Carpe Diem (CE): Oscuridad y sueños rotos

Los sueños solo sirven para tener pesadillas

Lo primero de todo FELIZ 2013 y gracias como siempre por leerme, de verdad

Gracias a los que llevan conmigo desde el capitulo I y gracias a los que se han ido incorporando. A lo que comentan y a los que me mandan sus opiniones por privado, a todos con los que he hablado y a todos con los que aun no he tenido ocasion. Os deseo lo mejor

Gracias a todos por verme crecer y madurar

Gracias concretamente a los que siempre han estado, estan y estaran alli. A los que tienen que soportarme y dejarme, a veces, las cosas claras

Carpe Diem no soy solo yo, sois tambien todos vosotros ;)

Y ahora a leer

Rúas

Frio…siempre había habido frio, cada noche, a cada segundo. Siempre… No recuerdo nunca no haberlo tenido; apoye una mano en la barra de madera de mi terraza, mirando sobre los chalets hacia el cielo

Y mire la luna

“Esa luna” pensé sin quererlo “Esa luna también había estado ese día”

-----Hace dos años------

Pensé que había sido una broma, dura, cruel y sádica pero en el fondo esperaba que lo fuera. Esperaba que no me lo estuviera diciendo, que en cualquier momento sonreiría y me llamaría estúpido por haber caído… Pero no lo fue, y antes si quiera de que saliera de la habitación caí de verdad

Fue un vacio en el pecho, enorme, oscuro… Sentí el frio subiendo del suelo, entrando en mi cuerpo, congelándome la sangre de las venas y parándome el corazón

-No...- volví a decir- No lo…entiendo…-

La puerta se mecía por el viento, colgando de sus goznes. Fuera había ruido, una fiesta… Si, había una fiesta, pero la recordaba tan lejana

“No queda ningún condón en la mochila, Pablo, lo use para follarme a Celia…”

Mire la mochila, colgando de mis manos. Pensé que si conseguía encontrar el condón que faltaba…Seria capaz de demostrar que lo que me había dicho Alex no era verdad, que nunca había pasado… Pero…

-Pero no voy a encontrar ningún condón…- dije en voz alta, al inclinar la cabeza hacia delante me di cuenta de que estaba llorando, solo porque vi las lagrimas caer, porque no las sentía correr por mi piel- No va a haber ninguno…-

Me levante, mirando a mí alrededor. Sin querer me fije en la cama de Alex, la que había ocupado

“Se ha…follado a Celia en esa cama…Usando mi…nuestro…condón”

Sin saber porque me coloque al lado de su cama, las sabanas estaban revueltas, colocadas de mala manera… Por un segundo contemple la idea de pasar la mano, pensando que aun sentiría el calor en ellas… Luego la imagen cambio, imaginándome a Alex tumbado sobre Celia, besándola mientas la embestía con las caderas…

Y volví a sentir el frio por todo mi cuerpo

Salí de la cabaña, secándome las lágrimas y mezclándome con la gente. A lo lejos vi a Alex, sentado en un banco con más gente, mirando un vaso lleno de coca-cola. En ese grupo también había amigos míos, en realidad casi todos estaban allí… Pero Alex me había dicho que no lo hiciera

No sé porque me di la vuelta y me fui al lado opuesto de la fiesta. Aun le quería, tal vez haciéndole caso el…Volvería a mi

La fiesta acabo pasando, vi que Alex había ido recuperando su antigua forma de ser. Sonriente y alegre, a veces se quedaba mirando al suelo pensativo. Yo, tal y como el me había dicho, me había mantenido al margen…Viéndole así…Sentí ganas de ir a hablar con él y que me lo explicara, me dolía. Pero quería oírlo de nuevo de sus labios

Estaba escondido, apoyado en una roca mirándole. Retorciéndome los dedos de nerviosismo, intentando pensar que decirle. Que responder cuando él me mirara directamente. Quería estar cerca de él, sin importarme los palos que recibiera…

Asentí, sintiendo un frio increíble en mis articulaciones… Y cuando volví a mirar a Alex le vi besándose con Celia, todos a su alrededor, hasta los monitores, le estaban jaleando y soltando silbidos. Yo balbucee, y luego me senté en la piedra sin fuerzas, estaba lejos de todos, no había peligro de que nadie me viese, en la oscuridad al margen del mundo, en el frio lejos de todo. Hundí la cara en mis manos y volví a llorar

Cuando alce la vista al cielo la vi, esa luna… Me sentí identificado con ella, con su frio calor, con su luz…

Y grite a la luna mientras lloraba…Pero la música se encargo de ahogar mis gritos


No sentía ganas de nada, me senté en el asiento del autobús. Sentía el cuerpo roto, cansado. Llevaba dos días sin dormir, y apenas comer. No podía…No podía dormir teniendo a Alex tan cerca y no podía comer si tenía que evitarle, me agazapaba en la sombras viéndole pasar. Intentaba no respirar cuando estaba cerca, para que no se diera cuenta de que estaba, me rompía cada vez que le veía con Celia de la mano, o escuchaba algún comentario a alguien

Cerré los ojos, me ardían por todas las lágrimas derramadas. El resto del cuerpo lo tenía helado

Me tumbe en los dos asientos, apoyándome de lado contra el cristal, con los ojos ardientes cerrados y sin sentir las estremecidas. A fuera el sol relucía y el autobús salió dejando atrás el campamento. Cruzamos el pequeño trecho entre montañas, saliendo de ellas por una carretera estrecha y tortuosa. Todos hablaban entre ellos recordando cosas graciosas pasadas; haciendo planes para verse los que coincidieran cerca… Entreabrí los ojos y mire por la ventana, el paisaje dejo paso de la rocosa montaña a una llanura desolada

Entonces todo el mundo saco el móvil. Parte de la idea de ese campamento, aparte del de aprender ingles, era dejar tranquilos a los padres. Allí en la montaña no había habido cobertura, en mi bolsillo mi propio móvil vibro. Pero no le hice caso

Pronto todos empezaron a llamar a sus padres o a sus amigos, enterándose de lo que había pasado estando fuera

Yo cerré los ojos, intentando dormir. Pero hacía tiempo que los sueños se me habían convertido en pesadillas


Baje del autobús el último, retrasando el momento. Cuando baje vi a mi padre, apoyado contra su coche negro, mirando al resto de chicos con sus gafas de sol. Baje y me fui directo hacia él, el sol tan deslumbrante de la ciudad también me hacía daño, reabriendo las llagas dejadas por las lagrimas en mis ojos. Un chico me cogió el brazo, me gire. Era uno con los que había intimado más

-Pablo que no tengo tu número-

-Claro…- dije, sin importarme demasiado si se lo daba o no; pero él estaba esperando que se lo diera, y de nuevo cumplí lo que me pedía

Tras hacerlo fui con mi padre, que me sonrió palmeándome la espalda. Deje las cosas en el maletero y me metí en el asiento de atrás, en donde de nuevo entrecerré los ojos, intentando escapar de la realidad. Respondí escuetamente a las preguntas de mi padre y usando la excusa de que estaba cansado cerré los ojos del todo, fingiendo dormir. Pero con miedo a hacerlo de verdad

Me alejaba de Alex, un parte de mi se rebelaba, queriendo estar a su lado siempre… Casi pude sentir en la piel, ahora consciente de la verdad, que no le volvería a ver. Que no habría escena romántica delante del autobús, que él no pararía el coche de mi padre antes de que arrancara. Que efectivamente me había hecho pedazos el corazón

Casi pude oír, sobre el rugido de la ciudad, el sonido de mis planes y sueños, rompiéndose en mil pedazos


Llega a casa y entrar en mi habitación  me pareció estúpido, por alguna razón lo sentía extraño. Recordad aba la cama, la silla, la tele, la Play bajo ella, los mandos pulcramente colocados. Los cuadernos y archivadores, los libros de la estantería. Las fotos de las paredes

Las mire con ojos indiferentes y temerosos, esa habitación parecía la de otra persona. Me sentía a mi mismo en cada cosa y de alguna forma no lo hacía, ya no era el mismo. Solo que en ese momento no lo sabía, me recorrían escalofríos por la espalda a cada segundo. En la cocina mi padre hablaba con mi madre, mientras esta sacaba mi ropa y la clasificaba para lavarla ella

Me senté en mi cama, sin saber qué hacer. Me sentía un extraño en mi propia vida, como separados de todos por un cristal, metido dentro de un diamante al margen de todo

Me di cuenta de que no quería, que no quisiera estar allí, que no quisiera nada. Esa cama, esa habitación…Me echaban en cara que alguna vez había sido feliz y eso solo ahondaba el dolor y el vacio


Tardo poco, el amigo de mi primo, en venir a casa con él para pasarse a saludar. Me revolvió el estomago cuando le vi entrando en mi habitación, yo estaba jugando sin interés a la Play. Hacia un día que había llegado a casa, mi primo se lanzo y me cogió para que le contara que había hecho en el campamento, y específicamente, con cuantas chicas había estado. Me desembarace de él, entre punzadas dolorosas, gélidas, por todo el cuerpo. Sintiendo el espectro de las lagrimas ya derramadas en mis ojos

