Carpe Diem XIX: Caesaris Dolor
¿Y quien hay como el Cesar?... Mas inalcanzable que los mismos Dioses...¿Y quien hay como el Cesar?... Solo en su trono de oro y penas
A la tercera va la vencida suelen decir, tras hablarlo he cambiado el relato para que sea publicable jajaja Tan solo subí la edad, lo digo para q lo tengais en cuenta por si os extrañais los fans mas meticulosos
Espero q comenteis al final para que pueda seguir mejorando y para ver vuestras opiniones
GRACIAS POR LEERME SOIS LOS MEJORES
Adri
Me llamo Adrian Barrios Soler, tengo 16 años (casi 17 ya) soy de estatura media, piel morena, ojos color azul oscuro, pelo negro y cuerpo atlético. No sé muy bien como describir mi personalidad porque en el fondo yo no sé a ciencia cierta cómo soy, se que por los pasillos, en las fiestas y en cualquier acto social la gente se me queda mirando (tanto chicos como chicas) y por ello la seguridad que me da ser un tio bueno a veces se trasluce en como soy…. Fucker me llaman y decididamente eso es una palabra que me describe…. En parte…. Esa parte es la que todo el mundo cree que hay, pero hay otra…. Siempre hay otra, aunque nadie la vea… Y está ahí, siempre estará ahí… ¿Pero eso que os importa? Para vosotros siempre seré Adri el fucker, así es mas fácil
“Otra vez…¿A quién amas?”... Las palabras resonaron en el eco de mi sueño con su cadencia funesta, mi mundo onírico comenzó a oscurecerse y un acto reflejo producto del miedo y los años de práctica me hizo despertar antes de que la pesadilla tomara forma. Abrí los ojos sintiéndome desorientado por un segundo, no estaba en mi habitación (la de Madrid) y estaba durmiendo en una posición extraña… Me levante apoyándome en los codos mientras parpadeaba intentando centrarme
Fragmentos de esa noche pasaron por mi cabeza. Estaba en Florencia, en el hotel después de la fiesta… A mi lado había una sombra tirada sobre la cama, ni me moleste en fijarme, seria Ana o Carla o alguna que no merecía tanta atención. Me senté sobre la cama cruzando la piernas sintiendo la sabana deslizarse sobre mi piel… También estaba desnudo, eso unido a la sombra a mi lado era como sumar dos y dos… Había bebido y la resaca empezaba a acechar en los límites de mi mente… Si, recordaba haber entrado en la habitación, haberme puesto a beber con mis amigos… Recordaba como siempre que el beber me había hecho pensar en él y como había invitado a mis amigos a irse un poco de fiesta por el hotel mientras yo les contaba que iba a dormir
Recordaba haber pensando que, como siempre, una ducha caliente me calmaría y disimularía las lágrimas, una estupidez lo sé, pero pensar que los ríos que me surcaban las mejillas eran solo agua de ducha siempre me ayudaba… Y a veces el ruido del chorro ahogaba los sollozos en las pocas ocasiones que se sumaban a las lágrimas… Recordaba haber pensando en prepararme esa ducha, recordaba quitarme las zapatillas y recordaba haber ido hacia el baño…
Recordaba los fuertes golpes en la puerta y recordaba haber ido enfadado pensando que Alberto se había dejado olvidado el condón o que Sara quería diversión esta noche…. Recordaba abrir la puerta con fuerza y mirar fuera… Recordaba haberme quedado sin palabras… ¿Por qué?... Recordaba haber visto una sombra fuerte en el umbral y recodaba el tacto de unos labios sobre los míos… Recordaba unos fuertes brazos rodeándome y recordaba unas palabras susurradas como una súplica “Solo una noche Adri por favor…. Solo una noche mi vida”
Recordaba haber titubeado, recordaba mi corazón tomando el mando… Recordaba la debilidad, recodaba que le había mirado a los ojos y que había asentido….
Me gire lentamente mientras deseaba equivocarme, sentía el miedo atenazarme el corazón, sentía el peso del dolor en todo mi cuerpo
Allí, tumbado al lado mía, medio tapado por las sabanas blancas estaba él. Su cuerpo fuerte y musculado con la piel morena que adquiría un suave tono grisáceo oscuro a la luz luna, su tatuaje extendido sobre el hombro y un poco sobre el bazo y el pectoral, los ojos cerrados y su atractivo rostro, sin su sonrisa chula, descansado y perfecto…. Carlos…
-No…- susurre entrecerrando los ojos por la tristeza, la pena y el dolor- No…-
Había escapado de una pesadilla para ver que estaba metida de lleno en otra
-
Alex
Muchos me conocen como Alex pero supongo que querréis saber mi nombre completo, Alejandro Jiménez Robria, tengo 17 años ya que los cumplo los primeros días de Septiembre pero antes de que empecemos el curso. Soy lo que podría decirse un tio muy bueno, existen diferencias entre tíos buenos. Por un lado están los que (como Valle o Gabi) tienen una noción general de que lo están pero no le sacan partido, luego están otros (como yo o Carlos) que sí que lo saben y actuamos en consecuencia…. No soy un cabron, es decir, no uso a las chicas sin que lo sepan, de hecho es de las primeras cosas que dejo claras pero ellas siempre se creen la especial, y eso no es mi culpa. También he de confesar algo, me gusta…. Bueno eso es difícil de explicar así que lo dejare al margen… Por cierto, se que empezáis a pensar cosas raras de mi pero he de decir que soy hetero
Me moví en sueños de forma inquieta, intentando variar de posición pero sintiendo una presencia que me lo impedía, era dura y por tanto demasiado lejos de las almohadas, tampoco era probable que me hubiera peleado con las sabanas así que mi dormida mente dedujo que estaba durmiendo con alguien. Me moví un poco buscando espacio mientras pensaba en quien podía ser, rememorando llegue a la parte del trió y sonreí levemente hasta que me acorde de que me habían interrumpido… Fruncí un poco el ceño, ¿entonces quien…
Salte de la cama de golpe cayendo a plomo sobre el suelo enmoquetado, me levante en un ágil movimiento que hizo dar bandazos a mi aun borracho cerebro; tambaleando mi posición. Cuando la habitación dejo de dar vueltas enfoque la vista en la figura de la cama. Y vi a Dani allí tumbado, dormido abrazado a la almohada, estaba desnudo y su cuerpo de piel blanca era lo que había notado. Me pase una mano por el pelo mientras suspiraba
-Oh mierda…- dije- Sergi me va a matar…-
Gire mi vista en redondo mientras le daba vueltas al asunto, me senté en la cama de Sergi dejando la supletoria de Dani en entre él y yo. Conocía a Dani y a Sergi desde que teníamos 10 años y creo que desde los 11 tenia plenamente asumido que eran gays, al principio admito que no me parecía raro que ellos don fueran tan… Cariñosos entre ellos, pero tenía 10 años y todo me parecía perfectamente normal a esa edad… Claro que a los once pues ya te vas dando cuenta de cosas. Me acuerdo que vi a dos hombres en un parque paseando un perro, uno de ellos era muy… bueno que…. Hablando claro pensé que era una mujer con el pelo corto en una primera pasada, pensé que eran pareja pero cuando vi que eran dos chicos me quede a cuadros. Les vi andar por el parque mientras ponía en pausa el Pokemon, se comportaban como una pareja (como mi padre y mi madre) pero eran chicos… En un momento dado vi que el chico que no parecía una chica le pasaba el brazo por el hombro al chico que parecía una chica (así era como les llamaba mentalmente cuando les vi y aunque habían pasado muchos años siempre les llamare así, un efecto residual de la niñez) y le besaba la sien. En ese momento me acuerdo que pensé, “Anda como hacen Sergi y Dani” claro que ni de lejos Dani se comportaba como una chica, cuando llame la atención de mi madre sobre ellos ella me explico sin apartar los ojos de su revista que eran gays y luego me paso a explicar lo que eran los gays…. Y la asociación de ideas fue inevitable
Al principio se me hizo raro el saber (la sospecha no cabía en mi cabeza a esa edad) que dos de mis mejores amigos eran gays, pero luego me di cuenta de que seguían siendo dos de mis mejores amigos y que no hacían daño a nadie. Así que al final le quite importancia. Con el paso del tiempo y ya sabiéndolo me surgió la idea de que eran novios, así que observándoles y rememorando todos los momentos pasados con ellos me di cuenta de que era una conclusión lógica. Sabiendo lo que suelen hacer los novios (mi experiencia se basaba en las pelis, mis primos, mis padres y las cincuenta mil novias que todos los chicos tienen a la vez cuando son jóvenes) y conociendo la homosexualidad de ambos la verdad es que Sergi y Dani se comportaban como si fueran novios. Las caricias, las sonrisas, los abrazos y hasta los besos que se daban (nunca en la boca eso sí) lo confirmaban
Así que me sentí emocionado y me salió la sonrisa tonta que a todos a esas edades nos da al descubrir que dos amigos tuyos son novios… Claro que tampoco era tonto y me di cuenta de que esto era mejor guardarlo en secreto por si acaso, también influyo que mi capacidad de atención en ese tiempo era muy reducido. Al crecer cada vez estaba más convencido de que lo eran y no me había plantado nunca que no lo fueran, aunque nunca había abordado el tema directamente estaba claro que Dani y Sergi se comportaban como si fueran novios; aunque solo estaba claro si sabias que ambos eran gays
Lo que paso en la Macro fue más para ayudar a la tapadera de Dani, lo de presentarle a las amigas de María digo. Había oído ya un par de rumores de que Dani, a pesar de lo tímido que era, había estado con muy pocas chicas y siempre estaba el típico cabron sin neuronas que sugiere lo de la homosexualidad, nadie nunca hacia caso a esos rumores pero mejor prevenir que curar así que me encargue de poner a Dani delante de las amigas de María para que estas fueran diciendo por ahí que estuvieron tonteando con Dani en la Macro. Claro que luego, mientras María se encargaba de calentarme, Dani desapareció en el bosque, eso me preocupo y es que de todos los del grupo, al que consideraba mi segunda familia, Dani era como el hermano pequeño de todos. Por eso le seguí y cuando le encontré me enfade con él pero use el tema de las amigas de María para que no se me fuera la lengua por el alcohol… Por desgracia el mismo alcohol y el calentón que me había dado María me hicieron “obligar” a Dani a que me pajeara, me arrepentí en cuanto me recupere de la borrachera y lo único que se me ocurrió fue usar la baza del amigo caliente borracho avergonzado de lo que hizo
Creo que le hice daño a Dani al decirle que no me importo (supongo que por lo de ser infiel a Sergi) pero a las pocas horas les vi abrazarse en mitad del centro y supuse que Dani se lo había contando (tal vez omitiendo mi nombre y sustituyéndole por el de “un tio de la Macro”) y Sergi le había perdonado, acabando con ese abrazo… Conocía esas situaciones de infedelidad-confesion y admito que al verles abrazados y reconciliados sentí mucha ternura…. Y es que ciertamente los cabrones la inspiran
Y ahora… Me había follado a Dani… Me volví a pasar la mano por el pelo mientras suspiraba
-Joder joder joder…- dije- Es que soy gilipollas….-
Me tumbe sobre la cama de espaldas, estaba demasiado afectado como para poder dormirme. Siempre tuve miedo de follarme a Dani…. Mis calentones unidos al alcohol me nublaban la lógica y a veces hacia estupideces… Pero siempre trataba de controlarme, lo sucedido en la Macro fue un aviso de lo que pasaría si me dejaba llevar demasiado con Dani. Rodé por la cama, desde el inicio del viaje había sentido en la base de mi polla el cosquilleo que siempre me daba cuando llevaba demasiado tiempo si estar con un tio y debí de haberme moderado más con el alcohol… Me alce sobre los codos y mire a Dani, ahora el cosquilleo había desaparecido y me sentía a gusto de nuevo pero no quería que hubiera sido así, a costa de aprovecharme de una persona a la que apreciaba tanto
Me levante para irme al baño y me mire al espejo intentando pensar. Seguramente si Sergi se enteraba me mataría y no sabía si decírselo o no, tenia perfectamente claro que aun estado fuerte por el gimnasio y si bien podía ser un duro rival para cualquiera un puñetazo de Sergi tenia la fuerza de una bola de demolición… No sabía qué hacer, jugar la baza de el amigo borracho avergonzado no saldría bien esta vez… Tal vez si fingía no acordarme… Eso sería pasarle el marrón a Dani pero la verdad es que no sabía qué hacer… Una de las cosas que más temía había pasado
Mi polla se empezó a alzar al recordar la presión de su culo por toda mi polla, sus caderas firmes en mis manos subiéndole y bajándole para hundirle más la polla… La increíble fuerza de las paredes de su culo cuando le puse de espaldas al cabecero para metérsela toda…. Mi polla ya estaba totalmente subida y yo la mire con el ceño un poco fruncido
-Joder solo hace seis putos días desde que me folle al último- mi polla cabeceo, asintiendo-
Volví a salir y me desplome sobre la cama de Sergi. Solo hacia seis días desde que me folle al chaval ese en las fiestas de mi pueblo… Jorge, creo que se llamaba. Su culo había estado increíblemente apretado y, aunque decía que no, estaba claro que era virgen…. Ahora ya no lo era pero eso era cosa suya, si buscaba algo mas se daba con un canto en los dientes. Yo no era gay, ni siquiera era bi, sencillamente hace mucho tiempo descubrí que un culo apretaba mucho más que un coño y cuando me entraban las ganas de sentir esa presión en mi polla, me follaba a algún tio…. Si las tías tuvieran el coño tan apretado como los tíos el culo no tendría necesidad de hacerlo. Pero aun con todo me encetaba comerlas las tetas y me encetaba jugar con mis deditos en su coñito, no era gay sencillamente no era tan estrecho de miras como la inmensa mayoría… Te puede gustar el pescado pero había que ser tonto para rechazar un buen filete, duro, en su punto… Ah, esa presión….
