Carpe Diem: Comienza el instituto
Esta es la historia de Daniel y sus amigos, un grupo de jovenes de 1 de bachillerato. El año tiene reservadas muchas sorpresas, amor, odio, traición, pasados oscuros... Todo unido que mostrará a los lectores porque el amor en la adolescencia puede doler tanto
Hola, me llamo Daniel Alvarez, sin embargo todos me llaman Dani. Vivo en Madrid, tengo 16 años y voy a empezar 1º de Bachillerato... Soy un chico normal creo yo, me gustan la música house, tecno..., la buena ropa, ir de fiesta, beber de vez en cuando (aunque no fumar), salir por ahí con mis amigos... Soy de estatura media, tal vez un par de centímetros más alto, tengo el pelo entre rubio y castaño claro más o menos corto, con una pequeña crestita, ojos verde profundos y la piel blanquita, todo herencia de mis abuelos suecos, además la gente dice que tengo una bonita sonrisa... Mis amigos y yo comenzamos a ir al gimnasio el año pasado y si a eso lo unimos los entrenamientos del equipo de futbol, al que vamos desde los trece, pues me gasto un buen cuerpo. Mis amigos son montañas de músculo, sin embargo mi cuerpo es más bien fibrado, los musculos se me marcan bastante pero no tienen el volumen de los de mis amigos aún así estoy bastante bueno y por eso no me achanto a la hora de presumir de cuerpo... ¿Que más, que mas?.... Toco el piano desde los cinco dado que tengo bastante talento y aunque ya no practico con él aún puedo tocarlo con maestría... !Ah sí!, se me olvidaba, soy gay.... y creo que ya está todo... Ahora vamos a empezar...
El sonido punzante de mi despertador me despertó de golpe, sacandome de un sueño que se me olvidó nada más abrir los ojos. Bostezé y me levanté, la típica erección matutina fue la única que me dio los buenos días, estaba solo en casa. Apagé el despertador mientras me metía la mano en los boxers y acariciaba mi polla. Miré el baño y luego la hora del reloj mientras pensaba. Hoy era el primer dia de clase y no convenía llegar tarde, pero obviamente una paja era tentadora, al final para matar dos pájaros de un tiro me decidí a hacermela en la ducha. Salí de mi habitación y me metí en el baño, era grande al igual que el resto de la casa, vivíamos en una urbanización en Madrid y los pisos era grandes, me miré al espejo y admiré mi cuerpo. Estaba bueno, los musculos se me marcaban bajo mi piel blanca y las venas se adivinaban en mis brazos, me saqué la mano del boxer para admirar mi mayor orgullo, mis abdominales, eran super duros y superdefinidos, mientras mis amigos presumían de brazos o de pectorales yo me derretía con mi tableta de chocolate, mis amigos también tenían pero las suyas no estaban tan definidas como la mía, además sus abdominales estaban enmarcados por músculos mientras que los mios parecían estar cincelados en piedra... Me bajé los pantalones mientras sacaba músculo en el brazo, el biceps se tensó y abultó, no una bestialidad como a los cabrones de Sergi o Alex, dos de mis amigos, pero si alcanzaba un tamaño más que respetable... Mi polla cabeceó un momento amenazando con descender y me la miré, era grande, no un superpollón pero si superior a la media, se le maracaban una par de venas que acaricié con el dedo, jugueteé con la punta y con un último vistazo al espejo me metí en la ducha
Abrí el agua caliente y aguante el chorro ardiente con decisión, no quería que se me bajara la polla. Cuando mi cuerpo se acostumbró a la temperatura me metí por completo bajo el chorro, el agua acarició mi musculoso torso y rodeó mi polla, mis abdominales relucían por el agua. Sonreí y comencé, primero de forma lenta dándome tiempo para seleccionar al objeto de mi paja... Cerré los ojos, mientras me decidía, tal vez Sergi que estaba super bueno o Gabi que tenía unos musculos enormes o Alex que me gustaba desde los trece... al final me decidí por James, era el hijo de diecisiete años de la familia inglesa que me acogió en mi viaje de verano a Inglaterra, por un curso de inglés. Había sido mi novio durante todo el verano , que es lo que duró mi viaje y del que volví ayer por la noche, el tio estaba super bueno y los recuerdos de las sobadas que nos metíamos en su habitación cada madrugada o el recuerdo de cuando lo hicimos por primera vez hace unos escasos tres días fueron suficientes para esta paja. Me deleité con el recuerdo de sus musculosos brazos bajo mis manos o del paso de mi lengua por sus duros abdominales o el tacto de su polla mientras le pajeaba con mi mano... Mi brazo había ido aumentando progresivamente la velocidad y justo cuando recordé como me corrí sobre su pecho mientras me la metía fueron suficientes para que me corriera, me apoyé contra la pared mientras mi lefa salía a borbotones y era rápidamente apartada por el agua... Sonreí, ya no era virgen, no sabía cuantos de mis compañeros de clase podrían decir eso pero sabía que pocos, tal vez yo era el primero... Hubiera preferido que mi primera vez hubiese sido con Alex pero aún así... Me despegé de la pared cuando mi polla cesó de manar lefa y me dispuse a ducharme, mientras me mentalizaba para el principio de curso...
Me llamo Sergio Martinez, aunque todos me llaman Sergi, tengo 16 años, madrileño de pura raza, de hecho no tengo pueblo... Soy alto, bastante alto, le saco media cabeza a todos los de mi edad, tambien soy musculoso, me he matado a entrenar futbol desde los trece y desde el año pasado voy con mis amigos al gimnasio aunque yo ya practicaba con las pesas de mi hermano mayor, me he currado un cuerpo genial y aunque no estoy tan mazado como mi amigo Gabi si que tengo buenos musculos. Mis brazos doblan a los de los chicos de mi edad al igual que mis caderas y piernas, mi torso está musculado por las horas empleadas y durante el verano fui el tio bueno de las piscinas junto con mis amigos, tengo una sonrisa franca y cálida y todos dicen que soy demasiado tozudo. Tengo la piel morena y mi pelo negro corto, no tengo paciencia para peinarme y hacerme crestas o cosas por el estilo, sobre mi biceps izquierdo tengo un tatuaje de alambre de espinos que me hice este verano, fue uno de mis regalos por haber sacado todas además de una moto cuando tenga el carné. Además soy gay, nadie más lo sabe y de hecho nadie lo sospecha, no soy el prototipo de gay locaza que un vientecillo tira al suelo... Llevo enamorado de mi amigo Dani desde que tengo memoria y me muero de ganas de volver a verlo...