El amigo de mi primo se sentó en la silla de mi escritorio y le dijo que parara. Como mi primo, el chico era guapo, me miro y vi ese brillo en sus ojos. Ese chico estaba enamorado de mi primo, pero antes del campamento sin saber muy bien como había descubierto que era gay y me había ido seduciendo. Sabía que me estaba usando para desahogarse por lo de mi primo, dado que nos parecíamos bastante. Eso nunca me había gustado, pero ahora la forma en la que me miraba me daba repulsa

“Yo solo fui una diversión para Alex”, pensé separándome de mi primo “Igual que lo he sido para este”

Me destrozaba darme cuenta de eso, que solo había sido un juguete en sus manos. Mis padres avisaron que se iban a jugar al paddle con los vecinos, y mi primo se fue al rato para prepararse para la piscina. Su amigo se quedo diciendo que le gustaría que le prostrara el juego, yo me quede en mi habitación mientras los dos se iban a la puerta. Oí como se cerraba, dejándome a solas con el

Yo estaba tumbado mirando la puerta, abriendo y cerrando los puños. Sin saber cómo me sentía, el frio me recorría por oleadas, motivado por el vacio y la pena, pero a la vez algún coletazo de ira para llenarme de fuego

Cuando entro por la puerta ya no llevaba puesta la camiseta, dejando al aire un torso delgado de dieciséis años, pero fibrado por la natación. La bragueta medio abierta, me sonrió subiéndose sobre la cama para besarme. Me abrió la boca metiendo la lengua, yo entrecerré los ojos. Preguntándome que estaba haciendo, porque estaba pasando esto

El pareció no darse cuenta de que no le correspondía a los besos, y siguió a lo suyo. Empezó a comerme el cuello, levantándome la camiseta. Como antes de irme parecía estar enamorado de mis pequeños pectorales juveniles. Fruto del balonmano. Me mordisqueaba los pezones y me los recorría por la lengua, soltando comentarios de admiración por lo bajo. Yo solo me dejaba hacer, con los ojos entrecerrados, fuera de ese mundo que había sido mi anterior. Atado aun por lazos como ese

Me abrió la bragueta, luego fue la mamada. Yo hice una pequeña mueca, lo veía todo tan…Sucio, tan sin sentido… Cuando acabo volvió de nuevo a mis pectorales mientras se pajeaba

No volvió a besarme y en algún momento, entre sus jadeos, se le escapo el nombre de mi primo

Todo era una gran mentira


Lance la pelota contra la portería mientras saltaba, se estrello contra la red con bastante potencia. El portero me miro un poco asustado, y le devolví una mirada vacía. El sudor me resbalaba por las sienes y la frente, la gente de mi equipo se lanzo contra mí felicitándome

Yo simplemente me deje arropar por ellos

No era más que un partido amistoso que acabo cinco minutos después. Pero había algo, en ese mar de sudor podía ahogar mis penas. Ahí, en medio del campo me sentía libre, correr, saltar, lanzar, los músculos tensos, tirantes, los reflejos afinados… Ahí el frio era sustituido por algo, yo siempre había sido de los creían que para jugar lo mejor era divertirse

Pero al cruzar el campo corriendo, esquivando a los contrarios, estrellar la pelota contra su portería, tensando la red hasta casi romperla. Había algo en eso, algo primitivo y vigorizante que me llenaba, que era de lo poco que conseguía sacarme del vacío por unos minutos

En las gradas mi primo y sus amigos me jalearon. Mi padre se les unió y mi madre sonrió, no entendía el reglamento pero aun así venia a todos mis partidos, incluso a esos

Hice una mueca cuando se acabo el partido, sin querer dejarlo. Pero tenía que hacerlo, al final solo era un pequeño oasis en el frio desierto de sol pálido por el que vagaba. En el vestuario recibí felicitaciones, al ser de los que más había marcado, no participe con ellos. Dejaba sonrisas desganadas a sus halagos, a sus bromas… Pero acabe pronto, ellos se entretuvieron como siempre, con sus bromas picantes en las que siempre antes había participado gustoso

Al salir del vestuario me encontré con mi entrenador, que me felicito alegre. Yo bascule el peso incomodo quitándole importancia, el me dijo que si podía ir a su despacho. Que mis padres estaban ahí y que querían hablar conmigo

No me quedo más remedio que aceptar a pesar de que no quería. Lo que quería era perderme en algún lado, hasta que la vida se olvidara de mí

En el despacho no me sorprendió encontrar a alguien que no conocía junto a mis padres. Todo me importaba demasiado poco como para que algo fuera capaz de sorprenderme

La conversación de después con el señor, al parecer un jugador profesional, tampoco me sorprendió. El entrenador sonreía de oreja a oreja y mis padres parecían estar dando saltos en sus asientos. Yo solo estaba apoyado contra la pared de brazos cruzados, mirándole a los ojos mientras me hablaba. Respondiendo a sus preguntas y escuchando lo que me tenía que decir

Empezó con un poco de pereza dando rodeos, preguntándome si me gustaba el balonmano, que si sabía lo que era jugar en equipo, que si sabía lo que era un deportista de alto rendimiento, que si me apetecería dedicarme más en serio a ello… Y finalmente, si quería entrar en otro equipo

Por en segundo la imagen de mis amigos en el vestuario, donde seguían con su bromas, con sus vidas inocentes y tranquilas cruzo por mi mente. No sentí pena ni remordimiento cuando acepte, no era el fin del mundo, les iba a seguir viendo a todos. Pero su pasividad me estaba empezando a cansar, y ese hombre me estaba dando lo que de verdad quería

No quería partidos amistosos, no quería controlarme al jugar… Solo quería sudor y esfuerzo para olvidar, solo quería tener otro rival delante al que destrozar


Solo una semana me llevo incorporarme al nuevo equipo, una semana que viví sin ganas. Una semana en donde me mataba a hacer largos en la piscina, salía a correr, a montar en bici, a jugar al futbol… Cualquier cosa que no me mantuviera sentado en el sitio, que no dejara a mi cuerpo descanso para que el frio lo volviera a inundar de nuevo

Y ejercicio era, como no, follar con el amigo de mi primo

Algo dentro de mí cada vez se rebelaba más contra esa idea. Algo que no podía ver, pero sus besos ya no me gustaban, sus mamadas me hacían sentir peor… El tacto de su piel contra la mí a veces me daba asco

Era algo extraño, el chico era guapo, tenía un cuerpo cuidado, debería atraerme como había hecho antes pero cada vez lo hacía menos. Algunas veces me sorprendí haciendo muecas cuando pensaba en estar con él a solas

Por suerte los entrenamientos con el nuevo equipo cumplieron lo que yo esperaba. Eran intensos, por no decir brutales, eso era entrenar para ser un deportista de alto rendimiento. El equipo era de nueva creación de modo que nadie se conocía entre sí. Pensaba que iba a ir a un equipo ya hecho, con amigos dentro que ya había hecho piña, lo cual me dejaría hacerme al margen elegantemente para dedicarme en exclusiva al deporte. Pero no, al final acabe en medio de todos, tendiendo lazos entre ellos, haciéndose todos amigos de todos

Supongo que al principio pensaron que era tímido, luego supongo que lo que pensaron era que era callado. Nada más lejos de la realidad, pero deje que lo hicieran. Al parecer todos estaban tan nerviosos con el nuevo equipo que en mi seria personalidad encontraron algo valioso, en apenas dos días esa forma de ser llego a ser tan tranquilizante para todos que cuando llego la votación de capitán me eligieron a mi por votación unánime


Sentía que estaba ascendiendo como la espuma pero en realidad a cada día que pasaba me sentía mas hundido en mi mundo oscuro, me sentía mas roto. Las pesadillas por la noche me mataban, me despertaba llorando, al follar con el amigo de mi primo me disgustaba cada vez más. Solo allí, en el equipo, podía descansar haciendo deporte

Y con un nuevo aspecto, el gimnasio. Debíamos coger más masa muscular para aguantar la que sería la temporada de partidos. Aunque estábamos muy lejos del nivel de cualquier competición real pero aun así debíamos prepararnos

Todos empezaron con ilusión pero luego se desencantaron, yo empecé desencantado pero luego a la par que ellos perdían las ganas yo cada vez iba cogiendo más. Nos separaron en grupos para ponernos con un preparador, la gente que estaba al mismo nivel o que iban a necesitar un mismo entrenamiento iban juntos. A mí me dejaron solo

Como me dijo mi entrenador, el jugador que me había reclutado hacia un mes casi ya; yo no era solo el captivan del equipo, si no que era también por lejos el jugador mas polivalente y el que mejor preparado y fondo físico tenia. Me dijo que era un diamante en bruto

Mi preparador personal se llamaba Roberto, aunque en seguida me dijo que le llamara Robert. Era un armario de casa dos metros, musculado en proporción, moreno con el pelo hacia arriba con gomina. Se esforzó en ser muy simpático, luego admitió que iba a ser su primer alumno y que quería que todo saliera redondo. Todo fue como la seda desde el principio, era callado y no ponía pegas a cuanto me mandaba, me explicaba un ejercicio y lo hacía, me explicaba otro y lo hacía igual, rotando en las maquinas del gimnasio

