Carpe Diem XI: El primer paso

Un viaje comienza... Un viaje lleno de dolor... Un viaje lleno de esperanzas... Un viaje que es promesa de muchas cosas... Un viaje hacia el vacio...

Espero que os guste y que sea de vuestro agrado ajajaj Siento tardar en publicar pero en serio inento darme prisa de verdad jajaajaj Espero que disfruteis leyendolo como yo lo hice escribiendolo jajajaja Y como siempre os animo a comentar jajaja

Carlos

Me desperté con el insidioso sonido del despertador resonando por la habitación, mi mano se movió sola, a fuerza de la costumbre tenia memorizado el camino hasta el maldito despertador. Lo agarre y mire la hora… Las tres de la mañana, suspire, Estará roto, pensé y a punto estuve de volver a cerrar los ojos, Ostia no, seguí de golpe hoy es el viaje a Italia… Me levante de un salto, estaba en bóxers, me gustaba dormir así todo el año, si hacia frio ya me taparía mas con las sabanas

Fui corriendo al baño, entre y me quite los bóxers, abrí el agua caliente y espere paciente mientras la creciente nube de vapor daba muestras del caldeamiento del ambiente. Me mire la polla y me reí por lo bajo, mi padre aun  seguí durmiendo. Mi polla estaba medio dura, seguramente atontada por el cambio de hora al despertar aun no le había dado tiempo a desperezarse del todo con su habitual estirón matutino, me la acaricie, morena como el resto de mi cuerpo aunque en un tono un poco más oscuro, aun en semi erección se podía apreciar un buen tamaño, un tímida vena se marcaba muy suavemente en el tronco, como si con somnolencia le costara bombear la sangre para mi pollon. Sonreí tiernamente

-Pobrecilla…-- dije tiernamente- Ya te despierto yo- y me reí un poco metiéndome en la ducha

Por desgracia tan centrado estaba en mi polla, cosa bastante comprensible aunque este mal que yo lo diga, que no me di cuenta de comprobar la temperatura del humeante chorro… Me mordí el labio mientras el agua caliente se estrellaba contra mi macizo pecho para resbalar luego en regueros por mis músculos morenos, suspire y aguante mientras acariciaba mi polla que animada por la cálida temperatura prácticamente se alzaba ya en su máxima extensión… Cuando estuvo del todo duro y aluzado el deje libre, conocedor de que no se bajaría hasta que no la relajara como se debía, me centre en coger el jabón y extenderlo por mi cuerpo

Irremediablemente no pude evitar centrarme en la cremosa espuma con olor a fresa que al contacto con mi piel creaba un contraste la mar de apetecible, extendida por mis manos pronto se fundía con el agua para crear blancos ríos que se deslizaban entre mis potentes pectorales haciendo brillar con ello mi tatuaje y que luego desde ellos descendían para limpiar mis abdominales y finalmente rodear mi polla como dedos anhelantes desenado pajearla… Suspire, me encantaba mi cuerpo

Tras lavarme el pelo, que como siempre lo tenía un poco revuelto del sueño pasado, decidí por fin centrarme en las atenciones que mi palpitante polla pedía con cabeceos ansiosos. La agarre y tras comprobar que ya no quedaban restos de jabón la comencé a pajear con un ritmo suave, pronto la piel del glande lo dejo a la vista de color rosado aunque en un tono un poco más oscuro brillaba por el agua y el liquido pre seminal que la lubricaba, a pesar de querer ir lento lo cierto era que no quería perder mucho tiempo en ellos y saltándome el ritual previo me metí directo en faena

Con un ritmo más vivo y con mas brío comencé a pajearme en serio mientras mi otra mano se dedicaba a acariciarme el torso centrándose en mis potentes pectorales los cuales amasaba y masajeaba con determinación, mis pezones ya erectos por el placer fueron acariciados por mis manos arrancándome suaves gemidos de placer que ahogue mordiéndome el labio y ocultándolos bajo el incesante correr de la ducha… Cerré los ojos, el clímax se acercaba y mi mente ya volaba sola