Me apoyé contra la pared de ladrillo frente a su puerta y suspire mientras miraba al techo, cuzé mis brazos sobre el pecho y los miré, los biceps se me marcaban a través de la tela, duros y firmes, los tensé y comprobé con orgullo como se hincaban... Miré la puerta de cristal translucido del portal, mi reflejo no estaba totalmente definido pero aún así era imponente, cualquier tio se lo pensaría dos veces antes de meterse en una pelea conmigo y podía contar con los dedos de una mano los tios que en un pulso podían ganarme... Esto no es chulería, es totalmente cierto, un hecho demostrado durante el verano contra decenas de mierdas en las piscinas, que por el hecho de ir durante un mes al gimnaiso creen que pueden ganarme. Me encantaba ver sus caras de gilipollas y las caras de admiración de las tias... Soy gay pero un subidón de autoestima siempre es bien recibido, durante todo el verano fui de piscina en piscina con mis colegas para lucirnos, fueron muchas las tias que nos pidieron, yo rechacé a todas pero no sin tontear un poco con ellas para no levantar sospechas... Fue genial además ver a los cabrones de mis amigos en la piscina con sus super torsos al aire o saliendo de la piscina mojados y con el bañador pegado al cuerpo me la ponía durísima
Aunque a quien yo quería ver realmente así era a mi peque... Dani, fue una putada que sus padres le mandaran a Inglaterra y de hecho el se quejó pero no consiguió nada, yo tenía planeado pasar con el todo el verano y tal vez reunir fuerzas para declararme pero todo se fue a la mierda. El verano no había sido un completo fracaso, aún con la ida de Dani el plano amoroso fue fertil, bueno más que el amoroso el carnal porque yo solo amo a mi peque... Volviendo al tema fueron bastantes los tios que al fijarme como me miraban en la piscina supe que eran gays, me acerqué a aquellos que me parecían guapos y tonteé con ellos, no me los follé porque quería que la primera fuera con Dani y para ser sinceros ninguno le llega ni a la suela de los zapatos a mi peque, pero aún así me la chuparon todos ellos... La luz iluminó el portal y supe que alguien se acercaba me preparé para ver a Dani, pero fue una tia quien abrió. La conocía del instituto, fue una de las que me pidieron, como dije la rechacé y por lo que me dijo mi amigo Alex se la folló. Me sonrió
-Ey Sergi- dijo mirandome el cuerpo, llevaba al igual que ella ropa veraniega pues aún no se había ido el calor y mis musculos se marcaban más- ¿Vamos juntos?
-No-dije mientras negaba con la cabeza-Espero a Dani-
-No lo vi en todo el verano- esa frase quería decir que no le había pedido rollo en todo el verano- Se fue a Inglaterra,¿verdad?-
Asentí, la chica se quedó pensativa y unos pequeños celos brotaron dentro de mi. Sabía que Dani era muy guapo, el pelo entre rubio y castaño y sus super ojazos verdes le hacían muy popular, además estaba el hecho de que tenía un cuerpo genial, muchas le habían pedido y Dani tonteaba un poco con ellas pero no se liaba con ninguna lo que aumentaba mis esperanzas de que fuera gay. Aún así sabía que muchas iban detrás de él lo que a veces me ponía celoso. La chica miró la puerta entreabierta del portal y supe que estaba pensando quedarse a esperarle conmigo, me adelante y pasando al lado suya entre dentro del portal, la miré
-Gracias por mantener la puerta abierta- dije, me metí y cerré detras de mi antes de que pudiera decir nada
Oí como se iba y respiré tranquilo. Esperé unos segundo y luego vi como alguien bajaba por las escaleras, escuché como alguien silbaba, sonreí. Solo Dani silbaba así, reproduciendo mediante silbidos las canciones que tocaba al piano. Me escondí a un lado de la escalera y esperé, los silbidos se hicieron más fuertes, me relamí los labios, a los dos segundos reconocí la crestita de Dani. Moviendome rápido le abracé por detras y le levante del suelo, Dani dejó escapar el aire de golpe y se resistió pero gracias a mis brazos de gladiador pude retenerle, el darse cuenta de que era yo dejó de oponer resistencia, le zarandeé un poco y le besé el pelo. Dani giró la cabeza para intentar verme y le dejé en el suelo. Dani se giró y se lanzó a mis brazos, abrazandome con brazos y piernas y quedandose encaramado a mí, sonreí, tan típico de Dani...