Me cruzaba con el resto, que se quejaba de que era duro y costaba, estaban acostumbrados al deporte y el ejercicio pero no a ese nivel. Yo estaba cansado, me dolían los músculos pero no me quejaba, era eso lo que buscaba. En ese ardor se quemaban todos mis recuerdos sobre Alex y Robert estaba encantado con mi dedicación para el trabajo


Las clases empezaron, por consejo del entrenador mis padres me cambiaron de colegio. Allí me sorprendió ver que estaba todo mi equipo metido, supuse que el entrenador quería hacer fluir el compañerismo. Yo me desentendí de eso, me daba igual estar en un sitio que en otro, los estudios para mí nunca habían sido un problema de modo que me distraía en clase, con el cuerpo intranquilo en esa inactividad sobre la silla. Garabateaba las hojas de mi cuaderno durante las clases y de vez en cuando hablaba a escondidas con los que ahora eran mis nuevos amigos

Una vez me di cuenta de que había escrito el nombre de Alex, entre los garabatos. Acaricie esas letras con la yema de los dedos, casi sonreí de verdad, pero luego mis dedos se crisparon por el recuerdo. Tras semanas sin sentirlo el frio me inundo. Arranque la hoja y la arrugue

Nunca más volví a garabatear


No tarde en dejar atrás al resto que se esforzaba por seguirme. Mi entrenador me dijo que ser capitán de un equipo de ese nivel competitivo era algo más que un simple titulo, yo era el que debía encargarse de todos, de cuidarlos como me dijo, el equipo funcionaba no solo por la piña que se había conseguido formar si no porque yo me tenía que dedicar a cuidarla. Asentí pero en seguida me despreocupe de ello

No estaba allí para ser la niñera del resto, ellos su camino y yo el mío. Yo solo quería alejar de mí el dolor, y eso solo lo conseguía con entrenamiento. No haciendo terapias de grupo con los del equipo. Mi descuido del buen funcionamiento del equipo paso desapercibido. La amistad y el buen rollo que se había conseguido lo suplían, y de no haber sido así tampoco me hubiera preocupado

Pronto deje de ir solo a los entrenamientos con Robert a las horas marcadas si no que también lo hice fuera de ellas. Robert lo acepto, pero me dijo que me frenara un poco, o el cuerpo me iba a fallar. Yo le di la razón pero cuando volvía a casa y antes de acostarme hacia pesas, abdominales o fondos en el pequeño gimnasio que me había construido en mi casa con su ayuda. Los resultados explotaron en mi cuerpo enseguida

Mientras los otros llevaban un ritmo bastante bueno de musculación y definición yo adelante a pasos de gigantes fruto de los mares de sudor derramados. El régimen alimenticio de Robert unido al resto moldeó mi cuerpo, ayudándose de la buena genética que tenía. Crecí, me muscule y me definí, el resto miraba con admiración mis músculos proporcionados y marcados, mi velocidad y mi fuerza. Mí puesto como capitán del equipo pasó a ser casi vitalicio, aunque no me daba cuenta mi tacita indiferencia, que ellos confundían con tranquilidad y capacidad de liderazgo, y mi evidente ventaja física me acabaron convirtiendo para ellos en una especie de Dios

Por primera vez desde hacía casi seis meses del campamento me volví a sentir feliz. Fue solo un pico tímido, pero me sorprendió. Sentí por primera vez que era importante para alguien, tal vez no de la forma que había sido antes, pero de alguna forma yo me convertí en el núcleo de ese equipo… Fue un pico que paso rápido, pero se guardo en mi memoria, tal vez no solo el ejercicio me alejaba del dolor… Tal vez la sensación de control era mejor


Los entrenamientos me habían hecho olvidarme del amigo de mi primo por completo. Luego las clases llenaron los espacio vacios. Pero el no pareció olvidarse, quería quedar conmigo pero solo tenía que dejar que mis apretados horarios hablaran por mí. Me dijo que tenía muchos calentones acumulados y que necesitaba verme

Yo sentí de nuevo ese rechazo que no sabía de dónde venía, pero tenía más seguridad en mi mismo que antes de modo que le rechace directamente. Todo pareció olvidado hasta que le vi esperándome a la salida de mi colegio. Vino directo hacia mí y yo me cruce de brazos esperando a que llegara, iba bien abrigado, como yo. Me di cuenta de que ya no me parecía tan alto como antes. Además vi que ya no me intimidaba, como antes había hecho un poco

Me cogió del brazo y tiro de mí entrando en el edificio, mis amigos me miraron y yo les dije que era un amigo de mi primo que antes había estudiado aquí. El empezó a hablar diciendo que no podía dejarle tan desatendido, que ser novios era prestar más atención. Yo sonreí un poco, divertido por alguna razón que no sabía, de que usara la palabra novio. Que yo supiese él nunca lo había dicho. ¿Intentando hacerme sentir mal tal vez?

También sonreí porque yo era el que me estaba dejando llevar, su cuerpo de nadador ya no era rival para la maquinaria en que había convertido mi cuerpo. Ahora yo era más fuerte que el

Al entrar al baño cerró la puerta con el cerrojo y se desprendió del abrigo con ansia. Revelando su cuerpo, había mejorado ligeramente, con los oblicuos mas marcados. Yo siguiéndole el juego me desprendí del mío y de mi camiseta, con lentitud. No sé que esperaba ver, pero se atraganto con lo que exhibía. Nunca me había planteado que el ejercicio hiciera algo más que quitarme a Alex de la cabeza, sabía que había mejorado mi cuerpo pero eso era un efecto secundario que no me importaba

Pero a él parecía que si, baje la mirada. Vi una tableta morena marcada, unos pectorales cincelados, un par de venas marcadas por los brazos. Aunque a años luz de distancia de Robert o de mi entrenador, o cualquiera de los chicos mayores que también iban a mi mismo gimnasio. Me mire al espejo, el ejercicio también le había quitado la redondez a mi cara, definiendo mis rasgos, sin embargo en ella seguían esos mismos ojos negros, melancólicos, que me daba miedo mirar… El amigo de mi hermano dijo lo que pensaba, en forma de gruñido

-Dios Pablo…Estas buenísimo…- jadeo- Mucho mejor que tu primo…. – le mire, en sus ojos vi sus ganas animales de sobarme

Y entonces caí en la cuenta. Me sorprendí a mi mismo hablando

-Que pena me das- él se paró en seco, mirándome sorprendido- Pena y asco-

Me enfunde de nuevo en mi camiseta. Sorprendiéndome a mi mismo de lo que estaba diciendo, el se lanzo sobre mí para impedírmelo. Intento besarme pero le aparte con facilidad, lanzándole contra una de las puertas. Volvió a lanzarse sobre mí, actuando por instinto le solté un puñetazo al estomago, el quedo arrodillado delante de mí. Le contemple con interés, intentando averiguar que pasaba por mi mente. Mi pie se movió solo, apoyándose en su espalda y apretando para aplastarle contra el suelo

-Que pena me das- volví a repetir- Siempre me diste pena, pero ahora también me das asco- apreté un poco el pie cuando intento levantarse- Nunca tendrás a mi primo, es mejor que te des cuenta- apretó los dientes intentando levantarse. Pero le desequilibre y le volví a apretar contra el suelo, con mi pie entre sus omoplatos- Creo…creo que todos me dais pena…-

Salí del baño lanzándole la ropa, el me miro con los ojos llorosos. Supongo que no solo tenía calentones acumulados, si no también penas que necesitaban salir. Cerré la puerta de un portazo, me sentí vivo. Era verdad, me daba pena, y también asco. No quería que me tocara gente como el… Había algo allí, algo que me hizo feliz de una forma oscura

Por primera vez me di plena cuenta de mi cuerpo


Los días pasaron y luego las semanas, desde el incidente con el amigo de mi primo no le había vuelto a ver. Según supe luego mi primo y el dejaron de ser amigos a raíz de una pelea de la que mi primo no quería hablar. A mí me daba igual su pelea, pero creía saber el motivo. De todos modos salió de mi vida ya para siempre, dado que también se cambio de ciudad

Por fin empezamos a jugar unos partidos de tanteo contra otros equipos. Los duros entrenamientos dieron sus frutos y ganamos con facilidad. Y empezamos a celebrarlo, salidas por el centro a ver la ciudad, cenas en Telepizzas o quedar en casa de alguien para jugar a la Play. Yo aun le seguía dando vueltas a lo que me había dicho ese chico

El verano ya estaba cerca de modo que las piscinas abrían y los colegios cerraban. Yo estaba en mi habitación, en bóxers mirándome al espejo de mi armario. Los brutales entrenamientos a los que me sometía seguían moldeándome, me fije en mi reflejo evitando mis ojos

-Estoy… ¿bueno?- pregunte en voz alta

Sonreí un poco al saber la respuesta. Fue mi primera sonrisa sincera, desde hacía casi un año, aunque sensiblemente diferente a las de antes de una forma que no supe definir mas alla de ligeramente melancolica, supongo que la palabra cinismo aun no estaba en mi vocabulario. Pero lo importante fue que esta vez el frio no salió a recibirla