Sin querer me empecé a quedar dormido y comencé a soñar con antiguos recuerdos…
---Hace dos años---
La gente a mi alrededor entro penosamente por las grandes puertas de doble hoja y sin pararse si quiera se movieron como una masa informe hacia las fuentes. Yo, como ya había pensado en eso me fui hacia mi cabaña en donde tenía una cantimplora llena de agua fresquita. Mientras me movía por el campamento lo recorrí con la mirada, en clavado en la ladera de una montaña que daba a un amplio valle, el sitio estaba casi siempre recubierto de suave sobra con algún parche de luz, la temperatura era fresca y solo estas duras caminatas conseguían asfixiarnos
Aun así no quería estar allí, quería estar en Madrid, con mis amigos, yendo de piscina en piscina, jugando con el agua de las mangueras, disfrutando de las partidas de cartas y del futbol en bañador… Pero mis padres habían pensando que un campamento de ingles era lo mejor para destrozar quince días de mi vida. Ya llevaba cuatro allí y la verdad es que no se estaba tan mal, estábamos separados por zonas una para los de 6-10 años, otra para los de 11-15 y otra para los mayores y monitores, cada zona tenía su pequeño vallado, sus baños y comedor propios y hasta su entrada correspondiente. Mi zona, tenia quince años, estaba justo en un lado del campamento, al lado del pequeño lago lo cual aunque parecía ser una ventaja en realidad te hacia gastar litros y litro de repelente para mosquitos
Fui saludando a la gente, era fácil hacer amigos allí, el campamento era nuevo y nadie se conocía de modo que todos eran amigos de todos. Aun no había habido tiempo para el sectarismo en grupitos. Entre en mi zona, allí ya sí que conocí a más gente y mis saludos se hacía más largos, pero tenía mucha sed así que apreté el paso hasta llegar a mi cabaña, entre y fui a por la cantimplora, vacié un largo trago que tuve que escupir, demasiado fría… Aun así me había refrescado un poco y en el siguiente ya pude beber normalmente.
Mientras bebía tres chicos entraron en la cabaña, dos eran de la mía y otro de la de al lado. Los tres amigos míos, todos llevaban el bañador puestos sin camisetas, había un chico gordito que dormía en la litera de encima mía, otro increíblemente alto y espigado que dormía en la otro cabaña y finalmente otro un poco más alto que yo
-E Alex- dijo el chico alto- ¿Te vienes en el tiempo libre a echar un partido?-
Deje de beber, a pesar de los entrenamientos de futbol no me apetecía hacer nada como eso depuse de la caminata, estaba demasiado roto
-Que dices tio- le respondí- Si eso me voy al lago o algo así-
El alto me estuvo intentando convencer, comparado con ellos tres yo era una puta estrella del futbol y obvio me querían en su equipo. Yo me seguí negando mientras les miraba mejor, el alto tenia los músculos marcados sobre la piel (precisamente por ser tan alto y delgado), el gordo pues… y el de mi altura tenía unos pectorales que se alzaban sobre un estomago plano pero sin marcar; según me había dicho hacia balonmano así que eso lo explicaba
Al final como ya era la hora de la comida se movieron para el comedor, yo tenía tantas ganas de echarme una siesta…. Pero el acabe siguiendo, el chico del balonmano que se llamaba Pablo, se retraso para ponerse a hablar conmigo. Yo respondí animado a sus comentarios sobre el campamento mientras seguíamos andando
---Actualidad---
Me coloque mejor sobre la cama de Sergi, tenía los ojos entrecerrados en un estado de duermevela… Pablo… Mi polla boto un poco al recordarle. Había sido un buen verano ciertamente, el verano de cuando deje de ser virgen, el verano en donde me la mamaron por primera vez… El verano en donde destroce por completo a una persona que solo me había dado amistad, calidez y amor….
-
Adri
Inspire hondo mientras me relajaba, pero no podía. Estaba en un punto en donde sentía el pánico comenzar a rodearme. Intente salir de la cama pero no pude, estaba demasiado ido en estos momentos por el alcohol y el esfuerzo hecho, si me levantaba seguramente me derrumbaría en el suelo… Mis ojos se movían una y otra vez para verle dormir, mis manos estaban como locas por acariciar su sedoso pelo, por recorrer las líneas de su tatuaje… Estaba deseando acostarme a su lado y acurrucándome a él, volviendo a un sueño apacible…
Pero no podía, sencillamente no podía…. Sentí los recuerdos inundarme como un torrente desbocado, escenas y escenas vividas una y otra vez por mis recuerdos. Escenas que no quería recordar, escenas que me habían dejado llagas tan profundas como estigmas sangrantes
---Hace tres años---
Sentí la pesada respiración en mi pecho mientras corría, pero no quería parar, no podía parar…. Parar seria dejar que me alcanzara, seria renunciar a la ventaja de dos segundos que había interpuesto entre él y yo… Entro todo eso y yo. Llegue a la puerta como una exhalación, forzando al máximo los músculos de mis piernas, pare para abrir la puerta y cerrando los ojos salí a la noche. La calle estaba tan tranquila que no se oía nada más a parte de los ruidos de la fiesta
Con rapidez cruce la calle sin mirar, ni siquiera pensé en los coches, solo sabía que necesitaba correr y correr y correr… Era lo único que parecía saber hacer en aquel momento. Llegue al otro lado y subí un poco la calle hasta llegar a mi portal, aporree mi numero así como siete u ocho mas, al final, entre las voces de los vecinos preguntando quien era, un residente despreocupado me abrió directamente. Entre como una flecha sin dejar de correr, oí a mis espaldas la puerta de la otra urbanización abrirse y aunque ya estaba dentro de la mía aumente el ritmo hasta hacer gritar a mis pulmones
La puerto de cristal del portal de mi casa estaba abierta y entre calmando un poco mi paso, ande rápido hasta el ascensor sintiendo mi pesada respiración que amenazaba con que, de seguir así, acabaría provocándome el vomito. Llame al ascensor y este tardo solo un par de segundos en subir desde el garaje, entre y di a mi piso
Cuando me quede a solas en el ascensor todo paró. La frenética huida que había dejado a mi mente alejada de lo sucedido momentos antes se había evaporado, dejándome a solas con el recuerdo. Me mire al espejo del ascensor, llevaba un jersey blanco y una camisa azul oscura que asomaba por encima, desabrochada en los primeros botones. En mi pelo estaba la gomina que días antes me había comprado en secreto para este momento, hacia brillar mi cabello con efecto mojado en mechones que parecían desordenados pero que había tardado media hora en colocar meticulosamente…
Había querido estar guapo para él…
Había querido que fuera una sorpresa, que después de decirle que tenía que estar en casa de mis primos esa noche aparecer en la puerta y con suerte pillarle de espaldas y…y…y acercándome a él desde detrás sin hacer ruido abrazarle la cintura y hundir mi cabeza en su cuello…. Y hablarle al oído como tanto le gustaba que hiciera…
Quería que él se hubiera girado y me hubiera visto y que se hubiera sentido orgulloso de mi al ponerme tan guapo… Quería haberme girado delante de él para que viera como me quedaba toda la ropa que había estrenado por el… Quería que me hubiera besado la sien disimuladamente como siempre hacia… Quería que me hubiera correspondido…. Que me hubiera querido
Le quería a él…
Pero cuando entre, buscando con la mirada a aquel por el cual me latía el alma, le vi sentando con ella, la vía acercarse a él y vi como ella le besaba… Y vi como él la ponía las manos en los hombros y luego la abrazaba… Y vi como sus labios ahora eran de ella, y vi como ahora ese momento era de ellos dos…. Vi como él la besaba mientras yo sentía derrumbarse todo a mí alrededor
Y luego el había venido hacia mí, y yo me había salido, no podía verlo, no podía enfrentarme a él y que me dijera lo que yo ya había visto. Que ahora era ella la que recibiría los besos, la que recibiría las caricias, la que sentiría sus brazos rodeándola…. Había sentido mi corazón en mi pecho gritar, llorar y romperse todo en un segundo, mientras ellos se besaban y cuando él me alcanzo no pude mirarle a los ojos en un principio y cuando él me dijo que era ella la que le había besado quise hacerle caso, quise creerle porque era lo que yo quería oír… Pero no podía hacerlo, porque no sabía qué hacer, me sentía en un torbellino que me zarandeaba de un lado a otro, no podía pensar, no podía escuchar, no podía sentir…. Lo único que quería había sido escapar de allí….