-Joder cabron- dijo mientras volvía a bajar al suelo- Casi me das un infarto-
-No exageres tio- dije mientras le revolvía el pelo, lo noté sedoso y suave- Tienes el corazón de un toro, peque-
Dani frunció el ceño, era alto, pero comparado conmigo y con nuestros amigos era pequeño, por eso le puse el mote de peque para hacerle rabiar, me encantaba verle enfadado
-Aún sigues con la mierda del mote- me dijo serio, luego me sonrió- Pero si crecí durante el verano-
Moví la mano y se la coloqué en el cuello, le apreté el hombro
-Cuando deje de sacarte una cabeza dejaré de decirtelo-
El se volvió a enfadar esta vez más de broma, me miró el brazo y vio mi tatuaje. Abrió los ojos, joder había olvidado que el no lo sabía
-Tio te has tatuado- dijo con una sonrisa, me cogió el brazo y me subío la manga corta hasta el hombro, dejando todo el brazo al aire-Que cabrón, alambre de espinos ¿eh?-
Miré mi brazo mientras sonreía, Dani me lo sobo, sus dedos esbeltos de pianista recorrieron mis firmes musculos, su dedo me recorrió el tatuaje. Su sobada me encantaba, Dani me apretó el biceps sobre el tatuaje y me reí
-Si quieres verlo en acción- Levante el brazo y aprtenado el puño saqué musculo, mi biceps se hichó de forma brutal como la soga que sujeta el barco a la costa, las venas se me marcaron más, el tatuaje se movió con la piel y parecía estar a punto de romperse-Toca, toca-
Dani se adelantó, me asió el brazo y me lo apretó, me recorrió las venas con los dedos. Me mordí el labio suavemente, me encataba lucirme para él, Dani me miró sonrió y entonces apartó las manos
-¿Dicen que duelo hacerselo?- me encogí de hombros bajando mi brazo pero sin bajarme la manga de la camiseta- Que mierda que no pude acompañarte...-
-¿Y tú?- pregunté, acercándome a él- ¿Que tal tu verano vagueando con los guiris?-
-No vagueé-dijo el- Salía a correr todas las mañanas-
-Ah sí... A ver- dije levantandole la camiseta-Vaya siguen ahí- dije sonriendo
-Pues claro- se chuleó él sin hacer nada porque bajara su camiseta
Le miré a los ojos y luego volví a sus abdominales, el cabrón tenía una tableta de chocolate perfecta, pasé mi mano sobre ellos y los presioné levemente, los sentí como una puta piedra, mi dedo recorrió los valles y canales que delimitaban cada abdominal, Dani se rió y su risa provocó que su tableta se contrajera marcándolos más, le volví a pasar la mano. Sonreí otra vez y me aparté, me dí la vuelta, la tenía un poco dura pero es que despues de sus ojos sus abdominales eran lo que mas me gustaba... Sentí a Dani abrazándome por detrás y metiendo las manos bajo mi camiseta, me acarició la tableta y apreté el estómago, sus dedos los recorrieron y me acariciaron los abdominales
-Tú tambien tienes una buena tableta- dijo- Pero la mía es mejor-
-Tu no tienes mis brazos-dije con una sonrisa
-Nop- dijo él, se apartó y noté derepente su peso en mi espalda, sus piernas me rodearon la cintura y sus manos se posaron en mis hombros. Su cabeza se apoyó en el derecho, noté sus labios besándome la mejilla- Vamos, anda-
-¿Como el año pasado?-pregunté, Dani asintió y me abrazó el cuello- Vamos pues...-
Salimos del portal, de vez en cuando Dani se cambiaba de posición para colocarse mejor, yo pasé mis manos por debajo de él para sujertarle y le apreté el culo. Sonreí
-Me pones a mil cabrón- dije usando un tono de coña, pero que no dejaba de ser verdad- No olvides que luego me tienes que compensar por llevarte, peque-
Dani se rió y me mordisqueó levemente la oreja, joder como me ponía el cabrón y además lo hacía todo de forma inocente lo que me calentaba más. Seguimos andando hacia el colegio mientras le llevaba a caballito ibamos hablando de cosas superficiales, mientras yo le ponía al día de lo que había pasado durante el verano, deje a un lado el tema amoroso y el no intentó sacarlo. De vez en cuando frenaba en seco con cualquier excusa solo para notar el duro y firme torso de Dani pegarse a mi espalda. Nos cruzamos con algunos compañeros de clase que nos saludaron, ya estaban acostumbrados a vernos ir al instituto así porque llevabamos haciendo lo mismo todo el año pasado... Nos acercamos al instituto y bajé a Dani, me estiré la espalda y pasé el brazo por sus hombros para atraerle hacia mi, Dani me abrazó la cintura. Sonreí pensando en como me iba a compensar Dani al volver del instituto... Joder, me encantaba que estuviera de vuelta
Entramos por el patio en el instituto y lo miré, era grande, de piedra grisacea con forma de L que dejaba el patio en el centro, un montón de gente se apiñaba en en él yendo de un lado a otro, saludando a los amigos y viendo las listas con los nombres y clases asignadas. Miré a Sergi que aún con el brazo sobre mis hombros miraba a la gente con el ceño fruncido, buscando a nuestros amigos, sonreí en estos momentos su altura era de gran ayuda. Le miré detenidamente, su cuello era fuerte y acaba en un pecho que se adivinaba musculoso a traves de la tela de su camiseta, lo miré y me di cuenta de que se le marcaban un poco los pezones, el tatuaje de su biceps era visible porque los musculos de su brazo y hombro tiraban de la tela hacia atrás haciendolo visible, había que reconocer que el cabrón estaba buenísimo. Respiré hondo y miré al suelo, recordé como hace unos momentos me llevaba a caballito y podía disfruar sintiendo su musculosa y fuerte espalda contra mi pecho, además Sergi se paraba de forma un tanto brusca cuando me llevaba dandome una excusa perfecta para restregarme contra él. Sonreí, con los meses había aprendido a colocarme la polla de forma que cuando Sergi me llevaba se pudiera poner dura sin alertarlo, me encantaba presionarla ligeramente contra su espalda minetras mi cabeza estaba apoyada en su hombro y mis brazos rodeaban su fuerte cuello. Sonreí luego tendría que cumplir mi parte del trato, mi polla botó un poco solo con pensarlo, me contuve... Volví a mirar a Sergi a la cara, esta vez me miraba y sonreía, fruncí el ceño interrogante. Sergi se rió haciendo vibrar su fuerte pecho
-¿Te parece divertido el suelo?-me preguntó
-No seas idiota-le respondí intentando no ponerme colorado-¿Viste a alguien?-
-Si-dijo- Gabi viene para aquí y creo que viene con Carlos-
Asentí y miré a la gente, durante unos segundos no los vi pero enseguida aparecieron. Sonreí, mientras les miraba acercarse...