Ya que estaba bueno decidí cambiar más el aspecto exterior. En mi anterior etapa había estado tan centrado en el deporte para olvidar a Alex que había dejado que mi pelo creciera de cualquier manera para luego hacerme un corte militar cuando estaba demasiado largo y vuelta a empezar. Por alguna razón sentí la necesidad de seguir transformándome por fuera, esperando que eso arreglara el interior

Fui a la mejor peluquería que pude encontrar, el dinero estaba dejando de ser problema. Habíamos seguido jugando partidos y cada victoria nos hacia subir más en las competiciones, estábamos a poco de rozar las nacionales de nuestra categoría con los dedos. Y eso atraía anunciantes

El tio de la peluqueria me miro al entrar, llevaba el pelo bastante largo pero quería que tuviera material para trabajar, le pedí todas las revistas que tenia y durante una hora me senté a decidir cual hacerme. Me agitaba un poco de la emoción, no sé porque, la idea de hacerme más guapo era tan vigorizante como dos horas seguidas entrenando

Al final decidí uno parecido al de una estrella adolescente del cine Pero le hice modificaciones, dejando el pelo del flequillo más largo que el de la coronilla y recortando el pelo de esta pero sin pasarse, una vez me lo hubo cortado compre todos champús y botes de gomina. Y me fui a mi casa

Me encerré una tarde entera en el baño con revistas y los botes que habia comprado, experimentando hasta que encontré el peinado perfecto. Arreglado el pelo decidí tirar toda mi ropa, esta vez llame a los del equipo para que me ayudaran a comprar la nueva y que de paso ellos también se pegaran un cambio. Éramos doce chicos cargados de bolsas llenas de todo tipo de ropa, la gente nos miraba raro al pasar. Yo me sentí bien…No era exactamente felicidad pero era algo que me recordaba a eso

Mientras estaba en unos probadores cambiándome escuche a Diego, uno del equipo, preguntando si había alguno libre. Saque la cabeza por la cortina y le dije que se metiera conmigo, nos fuimos probando ropa. Diego era más alto que yo, como era de esperar de uno de los tres laterales del equipo que se iban turnando para jugar, dos en cada partido. Yo estaba bien, el no llegaba a mi nivel, aun asi su estomago estaba plano, pero sin marcar mas que timidamente, pero sus brazos y sus hombros redondeados dejaban ver porque era uno de los laterales del equipo

Un par de veces le pille mirándome de reojo, me hice el loco pero en sus ojos leí lo que había visto en los del amigo de mi primo. Sonreí, seguro de que había acertado al cambiar mi apariencia

Esas nuevas sonrisas también me seguian desconertando un poco, diferentes a las que había exhibido antes del campamento… Pero era la única forma que tenia ahora de sonreír


El entrenador aplaudió mi decisión, diciendo que había actuado como capitán y que eso había unido al equipo. Yo le que importancia, pero cada vez me fui metiendo más en la dinámica del equipo. Actuando como un verdadero capitán, me di cuenta de que estaba cambiando. Mi tranquilidad distante seguía al pero se estaba empezando a juntar con una seguridad en mí mismo y una especia de carisma a medida que iba tomando conciencia de la…Influencia, por decirlo así que tenia sobre las personas

Ya era pleno verano y fui allí donde llego la prueba de fuego. Mi nuevo móvil sonó con un número desconocido y cuando lo cogí me hablo una voz extraña, me dijo que era del campamento… Casi se me cae el móvil, pensando durante un segundo que era Alex. De un solo golpe se cayó mi seguridad y la ansiedad me tiño la voz cuando le pregunte el nombre… El desencanto fue inmenso, acercándome peligrosamente de nuevo al vacio de aquellos oscuros meses

Era el chico que me pidió el móvil al bajar del autobús. Me invitaba a pasar la tarde en su piscina, ya que le apenaba que no hubiéramos podido quedar hasta ahora. Yo acepte sin saber por qué. Al segundo me arrepentí de haberlo hecho pero ya no había vuelta atrás

Me tire sobre la cama, no quería volver a ver a nadie del campamento. Seria recordarlo todo…Además...apreté la sabana con las manos…Además pensaba que había enterrado lo de Alex pero en vez de eso todo mi ser se había estremecido solo con pensar que podía ser él, el que me había llamado…Que era su voz…

Apreté los dientes, el frio de nuevo volvía a tantear a mí alrededor. Pero me calme, a duras penas. Me eche al suelo quitándome la camiseta y no pare de hacer fondos hasta que el sudor purgo mi pensamiento. Me derrumbe en el suelo jadeando y apretando los dientes, las lagrimas se mezclaron con el sudor

No había superado nada, le seguía queriendo


Al final la tarde elegida fue dos días después, con su dirección apuntada mi padre me llevo en coche hasta allí. Iba con mi mejor bañador, el pelo arreglado durante una hora frente al espejo, camiseta y gafas de sol… Todo calculado para resultar increíble, era mi forma de decirle al mundo que había sobrevivido, aunque sabía que era mentira, tal vez el mundo no se diera cuenta

El estaba esperando en la entrada, al bajar dudo pero yo sí que le reconocí. No había cambiado nada, yo al parecer, si. Le salude y él me correspondió, estaba bastante emocionado y yo hice una pequeña mueca. Detrás de mi gafas de sol le contemple, era alto, más que yo. Habia adelgazado y pelo se había oscurecido un poco. Seguía siendo tan hablador como siempre

Apenas tuve que decir nada, su monologo le entretuvo gran parte de la tarde. Al final, cansado de oírle hablar, me quite la camiseta para lanzarme a la piscina de su casa. Le vi mirarme con sorpresa, sonreí un poco. A cada día que pasaba mi seguridad en mi mismo aumentaba mas y mas, y situaciones como esa solo la empujaban. Además vi no solo sorpresa, sino también un brillo especial en sus ojos. El mismo que el amigo de mi primo, el mismo brillo que Diego…Sonreí un poco mas

Me lance al agua nadando, el se quedo en su toalla. Jugueteando con las cartas, supuse, y acertadamente, que le daba vergüenza quitarse la camiseta después de que lo hiciera yo. En el agua me asalto una idea... Me quede flotando en esa agua fría, pensándola y luego sonreí un poco. Pensando en lo que había sucedido con el amigo de mí primo

Salí del agua justo por su lado, y el ya sin pudor debido al asombro me recorrió de arriba a bajado. Le pregunte donde estaba el baño y él me dijo que estaba bajo la piscina, por la zona del garaje. Fingí confusión y al final conseguí que accediera a acompañarme. Yo ni me seque apenas ni me volví a poner la camiseta. Le seguí mientras meditaba

Al llegar al baño dude un segundo, pero decidí que era más que probable que no me equivocara. Me lance a su boca para besarla, el retrocedió por el miedo pero su boca y sus ojos se abrieron y finalmente entre. Le pegue contra la pared, mi cuerpo contra el suyo. Apretándoselo, nos separamos y le metí en el cubículo del váter. Tenía de lejos muchísima más experiencia que él, de modo que me baje el bañador y tras sentarle en el váter se la acerque a la boca. La respuesta fue automática y mientras me mamaba yo mire al techo

No me había equivocado

Pensé en follarmelo, pero no había traído condones. Una pena, me corrí dos veces y el estuvo más que feliz de cumplir con su misión en las dos. Luego volvimos a arriba, cuando nadie miraba el me pasaba una mano por el pecho. Y yo con las gafas de sol, tumbado boca arriba y mirando al cielo le dejaba. Mientras me echaba crema por el pecho, cosa que sugirió el se me ocurrió otra idea

Le pregunte directamente por Alex, suponiendo que él estaría en contacto. Dijo que le había visto un par de veces pero que quedaba con el resto más. Le pregunte donde estudiaba Alex y me lo dijo. Se me quedo guardado a fuego en la mente

Cuando acabo la tarde de la piscina el me acompaño a la salida y mientras esperábamos a mi padre le mire de nuevo. Le pedí su móvil y me lo dejo, mirándome extraño, cuando lo tuve fui directamente a la aguda. Metí mi número y cuando lo encontré, lo borre. Se lo tendí, tenia los ojos abiertos por la sorpresa

-No nos vamos a volver a ver- el fue a abrir la boca para hablar- Así de simple, ni me gustas ni creo que nunca me llegases a gustar, estar bastante por debajo de mi… Eso sí- le sonreí, vi que tragaba saliva ante mi sonrisa- La chupas bien-

Subí al coche de mi padre, me gire y le sonreí de nuevo guiñándole un ojo

Me senté en el asiento de atrás suspirando. El corazón me latía fuerte, rechazarle de esa forma no había estado bien. Pero no me gustaba lo que había leído en sus ojos, esa especie de sentimiento que era reflejo de mis propios ojos durante el campamento… Rechazarle, fue de alguna forma, como volverlo a vivir y eso era agridulce, me hacía sentir vivo y muerto al mismo tiempo…