Y cuando por fin le mire a los ojos sentí las lagrimas correr por mis mejillas…. Llore por los besos perdidos, por las caricias fingidas, por los abrazos vacios… Porque ahora en la había besado y porque ya no era mío… Porque en el fondo sabia que nunca podría haber sido mío, porque él había venido para apartar el miedo y las dudas de mi solo para sustituirlo por dolor que era como cal viva en mi pecho… Porque yo aun le amaba cuando para él yo no era nada, cuando yo era lo que estaba mal… Porque lo que teníamos él y yo estaba prohibido… Porque estaba destinado al dolor….
Mire mis ojos y me sorprendí de verme llorar, respiraba con fuerza y mis lagrimas caían por mis mejillas, pero no las sentía. En ese momento no sentía nada que no fuera un vacio en mi pecho… La ardiente cólera dejo paso a la fría conciencia de todo. Al saber que todo había sido mentira y que no tenía nada, de que estaba vacío como una cascara sin él… Y desee el no amarle, desee no sentir el amor que sentía porque me estaba matando por dentro como un cáncer
Sin saber porque, alce mi mano y descargue un puñetazo contra el mirtal el cual se combo, el dolor me recorrió desde el brazo hasta el codo y eso me calmo, no estaba muerto como empezaba a sospechar, aun sentía algo, aunque fuera el dolor. Seguía llorando sin poderlo evitar y la respiración agitada había dado paso a unos sollozos suaves que me hacían temblar el cuerpo a cada segundo, las lagrimas caían desde mis mejillas hasta mi jersey, me estaba asfixiando…. El pequeño cuadrado del ascensor me empezó a agobiar, lo sentía como una cárcel, sentía en mi el deseo de volver a correr, el deseo de escapar de lo que me había alcanzo… Quería correr y escapar del recuerdo
El ascensor llego a mi piso y yo salí sin fuelle a penas, porque aparte de todo eso estaba cansando, sentía mi cabeza pesada como si todo me hubiera agotado hasta el punto de ser incapaz de parar…. Como cuando corrías durante tanto tiempo que al final la mente se te dormía y simplemente corrías… Fui hacia mi casa, la puerta de madera oscura me hacía sentir ante algo conocido y algo que podía afrontar en estos momentos…
Me pare un segundo, dentro estaba mi hermana Carla, que se estaba preparando para irse a una fiesta con sus amigos. Si entraba así tal vez me viera y aunque mi hermana a veces pasaba un poco de mi sabia que las lagrimas la harían centrarse… La harían hacerme preguntas que yo no podía responder… Coloque el dedo sobre el timbre, si me movía rápido no habida problemas
Llame intentando calmar los sollozos e intentando hacer que las lagrimas cesaran, a los pocos segundos se abrió la puerta y yo mirando al suelo me deslice rápidamente al lado mi hermana. Cuando parecía que la había pasado esta me cogió el brazo por el codo para que me parara, forcejeé un poco pero mi hermana me retuvo
-¿Qué haces aquí?- me pregunto- ¿No te ibas a la fiesta en la piscina?-
-Ya no…- dije yo escuetamente, no quería alargar las frases
Seguía mirando al suelo de espaldas a ella
-¿Ha pasado algo?- me pregunto
-No, ¿vale?- la dije- Me he vuelto porque era un rollo de fiesta-
-Adri si te ha….- empezó a decir
-¡Que te calles quieres!- la grite sin moverme, las lagrimas ardieron en mis ojos- Vete a tu fiesta y a mi déjame tranquilo- y dicho eso me fui a mi habitación cerrando de un portazo
En cuanto lo hube hecho, me tire sobre la cama hundiendo mi cara en la almohada. Allí intente controlar el llanto, oí a mi hermana acercarse por el pasillo y rece porque no entrara, sus pasos se detuvieron en la puerta de mi habitación y tras un par de segundos se desviaron hacia la suya. Yo suspire pero el suspiro se acabo convirtiendo en un sollozo que intente reprimir. Mi hermana siguió moviéndose por la casa y yo deje que mi mente y mis oídos se distrajeran con los ruidos que hacía. Se estaba acabando de preparar y tras unos cinco minutos desde que entre salió de casa
En cuanto cerró la puerta ya no pude contenerme y comencé a llorar contra la almohada, la moví para abarcarla y así poder hundir la cara mejor. Mi cuerpo entero temblaba por los sollozos que eran amortiguados con la almohada, en un momento dado subí la intensidad y grite contra ella para intentar desahogarme pero lo único que conseguí fue llorar todavía más. Estaba empapándola y al final tuve que apartar la cara, me di la vuelta de forma que quede de lado y moví la almohada para seguir abrazándola, me quede hecho un ovillo como cuando era pequeño abrazado a mi almohada y allí seguí llorando con los ojos cerrados
A cada segundo me asaltaban visiones de ellos dos, besándose, abrazándose…. Me asaltaban las palabras de Carlos y mis propias palabras…. No podía pensar, ni siquiera podía dejar de llorar lo único que podía hacer era recordar como si estuviera viendo una película que se repetía una vez… Y otra vez…. Y otra vez…
Tuve que cambiar de posición porque esa me incomodaba, me senté sobre la cama y hundí la cara en mis manos. Quería dejar de llorar porque desde los cuatro años no lo había vuelto hacer y ahora era incapaz de no hacerlo…. Sentía un vacio en mi pecho que a cada respiración se hacía más grande y más hondo. Con cada recuerdo dolía más
Carlos besándola…. Abrazándola…. Sintiendo la caricia de una piel que no era la mía
Carlos… Carlos… Carlos….
Me dolía tanto… Me dolía porque en el fondo lo que había visto sabía que era lo normal, que un chico se besara con una chica era lo que todo el mundo esperaba y quería… Pero lo mío no… Lo mío no lo quería nadie, lo mío estaba mal o cuanto menos estaba prohibido…. Y al final Carlos se había dado cuenta y la había besado… Ella le había besado a él, me había dicho pero yo vi como la abrazaba, si ese beso no hubiera sido querido no la hubiera abrazado… Me dolía el saberlo, porque yo le amaba más que a nada y ahora él ya no era mío….
Sin poderlo evitar extendí mi mano para coger el móvil que mis padres me habían regalado hacia unos meses, fui directo a la galería de fotos, en donde había unas cuantas de mi casa o de mis amigos. Pulse las teclas hasta que llegue a las que quería… La primera era un primer plano de Carlos, vestido con el uniforme del equipo de futbol al que los dos íbamos (y al cual empecé a ir por él), estaba tan guapo sonriéndome mientras yo estrenaba la cámara del móvil con él…. Pase a otra, esta vez de Carlos y mía en el campo de futbol, los dos en cuclillas sobre la hierba con la pelota de futbol en medio en la clásica pose de los jugadores, Carlos me pasaba la mano por los hombros mientras yo agarraba la pelota para no caerme, tanto él como yo estábamos girados de tal forma que de forma leve estábamos encarados….
En otra estábamos en los baños del colegio haciéndonos una foto frente al espejo, Carlos estaba en mi espalda abrazándome desde detrás, apoyando la cabeza en mi hombro y con su media sonrisa chula, yo tenía la cabeza echada un poco hacia atrás para apoyarme en su hombro….Y seguí pasando fotos y fotos de él y de mi sin poder parar de llorar al ver cada una de ellas y rememorar cada momento…
En la última mis manos agarraron fuertemente el móvil, era una foto de hacia unos días. A pesar de que él y yo teníamos muchas fotos juntos en ninguna salíamos besándonos y Carlos había dicho que al menos teníamos que tener una para que la pudiéramos mirar, yo al principio me había negado por si la veían mis padres, pero en cuanto Carlos me lo suplico con un par de besos en la sien tuve que aceptar. Y así estábamos, habíamos colocado el móvil en un poyete a la salida del entrenamiento, los dos teníamos la bolsa de deporte echada al hombro, la banda nos cursaba el pecho de tal forma que la bolsa quedaba en un lado de la cadera a forma de bolso enrome. Yo llevaba una camiseta de manga corta blanca y azul oscura y Carlos iba sin camiseta con esta echada al hombro, estábamos en un pequeño callejón que quedaba en la esquina del reciento tapado por altos setos. Carlos me estaba acariciando el rostro con una mano mientras la otra se agarraba a mi cintura, mis dos manos se asían a la suya. Ambos con los ojos cerrados y las cabezas ladeadas nos estábamos besando….
Las lágrimas se intensificaron tanto que volvieron borrosa la imagen mientras en la pantalla un par de pequeñas cotas caían… Un sollozo convulsionó todo mi cuerpo y mis manos se crisparon haciendo que mi móvil resbalara hasta la cama. Me tumbe de nuevo abrazado a la almohada recordando ese momento hasta que se me grabo a fuego en la ceba…
Le quería tanto… Le amaba tanto…. Me dolía tanto….
---Actualidad---
Recordaba esa noche con vivida claridad, recordaba las lágrimas que parecían no cesar, los sollozos que nunca acababan, el dolor que no se iba… Recordaba esa noche como una de las más largas de mi vida, aun en mi cabeza era capaz de recordad cada momento… Recordaba haber estado horas llorando, yo solo en mi casa abrazado a mi almohada… Recordaba haberme dormido entre un mar de lagrimas y sollozos, tan cansando ya que ni si quiera pude abrir la cama ni quitarme la ropa
Mire a Carlos, tumbado al lado mío… Mi rostro estaba inmóvil, sin mostrar ninguna emoción pero sabía que si cualquiera me miraba a los ojos vería todo lo que sentía por él, que era tan intenso que muchas veces me daba miedo…
Lo que sentía por él no se había muerto, al contrario, latía con más fuerza que nunca pero… Pero no estaba bien, porque no era justo lo que sentía… Porque…. Porque… Porque….Porque esa no fue la peor noche de mi vida y porque en esa noche supe que lo mejor que podía hacer era alejarme de él….