Gabi, era alto, más que yo pero no tanto como Sergi, tal vez un par de centímetros mas bajo, sin embargo era el tio más mazado que conocía tenía unos musculos de piedra currados a tope en el gimnasio, en el cual se pasaba el doble de tiempo que nosotros, su pecho era enorme y sus pectorales se le notaban perfectamente contra la camiseta, su pelo era negro, corto tal vez dándole apariencia un poco fría, sus brazos estaban marcados por venas que acariciaban sus potentes musculos, su piel era blanquita, era guapo de cara con los rasgos suaves que no pegaban para nada con su cuerpo además de unos ojos entre el verde y el marrón, en un tono intermedio, su rostro sonriente con suaves pecas sobre las mejillas y la nariz mostraba una genuina afabilidad, si tenías algún problema Gabi era tu hombre, nunca abandonaría a nadie. A su lado iba Carlos, el cabrón más chulo que conozco, pero tiene de que presumir... Como era normal en él se había quitado la camiseta y mostraba su torso musculoso con orgullo, me sorprendí al ver un tatuaje tribal en el pectoral derecho que se extendía un poco por el hombro, sus musculos no eran tan enormes como los de Gabi pero si que eran más que respetables, mostraba una definida tableta de chocolate( aunque no tanto como la mía) marcando abdominales con cada respiración, sus pezones oscuros estaba erectos, en su cara su media sonrisa de chulo perdona vidas que tanto le pegaba, sobre la oreja un pendiente de madera negro, su piel era morena y llevaba un anillo del mismo material que el pendiente
Gabi llegó primero hasta nosotros, chocó el antebrazo con Sergi, luego me miró y me sonrió
-Ey Dani- dijo, revolviendome el pelo- Hace meses que no te veo-
Sonreí, por ser más pequeño mis amigos me saludaban revolviendome el pelo o... Alguien me abrazó separándome de Sergi y Gabi, sentí unos musculosos y fuertes brazos sujentandome como cables de grua así como un musculoso torso desnudo contra mí, mi cabeza rebotó contra unos firmes pectorales que actuaron como perfectos amortiguadores acolchando el choque, vi el pendiente negro y escuché la voz de Carlos
-Aquí esta mi Dani- dijo, noté como me besaba el pelo- Joder cuanto tiempo-me dejó en el suelo con su típica sonrisa, le sonreí
-Tio avísame cuando vayas a hacer eso-dije
Carlos se rió
-Lo siento nano pero a veces me olvido de lo fuerte que estoy- dijo sacando músculo y pasándome el brazo por los hombros
Como iba diciendo mis amigos me saludaban o bien revolviendome el pelo o como acababa de de hacer Carlos o Sergi en el portal, abrazándome y alzándome. Yo no me quejaba, así notaba sus increibles musculos. Sabía que muchas chicas matarían por que mis amigos las hicieran lo mismo... Oí la risa de Sergi y vi que le enseñaba su tatuaje a Carlos
-Haber si mis padres me dejan hacerme uno como el tuyo- estaba diciendo
Entonces me gire y miré a Carlos
-Es verdad tú tambien te has echo uno-
Carlos sonrió e hinchó el pecho haciendo subir el tatuaje, me miró
-Toca- me dijo
Yo le pasé la mano por el pectoral sintiendolo duro y firme, acaricié su tatuaje
-Que guapo-dije y aunque me refería al tatuaje como siempre Carlos le cambió el sentido
-Se que lo soy- dijo con voz chula, me abrazó haciendome sentir de nuevo su torso contra mi pecho, me besó el cuello- Pero nuestro amor es imposible- siguió y me apretó el culo
Yo me reí y esperé paciente a que Carlos me volviera dejar en el suelo con un nuevo beso en el cuello. Me separé de él y me coloqué al lado de Sergi que se estaba riendo, me revolvió el pelo. Carlos me sonrió
-Deberías hacerte uno Dani- me dijo
-No se...- dije
Gabi se colocó detras de mi y me levantó la camiseta hasta el pecho, sentí su duro torso contra mi espalda y nuca
-Te quedaría genial- dijo- ¿No creeís?
Carlos avanzó hasta mi y me sobó el torso
-Si, un tribal en el pecho sería perfecto- dijo, me pasó la mano por los abdominales- Me había olvidado de tu super tableta cabrón-
Sergi se pusó a su lado y le acarició los abdominales a Carlos que aún seguía con las manos en los míos, Carlos le dejó hacer. Una cosa que me encantaba de mis amigos y que tal vez debería decir antes de que saqueis conclusiones precipitadas, es que gracias al gimnasio y a los entrenamientos todos habíamos cogido la costumbre de sobarnos para comparar musculos o explicar ejercicios, lo cual era simplemente perfecto para mí. Sergi le dio una suave palmada a Carlos en los abdominales
-Ya te gustaría tener la tableta de mi peque- dijo Sergi, pronunciaba el mote sin desprecio, solo lo decía como un apelativo cariñoso aunque a veces lo usara para joderme y hacerme de rabiar
-O la tuya- dije yo
Sergi sonrió chulo ante mi halago y se levantó la camiseta mostrando su propia tableta, Carlos sonrió y esta vez fue él quien acarició los abdominales de Sergi. Gabi detrás mía se rió y me bajó la camiseta aunque metió la manoy la dejó sobre mi estómago
-Dejad de sobaros o me la pondreis dura- dijo
Carlos y Sergi le miraron, Carlos le guiñó el ojo mientras Sergi se sobaba un poco el paquete
-Tu si que nos la pones dura- dijo Carlos socarrón
Sergi señaló a alguien detras de Gabi y mía
-Ey Alex-dijo