A pesar de que intente centrarme en Valle o en alguno otro de mis amigos como siempre mi mente me ignoro por completo y pronto solo unos ojos zafiro llenaron mi cabeza. Con una celeridad increíble mi mente empezó a recordar todos y cada uno de mis sueños con Adri, cada escena pensada en mi cabeza, cada fantasía… Cada hecho verdadero… Porque no solo era fantasía algunas cosas sí que habían pasado de verdad… Cerré los ojos con fuerza mientras me centraba en la imagen de Adri en el vestuario, una blanca toalla anudada en torno a su cintura, levemente ladeada y que enmarcaba los músculos en uve que apuntaban hacia su polla a si como delimitaban el final de su marcadísima tableta morena, sus pectorales alzados sobre el pecho de forma nítida pero sin mi volumen, su cuello fuerte que mis labios se volvían locos por besar cada vez que lo flexionaba al tragar saliva, su boca de finos labios con esa sonrisa entre arrogante y triste, su nariz recta y sus pómulos suaves solo con la pequeña cicatriz sobre el pómulo derecho, sus cejas finas de color negro del mismo modo que su pelo sedoso y despeinado por la reciente ducha, sus brazos fuertes con un par de suaves venas por ellos… Y por fin… Sus ojos… Ese zafiro perfecto que era mi condena… Gemí mas fuerte, el recuerdo del tacto de sus labios en nuestro primer beso se superpuso a ese y fue como si en ese momento me besara…

Mi mano ya estaba frenética y con un gemido entre triunfal y pesaroso llegue a los órganos… Triunfal por conseguir el clímax y pesaroso por saber que al acabarse me daría de bruces con la realidad… Me corrí con cuatro trallazos que salpicaron la ducha, mi torso y mi mano… Lo limpie todo y luego apoye mi frente en las frías baldosas mientras el agua me cubría como una manta amorosa… Pero insuficiente para consolarme del todo…

-Adri…- susurre al agua que caía

Sergi

Taconee el suelo con una fuerte pisada que resonó en la silenciosa urbanización con un eco profundo, un par de gatos se asustaron y mi congelada pierna se animo un poco, brindando de nuevo la sensibilidad a mis entumecidos dedos… Chasquee la lengua y mire el reloj, no llegábamos tarde pero aun así estas cosas había que hacerlas con tiempo… Y Dani aun no bajaba… Mi peque… Sonreí hacia un par de días que había empezado el nuevo trimestre tras las navidades, no había podido verle mucho entre mis idas a casa de mi padre y las suyas a su pueblo las pocas ocasiones que habíamos coincido había sido por medio día… Pero aun así como siempre medio día con él era como una semana con cualquier otro… Como un segundo….

Era extraño que los tiempos pasados con él se me hiciera cortos y largos a la vez, Sera el amor, pensé con una sonrisa, Sera el amor… Aun recordaba con cariño ese abrazado hace unas semanas en pleno centro de Madrid, como fue sentir su cuerpo contra el mío, tan pequeño y tan duro como una roca… Como mi roca… Mi sustento… Aun sentía sus temblores entre mis fuertes brazos y como estos se hacían más débiles al calmarlos mi calor, sus brazos rodeándome la cintura, su cabeza en mi pecho alzándose con mi respiración y su sedoso pelo en mi barbilla apoyada en su cabeza… Dani… Mi peque… Mi amor…

Aun dolía el amarle, dolía mucho y a cada día dolía mas pero también a cada día le amaba con todavía mayor fuerza y eso combinado con las folladas de campeonato con Gabi me ayudaban a apartar el dolor de mi mente, que no extirparlo… La puerta del portal se abrió y de ella salió mi peque, me gire para verle

-Lo siento Sergi…- me dijo con una sonrisa- Me dormí en la ducha- y se rio un poco

Llevaba una chaqueta negra con una bufanda gris en torno al cuello, unos vaqueros de color azul oscuro casi negro… El claro oscuro de su ropa se veía roto en cuanto se llegaba a su cabeza, su piel nívea destacaba contra la bufanda gris que ocultaba su fuerte cuello, su pelo sedoso en esos momentos por el frio y la ducha reciente estaba mas rubio de lo normal y con un aspecto más suave todavía, peinado con esa crestita que tanto me gustaba hacia mis dedos se murieran de ganas por acariciarlo…. Sus finas cejas y su rostro de rasgos suaves pero afilados, como una estatua de mármol de un dios griego cuyo marmóreo aspecto quedaba desecho en parte por sus profundos ojos verdes, que eran mi total perdición y en los que no me importaba ahogarme cada día entre el dolor y el amor… Arrastraba una maleta de ruedas de color negro que realzaba también el aspecto general que ofrecía… Realmente mi peque se rompía de lo bueno que estaba y me hacia hasta daño al corazón verle así y no poder besarle…

Dani llego hasta donde estaba yo y me dedico una sonrisa entre tímida y afable, como todo en él, que estaba impregnado de esa dulce timidez que me enamoraba

-Lo siento- repitió de nuevo

Yo me reí y colocándole el brazo por los hombros le acerque a mí para besarle el pelo, mi peque se dejo guiar y me paso su brazo por la cintura cuando se pego a mí, tras besarle el pelo me aleje y Dani se alzo para darme un suave beso en el cuello, yo me estremecí y me reí, Dani me sonrió

