una conversación con él, estaba caminando con la pose que delataba que en esos momento estaba tan metido en sí mismo y en sus cosas que hablar con el seria como intentar abrir por palanca un ataúd con un palillo de madera
Ralentizando el ritmo acabe por hacer que Carlos y Valle me alcanzaran, ya había dejado su feliz idea de preguntar cosas en italiano para intentar entender la respuesta, en su lugar iban señalando edificios y personas mientras se reían. Cuando llegue yo me respondieron con calidez, al menos con ellos sabias que no te ibas a aburrir. Sobre el cielo el sol comenzaba a dar palpitaciones anaranjadas
-¿Qué hacéis?-
-Nada- me respondió Carlos tranquilamente- Cosas nuestras-
Valle asintió un tanto, nada en la postura de ambos indicaba que no fuera bien recibido allí. Sea lo que sea que estaban hablando está claro que habían decidido conjuntamente dejarlo para más tarde, yo me coloque al lado de Valle dejándole entre Carlos y yo. Los tres acompasamos nuestros pasos para quedarnos al margen
-Ya solo nos queda hoy y mañana de viaje- dije yo para empezar nuevo tema de conversación
-Parece que fue hace mucho cuando montamos en el avión y apenas si han pasado seis días- siguió Valle- Hemos estirado tanto los días que al final no acaban pareciendo el doble-
-Pues a mí dentro de lo que cabe se me ha pasado rápido- dijo Carlos metiéndose las manos en los bolsillos- Con tanto por ver y tantas cosas que hemos hecho, no tenias tiempo para pararte a pensar en el tiempo-
Yo me encogí de hombros
-Eso va con cada uno- tercié yo- Aunque estos últimos días se me empiezan a hacer cuesta arriba-
-Demasiado cansancio acumulado…- dijo Valle mirando al suelo por un segundo
-Si- respondió Carlos y ambos se quedaron inmersos en sus propios silencios, solo duraron unos segundos pero durante esos segundos cada uno se metió en su mundo personal olvidándose del resto como estaba haciendo Gabi. Pero al contrario que este Carlos y Valle regresaron de forma un tanto precipitada, como quien entra en una habitación para encontrarse un perro rabioso dentro y decide que irse corriendo es la mejor opción
-Todos estamos muy cansados- dije entonces yo tratando el asunto con diplomacia
-Se les nota- dijo Carlos
El grupo paro de nuevo delante de una serie de esculturas, nos repartimos en círculos. Yo suspire cansado mientras los fríos ojos de piedra me devolvían miradas vacías de pura eternidad
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Sergi
Mi peque no encajaba entre las estatuas. Viejas, sucias y carcomidas por siglos de castigos acumulados, estaban deslustradas. En donde antes debía haber mármol liso había costras finas de escamas, en donde las líneas habían sido gráciles el moho había cubierto la armonía, por aquí y por allí les faltaban trozos… Las estatuas eran bellas si se veían solas pero en cuanto mi mirada las tomaba en conjunto con la figura de Dani estaba claro que no cuadraban bien
Era como ver el retrato de alguien y a ese alguien, se podía ver que era fiel la representación y sin embargo por muy maestra que fuera la técnica del artista se veía que la realidad siempre le ganaba por estrechos márgenes. Mi peque se movía tranquilamente entre las estatuas, el sol anaranjado de la tarde derramaba su luz adormilada sobre Dani haciendo brillar su pelo y relucir sus ojos, su piel contrastaba blanca contra las mohosas superficies y sus facciones de dios griego hacían palidecer la de las estatuas. Era como ver a Apolo contemplando una estatua suya, sin prestar mucha atención se podía ver los márgenes que la realidad le estaba sacando a las estatuas
Mi corazón latía fuerte pero mesure sus latidos, todavía no, aun no era el momento. El sol aún estaba demasiado alto para eso, pero quedaba poco… Cada vez menos…
A cada segundo el latido del Destino acercaba el momento
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Valle