-
Alex
Suspire un poco mientras apoyaba la cabeza en la almohada de Sergi, mi pollón estaba semidespierto recordando algunas escenas del campamento… Pablo… Había sido tan duro con él… Le había hecho tanto daño… Le había destrozado de tal forma…. Que en toda mi vida hasta la fecha es de las pocas cosas que me arrepiento… Pero no podía haber sido de otro modo
---Hace dos años---
La noche veraniega caía sobre las cabañas como un manto que amodorraba a la gente con su calor, este no era lo suficientemente intenso como para que no se pudiera dormir pero sí que lo era para que se tuviera que dormir desnudo o en ropa interior. En mi caso particular yo no podía hacerlo de ninguna de las maneras, me dolían los muslos horrores de la caminata de esta mañana a la cima de la montaña, y es que los monitores bien podían pasar por negreros si se les ponía un látigo en la mano. Aún así, en condiciones normales podría haber pasado la caminata sin mayores problemas debido a los entrenamientos de futbol pero es que el día anterior me había picado con uno del mayor haber quien nadaba más rápido en el lago y ahora estaba pasando la factura del cansancio acumulado
Gemí un poco al cambiar de posición, serian las dos de la mañana y todo estaba oscuro y tranquilo. Un par de camas estaban libres porque en nuestra área los monitores no eran tan estrictos con el cambio de cabañas como con los mayores. Intente dormirme pero en cuanto me amodorraba un poco destensaba las pierna si entonces latigazos de dolor me recorrían los músculos y así no había manera posible de hacerlo. Estuve un rato mirando al techo mientras yo mismo me masajeaba los muslos para intentar des tensarlos, estaba en bóxers por el calor…. Rodé un par de veces sobre la cama buscando el sueño esquivo pero era todo en vano
Oí un ruido fuera y al segundo entro una figura en la cabaña. Yo centre un segundo mi vista, habituada ya a la oscuridad y la reconocí enseguida
-¿Pablo?- pregunte aunque ya sabía que era él
El chico se giró rápido y achinó los ojos para tratar de verme, llevaba un pantalón de pijama corto y de color blanco que era como un faro en la noche
-Tio… ¿Qué haces despierto?- parecía sorprendido de verdad de que le hubiera pillado entrando en la cabaña
-No puedo dormir….- dije yo, hablábamos en susurros para no despertar a los demás
-Ah…- respondió él, se notaba que le había descolocado pillarme despierto
-¿Y tú de dónde vienes?- le pregunté yo
-De otra cabaña- me respondió rápidamente- Vine aquí porque ya me había cansado de estar allí-
-¿Cuál cabaña?- le pregunte más por alargar la conversación y apartar mi mente del dolor que porque realmente quisiera saberlo
-De la de mi primo….- me respondió- Esta en la zona de los mayores-
-Ah va…. ¿Y cómo es que te fuiste hasta allí?-
-Es que juegan a las cartas y a veces me dejan jugar a mí también si les falta uno-
-Ah que guay-
-¿Y tu como es que estas despierto?- me preguntó, seguía de pie al lado de mi litera
-Es que me duelen muchos los muslos y no puedo dormir-
-¿Y eso?- yo se lo resumí y se lo conté- Ah peor yo puedo hacerte el masaje si quieres-
-¿Tu?- pregunte
-Si claro…- se sentó en mi cama- Cuando el entrenador está ocupado nos los hacemos entre nosotros si no son cosas muy importantes- me respondió
-Ah claro en el balonmano…- la verdad es que en el futbol también nos habían enseñado a dar pequeños masajes para desentumecer y relajar, cosas no muy importantes
-Eso es- me respondió Pablo- ¿Entonces quieres?-
-Si si- dije yo- Quiero dormirme de una vez o si no mañana estaré muerto-
Pablo se rio un poco por lo bajo. Era el chico que siempre caía bien porque nunca decía nada malo de nadie y porque siempre tenía en la cara una sonrisa sincera que darte. Se coloco mejor sobre mi cama y mirándome me pido permiso, yo anti recostándome sobre los codos y tratando de relajar las piernas. Al destensar los músculos estos protestaron pero me mordí el labio, Pablo coloco sus dedos, los tenía un poco fríos pero en seguida se calentaron, primero me fue presionando lentamente con las yemas intentando buscar alguna dureza
-¿Te dan calambres?- me pregunto mirando mis piernas y siguiendo pasando los dedos
-No, no…- le respondí yo, me estaba costando horrores no tensar las piernas para que me dolieran menos
Pablo asintió y se coloco entre mis piernas, sentándose sobre las suyas como si estuviera rezando. Sus manos me agarraron un cada muslo, estaban duros por los entrenamientos pero aun así las manos de Pablo empezaron a aplicar más presión yendo desde la rodilla hasta la mitad del muslo. Yo gemí un poco pero me pude contener, Pablo sonrió sin dejar de mirar con ojo experto sus manos. La presión así como el recorrido de sus manos aumentaba, hacia movimientos levemente circulares para ir tonificando los cansados músculos, intento librarlos de parte de su fatiga
Yo me mordía un poco el labio inferior para no gemir muy alto pero aun así me costaba, Pablo sabia como hacer el masaje y eso se traducía en que me estaba doliendo de verdad. Cuando un masaje se daba para destensar los músculos estos dolían al principio peor luego el dolor se daba la mano con el placer cuando sentías como se relajaban. Por desgracia yo aún no estaba en esa fase en la que el dolor predominaba, intentaba morderme el labio para no quejarme y despertar al resto, aunque por sus suaves ronquidos y respiraciones sería difícil. Pablo aumentaba a cada pasada la presión un poco, con las yemas y luego apretando con las palmas, la verdad es que lo hacía muy bien y al poco tiempo ya sentí como mis cansados músculos se destensaban
Pablo seguía trabajando y yo me apoye en los codos para mirarle desde allí, en su mirada se notaba la concentración y sus manos dejaban claro que sabía lo que se hacía. Cada vez me dolía menos y cada vez el masaje pasaba mas al placer que al dolor. Cuando me quise dar cuenta mi polla estaba medio dura en mis bóxers, me había centrado tanto en los muslos que no me había dado cuenta, Pablo seguía con su trabajo y auné estaba claro que debía haberlo visto no decía nada. Las caricias en la parte interior de los muslos la debían haber despertado y ahora no la podía bajar
-Pablo esto…-
-No pasa nada tio- me dijo Pablo mirándome a los ojos- Es normal que pase….- me sonrió tranquilizador de forma cálida- Ya nos encargaremos de eso luego-
Yo me quede callado intentando pensar en su última frase, pero la deje correr sin darle importancia. Tal vez pensaba en una paja juntos, aunque me incomodaba un poco ya me había hecho una, una tarde con Gabi, cada uno la suya claro pero en la misma habitación, mas por probar que por otra cosa. Poco a poco el masaje fue bajando el ritmo, mientras mi polla se subía mas, como el mástil de un barco. Por lo he sabia de pollas cría que la mía era normal, no grande ni pequeña, ni gorda ni delgada, simplemente normal
Pablo estaba ahora en los muslos apretándome un poco para buscar algún punto más de presión pero al no encantar, levanto las manos. Yo suspire y probé a mover un poco las piernas a los lados de Pablo, aún dolían pero no mucho, los músculos estaba caliente y descansado. Seria mañana cuando por el frio de la noche me volvieran a doler, pero ni de lejos tanto como hace un rato. Pablo suspiro y se alzo un poco con cuidado de no chocarse con la litera para estirarse. Tenía un cuerpo fuerte, sería bueno jugando al futbol si le interesara algún deporte a parte del balonmano
Me puse las manos en las rodillas
-¿Mejor?- me pregunto
Yo asentí sonriéndole
-Eres el amo tio- me reí un poco- Siento lo de….-
-Ah Nah tio tu tranquilo- me dijo sonriéndome- Que es normal que se te ponga dura en un masaje, y más de los muslos- se paso la mano por el pelo que le había caido sobre la frente- Sera por las veces que se le ha puesto dura a Manu o a Oscar con algún masaje-
Oscar me sonaba de haberlo visto por ahí, era de los mayores creo, pero Manu era el chico altísimo de esta cabaña. Me alce un poco sobre los codos para acomodarme
-¿Les haces masajes a ellos?- le pregunte, seguíamos hablando en susurros
Pablo asintió
-Si claro, si les duele si- me dijo- Y luego…- dejo el final en el aire
-¿Y luego?- le inquirí
-Pues bueno… Como con el masaje pues… Se les pone dura yo…-
-¿Tu?-
-Pues les ayudo con eso- me dijo escuetamente, me esquivaba la mirada
-¿Les haces pajas?- pregunte sorprendido
-Si… Y luego ellos a mi… Con Oscar hago alguna cosa más- Pablo era el típico chico que siempre decía la verdad porque no sabía mentir
-¿Cómo?- me estaba chocando bastante el tener esta conversación
-Pues no se… Los mayores lo llaman mamadas- al ver que yo fruncía un poco el ceño me lo explico, yo baje mi mirada a los bóxers
-No jodas tio- dije yo, algo sabía que había mas allá de las pajas pero de momento no me interesaba ver porno y no sabía exactamente el que, eso era una de esas cosas-¿Pero porque?- le pregunte desconcertado
-Bueno… Se está bien chupándola- me respondió- A mí me gusta hacerlo-
Yo alce las cejas y caí en la cuenta (eran las cuatro de la mañana y mi cerebro estaba en servicios mínimos), Pablo era gay, como Sergi y Dani. Con el ya hacían tres homosexuales que conocía, dos de ellos eran novios pero Pablo… Si le gusta hacer eso… la verdad es que yo tenía curiosidad
-Tu…- empecé- O sea tu… Quiero decir que…- me estaba trabando al intentar plantear el tema
Pareció que Pablo suspiraba un poco aliviado, me miro a los ojos y sonriéndome asintió
-Claro tio- me respondió leyéndome la mente- Échate un poco para atrás-
Yo le hice caso mirando a Pablo, ese se acomodo mejor entre mis piernas, sus manos agarraron mi bóxer y me lo bajaron con cuidado de no estrujarme la polla. Esta salto en cuanto estuvo libre, cayéndose sobre mi estomago plano. Pablo me bajo los bóxers hasta medio muslo en donde no molestaban. Luego me miro y guiñándome el ojo se inclino para empezar. Yo sentía un cosquilleo en el estomago como cuando sabes que estás en la montaña rusa y vas a caer. Pablo comenzó acariciándome los muslos mientras iba dejando besos por todo el tronco, el tacto de sus labios de seda sobre mi piel me electrizaba el cuerpo, sus besos se extendieron también hacia mi estomago, duro y un poco marcado por los entrenamientos de futbol