-No malinterpretes- me dijo con su sonrisa tanto en sus labios como en sus ojos verdes- Que te lo he dado en el cuello porque no llego a la mejilla-

-Ni a mis labios…- le continúe la frase yo

-Mas quisieras…- me dijo- Anda vamos-

Yo entrecerré los ojos, mientras ambos caminábamos abrazados en la noche con nuestras maletas tras nosotros traqueteando… Más quisiera si… Daria cada gota de mi sangre por un beso tuyo peque, pensé triste, Como aquella vez… Cerré los ojos mas fuerte mientras me dejaba guiar por mi peque, No Sergi no, pensé para mis adentros, Nunca pienses en ese beso… Y con un esfuerzo titánico lo aparte de mi mente… Ese beso era mi lapida, mi epitafio escrito en fría piedra… Ese beso marcaba mi sepultura… Ese beso… Ese beso dolía más que coger cristales rotos con la mano porque fue ver como todos mis sueños se desmoronaban… Fue ver como mi amor caía al negro vacio… Suspire, pero a pesar de todo había sido tan bello… Y ahora… Tal vez… Pudiera haber más… También pensaste eso al besarle la primera vez, me recordé a mi mismo sarcástico, Pensaste que podía haber más besos después de ese… Y mira como acabo… Leer ese miedo visceral en sus ojos, ese temor casi irracional ante el beso…. Ahora cobraba una mayor perspectiva pero del mismo modo también cobraba una más dolorosa...

Porque si Dani era gay y nos habíamos besado ¿por qué sucedió así?... A pesar del miedo Dani tendría que haberse entregado a mi beso como yo lo hice… Ese beso… Tal vez no quiso nada conmigo en ese momento del mismo modo en el que tal vez siga sin querer nada conmigo ahora… Quien sabe… Solo sabía que recordar ese beso no me hacia bien… Era demasiado doloroso y por eso hace años tome la decisión de enterrarlo en mis recuerdos y de apartarlo a golpes cuando volviera a parecer….

Abrí los ojos al notar que Dani se paraba, mire a nuestro alrededor y vi como los autobuses ya estaban colocados para llevarnos al aeropuerto… Hice un barrido circular y solo pude detectar a Gabi y a Alex, note a Dani tensarse un poco a mi lado y le mire

-¿Estás bien peque?- le pregunte

Dani alzo su mirada para clavarla en la mía

-Si Sergi… Un escalofrió…- me dijo mientras tragaba un poco de saliva y se enrojecía un poco

Yo asentí y empecé a andar hacia ellos… Mire de reojo a Dani andando al lado mío… Otra vez me miente…

¿Qué te pasa peque?...

Dani

Ni podía ni quería ver a Alex, sencillamente dudaba mucho que fuera capaz de verle sin derrumbarme, estos dos días tras mi vuelta del pueblo había conseguido de manera más o menos aceptable esquivarle para no tener que estar a solas con él ni para que me dirigiera, en la medida de lo posible, una mirada directa… Pero eso se acaba ahora… Tendría que encararle…

Durante las Navidades no pude verle mucho porque él también se había ido a su pueblo pero sí que supe de él… Supe y tuve que aguantar los relatos que Gabi, el cual se había ido con él al pueblo, contaba de sus conquistas y amoríos, mi amigo a pesar de ser calmado y taimado contaba las historias con una exactitud clínica lo cual no dejaba espacio a la imaginación, cosa que por otro lado era de agradecer… Aun así el dolor que ya llevaba instalado en mí desde hacía años se intensifico a la luz de los acontecimientos recientes…

Para mí es como si no hubiera pasado nada Dani… Me había dicho… Para mí no ha significado nada Dani… Esas palabras eran como cadenas en mi cuerpo que me ataban a él… ¿Por qué?... ¿Por qué?... Que diversión, que posible enseñanza se podía desprender de este amor que no solo no era correspondido sino que además se me echaba en cara con esta crueldad y este sadismo… ¿Qué necesidad había de hacerme pasar por esto?... ¿Por qué?... Yo… Yo no lo sé…