Mi corazón palpitó fuerte... Alex, el tío que me gustaba desde nanos. Me aparté de Gabi y me giré, Alex caminaba hacia nosostros con sus andares tranquilos, como si pasara de todo. Su cabello castaño estaba despeinado como si hubiera olvidado peinarselo, dandole un aspecto despreocupado, sus musculos se marcaban firmes como los de Sergi o Carlos, llevaba un gafas de sol que ocultaban unos ojos de un extraño color gris, su boca dejó salir una media sonrisa tranquila, su piel era blanca y su cara de rasgos atractivos hacia que muchas suspiraran por él, Alex era un fucker, un cabrón buenorro que sabía que lo estaba y que tenía una dilatada experiencia conquistando chicas, sin embargo no tenía la desbordante arogancia de Carlos ni la explosiva alegría de Sergi, Alex era una persona tranquila que a pesar del cuerpazo currado en el gimnasio que se gastaba prefería dormir a hacer cualquier otra cosa. Cuando llegó a nosotros pasó por una ronda de apretones de brazos y abrazos de oso, cuando llegó hasta mí me sonrió de forma autentica, a pesar de que Alex tenía una casi perpetua media sonrisa en los labios a pocas personas sonreía de verdad, yo era una de ellas, extendió los brazos, Gabi se apartó y me dejó solo para el abrazo de Alex, sentí sus fuertes brazos en torno a mí y como me alzaron levamente, sus pectorales se flexionaron haciendome ver su durmiente poderio, Alex era más alto que yo sin embargo solo me sacaba media cabeza. Al separarse de mi me besó el pelo. Me encantaba Alex, todos me saludaban con fuertes y energicos abrazos o apretones sin embargo Alex lo hacía con delicadeza y ternura... Le sonreí
-Hace mucho tiempo que no te veo- le dije
-Ya tio que putada que te fueras- me dijo- Te eché de menos en los concursos de pulsos en las piscinas-
-En los cuales quedé primero- dijo Gabi
-Y yo segundo- siguió Sergi
-Y tu cuarto-dijo Carlos pasando un brazo por los hombros de Alex. Este le sonrió y le acarició los abdominales
-Y a pesar de ello me llevé a más tias que tú-dijo tranquilo
Sentí como si me dieran una patada en elestomago, sabía del éxito de Alex con las chicas y no me gustaba que me lo recordaran, Alex no era presumido y por ello casi nunca alardeaba de conquistas, sin embargo mis amigos solían sacar el tema y eso me jodía... Alex nunca había tenido una novia estable que durara más de un par de semanas, pronto se cansaba de ellas y las dejaba, parecía que le gustaba más estar con nosotros que con ellas por eso tenía la esperanza de que fuera gay... A pesar de saber que ya había follado con bastantes tías, ya no era virgen... Al igual que yo... Sonreí
-¿Y Valle donde está?-
Alberto del Valle era el que faltaba, no me extrañó, Valle, como todos le llamaban, tendía a olvidarse de la hora y llegaba tarde a todos los sitios. Alex se encogió de hombros de forma despreocupada
-Ya vendrá- dijo, miró a la gente- ¿Y que clases nos han tocado?
Todos nos quedamos callados, con todo lo de volver a encontrarnos y eso no habíamos visto las listas. Iba a sugerir ir a verlas cuando Gabi habló, como siempre, el que parecía el hermano mayor de todos nosotros nos dio la solución
-Yo miré las listas nada más llegar y se en que clase vamos cada uno- dijo, frunció el ceño pensando- Vamos a ver...- me señaló- Dani, Carlos y yo vamos en 1ºB... Tú-señaló a Sergi- Vas con Alex en 1ºA y Valle va a la D- dijo
Todos asentimos y comentamos viendo quien estaría en cada clase o si compartiríamos asignaturas comunes como gimnasia o las optativas como dibujo técnico o francés. Fuimos andando hacia la puerta, Sergi se colocó a mi lado y me sonrió
-Que pena que no vayamos a la misma...- dijo
Le sonreí y le abracé la cintura
-Ya lo sabías- dije tranquilo- Yo voy al bachillerato de medicina y tu al de humanidades-
Sergi asintió y me pasó una mano por el hombro
-Tal vez tengamos alguna común- dijo él, apoyó la barbilla en mi cabeza, cada uno teníamos la altura perfecta para estar en esa posición y muchas veces solíamos estar así, Sergi me acarició la oreja y suspiró, no dijo nada, seguramente estaría pensando en sus cosas. A nuestro lado noté como Carlos se paraba en seco, le miré tenía el ceño fruncido me paré, Sergi se paró conmigo al igual que Gabi y Alex -¿Qué pasa?-le pregunté
-Es Adri- dijo solamente, se giró a Gabi-¿Viene a nuestra clase?-preguntó, su voz sonó rara
-Si- dijo Gabi
Carlos asintió. Me giré para ver a Adri, estaba allí rodeado de gente. El instituto no tenía una escala de popularidad, todos nos conocíamos desde pequeños y no se podía decir que uno fuera popular y otro no, había gente con mayor fama como Alex o...Adri. Era alto, más que yo e igual que Alex, su pelo era de color negro profundo peinado con gomina para marcar los mechones, sus ojos eran de un azul oscuro como el mar por la noche, su piel era ligeramente morena, su cara era de rasgos increiblemente atractivos, de lineas elegantes y suaves, vestía como un fucker con ropa cara, su cuerpo se adivinaba musculoso bajo la ropa, no tanto como mis amigos pero con más volumen que yo, nos miró y su mirada se paró un segundo para luego pasar como si no existieramos. Adri era con diferencia el tio más guapo de todo el instituto, algo así como una super estrella. Carlos echó a andar hacia la puerta, la gente que rodeaba a Adri se separó para dejarle pasar, Adri no. Le sonrió
-Ey Carlos-dijo, en su voz se notaba el desprecio- Que ciclao vas tio-
Carlos gruñó algo. Adri se rió
-Tantos esteroides te van a acabar convirtiendo en un toro- dijo, se pasó un brazo por detrás para acariciarse la nuca, llevaba una camiseta de manga corta que se fue hacia atrás y dejó a la vista un musculoso brazo con el biceps abultando duro- Hasta ya empiezas a gruñir-
-Quitate Adri-dijo Carlos
-¿Como se pide...- dijo tranquilo dejando en el aire la pregunta
Carlos cerró las manos en puños, sus brazos temblaron, todos se quedaron callados, las broncas entre Adri y Carlos ya eran conocidas. Antes habían sido muy buenos amigos sin embargo hace unos tres años se dejaron de hablar, pasaban uno del otro de forma clara y ni se miraban a la cara, pero desde hace dos años dejaron de ignorarse para empezar a discutir, peleaban por cualquier cosa, cada uno oponiendose al otro hasta en las cosas más tontas como por ejemplo si un examen debía ser un Martes o un Miercoles. Nadie sabía porque y cada vez que le preguntábamos a Carlos se ponía a la defensiva y no soltaba prenda, ni siquiera cuando se emborrachaba