Al poco los besos dieron paso a los suaves lametones, ahora ya desde la base de mi polla y mis huevos hasta la punta. Pablo lo hacía todo muy lentamente y de forma muy delicada lo cual me encantaba, sus manos seguían en mis muslos, apretándomelos y viendo lo duros que estaban por el deporte, yo me alce un poco sobre los codos. En ese momento me di cuenta de que estaba gimiendo levemente, era extraño ver a Pablo, a un chico, a un amigo mío, en esa posición sobre mí. Nunca me lo había esperado y al verlo me sorprendía a mi mismo
Pablo entonces me la cogió con una mano y me la pajeó un poco con rapidez, la punta estaba húmeda y con la saliva que estaba por todo el tronco me hacían brillar la blanquita piel a la luz de la luna. Mirándome a los ojos me pidió permiso y yo asentí con rapidez y ansia. Abrió la boca y se la metió, al principio solo la punta en donde su lengua masajeaba la sensible piel, luego metiéndosela lentamente hasta que acabo por llegar a la base y de allí volver hasta arriba sin dejar la punta. Mis caderas le golpeaban rítmicamente y Pablo se echo más sobre mí colocando sus manos a ambos lados de mi cabeza. Yo mire que sus brazos estaban abultados por músculos de no muy marcado volumen pero de apariencia innegablemente fuerte, al igual que la espalda que se contra y expandía con sus movimientos. Pablo no era la clase de chico contra el que quieres estar en una pelea
El ritmo era más rápido y yo me esforzaba por no gemir, pero era muy difícil. A cada segundo íbamos cada vez a mayor velocidad, Pablo movió una de sus manos, subtendeos a pulso solo con la otra y fue hacia su polla. Comenzó a pajearse al ritmo que me la chupaba. Yo entrecerré los ojos y mi mente se inundo con imágenes de tías, reales o inventadas, amigas mías o conocidas, todo era un caos de tetas y tías en bañador…. Me sentí mal porque estar pensando en tías pero pasado el shock inicial el ver a Pablo así no era suficiente para redondear la situación
Sentí un cosquilleo en la bese de mi polla y le susurre agitadamente a Pablo que me iba a correr, este bajo el ritmo y subiéndose hasta la punta paso a lamérmela con mucha fuerza. Me hacía daño pero a la vez era increíble el sentirlo. Yo seguía en mi mundo de mujeres desnudas y sentí el primer trallazo estrellarse contra la lengua de Pablo, luego el segundo, tercero y cuarto siguieron el mismo camino. Cuando acabe de correrme me desplome sobre la cama suspirando, con los ojos entrecerrados. Pablo siguió sobre mí y cuando entreabrí los ojos le vi pajeandole con los ojos entrecerrados. Un ramalazo de culpa me recorrió entero, el me había hecho eso y ahora se estaba pajeando el solo…
Extendí mi mano cogiéndole la polla a Pablo este abrió los ojos sorprendido, no estaría acostumbrado a eso, y me sonrió soltándose el e inclinados sobre mí para que pudiera pajearle mejor. Yo ni me plantee la situación, solo deje que mi mano se moviera hasta que Pablo anunció que se corría y yo contemple como lo hacía sobre mí. Pablo se agacho y lamio los cinco trallazos que había caido por mi pecho, yo le deje hacer y en cierta forma me gusto que lo hiciera, desde luego no sexualmente si no como una corriente de ternura la verle hacer eso. Al acabar pablo se alzo sobre mí para besarme y yo no pude negarme…
No después de lo que había pasado, le debía al menos un par de besos
---Actualidad---
Fui imbécil, debería haber dejado las cosas claras desde un principio, negarme a su beso y decirle los limites… Pero no lo hice y luego no tuve fuerzas para hacerlo… deje que se fuera envolviendo lentamente en su propia trampa mientras yo disfrutaba de mamadas cada noche desde aquella. Me deje llevar por el placer al cual yo solo tenía que responder con algunos minutos de besos y caricias. No estuvo bien lo que hice, es cierto, solo deje que se construyera un castillo de naipes… Pero era joven y no sabía nada de la vida… Y lo peor aún estaba por llegar
-
Adri
Seguía callado, en la penumbra, viendo dormir a Carlos y muriéndome por acariciarle. El pelo que llevaba siempre con se toque rebelde y descolocado le caía ahora sobre el flequillo haciéndose morir de ganas a mis dedos de apartárselo. La sábana blanca caía por debajo de sus pectorales, de lado dejando también ver su estomago surcado de abdominales. Su tatuaje brillaba sobre su piel a la luz de la luna…
Alce mi mano y la coloque sobre su pectoral, sitiando allí el bombeo de su tranquilo corazón. La cadencia era hipnótica y dejándome llevar por ella me adentre más en la oscuridad que plagaba mi alma y mis recuerdos
Hace tres años---
Conseguí esconderme tras el árbol del parque justo a tiempo. A lo lejos escuche las voces del grupo de chicos jugando al futbol, reparaba de forma pausada y tranquila aunque por dentro era un hervidero de nervios…¿Qué pasaría si me veía?...¿Que pasaría si se acercaba a hablar?...¿Que pasaría si de nuevo tenía que enfrentarme a él?...¿Que pasaría si me veía y no hacía nada por acercarse?... Hacía tres días de la fiesta en la piscina y en todo ese tiempo no había salido de casa, al final mi madre cansada de ello me había obligado a bajar con ella al parque. Ella estaba por ahí con otras madres, hablando de sus cosas y yo em había conseguido escapar. Lo último que necesitaba era estar al lado de ella en el lugar más visible del parque
Me moví para apartarme del árbol escondiéndome entre la sombras de este y las que los rodeaban. Allí era poco probable que nadie me viera y desde allí podía verlo a él. Estaba sentado en un banco viendo al resto jugar tenía el brazo apoyado en el reposa brazos y su barbilla apoyada en el puño cerrado. Tenía la mirada perdida contemplando el campo en donde todos jugaban y se movían, al verle una tormenta de sentimientos me azotaban
Quería acercarme a él y decirle que le perdonaba que me diera igual el daño que pudiera hacerme porque yo le seguía amando con locura… Quería alejarme de él para no volver a sentir en mi corazón el golpe mortal que supuso el verle besarla… Carlos era como un imán para, me atraía y repelía en un ciclo que me estaba matando por dentro. Porque mi corazón latía con fuerza cuando estaba cerca de él y porque cuando lo hacía no paraba de reabrir las heridas sangrantes de aquella noche
Le estaba evitando para no encontrármele. El no había ido a mi casa, ni me había llamado ni nada y su silencio me llenaban de incertidumbre, porque si él me hubiera ido a buscar al día siguiente yo no habría tenido fuerzas para alejarme de él. Pero no lo había hecho… Tal vez yo ya no le interesara….
Parpadee pero un lagrima esquiva consiguió salir al mundo y desde allí resbalo por mi mejilla. El no había venido a buscarme porque ya había terminado lo que fuera que quería conmigo, porque yo ya no le interesaba y porque ahora él estaba detrás de ella o de alguna otra… Ya no era nada suyo ni el nada mío…
-Carlos…yo…-susurre a las sombras danzantes del parque
Suspire y me di la vuelta para irme, fui directo hacia mi madre evitando a todo el mundo y sobretodo la mirada perdida de Carlos. Al llegar a ella la vi sentada en la terraza de un bar con sus amigas, mi madre me miro acercarme
-Mamá dame las llaves de casa que me subo- la dije
Mi madre me miro alzando las cejas
-¿Y eso?- me preguntó
-Quiero hacerme la maleta- la respondí aparentando la firmeza suficiente para que no me replicara- Creo que me iré a pasar el verano con los abuelos- termine
Carlos… Necesito tiempo para pensar… Necesito tiempo para olvidarme de ti… Necesito tiempo para encontrar las fuerzas suficientes para decirte a la cara que a pesar de todo te seguía amando
Actualidad---
-No sirvió de nada…- le confesé en un susurro a Carlos en su sueño- No sirvió de nada-
Y era verdad, no sirvió de nada el alejarme. Cada kilometro que el tren avanzaba era una espina clavada en mi pecho, cada respiración lejos de él un clavo mas en mi cuerpo. Fui de vacaciones con mis abuelos creyendo que el verlos me calmaría, que el campo me sosegaría. Que el tener cerca a mi abuelo me traspasaría parte de su firmeza de hierro…
-Aun lloro por las noches recordando esos días en la casa de mis abuelos- le dije- Y cuanto desee tenerte cerca-
En donde la oscuridad, el dolor y la sangre no pudieran alcanzarme al estar a tu lado
Hace tres años---
Entre en la enorme mansión a las afueras del pueblo dejando mi maleta y a mi hermana Carla a cargo del servicio. Franquee las puertas de roble macizo grabado con intrincados motivos, pasando al lado de los sirvientes que me saludaban con una inclinación de cabeza. Les correspondí mientras aceleraba mi paso, vi a mi abuela en el jardín trasero inclinada sobre el pequeño huerto que allí tenía, pero para saludarla tendría que salir a fuera y no quería. Fui directo subiendo los escalones de dos en dos, en la planta de arriba fui derecho, acolchando mis pasos sobre la mullida alfombra y escapando de las luces de las lámparas de cristal del techo
Cuadros, jarrones, frescos en el techo y fruslerías de las más variadas especiaos decoraban la elegante mansión de mis abuelos, de estilo señorial. Herencia de los Soler durante generaciones. Al llegar a una doble puerta de caoba entreabierta cogí aire. Dentro se oía el sonido raspado de la pluma sobre el papel, y el inconfundible aroma a caleña que me hacia inspirar con fuerza. Agarre el pomo y como una tromba entre en el enorme despacho gritando:
-!!!!ABUELO!!!!-
Alvaro Soler, alzo la mirada con tranquilidad calculada. Estaba detrás de un enorme escritorio de roble con incrustaciones en caoba, al final de un despacho decorado con varios torfeos de caza y una enorme chimena de piedra negra en el lateral. Algunos cuadros de antepasados de la familia decoraban las paredes, una lámpara de araña pequeña y un poco alargada se encontraba en el techo, las enormes ventanas dobles abiertas de par en par haciendo que las cortinas de finas sedas ondearan libremente
Mi abuelo se recostó en su sillón de piel minetras daba caladas a su pipa engordando la nube de humo que se encotraba sobre él y que fluía como un rio hacia las ventanas. Su rostro de facciones duras y elegantes estaba como siempre mostrando su gesto serio y adusto, como si estuviera por encima de cualquier persona del mundo. La frialdad de sus ojos zafiro helaba la sangre cuando quería, y su porte demostraba porque durante la guerra se le había conocido como el “Halcón Gris”, aun estando sentado denotaba majestuosidad. Atravesé corriendo el despacho, y di la vuelta al enorme escritorio lleno de papeles llegue a un metro de su sillón y cuando iba a hablar mi abuelo me corto con su voz que era firme como el mármol más duro
-¿Qué es eso de entrar sin llamar Adrián?- me inquiero soltando una gran nube de humo con olor a canela de su pipa negra- ¿Es que no te han enseñado modales?- siguió mientras se levantaba