Era tan difícil mantenerse siempre en guardia para dejar al sueño fuera que estaba empezando a sufrir las consecuencias, como un entumecimiento mi mente cada vez se negaba con más vehemencia a resistirse a los recuerdos y mi corazón cada vez palpitaba mas fuerte cuando las defensas se rompían. Estaba echando una partida a mi propio cuerpo, parecía estar luchando contra mí mismo pero no podía parar. Estaba claro que no iba a parar, porque solo había sido un sueño y porque no podía permitirme el lujo de confundirme cada vez más
Carlos y Alex estaban hablando, yo también participaba pero me quedaba al margen, cada pequeña cosa me lanzaba los recuerdos como escalas y arietes contra mi muralla, pero aun podía aguantar. Mis ojos se desviaban una y otra vez para buscarle con la mirada y siempre le encontraban antes de que pudiera pararlos… Me era tan fácil verle…
Su fuerte espalda flexionada un poco por la posición de sus brazos en ella, la cabeza un tanto gacha y el paso tranquilo y constante, sin subirlo ni bajarlo nunca. Casi parecía que estaba pensando en algo muy seriamente… Yo ya estaba cansado de pensar, sería tan fácil dejarse arrastrar por todo, nadar contra corriente solo postergaba las cosas mi orilla aun estaba muy lejos todavía como para que pudiera salvarme de todo esto. De momento solo podía nadar contra corriente
Sentía un cosquilleo en por toda la espalda y mis dedos se cerraban y abrían todo el rato, mis ojos se entrecerraban solos y mis pasos se mesuraban y para cuando me quería dar cuenta el recuerdo del sueño estaba campando a sus anchas por mi cabeza
La visita cada vez me parecía menos interesante y cada vez con más frecuencia contemplaba el sol. Estaba bajando inexorablemente, un ojo de tonos naranjas que cada iban dejando mas paso al rojo que finalmente moriría en el negro… Entonces la noche, entonces el sueño... y tenía miedo, no quería tenerlo pero una parte de mi ansiaba con locura volver a vivirlo; volver a sentirlo todo otra vez como un bálsamo, sentir caricias y besos como si fueran reales, dejar que las palabras susurradas me erizaran la piel de nuevo… Volver a tenerlo todo en la nada de mi mente…
Pero eso no estaba bien, me regodeaba en algo que no era más que el producto de procesos químicos y aun así estudiaba Artes porque sabía que detrás de la química siempre había algo más, que detrás de cada explicación simple una realidad compleja se escondía. Me estaba costando horrores no correr a que Carlos me abrazara porque realmente necesitaba algo como eso, necesitaba unos brazos rodeándome aunque fueran los de Carlos y no los suyos. Lo único que necesitaba era descansar por fin
La visita seguía, la gente estaba cada vez mas cansada. Todos dábamos muestras de cansancio, Carlos arrastraba un poco los pies y la cuadratura de Alex se estaba quebrando, Dani caminaba un poco apoyado en Sergi y este parpadeaba de vez en cuando más rápido de lo habitual, solo Gabi parecía no estar cansado, andando siempre al mismo paso constante y absorto en sus cosas…¿Qué estaría pensando?...
Las conversaciones iban muriendo a medida que emprendíamos el camino de vuelta al autobús. Yo trate de hablar con la gente pero enseguida veía que era inútil, cuanto más se acercaba la noche más sentimientos contradictorios poblaban mis pensamientos
No era perfecto pero era suficiente…
Y el sol en el cielo seguía descendiendo
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Alex
Me desplome en mi asiento, esta vez al lado de Sergi dado que Valle nos había pedido tener los asientos libres para dormitar un rato. Sergi tenía la cabeza apoyada en el respaldo, intentando relajar los hombros con movimientos circulares
-Pues ha estado bien la visita- dijo tranquilamente
Yo le mire. Para ti no te jode que te has tenido con quien entretenerte, pensé yo, Para mí ha sido un puto coñazo
-Un poco- dije sin embargo, estaba demasiado cansado para frases más largas- Hoy no creo que salga de la habitación-
-Ya veremos- dijo Sergi riéndose, se volvió a colocar normal, me miro desde arriba y luego por la ventana- Ya casi es de noche- murmuro más que dijo
-Ya- respondí yo tanto por cansancio como por desconcierto, ¿a qué venía hablar de eso ahora?