Pensé en Alex, sentado en el coche, mientras avanzaba por las calles de Madrid. Acepte que nunca iba a dejar de quererle

También vi que era lo que me había gustado de la situación con el amigo de mi primo y esa… Era llevar el control… No como aquella vez en donde solo fui una marioneta en sus manos… Yo era el que ahora tenía el poder


Mi vida seguía mientras exploraba ese nuevo aspecto de mi vida. El entrenador cada vez estaba más contento con el equipo, pero también estaba un poco decepcionado consigo mismo. Necesitamos otro entrenador, dado que el nuestro era jugador profesional y cada vez estaba más ocupado jugando en su propio equipo

Estando en el gimnasio con Robert, pensaba en ello. Le tenía cierto aprecio al entrenador, y no me gustaba la idea de que viniera uno nuevo. Mi preparador ya me dejaba solo casi todo el tiempo, ahora ya tenía más jugadores a los que entrenar y yo ya era capaz de hacer todo solo. Esa área del gimnasio estaba reservada para la gente menor de veinte años. Habia chicos guapos pero ninguno me interesaba, suspire cansado; llevaba como siempre más tiempo del necesario entrenando y mi cuerpo ya estaba acusando el cansancio. Pare de trabajar y me fui hacia los vestuarios, pase al lado de la máquina de pesas en donde Diego estaba entrenando

Al pasar paro, sonriéndome. Hacia un mes desde la situación de la piscina con el chico ese, que ni recordaba el nombre. Ahora ya sabía que Diego estaba enamorado de mí, lo leía en sus ojos. Pero a diferencia de otras experiencias Diego se quedaba al margen, como amándome en la distocia. Eso me hacía sentir raro

Ojee sin mucho interés las nuevas listas de equipos que estaban colgadas en el centro deportivo. Vi mi nombre y los de mi equipo, cada uno con nuestro instituto al lado. Busque los nombres de los institutos rivales y mientras lo hacia se me seco la boca

Examine la lista a conciencia, lo había pasado tan por encima que creía haberlo imaginado pero ahí estaba. Al lado de un tal David Ballesteros, el nombre del instituto de Alex. El corazón me latió como loco, mientras intentaba pensar. Mire a mí alrededor sin saber porque, tal vez intentando verle; cosa estúpida si solo sabía su nombre. Sin pensarlo mucho corrí hacia recepción, cuando llegue fui a la recepcionista y trate de calmarme. Me di cuenta de que estaba aun sudando de entrenar; pero puse en juego toda la galería de armas que estaba puliendo con ella

Las fichas eran privadas pero la dije que creía haber reconocido el nombre de un amigo y que solo necesitaba su foto. No ninguna otra información confidencial, sabía que iba tener un no por respuesta. Pero me apoye sobre la recepción presumiendo de brazos, con el morbo de los músculos recién trabajados, usando mis ojos y mi sonrisa. Finalmente conseguí que girara la pantalla para poder verle la cara, se me quedo grabada

Tenía que acercarme a ese chico


Estuve semana y media cambiando mis horarios, traía a Robert como loco intentando cuadrarme cada vez que quería cambiar. Creo que si no fuera por el cariño que me tenía como su primer alumno no me hubiera dejado montarle ese caos en los horarios. No entrenaba casi, pero mi cuerpo bien podía aguantar una buena temporada sin pisar el gimnasio sin que bajara el nivel físico. Estaba atento a quien entraba y a quien salía, me frustraba no encontrarle. Pero sabia ser paciente, por fin le vi entrar; a primera hora de la tarde. Su gran bolsa de deporte con el palo de una raqueta asomando por ella

Le observe, pelo negro, ojos celestes, piel blanquita y suaves pecas por sus pómulos y por el puente de la nariz. Era guapo… No sé si eso lo hacía más fácil o más difícil. Deje que entrara al vestuario y que se pusiera a hacer ejercicios. Ese día no hable con él, solo necesitaba saber sus horarios

Al parecer iba días alternos así que hasta dos días después no pude verle de nuevo. Esta vez sí que me acerque a hablar, dejándome llevar por el carisma y la desenvoltura social que había ido puliendo todos estos meses me senté con él en una maquina y me puse a hacer sus ejercicios. El chico tenía bastante desparpajo aunque al principio estaba muy cortado

Hablando con él me entere de algunas cosas, al parecer llevaba entrenando en el centro desde los trece, pero ahora necesitaba ganar peso para poder subir de categoría en el deporte que jugaba, el tenis. Y a la vez que ganaba peso intentaba sacar musculo para mejorar. Yo me apunte eso, ya tenía un preparador pero no sería difícil guiarle hasta Robert, en donde le tendría totalmente a mano y controlado

Le deje caer pregunta sobre donde estudiaba y me dijo que le acaban de cambiar de instituto porque al que iba hubo un escándalo cuando una profesora se lio con un alumno de último curso estando casada. Sus padres le habían matriculado en el nuevo (el de Alex) justo cuando acabo el curso y se abrió el plazo de matriculas. Empezaba en el nuevo este invierno


Los días pasaron, finalmente cambie definitivamente mis horarios para ir a la vez que David. Ya no entrenaba con ninguno de los de mi equipo y a veces tenía que matarme a correr para poder llegar a tiempo después de los entrenamientos con el equipo. A medida que pasaban los días David iba ganando más confianza conmigo, lo que aumentaba su desparpajo. Era bastante simpático; yo no sabía por que hablaba con él, pero algo me impulsaba a hacerlo supongo que esperaba que cuando empezara el curso me pudiera contar cosas de Alex

Como dije no fue difícil guiarle para que Robert acabara siendo su preparador, estaba muy solicitado. Pero solo hizo falta que le hablara bien de David para que lo aceptase, además de que le prometí que no me separa de él para que pudiera atender al resto

Con el mismo preparador fue más fácil estrechar mi relación con el, llevaba más de un año sin intentar hacerme amigo de nadie. Dejando que el resto se hicieran amigos mío. Pero lo puse en juego, Robert le prestaba poca atención pero siempre al final de cada entrenamiento venia a ver que tal progresaba. Bromeando sobre que yo podría ser preparador

Fue en una de esas tardes cuando Robert acabo antes de tiempo y vino a ver que tal íbamos. El entrenaba cuando terminaba su jornada como entrenador pero como conmigo había confianza se saco la camiseta para ponerse el a entrenar cerca de nosotros

A pesar de que estaba muy bueno no era exactamente mi tipo, musculado sí. Pero sus casi dos metros le quitaban bastantes puntos, me gustaban los que rondaban mi altura. Pero vi que David se iba poniendo nervioso, que miraba a Robert de reojo y que intentaba no mirarle directamente. Robert era una persona bastante simplona, y sobre todo, heterosexual así que no se dio cuenta de las miraditas de David, pero yo si

El momento decisivo fue cuando Robert se puso a hacer fondos en una colchoneta, lo que siempre hacia para acabar el calentamiento. Vi que David le miraba y que trataba de taparse la erección. Era bastante evidente y el chico no sabía dónde meterse, cualquiera que le viera se iba a dar cuenta

Yo sonreí sacándome la camiseta se la puse sobre la polla, se la palpe dura para que no quedara ninguna duda de que sabía que estaba empalmado. Le lleve a las duchas a pesar de sus tartamudeos y en el vestuario me cambie con él, no dije nada ni el tampoco, que solo miraba al suelo. Cuando fue hacia las duchas le seguí tranquilamente, metiéndome detrás de ella en una individual. Antes de que pudiera decir nada lo bese

Se resistió al principio pero acabo cediendo, como todos. Desde el episodio de la piscina ya era mucho más previsor, llevando siempre un par de condones en la bolsa de deporte (regalo de nuestro entrenador para que estuviésemos preparados cuando llegase el momento). Pero decidí no ir rápido como con los otros

A este tenía que cuidarle


Durante ese verano llegue a tener una especial de noviazgo con David. Hacíamos cosas juntos, salíamos por ahí y yo le iba a ver a sus entrenamientos y el a los míos. Note los celos de Diego pero los ignore. Fui el primero en hacérselo por primera vez, lo cual no me sorprendió. Conmigo gano confianza y cuando le dije que no tenía que serme fiel porque no teníamos nada David me sorprendió ligando mucho más que yo; claro que, yo no estaba muy interesado en ligar con nadie

El momento culmen fue cuando me confesó que le había hecho una mamada a Robert en las duchas. Un día que no pude ir a entrenar por un partido cercano. Yo me quede de piedra pero David me prometió que no diría nada dado que solo había sucedido por el calentón que llevaba Robert de su novia y el que se había pillado el entrenando con él. De alguna manera sentí admiración por David


Cuanto más pasaba el tiempo mejor me caía el chico. No era como el resto dejándose arrastrar, el mismo marcaba el ritmo. Ganaba confianza a ojos vista y eso me hacia considerarle no un simple chico, si no un amigo. Por desgracia los celos de Diego fueron creciendo hasta que llego un punto peligroso para el equipo, al final tuve que intervenir como capitán y como afectado

Aprovechando el final de un entrenamiento le dije a Diego que se quedara conmigo hasta que el resto se fuera. No quiso pero yo era el capitán y debía hacerme caso. En el vestuario hable con él. Diego me caía bien y realmente no quise hacerle pasar por eso pero el funcionamiento del equipo era más importante