Yo tartamudeé un poco mientras retrocedía un paso. Los años no habían doblegado la espalda de mi abuelo, ni tampoco el paso del tiempo había suavizado sus formas. Se alzo como siempre de forma tranquila y taimada mientras me clavaba en el sitio con sus ojos de frio hielo. Su pelo se había vuelto plateado pero no había disminuido su volumen, peinado de forma militar y recta que afilaba aun más su cara. Se acercó a mí con paso firme negándome la posibilidad de recto ceder con sus ojos. Yo como siempre me sentí profundamente intimidado por él
Mi abuelo llego hasta mí y me coloco la mano en el hombro
-Esto no puede ser Adrián- me siguió diciendo- Habrá que remediar tus formas….-
-Pero abuce…- empecé a decir
Mi abuelo dejo la pipa en su soporte y con una velocidad increíble movió sus manos para empezar a hacerme cosquillas yo solté el aire de golpe mientras me arrodillaba en el suelo. Mi abuelo lo hizo conmigo, sus manos que eran como presas de acero se afanaban en arrancarme lágrimas de la risa mientras mi abuelo sonreía y se reía a la par con sus sonoras y carcajadas. Estuvimos así durante unos segundos, después las puertas se abrieron y vi a mi abuela, con un sombrero de paja, botas altas y gafas de sol entrar
-Si es que sois iguales- dijo- No sé quien es peor-
Mi abuelo paro y suspirando un poco se levantó, a pesar de que para sus setenta años se conservaba bien, mi abuelo empezaba a dar signos de fatiga. Mi abuela , se acero y me dio un beso mientras mi abuelo cogía de nuevo su pipa. Carla entró seguida por una de las doncellas, vestida de gris con un delantal blanco. Se acerco a mi abura y la beso en la mejilla, al llegar a mi abuelo, se paró delante de él. Y extendió la mano que fue estrechada. Mi abuelo siempre había sido muy serio en sus tratos con el resto de personas excepto conmigo, al pensar que yo era su nieto favorito me enorgullecía. Tras el saludo mi hermana salió de la habitación para irse seguida de mi abuela
Mi abuelo fue a su sillón dando caladas a su pipa y allí me enseño los planos de una casa que estaba diseñando. El ejercito le pago la carrera de arquitectura a mi abuelo y cuando la guerra estallo fue reclamado por el bando franquista, durante los años que duró la guerra mi abuelo se ascendió rápidamente en la escala militar hasta convertirse en teniente coronel del ejército. El teniente Coronel Álvaro Soler, era un hombre que se había hecho a sí mismo en piedra y acero como él solía decir, que se había construido como los edificios que proyectaba
---Actualidad---
-Si hubiera sido más fuerte…- le dije a mi amor dormido- Si hubiera sido más como mi abuelo… O como tu… Mas fuerte….-
La oscuridad y el viento, que mecía las cortinas, se llevó mis palabras, y mientras recordaba lo que seguía comencé a llorar
-
Alex
Estaba ya casi dormido, pero no paraba de dar vueltas sobre la cama. Me incomodaba, me levante y con los ojos entrecerrados me desplomé sobre la que estaba dormido Dani. Este gimió un poco n sueños y se cambió de posición abrazándose a la almohada. Yo suspire mientras seguía en mis sueños de vigilia, sin dejar de recordar
---Hace dos años---
Enrede mis dedos en la nuca de Pablo mientras le empujaba la cabeza para que se la tragara más. Este me dejó hacer y abriendo al máximo se la comió hasta que mis huevos chocaron con su barbilla, luego deje que se la sacara entera. Sus manos me recorrían el cuerpo desnudo, apretándome los pectorales o el estomago duro mientras se pajeaba. Yo estaba tumbado apoyado sobre los codos mientras con los ojos cerrados disfrutando de su mamada. Hacía cinco días ya desde que me la chupó por primera vez y en ese tiempo, cada noche a las tres de la mañana, cuando todo el mundo estaba dormido, se venía a mi cama a comérmela
Fuera éramos dos amigos que se comportaban con normalidad pero si ahora cualquiera de mis amigos se despertaba fliparía en colores. Por suerte la caminatas y actividades molían demasiado a los chicos como para que lo hicieran. Pablo se la saco y la lamió por todo el tronco. Yo no paraba de pensar en tías, me las imaginaba chupándomela y me imaginaba a mi mismo corriéndome sobre sus tetas o sobándolas mientras la chupaban. Y ese era el pequeño problema de el asunto, aunque Pablo no me decía nada al final de cada mamada nos besábamos y liábamos durante unos minutos, yo lo consideraba mi pago por las mamadas pero sabía que para Pablo era algo más… Yo no le decía nada porque no quería que los momentos como este se acabaran, me gustaba demasiado esto como para dejar que me importara
Abrí los ojos, Pablo había pasado a pajarera pero ahora había parado de golpe. Estaba arrodillado sobre mi mirándome a los ojos, yo abrí la boca para preguntarle pero Pablo me besó haciéndome callara, yo le deje contando mentalmente hasta cinco para apartarme. Si no me la chupaba del todo no pasaríamos a liarnos, cuando me aparté Pablo se volvió a colocar normal, estábamos ambos desnudos y como siempre me pregunte como un chico como Pablo podía ser gay. Ni Sergi, ni Pablo y tampoco Dani me pegaban como gays… No se les veía como… Chicas… Mi comprensión era limitada sobre el tema, influida por demasiados tópicos pero aun así cría que debería tener algún aire femenino característico… Pero de momento los únicos tres gays que conocía me rompían todos los esquemas prefijados que tenía
Pablo se movía un poco flexionando sus pectorales, más grandes que los míos, para colocarse mejor. Estaba inclinado debido a la litera, en sus manos se movió algo y cuando lo vi me di cuenta de que era un condón. Hacía mitad del curso pasado, le habíamos pillado uno al hermano de Sergi sin que se diera cuenta y lo habíamos curioseado para ver cómo era y eso. Fruncí un poco el ceño ante ello, pero Pablo abriendo la funda con los dientes lo sacó
-¿Qué haces?- le susurré
-Ya verás- me dijo él sonriéndome cálido- Esto es mil veces mejor que las mamadas-
-¿Pero tú qué quieres?- le pregunte y luego caí en la cuenta sintiéndome tonto por haber tardad- ¿Follar?-
Pablo asintió
-Pero yo… ósea yo nunca lo he hecho- le pregunte- No sé como… se hace…- admití tímido
-Yo sí- me dijo el moviéndose para coger mi polla entre las manos, la suya, un poco más grande que la mía, se balanceaba dura al moverse
-¿Tu?- pregunte subiendo el tono y abandonando los susurros por la sorpresa- ¿Cuándo? ¿Con quién?-
-A un amigo de mi primo le gusta que le dé de vez en cuando- me respondió- Desde principios de verano lo hago… Es guapo pero no me gusta, le mola mi primo y se conforma conmigo eso no me gusta- me colocó el condón limpiamente- Pero le cogí unos cuantos condones por si acaso-
Yo estaba callado, yo básicamente también me conformaba con el pero no lo dije… Follar… Eso con lo que todos empezaban a soñar y que se extendía ante mí como un suculento premio. No pensaba dejarlo escapar, sentía la respiración agitada por la excitación, mucho más que cuando me la chupó por primera vez. Pablo se colocó sobre mí, se inclinó para besarme y de paso se coloco la punta de mi polla en la entrada de mi culo
-Tiene ese gel para que entre mejor- me dijo- Pero iremos lento ¿Vale?-
Yo solo pude asentir, entrecerré los ojos para con la oscuridad pensar en alguna tía. Pablo me sonrío amistoso y comenzó a metérsela
Lo único que pude hacer yo fue gemir mordiéndome el labio y pensando en tías del campamento
---Actualidad---
Mi polla se apretó contra el colchón mientras recordaba aquel momento. Recordaba metérsela con cuidado y luego la cadencia… lenta y luego CAD vez más rápida, recordaba su lengua por mi cuello y por mi boca, totalmente excitados ambos… Recordaba haberle tumbado boca abajo para luego hacerlo yo encima y seguir fallándole. Recordé haber estado pensando en tías todo el rato mientras les desvirgaba el culo, recordaba haber tapado su boca con la mano para contener sus gemidos y recordaba haberle mordido por los hombros para no gemir yo… Y recordaba correrme, y luego la liada hasta quedarnos dormidos
No había estado bien, ahora lo sabía, no debería hacer dejado que Pablo se hiciera ilusiones, debería hacer como a partir de ahí siempre hacia, dejando claros los limites. Que para mi solo era un calentón que necesitaba bajar con algo que apretara más que un coño… Solo eso, solo sabía que había más cosas que daban mas placer… Para mí solo eran juguetes que usaba y que luego desechaba y así se lo hacía saber para que ellos actuaran sabiendo mi juego
Pero con Pablo no, con Pablo no fue así. Con él, con el primero de todos, me callé. Le deje que se le embolatara la mente con sueños que nunca se verían cumplidos. Deje que me dijera te quiero entre gemidos y susurros mientras yo le follaba, deje que me besara pensando que había algo más que simple y sencillo sexo
Porque para mí solo era sexo pero para él… Para él fue amor… Amor que yo pisoteé y destroce
---Hace dos años---
Celia debajo de mi mordió la almohada mientras yo la follaba como un salvaje. Quedaban dos días de campamento y ella se había dedicado a calentarme, desde hacía tres días quedábamos para liarnos en alguna cabaña a la hora del tiempo libre, por desgracia Celia no era Pablo y en cuanto insinué cosas que podía hacerme o que yo podía hacerla a ella tuve claro que no sacaría nada. Así que me liaba con ella a escondidas durante el día y por la noche me bajaba los calentones fallándome a Pablo. Obviamente a él no le dije nada de Celia y es que no quería que lo que yo hacía con el cesara, me encetaba la presión que todo su culo me ejercía sobre la polla y que ni de lejos el coño de Alicia igualaba
Pero Celia era una tía, lo que de verdad me gustaba, con ella no tenía que cerrar los ojos. Ni tampoco tenía que pensar en otra persona, podía hundir la cabeza en sus tetas para comerlas, y mover mi lengua por sus pezones erizados, por su esbelto cuello y sus pequeñas caderas. Celia era un tía y Pablo un tío
Ante todo era un tio práctico muy pronto me di cuenta que si bien me gustaba follarme a una tía (como estaba haciendo en esos momentos) también me gustaba montármelo con un tío para sentir el placer de su culo, con un tío solo era sexo pero con una tía era algo más. Yo no quería a Celia, solo me molaba pero ya era algo más que la amistad que sentía por Pablo y eso abría un horizonte nuevo de posibilidades que al simple sexo, por muy placentero que fuera con un chico