Y lo peor de todo es que aun seguía amándole, aun sus ojos grises me estremecían al mirarme y aun el corazón me palpitaba mas fuerte cuando estaba cerca… ¿Por qué?... Para mí no ha significado nada Dani… Para mí si ha significado algo Alex… Todo se destrozaba a mí alrededor… Me encogí sobre mí mismo y sentí la fuerte cintura de gladiador de Sergi contra mí, alce la cabeza y le mire… Todo no… Aun me quedaba Sergi… Aun me quedaba el… Como siempre su presencia me reconforto y me ayudo a apartar a Alex de mi cabeza, segundos antes le había mentido y eso fue como darle una patada… Sergi no se merecía mentiras… No se las merecía… Pero tenía tanto miedo… Y estaba tan confuso… Y por encima de todo ello estaba este amor tan agridulce que era como un veneno que me consumía por dentro…

Llegamos hasta donde estaban Gabi y Alex, los dos apoyados contra una de las paredes del instituto, nos sonrieron al llegar y yo me centre en Gabi, el miedo me atenazaba el corazón y no me dejaba respirar con normalidad… Gabi me sonrió de nuevo y luego siguió mi brazo hasta Sergi, allí se paró un instante en el brazo de mi amigo sobre mis hombros y luego subió hasta cruzar la mirada con él, me parecían que sus ojos brillaron un poco, entre la compresión y la tristeza… Pero claro en ese momento bien podía estar emparanoiandome por tonterías

-Tenéis que dejar las maletas en los autobuses- dijo Gabi señalo con un cabeceo uno de ellos, el más cercano- Nosotros lo hemos dejado en ese-

Sergi se aparto de mí, yo le deje y mire al suelo fingiendo mirar mis zapatillas negras, iba a seguir a Sergi cuando sentí su mano sobre la mía en el asa de mi maleta, me miro y me sonrió, su mano era tan cálida… Siempre era tan cálido… Con ese calor tan reconfortante…

-Yo te la llevo peque- me dijo y sus ojos de tinta negra brillaron cálidos y tiernos-

Yo trague saliva, iba a negarme pero no encontré fuerzas para hacerlo…  El miedo a Alex y la calidez de Sergi me estaban dejando desarmado… Solo pude asentir mientras mi mejor amigo me cogía la maleta y la arrastraba junto a la suya hacia los autobuses… Los tres que quedábamos nos quedamos unos segundos en silencio, hasta que Gabi carraspeo un poco por lo bajo

-Mejor le voy a ayudar…- nos dijo, sus ojos clavados en la fuerte espalda de Sergi brillaron, luego me miro a mi y sonrió- No vaya a ser que se pierda-

Grito su nombre y Sergi se paro y se giro para verle, le espero y Gabi llego a él en un par de sus poderosas y amplias zancadas… Debido al silencio que había en el ambiente pude oír la voz de Gabi

-¿Todo bien tio?...- le pregunto

Vi a Sergi asentir un poco cansado, Gabi le palmeo un poco la espalda

-A ver cuéntame...- y comenzaron a moverse bajando el volumen de sus voces con la distancia hasta que se hizo de nuevo el silencio

Era cierto que aun le seguía pasando algo a Sergi pero era más sorprendente aun saber que Gabi lo sabía… Unos pequeños e infantiles celos brotaron dentro de mí… Yo era su peque y su mejor amigo ¿por qué Gabi sabía lo que le pasaba y yo no? ¿Acaso Sergi no confiaba en mi?... ¿Qué podía ser aquello que…

-Bueno Dani- dijo la voz de Alex como cortante acero en mi mente- ¿No saludas?- y note una suave sonrisa en su voz

Yo seguía mirando hacia donde se habían ido Sergi y Gabi, mi mirada clavada en un punto lejano sin verlo, totalmente descentrada como la de un muerto, mi mente se había paralizado y mis manos temblaron un poco, trague saliva… Sentí la mano de Alex en mi hombro y como este me giraba lentamente para mirarle… Por favor no, pensé perdiendo hasta la fuerza de mis pensamientos, Por favor…

Unos ojos grises se clavaron en los míos, unos ojos que reflejaban las luces dispares de los autobuses cercanos y creaban una constelación en sus ojos… Tan profundos y misteriosos, un muro insalvable, su atractivo rostro compuso su media sonrisa característica mientras la mano de mi hombro me lo apretaba suavemente dándome ánimos pero que fue como si me apretara el corazón

-Dani…- su media sonrisa descendió al ver mi mirada- Dani ya hablamos de eso… No tiene que cambiar nada entre nosotros…- se humedeció los labios… NOOOOO, grite en mi fuero interno, Por favor Alex no lo digas… Por favor no…- Ya sabes que para mí no paso nada-

De nuevo el corazón me dejo de latir durante un segundo… Para el no había pasado nada, me había dicho, en un tono de disculpa como avergonzado de que hubiera sucedido… Para mí no había pasa nada… Nada… Nada… Un frio dolor se instalo en mi pecho, junto al amor que aun seguía sintiendo por el… Junto a ese maldito sentimiento que eran los oscuros barrotes de mi celda… Me sorprendí a mi mismo sonriendo y hablando