-He dicho que te quites- repitió Carlos, sus brazos abultaron durosy su espalda se tensó, nadie decía nada
-Vamos a la misma clase- dijo Adri pasando por completo de Carlos
-¿Y?-preguntó mi amigo
-Que no deberías presentarte el primer dia sin camiseta- dijo Adri señalándole-Ya no estamos en la piscina...- dejó la palabra en el aire y su mirada se oscureció increiblemente
-No, ya no estamos en la piscina- dijo Carlos, su voz me sonó por un momento increiblemente triste, sus puños se destensaron y cogió la camiseta que asomaba por sus pantalones medio colgando, se la puso
Adri le miró y de nuevo su mirada relució con el desprecio. Se dio la vuelta y se metió dentro con paso tranquilo, sus amigos le siguieron mientras pasaban a una prudencial distancia de Carlos, nosotros nos quedamos parados al igual que nuestro amigo, Alex se acercó a Carlos y le pasó el brazo por el hombro
-Vamos tio- dijo, le acarició el pelo- No dejes que ese gilipollas te amargue el día-
Carlos se rió aunque su risa sonó forzada y se metió dentro. Noté que Sergi me empujaba suavemente, aún con su barbilla apoyada en mi cabeza. Me metí con él... Subimos a los pasillos superiores y cada uno se metió en su clase para ver a sus nuevos profesores y su horario. Yo me dejé llevar por las ilusiones del primer día
El primer dia de clase acabó con un timbrazo, todos salimos de las aulas deseando que llegara de nuevo el día. A mi lado Alex saludó a la gente de nuestra clase, yo me salí lanzando cortos saludos, no quería ser descortes pero me impacientaban las interminables rondas de saludos... Me encaminé rápido hacia la clase de Dani, Gabi y Carlos quería verles, aunque en realidad solo quería ver realmente a uno... Noté como alguien me daba una increible palmada en el hombro, la potencia me dejó sin aliento por un segundo y me giré sabiendo perfectamente que solo una persona haría eso. Me encontre con la sonrisa de Valle, este sonrió y me abrazó, por un momento me sentí en un mar de músculos
Me separé de él y le miré, Valle era un tio grande y supermazao, como Gabi sin embargo Valle lo parecía más porque no paraba de abrazar a todo el mundo y con sus musculazos nos levantaba a todos como si nada. Valle era un poco bajito para mí, ya se que soy alto pero aún así y tomando como referencia a Dani, Valle solo le sacaba como media cabeza. Tenía la piel morena y el pelo rubio dorado, los ojos de un marrón claro que solían parecer tener color miel por la luz, una sonrisa franca, llevaba una cadena de plata en torno al cuello, al igual que Carlos tenía tendencia a ir sin camiseta mostrando su genial torso y cuando se juntaba con mi amigo no paraban de chulearse y sobarse el uno al otro poniéndomela durísima y siendo despues de mi peque uno de mis materiales favoritos para las pajas. Le sonreí
-¿Cuando viniste Valle?-
-Hace dos horas-dijo y me sonrió- No me acordaba de que empezabamos hoy-
-Te lo dije ayer- le recordé
-Ya pero no suelo prestar atención a lo que dice la gente- dijo pasandose el brazo por detrás de la nuca marcando biceps
Le sonreí y ladeé la cabeza, desde luego era un chico raro y extrovertido. Valle miró a ambos lados del pasillo
-¿Donde están todos?- preguntó
Me di cuenta de que ya casi estabamos solos, mientras hablabamos la gente había ido saliendo y ahora estabamos casi solos, como no nos habíaos cruzado con nadie suspuse que nos nuestros amigos se habían ido por otra de las escaleras
-Supongo que en la salida- dije rascandome la garganta, ya comenzaba a salirme barbita...
-Vamos que tengo ganas de saludarlos a todos- dijo comenzando a andar
Sonreí y le seguí, Valle era amigo mío desde los diez años y parecía que no había madurado nada, de echo parecía haberse vuelto mas pequeño... A veces daban ganas de estrangularle pero el resto era refrescante tenerle cerca. Me coloqué a su altura, Valle me sonrió
-Está Dani-dije al darme cuenta que Valle aún no lo había visto
Se paró en seco y me miró
-Joder se me olvidó- dijo- Tenía unas ganas de verle increibles...- me miró- ¿Y que tal está?- comenzó a andar
Yo sonreí estupidamente Dani era mi tema preferido de conversación y con Valle no tenía que romperme la cabeza para sacarlo
-Un poco moreno- dije- Y más alto-
Valle se rió
-Pienso dejarle sin respiración de un abrazo- dijo sonriente- Llevo todo el verano sin verlo...-
-Tampoco ha cambiado mucho- dije encogiendome de hombros- A parte de la altura sigue igual pensé que vagueando en Inglaterra habría perdido algo de forma pero sigue igual de bien- sonreí sintiendome estupidamente orgulloso
-¿Sigue teniendo la misma tableta?-preguntó Valle, asentí, se paró- Que cabrón, por más que me mate en el gimnasio nunca la tendré como él- se levantó la camiseta dandome una vista de su torso
Tenía una buena tableta, con los abdominales definidos su respiración los marcaba más, su tono de piel le quedaba genial. Me relamí interiormente, Valle también era el que más se dejaba sobar, me acerqué y sin ninguna verguenza le repasé la tableta con la mano, acariciando y presionando su torso durante un rato, Valle se quedó quieto levantándose la camiseta y dejandome hacer. Estuve así durante un minuto más o menos, se me había puesto durísima. Con un ultimo repaso le presioné los abdominales, tras quitar la mano le besé el pelo. Valle me sonrió
-¿Y bien, como me la ves?- preguntó en tono inocente- Más marcada