Celia se había hecho la estrecha, pero más de la mitad del campamento estaba de excursión libre por la montana y el resto se había ido al lago. Ella y yo nos habíamos escapado y tras media hora de liarnos y tras mostrarle uno de los condones de Pablo (haciéndolo pasar por mío para evitar cualquier sospecha) estuvo cantado que aceptaría. Se sorprendía de la facilidad con que me los poni pero ya tenía práctica aunque no se lo dije. Para ella esta era mi primera vez y en cierto modo lo era, mi primera vez con una tía
Había sangrado un poco pero como yo ya había escuchado por ahí que eso podía pasar había traído una toalla al empezar a follar, solo tendríamos que mojarla y nadie nunca se daría cuenta. El resto solo había sido placer que me desilusionó un poco al comprobar que si bien era muy diferente a con Pablo, su coño no apretaba ni de lejos tanto como el culo de mi amigo y eso me había decepcionado
Terminé de embestirla mientras ella se agarraba a mi espalda, nos besamos con pasión mientras el condón recibía toda mi corrida. Había sido el ultimo que le había quedado a Pablo, me había sentido mal al cogerlo pero… Pero… Pero no tenía ninguna excusa, simplemente lo había hecho y punto
Suspiramos ambos y nos levantamos para vestirnos, yo salí de la cabaña en bóxer y yéndolos baños cercanos lo tire por el váter. Al volver me puse los pantalones y estuvimos liándonos hasta que llego el resto. Luego solo fue confundirse con la gente al llegar, eran tantos que nadie se dio cuenta. La noche empezaba a oscurecer el ambiente mientras cenábamos en un enorme círculo en un claro cercano a las cabañas. Yo me disculpe para irme a la mía, tenía un poco de cansancio de follarme a Celia y pensaba tumbarme un rato en la cama hasta después de la cena para estar listo para la noche de juegos
Al entrar entrecerré la puerta y me eche sobre la cama cogiendo el móvil para jugar a algún juego. A los pocos minutos la puerta se abrió y un sonriente Pablo entre diciéndome que me había visto irme, y como él tampoco tenía hambre por la merienda que venía a ver si podíamos pasar un buen rato. A pesar del cansancio la verdad era que tenía ganas de follarme su delicioso culo y de sentir esa presión de nuevo… Pero antes de que me decidiera Pablo se agachó, hurgando en su mochila mientras silbaba por lo bajo para buscar el condón que según la profesión de nuestras folladas nocturnas nos quedaba…
Yo me senté en la cama suspirando, se lo tendría que decir. No había otra manera
-Pablo….- le llamé
-Dime- me respondió el mirándome con sus cálidos e inocentes ojos
Y en ese momento me di realmente cuenta
El me quería… De verdad me quería…
Y las palabras ardieron en mi garganta, siéndome imposibles pararlas ya. Tenía que hacer lo que había estado posponiendo desde aquella primera noche
Tenía que destrozarle, hacerle daño… Pero no había otra manera
-
Adri
Mi mano se movía por el pecho de Carlos acariciándolo, pasando mi mano por sus pectorales que se hinchaban y vaciaban por la respiración. De allí pasaba al cuello para acariciarle el rostro en sueños, las lágrimas caían como ríos por mis mejillas, nunca nadie me había visto llorar. Siempre lo hacía cuando estaba solo o cuando sabía que nadie se daría cuenta… Y me frustraba porque yo quería que alguien me viera en aquellos momentos, quería que Carlos se despertara y me encontrara así. Que me abrazara y me tuviera así hasta que se lo contara. Quería que alguien me obligara a contarlo
Pero por otro lado no podía… No quería… La oscuridad que en mi alma se extendía como zarzas arraigadas en mi corazón, haciendo sangrar en un laberinto de espinas negras. Estaba roto por dentro, absolutamente destrozado por una presión que me consumía como un cáncer de duras garras…
No podía contárselo a nadie, debía callármelo y guardármelo para mí… Debía ser fuerte….
Mire a Carlos dormir, le amaba tanto… Le quería con tanta fuerza….
-Ojala hubieras estado allí, a mi lado- le susurré entre las lagrimas con palabras pausadas- Así el dolor hubiera sido menos…- entrecerré los ojos sintiendo el ardiente beso de la cicatriz de mi pómulo derecho, rompiendo mi atractivo rostro-Así los golpes no hubieran dolido tanto…-
---Hace tres años---
La música bañaba todo el pueblo como una capa de alegría y diversión. Los petardos explotaba en las calles solitarias por niños y mayores risueños, el humo, el polvo se mezclaba con las risas y los cantos, el calor y la cerveza abundaban en la noche. Castillos hinchables y las casetas de los feriante ocupaban todo el campo anexo al pueblo. Y sobre el mismo la gran mansión de los Soler dominando el valle. Yo corría de un lado a otro con mi hermana detrás intentando no perderme de vista, mi abuelo sentado en una silla estaba jugando a las cartas con algunos mayores, hasta desde aquí podía notar el olor a canela de su pipa que tantos recuerdos me traía
Jugaba con otros niños, de entre mi edad y la de mi hermana, a polis y cacos. No escondíamos por todos lados y corríamos como locos, por fin Carla había hecho buenas migas con el hermano de uno de los pequeños, de la misma edad que ella pronto se había ido al bar a tomar algo a la terraza. Lo cual me daba libertad a mí, había instalad bares, un par, en el campo así como mesas y sillas, el resto eran campos y campos de alta hierba, y profundos matorrales, perfectos para esconderse
Mi abuela hablaba con la gente cerca de la caseta del bingo, absorta en su infalible método para ganar agrando su herradura de madera de la suerte (tallada a mano por mi abuelo hacía muchos años). La gente respetaba a mi familia, nuestras raíces se hundían profundas en la historia y eso siempre se mostraba en el andar y el porte, que hacía que sin ni quiera mirarme a los distintivos ojos todo el mundo supiera pertenecía a los Soler
Me moví junto con un chico para esconderme detrás de un árbol. Vi a mi abuelo levantarse, apoyándose en su bastón para darse impulso. Yo centre mi atención en esconderme. El chico respiraba con dificultad, era amigo mío del pueblo desde hacía algunos años. Un poco gordito de cuerpo pero aún así guapo, la clase de persona con carácter débil que se pegaba de forma inexorable a los de carácter fuerte como yo. Mentalidad de esclavos, pensé, Como suele llamarlo el abuelo. No estaba de acuerdo con ello pero no tenía otra forma de definirlo más que esa
El chico estaba muy pegado a mí, respirando con un poco de fuerza yo le palmee la espalda para que se calmara. Los polis estaban en otra zona, esta pillaba un poco lejos, al lado del pozo donde técnicamente no nos podíamos esconder pero que desde luego solo era un sitio de paso para acércanos a la cárcel desde un ángulo muerto.
Mi mente voló hacia otra noche, en un claro como este donde me había besado por primera vez con Carlos… aparte el pensamiento con rapidez, cada vez que pensaba en Carlos el dolor y la añoranza que sentía hacia él se mezclaba y luchaban. Pero a medida que los días en mi pueblo pasaban me iba dando cuenta de que amaba a Carlos por encima de cualquier beso con una chica… Solo el saber que él no se había negado era lo único que me quedaba para afrontar del todo que aun a pesar de todo le seguía amando…
El chico seguía pegado a mí, pero ya respiraba con menos fuerza, casi como un susurro. Tenía una mano apoyada en mi hombro y desde allí espiábamos a ver si veíamos a alguien. Detrás nuestra un alta sombre se movía con paso tranquilo, pero no la veíamos
Yo me gire un poco, el chico me miro entonces con fuerza y cuando me quise dar cuenta me estaba besando. Yo gemí con sorpresa y trate de apártale, por el shock mis brazos no tenían ímpetu y resbalaron de sus hombros como si… como si…
Como si le abrazara, pensé y entonces lo entendí todo con claridad meridiana, Carlos no la estaba abrazando, el solo la estaba apartando cuan…
-!!!YA BASTA!!!- tronó una voz que era como el restallar de un látigo
El chico se apartó de mi con rapidez, miró hacia atrás y al segundo saliendo corriendo mas por vergüenza que por miedo, yo me quede quieto, a fin de cuentas había reconocido la voz de la figura envuelta en la sombras y rodeada del humo de su pipa con olor a la canela que mezclaba con el tabaco
Era la de mi abuelo
-
Alex
Ya no podía parar de recordar, solo sentir la pena y la impotencia por no poder cambiar el daño hecho
Hace dos años---
-¿Qué buscas?- le pregunte desde mi sitio
- El condón que queda- me respondió como si fuera evidente y supongo que lo era- Para cuando lo hagamos-
-No- le dije y antes de que continuara Pablo me paró
-Oh bueno podemos hacer una mamada antes- me sonrió con alegre afecto- O estarnos besando algún rato y después…-
-No- le replique de nuevo
-¿NO a que?- me preguntó frunciendo un poco el ceño
-No a todo eso que dices-
-Pero….- empezó el sin entender
-No vas a encontrar ningún condón en tu mochila, ni me la vas a chupar ahora ni nos vamos a besar-
-¿Qué Qui…-
-Mira Pablo- le dije, no sabía como cojines decírselo pero no podía dejar que el me hablara o perdería las fuerzas de nuevo y lo dejaría correr- El condón no está porque lo he cogido yo esta tarde- pablo abrió la boca- Para follarme a Celia- terminé
Pablo cerró la boca lentamente, dejo resbalar la mochila de sus manos y así arrodillado se quedo mirándome medí girado durante un eterno minuto. Yo le sostuve la mirada como supuse que era mi deber hacer, no era la primera vez que cortaba una relación pero nunca había sido así
-¿Es una…broma…no?- me preguntó con voz y mirada esperanzada
De verdad si yo le dijera que lo era me creería, pensé con amargura, Aunque no encontrara el condón le daría igual porque me creería…Porque me ama….
Y eso me hizo enfurecer
-No, no lo es- le dije- Hace una hora más o menos me estaba follando a Celia en esta misma cabaña-
Pablo parpadeó con fuerza e intento levantarse. Pero a lo máximo que llego fue a sentarse en una cama enfrente de la mía
-No…No lo…entiendo- me dijo desconcertado y con los ojos brillante por las lagrimas
-¿Qué no entiendes?- le pregunte con un tono de voz endurecido por las circunstancias- Me-la-fo-lle- le repetí marcando cada silaba y viendo como a cada una de ellas Pablo se encogía como si le hubiera golpeado
-Pero tú..Yo…- me miro a los ojos y las lagrimas comenzaron a escaparse de sus ojos, a lo lejos la gente seguía con sus vidas ajenas a lo que estaba pasando
-¿Tu y yo que?- le pregunte torciendo la boca en un gesto de desprecio ante sus palabras, no sé que me pasaba, me poseía una ira ciega. ¿Como podía Pablo ser tan tonto, tan idiota de dejarse auto engañar?