-Tranquilo tio- dije con una calma que desde luego estaba muy lejos de mis sentimientos reales- Lo sé Alex, pero se me hace un poco raro verte- y me reí un poco… ¿Qué estoy haciendo?, pensé con pavor, ¿Por qué me comporto así?... Porque tienes miedo a tu propio dolor, me respondí a mi mismo

Alex me sonrió esta vez con una sonrisa completa y me palmeo el hombro

-Tranquilo Dani- me dijo y se rio- No pienses en ello- me beso el pelo y hasta pude sentir su alivio al hacerlo…

Si tú supieras Alex..., pensé mientras una triste sonrisa se extendía por mi rostro…

Valle

-Mierda…- dije mientras intentaba que la maleta saliera del ascensor, se había quedado trabada y obstinada ella se negaba a salir- Vamos joder-

Hoce un poco de fuerza y la maleta cedió, sonreí y apretando todavía más salió como si se descorchara una botella, me reí y mi risa se amplifico por el eco del portal vacio. Camine hacia la salida con la maleta firmemente agarrada y deslizándose tras de mí, silbe un poco…. Llegaba tarde...

Suspire mientras me pasaba una mano por mi pelo dorado… Que le íbamos a hacer… Y apretando un poco el paso sin embargo continúe mi camino, la maleta detrás de mí arrancaba con una falta total de dulzura discordantes sonidos al pasar las ruedas por los espacios de las placas de piedra del suelo… La quietud era total, era demasiado temprano como para que nadie en su sano juicio estuviera levantado, hasta mi madre de un forma muy amorosa me había respondido con un Vale cariño que te lo pases bien… Y se había dormido antes si quiero de acabar la frase… Suspire, que pena que mi padre se hubiera tenido que quedar de guardia en la central si no podría haberme venido a acompañar… El no se hubiera quedado dormido, pensé con una sonrisa, Como se nota que salí a mama… Y me reí yo solo, aunque desde luego el cuerpo lo había heredado de mi padre, el gran jefe de bomberos

Apreté mas el paso, Salí de la urbanización y allí en la puerta esperándome apoyado contra la pared y cruzado de brazos mi bro me lanzo una mirada asesina… Trague saliva y pasándome la mano por la nuca me reí un poco

-Es que me dormí…- me disculpe, Carlos gruño y se aparto de la pared-Lo siento…-

Carlos volvió a gruñir y agarro su maleta, yo volví a suspirar y ahora el gélido aire que recorría la calle transformó en vapor mi aliento. Le alcance y le mire un poco agachando la cabeza, intentando dar un aire de arrepentimiento y que me hiciera mas perdonable (palabra que creo que me acababa de inventar)

-Por fa…- le dije- No te enfades…- Carlos gruño de nuevo pero sus ojos brillaron un poco, me humedecí los labios dispuesto a usar mi arma secreta contra Carlos- Por fa… Hermano…-

Carlos suspiro, entre cansado y alegre, una sonrisa se extendió por su rostro. Y me volvió a mirar, yo le sonreí a su vez, había que reconocer que Carlos era guapo, su rostro tenia los rasgos marcados y masculinos, sus ojos marrones siempre tan profundos y maduros y esa sonrisa permanente que hasta en estos momentos que intentaba ser amable dejaba ver su aire de perdonavidas que tan bien le quedaba. Desde luego Carlos era guapo, unido a los rasgos, las cejas finas la nariz recta el pelo negro de aspecto sedoso y que tenía un estilo cuidadosamente peinado para dar un aire despeinado y despreocupado… El inicio de su tatuaje en su fuerte cuello…

-Siempre me haces llegar tarde bro- dijo Carlos usando el diminutivo de hermano que usábamos entre nosotros-

-Lo siento… Me dormí…- repetí pasándome de nuevo la mano por la nuca

Carlos suspiro y echo a andar

-Venga vamos que ya me ha llamado Gabi para ver donde estábamos…

Yo en un par de zancadas le alcance, la diferencia de altura entre los dos era visible, no es que fuera enorme pero sí que se veía que Carlos me sacaba unos centímetros… Mi mejor amigo me miro y me sonrió… Éramos hermanos, no de sangre pero si de vinculo... Carlos se rio de nuevo y me abrazo revolviéndome el pelo con su mano libre

-Luego me tienes que compensar Valle- me dijo y me beso el pelo, luego se rio de nuevo