-Sí- dije y de hecho era verdad-Pero no será como la de Dani-
-Me conformaría con la tuya- dijo él y me levantó la camiseta para ver mis abdominales, pasó la mano por ellos y los presionó, me sonrió. Mi polla que comenzaba a bajar amenazó con volver a subir ante su sobada, sin emabrgo Valle se apartó antes
Genial
pensé ahora tengo un calentón de la ostia Para bajarmelo un poco decidí alejarme un poco de Valle que inconscientemente no paraba de exhibir músculo. Llegamos a la salida y allí vimos a todos, Gabi estaba apoyado contra la pared con Alex al lado, Gabi tenía el movil en la mano y el otro los brazos cruzados sobre el pecho, cerca de ellos estaba Carlos otra vez sin camiseta. Valle gritó y todos se giraron y nos vieron, busqué con la mirada a Dani pero no lo ví. Carlos vino casi corriendo hasta donde estabamos y se fundió en un abrazo de oso con Valle, joder que se habían visto ayer. Gabi y Alex se nos acercaron y nos sonrieron, Alex volvía a llevar sus gafas de sol
-¿Y Dani?-pregunté intentado que pareciera una pregunta casual
Alex indicó con un cabeceo la puerta del baño a unos cuantos metros
-Se meaba- dijo solamente
En ese momento Carlos se separó de Valle, este al verlo sin camiseta se cogió la suya y se la quitó dandome una increible panorámica de su torso contrayendose y estirandose, marcando todos los músculos, sacó la cabeza y se metió la mitad de su camiseta por el pantalón dejando la otra mitad al aire
-¡¡Valle!!- dijo la voz de Dani- Sabía que eras tú cabrón-
Nos giramos, Dani estaba en la puerta del baño, Valle se rió y fue corriendo hacia Dani que se preparó para recibirle
Vi a Valle venir hacia mi con su enorme sonrisa en los labios y su cuerpazo flexionado a tope, me preparé para su abrazo de oso. Al llegar a mi altura extendió sus brazos y me arropó en ellos, noté sus musculos rodeándome así como sus pectorales flexionados que me servían de apoyo para la cabeza, me levantó del suelo como si no pesara nada, sentí sus labios en mi pelo besándome suavemente, le correspondí como pude al abrazo, pero mis brazos solo pudieron rodearle un poco el torso, en parte por estar aprisionada en sus brazos, en parte por la anchura de este. Ya conocía a Valle y sabía de la duración de sus abrazos, así que apoyé mi cabeza en su pecho esperando a que acabara, tras unos largos segundos Valle me volvió a besar el pelo y me dejó en el suelo, me pasó el brazo por los hombros y me acercó a él. Yo le pasé el brazo por la cintura, los demás se nos acercaron. Tras una pequeña conversación decidimos salir por la noche lo que significaba dormir bien la siesta para estar frescos. Valle me soltó y comenzó a pelarse de broma con Carlos, al final como simepre tuve que apartar la mirada porque ver a esos dos tiarrones musculosos perlearse me ponía a cien. Salimos a la calle y cada uno tiró para su casa. Yo compartía urbanización con Sergi, Alex con Gabi y Valle, Carlos vivía en la urbanización de enfrente de la de ellos y por eso se iban y venían juntos todos los dias. Sergi y yo viviamos en dirección contraria, al despedirnos comenzamos a andar y pronto me giré a Sergi
-Tio llevame- dije
Sergi se rió
-Joder ¿ya estas cansado?- dijo medio en broma medio en serio
-Va anda llevame- supliqué, sabía perfectamene que Sergi lo haría
-Vale-dijo, me sonrió- Pero recuerda que luego me tienes que compensar cuando lleguemos-
-Pues claro- dije, me colocoqué detras suya
-Espera- dijo y se quitó la camiseta, mire su espalda musculosa y como se flexionaba-Me moría de calor...-
Sonreí y con un rápido movimieto me quité la mía y me subí encima de Sergi. Este me miró por encima de su hombro
-¿Te has quitado la camiseta?-preguntó, su voz tenía un tono extraño pero no le di importancia
Asentí y le pasé los brazos entorno al cuello, Sergi se rio y comenzó a andar, no sin antes apretarme el culo y que yo le mordisqueara la oreja de forma suave, era algo normal antes de echar a andar.Disfrute del viaje y sobre todo de sentir contra mi pecho como se flexionaba su fuerte espalda, moví mis manos y le acaricie un poco los pectorales intentado que fuera una caricia casual, Sergi no dijo nada. Fuimos hablando, nada importante... Como siempre Sergi se paraba en seco dandome excusa para restregarme un poco, la tenía dura y disfrutaba apretándola contra su espalda. Se me ocurrió algo, alzándo,me un poco y pegándome a él le acaricie el pectoral
-Te quedaría bien un tatuaje como el de Carlos-dije disfrutando del tacto de su fuerte torso y de mi polla presionada contra su espalda
Sergi se rió y asintió, giró un poco la cabeza para hablarme
-Lo sé pero mi padre dijo que solo si sacaba el primer trimestre- dijo- No le quise presionar mucho porque tampoco me hubiera dejado el del brazo si no-
-Te quedaría genial-repetí, Sergi se volvió a reir
-Te pondría caliente,¿eh peque?- dijo y giró la cabeza para besarme la sien
Me reí y le apreté el pectoral
-Te lo sobaría entero-dije y le bese el cuello, me volví a colocar normal
-Ahora si que me lo hago-dijo sonriente
Seguimos andando hasta llegar hasta nuestra urbanización, yo me concentré en bajarme la erección. Entramos y nos dirigimos hacia casa de Sergi pasando de largo por delante de mi portal, al llegar al de Sergi me bajé. Sergi sacó las llaves y abrió la puerta. Nos metimos y tuvimos suerte de tener el ascensor justo allí, entramos y marcamos el piso de Sergi, el octavo. Mientras subíamos nos centramos en nuestro reflejo en el espejo, ambos estábamos fuertes pero como dije Sergi era una montaña de músculos y yo en cambio estaba fibrado, no me pude contener y le sobé un poco, Sergi sonrió y a su vez me acarició los abdominales. De nuevo apoyó su barbilla en mi cabeza y pasó su brazo por mis hombros