Sergi asintió lentamente mientras murmura un “Ya casi” apenas audible. Yo suspire cansado, seguramente estaban pasando cosas que merecían atención o al menos cosas que merecían ser miradas dos veces pero estaba demasiado molido. Como siempre el autobús acabo convertido en una cuna gigante y para cuando me quise dar cuenta dormía sobre el redondeado hombro de Sergi y contra su fuerte brazo. No dormía en sí, más bien me costaba tanto abrir los ojos que mi mente en estado de duermevela estaba a flotando a oscuras, captaba sonidos y sensaciones difusas del exterior pero estaba demasiado cansando para entenderlas de modo que simplemente me limitaba a oírlas y sentirlas
-…no sé cómo hacerlo tio….- estaba diciéndome alguien-… entonces le siento en la cama…. Y cuando acabe me callo….- solo era capaz de pillar trozos de frase de las reflexiones en voz alta de alguien-… me muero por besarle… y supongo que podre soportarlo si no….quiero tenerle como amigo al menos…ya es de noche…-
Lo siguiente que sentí fue una mano zarandeándome un poco y cuando abrí los ojos sentí estallar los recuerdos de lo que había oído en mil esquirlas que rebotaron por los recovecos de mi mente. Tenía una idea abstracta de algo pero el brusco despertar lo había borrado. Era algo… pero no sabía el que… Cuando me levante con la mano de Sergi en mi brazo para ayudarme note el brillo de sus ojos, estaba lejos de aquí, al menos de donde estaba yo
Baje tambaleando un poco por el sueño pero ya por fin podría derrumbarme en mi cama, del otro autobús bajaron el resto Valle fue directo a Carlos y ambos entraron los primero al hotel, camino al comedor. El aire era fresco y en los jardines cercanos se podían oír los ruidos de una noche cualquiera. La gente entro a diferentes ritmos en la recepción y al comedor, Sergi iba tranquilo con Dani andando al lado, los dos iban callados y por lo que veía no habían hablado nada al bajar cada uno de su autobús y Gabi seguía en su burbuja de hermetismo
Recuerdo vagamente que cenamos rápido y en silencio, nadie hablo. Los primeros en levantarse fueron Valle y Carlos, yendo un poco precipitados a su habitación con Valle abriendo la marcha, a los pocos segundos de desaparecer por las puertas Gabi deje su cena a medio comer y se levanto para irse con paso tranquilo, me dijo que dejaría la puerta abierta. El sueño me estaba venciendo batalla tras batalla y la guerra pronto iba a perderse, Dani y Sergi apenas comieron solo picotearon de sus platos en el más absoluto de los silencios acabando casi a la vez. Como ya se iban decidí unirme para al menos tener compañía hasta la habitación
Mi mente iba dando saltos como si me fuera durmiendo, recuerdo salir del comedor y recuerdo ir en silencio, luego las puertas del ascensor cerrarse y luego nada mas, la subida en el mismo silencio total, el pasillo, andar, llegar a una puerta entre abierta, la mía oír como Dani y Sergi seguían andando en silencio, ver como se metían en su habitación dejando Sergi pasar a Dani, ver como no decían nada, la puerta cerrándose y una palabra que resonó en todo el pasillo de sepulcral silencio
-Peque…- y luego el silencio al cerrarse la puerta
Entre a la habitación muerto de sueño, cerré la puerta y tal y como estaba vestido me caí en la cama
Peque…
Ya es de noche, el trazo del recuerdo floto en el ambiente tranquilo de la noche
-Si…- respondí dormido- Ya es de noche….-
-
Sergi
-Peque…- le llame en silencio cerrando la puerta
Dani se giro para verme, el silencio en la habitación era total, casi palpable como una manta cálida y fría a la vez