-Pero yo te…quiero y…. pensé que tu…- los sollozos cortaban sus palabras
-¿Te quería dices?- aquí llegaba la gran verdad- Yo nunca te dije te quiero y nunca correspondí a tus besos… Solo deje que me lo dijeras y solo deje que me besaras, nada mas-
-¿Por qué?-
-Porque quería seguir follándote y porque quería que me la siguieras chupando- le conteste soltando el aire de golpe
-Pero pensé que…-
-¡Pues piensa más!- le dije levantándome de la cama de golpe- ¡Piensa mas y date cuenta de que ni somos novios ni tenemos entre nosotros nada por el estilo!-
Estaba muy furioso, porque Pablo no gritaba, no se rebelaba. Solo estaba allí, sentado en la cama, llorando con esa mirada de desconcierto en la cara y eso me ponía muy furioso, quería alguna reacción en él que me hiciera sentir mejor en esta situación
-Joder- dije daño una patada a la cama- Mira Pablo tu por tu lado y yo por el mío, quedan dos días de campamento…- empecé a salir de la cabaña- No me vuelvas a hablar en lo que queda-
Y salí a paso firme sintiendo una ira abrasadora dentro de mí
Actualidad---
Fui estúpido, Pablo no tenia culpa. Ni me hablo, ni me miro en lo quedo de campamento, solo permaneció callado como muerto y por la noche creía oírle llorar. El solo siguió lo que le había dicho porque el había tenido fe ciega en mi, había confiado en mi mas allá de lo imaginable, yo le había pateado como a un perro
En el fondo lo sabía. No había estado furioso con él
Había estado furioso conmigo mismo por haberle hecho tanto daño a un persona que si bien no quería de ese modo, si que se merecía algo mucho mejor de lo que yo fui
No había vuelto a verle desde entonces
-
Adri
Estaba llorando en silencio mientras mis dedos recorrían el rostro de Carlos en suaves caricias, seguía en la misma posición en la que empecé hacia ya un buen rato pero no me había movido. No hacía falta porque no estaba allí, estaba lejos… Muy lejos, en otro lugar y en otro tiempo…
Hace tres años---
-¿Qué estabas haciendo Adrián?- me pregunto con voz profunda
El humo de su pipa le envolvía en una nube plateada a la luz de la luna, el olor impregnaba el aire de canela y el fuego del extremo iluminaba el rostro de mi abuelo cuando este daba caladas. Yo sentí un poco de miedo pero mi mente estaba un poco lejos pensando en lo que había pasado y comparándolo con lo de Carlos en la piscina. El no había querido besarla ni abrazarla, pensé increíblemente feliz, Cuando llegue a Madrid pienso besarl…
-¿Qué hacías con ese chico Adrián?- me repitió mi abuelo más serio, agarrándome el hombro, a la luz de la luna la empuñadura de plata y marfil de su bastón relampagueaba débilmente
-Pues…- empecé yo al centrarme en el mundo real, con la imagen de Carlos aún en mi mente
-¿Besarte con él?- me pregunto con una voz suave como la seda, no le veía los ojos, la luna le daba de espaldas de modo que para mí era una gran sombra envuelta en fragante humo
-Si…- respondí yo sin poder negar lo evidente
-¿A quién amas?- me pregunto mi abuelo dejando su pipa en el borde de piedra del pozo
-A Carlos…- respondí yo satinado que me liberaba de una gran peso al contárselo a alguien
-Otra vez- repitió mi abuelo, con su misma vos suave y sedosa, moviendo el duro bastón de roble y caoba entre sus dedos, la empuñadura relució- ¿A quién amas?-
-A Car…-
El golpe me dejo secó, matando las palabras en mis labios. Retrocedí un paso sin saber que había pasado, por un momento flote en el éter y entonces desde la barbilla un ardor como fuego se extendió por todo el lado de mi cara. Al principio suave pero a los pocos segundos llenadme entero de dolor y desconcierto. Mi abuelo me agarró el cuello de la camiseta con una mano cuando retrocedí unos pasos por la sorpresa. Intente alzara la cabeza cuando de nuevo un golpe me hizo girar la cara, en el otro lado y esta vez me dolió nada más recibir el golpe, mis pineras fallaron pero mi abuelo me mantuvo en vilo con una sola mano, el bastón se apretaba contra mi cuerpo al sujetarme
-Abu…- empezó
La mano que era como una sombra me volvió a golpear haciéndome girar la cara, para cuando me quise dar cuenta otro golpe me zarandeó. El dolor era curioso, nada más recibir el golpe la zona se insensibilizaba pero al segundo el shock desaparecía y el dolor hacia que el rostro me ardiera de forma incontrolable, me contuve para no gritar pero era superior a mis fuerzas. Miré hacia arriba la mano de mi abuelo me soltó, haciendo girar el bastón entre sus dedos con maestría
-Otra vez- me volvió a repetir con su vos taimada-¿A quién amas?-
Yo estaba desconcertado, agarrándome la mejilla ardiente y sintiendo como la otra literalmente parecía haberse desprendido por los dos golpes
-A…a…- empecé atragantándome con mis lagrimas, no sollozaba, solo lloraba porque no entendía nada de lo que estaba pasando- Car…-
Esta vez el golpe fue con la mano del bastón, cerrada en un puño y utilizándolo para aumentar la potencia, me golpe el estomago haciéndome encorvarme mientras escupía saliva. Conseguí contener el vomito antes de que saliera, el dolor se multiplico por todo mi cuerpo como un látigo de varias colas, restallando cada una a continuación de la siguiente, amplificando al resto y haciendo retorcerse de dolor a cada fibra de mi ser. La punta del bastón se movió para golpearme en un lado del cuerpo, como un látigo sobre la piel me hizo gritar pero el grito se partió en dos cuando mi abuelo de nuevo me golpeó en el otro lateral esta vez con la cabeza de plata y marfil. Su mano como una presa de acero me agarró el cuelo y me levantó, me empujo contra el pozo y yo me apoye para no caerme
Estaba llorando pero ahora sentía como todo mi cuerpo temblaba, el dolor era insoportable y hasta el roce de las lágrimas por mi piel quemaba. No pude contenerme, me incliné a un lado y vomite un poco. Mi abuelo estaba quieto delante de mí, con la luna dándole en la espalda. En el aire el olor a canela mezclaba sensaciones confusas dentro de mi… ¿Por qué?...Mi abuelo…. El…Yo…
La cabeza de su bastón se apoyo en mi pecho para pegarme contra el pozo y presionó un tanto, el ardor unido a su presión me hizo soltar el aire entre el sollozo, el gemido y el grito. Reflejos de plata y nácar me cegaron
-Otra vez- esta vez su voz más áspera- ¿A quién amas?-
-¿Por qué?- pregunte yo entre las lágrimas y el dolor
-¿Eres un Soler?- me pregunto esta vez
-Si…- su bastón se movió hacia mi hombro para apretármelo y yo gemí de un increíble dolor, algún golpe debía haberme destrozado la clavícula
-Estas enfermo- me replicó él- Sangre sucia que no puede estar en la familia-
-Pero yo…-
-¿A quién amas?-
-C…- el golpe esta vez vino antes si quiera de que alcanzara a pronunciar su nombre
La cabeza del bastón me golpeó en la cara, en el lado derecho, cuando intente reaccionar caí al suelo sintiendo el sabor a sangre y lagrimas en la boca. Su pie me pateó un tanto y su talón me castigó el hombro de nuevo
-Estas enfermo- me siguió diciendo- ¿Es que no lo ves?....- apretó con su talón em mi hombro haciéndome gemir mientras la punta de su bastó se calvaba en la mano del brazo opuesto para que no me moviera- No mereces ser un Soler…. Te hubieran matado hace menos de diez años por esto-
-Yo…Carlos…- solo pude decir eso, era lo único en lo que pensaban, en Carlos… Carlos…. Carlos… No podía apartarlo de mi cabeza
Su mano me agarró el cuelo estampándome la cara contra la piedra, esta vez el golpe no fue fuerte pero el tacto de la áspera superficie fue como sal y lija sobre mis heridas. Su bastón se coloco en mi cuello ahogándome levemente
-Aprenderás del error créeme- me dijo suavemente- Y volverás a ser normal otra vez-
-Abuelo…- le suplique entre lagrimas ahogadas
-Otra vez- me dijo liberando un poco la presión de mi cuello- ¿A quién amas?-
-A…Ca…rlos…-. Le dije entre gemidos, no pensaba dejar de decirlo por mucho que me preguntara, no sabía porque lo sabia pero lo sabia
Me lazo contra el suelo y en el aire se giró para golpearme en el pecho con el bastón, caí a plomo. El ardor era insoportable, era como estar en llamas, me quemaba todo el cuerpo, la sangre y las lágrimas empañaban mi visión. Moví la cabeza para vomitar y escupir sangre, intente levantarme pero mi abuelo me puso el pie en la espalda y me tumbo boca abajo en el suelo, su bastón clavo la punta en mi hombro dolorido y yo gemí débilmente
-Estas enfermo…Roto… Defectuoso- me respondió- No está bien, es antinatural… y haré que lo veas para que vuelvas a ser mi nieto-
Yo solo me removí tratando de que ni mi sangre ni mis lágrimas me ahogaran
-Otra vez- repitió apretándome el cuerpo contra el suelo hasta sacarme casi todo el aire-¿A quién amas?-
Y los golpes siguieron cuando respondí, pero no podía responder otra cosa… Y siguieron…. Y siguieron…Y siguieron…
Otra vez, era el ruido de fondo, ¿A quién amas?
Otra vez, era el sonido de mi réquiem, ¿A quién amas?
Otra vez, era mi destino en fría piedra, ¿A quién amas?
---Actualidad---
Lloraba sin freno viendo a mi amor dormir. Estaba roto, era un jarrón vacio, una vasija destrozada, una estatua astillada
-No te merezco…- le dije entre las lagrimas que caían como ríos al vacio- Tu mereces algo mejor que yo… Yo estoy roto… Carlos… No te merezco-
Empecé a sollozar, yo no le merecía. Ya no, el estaba mejor sin mí, mejor lejos de esta oscuridad que me rompía el alma. Era débil, pero sería fuerte para conseguir que Carlos no sufriera por mí…. Tenía que alejarle de todo lo que guardaba dentro como una oscuridad pétrea. No le merecía tenía que estar lejos de él por su propio bien
-Otra vez- repetí entre los sollozos y las lagrimas, enterrando el rostro entre mis manos- ¿A quién amas?-
…Otra vez…
…¿A quien amas?....
Espero que os haya gustado, espero vuestro comentarios para ayudarme a mejorar