Yo trague saliva… sabia a lo que se refería… Y tenía miedo… estaba en un precario equilibrio, no podía tener todo durante mucho tiempo, tendría que elegir tarde o temprano pero no sabía qué hacer… Mi relación con Dani aun seguía como siempre, salíamos por Madrid teníamos citas por allí, nos liábamos, follábamos y hablábamos pero por alguna razón tanto él como yo nos estábamos quedando vacios, no porque el amor se hubiera ido, aun seguía queriendo a Dani pero por alguna razón los dos nos estábamos hundiendo poco a poco… Yo sabía, o creía saber, el porqué, era porque era me sentía fatal por engañar a Dani, a mi novio, de aquella manera, pero por otro lado mi bro me necesitaba pero la forma en que me necesitaba era enfrentando mis sentimientos por los dos… Y no sabía qué hacer… No lo sabía… Era todo un caos…

Suspire… No se puede tener todo al mismo tiempo siempre, pensé… Y no sabía qué hacer… Era como asfixiarse en una jaula…

Carlos

Con un estoicismo ciertamente admirable, escuche la bronca que mi tutor me dirigía. A pesar del retraso de Valle solo llegábamos quince minutos tarde de la hora acordada y por lo que tenía entendido solo habíamos llegado cinco minutos más tarde que el último en llegar… Pero claro, mi tutor aprovechaba cada maldita oportunidad para echarme la bronca, ese maldito con esa morada desaprobadora que solo veía mi arrogancia y que era incapaz de ver lo que había detrás, joder era profesor deberías ser capaz de ver mas allá de tus puñeteros prejuicios contra la gente con tatuajes y sonrisa de perdonavidas pero claro el imbécil tenia endiosado a Adri de tal modo que todo lo que le molestara debía ser severamente castigado…

Mi mirada se movió por la fila del pasillo y localice a Adri, la gente que le rodeaba, sus amigos, me miraban algunos con diversión en la mirada por la bronca, otros con interés (sexual o no), otros con mera curiosidad y otros con un claro desprecio tratando de emular a su dios de ojos zafiro. Este sin embargo tenía el puño cerrado, con la barbilla en los nudillos y desde allí miraba la calle, sus ojos aun en esa posición se veían cansados, un aire triste que siempre le envolvía y que al parecer yo era el único capaz de ver… Tal vez porque yo lo cause, pensé sombrío…

Me centre de nuevo en mi maldito tutor, que ya acabada la recta final de su maldita bronca me dejo ir, mientras andaba de camino a mi asiento al lado de Gabi el autobús empezó su recorrido hacia el aeropuerto, me deslice intentando mantener el equilibrio en la maldita estructura oscilante pero era difícil, trastabille un poco y empuje a la chica que estaba sentada al lado de Adri y que sería su nueva novia o por lo menos su rollo para el viaje a Italia… Me miro, yo empecé a formular una disculpa cuando vi que la chica me recorría el cuerpo con la mirada que a pesar de por la ropa de invierno se adivinaba fuerte y duro, me miro a los ojos y vi su mirada de perra en celo pero abrió la boca y mirando de reojo a Adri dijo

-No me toques imbécil- me dijo mientras sus ojos me decía que quería que la tocara de forma más… intima… me dio asco

Adri no hizo nada pero vi que apretaba un poco el puño, no supe si por el insulto de la chica hacia mi o solo por mi mera presencia… Esperaba que fuera lo primero… Aun así por lo menos sabia que aunque fingiera indiferencia estaba pendiente de mí, no dije nada y seguí andando. Deje atrás la zona donde los aduladores de Adri me eran hostiles y me sumergí en la parte del autobús que me era cálida. Allí aparte obviamente Dani y Gabi había un nutrido grupo de tíos y tías que o no les caía bien Adri, eran pocos, pero los había o no querían meterse en nuestras peleas y decidían quedarse medio a la margen a pesar de que simpatizaban conmigo… Menudo lio había montado y solo por un maldito beso, pensé…

Me senté al lado de Gabi mi amigo me mostros su apoyo por la bronca a la manera del que era el hermano mayor del grupo, me miro me apretó el hombro y me dijo unas pocas palabras dos de las cuales era insultos hacia el tutor, yo sonreí. Gabi desde luego con su mera presencia era capaz de calmar los ánimos, me senté y desee tener a Valle a mi lado, en esos momentos la explosiva alegría de mi bro me sería muy útil para apartar la sombría tristeza que me atenazaba…