-Valle me dijo que le gustaría tener una tableta como la tuya-dijo
Yo le sonreí y aprovechando la posición le besé el pectoral
-¿Y a quien no?-dijo, me pasé la mano-Está supermarcada y dura-
Sobre mi mano se apoyó la de Sergi, me besó el pelo
-Ya llegamos-dijo, a los pocos segundos el ascensor se paró
Me empujó suavemente hacia fuera y siguiendo en la misma posición abrió la puerta de casa. Excepto en la decoración su casa era como la mía, había estado infinidad de veces allí así que sabía como moverme. Sergi y yo cerramos la puerta y fuimos hacia su habitación. Sergi se separó de mi y se derrumbó sobre su cama de espaldas, en las paredes de su habitación había posters de futbolistas del Madrid y un par de jugadores de baloncesto sacando brazo, tambien posters de un par de tias como los de mi habitación, aunque seguramente Sergi les sacaría más partido. Escuché su voz desde la cama
-Vamos Dani- dijo, estaba dado la vuelta levantado apoyándose en los codos y mostrandome su torso musculoso- Ven ya-
-Joder tio no seas impaciente-dije, me quité las zapatillas y me moví hacia él, me subí a la cama
Su cama era grande comprada para soportar al parecer los imparables estirones de Sergi duante los últimos años, este me sonrió yo apoyé las manos en sus pectorales y le miré
-Date la vuelta-le dije suavemene, Sergi sonrió y obedeció, cuando lo hubo echo le pasé una pierna para quedarme sobre él- Vamos allá...- le palmeé un poco el culo de broma, Sergi se rió y se relajó
-No sabes como lo he echado de menos-dijo- Sobre todo despues de entrenar-
-No hables- dije tranquilo, apoyé mis manos en sus hombros-¿Están frías?-le pregunté
-No puedo hablar-respondió chulo, me reí y comenzé
Primero fueron caricias suaves para que en el caso de que mis manos estuvieran frías entraran en calor y luego empezé con movimientos más profundos... Tal vez debería explicar la forma en la que voy a compensar a Sergi, voy a hacerle un masaje. Desde pequeño siempre me ha interesado la medicina y mi tio que es fisioterapeuta me enseño a hacer masajes, a mi la fisioterapia no me llama la atención, mi sueño era ser neurologo pero aún así fue entretenido aprender. Una vez me hice daño en el tobillo en el gimnasio y Sergi se ofreció a llevarme en caballito, al llegar a mi casa me comentó que siempre acababa con la espalda destrozada y yo le dije que podría hacerle un masaje... Desde entonces Sergi tiende a llevarme a caballito y yo le hago un masaje a cambio, también a mis amigos aunque con menor frecuencia, con Sergi lo hacia cada tarde despues de las clases... Me encantaba sentir sus musculos bajo mis dedos, firmes y duros, me daba la sensación de que los moldeaba... No hace falta decir que se me ponía dura en cada masaje, pero gracias a mi posición no hacía falta que me preocupara, Sergi no me podía ver. Me mordí el labio mientras mis manos recorrían su perfecta musculatura
Joder la tenía tan dura que podría hacer palanca contra la cama y alzarme, sentía las manos de Dani sobre mi espalda relajandome la tensión de mis musculos. Sin poderlo evitar varié la posición para sentir el culo de Dani moverse, sentía unas ganas locas de girarme y comermelo a besos, mis manos casi no podían aguantar no poder acariciar sus abdominales o de restregar mi dura polla contra ellos para hacerme una paja... Sus dedos de pianistas flexibles y suaves me producían un placer increible y tenía que morderme el labio para no gemir... Dios como había echado de menos estos masajes, entonces Dani tocó un punto sensible justo donde más me dolía y lo presionó. No pude aguantarme
-Dios si...- dije- Ahí es donde mas me duele...-
-No me extaña- dijo Dani- Tienes un nudo... Como se nota que hace mucho que no te dan un masaje-
-Eres el mejor peque- dije mordiendome el labio -Te comería a besos- mi polla presionó el colchón haciendome daño-
Gemí cuando Dani consiguió deshacer el nudo sintiendo como toda esa zona se relajaba y destensaba. Dani siguió con un par de nudos menores y luego terminó, sus manos se colocaron sobre los riñones y me hicieron unas pocas cosquillas y luego se tumbó a mi lado. Giré la cabeza y le sonreí, Dani estaba tumbado boca abajo en la cama y me miraba
-¿Mejor?-preguntó
-Mejor-dije, extendí un brazo y se lo pasé por la espalda- No me acordaba de lo bien que sienta...-
Dani me sonrió y se acercó a mi. Mi polla ya no estaba tan dura así que me alcé con los brazos y apoyé la cabeza en hombro dejando que parte de mi pecho se recostara contra su espalda, Dani no hizo nada, solo se movió un poco para estar más cómodo. Le besé el hombro. Se que en cualquier otro contexto esto hubiera sido raro, pero con Dani no, con Dani todo era perfecto. Bostezó y me contagió el bostezo
-¿Me puedo quedar a dormir?-preguntó él amodorrado
Sonreí
-Claro que si peque- le abrazé más fuerte-Aunque yo me levanto empalmado-le advertí
-Y yo-respondió-Tal vez nos podamos hacer un favor mutuo-
Me reí deseando que su comentario fuera en serio. Le besé el hombro y a los pocos segundos ambos estábamos dormidos. Le quería tanto y tenía todo un año para declararme... Todo un año, que como descubriría, iba a estar llenos de problemas....
Este es primer relato que publico y también la primera vez que intentó escribir. No se si está bien o mal así que por favor ¿podrían dejarme sus comentarios?, necesito saber si debo mejorar. He pensado hacer una serie de relatos siguiendo esta historia... Siento que en este primero no hubiera sexo pero es que necesitaba explicar los personajes, en el siguiente si que habrá, lo prometo