-Dime- solo entraba luz desde la terraza y esta se estrellaba de lleno en su espalda
-Vamos a cambiarnos y luego hablamos- le dije yo con tranquilidad, mi corazón latía lento y pausado
Dani asintió y cogió su pijama me tiro el mío, volvimos al silencio que hacía que las palabras sonaran mal, hay silencios que no merecen ser rotos con palabras. A lo lejos se podía ori el suave arrullo del tráfico y el del viento meciendo las ramas, las cortinas se movían tímidamente y la luz oscurecía a la par que iluminaba las cosas. Nos cambiamos sin decir nada, solo el sonido de la tela al moverse constataba que el silencio no era total. Nos pusimos el pijama, yo antes que Dani y me senté sobre la cama, llevaba unos pantalones cortos de pijama negros que me llegaban por la mitad del muslo, no llevaba camiseta
Dani casi igual solo que con los pantalones azules con rayas blancas muy finas, se desprendió de su camiseta dejándola sobre la silla de la habitación. Fue a sentarse en su cama pero yo extendiendo mi mano agarre la suya, Dani me miro. No dijimos ninguno nada, tampoco nuestras miradas decían nada, solo nos mirábamos sin trabas, sin nada que empañara los ojos. Dani se dejo guiar hasta que le senté a mi lado en la cama, mi corazón empezó a acelerarse lentamente, mi peque se quedo mirando al suelo y cuando mis dedos rozaron su rostro se volvió a mirarme, los segundos se estiraban como metidos en miel
La mirada y el silencio se fundieron en uno solo
Mi mano resbalo de su rostro por su cuello, la luna arrancaba reflejos de nácar de su piel y sus ojos la captaban toda y lo amplificaban, esos ojos verdes eran dos pozos de luz en la semi penumbra de la habitación. Y el silencio lo abarcaba todo…Siguiendo rastros de luz las yemas de mis dedos bajaron por el cuello para llegar al pecho en donde ejercieron una suave presión
Mi peque cogió un poco de aire de golpe y se aparto un tanto
“¿Te duelen?” preguntaron mis ojos
“Si” me respondieron los suyos
El silencio no merecía que lo mancháramos de momento con palabras. Mis manos hicieron a un lado los brazos de Dani para dejarme su marmóreo torso al aire, igual de duro e igual de perfecto. Le mire a los ojos tranquilizándole con ellos y mi peque se pego un poco más a mí, solo un milímetro del que ambos nos dimos cuenta. Mis manos se movieron lentas, sin miedo pero si con reverencia una se poso en la parte baja de su espalda y la otra en sus pectorales, justo sobre el derecho
“Intentare no hacerte daño” le susurro mi mirada
“Gracias Sergi, no pasa nada” dijo su profundo verde
Empecé de forma un tanto fuerte para calmar la zona lo más prontamente posible para evitar cualquier dolor de más. Vi que mi peque se esforzaba por no gemir y el silencio se inclino ante el por no hacerlo rodeándonos en agradecimiento como una cálida manta. Mi mano empezó a notar los nudos y los empecé a desentumecer, intentando soltarlos. La mano de Dani se agarro a mi macizo bíceps flexionado por la postura yo le deje hacerlo, vi que se mordía su labio inferior y mi corazón empezó a latir más fuerte. Los segundos pasaban uno tras otro los nudos se iban deshaciendo pero no con la celeridad que debería, pare un segundo mi peque alzo la mirada preguntando con ella, yo le bese la frente en respuesta y luego le tranquilice con la mía
Empujándole un poco le desplace hasta el centro de mi cama y de allí le tumbe. Dani se dejo guiar sin dejar de mirarme a los ojos en ningún momento, yo no hubiera apartado los míos de los suyos por nada del mundo. A nuestro alrededor el silencio se hacía más profundo y más extenso, mi corazón siguió latiendo más fuerte