Intente ser delicado. Diego al principio se asusto de que conociera sus sentimientos y luego se enfado echándome en cara que no le hubiera dicho nada antes. Finalmente acabo con un par de lágrimas de frustración confesándome lo que sentía y yo le dije que era gay pero que no podía corresponderle. Que amaba a otra persona y que no eran ni el ni David. Diego pareció aceptarlo y se tranquilizo, pidiéndome solo que lo besara una vez. Lo hice, aunque ese beso dejo paso a los siguientes y finalmente acabamos liándonos en los vestuarios

Sabía que había sido un error y así se lo dije a Diego, el acepto que fue un error pero solo me pidió que fuéramos amigos con privilegios. Acepte, en el fondo Diego me atraía mucho físicamente pero le deje claro que nunca podría quererle. El dijo que lo entendía, pero yo no quede convencido de que no guardara cierta esperanza de enamorarme


El verano paso, David iba a empezar el nuevo curso y yo le di ánimos. Secretamente rezaba para que se hiciera amigo de Alex pero sabía que la posibilidad era pequeña. Yo mismo también comencé las clases y perdí un poco la pista a David, además el cambio de entrenador era ya casi inminente y todos nos negábamos a aceptar el cambio

Trabajábamos bien en equipo, ninguno se había ido y no habíamos aceptado nuevos reclutas. El grupo de balonmano finalmente se había convertido en mi grupo de amigos. Aparte de Diego y de David había aprendido a usar mis encantos para conseguir a cuantos chicos gays me vieran. Un par de días me escape con Diego a una discoteca de ambiente (gay, obviamente), a él le gusto la atmosfera que alli se respiraba: alcohol, cuerpos jovenes y homosexualidad, pero a mí no. Los tíos se nos rifaban y aunque Diego, que aun seguía sintiendo algo por mí pero que se había vuelto bastante pragmático, disfrutaba de ello follando como loco con todos los que le gustaban yo sentía repulsa cada vez que uno me hablaba, limitandome solo a dejarme adorar en la distancia, como un angel caido

El momento culmen llego cuando vi a un chico echarle algo en la bebida a Diego, que no se dio cuenta. Embestí contra el chico tirando al suelo la bebida de un asombrado Diego, le lleve a rastras hasta unos baños en donde le estampe contra la puerta. El chico temblaba, tenía bastante pluma; le pregunte que qué cojones pensaba hacer y solo dijo que quería pasar un buen rato con Diego. Me dio asco, le cruce la cara de un guantazo y le pegué de nuevo contra la pared, retorciéndole el brazo. Le pregunte que eran lo que le había echado y del bolsillo saco una bolsita con cuatro pastillas. Me dijo que hacía que la gente se soltara, que no eran peligrosas ni nada si solo tomabas una. Que simplemente te hacia inhibirte, aunque luego te dejase K.O por un par de horas tras el subidon

Me dieron ganas de darle una paliza, pero uno de los gorilas entro alertado por alguien. Nos hecho de la discoteca, el chico se fue corriendo con miedo a que le hiciera algo. Yo me quede en la calle, sentado en un banco moviendo la bolsa que le habia quitado en la palma de mi mano, pensativo. Al poco salió Diego agarrado de dos chicos despampanantes, los tres evidentemente contentos por la bebida, aunque Diego mucho menos que ellos, controlándose por los entrenamientos y los partidos

Deje que Diego se fuera a su casa a montarse el trió. Yo me pague un taxi hasta la mía agarrando distraido esa bolsita

De nuevo no sabía porque lo hacía, actuando por instinto.Y, aunque no lo admitiese, a veces me daba miedo a mi mismo


A pesar de ser mitad de temporada organizamos a nuestro entrenador una fiesta de despedida. Hubo momentos emotivos y risas por todos lados. Hacía más de dos meses del episodio de la discoteca y las pastillas habían estado olvidadas en mi cajón del escritorio hasta ahora. Ahora llevaba las cuatro pastillas en un pequeño pastillero de mi madre, sin saber muy bien porque. Solo sintiendo que debía tenerlas allí, en ese momento

La fiesta fue bastante light, aunque tardo bastante en decaer finalmente lo hizo. El entrenador nos invito a su casa a seguirla pero solo tres del equipo aceptamos. La casa del entrenador era grande, vivía solo. Aunque ya habíamos estado mas y sabíamos movernos con tranquilidad. Nos desprendimos de los trajes, quedándonos solos con la camisa y los pantalones. Cénanos una pizza congelada y luego nos pusimos a hablar. Mis dos compañeros se fueron y yo lo iba a hacer cuando el entrenador me dijo que quería hablar conmigo, que sería su último consejo

Cuando se fueron mis amigos el entrenador se desabrocho más la camisa que ya dejaba ver un torso bastante potente. Se sentó y me hablo de que como capitán debía saber dirigir al equipo y cosas en esa línea. Como siempre le prestaba poca atención, sabía dirigir a mi equipo sin que nadie me diera consejos, pero sabía que el entrenador estaba en su derecho de dármelos. Le dije que nos tomaros la ultima el y yo, y el accedió diciendo que solo una que estábamos en plena temporada

Nos sirvió dos vasos, con hielo y luego hecho un chorro de una botella de ron que mezclo con coca-cola. Le dio un buen trago, yo uno más juicioso. Sentí el peso del pastillero en mi bolsillo y acaricie la idea con los dedos. El entrenador siempre había sido lo que algunos llamaban un heteras, pero tenía la sospecha de una posible bisexualidad. Pero no soltaba su vaso, no me deje rendir, eche la pastilla en el mío, dejando que se disolviera con tranquilidad, ya que solo yo podía verla. Cuando estuve seguro que ya no estaba, removí un poco el vaso. Probé un sorbo para ver si se notaba el sabor pero de haber habido el lingotazo de ron lo ocultaba

Confesé que no podía beberla, dado que no me gustaba el sabor del ron. Mi entrenador se rio quitándome el vaso y bebiéndoselo él. Sabía que debía irme pero necesitaba ver el efecto de la pastilla, analizarlo. Empecé de nuevo a hablar con él, el entrenador al principio estaba bien pero luego zarandeaba levemente la cabeza como si no pudiera sostenerla bien con el cuello. Como si estuviera borracho

Se abrió la camisa casi del todo diciendo que hacía calor, yo para seguirle el rollo lo hice también. Me sorprendió ver un tatuaje de un sol tribal en su cadera y él me dijo que era un secreto y que no nos lo había dicho para que ninguno se hiciera uno. Me animo a que lo viera, se comportaba más raro que de costumbre, al parecer era cierto que la pastilla le soltaba

Con la tontería del tatuaje me senté a su lado en el sofá, mirando su tatuaje. Yo no tenía intención de hacer nada, dejado que de dar un paso alguien fuera él. Analizando la acción de las pastilla. Mientras le miraba el tatuaje, rozándolo un poco con la yema de los dedos él empezó a acariciarme el brazo, comentándome que me había trabajado muy bien y que estaba orgulloso de ello

Su mano sobre mi brazo, paso a acariciarme el pecho. Yo me deje hacer, aparentando normalidad, como si no me estuviera sobando descaradamente. El entrenador se fue volviendo más osado, aunque ya estaba claro que la pastilla funcionaba. Su mano me apretaba los pectorales y me pellizcaba los pezones, su polla estaba dura dentro de sus pantalones

Supongo que en su estado mi inactividad le decía que no me estaba dando cuenta de su sobada, así que como quien soba a un amigo sin que se entere, el entrenador me repaso la tableta. Dejando caer su cabeza en mi hombro me beso el cuello, se saco la camisa y contemple interesado ese cuerpo al que nunca habia viso tan desnudo. Tenía un cuerpo proporcionado pero musculoso, aunque tal vez la parte superior del torso estuviera más desarrollada, como era normal en un jugador de balonmano. El me desprendió de la camisa y bajando la cabeza me lamio los pectorales, mordisqueo un pezón

Yo ya tenía claro que la pastilla funcionaba, pero necesitaba ver los efectos completos. Y porque no admitirlo, estaba muy caliente por su sobada. Le cogi el rostro con las manos y le plantee un morreo de película, el entrenador me llevo de la mano hasta su cama en donde me tiro. Se quito los pantalones con un poco de torpeza y saco de su mesilla un condón y un bote de lubricante con la foto de dos tíos besándose, despejando cualquier duda de que le iban los tíos, aunque estaba claro que también las tías

Nos besamos y sobamos, había un morbo especial en la situación dado que él era mi entrenador y que estaba haciendo algo que yo le había inducido a hacer. Aunque de no haber existido tal pastilla creo que calentándole lo suficiente hubiera conseguido el mismo resultado. Me puse alerta ante el hecho de que me estaba lubricando el culo, yo sabía que podía ser pasivo…Pero desde Alex nunca lo había sido, mire a mi entrenador, todo puro musculo y testosterona y deseche cualquier idea de que él hubiera sido pasivo alguna vez