Suspire y me prepare para el viaje al aeropuerto

Dani

Solo había un adjetivo para describir la T4 de Barajas y era… Enorme… Ciertamente la nueva terminal del aeropuerto de la ciudad era todo un despliegue de arquitectura moderna, grande y espaciosa hasta para la función que se la había encomendado, impresionaba un poco, me sentía pequeño… Siempre me sentía pequeño pero en aquel momento más, busque con la mirada a Sergi, el había ido con su clase en el autobús y estos estaban bajando las maletas en estos momentos… Mire alrededor, Gabi estaba cerca y me encamine hacia él, la gente me rodeaba y me empujaba levemente mientras entraba en la Terminal, nunca me había sentido bien en las multitudes, mi timidez me dejaba parado mientras toda esa marabunta pasaba a mi lado, nunca había destacado por mi carisma en el plano social y sinceramente no sabía cómo había sobrevivido estos años… Bueno, si lo sabia… había sido por Sergi, el tenerle a mi lado, como una torre alta y cálida que me rodeaba y me protegía, me sentía seguro al lado de Sergi… Deseaba tenerle cerca… Llegue donde Gabi y vi a Alex a su lado, hablaba con otros dos tíos de mi clase, uno de ellos mi compañero de al lado en clase…

Trague saliva, aunque había mantenido aquella conversación con él en la que habia conseguido proyectar una imagen tranquila y sosegada de mi mismo, no creía que pudiera repetirlo… O a lo mejor si, pero tenía mis dudas sin embargo… Lo mejor era no tentar a la suerte, me deslice al lado de Gabi, este me miro y me coloco la mano en el hombro, me sentí mejor. Gabi no era Sergi, pero la madurez de este sustituía la calidez de Sergi, no era lo mismo claro esta pero al menos me reconfortaba un poco

-A ver atended- dijo uno de los profesores subido en uno de los autobuses- Ahora nos dividiremos por clases para ir más rápido, sacaremos los billetes e iremos a la zona de embarque, el vuelo sale en media hora aunque seguramente tendremos que esperar unos minutos más, pero no os confiéis id deprisa, no dejaremos a nadie en tierra pero es mejor que estemos puntuales…-

Entonces se desato la marea, Alex se despidió de nosotros y deslizándose entre la gente despareció, vi a Sergi bastante lejos, estaba ayudando a una chica a sacar su maleta del autobús, sonreí tierno ante la escena, la poderosa espalda de Sergi curvada mientras sacaba la maleta y la chica a su lado repitiendo múltiples gracias… Sergi…

Me empezaron a empujar y recule, trastabille un poco con mi maleta pero conseguí mantenerme estable gracias a mi agilidad natural, aun así intente hacerme pequeño, le gente se movía movida por la ansiedad, Joder pero si han dicho que no dejaran a nadie en tierra…, pensé… Sentí mi timidez creciendo dentro de mí y trate de calmarme pero no podía, mierda… Necesitaba a Sergi pero él debía irse con su clase… Mierda…. Sentí un duro torso contra mi espalda y como me colocaban ambas manos en los hombros, mire hacia arriba y vi a Gabi sonriéndome tranquilo

-Vamos Dani- me dijo, su sonrisa era balsámica del mismo modo que su tranquilidad, me sentí mejor, aun tenía esa timidez pero el tener a Gabi allí me la quito un poco, con Sergi se hubiera bajado hasta su límite normal pero algo era algo-Vamos…- repitió mientras me empujaba suavemente, yo le mire mientras comenzaba a andar

-¿Y tu maleta?-

Gabi me sonrió más

-La lleva Carlos-

Al segundo siguiente escuche una sarta de insultos seguidos de una serie de traqueteos seguidos de más insultos dirigidos hacia el hecho imposible de llevar dos maletas grandes a la vez sin que se chocaran… La voz era inconfundible de Carlos… Sonreí más… Mis amigos…

Sergi

Al ver a mi peque entre la multitud, tras el aviso del profesor, pude ver hasta a aquella distancia el ataque de timidez que estaba punto de bloquearle… Sentí unas ganas locas de correr a su lado apartando a la gente a empujones hasta llegar a su lado y frenar ese ataque como sabía que yo solo era capaz de hacer… Pero no podía… Mire a Gabi en un momento en el que este también me miraba, nuestras alturas nos permitían vernos con claridad, con un cabeceo señale a mi peque y Gabi le miro, asintió y luego se giro hacia Carlos. Le dijo algo y Carlos miro de nuevo a Dani vi como asentía y como Gabi le cedía su maleta. Mi amigo se colocó detrás de mi peque y le coloco las manos en los hombros, vi a Dani alzar la cabeza y pude ver como su ataque remitía un poco, lo justo para evitar el bloqueo… suspire tranquilo… Ahora mi peque ya estaba protegido…