Moviéndome me coloque sobre Dani, este puso sus manos en mis caderas y me hizo círculos con los pulgares, yo le sonreí un poco y mis manos se colocaron sobre sus pectorales se los presione un poco y desde esa posición deslice mis manos. Debajo de mi peque rebullo entrelazando sus piernas con las mías, sus ojos seguían clavados en los míos. Mi corazón siguió latiendo y contra la palma de mi mano empecé a notar el de Dani sincronizado con el mío
Y el silencio empezó a latir
Ya no era simple silencio que era ausencia de ruido, pues ahora se notaba un ritmo de fondo, el pulso que mi peque y yo compartíamos que guiaba al silencio y que a cada latir lo hacía más vivo, lo hacía mas parte nosotros. Refinaba el momento, calentaba la oscuridad y aterciopelaba la noche. A cada segundo un nuevo latir, a cada segundo el silencio temblaba, a cada segundo el silencio entrecruzaba nuestras miradas, fundiéndose con ellas. A cada segundo el silencio lo decía todo y nada
El latido fluía como el susurro de un ritmo más antiguo, mis manos se acompasaban a él, moldeando piel, musculo y cuerpo. Jugando con el silencio, disfrutando de su mirada. El verde que no se apartaba del mío, que lucía con luz propia y que me estremecía entero, todo ahora era mío… todo ahora era nuestro. No había nada, la oscuridad nos mecía, el viento nos acariciaba y el silencio nos susurraba lo que el otro no decía
Cada segundo seguía al siguiente, fieles al ritmo todos ellos. El latido aumentaba en volumen a medida que estos se sucedían, reforzado por ello. A cada segundo el silencio nos enlazaba mas, a cada segundo el silencio nos llenaba enteros del otro
A cada segundo sentía que era cada vez mas suyo. Nuestras piernas se acariciaban, las manos de Dani recorrían mis brazos y yo las dejaba, era un ritual nuestro una danza que solo él y yo entendíamos, sus manos me apretaban los músculos y me acariciaban la piel, presionando con suavidad felina los bíceps y siguiendo el contorno de las venas hasta el antebrazo y de allí volví a subir. Mi saliva escaseaba y el silencio llenaba el aire de palabras que no decíamos, de sensaciones que solo sentíamos cuando el momento era solo nuestro
Si le quieres díselo, me había dicho un niño una vez… Gracias Víctor….
El silencio latió de nuevo y el destino contuvo el aliento…
Mis manos terminaron de recorrer el marcado torso de Dani mientras sentía la agitada respiración de mi amigo. Tenía los ojos entrecerrados pero aun así su verde profundo se clavaba en mis ojos de forma clara aun en la oscuridad de la noche, le presione con los dedos los durísimos pectorales haciendo que Dani gimiera y se retorciera de placer y dolor bajo mi cuerpo. Me coloque mejor y me incline más hacia él, mi piel desnuda estaba ardiendo y mi garganta estaba totalmente seca… Le trate de sonreír un poco, las piernas de mi peque se retorcían con las mías, jadeaba con fuerza…. Yo le mire y trague saliva….Abrí mi boca para hablar
-Peque…- le llame, Dani abrió los ojos enfocando su vista hacia mi- Peque yo…-ahora era el momento, el corazón me latía en la cabeza con campanadas profundas y resonantes- Peque yo te quiero- inspire con fuerza- Peque te amo… Estoy enamorado de ti-
Le mire a los ojos y mi corazón se quedo en vilo… Dani se comenzó a alzar, mis manos de sus pectorales se movieron un poco desplazadas por la posición... Yo me quede quieto dejándole acercarse a mí, con mi declaración de amor aun flotando en el tranquilo aire de Roma
Mis ojos se cerraron un poco, el silencio reclamaba su vuelta pero necesita su respuesta. Dani se coloco de tal forma que acabo medio sentado en la cama, su verde me recorrió entero, apenas dos centímetros nos separaban…