El calentón decidió por mí, dejándome preparar. Siempre había sido activo, con David, Diego…Y con cualquier otro, solo Alex se me escapaba del baremo y, en cuanto me penetro como un experto, mi propio entrenador. Fue la sesión de sexo más intensa que había tenido hasta la fecha. El entrenador tenía un aguante increíble y parecía estar encantado con mi culo que, según él, no se cansaba de follar

Me enseño un juego nuevo de posturas que no conocía y tras dos horas nos desplomamos en su cama. El se durmió pero yo me quede despierto, su sueño era muy profundo y yo le observe dormir. Por primera vez tuve un acceso de miedo, contemplando la posibilidad que tal vez le pudiera dar un chungo por las pastillas y el alcohol. Finalmente me quede dormido


A la mañana siguiente me desperté antes que mi entrenador, que ahora dormía de lado con un brazo por mi cintura, flexionando su cuerpo. Estaba empalmado, al igual que yo, por suerte su respiración era profunda así que no le había pasado nada. Yo me di una ducha y me puse de nuevo el traje, me estaba cambiando cuando él se despertó. Estaba confuso y me pregunto que había pasado, no tenía sentido mentirle si iba a ver que faltaban varios condones de su mesilla y que el bote de lubricante estaba tirado a los pies de su cama. Le dije que nos habíamos acostado

Se sorprendió y luego se puso tremendamente nervioso, le tranquilice diciendo que no se lo iba a decir a nadie, cosa que no pensaba hacer. Al menos se lo debía después de haberle drogado. Me confesó que era bi pero que apenas follaba con tíos porque no le gustaba el ambiente gay. Se sorprendió de que yo solo fuera gay; y no bisexual como el

Tras prometerle que no se lo contaría a nadie desayunamos hablando de cosas superficiales. EL no había hecho ademan de vestirse, y estaba desnudo sentado en la banqueta de la cocina con su polla morcillona; estaba claro lo que quería aunque no supiera cómo decirlo así que cuando acabamos de desayunar le cogí de la mano poniéndosela en mi polla también a medio asta. No necesito esta vez ningún empujoncito, me follo en plena cocina tras una pequeña exclusión a su habitación en busca del lubricante

Nos despedimos y me dejo claro que esto solo había pasado porque ya no era mi entrenador. Sabía que lo decía en serio a pesar de que la primera hubiera estado inhabilitada por la pastilla. Cuando salí de su casa apreté el pastillero, con tres pastillas aun dentro de él y apreté el paso


Cuando de nuevo pude volver a ver a David me decepciono que no se hubiera hecho amigo de Alex, aunque ya sabía que era lo más probable. Aun así sentí regocijo al saber que seguía estudiando allí y que en palabras de David “era de los tíos más buenos del instituto”

No tanta gracia me hizo enterarme de lo mujeriego que era. Los celos me embargaron pero los eche al vacio alejándolos de mí. Conforme pasaba ese curso, cuarto de la ESO, me desquite follando con David y Diego al menos una vez a la semana, con mi antiguo entrenador cada dos o tres meses y con cuantos tíos me apetecían cuando quisiera


No paso mucho ese año, solo que David se hizo profesor particular de tenis dado que era un tenista bastante prometedor; y una nueva escena caliente de David con un Robert heterocurioso que, a pesar de haber disfrutado, solo sirvió para qué se reafirmara como heterosexual.

Finalmente Diego, en un acto de valentía, había salido del armario delante de todos los del equipo, pero no del nuevo entrenador. Le conocíamos desde los trece de modo que para ellos fue una sorpresa, aun así los lazos eran demasiado estrechos y le aceptaron; pronto las bromas picantes con Diego llenaron los vestuarios

Diego me animo a salir pero yo me negué, no lo entendió pero le dije que necesitaba tiempo. Seguía sin mezclar a David con Diego, a pesar de que sabían que el otro existía y a pesar de que se habían liado una vez que salimos los tres a Chueca. Diego seguía queriéndome pero ya aceptaba lo nuestro por imposible y se dedicaba a encontrar la felicidad por otros lados

Yo buscaba la forma de enlazar a Alex, sabía que le iban los tíos y sabía que David era muy bueno ligando. Pero mi amigo apenas tenía interés en él y cada vez que le aseguraba que tenía pinta de bisexual me respondía diciendo que era imposible. Una vez me hizo daño de verdad cuando comento de broma que puede que a veces se follara a algún chico cuando las tías no le daban lo que necesitaba, pero que solo eran ilusos que cogia para desfogarse. Intente sonreír pero no pude


Cada día que pasaba pensaba mas en Alex y a veces, cuando los recuerdos eran muy fuertes, volvía a la fase oscura de mi vida, que ahora identificada como una profunda depresión. Tuve que inventarme la excusa de estar enamorado de un chico hetero, con David le dije que era de mi instituto pero a Diego le dije que era un chico de un campamento, la razón de las diferentes versiones era que David estudiaba con Alex y Diego no, y que David y Diego apenas se hablaban. No quería admitir que en el fondo quería confesarme con alguien, aun sabiendo que era peligroso, pero estaba tan metido en mi coraza que no hubiera soportado quitármela ante nadie


Fue en esos periodos de depresión pasajeros cuando pensé en vengarme de él. ¿Cuándo me vino la idea? No lo sabía, vino de la misma forma que la idea de llevar las pastillas a aquella fiesta con el antiguo entrenador. Tal vez intuición, tal vez predestinación. Acaricie la idea pero la deseche, todo eran fuegos fatuos si David no conseguía llegar hasta Alex, cosa que por mucho que intentara guiarle sabía que no iba a hacer


Fue ya, meses después de haber tenido la idea, cuando David me dijo que su curso se iba de viaje a Italia. Vi una oportunidad bastante buena, allí con el lio de los hoteles todos intimarían más y sería posible que David se relacionara con él. A pesar de los años que habían pasado creía conocer a Alex bien y sabía que no dejaría pasar a un tio tan atractivo como David

Le deje caer la idea y de nuevo en la quito importancia, estaba bastante cabreado, sintiendo que iba a perder una oportunidad inmejorable cuando David me confesó que le atraía uno de los amigos de Alex. Me enseño una foto, el chico era guapo, musculoso, alto y serio. Entendía porque ese chico atraía a David, aunque él no se diera cuenta ese chico encajaba con él, además oyéndole hablar estaba claro que su atracción era algo más que física. Claro que David no se daba cuenta, aunque sabia mucho de los hombres no dominaba los campos del corazon tanto como yo

Le anime a intentarlo en Italia, con un poco de suerte Alex entraría en acción


Cuando David se fue a Italia estuve intranquilo, las pesadillas volvieron a plagar mis sueños. Todas con esa noche como escenario, deformaban mis sueños en borrosas y angustiadas situaciones. Necesitaba despejarme

Follaba con Diego en cuanto teníamos ocasión, y hasta mi entrenador me sorprendió con una proposición de noche de sexo, tenia novia súper estable desde hacía tres meses pero había tenido una discusión increíble y habían cortado. No era el perrito faldero de nadie y así se lo dije, el se pico un poco pero finalmente se disculpo. Accedí a ir a su casa, nos enrollamos pero pese a sus quejas esta vez fui yo el activo, follado por primera vez en su vida. No sé que cable se le cruzo pero me pidió salir, supongo que estaba afectado por su reciente ruptura y por haber sido el pasivo por primera vez. Tuve que negarme

Aun así seguí fiel a la promesa que le hice y nunca hable a nadie de su condición


Fue dias después mientras follaba con Diego cuando David, con el que hablaba por whatsapp cada noche, me hablo de Gabi. Yo obviamente no pude responder, dado que estaba sobre Diego botando sobre su cuerpo musculado y sudoroso. Finalmente lo leí, cuando un adormecido Diego se abrazaba a mí para dormir. Me decepcione un poco de que no fuera Alex pero allí vi una posibilidad. Le aconseje a David que cuidara esa “relación” con Gabi

Estaba tan emocionado que desperté a Diego para volver a follar, siendo esta vez yo el activo


Con la nueva noticia las pesadillas siguieron atormentándome. Cada vez más fuertes, de nuevo Alex llenaba todos mis pensamientos como años atrás. Me di cuenta de que una parte de mi mente nunca había dejado de pensar en la venganza, me sorprendía mi mismo y hasta llegue a tener cierto resquemor; pero la visión inminente de que por fin iba a suceder algo grande lo borro de mi mente


David volvió del viaje con un Gabi como posible follamigo, le anime a que lo trajera aquí y disfrutara del vestuario abandonado que David había convertido en su picadero particular, a pesar de que, en suma, había conocido bastantes menos chicos de los que cabria esperar. Tampoco fue difícil encontrarme con ese tal Gabi, en estos años  había desarrollado, entre otras muchas cosas, una increíble capacidad para entender a las personas. Y solo viendole moverse, hablar y actuar me quedo claro que era la persona que se desvivía por quienes le importaban.