Me di la vuelta, sabiendo que con Gabi y Carlos nada malo le pasaría, Alex se coloco a mi lado apareciendo entre la gente con su maleta, me sonrió y yo le correspondí

-Vamos anda…- dije yo, nos encaminamos con nuestra clase y a pesar de sentir unas ganas locas de girarme e irme con mi peque sabia que ahora estaba bien y eso me bastaba…

Carlos

El largo pasillo que conectaba la zona de embarque con el avión estaba helado, fuera aun era de noche y el frio se colaba entre las placas de metal gimiendo al hacerlo, el frio era gélido pero aun así la emoción era palpable, a mi lado Alex y Valle miraban a la gente ya pasar. Se les notaba ilusionados, el viaje era una promesa excitante y este era el primer paso hacia el. Entramos por fin donde una amable azafata nos indico los asientos, detrás nuestras entraban el resto de compañeros, a pesar de que las butacas estaban separadas el instituto había llenado casi todo el avión por eso viajaríamos solos en el a excepción de un par de hombre en la zona de primera clase, pero eso no importaba lo importante era que al despegar del suelo nos podríamos cambiar de asiento… Iba a ser un viaje divertido, al primera vez que viajábamos todos juntos en avión… Valle me toco el hombro

-Creo que te llama el Fernando- me dijo

Yo mire, mi tutor, Fernando, me miraba y me hizo un gesto con la mano para que me acercara. A regañadientes lo hice

-Señor López- me dijo serio, me señalo un asiento, estaba en la zona casi de la cola del avión, pegado a la ventana-Siéntese-

-¿Por qué?-pregunte yo

-Ya lo sabrá-

Le hice caso, el tutor se quedo en el pasillo e hizo un nuevo gesto con la mano, vi como esperaba que alguien se acercara y casi me desmayo al ver a Adri. Llego hacia él con el ceño levemente fruncido, me miro sentado en el asiento de la ventana y su ceño se frunció un poco más, sus finas cejas mostraban un claro desconcierto. Fernando se aclaro la garganta

-Señor Barrios- dijo, señalo el asiento contiguo al mío- Siéntese-

Adri alzo las cejas

-¿Por qué?- repitió la misma pregunta que yo le hice, esta vez el tutor si que nos dio la respuesta

-Se sentaran aquí y no se moverán en todo el viaje, no les quiero moviéndose por el avión y causando peleas entres los compañeros por su culpa- nos dijo- Estamos en un avión y no toleraré peleas… Por parte de ninguno- dijo en lo que vi que era la primera amenaza que dirigía a Adri- Se quedaran aquí y no tendrán peleas o no saldrán del hotel en todo el viaje… ¿Queda claro?...-

Adri abrió la boca e intento formular una respuesta, vi como tragaba saliva mientras sus ojos demostraban miedo… Me miro y vi sus ojos brillar, una extraña mezcla que no supe descifrar

-Pero…pero yo…-

Fernando frunció el ceño y Adri entendió que no debía forzar más la situación, se deslizo a mi lado con agilidad felina y miro a nuestro tutor pasando por completo de mí, yo por mi parte sentía un huracán en mi interior, no sabía lo que sentía…¿Miedo?… ¿Alegría?… ¿Esperanza?… ¿Tristeza?… Eso sí con el amor sepultado y latente bajo toda esa avalancha…

-El viaje dura tres horas ¿no?- le pregunto al tutor que ya se alejaba, note cierto temblor en su voz impropio de el

-Cuatro_ respondió Fernando- Ters y media con viento de cola- y se fue para los asientos de la parte delantera

-Cuatro horas- repitió Adri en voz baja, vi como su fuerte cuello se contraía al tragar saliva- Cuatro…-

Yo me quede callado… Cuatro horas…

Ahora lo sabía, pensé mientras sonaba el mensaje de seguridad del avión

Ahora lo sé, pensé mientras el avión se alzaba del suelo al iniciar el vuelo

Ahora sé lo que siento, pensé mientras veía a Adri con la mirada fija en el suelo, Ahora lo sé…, pensé titubeante,…Yo…Yo tengo…

…miedo…

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Espero que os guste ajajajja Y para los que no parabais de preguntarme por Carlos y Adri aj¡ki teneis jajaja Y si creeis que este "encuentro" entre los dos no traera consecuencias estais muuuuuuuy ekivocados jajajajajaja Pero no dire si son buenas o malas jajajajjaja solo dire que dentro de pcoo tendreis muxo dolor y nuevos giros en la historia jajajajaja Como siempre os animo a cometar y me disculpo por tardar tanto ajjaja Lo siento