Tanto silencio como destino nos contemplaron con el latido y respiración contenidos en un solo segundo
-
Dani
Me quiere, me repetí a mí mismo, me ama…
Estaba tan cerca, un dios de ojos como tinta negra, el hombre al que quería… Y que me correspondía, su mirada clavada en la mía la notaba brillante por un velo fino de lagrimas
Me ama…y yo le amo…es mío y soy suyo…
Abrí la boca para decírselo cuando sin poderlo evitar empecé a llorar. No era llanto en sí, solo derramaba lagrimas mientras mi cuerpo temblaba levemente, las lagrimas limpiaban mis ojos y me permitían ver mejor, vi el desconcierto de Sergi, su mudo silencio, sus ojos una profundidad de sentimientos. Las lagrimas me quemaban los ojos pero no me importaba, en mi mente flotaba la imagen de la estatua Ignis Amoris Religio Amoris, veía mis cadenas atándome a él, veía las llamas lamerme la piel, sentía mis lagrimas... Amoris…
-Por…que lloras…peque…- me dijo Sergi con la voz totalmente rota y los ojos brillantes por sus lágrimas que aún no caían
Yo trate de hablar pero solo pude gruñir, carraspee con los ríos de lágrimas por mis mejillas
-Por qué…-empecé-Porque tu… me lo has…- la voz me volvió a fallar- Porque me lo has dicho-
Sergi parpadeo desconcertado y yo sonreí un poco, unas cuantas lagrimas se escaparon cayendo en el silencio de nuevo y las mías brotaron con más ganas. Nunca había a Sergi llorar y ahora allí delante de mi lloraba por esto…por mi… La luna hacia brillar nuestras lagrimas como trozos de estrellas y el silencio se coloreo con reflejos de plata y nácar… Cogí mas fuerzas
-Porque me lo has dicho- dije entre las lagrimas- Eftersom jag älskar dig- Sergi ya lloraba sin tapujo alguno- Porque te quiero- traduje finalmente
Sus ojos de tinta negra brillaban puros y diáfanos por las lágrimas que borraban todo, tensiones, dudas, culpas… Solo me dejaban a Sergi… A mi Sergi tal y como era, tal y como le amaba
Silencio y destino se dieron la mano, nuestros rostros se acercaron lo poco que les faltaba ya… Las lágrimas se mezclaron, nuestros labios se fundieron. En el silencio nació un beso
Sentía el sabor de sus labios, mezclado con las lagrimas suyas y mías de todo lo que sentíamos, sus labios firmes y suaves, su lengua… ¿Tímida?... si, tímida en los umbrales de mi boca sin saber si entrar o no, yo fui a buscarla para abrazarla con la mía. Sus manos buscaron las mías y sus dedos se entrecruzaron con los míos, me fue tumbando en la cama lentamente, entre nuestros labios aun se mezclaban las lagrimas que seguíamos derramando. Cuando me tumbo, sin dejar de besarme se hecho con delicadeza encima mía como si temiera hacerme daño mi mano acaricio su fuerte cuerpo pegándole más a mí, la calidez de su piel me reconfortaba, era toda mía
Nos separamos, sus ojos se posaron en los míos, seguíamos llorando, como si no recordáramos como parar de hacerlo, su frente descanso en la mía, nuestras manos volvieron a buscarse
-Peque…- empezó un sollozo le corto la frase, podía ver la luna atrapada en cada una de sus lagrimas del mismo modo que él en las mías
-No- respondí yo- No hace falta-
Nos volvimos a besar, un beso más largo, un beso más profundo. Un beso que llegaba más lejos, un beso que lo era todo para nosotros
-
Sergi
Un beso que sin ser nada nos significaba tanto…
Un beso en el destino grabado a fuego…Un beso que nacía en el silencio…
Solo un beso…
Sergi y Dani
…nuestro beso…
Sin comentarios por mi parte esta vez... Os animo a que vosotros lo hagais en la seccion de comentarios