Un protector

Como supuse no había sido raro que David se fijara en él siendo así

Intente ser cordial con él y gracias a David apañe un encuentro entre los dos. A pesar de las pesadillas que apenas me dejaban dormir por las noches estaba realmente feliz por todo lo que estaba pasando


Tras la excursión con Gabi al centro estuvo claro que sería fácil usarle como puente para llegar a Alex. Además ya había averiguado como hacerle el mismo daño que me había hecho a mí. El me quito lo que yo mas quería, que había sido él. Yo le haría lo mismo y supuse bien al pensar que lo que más quería era a sus amigos


El día antes de la fiesta tuve la pesadilla más fuerte de todas las que había sufrido. Me desperté, aparte de bañado en sudor, llorando como un crio. Me abrece las rodillas mientras me tranquilizaba a mi mismo en la oscuridad, diciéndome que encontraría por fin la paz, haciéndoselo pagar a Alex… Y que por fin el frio se iría y podría volver a dormir por las noches


Finalmente tuve mi encuentro con Alex; entre todas las posibles palabras que podría usar para describirlo creo que “brutal” sería la más adecuada.  Cuando le tuve delante sentí ganas de pegarle, de besarle, de hacerle daño y de suplicarle que me quisiera

También vi que en efecto se había vuelto muy apuesto, mejorando mas en persona que en las fotos que había visto de él. Me decepciono un poco el estado de shock en el que entro, pensé que me esperaba algo más del inalcanzable Dios del que me había enamorado. Pero yo estaba preparado para el encuentro y el no, así que eso lo explico

Mis palabras le destrozaron, las había ensayado porque quería que causaran el mayor impacto posible en él. Y a pesar de ello no pude resistirme a besarle un par de veces, volviéndome locos con sus labios. Sin saber porque sentí que había entrado en una espiral de la que no podría salir hasta llegar el final, que parar solo serviría para dejarme morir

Le deje destrozado, y mientras me alejaba mi corazón sangraba como el de él. Pero lentamente toda la oscuridad y el frio que había sentido durante todos esos años fueron tomando el control, envolviendo en tinieblas y cadenas negras


Me sorprendieron los amigos de Alex, de entrada juraría que casi todos eran gays. Gabi estaba comprobado, pero el chico alto y el pequeñajo rubio tenían una química increíble, más allá de la amistad. Además del chico de pelo dorado, solo el de pelo negro, con su sonrisa chula y su mirada de superioridad parecía escaparse, pero ya tenía experiencia con heterazos, así que no cerré tan pronto ese tema

Decidí que el primero sería el rubio, se le veía el más confiado e inocentón. Y sería fácil llevarle por donde yo quisiera, al principio sin embargo no se separo del chulazo moreno así que no pude hacer nada. Use ese tiempo para confesarme con Diego, contándole lo de Alex. Diego abrió los ojos por la sorpresa y enseguida cerro las manos en puños, gritando y gruñendo que le iba a dar una paliza a Alex por lo que me había hecho, yo le pare. Eso iba en contra de todo, no sabía que iba a hacer pero no era eso

Los susurros desde la oscuridad me habían vuelto a hacer llevar el pastillero y le dije a Diego que si me quería de verdad tenía que hacer algo por mí. Fue jugar sucio lo admito, pero Diego acepto, con su fe ciega y su amor incondicional por mí. Le di la pastilla, asegurándole que no era peligrosa, que solo la echara y que se liara con el amigo de Alex delante de todos; aunque a él le dije que era su novio y que le jodería verle con otro. Diego no estaba nada convencido y tuve miedo de que se echara atrás, por suerte al final no lo hizo

Todo fue bien, entretuve a Alex y saque a David y a Gabi fuera de juego, a David para que no le salpicara nada de lo que iba a pasar y a Gabi, para aislar al chico rubio. Cuando iba hacia Alex, seguido de dos chicas con las que había tonteado para que en caso de que Alex se escabullera fueran tras él; estaba hablando con un chico. Para mi estaba claro que era gay y por primera vez me asalto la idea de que Alex podía haber seguido experimentando con chicos, tal vez incluso, haberse echado algún novio, como por ejemplo ese chico

Odiaba estar celoso, porque sentía que perdía el control de la situación. Pero no pude evitarlo, por mucho que intentara distanciarme de la situación y tomarlo solo como una venganza, amaba demasiado a Alex como para no sentirlos. Al final resulto que no lo era, dos chicos que se querían no se comportaban así. Y aunque el chico sí que quería a Alex, en sus ojos vi que no era reciproco. No sé porque eso me hizo sentir incomodo

Diego se encargo bien del chico rubio, temí que de nuevo titubeara pero en un momento de descuido le deslizo la pastilla en la bebida. Aunque mientras lo hacía cerros el ojo arrepentido. Pero ya estaba hecho, los efectos se repitieron tal y como los conocía

La desorientación del chico, unido al poderoso atractivo de Diego, cristalizó en un beso delante de todos. Cuando los vi besarse sentí un momento agridulce, dulce por haberle hecho tan evidente daño a Alex, agrio porque yo mismo deseaba un beso así con él y agrio también, aunque en mucha menor medida, por haber sacado a ese chico a patadas del armario


La felicidad fue pasajera, el momento vino y se fue. Aun así pensé que era momento de ir a ver a Gabi y David y no de quedarse parado, saboreando lo sucedido; me sorprendió como los encontré. Abrazados sobre la cama del privado, casi podía ver los deseos de sus cuerpos de fundirse con el otro

Eso me dejo pensativo, pensaba que lo de David seria un capricho que se convertiría en follamigo y que de allí no pasaría. Pero al parecer Gabi tenía un magnetismo en mi amigo con el que no había contado. Eso me preocupo, no quería que Alex me devolviera los golpes. Y David podía ser un arma de doble filo, tenía que neutralizarlo. Suspire, mirando el techo de cristal del privado, me gustaba el reflejo que me devolvía, el de un Dios hecho carne… Luego sonreí un poco mas mirando el reflejo de mis ojos negros, no había contado con ello claro estaba, pero ahora podría usarlo en la reserva

De todos modos debía neutralizar a David y a Gabi. Una peligrosa arma de doble filo, aunque no fue difícil al entender por fin del todo a Gabi. Ese chico era fuerte, increíblemente fuerte, pero también sufría una impresionante falta de afecto, al parecer se esforzaba tanto por dar que nunca había recibido nada de cariño a cambio. Lo veía, estaba sediento de amor y afecto. Y ahí estaba David

Solo tuve que dejar que pasara el tiempo suficiente para que surgiera la chispa. El trió fue más para forzar la situación. Y cuando tuve claro que ya estaba allí la llama fui corriendo con el bidón de gasolina necesaria para hacerla imparable. David vio que quería hablar con Gabi y adivino bien al saber que quería hacer de “hermano mayor protector” advirtiéndole que no le hiciera daño

En el fondo era verdad que no quería que nadie le hiciese daño a David, y estaba haciendo lo posible para no tener que hacérselo yo. Pero la razón principal era que le daría el empujoncito necesario a Gabi, diciéndolo que David le amaba y que si él no sentía que era reciproco le dejara ir. De antemano sabia la respuesta, aunque tanto me daba un sí como un no. No arruinaba nada, solo modificaría levemente las reglas del juego

Me sentía raro, el ver empezar el amor entre David y Gabi removió demasiadas cosas. Pero había cumplido lo que quería, atarle con una promesa que sabía que Gabi no rompería… Ya más adelante vería como poder usar eso, lo importante es que me aseguraba que Alex no le diera la vuelta a la situación para volverla en mi contra

También la situación derivo en destapar la simple estrategia de Alex, alejarles de mi solo le iba a servir una vez y eso no sería en el fondo de gran ayuda. De todos modos ya sabía a dónde iban, ahora solo quedaba que la oscuridad dentro de mí decidiera que paso dar a continuación….


Actualidad-----

Seguía mirando esa luna que tantos recuerdos me traía. Luego mire la palma de mi mano y al pálido disco blanco sobre ella. De cuatro me quedaban dos, sentía que debía usarlo, no sabía cómo ni donde, pero sabía que la parte oscura de mí mismo se encargaría de saber usarla

Por un segundo sentí remordimientos, pero sabía que ya no podía parar. Estaba atrapado dentro de mi propia venganza, solo podía llevarla hasta el final

Volví a mirar a esa luna… A esa luna nueva, ese vacío negro y sin fondo en el cielo nocturno. Ese mismo vacio que me había acariciado con su luz oscura, que le había dado su color y su profundidad a mis ojos. Que había empezado todo esto

-No existen los remordimientos, ni el miedo…Solo el siguiente objetivo- sentencie, repitiendo los ecos de esa luna oscura, convirtiéndolos en mi propia voz

Arropado por el frio, la oscuridad y los restos de mis sueños rotos

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Espero que os haya gustado esta especie de "diario" o cronologia de Ruas. Y no, Ruas no sera un narrador de Carpe Diem, al menos de momento. Este especial es un regalo para vosotros y tambien una especie de ejercicio para mi

Os animo a comentar en este especial, dado que Ruas es de los personajes mas complejos que tengo que manejar y opiniones y criticas (construcitvas y argumentadas) siempre seran bien recibidas y tomadas en cuenta

FELIZ 2013 desde Carpe Diem y de nuevo gracias a todos